Cultura

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Cultura

La mejor política cultural diseñada desde el Estado debe consistir en ofrecer a la sociedad servicios culturales de calidad y, simultáneamente, involucrar a los ciudadanos en su gestación y ejecución mediante la creación de ambientes adecuados que propicien la creatividad individual y colectiva. De este modo se crean públicos cada vez más atentos a la calidad de la obra que se ofrece, y al mismo tiempo se estimula y proyecta el talento que está latente en la sociedad esperando una oportunidad para manifestarse públicamente.

Se trata de que la inmensa serpiente de la cultura se muerda la cola y se coloque en un proceso de retroalimentación creativa.

Para eso se requiere infraestructura, espacios e instrumentos adecuados, personal capacitado y competente que sepa orientar el interés y estimular la sensibilidad de quienes se acercan a las instituciones de cultura buscando desarrollar creativamente las cualidades personales que han descubierto en sí mismos, sean individuales o colectivas. Esa es precisamente la función de las Casas de Cultura y las bibliotecas que se encuentran distribuidas por todo el estado, por desgracia, en una lamentable situación de olvido e indiferencia, con algunas excepciones desde luego.



Si consideramos a la cultura desde el punto de vista antropológico, como una forma de vida específica, todo es cultura; entonces, sentarse a comer un plato de chile–atole en un puesto callejero, por ejemplo, puede ser considerado como un acto cultural que nos vincula con determinados hábitos cotidianos y tradiciones gastronómicas, pero sentarse a escribir una novela o un concierto para piano y orquesta es otra cosa, y requiere de una atención específica por parte del Estado y sus instituciones para fomentar esa actividad que enriquece la vida espiritual de una colectividad. En este sentido la cultura es un regalo que la sociedad se da a sí misma cuando se desarrolla plenamente una determinada actividad en el teatro, la danza, la música, la literatura, la pintura, la escultura, la fotografía, el video o el cine.

Pero ese obsequio que nos damos a nosotros mismos como comunidad es un talento que debe cultivarse, que debe encontrar en su entorno condiciones adecuadas para desplegar todo su potencial. Es ahí donde las autoridades municipales, estatales y federales encargadas de la cultura deben participar de manera generosa y decidida, creando los ambientes necesarios para propiciar ese despliegue creativo. Esta es precisamente la tarea que no se ha querido o no se ha sabido realizar.

La cultura ha sido vista tradicionalmente por la clase política como algo innecesario ¿de qué nos sirve? se preguntan los políticos; ¿de qué nos sirve una exposición de arte moderno, una orquesta de cámara o un ballet?

Últimamente, con el brutal incremento de la violencia se le ha encontrado alguna utilidad, ahora, desde su perspectiva, el discurso político proclama que sirve “para pacificar”, para “fortalecer el tejido social”, para “mitigar la desigualdad”. Hay cierta razón en ello (aunque está claro que no es una relación de causa–efecto) pero se han repetido tanto estas frases en el aire, sin acciones concretas que las sustenten, que se han convertido ya en clichés, en palabrería hueca, en demagogia pura y simple.

No me parece que hayan cambiado mucho las cosas desde que en 1943 José Luis Bello y Gustavo Ariza escribieron lo siguiente:



“Cuando se aprecia, en conjunto, el resultado secular de la labor pictórica de Puebla, se nota la influencia empobrecedora de la incapacidad ambiente para valorizar el bien común que es la obra de arte, y se percibe el trabajoso desenvolvimiento de una facultad, siempre en lucha con la incomprensión; se palpa la imposibilidad de realizar todo lo que prometía la abundancia y variedad de las vocaciones, que solo pudieron dejar, tras rudos y amargos esfuerzos, trunco el mensaje creador que sintieron, y cuyas imperfecciones revelan, no la limitación de una facultad prístina, sino el resultado precario que pudo obtener un empeño aislado , y vencido al fin por la indiferencia irremediable.”

Para redondear el pésimo panorama de un ambiente desfavorable al arte, existe un periodismo venal y ramplón, corrompido hasta la médula, que se autodegrada día con día mintiendo a sus lectores, descalificando con saña, sin fundamento alguno y sin señales de la más mínima inteligencia cualquier iniciativa que rebasa los límites de su mediocridad. Estos periodistas se quejan de tener “un mal sabor de boca”, sin advertir siquiera que ese mal sabor proviene, precisamente, del consumo coprofágico de sus propios artículos y comentarios.

La cultura es como la sangre o la salvia que circula por todo el cuerpo social llenándolo de vitalidad en sus actividades cotidianas, es tan indispensable que no la advertimos, pero siempre estamos actuando dentro de parámetros culturales que requieren ser revitalizados constantemente. La cultura nos constituye como personas, de modo individual aún en la más profunda intimidad, y como seres sociales, expuestos permanentemente a los demás, con quienes formamos muchas y diversas comunidades.



La cultura no es, nunca lo ha sido, una especie de lujo o apéndice del que se pueda prescindir, aún en las condiciones más precarias y difíciles la cultura se está gestando porque forma parte de la naturaleza humana. Es la vida social misma en todas sus particularidades, es decir, en lo que tiene de singular en una circunstancia histórica determinada.

Patrimonio cultural

Si entendemos la cultura como el conjunto de obras materiales, espirituales y simbólicas que una sociedad produce y hereda a las siguientes generaciones, que a su vez reciben este legado y lo preservan, pero también lo modifican adaptándolo a nuevas necesidades y circunstancias históricas, advertimos que al interior de toda cultura se gestan dos tendencias opuestas y complementarias, la primera propicia la continuidad y la repetición mientras que la segunda apuesta por la ruptura y la innovación. En nuestros días llamamos tradición a la primera tendencia y modernidad a la segunda. Una sociedad que pretenda desarrollarse armónicamente debe procurar que las tendencias tradicionales que han preservado un patrimonio cultural y biocultural decidan por si mismas los términos y los ritmos de su propia transformación, que no se vean expuestas a la imposición de cambios externos a sus propias necesidades, irrumpiendo de manera agresiva y forzando alteraciones no deseadas.

Es importante subrayar que tradición no quiere decir mera conservación, sino transmisión. Pero la transmisión no implica dejar lo antiguo intacto, limitándose a conservarlo, sino aprender a concebirlo y decirlo de nuevo.

Lo tangible e intangible

En términos generales se puede decir que la distinción entre patrimonio material e inmaterial se corresponde, de alguna manera, con lo que se ha identificado como culturas dominantes y subalternas. En el sentido de que el patrimonio material está conformado preferentemente por bienes inmuebles que comprenden tanto arquitectura religiosa como civil, concentrada sobre todo en los centros históricos de las ciudades que han aprendido y sabido preservarlos, como es el caso de la ciudad de Puebla.

En cambio, el patrimonio inmaterial se reproduce con más frecuencia entre las clases subalternas y ha sido más susceptible de cambios debido a su propia naturaleza. Se puede definir como “el conjunto de conocimientos, saberes, técnicas y expresiones que forman el núcleo identitario de una comunidad y que, por heredarse de una generación a otra, brindan un sentido de pertenencia” (Carlos Villaseñor, consultor independiente de la Unesco).

Al patrimonio inmaterial pertenecen las danzas, la música, la gastronomía, las artesanías, las fiestas patronales, las procesiones religiosas, el complejo mundo de la religiosidad indígena y mestiza, y en general lo que conocemos como culturas populares.

En ese mundo han incursionado, me parece que indebidamente, los tres órdenes de gobierno (municipal, estatal y federal) en un afán por “rescatar y preservar nuestras tradiciones”. Esta intromisión ha tenido la finalidad de folklorizar y convertir en un producto de mercado sobre todo las culturas ancestrales, cuyos orígenes se remontan en algunos casos al mundo mesoamericano y virreinal, para ofrecerlas al turismo nacional y extranjero o presentarlas para “vestir” eventos políticos de todo tipo. Esta indianidad postiza es el resultado de lo que Eric Hobsbawm llamó la invención de las tradiciones. Lo único que ha logrado esta simulación de autenticidad es degradar y banalizar los eventos culturales, sobre todo de carácter religioso, de los pueblos originarios. Un verdadero fraude cultural sujeto a la aprobación y al aplauso de un público cada vez más desinformado.

Estos son algunos trazos del panorama cultural que enfrentamos y la inmensa tarea que se tiene por delante.

Música

"Calçots y Mangos" / Taburete y Josean Log

El músico poblano Josean Log y el grupo español Taburete



Cultura / VIDEO

Cocinar en la Puebla del siglo XIX. Encuentro con la Cocinera de todo el Mundo

Ediciones E y C - BUAP. Puebla, 2021

"La cocinera de todo el mundo, o la cocina sin cocinera"

Ciudad de Puebla, 1844

(Imagen de la portadilla: Diles que no me maten | Oleó sobre tela | 2019 | Arturo Elizondo)

VIDEO: Sergio Mastretta entrevista a Arturo Elizondo



Este es un llamado de auxilio para respaldar la exposición Desplazamiento, afectada como tantas dinámicas públicas por el cierre provocado por la pandemia. Este es un llamado para exigir que el Instituto Municipal de Arte y Cultura del ayuntamiento de Puebla cumpla con los tres meses de exposición comprometidos con el creador de una obra que rompe y para bien con los moldes tradicionales de la relación entre el arte y la sociedad.

Una idea de lo que nos perderemos de valorar como una de las más importantes obras en la historia reciente de las artes plásticas en Puebla está en la pieza que hemos presentado arriba: Diles que no me maten, uno de los diecisiete cuentos de Juan Rulfo en su Llano en llamas y que provocó una reflexión colectiva entre el pintor y algunos pobladores de una comunidad rural en la zona metropolitana de la ciudad de Puebla que participaron en un taller de creación colectiva con el pintor Elizondo.

Qué le ocurre al pintor Arturo Elizondo:

Lo invitan a exponer en la Galería de Artes del Palacio Municipal. Le ofrecen y convienen con él en el IMAC tres meses, del 13 de marzo al 22 de junio de 2020. El día 14 de marzo se desata el vendaval de la pandemia y la galería se cierra y no abre sino hasta el 24 de noviembre. Y ni siquiera le avisan que la han reabierto. Y en los primeros días de diciembre le dicen que se acabó, que saque sus cuadros y el conjunto de los elementos que conforman la exposición y se vaya con tu música a otra parte.

Este maltrato por parte del Instituto Municipal de Arte y Cultura, por la vía de su director Gerardo Oviedo, lo sufre el artista plástico Arturo Elizondo, uno de los más reconocidos pintores en la plástica mexicana. El pintor pide ayuda. Y su demanda es simple: que le den a la obra los tres meses convenidos de exposición. Arturo me invita a conocer la expo, iré este viernes. Pero ya el lunes tiene que abandonar la plaza. El respaldo al artista tiene que ser hoy mismo, 11 de diciembre del 2020.



Entiendo su molestia: una exposición que se contempló por tres meses no permanecerá más de tres semanas. El lunes 14 el pintor tendrá que sacar sus cuadros. Sin explicación alguna. Un proyecto artístico que desde la construcción colectiva de su valor plástico se involucra en la búsqueda de respuestas en torno a la relación entre el arte y la sociedad. Un tema que debería ser discusión obligada de una política cultural en un gobierno municipal que se presenta como parte de una transformación radical de la vida pública de México.

¿Qué exposición se cierra prematuramente por una decisión arbitraria de Gerardo Oviedo? Desplazamientos Techcahuaca, uno de los tres momentos de un ambicioso proyecto artístico que le ha llevado a Arturo Elizondo diez años de trabajo y que conforman lo que el artista llama “espacio abierto” El pintor ha salido del estudio y ha buscado en el ámbito de las comunidades rurales de la ciudad de Puebla y San Andrés Cholula y la realidad de la cárcel de San Miguel la posibilidad de una construcción colectiva del arte. Junto con Proyecto Rulfo y RIA (Retratos de Identidad Alternativa), Desplazamientos es, a decir de José Luis Cortés, el curador de la exposición, “un trabajo que tiene su origen en la investigación etnográfica de Arturo Elizondo en la última década. Teniendo como deriva la raíz plástica, social y literaria del propio artista, dicha investigación ha circulado en el tiempo para cuestionar nociones como la memoria colectiva, la vulnerabilidad del tejido social, la rapaz economía actual frente a costumbres de intercambio ancestrales, así como la gentrificación a modo de virus mutante que determina nuestra identidad comunitaria.”



La invitación a la apertura de la exposición el 12 de marzo de 2020.

“Es una experiencia de interacción social”, me dice este pintor nacido en la ciudad de México en 1956. Y por eso le resulta incomprensible que la exposición se cierre de cuajo sin que el gobierno municipal cumpla con los tiempos establecidos –tres meses abierta— e impida que pueda ser valorada por el público.

Escucho su enojo que transforma en una severa crítica a la conducción del Instituto Municipal de Arte y Cultura por la negligencia y el autoritarismo con el que se comporta su director, Gerardo Oviedo.

Y le dejo aquí el interrogante a la presidente Claudia Rivera: ¿por su cabeza pasa la preocupación por lograr una vinculación inteligente y propositiva con los creadores de la producción cultural en Puebla?

¿Quién es Arturo Elizondo?

Pintor nacido en la Ciudad de México en 1956, con estudios sucesivos, entre 1977 y 1986, de diseño gráfico en la Universidad de las Américas (Puebla), en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado, y en la Escuela Nacional de Artes Plásticas En Nueva York, donde está radicado y trabajando (al igual que Julio Galán, Gabriel Orozco, Laura Anderson y otros jóvenes artistas mexicanos), ha expuesto en las galerías de Carla Stellweg, Cavin Morris, Arnold Herstand, Diane Brown, Grace Borgenicht, Trockmorton Fine Arts y Rotunda Gallery Además se ha visto obra suya en San Miguel de Allende, Ciudad de México, Monterrey, Aguascalientes, Guanajuato, San Luis Potosí, y también en San Antonio (Texas), Los Angeles (California), Chicago (Illinois), Washington, Madrid, San Juan (Puerto Rico) y Ostende (Bélgica) Es decir, Arturo Elizondo es un artista decidido a ganar un espacio profesional dentro y fuera de su país.

Mundo Nuestro. Los puedes contemplar en la exposición abierta al público en el antiguo Salón de Protocolos en el centro de la ciudad. Unas maravillas en barro, fibras, papel y muchos más materiales a la mano de la creatividad mexicana. Son los nacimientos elaborados por artesanas y artesanos, y su trabajo forma parte de los concursos nacionales de arte popular en este año presentaron 2 mil 168 piezas. Desde 27 estados del país, artistas pertenecientes a los pueblos indígenas amuzgo, chichimeca, chinanteco, chontal de Tabasco, huasteco, huave, kumiai, matlatzinca, maya, mazahua, mazateco, mixe, mixteco, nahua, otomí, pame, popoloca, purépecha, rarámuri, tlapaneco, totonaco, triqui, tseltal, tsotsil, wixárica, zapoteco y zoque.

Exposición y venta: Tienda Salón Candiles, Palafox esquina Norte. Entrada libre



Fonart da a conocer los resultados de los

Concursos Nacionales de Arte Popular 2020

  • Resultaron seleccionados 255 artistas populares en los cuatro certámenes
  • La bolsa total de premios asciende a 6 millones 380 mil pesos

Las secretarías de Cultura y de Bienestar, el Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías (Fonart) y Citibanamex, Compromiso Social, a través de Fomento Cultural Banamex, la Fundación Roberto Hernández Ramírez y la Fundación Alfredo Harp Helú, lanzaron las convocatorias de los cuatro Concursos Nacionales de Arte Popular 2020: Grandes Maestros del Patrimonio Artesanal, Gran Premio Nacional de Arte Popular, de México, Concurso Nacional de Nacimientos Mexicanos y el Concurso Nacional de Textiles y Rebozo.



Para la edición de este año, se recibieron un total de 2 mil 168 piezas elaboradas por artesanas y artesanos de 27 entidades del país, pertenecientes a los pueblos indígenas amuzgo, chichimeca, chinanteco, chontal de Tabasco, huasteco, huave, kumiai, matlatzinca, maya, mazahua, mazateco, mixe, mixteco, nahua, otomí, pame, popoloca, purépecha, rarámuri, tlapaneco, totonaco, triqui, tseltal, tsotsil, wixárica, zapoteco y zoque.

Las ceremonias de calificación se llevaron a cabo, siguiendo los protocolos para el cuidado de la salud en la nueva normalidad, en las ciudades de Pachuca, Puebla y la Ciudad de México, en las que los comités de selección de cada concurso, integrados por reconocidos expertos en arte popular, evaluaron las obras participantes y dictaminaron los 255 ganadores que recibirán una bolsa total de premios de 6 millones 380 mil pesos conformada por el Fonart, Compromiso Social Citibanamex a través de Fomento Cultural Banamex, la Fundación Roberto Hernández Ramírez y la Fundación Alfredo Harp Helú, así como las secretarías de Cultura de los Estados de Puebla e Hidalgo, contando con el apoyo del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca).

El Gran Premio Nacional de Arte Popular, considerado el certamen más importante del país en el sector artesanal, otorga un total de tres millones de pesos en premios, divididos en 128 reconocimientos: un Galardón Presidencial, tres Galardones Nacionales, tres Premios Especiales, menciones honoríficas, tres premios por cada una de las 36 categorías y cinco Premios a la Trayectoria Artesanal.



Con el objetivo de reconocer el talento, sensibilidad y creatividad de destacados maestros artesanos que hayan ganado en dos ocasiones previas algún galardón nacional, premio especial o primer lugar en su categoría en otros concursos nacionales, el Concurso Nacional Grandes Maestros del Patrimonio Artesanal de México, premia a 18 artistas populares con una bolsa total de premios de un millón 300 mil pesos dividida en nueve ganadores únicos por categoría, tres premios especiales, cinco menciones honoríficas y un Galardón Nacional.

En su XXIV edición, el Concurso Nacional de Nacimientos Mexicanos reconoce a 52 artífices en 12 categorías, además de tres premios especiales, 12 menciones honoríficas y un Galardón Nacional con premios que suman un millón de pesos.

Por último, el VIII Concurso Nacional de Textiles y Rebozo entrega una bolsa total de premios de un millón 80 mil pesos a 57 premios divididos en 16 categorías, tres premios especiales, cuatro menciones honoríficas y dos Galardones Nacionales a artesanas y artesanos que se distinguen por su aportación cultural y estética en la rama textil.

En línea con la política de descentralización de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, las ceremonias de premiación, así como la exposición de las piezas ganadoras se llevarán a cabo en Pachuca, Hidalgo, con el apoyo de la Secretaría de Cultura del Gobierno del Estado de Hidalgo, en el caso del Concurso Nacional Grandes Maestros del Arte Popular y el Concurso Nacional de Textiles y Rebozo; en la ciudad de Puebla para el Concurso Nacional de Nacimientos Mexicanos, con el apoyo de la Secretaría de Cultura del Gobierno del Estado de Puebla; y el Gran Premio Nacional de Arte Popular, en el Complejo Cultural Los Pinos de la Ciudad de México.

CONCURSO NACIONAL DE NACIMIENTOS MEXICANOS

Puebla, Puebla

Fonart otorgó apoyos en el estado de Puebla por un monto total de $1,660,000.00 pesos a través de la vertientes Apoyos para Impulsar la Producción, Acopio y Concursos de Arte Popular. Asimismo un pedido especial de COPPEL por $500,000.00 pesos.

XIX Edición del Concurso Nacional de Nacimientos Mexicanos busca incentivar a los y las artesanas a continuar elaborando piezas cuya producción se enfoca en nacimientos navideños mexicanos, distinguiéndose por su aportación cultural y estética; de reconocer a las y los creadores en la maestría del uso de la técnica y los saberes artesanales, el buen manejo de los materiales, acorde con el aprovechamiento sustentable de los mismos de su entorno; todo esto para el fortalecimiento, promoción y difusión del arte popular como patrimonio cultural, material e inmaterial de México.

Aportó a la bolsa de premios Fomento Cultural Banamex y Fundación Harp Helú a este concurso y Fonart.

Este concurso se realizó en la ciudad de Puebla, Puebla con el apoyo de la Dirección de Artesanías de Puebla.

  • La convocatoria abrió a partir del 19 de marzo y cerró el 25 de octubre del presente año.
  • Este año se logró la participación de 159 obras e igual número de artesanos,
  • Participaron 80 mujeres y 79 hombres
  • 16 estados participantes: Campeche, Chiapas, Ciudad de México, Estado de México, Guanajuato, Gurrero, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Morelos, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Tabasco, Veracruz, Zacatecas.
  • Tuvieron mayor participación el Estado de México, Michoacán,
  • 11 pueblos indígenas; chontal, huave, maya, mazahua, mixe, mixteco, nahua, otomí, purépecha, zapoteco, zoque.

  • En esta emisión se calificaron 12 categorías y se premian a 52 creadores, con una bolsa total de $1,000,000.00 (Un millón de pesos 00/100 M.N.).

  • Los ganadores resultantes provienen de 13 Entidades Federativas: Chiapas, Estado de México, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Tabasco, Veracruz y Zacatecas.

  • Obtuvo mayor número de premios el Estado de México y Michoacán.

  • Ganaron 26 mujeres y 26 hombres, de los pueblos indígenas: huave mazahua, mixteco, nahua, otomí, purépecha, zapoteco y zoque.

  • Por segunda edición consecutiva, este concurso se hace fuera de la Ciudad de México.

Ganadores

Galardón Nacional Nacimientos Mexicanos

Tomasa González Sánchez

Nacimiento en barro ocumicho

Ocumicho, Charapan, Michoacán

Premios Especiales

Hermenegildo Montoya Vázquez

Árbol nacimiento (barro)

Metepec, Estado de México

Pedro Vargas Hidalgo

¡Venid Mexicanos todos! Nacimiento en cartonería

Villa Tepetitán, Macuspana, Tabasco

Betzy Ibed Castillo Espinal

Costurero diseño exclusivo de nacimiento (laca y maque)

Barrio Texalpa, Olinalá, Guerrero

Cerería

2º. lugar

Gilberto Huaxín Pérez

Nacimiento del Niño Jesús elaborado con cera de abeja melipona

Tacuapan, Cuetzalan del Progreso, Puebla

Mención Honorífica

Gustavo Vázquez Bautista

Nacimiento del niño Jesús elaborado con la técnica del pepenado de costura fina

Puebla, Puebla

Mención Honorífica

Teresa Ginez Sánchez (ella estará presente el sábado)

Nacimiento misterio, tejido en palma criolla, colores naturales

Atolotitlán, Caltepec, Puebla

Mención Honorífica

Hermenegildo Valeriano Huaxín

Nacimiento del niño Jesús elaborado con fibra de jonote

Tacuapan, Cuetzalan del Progreso, Puebla

Fonart da a conocer los resultados de los

Concursos Nacionales de Arte Popular 2020

  • Resultaron seleccionados 255 artistas populares en los cuatro certámenes
  • La bolsa total de premios asciende a 6 millones 380 mil pesos

Las secretarías de Cultura y de Bienestar, el Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías (Fonart) y Citibanamex, Compromiso Social, a través de Fomento Cultural Banamex, la Fundación Roberto Hernández Ramírez y la Fundación Alfredo Harp Helú, lanzaron las convocatorias de los cuatro Concursos Nacionales de Arte Popular 2020: Grandes Maestros del Patrimonio Artesanal, Gran Premio Nacional de Arte Popular, de México, Concurso Nacional de Nacimientos Mexicanos y el Concurso Nacional de Textiles y Rebozo.

Para la edición de este año, se recibieron un total de 2 mil 168 piezas elaboradas por artesanas y artesanos de 27 entidades del país, pertenecientes a los pueblos indígenas amuzgo, chichimeca, chinanteco, chontal de Tabasco, huasteco, huave, kumiai, matlatzinca, maya, mazahua, mazateco, mixe, mixteco, nahua, otomí, pame, popoloca, purépecha, rarámuri, tlapaneco, totonaco, triqui, tseltal, tsotsil, wixárica, zapoteco y zoque.

Las ceremonias de calificación se llevaron a cabo, siguiendo los protocolos para el cuidado de la salud en la nueva normalidad, en las ciudades de Pachuca, Puebla y la Ciudad de México, en las que los comités de selección de cada concurso, integrados por reconocidos expertos en arte popular, evaluaron las obras participantes y dictaminaron los 255 ganadores que recibirán una bolsa total de premios de 6 millones 380 mil pesos conformada por el Fonart, Compromiso Social Citibanamex a través de Fomento Cultural Banamex, la Fundación Roberto Hernández Ramírez y la Fundación Alfredo Harp Helú, así como las secretarías de Cultura de los Estados de Puebla e Hidalgo, contando con el apoyo del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca).

El Gran Premio Nacional de Arte Popular, considerado el certamen más importante del país en el sector artesanal, otorga un total de tres millones de pesos en premios, divididos en 128 reconocimientos: un Galardón Presidencial, tres Galardones Nacionales, tres Premios Especiales, menciones honoríficas, tres premios por cada una de las 36 categorías y cinco Premios a la Trayectoria Artesanal.

Con el objetivo de reconocer el talento, sensibilidad y creatividad de destacados maestros artesanos que hayan ganado en dos ocasiones previas algún galardón nacional, premio especial o primer lugar en su categoría en otros concursos nacionales, el Concurso Nacional Grandes Maestros del Patrimonio Artesanal de México, premia a 18 artistas populares con una bolsa total de premios de un millón 300 mil pesos dividida en nueve ganadores únicos por categoría, tres premios especiales, cinco menciones honoríficas y un Galardón Nacional.

En su XXIV edición, el Concurso Nacional de Nacimientos Mexicanos reconoce a 52 artífices en 12 categorías, además de tres premios especiales, 12 menciones honoríficas y un Galardón Nacional con premios que suman un millón de pesos.

Por último, el VIII Concurso Nacional de Textiles y Rebozo entrega una bolsa total de premios de un millón 80 mil pesos a 57 premios divididos en 16 categorías, tres premios especiales, cuatro menciones honoríficas y dos Galardones Nacionales a artesanas y artesanos que se distinguen por su aportación cultural y estética en la rama textil.

En línea con la política de descentralización de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, las ceremonias de premiación, así como la exposición de las piezas ganadoras se llevarán a cabo en Pachuca, Hidalgo, con el apoyo de la Secretaría de Cultura del Gobierno del Estado de Hidalgo, en el caso del Concurso Nacional Grandes Maestros del Arte Popular y el Concurso Nacional de Textiles y Rebozo; en la ciudad de Puebla para el Concurso Nacional de Nacimientos Mexicanos, con el apoyo de la Secretaría de Cultura del Gobierno del Estado de Puebla; y el Gran Premio Nacional de Arte Popular, en el Complejo Cultural Los Pinos de la Ciudad de México.

CONCURSO NACIONAL DE NACIMIENTOS MEXICANOS

Puebla, Puebla

Fonart otorgó apoyos en el estado de Puebla por un monto total de $1,660,000.00 pesos a través de la vertientes Apoyos para Impulsar la Producción, Acopio y Concursos de Arte Popular. Asimismo un pedido especial de COPPEL por $500,000.00 pesos.

XIX Edición del Concurso Nacional de Nacimientos Mexicanos busca incentivar a los y las artesanas a continuar elaborando piezas cuya producción se enfoca en nacimientos navideños mexicanos, distinguiéndose por su aportación cultural y estética; de reconocer a las y los creadores en la maestría del uso de la técnica y los saberes artesanales, el buen manejo de los materiales, acorde con el aprovechamiento sustentable de los mismos de su entorno; todo esto para el fortalecimiento, promoción y difusión del arte popular como patrimonio cultural, material e inmaterial de México.

Aportó a la bolsa de premios Fomento Cultural Banamex y Fundación Harp Helú a este concurso y Fonart.

Este concurso se realizó en la ciudad de Puebla, Puebla con el apoyo de la Dirección de Artesanías de Puebla.

  • La convocatoria abrió a partir del 19 de marzo y cerró el 25 de octubre del presente año.
  • Este año se logró la participación de 159 obras e igual número de artesanos,
  • Participaron 80 mujeres y 79 hombres
  • 16 estados participantes: Campeche, Chiapas, Ciudad de México, Estado de México, Guanajuato, Gurrero, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Morelos, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Tabasco, Veracruz, Zacatecas.
  • Tuvieron mayor participación el Estado de México, Michoacán,
  • 11 pueblos indígenas; chontal, huave, maya, mazahua, mixe, mixteco, nahua, otomí, purépecha, zapoteco, zoque.

  • En esta emisión se calificaron 12 categorías y se premian a 52 creadores, con una bolsa total de $1,000,000.00 (Un millón de pesos 00/100 M.N.).

  • Los ganadores resultantes provienen de 13 Entidades Federativas: Chiapas, Estado de México, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Tabasco, Veracruz y Zacatecas.

  • Obtuvo mayor número de premios el Estado de México y Michoacán.

  • Ganaron 26 mujeres y 26 hombres, de los pueblos indígenas: huave mazahua, mixteco, nahua, otomí, purépecha, zapoteco y zoque.

  • Por segunda edición consecutiva, este concurso se hace fuera de la Ciudad de México.

Ganadores

Galardón Nacional Nacimientos Mexicanos

Tomasa González Sánchez

Nacimiento en barro ocumicho

Ocumicho, Charapan, Michoacán

Premios Especiales

Hermenegildo Montoya Vázquez

Árbol nacimiento (barro)

Metepec, Estado de México

Pedro Vargas Hidalgo

¡Venid Mexicanos todos! Nacimiento en cartonería

Villa Tepetitán, Macuspana, Tabasco

Betzy Ibed Castillo Espinal

Costurero diseño exclusivo de nacimiento (laca y maque)

Barrio Texalpa, Olinalá, Guerrero

Cerería

2º. lugar

Gilberto Huaxín Pérez

Nacimiento del Niño Jesús elaborado con cera de abeja melipona

Tacuapan, Cuetzalan del Progreso, Puebla

Mención Honorífica

Gustavo Vázquez Bautista

Nacimiento del niño Jesús elaborado con la técnica del pepenado de costura fina

Puebla, Puebla

Mención Honorífica

Teresa Ginez Sánchez (ella estará presente el sábado)

Nacimiento misterio, tejido en palma criolla, colores naturales

Atolotitlán, Caltepec, Puebla

Mención Honorífica

Hermenegildo Valeriano Huaxín

Nacimiento del niño Jesús elaborado con fibra de jonote

Tacuapan, Cuetzalan del Progreso, Puebla

Fonart da a conocer los resultados de los

Concursos Nacionales de Arte Popular 2020

  • Resultaron seleccionados 255 artistas populares en los cuatro certámenes
  • La bolsa total de premios asciende a 6 millones 380 mil pesos

Las secretarías de Cultura y de Bienestar, el Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías (Fonart) y Citibanamex, Compromiso Social, a través de Fomento Cultural Banamex, la Fundación Roberto Hernández Ramírez y la Fundación Alfredo Harp Helú, lanzaron las convocatorias de los cuatro Concursos Nacionales de Arte Popular 2020: Grandes Maestros del Patrimonio Artesanal, Gran Premio Nacional de Arte Popular, de México, Concurso Nacional de Nacimientos Mexicanos y el Concurso Nacional de Textiles y Rebozo.

Para la edición de este año, se recibieron un total de 2 mil 168 piezas elaboradas por artesanas y artesanos de 27 entidades del país, pertenecientes a los pueblos indígenas amuzgo, chichimeca, chinanteco, chontal de Tabasco, huasteco, huave, kumiai, matlatzinca, maya, mazahua, mazateco, mixe, mixteco, nahua, otomí, pame, popoloca, purépecha, rarámuri, tlapaneco, totonaco, triqui, tseltal, tsotsil, wixárica, zapoteco y zoque.

Las ceremonias de calificación se llevaron a cabo, siguiendo los protocolos para el cuidado de la salud en la nueva normalidad, en las ciudades de Pachuca, Puebla y la Ciudad de México, en las que los comités de selección de cada concurso, integrados por reconocidos expertos en arte popular, evaluaron las obras participantes y dictaminaron los 255 ganadores que recibirán una bolsa total de premios de 6 millones 380 mil pesos conformada por el Fonart, Compromiso Social Citibanamex a través de Fomento Cultural Banamex, la Fundación Roberto Hernández Ramírez y la Fundación Alfredo Harp Helú, así como las secretarías de Cultura de los Estados de Puebla e Hidalgo, contando con el apoyo del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca).

El Gran Premio Nacional de Arte Popular, considerado el certamen más importante del país en el sector artesanal, otorga un total de tres millones de pesos en premios, divididos en 128 reconocimientos: un Galardón Presidencial, tres Galardones Nacionales, tres Premios Especiales, menciones honoríficas, tres premios por cada una de las 36 categorías y cinco Premios a la Trayectoria Artesanal.

Con el objetivo de reconocer el talento, sensibilidad y creatividad de destacados maestros artesanos que hayan ganado en dos ocasiones previas algún galardón nacional, premio especial o primer lugar en su categoría en otros concursos nacionales, el Concurso Nacional Grandes Maestros del Patrimonio Artesanal de México, premia a 18 artistas populares con una bolsa total de premios de un millón 300 mil pesos dividida en nueve ganadores únicos por categoría, tres premios especiales, cinco menciones honoríficas y un Galardón Nacional.

En su XXIV edición, el Concurso Nacional de Nacimientos Mexicanos reconoce a 52 artífices en 12 categorías, además de tres premios especiales, 12 menciones honoríficas y un Galardón Nacional con premios que suman un millón de pesos.

Por último, el VIII Concurso Nacional de Textiles y Rebozo entrega una bolsa total de premios de un millón 80 mil pesos a 57 premios divididos en 16 categorías, tres premios especiales, cuatro menciones honoríficas y dos Galardones Nacionales a artesanas y artesanos que se distinguen por su aportación cultural y estética en la rama textil.

En línea con la política de descentralización de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, las ceremonias de premiación, así como la exposición de las piezas ganadoras se llevarán a cabo en Pachuca, Hidalgo, con el apoyo de la Secretaría de Cultura del Gobierno del Estado de Hidalgo, en el caso del Concurso Nacional Grandes Maestros del Arte Popular y el Concurso Nacional de Textiles y Rebozo; en la ciudad de Puebla para el Concurso Nacional de Nacimientos Mexicanos, con el apoyo de la Secretaría de Cultura del Gobierno del Estado de Puebla; y el Gran Premio Nacional de Arte Popular, en el Complejo Cultural Los Pinos de la Ciudad de México.

CONCURSO NACIONAL DE NACIMIENTOS MEXICANOS

Puebla, Puebla

Fonart otorgó apoyos en el estado de Puebla por un monto total de $1,660,000.00 pesos a través de la vertientes Apoyos para Impulsar la Producción, Acopio y Concursos de Arte Popular. Asimismo un pedido especial de COPPEL por $500,000.00 pesos.

XIX Edición del Concurso Nacional de Nacimientos Mexicanos busca incentivar a los y las artesanas a continuar elaborando piezas cuya producción se enfoca en nacimientos navideños mexicanos, distinguiéndose por su aportación cultural y estética; de reconocer a las y los creadores en la maestría del uso de la técnica y los saberes artesanales, el buen manejo de los materiales, acorde con el aprovechamiento sustentable de los mismos de su entorno; todo esto para el fortalecimiento, promoción y difusión del arte popular como patrimonio cultural, material e inmaterial de México.

Aportó a la bolsa de premios Fomento Cultural Banamex y Fundación Harp Helú a este concurso y Fonart.

Este concurso se realizó en la ciudad de Puebla, Puebla con el apoyo de la Dirección de Artesanías de Puebla.

  • La convocatoria abrió a partir del 19 de marzo y cerró el 25 de octubre del presente año.
  • Este año se logró la participación de 159 obras e igual número de artesanos,
  • Participaron 80 mujeres y 79 hombres
  • 16 estados participantes: Campeche, Chiapas, Ciudad de México, Estado de México, Guanajuato, Gurrero, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Morelos, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Tabasco, Veracruz, Zacatecas.
  • Tuvieron mayor participación el Estado de México, Michoacán,
  • 11 pueblos indígenas; chontal, huave, maya, mazahua, mixe, mixteco, nahua, otomí, purépecha, zapoteco, zoque.

  • En esta emisión se calificaron 12 categorías y se premian a 52 creadores, con una bolsa total de $1,000,000.00 (Un millón de pesos 00/100 M.N.).

  • Los ganadores resultantes provienen de 13 Entidades Federativas: Chiapas, Estado de México, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Tabasco, Veracruz y Zacatecas.

  • Obtuvo mayor número de premios el Estado de México y Michoacán.

  • Ganaron 26 mujeres y 26 hombres, de los pueblos indígenas: huave mazahua, mixteco, nahua, otomí, purépecha, zapoteco y zoque.

  • Por segunda edición consecutiva, este concurso se hace fuera de la Ciudad de México.

Ganadores

Galardón Nacional Nacimientos Mexicanos

Tomasa González Sánchez

Nacimiento en barro ocumicho

Ocumicho, Charapan, Michoacán

Premios Especiales

Hermenegildo Montoya Vázquez

Árbol nacimiento (barro)

Metepec, Estado de México

Pedro Vargas Hidalgo

¡Venid Mexicanos todos! Nacimiento en cartonería

Villa Tepetitán, Macuspana, Tabasco

Betzy Ibed Castillo Espinal

Costurero diseño exclusivo de nacimiento (laca y maque)

Barrio Texalpa, Olinalá, Guerrero

Cerería

2º. lugar

Gilberto Huaxín Pérez

Nacimiento del Niño Jesús elaborado con cera de abeja melipona

Tacuapan, Cuetzalan del Progreso, Puebla

Mención Honorífica

Gustavo Vázquez Bautista

Nacimiento del niño Jesús elaborado con la técnica del pepenado de costura fina

Puebla, Puebla

Mención Honorífica

Teresa Ginez Sánchez (ella estará presente el sábado)

Nacimiento misterio, tejido en palma criolla, colores naturales

Atolotitlán, Caltepec, Puebla

Mención Honorífica

Hermenegildo Valeriano Huaxín

Nacimiento del niño Jesús elaborado con fibra de jonote

Tacuapan, Cuetzalan del Progreso, Puebla

Profética, Casa de la Lectura

Pasillo de las Independientes,
una iniciativa comercial entre editoriales y librerías



  • Editoriales y librerías independientes lanzan una campaña comercial para promover sus catálogos de manera física ante una FIL Guadalajara virtual
  • Mediante un esfuerzo colectivo y descentralizado, 11 editoriales y 13 librerías suman fuerzas para acercarse a los lectores de diferentes puntos del país

A raíz de la conversión de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL Guadalajara) al formato virtual, y en el ánimo de fortalecer los nexos entre proyectos librescos de naturaleza y escala semejantes, un pequeño grupo de editoriales y librerías independientes, asentadas en 12 ciudades del país, lanzarán la campaña Pasillo de las Independientes, a realizarse del 28 de noviembre al 16 de diciembre.

Esta iniciativa comercial descentralizada permitirá ofrecer al público las novedades que en otras circunstancias se habrían lanzado de manera física durante la FIL Guadalajara, así como generar ingresos para todos los participantes, en un año que ha debilitado gravemente el comercio del libro. Son 11 las editoriales independientes que promoverán hasta cinco de sus títulos, ya sea novedades de este año o libros destacados de su catálogo, y se exhibirán y comercializarán en 13 librerías ubicadas en diferentes regiones del país. Cada editorial y cada librería adaptará la campaña conforme a sus criterios y sus capacidades.

El nombre Pasillo de las Independientes hace referencia a la propia FIL Guadalajara, específicamente al “pasillo” donde desde hace muchos años se reúnen lectores que buscan ofertas literarias de los sellos convocados.

Las editoriales que participan son, de la Ciudad de México, Antílope, Dharma Books, Ediciones El Milagro, Elefanta Editorial, Grano de Sal y La Cifra; de Guadalajara Impronta, Mantis Editores y Paraíso Perdido; de Monterrey, Atrasalante, y de Querétaro, Gris Tormenta.



Las librerías que reciben la selección de títulos son, en Aguascalientes, La Librería de los Escritores; en la Ciudad de México, Cafeleería, Casa Tomada y La Moraleja; en Comitán, la librería LaLiLú; en Guadalajara, Impronta; en Morelia, El Traspatio; en Oaxaca, La Jícara; en Puebla, Profética; en Querétaro, La Comezón; en San Cristóbal de Las Casas, La Cosecha; en Veracruz, Mar Adentro, y en Xalapa, Hyperión.

Los títulos, editoriales y librerías que participan en el Pasillo de las Independientes, se promoverán en redes sociales con el hashtag: #PasilloDeLasIndependientes.



Mundo Nuestro. Arte y cultura en México. La historia profunda que se guarda en la palabra "artesanías". Lo que se sostiene en la memoria de los muertos. En este homenaje a las artesanas y los artesanos muertos por el COVID en este 2020, realizado por los trabajadores del Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías (FONART), la voz del poeta Jaime Sabines alumbra lo que cada obra de arte creada por las manos artesanas vislumbra: que el país sobrevive en el esfuerzo por dar forma a la imaginación de un mundo grato, igual en el barro que en el hilo, en el papel y en el vidrio, en la fibra del maguey que en la colorida grana cochinilla. En el trabajo de los artistas plásticos está la memoria colectiva de México.

(Foto de portadilla: Catrina embarazada, obra postulante al Premio Nacional de Artesanías 2020)



Las instancias de salud, de cualquier nivel, deben evitar occidentalizar la labor de las parteras de nuestras comunidades totonacas y no deben obstruir su trabajo. Ellas no solo son las encargadas de traernos al mundo, de recibirnos en sus brazos cuando nacemos, de bañarnos por primera vez y darnos las primeras palabras de amor, sino que también poseen una serie de conocimientos invaluables sobre el ritual del nacimiento en el mundo totonaco.

Son ellas las que nos enseñan el ritual del cordón umbilical, que consiste en subir en la rama del árbol más alto el cordón que se desprende del recién nacido para que cuando crezca no le tenga miedo a las alturas, para que pueda cortar pimienta o ser un danzante volador. Nos han enseñado la ceremonia de agradecimiento a la madre tierra y son la guía para adornar con flores y hojas en el lugar donde ocurrió el parto, ahí se coloca incienso y tabaco y en el altar se pone una ofrenda a las parteras difuntas para agradecerles su trabajo y evitar que se acerquen al recién nacido, porque ellas, ya pertenecen al mundo de los muertos. La placenta no es un asunto menor que deba ir a la basura, ellas saben que cuando la familia desea que en la próxima ocasión nazca una niña se debe enterrar con una blusa, falda, cazuelas y fajas, y viceversa, si quieren que nazca un niño, debe enterrarse la placenta con un sombrero y una camisa o cualquier prenda del papá, estás prácticas deben respetarse cuando nace un nuevo ser en el hospital.

Desgraciadamente, y hay que decirlo con claridad, en los módulos de medicina tradicional las parteras no tienen libertad para realizar su trabajo y tienen prohibido ayudar a la parturienta a dar a luz en su casa, en diversas charlas así lo han afirmado ellas. No se trata de que se adapten al sistema de salud, es el sistema de salud el que debe adaptarse a ellas, aprender de ellas, enriquecer su labor con sus conocimientos.

En este sentido, debe fomentarse desde ahí prácticas ancestrales como la del cordón umbilical y el ritual de la placenta. No van a la basura, son parte de una visión milenaria. Por otro lado, las parteras saben nuestro destino y desde niñ@s nos enseñan el camino a seguir. Antes de nacer, cada uno de nosotros eligió el oficio que quería tener en la tierra, y no solo en el trabajo sino también en el arte. Nos han enseñado también el respeto a los ciclos de la luna y el baile con el recién nacido una vez que ella termina su labor. De hecho, las parteras tienen una constante comunicación con la luna, le rezan para pedirle por el niño que se está formando, para que la madre no le pase nada durante el embarazo y le piden fertilidad cuando una mujer no puede embarazarse. Todos estos conocimientos nos hacen ser lo que somos, lo que pensamos y lo que queremos como pueblo, por eso si de verdad el sistema de salud mexicano le interesa el trabajo de las parteras y como ya lo dije, debe incluir su pensamiento y nuestra forma de ver el mundo, dejar de culpabilizarlas por los partos mal atendidos. Tantos años haciéndonos nacer, aun cuando no había clínicas ni hospitales, las parteras no pueden ni deben pagar el error de un sistema de salud que no ha funcionado de manera adecuada durante décadas, producto de un sistema político que por muchos años ha despreciado los saberes de los pueblos originarios.



Estamos ante una oportunidad de hacer las cosas de una mejor manera, dejar de occidentalizar el trabajo de las parteras, aprender de ellas y dejarlas que ejerzan su noble labor. Nuestras culturas aportan y han aportado siempre.

Créditos: texto y foto Manuel Espinosa Sainos, poeta, traductor y comunicador totonaco.



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