Poder y Política

Mirar a una elección desde el domingo anterrior

Los candidatos Miguel Barbosa y Enrique Cárdenas concuerdan en algo en sus discursos el domingo 26 de mayo frente a sus seguidores, pero inmediatamente se distancian. Los dos han buscado las emociones en los rostros de la masa que se revuelve en fervores e incertidumbres. El primero le indica qué debe hacer a la masa; el segundo le pide que retenga su mirada.



“Sonrían, que vamos a ganar”, grita Barbosa al mediodía. “Los veo a los ojos y les digo ¡aquí estoy!, todo depende de nosotros”, grita Cárdenas al caer la tarde.

De todo lo visto y escuchado ese día recalo en esos lances concretos en los que una multitud que por mil razones acude al mitin final de una campaña se humaniza frente al aluvión de futuros prometidos que carga el discurso político: la gente puede sonreír, las personas pueden sostener la mirada para calar la profundidad de tu compromiso.

Finalmente, aquí abajo del presídium, cada uno toma sus decisiones.

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Cierres de campaña en Puebla. Una masa batida por el sol en los Fuertes. Una masa sentada en sombra en Cholula. Por Barbosa la primera, enorme, tan grande que puede estar siempre en fuga, una vez cumplido el pase de lista, y no se escurre en claros de cemento fundido en el mismo sitio del funeral de los Moreno Valle el 25 de diciembre. La segunda es apenas suficiente para cubrir el sillerío bajo el manteado dispuesto para librar del sol vespertino a los seguidores de Enrique Cárdenas. Cierres de campaña, entonces. Una semana previa al domingo electoral plagada todavía de acusaciones y denuncias entre las dos que se disputan la gubernatura. Suenan los tambores en la tarde del viernes en la que escribo esta crónica.

Dos cierres. Dos personajes. Dos proyectos de Estado. ¿Es posible confrontarlos en sus diferencias con una simple asistencia a los mítines con los que concluyen dos meses de campaña? ¿Y la última semana los contiene en sus personalidades y perspectivas? Intento mirar en flashazos los dos eventos del domingo para perfilar justo la burda frontera entre la historia personal de los candidatos, la idea de lo que harán si ganan la gubernatura y la estructura política en la que han soportado estos dos meses frenéticos, con todos los lastres que eso representa para ellos.



Apunto en mi libreta al final de cada ciere el perfil que brota a vuelo de pluma sobre cada uno:

Astuto, pícaro, Miguel Barbosa, estrictamente profesional, maestro en los amarres, tal vez demasiados amarres, con la palabra reconciliación a flor de mercadotecnia, no sé si despechado entonces.

Inteligente, aplicado, Enrique Cárdenas, de probada capacidad para escuchar y aprender de los otros, con la mirada cristalina de un hombre bueno que sus rivales confunden como ingenua.

Domingo de sol y masa

Barbosa

Escuchar, analizar, decidir

Ante Zaragoza, a las 11.43. A la vieja usanza, las patrullas han cerrado el paso al tráfico y el taxi que he tomado en el centro ha hecho milagros para acercarme al cerro. Francisco López Barrientos es un hombre que ha marcado hace tiempo su raya con la política: “Nunca he sido parte de una masa, como esos acarreados –me dice al volante de un taxi con un cartel que lo anuncia en facebook, y señala a un grupo que sube a pie y que se identifica con una cartulina al frente con la palabra Tepeyehualco --. No señor, yo he aprendido en la vida que hay que observar, y no mirar, escuchar, y no oír, y analizar, para decidir. Por eso le digo que nunca me verá usté ir a un mitin así…”

Lo dejo en su solitaria ciudadanía y me tiro al arroyo humano que trepa hacia los Fuertes. La masa sube y lleva la marca en las playeras, Barbosa, Morena, me canso ganso plasmados en blanco. Caminamos a la sombra de los eucaliptos enfermos por una plaga implacable que poco a poco les quita la vida; los fresnos jóvenes ya alcanzan a salvarnos también del sol de fuego que nos espera arriba. Escucho la angustia blanca de una mujer que se ha detenido un instante: “Mi hijo, ¿dónde anda mi hijo?, es que quedé en enseñarle los Fuertes, y ya desde aquí se mira uno…”

Arriba, lejos, canta Gabino Palomares algo de Silvio Rodríguez. En el arroyo un grupo se detiene pues una muchacha reparte camisetas del partido verde. A mi lado un chamaco pasa corriendo y le grita al cel que tiene que ver de dónde saca más lunches. Una señora se prueba una camiseta soy una nueva generación verde sobre una que le aprieta la panza con el #Unidos con Barbosa. Me dice que viene de Cuautempan, en el corazón de la sierra, un pueblo asomado al Zempoala, río abajo de Tetela. “No sé quién vaya a ganar –me dice--, pero nosotros estamos con el verde.”

La masa sube, entonces, con sus aires y sus suspiros y sus reclamos. En la mirada de cada uno su propio destino. El taxista no se quiere masa, la señora quiere ver su fuerte.

Barbosa se mira en AMLO.

En la mitad de la masa barbosista. Ya pasaron los rezanderos aztecas, ahora es el turno del batallón de Xochiapulcas. De todo lo esperado en la formalidad de un mitin que reproduce los mejores planos de la era priista, el candidato de Morena no sorprende cuando acude al indigenista que lleva dentro: rezos a los cuatro vientos, glorias a los dioses mexicas, tamborazos sin freno que el animador del evento confundirá con batucadas. La masa ha tomado la plancha que remodelara hace unos años, insulsa Moreno Valle --la misma a la que le trajeron en restos para su funeral el 25 de diciembre, la que perdió su esencia histórica con el mamotreto encristalado que impuso el difunto sobre el Fuerte de Guadalupe--. Los barbosistas han borrado esa fecha del imaginario y el tinglado que han dispuesto recupera estrictamente la escenografía con la que el candidato López Obrador cerrara su campaña a la presidencia en el 2018. Vuelan por aquí y por allá los drones, componen la imagen de una multidud aturdida a fuerza de altoparlantes más implacables que el sol que la calcina.

Aquí un vistazo a este caluroso mitin a mediodía.

En una plataforma de prensa, a cincuenta metros del presídium, observo el cerco inmediato y su griterío. A un lado un ruidoso grupo de Chiautla de Tapia porta una camilosa con un insondable impreso #AmericosContigo; atrás de ellos, un contingente de maestros del Consejo Taxista, un grupo de dos mil choferes hasta hace dos semanas de probado acarreo histórico de votantes priistas, pero que al grito de mando del cetemista Leobardo Soto se pasó sin chistar a la canasta de Miguel Barbosa; a la izquierda, unos encamisados en amarillo que se dicen miembros del Consejo Nacional de Sociedades Y Unidades de Campesinos y Colonos, CONSUCC por sus siglas. Los primeros no dejan de gritar, y encabezarán la nutrida rechifla al dirigente nacional del Partido Verde, un tal Puente, el del infundido contra Enrique Cárdenas en el 2017; los taxistas saben por quién están aquí (“Nosotros venimos porque así lo quiso nuestra líder Érika Díaz –me dice Rutilo Cerón Durán, un antiguo policía estatal de 71 años de edad y 25 de andar trepado en un taxi--, la señora pesa todo lo que vale, activa en todos los sentidos. Además, porque estoy contra la inseguridad, y a favor de la Guardia Nacional, la policía está rebasada, contra la delincuencia sólo podrán los soldados y los marinos.”); por los del CONSUCC habla Oscar López, un politólogo egresado de la BUAP al que rodea un grupo del que no escucharé porra alguna al candidato (“Nosotros gestionamos recursos para los campesinos, y trabajamos desde hace 25 años con el gobierno federal, con el que esté, y para que se dé una idea, en el 2018 logramos apoyos para Puebla en fertilizantes para 16 mil hectáreas y 50 tractores. Y le digo ahora que el PRI ya no tiene nada para garantizar algo a los campesinos, el PAN dio un apoyo raquítico al campo, Cárdenas es un buen candidato, pero se trepó en muy mal momento al PAN, que hoy por hoy no es un partido, Moreno Valle era el partido. Así que Barbosa es el único con un proyecto que garantice apoyo al campo. Venimos en 50 camiones, señor, de todo el estado. Y no, ni idea de quién los haya pagado, sólo sé que nosotros no fuimos.”

Carlos Carrillo Cortés me vuelve a la realidad. Y me pregunta: “Tú eres periodista –me dice junto al templete de la prensa--, ¿qué piensas de la conformación social de toda esta gente que vino al mitin? Yo soy de izquierda, de los que formó Morena en Cholula, pero aquí me encuentro mucha gente que nada tuvo que ver con eso, aquí está el Consejo Taxista, una hechura del PRI, y Doroteo Arango, ese enemigo de la 28 de Octubre, puro clientelismo entonces es lo que veo, ni al PRI en sus mejores tiempos lo vi hacer esto…”

Qué pienso, le digo, que son demasiados amarres los que están en ese presídium, más los apellidos Pacheco Pulido, Manzanilla, Peniche, Estefan, y también los de una probada y seria militancia de izquierda, como la que representa Carlos Figueroa, exponente fiel del movimiento social que todavía llamamos Morena. Que no es fácil predecir en qué acabará este lío.

A punto de pasar a los discursos, un viejo Gabino Palomares quiere regresar a los años sesenta, “a la izquierda de los ideales de justicia e igualdad para nuestro pueblo”, escucho que clama en las escandalosas bocinas, y le dedica a Barbosa una canción al héroe latinoamericano, y quiere que la masa lo siga cuando canta de tu querida presencia, comandante Che Guevara. Lejos, muy lejos, perdida en el tiempo, cascada, desafinada, se diluye hacia el abrazo con el candidato la voz metálica del cantor hace cincuenta años de La maldición de la Malinche.

Foto de e-consulta.

La Masa y el cronista en fuga

Ya de salida, cuando el candidato Barbosa todavía se desgañita en la tribuna, persigo a la masa en fuga. La masa que escapa alcanzó a escuchar a los políticos profesionales empalagados de triunfalismo: la cizaña de Noroña (“se mueren de rabia nuestros enemigos porque el pueblo rescata su soberanía”), el cinismo del Verde Puente (“repitamos el ánimo del 1 de julio, la gente no quiere más corrupción, tendrán que devolver lo que se robaron en Puebla), la frigidez del petista Beto Anaya, del que sólo escribo que es el único entacuchado, un chipote negro encorbatado entre tanta guayabera, Mario Delgado, del que de plano no escribo nada, pero que concentra en él todo lo que ha arribado con las jóvenes mañas de los militantes de Morena, y Yeikol Polensky, con un discurso en punto de enamorada que desmantela todo atisbo de cordura en una dirigencia nacional del partido hoy por hoy más poderoso en México (Miguel, amigo, hermano, has saltado como un gigante todos los obstáculos). La masa en río sobre la calzada rumbo al auditorio de la reforma, que una hora antes miró a todos los puntos cardinales e imploró a Tonantzin Coatlicoe y quiso bailar apretujada al son de una cumbia que interpretó en náhuatl el grupo Adultos Mayores de Coyomeapan, y que escuchó atenta el discurso en náhuatl de María Rosario Salazar Días, y no entendió nada y dijo ah, cuando la muchacha se tradujo y le dijo a Barbosa que está con él porque él sí que va a apoyar a los pueblos originarios, esa masa que acompaño Fuertes abajo ya no estará para escuchar que hoy un gran hombre nos guía y digo las seis palabras que han marcado nuestra historia: es un honor estar con Obrador, ni para el porque los conozco mosco, porque me canso ganso del que se cuelga Miguel Barbosa como si de un acto de contrición se tratara.

Bajo la penitencia del sol, la masa que escurre el bulto conmigo ya no tiene tiempo para ello.

Cárdenas

Explananda

El mismo sol. Igual de arrollador que en la mañana en los Fuertes. Allá una masa cumplidora y en fuga siempre, como si no bastará llegar a una explanada que aturde de futuros prometidos para decir estuvimos, formamos parte de algo.

Pero el sol es el mismo.

Y aquí en el zócalo de Cholula también abraza. Y el tinglado cumple también con la obligación del ruido, pues un payasito estridente azota al público que empieza a llenar la sillería que los organizadores del mitin de cierre de Cárdenas han dispuesto. Las mesas en los restoranes del portal están a tope, y felices en la sombra quienes las ocupan.

Faltan seis para las cinco. No se mueve rápido la masa cardenista.

Manteado Bajo cero

El ruido, como el sol, también es el mismo. Ahora nos azota sin clemencia el grupo Bajo Cero, que no toca mal la cumbia pero que piensa que la música con sangre entra. El corazón retumba, pero eso sí, la masa se entretiene.

No ha llegado el candidato. El cumbia cero, entre rola y rola, organiza porras y en el ínterin nos aturde. El sol baja ya con rumbo de los volcanes pero si no lo libras en la sombra, sufres.

Descubro a un viejo militantes perredista.

“Moreno Valle está muerto, bien muerto –me dice--. Y que no me digan que no, el helicópero echaba lumbre por la cola, eso todo el mundo lo vio. Y ahora aquí estamos. Y el PRD con sus mismas corrientes, los de Nueva Izquierda, con Gaby León, los de ADN, con Bladimir y su hermana Roxana, los Galileos, los Foros. La verdad es que somos pocos. Esta campaña ha ido mal, tan fácil que hubiera sido decir simplemente quién es Barbosa. Pero no, y ahora la gente va a volver a votar por Andrés y por Morena, que vale para pura chingada, ya no es el movimiento que siguió al 2006, en el que estuvimos muchos, antes de que llegaran los buitres. Hay que analizar la realidad concreta, como ha dicho el filósofo Karel Kosik. Esta campaña no pasó de ir puerta por puerta, y así tú sabes que vale madres, porque esta chingadera se gana con lana. Así lo hizo Moreno Valle…”

Dejo a mi amigo retorciéndose. Al fondo sigue haciendo ruido Bajo Cero. Alguien me dice que hoy amaneció grafiteado con insultos el hotal de Enrique a unas cuantas cuadras de aquí.

Piedra sobre Piedra

Paco Fraile tiene en la cara el partido que encabezaba en 1989, cuando se apostaba pecho a tierra con sus seguidores neopanistas, como les llamaban, a la salida del comité municipal electoral en la jornada con la que el PRI hacía oficial el tradicional fraude en el cómputo de los distritos. Era un PAN que se parece mucho al de ahora. Sin dinero, sin estructura, sin un mando gansteril de Moreno Valle a la manera de Eukid Castañón, con picapleitos aquí y allá, enredado en sus contradicciones.

“En la era Moreno Valle no había partido –me dice cuando le comento mi recuerdo--, no es que estuviéramos aturdidos. La operación electoral, por ejemplo, ocurría por fuera del partido.”

Imposible describirlo mejor.

“No espero un milagro –continúa el actual secretario general del partido, ex senador, ex candidato a la gubernatura, ex perseguido por el omnipotente Moreno Valle, ex capitulador ante el mismo--, lo que espero es que los indecisos se decidan y salgan a votar el próximo domingo.”

Y remata: “El día 4 de junio empiezo una nueva etapa, vamos a salir a recorrer el estado, a reconstruir piedra sobre piedra el partido, ya levantar el ánimo para el 2021.”

El empresario Chore Contreras ha escuchado la conversación con Paco. Y pregunta: ¿cómo es que algo que le llevó tantos años al PRI construir, todo ese aparato de control, lo ha reproducido tan rápido, en unos cuantos meses, Morena?

Yo le doy mi respuesta: “El aparato nunca se fue, ahí estuvo con Moreno Valle, aquí está ahora con Pacheco Pulido. Y todo parece que seguirá con Barbosa.”

Pelotera

Pelotera y bochinche. Finalmente. también aquí se presenta la masa, y Enrique Cárdenas viene apretado por ella cuando desemboca en la plaza la pequeña marcha de perredistas de Roxana Luna que acompañan a su comitiva. Voy a la cámara para contar lo que sucede esta tarde en Cholula.

El dulce perdido

Cárdenas habla al final de otra secuencia de políticos profesionales. Paco Fraile, Roxana Luna, Fernando Morales, Fernando Belaunzarán, y por ahí, hasta un nieto de Gómez Morín. De unos y otros recupero frases como somos ciudadanos libres, se trata de regresarle a los ciudadanos el poder, es la hora de los ciudadanos, hombres y mujeres comprometidos, contrapesos para que a Puebla se le respete.

Gómez Morín se acuerda de su abuelo, del riesgo anunciado por aquel viejo de que los partidos se llenaran de políticos y dejaran de hablar el lenguaje de los ciudadanos. Machetazo a caballo de espadas con lo sucedido al PAN con Moreno Valle en Puebla.

El perredista Belauzarán es el más combativo: recuerda la casa de Barbosa en Coyoacán, que cuesta 45 millones de pesos el puro terreno, y denuncia la prepotencia y el abuso de poder que se le viene encima a Puebla, y señala al “monigote” Pacheco Pulido y denuncia a Manzanilla como el que realmente está al mando del gobierno en Puebla. “Se robaron el gobierno”, remata. “Son peores –dice--, son más hipócritas.”

Los escucho y no dejo de admirarme. A todos estos tipos Moreno Valle les arrebató sus partidos con la facilidad con la que un gandalla le quita un dulce a un niño. Y ninguno dijo de ellos dijo pío.

Gabriel Hinojosa, de Sumamos, da idea de que su fuerte no es el discurso encendido, por lo que no adquiere el tono de animador de pachanga grupera al grito de ¿cómo estás Puebla? con el que han arrancado todos los participantes, salvo Paco Fraile.

“No me gusta la palabra cierre –le dice a la gente en el sillerío--, lo que les digo ahora es que no podemos bajar la guardia…”

Está pensando en el domingo. En el número real de representantes en las secciones electorales el domingo 2 de junio. Las organizaciones políticas que le dieron el membrete a Enrique Cárdenas y los grupos civiles que lo han cobijado no tienen idea de ello a estas alturas de la contienda.

Los veo a los ojos y les digo “aquí estoy”

Enrique Cárdenas habla de sus sueños. No logra construir el tono trágico del líder norteamericano Martin Luther King de aquel I have a dream. Pero logra compartirlos: Que el gobierno mire por la gente, que los poblanos y, sobre todo las poblanas, no veamos determinado nuestro destino por el lugar en el que nacemos, que todo el mundo tenga el mismo chance, que ya no vivamos con miedo, que tengamos policías incorruptibles, que los ciudadanos sean los ojos de la sociedad ante el gobierno, que la comunidad decida lo que hay que hacer, sin dádivas, que Puebla esté conectada, que haya mucho empleo y bien remunerado, que el futuro sea verde, con agua para todos y para siempre.

En una frase Cárdenas da cuenta de la contradicción que ha perseguido a su campaña.

“Puebla ha estado… Hoy está gobernado por un gobierno corrupto.”

Cuánta historia contempla este tiempo presente perfecto. Que vena oscura recorre los nombres de Bartlett, Melquiades, Marín, Moreno Valle, Gali, Pacheco Pulido. En qué punto se diluyen los nombres PRI, PAN, PRD, MORENA. Con qué facilidad se pierde en esa inercia la palabra ciudadano.

Al final el gesto civilizado. Yo, que busco tu voto, te miro de frente a los ojos.

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Viernes 31 por la noche. Ahora mismo los operadores estarán en vela. Con la carga del sistema, la maquinaria electoral heredada y asumida juega del lado barbosista. Del lado cardenista, el entusiasmo de Sumamos apalancado en la palabra milagro, y el interrogante de lo que lograrán los rescoldos del panismo, la sobrevivencia parásita del perredismo y lo que quiera decir el apellido Morales en Movimiento Ciudadano.

En la noche la masa se disuelve en la niebla ingrata del elector en la credencial con nombre y apellido.

Termina el debate hace unos minutos. El formato lo arruina todo. No es posible que en tres minutos se pueda plantear algo más que generalidades. Y luego réplicas en ráfaga que aturden y moderadoras que corretean aun más.

No me gustó el debate.

La disputa entre Barbosa y Cárdenas, que era de esperar, se montó una y otra vez sobre los temas a debate. Las réplicas en ráfaga se convirtieron en distractores más que en mecanismos de confrontación de propuestas concretas.

Barbosa me confirma que es marrullero --acusa, que algo queda, aunque no sea cierto--, pero también político profesional. No sé si piensa que es un chiste lo de "Fichita", y si la alusión a lo Fifí de Cárdenas le ayude a posicionarse en el tono de las mañaneras. Su perspectiva de las 21 regiones creo que es correcta. Alcanza a proponer una fiscalía de género y habla de autonomía en ella. No pierde la cabeza. No alcanzo a saber qué es lo que se mete en la boca, pero imagino que no es un dulce. Y no pierde vista que la mayor parte de la gente está en Games of Thrones y en el América-León. Me quedo con el interrogante de saber si dejará a Manzanilla en la Secretaria General de Gobierno y a Estefan en Finanzas. No me da mayor idea de lo que hará con la Procuraduría, aunque afirma que lo que ahi ocurre es un desastre. El debate no me anuncia mayormente lo que será el gobierno con Miguel Barbosa.



Cárdenas ha ido a lo suyo: exponer a su rival, y creo que logra presentar con detalle el tema de los dineros del otro, a pesar de que se hace bolas con las cartulinas con las que acompaña su discurso. Pero eso deriva en que sus propuestas concretas de diluyeron en la reyerta. Empieza nervioso. Y no sé si llega a enojarse. Creo que es certero en el tema de los pueblos originarios y el proyecto de Agua para Siempre, aunque no se refirió a él por su nombre. Su propuesta de recomposiciónn del Estado de derecho merece mucho más tiempo de debate, y me parece la más creíble. Ojalá, pase lo que pase, ocurra una transformación radical de la operación Gobierno del Estado de Puebla.

En algo coincidieron Barbosa y Cárdenas: los dos escurrieron el bulto en la pregunta sobre el aborto y le trasladaron la bronca al Congreso.

Jiménez Merino en su papel, y por lo tanto no sudó ni gota, a pesar del coscorrón que le dio Barbosa por su padrino Marín.

Se va la noche dominguera. Difícil pensar que lo ocurrido en el Complejo --con su costo altísimo--, interfiera en el comportamiento del voto el 2 de junio.

Los ciudadanos tenemos nombre y apellido. Pero la hora de una elección nos miramos unos a otros simplemente iguales, sin mirar a las historias personales que explican la decisión que cada uno.

Los candidatos igual se refieren a los votantes como parte de una masa de la que no se distinguen cabezas ni historias. Tal vez en los mítines establezcan términos como “jóvenes”, “campesinos”, “obreros”, “amas de casa”. La política tradicional de los partidos ha dejado a los llamados operadores identificar con mayor precisión a los votantes. Y si tienen a la mano un programa de gobierno como los que manejan Sagarpa, Sedesol, Sedatu y etcéteras, entonces ya se piensan en brigadas y comités vecinales para perseguir el voto contra beneficiario.

En eso pienso cuando miro por la carretera los indicios que me revelan conglomerados de personas que sí se identifican a sí mismas con una actividad que da sentido a sus vidas. Un cambio de turno en Volkswagen. Unos hortelanos agachados en el corte de brócoli en Tlalancaleca. La parada del camión frente al CIS en Angelópolis a la hora de salida de los oficinistas del gobierno estatal. Miro entonces jornadas y atenciones aplicadas en oficios y habilidades, máquinas que producen ruidos y ensamblajes, charolas que llevan viandas y recogen trastes, manos que teclean incansables, sellos que cierran destinos en oficios incontables. Cuento números en salarios apenas advertidos en las carteras. Contemplo el trabajo que nos hace humanos con historias propias a la espera de una narración que las vuelva públicas.

Destinos. Conglomerados. Personas. Trato de figurar en el papel estos territorios que conforman ciudadanías particulares, intereses comunes, simpatías colectivas



Los conglomerados votantes:

Los obreros del clúster automotriz en Puebla, Cuatlancingo, Huejotsingo, Papalotla, Etla. ¿Cuántos son? Algunas cifras apuntan arriba de 80 mil trabajadores en los cascarones de autopartes, más unos quince miles en el encierro blanco de Volskwagen y Audi. El clúster es uno de los tres o cuatro que en el país producen en conjunto más de cuatro millones de automóviles. Volkswagen de México vendió en Estados Unidos 354 mil 064 vehículos en el 2018, que no son pocos si se atiende al escándalo por el fraude cometido por la empresa alemana en ese mercado, descubierto en el 2016. Audi, la armadora alemana plantada con todo el regocijo modernizador no paga más de 12 mil pesos mensuales en promedio a sus empleados, un salario insuficiente todavía para cotizar para la compra de una casa en las todavía relucientes viviendas construidas en Ciudad Modelo.

Los trabajadores de la confección invisibles en centenares de talleres familiares y empresas sin rostro en Texmelucan, Teziutlán y Tehuacán. Pienso en ellos al cruzar un puente de una carretera vecinal en Tlalancaleca, con un arroyo de aguas azules por los tintes que corren por un arroyo abastecido por las descargas de decenas de talleres caseros que hacen florituras con las mezclillas.

Los pequeños productores rurales vinculados al mercado capitalista por la vía de Wall Mart y Chedraoui, o por las agroindustrias Bachoco, Granjas Carrol y Romeros. Campos extensos o minifundios en Texmelucan, Tepeaca, Tecamachalco, Tehuacán, y por las centrales de abasto de Huixcolotla, Puebla y México.

Los trabajadores rurales sin tierra a todo lo largo del territorio: igual en los cafetales de Xicotepec que en los campos de legumbres en Texmelucan, Tepeaca, Acatzingo, Tecamachalco, Palmar de Bravo.



Los empleados del comercio establecido en las decenas de plazas comerciales. Pienso en las chicas y chicos de Sears, en sus horarios de trabajo, en los ingresos que logran en la empresa del hombre que presumimos como estrella principal entre los magnates del mundo.

Los empleados del sistema educativo. Maestros y maestras de escuelas públicas y privadas. Los profesores de asignatura en las universidades, para no ir más allá del enredo en el que hemos convertido en nuestro país una profesión fundamental para imaginar cualquier futuro.



Las trabajadoras domésticas. Apenas reconocidas por la ley. No han sido tema de las campañas. No hay familia que no se sostenga por su trabajo en Puebla.

Los trabajadores del sistema de salud. Las imagino en cualquier hospital, las enfermeras cumplen labores de doctor, de camillero, de sacerdote. La trinchera de mayor mal pago laboral al final de la senda.

Las familias de trabajadores migrantes en Estados Unidos. No es posible entender el funcionamiento de la sociedad rural al sur de la ciudad de Puebla. 1560 millones de dólares en el 2017 y 1698.6 en el 2018. No muy lejos de los seis mil millones de dólares que llega a ingresas la Volkswagen al año.

Los comerciantes de mercados y ambulantes. Los vemos todos los días en cualquier calle y plaza, sometidos por sus líderes, que ni por equivocación perdonan una cuota semanal. Ahí están los 28 de Octubre, y sus rivales antorchistas y demás siempre aliados con los gobiernos municipales para disputarle los puntos de venta a los insumisos independientes de Simitrio.

Por ahí puedo seguir para pensar en votantes con nombre y apellido, con un lugar en la economía, con una seguridad en el ingreso que les permita los mínimos para un vida digna. ¿En qué funda cada quien su decisión de voto? ¿Pesa la ideología? ¿Vale todavía el “yo siempre he sido priista”? ¿La fuerza arrolladora de López Obrador se sostendrá en algo más que el hartazgo que dejaron los años de corrupción de presidentes panistas y priistas? Esas preguntas simples las hago frente a esos conglomerados de trabajadores que le dan cuerpo concreto a una sociedad, a un territorio, a una ciudad.

¿Puede un candidato, del partido que sea, ofrecer futuro para estos mundos tan variados?

Barbosa me recuerda a Moreno Valle en lo obcecado por el poder, pero está trepado en el tren morenista, en sus discursos afloran frases que rematan el la 4ta Transformación. ¿Lo hará valer más allá de esta perspectiva que me ofrece de confirmar un sistema de operación de un aparato de gobierno con los rasgos de un muy conocido priismo?

Y Cárdenas, el candidato que rompe el cartabón del político profesional y establece su calidad de ciudadano sin partido como el principal de sus valores. La transparencia y la lucha contra la corrupción lo desmarcan absolutamente de la trayectoria morenovallista reciente de los tres partidos que lo cobijaron, pero esos conservan su agenda y sus cuadros y sus modos, ¿hará valer entonces la agenda ciudadana que le da sentido a su candidatura?

Qué preguntas se me ocurren para los candidatos.

Ni modo de no empezar por la violencia. ¿Cómo llegamos a estos extremos en Puebla:

+ Las muertes de mujeres esta semana. La mujer apuñalada en la ciclopista, la estudiante de la BUAP asesinada por su novio, la muchacha de quince años ahorcada por un joven de 17 quien, además, ayudado por sus familiares, arroja su cadáver en una cueva en la Sierra Negra.

+ El Toñín y la toma de la alcaldía en Tecamachalco, con civiles que protestan por la inseguridad de las carreteras en la región. Un ejemplo del poder del crimen organizado que, operativos van y vienen, y siguen ahí campantes.

+ Dos agentes ministeriales arman un zafarrancho en el C5 cuando los quieren detener acusados de corrupción. Esa es tan sólo una hebra de la corrupción que existe en la Procuraduría, donde son igualmente extorsionados los hampones que se detienen que las víctimas que los denuncian.

+ El MP de Texmelucan, uno para nueve municipios. Moreno Valle quitó a 7 de cada diez MP.

Puedo seguir con la descripción de esta catástrofe. ¿Qué en concreto van a hacer para revolucionar el sistema de procuración de justicia en Puebla? ¿De dónde van a sacar los recursos? ¿De dónde los cuadros para cubrir los nuevos puestos en la Fiscalía que van a tener que purgar si quieren cambiar de fondo las cosas? ¿Qué harán para apoyar a los presidentes municipales y sus policías aterrorizadas por los cárteles?

El empleo y la visión de progreso que tenemos:

+ El caño podrido escurre desde Lara Grajales su podredumbre a todo lo largo del lado sur de Ciudad Modelo, y pasa a unos metros de la planta de tratamiento del “nuevo núcleo urbano”, capaz de limpiar 28 litros por segundo y que actualmente sólo trata cinco, dado que las descargas residuales de los 310 habitantes y los dos mil alumnos y profesores por ahora no dan para más. Audi y todo lo que trae de cargo, es la inversión pública más importante en la historia reciente, preñada de opacidad y despotismo en su implantación, más de 25 mil millones de pesos que no han tenido la más mínima fiscalización.La planta Audi y el interrogante sobre el progreso que queremos. El enclave Audi y el clúster automotriz funcionan sin mayor preocupación por lo que ocurra en el territorio en el que plantaron a la armadora. ¿Qué van a hacer? ¿Olvidar que ahí el gobierno del estado comprometió más de 25 mil millones de pesos para la implantación de los empleos que dan los alemanes? ¿Por qué no se ocupan las casas en Ciudad Modelo? Sólo 93 de 560 casas se han ocupado. Los obreros de Audi ganan en promedio 12 mil pesos, no los 18 mil que la industria de la vivienda necesita para asegurar que las casas se paguen. Así de simple, ¿qué van a hacer con Ciudad Modelo?

Para un proyecto de Estado

Planto aquí otros asuntos estratégicos para el Estado, y que deberían formar parte de una discusión entre candidatos. La que no hemos visto a lo largo de estos dos meses de campaña. Todas ellas involucran a organizaciones de la sociedad civil que las han logrado imponer como temas prioritarios, y que sin embargo no forman parte todavía de políticas públicas convertidas en acciones de gobierno:

+ Las montañas, las Sierras, su vocación natural como fábricas de agua. Agua para Siempre.

+ La recuperación de la Cuenca Alta del Atoyac. La realidad de las cuencas de los ríos en Tehuacán, Teziutlán, Atlixco e Izúcar de Matamoros. La responsabilidad de los actores principales, gobiernos y empresarios. Dale la Cara al Atoyac.

+ Agroindustria y pequeños productores. La reconfiguración de la anómala relación entre el capital (Wall Mart, Bachoco, los Romero, Granjas Carroll, Centrales de Abasto) y los productores del campo.

+ El clúster automotriz, el capital extranjero y la visión de largo plazo.

+ Industria y tecnología. La inversión estratégica en la educación superior. El Consorcio Universitario.

+ La reconfiguración del territorio huachicol. No basta la Marina.

Puebla a debate, eso es lo que esperamos ocurra este domingo. Será difícil que el evento ofrezca respuestas a los interrogantes que muchos tenemos sobre la realidad poblana. El formato no lo permite, pues los debates se plantan siempre en la presentación de preguntas abiertas sobre temas generales: ¿qué hará usted candidato para frenar la violencia, para generar empleos, para bajar la contaminación, para impedir la corrupción? Y allá va el verbo de los candidatos que harán el esfuerzo máximo en presentar en lances de tres o cuatro minutos lo que tienen a bien proponer sobre problemas y procesos que no tienen una solución inmediata y que reclaman mecanismos de gobierno democrático que no existen. Por ejemplo, jueces y diputados que no estén sometidos a la voluntad y el dinero del gobernador en turno. Y tendrán que darles lugar a los enconos que estas semanas de campaña provocan los mutuos señalamientos sobre opacidades y mal hechuras de sus rivales.

No es sencillo caracterizar a un candidato. Ni yo estoy como periodista con el ánimo de intervenir en el análisis que cada uno de nosotros tiene sobre los políticos que se disputan el poder en Puebla.

Pero les ofrezco la mía.



De las entrañas del sistema



Miguel Barbosa me lleva a pensar en la eterna restauración del sistema político priísta. No es alguien que llega a aprender cómo funciona este entuerto. Cuarenta años en la grilla, y como Moreno Valle, con la vista clavada en el largo plazo para entender cada decisión, cada alianza, cada abrazo que se palmea, cada chaquetazo que se da. Es difícil encontrar ahora, sin la figura del político muerto en diciembre, una personalidad con más habilidad para urdir en la enredada trama de la política en Puebla. Listo como pocos, especialista en los bastidores que sostienen el tinglado en el que se escenifican farsas y tragedias de la vida pública.

El interrogante sobre su salud es obligado, a la vista de los imprescindibles lazarillos que le acompañan en todo momento, y es un hecho que no existe información pública sobre el verdadero estado de su salud. Así que es válido pensar en el riesgo que corre nuestra sociedad por una nueva crisis política si los dichos que le acompañan sobre su capacidad de visión y su salud son ciertos.

A la vista los apellidos Manzanilla y Estefan, a cargo el primero de la Secretaría General de Gobierno y de la lana de Finanzas el segundo. Dos personajes con rutas ya largas y con pretensiones de poder manifiestas en sus semblanzas. Son los políticos profesionales mejor labrados en las maneras de crecer en las cortes de los poderosos que los han cobijado. Repetirán en agosto, de ganar Barbosa, por lo menos eso dicen sus personeros. Miguel Barbosa dijo que no gobernará con priistas y morenovallistas. No veo cómo vaya a cumplir eso. Para observar a Manzanilla y Estefan ayuda entender una restauración que de hecho es una confirmación si nos asomamos al comportamiento tradicional de los medios de comunicación que se comportan al son que estos dos políticos tocan, sometidos propietarios y periodistas por los convenios y los enjuagues de negocios con quienes manejan el dinero hoy con Pacheco Pulido; en el extremo, personajes como Fernando Crisanto, Mario Alberto Mejía, Arturo Rueda, punta de lanza de la relación entre el periodismo al servicio del poder, los periodistas más cercanos al proyecto político de Rafael Moreno Valle en Puebla, y sin duda sus principales beneficiarios, hoy los principales trompetistas de la campaña de Miguel Barbosa.



Pero Miguel Barbosa ha acumulado muchos saberes y mañas políticas. Conocedor de fondo del territorio y la política rural, sabe cómo funciona ese mundo que llamamos “fuerzas vivas”. Experto en el papel que juegan los “operadores” y el dinero que necesitan para cumplir con su función. Es consciente, entonces, de la importancia que todavía tienen estructuras con siglas viejas como SNTE, CTM y CNC, pero también otras ya no tan jóvenes como Antorcha Campesina y 28 de Octubre. Y lo vital que resulta para cualquier candidato que desde el gobierno estatal y el Congreso se impulse la vinculación con los presidentes municipales. La política, en esta óptica, es negociación inmediata, te doy, me das, me quitas, te quito. Todo eso juega a favor de Miguel Barbosa.

Un ciudadano entre las patas de los caballos

Cárdenas es la oportunidad histórica perdida por Morena. En el manejo de sus fichas lo dejó ir López Obrador en el 2017, incapaz de pensar un partido nuevo para Puebla construido por sus bases más sufridas, apostó por sumar a toda costa “las estructuras”, esa mezcla de profesionales y dinosaurios, llevada hoy al extremo por las alianzas de campaña que logra Miguel Barbosa. Sin embargo, Enrique Cárdenas tiene un argumento demoledor si lo aprovecha: la imborrable marca priista del gobierno que puso el congreso con Pacheco Pulido, y las alianzas y sumas recientes en lo que todos conocemos en México como “la cargada”.

A la vista del candidato Cárdenas, no recuerdo a uno como él que rompiera el cartabón del político profesional en los últimos cincuenta años de disputas por la gubernatura. Ni en las izquierdas ni en las derechas, ni mucho menos en la neutralidad conservadora del PRI. Rancios Frailes y Anateres, Dógeres y Zavalas, idolitos Melquiades y Marines, catrines de besamanos Bartletts y Morenos Valles. Tal vez, Gabriel Hinojosa en 1995 y por la alcaldía poblana.

La espontaneidad de ciudadano Cárdenas la respalda con el conocimiento crítico de la estructura social en la que vivimos. No basta la academia, pero cómo le ayuda para entender las construcciones civiles sobre problemas estratégicos como el de la contaminación del río Atoyac (Dale la Cara al Atoyac) o la recuperación de las montañas como fábricas de agua (Alternativas-Agua para Siempre). Y se comprende que se maneje como pez en el agua en los ambientes universitarios que lo han acogido en su campaña.

Y con habilidad política: convenció con Sumamos a los detentadores de los despojos partidistas PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, destrozados por la era Moreno Valle, de prestarle sus membretes. Y con ellos su lastre principal: con esos tres partidos construyó Moreno Valle un régimen absoluto y funcional para manejar para su proyecto personal el dinero y los recursos legales del Estado. Y con ellos también el riesgo de que el pensamiento progresista con el que se le identifica se vea sometido por las agendas de las estructuras partidistas sobrevivientes.

Espontáneo y honesto, Cárdenas es sin duda la mayor de las novedades en la historia política de Puebla. Por más que se lo han impedido igual los comunicadores barbosistas que los propios partidos que le prestaron el membrete, ha logrado plantar su calidad de ciudadano de la sociedad civil organizada.

Pero no podemos olvidar de dónde venimos

Moreno Valle, el gobernador más poderoso que ha tenido Puebla en los últimos cincuenta años, un autócrata con un proyecto nacional decidido a llevarlo a cabo, fue batido el 1 de julio por el tsunami Obrador. Logró impedir, sin embargo, que la elección de Martha Érika el 1 de julio se invalidara, a pesar de la violencia brutal ocurrida en la ciudad de Puebla contra más de 25 secciones electorales atacadas balazos. Estamos en esta situación justo por lo ocurrido el día de la votación hace un año. El tribunal electoral federal avaló la elección, Martha Érika tomó posesión tan solo para morir diez días después junto con su marido en el helicopterazo del 24 de diciembre. En esa coyuntura se reconstruye el priismo poblano que ahora lleva la marca Morena, para desgracia de ese histórico movimiento social que llevó a la presidencia de la república con márgenes superiores a los 60 puntos de los votos en Puebla.

En este convulso mar de contradicciones, el debate es la última isla que la elección toca antes de llegar al puerto de la elección el 2 de junio.

Vida y milagros

El invento de la luz eléctrica es uno de los que más cambió la forma de vivir de los seres humanos a partir del siglo XX. La luz que ilumina un foco, que recarga un celular, que bombea el agua que alimenta nuestras llaves y los campos que producen lo que comemos, ya no nos parece motivo de asombro. Ni siquiera sabemos de dónde proviene ni cómo se genera. Cada vez es más difícil la generación de energía eléctrica para los más de 125 millones de mexicanos que la demandamos y el impacto ambiental para producirla deja huellas preocupantes que además nadie quiere tener cerca. Hay diferentes grados de impacto ambiental en cada forma de generar electricidad. Hay tecnologías mucho más limpias que otras, pero México aún necesita andar un largo camino para transitar hacia ellas, a la energía eólica y solar, que comparadas con las que queman carbón o petróleo son infinitamente mejores.

Las energías limpias harán la diferencia para detener el cambio climático. Para los gobiernos que aún minimizan su existencia, la plaga del sargazo en las playas de la riviera maya, un alga que se reproduce excesivamente entre otras cosas por el aumento de la temperatura global del agua debido al consumo de combustibles fósiles es una clara llamada de atención para quienes insisten en seguir atados a tecnologías del pasado. Llamaremos bendita a la realidad, que al parecer y de momento, es el único contrapeso real para ciertas decisiones gubernamentales que no abonan al cuidado de nuestro planeta.



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Playa de Progreso, en Yucatán, atestada de sargazo. /Foto de Progreso Hoy.

Tan les ha alcanzado la realidad, que ahora han tenido que aceptar que una planta de luz que funciona con gas natural es mucho menos dañina que una planta de combustóleo o de carbón. Quizá fue por eso o porque la escasez de generación de luz nos alcanzó, que el gobierno de López Obrador retomó la puesta en marcha de la termoeléctrica de Huesca, en Morelos, eslabón final del PIM (Proyecto Integral Morelos), que consistió en construir un larguísimo gasoducto de casi 160 kilómetros en su última fase. Aunque las constructoras fueron las empresas españolas Elecnor, Abengoa, Enegás y Bonatti, los 25 mil millones de pesos de inversión fueron erogados al 100% por CFE.



En febrero de 2019 se llevó a cabo una consulta pública local acerca de la terminación de dicha termoeléctrica, diseñada para abastecer de electricidad a casi todo Morelos. El gobierno de López Obrador supo con certeza que, sin esa planta, los apagones en el sur de la ciudad de México y en Morelos estarán a la vuelta de la esquina, tan cerca como este octubre de 2019. La consulta, aunque se llevó a cabo ya en la administración actual, se hizo con una metodología que no es pública ni estuvo vigilada como debiera estarlo, por lo que jurídicamente no es vinculante. El imperio de la ley no es precisamente popular en este momento, así que las consultas poco rigurosas se han usado para respaldar decisiones del presidente. Podría decidir igual sin dichas consultas. Es su atribución y está dentro de sus facultades, pero dada la complejidad social que rodea al proyecto, optó de nuevo por ese tipo de consultas, que a mi parecer pueden ser armas de dos filas. La última etapa de 160 kilómetros del gasoducto pasa por 24 municipios de Puebla, Morelos y Tlaxcala. A sólo 400 metros de llegar a su destino, el gasoducto se detuvo y en el municipio en donde operará la termoeléctrica, los consultados dijeron NO. La puesta en marcha de la planta es de pronóstico reservado, porque muchos de los grupos que se unieron a Morena y apoyaron a López Obrador en la elección de 2018, se opusieron a la construcción de la planta y lucharon activamente contra el proyecto, entre otras cosas, interponiendo un gran número de acciones judiciales y amparos. Sin embargo, cuando López Obrador vio los números y los beneficios de terminar el Proyecto Integral Morelos y las consecuencias de que siguiera detenido, tomó la decisión de apoyarlo. La realidad pesó. El estado mexicano decidió no darse el lujo, como sí se lo dio en el aeropuerto, de tirar los 25 mil millones de pesos ya invertidos en la termoeléctrica. De momento no hay otra alternativa para dar luz a Morelos en el plazo inmediato. La consulta se hizo para intentar pacificar a los opositores del PIM, pero la oposición tiene una honda raíz y no desaparecerá por la pura voluntad presidencial.



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Foto de La Jornada de Oriente.

Fui testigo hace 5 años de cómo el Gobierno Federal vía la CFE empezó a negociar el ducto de gas natural que terminaría en Huesca. El ducto pasó a 16 km. de la ciudad de Puebla. Muchos dueños de tierras se negaron a permitir el paso por sus predios. Todos desconfiaron y para muchos no hubo explicación técnica que valiera. Los técnicos de CFE visitaron casa por casa, predio por predio, para pedir el permiso para que el gasoducto pasara por cada terreno afectado. La afectación era lineal con diez metros de ancho y cerca de un metro de profundidad. Yo conocí la propuesta de primera mano, una propuesta muy completa y bien explicada en cuanto a riesgos y afectaciones. Conocer el proyecto me obligó a pensar en muchas cosas. Nunca me había preguntado de dónde venía la luz que usaba cada día. El ingeniero responsable explicó los años que llevaban negociando para cruzar por la zona de Puebla hacia Atlixco y Morelos. Muchos dueños de predios, ejidos o pequeños propietarios dijeron que no, y con cada no hubo que diseñar un nuevo trazo para el ducto. El proyecto para una generación más limpia de luz avanzó de manera lentísima a pesar del enorme esfuerzo de gestión política que se llevó a cabo. Muchos de los que se opusieron hoy gobiernan, y hoy se han visto obligados a cambiar de opinión. La realidad es un gran contrapeso cuando todo lo demás falla.

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Ilustración tomada de e-consulta.com

Otras tecnologías como la eólica y solar, que antes eran muy caras para generación masiva, han tenido un notorio avance en estos últimos años. México es un país de muchas horas/sol al día y buen viento en varias zonas del país, y sin embargo la CFE no parece muy interesada en impulsarlas.

En el estado de Puebla se ha incursionado en los últimos años para generar luz eólica de manera seria y exitosa en base a las reglas de la reforma energética, hoy en la congeladora. La generación de esta energía equivale ya a un ahorro de 55 mil toneladas anuales de CO2 y equivale a dar luz a 25 mil hogares. Un segundo campo eólico se está construyendo y contará con 84 aerogeneradores en los municipios de Cañada, Chapulco y Nicolás Bravo. Abastecerán a las empresas Telmex, Cervecera Modelo y grupo Mabesa. Pero al parecer CFE no seguirá por este camino. Integrantes de la Unión de Propietarios de Energías Renovables del Istmo manifestaron su preocupación tras conocer el anuncio de CFE en enero de 2019, en el que Manuel Bartlett canceló la licitación de la línea de transmisión de corriente directa que saldría del sur de Oaxaca a las entidades del centro del país. Esa línea daría salida a 2000 MW, suficiente para dar energía a 700 mil casas y ahorrar la emisión de un millón y medio de toneladas anuales de CO2. Se haría con una inversión privada de mil 700 millones de dólares. Es una paradoja que mientras en Huesca el gobierno de López Obrador batalla para echar a andar la termoeléctrica, por otro lado, detenga la licitación de las líneas de conducción para sacar la luz eólica en la que ya se está invirtiendo en esa zona del país, con reglas del juego claras y legítimas.

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La industria eólica en Esperanza, Puebla. (Foto de e-consulta)

Si la demanda de luz va por delante de su generación y hay lugares como Morelos, en que los apagones serán inevitables sin nuevas fuentes de electricidad, cuesta trabajo comprender qué los llevó a tomar la decisión de continuar con una termoeléctrica que se combatió duramente desde muchas de las bases sociales de Morena, y por otro lado se detiene la conducción de energía limpia del Istmo de Tehuantepec hacia el centro del país.

Lázaro Cárdenas creó CFE el 14 de agosto de 1937. Su finalidad era proveer luz sin fines lucrativos a los sectores sociales abandonados por las empresas privadas, que no encontraron alicientes económicos para proveer a comunidades rurales que no consideraban rentables. La decisión de Cárdenas en ese entonces fue acertada. El estado empezó a producir luz y muy pronto, las empresas extranjeras, una canadiense y otra norteamericana, empezaron a frenar su producción y a comprar luz a CFE. Se volvieron intermediarias entre CFE y muchos usuarios, revendiendo la luz de CFE al triple de su precio y dejando de invertir en sus instalaciones propias. En Puebla, industrias textileras de gran tamaño, que producían su propia luz, como Atoyac Textil, que tenía su propia hidroeléctrica funcionando desde 1910, empezaron a comprar la luz a CFE a partir de 1957. Para 1960, México tenía 20 millones de habitantes, era predominantemente rural y solo el 44% tenía luz en su casa. En ese contexto se entiende perfectamente la decisión de Lopez Mateos de nacionalizar la generación y distribución de luz. La luz privada era cara y la estatal barata. Era otro momento y otra realidad de país. Pero nada es estático y la realidad actual es muy distinta. Hoy la luz de CFE es cara y la privada se ha ido abaratando. Regresar a ese modelo del pasado será imposible, simplemente porque no hay dinero que alcance.

No creo que regresar al monopolio del estado sea la solución. Los monopolios no son sanos. Sí lo sería la participación mixta, con una poderosa y justa rectoría del Estado sobre cada proyecto, aplicando las normas ambientales y reglamentando bien las consultas públicas. La desconfianza hacia los mega proyectos y la oposición a los mismos genera divisiones en las comunidades, o entre las comunidades y sus autoridades, o entre las autoridades y los constructores, y peor aún, entre todos. Se requiere de la verdad científica y técnica y de un manejo de comunicación social extraordinario para saber si esos proyectos serán viables o no. También se requiere fortalecer a las instancias inspectoras gubernamentales, a las que prácticamente se les está dejando en los huesos y en manos de los sindicatos, los cuales no están facultados por ley para tener responsabilidades administrativas. Ya llegará la realidad a poner orden, aunque quizás será demasiado tarde. El estado mexicano se está desmontando a sí mismo a una velocidad inusitada y con altísimo riesgo de volverse inoperante.

Una buena rectoría del Estado sobre la generación de luz es preferible a un nuevo monopolio que difícilmente se auto regulará. El actual gobierno federal ha demostrado que cumplir con las normas ambientales no es su prioridad, como tampoco parece serlo el cumplir con los compromisos internacionales adquiridos en materia de reducción de contaminantes. En particular, los monopolios en la generación de luz están desapareciendo en el mundo, pero los controles sobre sus impactos ambientales y su mitigación están creciendo en los países comprometidos con los acuerdos de París para detener el calentamiento global.

¿Queremos luz? Tendremos que abrir los ojos y aceptar que la que hoy nos llega ni siquiera sabemos de dónde viene.

¿Hidroeléctricas? ¿Quema de Carbón? ¿Del petroleo? ¿Luz eólica? ¿Solar? ¿Termoeléctricas? ¿Energía Nuclear? ¿De un monopolio estatal? ¿De participación mixta?

Averigüemos de dónde viene nuestra luz y pensemos: ¿De dónde es mejor que venga? ¿Cuál tiene los menores costos ambientales , económicos, políticos y sociales? Cualquier proyecto que se proponga debería estar perfectamente alineado a la normatividad ambiental, sometido a una absoluta transparencia, a una contraloría abierta, y acompañado de una extraordinaria política de gestión social y financiera.

El domingo 5 de mayo un variado contingente de hombres y mujeres iniciaron su marcha del ángel de la independencia hasta el monumento a la revolución. Luego se informó que hubo marchas en 15 ciudades. Pedían desde la renuncia del actual presidente hasta que trabaje bien; la atención a todos los mexicanos y cancelar el atizamiento de las divisiones entre fifís y morenos entre otras cosas.

La marcha de franca oposición al actual gobierno fue en parte silenciosa, sin alteraciones del orden público y sin sufrir agresión policiaca. Llegar a ese clima benigno para las expresiones ciudadanas nos ha costado sangre y décadas de confrontaciones.

Había prisa para enjuiciar a un régimen con cinco meses de vida y también mesura en sus exigencias de inclusión para todos los mexicanos que no se sienten atendidos. Con excesos verbales (traidores, dictador, sin cerebro) pero también con tres jóvenes treintañeros y su pancarta: “Los fifís también somos mexicanos y queremos que le valla bien a todos”. Personas como cualquiera, agitadas entre la pasión sin la cual nadie sale a marchar en la calle, y las razones que deben alimentar la conversación pública sana.

En esa expresión ciudadana hay ciertos síntomas que hablan también de una lucha de poder, como muchas veces ocurre. Fue el cuarto intento de una asociación “Alianza por México, todos somos uno”, dirigida por Francisco Javier Chavarría Díaz hasta que se logró una convocatoria amplia. Esta asociación ya pidió su registro como partido político. Se unieron los ex presidentes Fox y Calderón, la invitación se hizo vía twitter donde miles de celulares recibieron un águila de mirada fiera que en su pico sangrante trae una cabeza de pato.



https://www.eluniversal.com.mx/columna/ricardo-raphael/nacion/la-marcha-de-la-destitucion-presidencial



Algunos datos del contexto también sugieren que se encrespa la lucha de poder: Twitter y Youtube registraron casos de censura al segmento de usuarios pro Peje y se incrementaron los boots exigiendo su renuncia. Arrecian las críticas en la gran prensa con dos focos: la violencia y la “concentración de poder”, una descalifica la acción gubernamental y la otra se queja por su activismo. No es raro, se acerca julio, mes de elecciones en dos estados, Baja California Sur y Puebla, donde partidos hasta ahora alicaídos, intentan ganar fuerza.

Habrá quien vea en esto el asomo de una grieta que se extiende del centro hacia las costas y las fronteras. Un primer ensayo para que México sea Venezuela, crispado en la polarización extrema y el riesgo de guerra civil y de intervención externa.

Y habrá quien vea, por el contrario, el orden que muchos queremos, donde los gobiernos y la sociedad disputen y acuerden, se critiquen y trabajen juntos, haya piso parejo para que todas las manifestaciones se expresen y que la disputa por el poder se atenga a reglas de convivencia democrática, por ejemplo, que las expresiones ciudadanas y las luchas de poder pinten clara su raya. ¿Qué se asomó el 5 de mayo? Depende de cada uno de nosotros, y, sobre todo, de ir ganando voluntades y pasiones hacia la democracia.



La muerte de Panuncio Flores.

- ¿Qué quieres?

¿Una casa? ¿Un automóvil? Tu dime.

-No patrón, no quiero nada, los compañeros me eligieron como líder del sindicato para que los protegiera, no para que los venda.



-Si no quieres nada, te atienes a las consecuencias pinche indio muerto de hambre.

Este diálogo sentenció la vida de Panuncio Flores.

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El 1º de mayo de 1981 fue brutal y cobardemente asesinado a la altura del Rastro de Aves, justo en donde empieza Tehuacán y termina Santiago Miahuatlan.

Un pistolero de Avícola El Calvario lo interceptó para romperle el cráneo con la cacha de su arma. Un esquirol del sindicato lo había llevado con engaños a una comida a Miahuatlan después del tradicional desfile obrero.



Al regresar se consumó la amenaza. ¿Por treinta monedas? ¿Una casa? ¿Un automóvil?

Se sabe que el judas de la CROM estuvo en el sepelio de Panuncio en la Sierra Negra y lloraba con más estridencia y dolor que la viuda. Sin duda los remordimientos y su conciencia le gritaban que treinta monedas no sirven para una chingada.

Su cuerpo fue tirado en ese rumbo y el carro ensangrentado fue dejado dentro del Rastro de Aves. Ahí lo encontró la policía que nunca investigó nada. Era la época en que los amos y señores del emporio avícola y porcícola se jactaban en decir que ellos no eran de Tehuacán, sino que “Tehuacán era de ellos”.

“Ese federal, ese chivato y ese sapo, el sindicato, el obispo y el general son propiedad del señor Matanza” escribió Manu Chao para el mejor disco de Mano Negra, Casa Babylon de los noventa. Las similitudes son una extraña coincidencia. ¿O tal vez se lo platiqué a Manu cuando fuimos a Huautla?

Panuncio llegó a la vida en San Pablo, Zoquitlan.

Jugaba y corría descalzo o en huaraches en la montaña, libre y alegre entre la neblina, la lluvia y el lodo como todos los niños nahuas de su comunidad. Cuando despertaba su mirada se detenía en la cuesta, entonces arbolada, del cerro Tzinzintepetl, el coloso de la Sierra Negra. Sus sueños volaban con las nubes que forma el Río Coyolapa en tierra caliente.

Cuando llegó a la Ciudad de Indios, era casi un adolescente y esta ciudad era otra, tan distinta y tan parecida a la vez. Era propiedad del Señor Matanza. A la muerte del jefe familiar, el trono lo ocupó su hermana, un alma piadosa, que nunca faltaba a misa y cultivó una estrecha cercanía con la jerarquía católica. No todos los del clan eran así. Quién mandaba en esa época en El Calvario era de mano dura.

Es sabido de todos de las grandiosas dádivas del clan oriundo de Tonalá, en la mixteca oaxaqueña, a la babilónica y apostólica institución. También es público el pleito familiar interno por la herencia de la lideresa a su muerte en 2009. No sé en que terminaría la disputa, parecida a un episodio judicial de los Soprano, con todo y testamentos alterados.

Hasta en las mejores familias se cuecen habas.

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En los ochenta, Tehuacán era opresivo, mojigato, conservador y pequeño. No existían tantas colonias como hoy en día. Era difícil para los militantes de izquierda hacer actividades de agitación u organización obrera en la región. No tenía mucho que se había legalizado la existencia de partidos políticos de izquierda, si es que existen o existieron partidos con esa tendencia.

Había procesiones católicas por todos lados. “Mayo, mes de María, reza el rosario en familia” se ordenaba en carteles pegados en cualquier pared del pueblo. Resabios del “Cristianismo si, comunismo no” de décadas anteriores. La disidencia era perseguida por policías torturadores y represivos.

Para hacer propaganda política, tenías que tener tu propio esténcil y comprar un ciento de hojas blancas aquí y las doscientas siguientes allá. El gran hermano siempre estaba atento de todo para informar a las autoridades al servicio y paga del Señor Matanza.

La contracultura también estaba perseguida. No se toleraban greñudos. A los contados melenudos que existíamos, incluso entrados los noventa, tiro por viaje, báscula y apañe policiaco.

De niño recuerdo a mis padres bajar la propaganda electoral del PRI de los postes. No olvido las latas con el rostro de Marco Antonio Balseca. Era una forma de resistir al dinosaurio priísta que ahora se tornasola de guinda.

Como era común en esa época, el tricolor ganó sin problemas las elecciones cuando fue candidato y se volvió alcalde de Tehuacán en 1981, el año en que asesinaron a Panuncio. ¿Sabrá algo al respecto? ¿Se habrán dado las facilidades respectivas? ¿Una llamada al MP? ¿Al médico legista? Nadie sabe.

A pesar del clima represivo y conservador, había disidencia.

Años después del asesinato de Panuncio Flores muchas pintas negras hechas con chapopote, pintadas clandestinamente en las fachadas recordaban “Panuncio, caíste pero nunca te vendiste”.

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Desafortunadamente las practicas terroristas y de explotación laboral de este consorcio no han cambiado para nada. Para esto han tenido maiceados por décadas a los corruptos líderes del Sindicato de Oficios Varios de la CROM, la cual no olvidemos fue creada en el norte del país hace una centuria como grupo pistolero de la patronal contra el combativo anarcosindicalismo magonista.

El 24 de noviembre de 2016, los trabajadores José Esteban, Antonio Flores, Damián López y otro más fueron torturados por la guardia blanca de Avícola y Porcícola de Tehuacán SA de CV, una empresa de la familia.

La guardia blanca los trajo de manera ilegal desde una granja de Tepelmeme hasta las instalaciones de la empresa en San Pedro Acoquiaco para ser sometidos a tormento acusados falsamente de robar combustible de la empresa.

Pudieron aguantar el castigo y llevar el asunto a los tribunales. El Presidente de la Junta de Conciliación y Arbitraje de Tehuacán, Irán Rodríguez Toaboada, hizo perdediza la demanda laboral por un mes. Ante el escándalo mediático la empresa pagó sus indemnizaciones, pero las guardias blancas siguen en funciones.

La saciedad del clan no ha reparado en nada para hacerse del poder político y económico de la región. Desde el despojo de tierras ejidales, la corrupción de autoridades, la alianza con el clero, el manejo de todos los partidos políticos y el control sindical.

Su riqueza no está basada solo en la sobre explotación obrera, la que da para que el heredero de Avícola y Porcícola de Tehuacán pueda competir en la Fórmula 1 y tener su propia pista de carreras en las faldas del Cerro Colorado, ya que también está cimentada en la explotación de todos los mantos acuíferos de la región y en la grave contaminación ambiental que sus actividades provocan.

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Quisiera imaginar que si Panuncio estuviera vivo estaría participando con nosotros en la resistencia indígena de la Sierra Negra en defensa de los ríos contra los proyectos de muerte como la represa hidroeléctrica que Minera Autlan quiere construir en el municipio en el cual nació este mártir del movimiento obrero de Tehuacán.

Seguramente Panuncio Flores y Sergio Rivera, ambos indígenas nahuas de Zoquitlan, este último desaparecido desde agosto por la mano criminal de Minera Autlan, son un gran ejemplo para las resistencias obrera e indígena contra el capitalismo voraz que padecemos en Tehuacán y en la Sierra Negra

Cuando era coordinador de Comunicación Social y portavoz de la Presidencia de la República propuse al presidente Fox (2000-2006) que se dejaran de utilizar los recursos públicos en la compra de publicidad a los medios.

En esa ocasión me dijo que, si yo convencía a los gobernadores, la gran mayoría del PRI, de no comprar publicidad discutiríamos mi propuesta. Le respondí que eso era imposible y las cosas se quedaron como estaban.

En las democracias más desarrolladas los gobiernos no gastan los recursos públicos en anunciarse y promoverse. El actual gobierno, con su legitimidad y mayoría en el Congreso, pudo haber decidido que se terminara para siempre esta práctica.

Cuando la relación del gobierno con los medios de comunicación está mediada por el dinero, por la compra directa de publicidad, siempre será perversa. No puede ser de otra manera.

La intención del presidente López Obrador (2018-2024) es gastar la mitad del presidente Peña Nieto (2012-2018), que es una reducción, pero que aún así es una cantidad enorme y el doble de lo que se gastó en el gobierno del presidente Fox.

En 2018, el gasto en publicidad fue de 8 mil 988 millones de pesos, un año electoral, la mitad son 4 mil 494 millones de pesos, pero el actual gobierno ya dijo que el gasto para 2019 será de 4 mil 711 millones que son 217 millones más.

A esto se añade que Jesús Ramírez, coordinador de Comunicación Social del gobierno, dice que para este año existen mil millones adicionales, por lo que el presupuesto podría alcanzar los 5 mil 800 millones de pesos, que sería solo el 35 por ciento menos que el último año de Peña Nieto.

En principio, el gasto del gobierno de López Obrador en publicidad, para el sexenio sería de 28 mil 626 y los 39 mil 800 millones de pesos que equivale a 4 mil 771 anuales, pero podría ser más. De hecho, ya es más.

Ramírez se comprometió a que en 2019 no habrá ampliaciones. Queda por verse si en los próximos años el presupuesto y el gasto se sujetan a lo dicho. En todos los años de Peña Nieto el gasto ejercido fue mayor al presupuestado.

La nueva política implica que el gasto en publicidad no rebase nunca el 0.1 por ciento del Presupuesto de Egresos. Con este límite, que es una medida acertada, todos los años el gasto en publicidad va a crecer en la medida que aumente el presupuesto, cosa que siempre ocurre.

El presidente, en el anuncio de la nueva Política de Comunicación Social, sostuvo que no se van a “utilizar los recursos públicos para premiar o castigar a ningún medio, que el presupuesto no sea un mecanismo de coerción, de castigo”. Ya se verá cómo se distribuyen los recursos.

Ramírez anunció que para evitar la concentración del presupuesto en pocos medios “queda prohibido que un medio de comunicación concentre un porcentaje mayor al 25 por ciento de la pauta publicitaria".

El presidente al presentar la nueva política, que en lo sustantivo es la de siempre ya que el gobierno sigue con la compra directa de publicidad, dijo que “al final somos simplemente administradores de los dineros del pueblo".

Si esta administración quiere romper la relación perversa entre gobierno y medios de comunicación debe crear un órgano de Estado, no del gobierno en turno, que sea el que contrate la publicidad en los medios. Pienso, con todo, que el ideal es que el gobierno, por ley, no gaste en publicidad.

Twitter: @RubenAguilar

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