Sociedad

Texto leído en el zócalo de Cholula el 3 de diciembre del 2016 en el Foro de Participación Ciudadana en Defensa del Patrimonio Cholulteca



El corregidor Gabriel Rojas, que según René Acuña hablaba bien el náhuatl, escribió en 1581 la Relación Geográfica de Cholula. En ella describe muy brevemente una ciudad que antes de la conquista calculaba estar habitada por 40 mil habitantes, pero después de dos epidemias de peste redujo su población a 9 mil habitantes. Describe un clima templado con fríos y calores soportables en invierno y verano y una tierra que produce una buena diversidad de flores como clavellinas, lirios y azucenas. Habla de las lluvias y los vientos saludables del norte y el este y de las que son algo dañosas que provienen del sur, con vientos fuertes en febrero, como todos sabemos. Menciona la existencia del río Atoyac y de pequeños arroyos y dice que la ciudad se abastece de agua mediante pozos que han sido cavados por todas partes. “Es tierra abundosa de mantenimientos y frutos –dice- y falta de pastos y montes, por ser poca tierra y estar toda cultivada de sementaras [que en su lengua llaman milpa] y nopales, en que se coge la grana”.

“El mantenimiento que usan es maíz, que ellos llaman tlaolli (maíz seco y desgranado) y en España trigo de las indias”. Después de describir el procedimiento de nixtamalización, molienda y elaboración de las tortillas, Gabriel Rojas se refiere al gusto por el chile, la carne de vaca, el guajolote, los pequeños y gordos perros, así como el pescado, los frijoles y las calabazas. Hace un repaso de las frutas y verduras traídas de España que comenzaron a cultivarse en los huertos y hortalizas de los conventos, que desde entonces se incorporaron a la dieta del mexicano, y se refiere extensamente a la producción de grana cochinilla asociada con el cultivo del nopal.



Antes de referirme en forma más extensa al maíz, el cultivo más importante en Mesoamérica, como todos sabemos, quisiera detenerme un poco en la mención que el corregidor hace del maguey, que los nahuas llamaban metl y del que obtenían hilo para cordeles, sogas y calzado. “Tienen los remates de las pencas –dice Gabriel Rojas- unas púas tan largas como el dedo y tan duras como clavos: son de color negras y con un canal al principio. Para sacar la miel le cortan el cogollo de en medio, y ahí se recoge un agua... Esta yerba o árbol es el que dicen tiene agua y miel, agua e hilo y otras cosas. Es tan medicinal que con el zumo de sus pencas se sana cualquier herida, aunque sea en la cabeza y que llegue al casco, desta manera: hender una penca por medio y echarla a las brasas, y estando algo asada, exprimir la una parte de aquellas y con el zumo caliente lavar la herida y mojar en él las mechas o hilas que se han de poner en ella; y después, poner la otra parte de la penca asada encima, en lugar de parche, todo esto cuan caliente se pudiere sufrir. Y sana en ocho o diez días sin otro beneficio alguno. Es cosa muy probada y experimentada, así en indios como en españoles, y hay algunos españoles y religiosos que tienen esta medicina en mucha estima y secreto”.

En otros lugares de la Nueva España, donde había cultivos de riego, se sabe que las pencas de maguey se usaban, empalmadas como tejas al fondo de los canales o apancles, para evitar la absorción del agua en la tierra y aprovecharla mejor. Por otro lado, las púas de maguey que menciona Rojas se usaban como agujas para coser pero también como instrumentos rituales con los que se perforaban distintas partes del cuerpo para ofrendar la sangre a las deidades de la lluvia y la fertilidad.

Llama la atención que Gabriel Rojas no se refiera al pulque, bebida refrescante y nutritiva que, bebida en buenas cantidades, produce una agradable embriaguez. Tampoco menciona las deidades asociadas al pulque, como Ometochtli, Mayahuel, Tepoztecatl, Cuatlapanqui y otras. Debieron pasar casi 400 años para que fuera descubierta, en 1969, la magnífica pintura al temple que hoy conocemos como Mural de los bebedores,una de las obras pictográficas más extraordinarias del México antiguo, que muestran a 110 personajes, la mayoría jóvenes, algunos con máscaras, y algunas ancianas, bebiendo pulque.



La Gran Pirámide

Gabriel Rojas hace mención también de lo que hoy conocemos como la Gran Pirámide, que llamaban y se llama aún Tlachihualtépet (Cerro hecho a mano) de esta manera:

“En un cerro que hay en esta ciudad, en lo alto dél, en una emita que ahí tenían hecha, estaba un ídolo llamado Chiconah Quiahuitl, que quiere decir “El que llueve nueve veces”, porque al llover llaman quiahuitl y al número nueve dicen chiconahue. A este ídolo hacían oración cuando tenían falta de agua, y le sacrificaban niños de edad de seis a diez años que cautivaban y compraban para este efecto, porque este era su abogado de las lluvias. Y cuando querían sacrificarlos subíanlos al cerro como en procesión, en donde iban unos viejos cantando, y delante de aquél ídolo, abrían al niño con una navaja por medio del cuerpo, y sacábanle el corazón y sahumaban el ídolo, y después enterraban la criatura allí delante del ídolo. Esto hacían siempre que tenían falta de agua para sus sementeras, y fuera desto, le hacían una fiesta general cada año, a donde concurría todo el pueblo. Además de estos ídolos, que eran los principales de la ciudad, había por toda ella bien ochocientos ídolos menores, en sus iglesuelas o ermitas por todos los barrios, donde así mismo hacían sus ritos y ceremonias, adoraciones y sacrificios de los hombres que a cada barrio le cabían en la guerra. Y estos ídolos tenían, también, unos cerrillos menores hechos a mano… con su ermita en lo alto, llamada teocalli, que quiere decir “Casa de Dios”, donde los ídolos estaban. Destos cerrillos duran hoy dos, que están cerca del cerro grande… y aún hay hoy, por toda la ciudad, reliquias de otros muchos menores que, con los edificios de las casas, se han ido gastando…” (Rojas: p. 132)

Tengo la idea de que la antropóloga Ligia Rivera planteó que esos pequeños cerros eran una gigantesca maqueta en la que se reproducían los volcanes que se alzan al poniente del valle. Si es así, se trataría de un espacio ceremonial urbano en el que se reproduce el paisaje ritual de la geografía sagrada que predominó en tiempos mesoamericanos, pues como es bien sabido, se ofrendaba, y aún se ofrenda, al Popocatépetl y la Iztaccíhuatl en rituales de petición de lluvia.

La deidad que menciona Gabriel Rojas, Chiconauh Quiahuitl, permanece sin ser identificada plenamente, aunque su asociación con Tláloc es evidente. Chiconauh Quiahuitl (9-lluvia) es un nombre calendárico y corresponde al noveno día de la onceava trecena del calendario adivinatorio de 260 días, conocido como Tonalamatl. Quiahuitl, que significa “lluvia”, es el décimo noveno día de la veintena o mes de los antiguos mexicanos. Se representa con una nube de la que se desprenden gotas de agua, pero otras veces se representa con la imagen de Tláloc, deidad de la lluvia, o mejor dicho, la lluvia divinizada. En la cosmovisión mesoamericana la lluvia era sagrada, no era una simple caída de agua del cielo, era considerada como lo que realmente es: una fuerza genésica que, con la tierra y el calor del sol, produce el prodigio de la vida vegetal que hace posible la vida toda en el mundo. Por esta razón se le llamaba también Quiahui-Teotl, que en la lámina 37 del Códice Viena se representa como un árbol cruciforme que destila sangre de su raíz. Este árbol simboliza los cuatro rumbos del universo, como Nahui Ollin, y las cuatro estaciones del año. Fueron los toltecas quienes lo llamaron Quiahui-Teotl, es decir, Dios-lluvia o Lluvia Sagrada.

El maíz

Voy a referirme ahora a la planta sagrada por excelencia del mundo mesoamericano: el maíz.

Desde hace miles de años las hileras de maíz se alinean en los límites de la naturaleza y la cultura, sus raíces se hunden simultáneamente en las leyes del desarrollo natural y en la persistente creatividad humana. A lo largo de unos 8 mil años los cultivadores han logrado desarrollar y diversificar esta planta y establecer con ella una dependencia tan fuerte que si los hombres dejaran de sembrarla desaparecería de la faz de la tierra, pues es incapaz de reproducirse por sí misma ya que el viento o los animales nada pueden hacer para dispersar sus semillas, cubiertas por una gruesa envoltura.

A lo largo de estos inmensos periodos los hombres concibieron el mundo como un ámbito sagrado. En la actualidad, esta cosmovisión perdura como un elemento fundamental que ordena no sólo la vida religiosa de los pueblos indígenas y campesinos de México, sino también varios aspectos de su organización social y su cultura.

La importancia que el maíz tiene en la cultura mexicana no se reduce a la producción y consumo de un cereal con cualidades nutritivas y una amplia variedad culinaria, que ha conducido a reconocer la gastronomía mexicana como un patrimonio más de la humanidad. Su importancia tiene una dimensión histórica fundamental al haber hecho posible, mediante su cultivo, el paso de las sociedades seminómadas a las sociedades sedentarias, y con ello, al surgimiento de las antiguas civilizaciones que tuvieron su esplendor en lo que hoy conocemos como Mesoamérica. Las grandes ciudades antiguas que hoy nos enorgullecen como mexicanos: Chichen Itzá, Palenque, Bonampak, Monte Albán, Mitla, Tula, Teotihuacán, Cholula, Tenochtitlan, El Tajín, Tzintzuntzan, Xochicalco, Casas Grandes, Tulum y tantas otras, sólo fueron posibles gracias al cultivo del maíz. En cada una de estas urbes y su entorno agrícola se rindió culto a esta planta y se le representó de muchas maneras, ya convertida en dios, en obras escultóricas y pictóricas, en la arquitectura, la poesía y los códices, en los relatos míticos y los cantos chamánicos, en las invocaciones a las deidades de la fertilidad y la lluvia, de la tierra, las montañas y la selva. En los cientos de lenguas y sus dialectos que hablaron los pueblos antiguos se pronunció su nombre con reverencia y gratitud por haber sido favorecidos con esta planta.

Mito nahua del maíz

Un mito nahua refiere cómo Quetzalcóatl, después de haber traído desde el inframundo los "huesos preciosos" con los que fueron creados los hombres en Tamoanchan, puso en un aprieto a los dioses que ahora se preguntaban qué cosa comerían estas criaturas. La hormiga roja había ido a traer maíz del interior del Tonacatépetl o Cerro de los Mantenimientos cuando la encontró Quetzalcóatl y le preguntó de dónde había sacado esos granos. La hormiga se resistía a responder, pero ante la insistencia del dios finalmente señaló el lugar. Entonces Quetzalcóatl se convirtió en hormiga negra y acompañó a la colorada hasta el enorme depósito. Entre ambas acarrearon mucho grano a Tamoanchan. Fue así como los dioses masticaron el maíz y lo pusieron en boca de los humanos para alimentarlos. Pero enseguida los dioses se preguntaron ¿Qué haremos con el Tonacatépetl? La respuesta la dieron Oxomoco y Cipactonal, la pareja primigenia, el Adán y la Eva nahuas, que al ser también los primeros chamanes, realizaron un acto de adivinación en el que emplearon semillas de maíz. Entonces revelaron que el buboso Nanahuatl desgranaría a palos el Cerro de los Mantenimientos. Fue así que se previno a las deidades de la lluvia, los tlaloque azules, blancos, amarillos y rojos, de lo que iba a suceder. Nanahuatl desgranó el maíz a palos y los tlaloque lo recogieron esparcido ya en estos cuatro colores, que son los que conocemos actualmente, junto con todo el demás alimento que se regó al apalear el Tonacatépetl.[1]

Es notable en este mito no sólo el origen divino del maíz y su aparición ante los humanos en cuatro colores, también lo es el origen divino de su preparación para comerlo, pues antes de darlo a los hombres los dioses lo muelen en sus bocas. La molienda y la cocción, el metate y el comal, son dos pasos imprescindibles en su elaboración como alimento. El relato da cuenta, además, del vínculo ritual que mantendrán los hombres con las deidades de la lluvia como proveedoras de alimento, y de la función oracular que tienen las semillas de maíz en rituales adivinatorios y terapéuticos.

Descubrimiento arqueológico del maíz

No es casual que muchos siglos después, para conocer su antigüedad, el maíz fuese encontrado justamente en el interior de una "grieta", es decir, en cuevas que son accesos al interior de la tierra y que tradicionalmente representan entradas al inframundo. En estos sitios ceremoniales, donde se establece contacto con las deidades y los espíritus de los antepasados, encontró el arqueólogo Richard S. MacNeish, en excavaciones arqueológicas realizadas durante los años sesenta del siglo pasado, algunos de los restos más antiguos de maíz hasta ahora descubiertos. Sus investigaciones en las cuevas de La Perra en Tamaulipas, El Murciélago en Nuevo México, La Golondrina en Chihuahua y San Marcos en Tehuacán, han aportado una rica información sobre el origen, la domesticación y el cultivo del maíz, el frijol, la calabaza, el chile, el aguacate, el amaranto, el agave, la ciruela y el zapote, estableciendo una secuencia cultural de doce mil años que logró explicar el paso de la vida nómada a los primeros asentamientos agrícolas.

Los avances en las técnicas de fechamiento radiométrico han permitido reevaluar la antigüedad del maíz, dando como resultado que los más antiguos se han encontrado en el abrigo rocoso de Guilá Naquitz, en Oaxaca, con una antigüedad de 8,300 años, y en el valle de Tehuacan, en Puebla, con una edad calculada en siete mil años.[2]

A partir del momento en que aquellos hombres y mujeres comenzaron a cultivar una yerba silvestre se inició un largo proceso que culminaría en la creación de una planta alimenticia que sería el sustento primordial del complejo civilizatorio mesoamericano. En el bocado que hoy comemos hay miles de años de observación de la reproducción de la planta, una selección minuciosa de sus semillas y experimentos en su hibridación que produjeron una favorable inducción genética, pero también está el cuidado proverbial del agricultor a la milpa y los rituales que desde el periodo preclásico hasta nuestros días ha realizado para propiciar su buen crecimiento y una cosecha abundante.

El maíz como deidad

El maíz ha sido una de esas entidades simples, nobles, imprescindibles en la vida de los pueblos, como el agua, la madera o la piedra. La domesticación del maíz no sólo permitió el desarrollo de los pueblos que lo cultivaron, sino que pasó a formar parte de sus características esenciales. México es impensable sin la presencia del maíz. Esto ocurrió desde épocas muy tempranas, cuando el hombre concebía su existencia y su relación con el mundo como algo sagrado. Todo lo que le rodeaba, las estrellas, los insectos, las flores, poseían un espíritu, una fuerza vital no exenta de voluntad. En el vasto mundo vegetal el maíz fue distinguido como símbolo del sustento humano y se estableció con él una relación ritual que lo elevó a la condición divina. La planta apareció al lado de los grandes personajes olmecas esculpidos en piedra, en las manos, la vestimenta y el tocado de las deidades de la lluvia, la fertilidad y los mantenimientos. Las mazorcas adquirieron rostros humanos en los sembradíos pintados en los murales del Templo Rojo de Cacaxtla. La planta alcanzó una fisonomía sacra en las figuras de Xilonen e Ilmatecuhtli, deidades del maíz tierno y maduro, pero sobre todo en la presencia de Chicomecóatl, la diosa Siete Serpiente, y de Centéotl-Xochipilli, el joven Príncipe de las flores, el canto, la danza y el maíz. Vemos representaciones del maíz en sitios tan distantes en el tiempo, pero culturalmente emparentados, como los relieves labrados hace tres mil años en las paredes del cerro de Chalcatzingo, en el estado de Morelos o, 2,800 años después, en la iglesia de Tonantzintla, donde aparecen cuatro rebosantes cuitlacoches al pie de la Virgen María en las esquinas del sotacoro de la iglesia.

"Centli", le llamaron los antiguos mexicanos, pero ya los primeros navegantes de finales del siglo XV habían recogido en las islas del Caribe la voz taína "maíz", que acabó predominando durante el largo proceso de aculturación colonial. En el siglo XVIII el naturalista sueco Carlos Linneo le dio el nombre botánico Zea mays con el que hoy se conoce. Mientras tanto, el maíz dejaba de ser una deidad en las grandes ciudades virreinales de la Nueva España. Sin embargo, se elaboraría con él una pasta para moldear los cuerpos de Cristo, la Virgen y algunos santos que serían consagrados en los alteres de las iglesias. En un curioso giro de la historia los términos se invirtieron: según el Popol Vuh los dioses crearon a los hombres con masa de maíz. Con el paso de los siglos, los descendientes de esos hombres crearon nuevas deidades dando forma a sus cuerpos con una pasta elaborada de maíz, como sucede con Cristo del Sacromonte venerado en Amecameca.

Los dioses mesoamericanos son símbolos de fenómenos cósmicos. De este modo, las deidades más importantes del maíz, Centéotl y Chicomecóatl, están íntimamente asociadas con diosas de la tierra y la fertilidad, como Cihuacóatl-Tonantzin, Xochiquetzal y Chalchiuhtlicue, y a los númenes de la lluvia y la vegetación, como Tláloc, los tlaloques y Xochipilli, el dios de las flores, la danza y el canto, a Quetzalcóatl, dios del viento que acarrea las nubes. Sabemos también que algunas de las antiguas deidades eran andróginas y que podían manifestarse indistintamente en cualquiera de los dos sexos, como es el caso de los númenes del maíz.

El nombre de Centéotl viene de Centli, voz que designa la mazorca del maíz seco y teotl, que significa dios o persona sagrada. Entre los antiguos nahuas se designaba de un modo distinto al maíz de acuerdo a los momentos en el proceso de su madurez. Cuando el maíz estaba tierno se le llamaba Xilonen y se le representaba como una deidad joven. Otra forma de nombrar a Centéotl era Chicomecóatl, que significa "Siete Serpiente". Chicomecóatl era el séptimo día de la séptima trecena del Tonalámatl o calendario adivinatorio. Todos los días de este calendario fueron deificados y adorados por los antiguos mexicanos, pero sólo algunos de ellos fueron personificados y representados en imágenes. Tal es el caso de Macuilxóchitl (5-Flor) nombre calendárico de Xochipilli-Centéotl y de Chicomecóatl, a quien el fraile Bernardino de Sahagún compara con Ceres, la diosa romana de la agricultura, que equivale a la diosa Demeter de los griegos. De la misma manera en que Ceres da lugar al pan de trigo en la antigua Europa, Centéotl-Chicomecóatl da origen a la tortilla de maíz en Mesoamérica.

Las semillas de maíz y los muertos tienen en común que comparten su existencia en el inframundo. Por esta razón Quetzalcóatl se transfigura en hormiga, pequeño animal que habita también bajo la tierra y trae a la superficie tanto los huesos de los antepasados como el maíz para alimentar a los hombres que surgirán de ellos. El vínculo humanidad-maíz-muertos se cierra en un círculo mítico y ritual que perdura hasta nuestros días: el 2 de febrero, fiesta de La Candelaria, se bendicen las semillas en los templos donde la Diosa Madre, mediante el agua bendita, ejerce un efecto protector y fertilizador en las semillas que se sembraran tres meses después, cuando comiencen las lluvias; el 3 de mayo, día de la Santa Cruz, se piden las lluvias y se inician las siembras; 29 de septiembre, día de San Miguel, se entregan las primicias; 1 y 2 de noviembre, días de muertos, se comparte las cosecha con los espíritus de los difuntos.

Termino con una propuesta: Debemos esforzarnos por pensar en el reducido espacio de la gran pirámide en forma integral, quiero decir, intentar salvar lo más posible el vínculo entre la arquitectura y su cada vez más pequeño entorno. Propongo que los campos de cultivo que aún están disponibles se integren al recorrido que los visitantes hacen de la pirámide, pues de esta manera adquiere pleno sentido, un sentido vivencial, el antiguo culto a las deidades de la lluvia y el culto actual a la Virgen de los Remedios, que de ningún modo es ajena al ciclo agrícola y al bienestar de los pueblos campesinos que la rodean. Que se siembren algunos de estos espacios con la milpa tradicional, que combina maíz-frijol-calabaza, con magueyes para extraer pulque y con nopales. Mediante un sendero el visitante podría hacer un recorrido por el interior de la milpa, se le hablaría de la importancia de estas plantas, de sus cualidades naturales y culturales y cómo fueron deificadas en el México antiguo. Al terminar el recorrido se podría ofrecer una muestra gastronómica con platillos elaborados con maíz, nopales y, desde luego, pulque, mezcal y gusanos de maguey.

Con la finalidad de difundir, promover y desarrollar actividades en torno a la milpa como uno de los patrimonios biológico-culturales más importantes del país, la Secretaría de Cultura federal, por conducto de la Dirección General de Culturas Populares, auspiciará durante un año un proyecto multidisciplinario.

Esa iniciativa comienza con la exposición La milpa: espacio y tiempo sagrado, que fue inaugurada el 24 de noviembre del 2016 en el Museo Nacional de Culturas Populares. Aquí en Cholula se puede ofrecer exactamente lo mismo, pero no en un museo, sino en una milpa viva, como debe estar nuestra cultura.

[1] Códice Chimalpopoca, Anales de Cuauhtitlán y leyenda de los Soles, UNAM, México, 1992.

[2] McClug de Tapia, “El origen de la agricultura”, en Arqueología Mexicana, Vol. XIX, Número 120, marzo-abril-2013.

Mundo Nuestro. El sábado 26 los pueblos de Huauchinango marcharon desde sus comunidades hasta las puertas del Palacio Municipal. No es una manifestación más. La movilización refleja la creciente organización popular en la Sierra Norte de Puebla ante una realidad compleja pero muy negativa para los serranos: igual la inseguridad pública que los proyectos industriales que claramente llaman de muerte. O la lentitud de la acción gubernamental para responder a la emergencia provocada por una tormenta brutal como Earl que desnudó una vez más la precariedad socioambiental de la montaña.

Esta es su voz levantada ayer en esa entrañable ciudad serrana. Presentamos al final una secuencia gráfica de la movilización.



Demandas de los pueblos afectador por la tormenta tropical "Earl"

Los pueblos de la sierra norte de Puebla, del municipio de Huauchinango, que fuimos afectados por la tormenta tropical “Earl”, los días 6 y 7 de agosto del presente año, en primer lugar queremos agradecer todas las muestras de solidaridad y apoyo que recibimos de diferentes lugares de la República de distintas organizaciones, voluntarios, instituciones y demás personas que de manera inmediata nos enviaron víveres, ropa y medicamentos para enfrentar la emergencia donde lamentablemente decenas de personas perdieron la vida.

De verdad, gracias infinitas por su ayuda desinteresada.

Además de ello, estamos aquí los representantes y autoridades de diferentes pueblos para hacer la denuncia de que los tres niveles de gobierno: municipal, estatal y federal, han incumplido con dar soluciones a los problemas que surgieron a partir de tal fenómeno, demostrando así su nulo compromiso e incapacidad para remediar los daños. Como todos lo vieron, durante los primeros días hubo mucho alboroto y visitas constantes de políticos a las zonas afectadas. Sin embargo, en realidad muchos sólo fueron a sacarse la foto para hacerse publicidad en los medios y las redes sociales, pero nada más, pues hasta el momento, a casi cuatro meses del siniestro, no ha habido respuestas en los hechos. Por el contrario, hay caminos destruidos aún, intransitables. Casas, colonias y calles completas en zonas de riesgo que no pueden ser ya habitadas, escurrimientos de agua y desgajamientos que pueden seguir generando problemas en el corto o mediano plazo y una serie de más problemas que lejos de comenzar a ser resueltos, los han dejado en el olvido.



Parece que para las autoridades todos estos problemas no son prioridad. Huauchinango fue el municipio más afectado y su presidente Gabriel Alvarado Lorenzo no se pone a trabajar en ello. Anda más preocupado en su negocio de los parquímetros y en exprimir los recursos del Pueblo Mágico que en resolver estos problemas que requieren atención inmediata. Por el contrario, en una actitud prepotente, altanera y bastante racista, ha insultado, discriminado y amenazado en privado a las autoridades de los pueblos indígenas.

Por eso, ante la ineptitud del presidente municipal y la falta de respuesta de los gobiernos estatal y federal, estamos aquí exigiendo se resuelvan estas necesidades urgentes que a continuación enlistamos:

  • Rehabilitación del tramo de carretera que comunica a la cabecera municipal de Huauchinango con la comunidad de Cuacuila, con una extensión de 2.5 Km.
  • Rehubicación, dentro de la comunidad de Cuacuila, de 48 familias cuyas viviendas fueron destruídas.
  • Construcción de muros de contención a la clínica del IMSS de la comunidad de Cuacuila.
  • Rehabilitación del tramo carretero de la junta auxiliar de Venta Grande a la comunidad de Teopancingo Bajo, con una extensión de 7 Km.
  • Rehabilitació de la Avenida Juárez, en dirección al barrio del Centenario con una extensión de 800 mts, en la comunidad de Ocpaco.
  • Rehabilitación del tramo de camino de la comunidad de Nopala, hacia Alseseca, con una extensión, aproximadamente 4 Km.
  • Rehabilitación de carretera de Cuautlita hacia Nuevo Necaxa, de aproximadamente 5 Km.
  • Rehabilitación del camino que comunica del barrio de Tzahuinco, de Tenango de las Flores, a la comunidad de Acatlán, de 3 Km aproximadamente.
  • Construcción de muro de contención de la Avenida Principal en la comunidad de Papatlazolco.
  • Rehabilitación del tramo carretero que comunica a la juta auxiliar de Nopala con la comunidad de Matlaluca, de aproximadamente 4 Km.
  • Rehabilitación de la vialidad que comunica desde la colonia 5 de Mayo de Huauchinango, a la comunidad de Puga y la junta auxiliar de Venta Grande, de aproximadamente 5 Km.
  • Reubicación, dentro de la comunidad de Papatlatla, de 10 familias del barrio del Centro cuyas viviendas fueron destruídas.

Necesitamos, en general un sistema pluvial en nuestras calles, caminos y carreteras para evitar futuros desgajamientos y asentamientos. Necesitamos que se construya infraestructura que dé seguridad en las zonas que quedaron dañadas y fracturadas.



Exigimos, que el gobierno municipal cree una partida con recursos económicos específicos destinados a reparar los daños causados por Earl. Dicha partida deberá ser vigilada por los ciudadanos para su correcta aplicación pues ya sabemos cómo se las gastan con eso del dinero.

Necesitamos urgentemente que se paren los proyectos que generan erosión y deforestación. Todos los llamados proyectos de Muerte que continúan perforando las entrañas de la sierra.

Nuestras comunidades indígenas son de escasos recursos y lejos de ser marginadas y discriminadas, necesitan ser incluidas y atendidas urgentemente.

Asociación de Presidentes Auxiliares, Jueces e Inspectorías del Municipio de Huauchinango

Eugenio Pérez Ahuacatitla, Presidente Auxiliar de Cuacuila; Alfredo Gutiérrez Baza, Presidente Auxiliar de Tenango de las Flores; Raúl de la Cruz Dolores, Presidente Auxiliar de Papatlatla; Agustín Téllez García, Presidente Auxiliar de Cuautlita; Jesús Tomás Hernández, Juez de Paz de la comunidad de Puga; Mario González López, Presidente Auxiliar de Alseseca; Juan Bernardino Campos Santos, Presidente Auxiliar de San Miguel Acuautla; Camilo Patricio Sánchez, Presidente Auxiliar de Xilocuautla; Fermín Maldonado Dionisio, Presidente Auxiliar de Matlaluca; Cirilo Reyes Santos, Presidente Auxiliar de Papatlazolco; Estanislao Ojeda Rayón, Presidente Auxiliar de Ayohuixcuacutla; Feliciano Vergara, Presidente Auxiliar de Michuca; Roberto Hernández Hernández, Inspector de Teopancingo Bajo; Manuel Cruz Cortés, Juez de Paz de Ocpaco; Víctor Pacheco Díaz, Inspector de El Mirador.

Además de vecinos y ciudadanos afectados

Vida y milagros

'Los porteadores de la carga' (1881), de Vincent van Gogh.

En medio del inquietante alud informativo provocado por los sucesos del día 8 de noviembre, que quizás pasará a la historia como el que marcó un antes y un después entre el aparente rumbo del mundo hacia más libertad y tolerancia y la cruda realidad de sociedades furiosas, divididas y llenas de miedo que se hicieran más evidentes con el triunfo de Trump. No sé si al pasar el tiempo esta fecha tendrá el peso que hoy le estamos dando. Desde que se empezó a documentar la historia humana existen días marcados por la fortuna o la desdicha. La diferencia de esta época nuestra es que los días aciagos o buenos nos serán más comunes y conocidos, aunque la forma de verlos dependerá del lugar que ocupemos en el mundo. El día 8 de noviembre no será igual para un miembro del nefasto Ku Kux Klan que para un inmigrante ilegal o un miembro de la raza negra. Tampoco para países como México o Siria, cuyos destinos están poderosamente atados a las decisiones que se tomen en Estados Unidos, por más que existan quienes pretenden minimizar lo que para el mundo significa la llegada de Trump y su grupo extremista al poder.



El saber que en otros momentos de la historia existieron personas que se sintieron amenazadas, inquietas y asustadas ante un mundo impredecible y el conocer cómo reaccionaron ante eso, puede dar luz a nuestra desesperanza.

Tengo guardados en un lugar aparte los libros que han marcado mi vida. Entre esos libros busqué Cartas a Theo, una larga autobiografía escrita a lo largo de casi 20 años formada por la correspondencia entre Vincent Van Gogh y su hermano. Ellos también vivieron en un mundo convulsionado, siempre presionados por falta de dinero y por la búsqueda de un destino que imaginaban mejor, no solo para ellos, sino para los futuros habitantes del mundo. En las cartas a Theo encuentro los motivos e ideas para iluminar el presente. Dentro de la sencillez y austeridad de sus vidas, tuvieron la inteligencia de darse cuenta de cómo se sentían en el mundo - "como gatos en un almacén extraño",- escribió Vincent pidiendo ayuda- porque supo que solo juntos podrían superar la obscuridad de ese lugar hostil. Gracias a los lazos de afecto indestructibles de estos dos hermanos fue posible que Vincent creara un poderoso legado estético y una forma de ver el mundo a través de unos ojos apasionadamente enamorados de la tierra y todo lo que en ella habita o la rodea: personas, árboles, agua, flores, y días y noches llenos de soles, lunas y estrellas deslumbrantes. Sus cartas son un viaje a través de los valores estéticos pero también de la compasión y la solidaridad. Aunque Vincent se entregó con pasión a la pintura no renunció a su gusto temprano por la escritura y sus Cartas a Theo son en sí mismas una impresionante obra literaria.



Sin Theo, Vincent no hubiera sobrevivido para pintar los 850 cuadros y los cientos de dibujos de su legado. Aunque se suicidó a los 37 años, el apoyo de Theo fue suficiente para crear una de las obras artísticas más deslumbrantes y auténticas de la historia del arte. Sin Theo, la leyenda del pintor de los girasoles y los cielos alucinantes no hubiera podido ser.

Vincent siempre sintió un enorme compromiso social hacia su comunidad. Se acercó a la vida religiosa pero fue destituido como clérigo de una comunidad minera por su excesivo celo en defender los derechos mínimos de las personas las que servía. ¡Qué bueno que la iglesia lo encontró inconveniente! La humanidad perdió un clérigo y ganó un artista imprescindible. Trabajando en la mina empezó a dibujar y a pintar escenas de la vida diaria de los mineros, cuadros tan obscuros como la vida que llevaban, pero que ya tenían el embrión de las pinceladas de Vincent. Poco después se iría a París en donde entró en contacto con el movimiento impresionista y descubrió el color y la luz. Todo lo demás es historia. Cuadros a cambio de pinturas, consultas médicas a cambio de un retrato que casi nadie tomaba en serio. Diez años de un trabajo incansable porque él sabía ya hacia donde se dirigía; tuvo la lucidez de vislumbrar junto con Theo su destino y el de su obra. En 1889, Vincent escribió: " Hermano, habrás vivido siempre pobre por darme de comer, pero yo devolveré el dinero o entregaré el alma en mis pinturas..."



El artista verdadero suele ser considerado un sujeto peligroso, empeñado en subvertir el orden del mundo. El artista es el enfermo, el considerado amoral, el desdichado, el excéntrico, el solitario, el revoltoso, el amoral, el vagabundo. A ese apoyó Theo con todo lo que tuvo. - "Theo, no debemos hacernos ilusiones, sino prepararnos a no ser comprendidos e incluso despreciados. A pesar de todo debemos conservar nuestro optimismo y nuestro entusiasmo."

Mineros

En 1886 tuvieron lugar las trágicas huelgas en las minas donde Vincent había servido, dejando decenas de muertos. Vincent lo supo y siguió pintando con más furia.- "Estamos al final de un siglo violento que terminará en una tragedia antes de que lleguen tiempos de libertad. Ciertamente no alcanzaremos a ver los tiempos de aire puro y renovación de la sociedad, pero es importante no dejarse engañar por la falsedad de la época. Aunque uno diga que vivimos en plena angustia, creo que las generaciones futuras podrán respirar más libremente...."

La breve vida de Van Gogh fue una odisea interior, una de las grandes aventuras artísticas y humanas de los tiempos modernos, en la que triunfó la soledad, pero también y sobre sobre ella, la luminosidad de su obra y los lazos de hermandad. El día que Vincent murió encontraron en uno de los bolsillos de su ropa la última carta a medio escribir dirigida a su hermano. "Theo, en mi obra arriesgo mi vida y mi razón...pero tú no estás entre los mercaderes de hombres y has tomado partido procediendo con humanidad..." Ninguno de los dos hermanos encontraría el éxito material.

Por david Sarabia/Escribe en eldiario.es./tomado de la revista Sin Permiso
Leonard Cohen (1934-2016).

Era 1943 y la Francia ocupada miraba de reojo al norte, a Winston Churchill, Gran Bretaña y a la Sexta División Aerotransportada británica. La Wehrmacht había ocupado París casi al comienzo de la guerra y la contienda se presentaba oscura e incierta para los Aliados desde la caída de la capital francesa.

Precisamente para animar a las tropas y a la población gala, Emmanuel d'Astier de la Vigerie compuso La Complainte du partisan (La canción del partisano), más de medio siglo después versionada por Leonard Cohen, Joan Baez y otros muchos artistas. El autor original, aunque empezó escribiendo para un periódico monárquico francés, la Guerra Civil en España pronto le haría abrazar los ideales de la izquierda.

El periodista se alistaría más tarde en las filas de la armada francesa, llegaría a ser un destacado miembro del Consejo Nacional de la Resistencia y viajaría a Londres, donde escribió el tema dos años antes del fin de la II Guerra Mundial.

La niñez de Cohen encerrada en un himno antifascista

Leonard Cohen solía cantar la canción en inglés primero y después en francés. El tema, que alcanzó notable popularidad pocos años después de terminar la II Guerra Mundial lo incluyó el cantante canadiense en su segundo disco, Songs from a room, de 1969.



Cohen ha dicho en varias ocasiones que este tema le recuerda a su niñez, ya que lo cantaba frecuentemente en los campamentos de verano a los que asistía de pequeño. El canadiense tuvo su primer encuentro con La Complainte du partisan en 1950, mientras leía un cancionero popular. El poeta diría más tarde que "Una idea curiosa se formó en mí, me decía que los nazis fueron derrotados por la música".

La canción habla de un soldado partisano que se ve obligado a huir de su casa cuando las fuerzas de ocupación alemanas entran en Francia. Relata cómo por el camino deja mujer e hijos pero que gracias a los amigos (en clara alusión a la Resistencia Francesa) la libertad volverá a reinar en el país galo.

La BBC, los primeros en emitirla

D'Astier (apodado Bernard) le puso letra a un tema original de la rusa Anna Marly, cantante y compositora francesa nacida al albor de la Revolución de Octubre. La Complainte du partisan, fue emitida por primera vez en Radio Londres, el canal de radio que la BBC dedicó desde 1940 a 1944 a la resistencia francesa. Se emitía en francés y estaba producido en Londres por franceses que habían huído de su país.

Comenzaba las emisiones con una frase " Ici Londres ! Les Français parlent aux Français..." ("¡Aquí Londres! Los franceses hablando para los franceses...") y además de servir como propaganda y aliento para las fuerzas de resistencia, llegó a emitir algún que otro mensaje codificado.

A raíz de esa primera emisión en Radio Londres, la canción se popularizó, tanto, que Anna Marly grabó una nueva versión esta vez con letra de Joseph Kessel y Maurice Druon. Sería este tema, Le Chants des partisans, el que terminaría convirtiéndose en un himno contra los nazis. Hitler, que previamente ya había prohibido la escucha de La marsellesa, también hizo lo propio con este nuevo tema. La BBC respondió adoptando la canción como su sintonía de apertura en Radio Londres.



Fuente:



http://www.eldiario.es/cultura/musica/partisano_0_579192150.html

Tres días de duelo por la desgracia ocurrida el 8 de noviembre.

Hoy terminaron.



Vamos para adelante como personas y como nación.

A trabajar más duro y mejor.

A educarnos mejor nosotros y nuestros hijos.

A producir buenos productos exportables a todo el mundo.

A consumir lo hecho en México que está bien hecho.



A apoyar a nuestras industrias básicas mexicanas: construcción, alimentos, ropa, servicios de salud, turismo, entretenimiento y todo lo indispensable, que se puede encontrar aquí.

Importar solo lo que aquí no encontramos para producir.

Importar más para producir que para consumir.



A exigir e imponer un mejor gobierno, en todos los órdenes: ejecutivo, legislativo y judicial.

A exterminar la corrupción en el orden público y privado.

A trabajar y cambiar lo necesario para que todos tengamos trabajo, casa, comida y sustento dignos.

A defendernos de la estupidez y el fanatismo con dignidad, fortaleza mental, astucia, virtud y solidaridad.

A depender de nosotros mismos.

Entonces sacaremos de la desgracia, lo mejor del país y de nosotros.

Estaremos todos mejor y más felices.

Viva México, Vivan los mexicanos.

Y hoy, a celebrar el fin del duelo; mañana será otro día.

1 de noviembre de 2016

Carlos Mastretta Guzmán

Mundo Nuestro- Los próximos 9 y 10 de noviembre se llevará a cabo las IV Jornadas sobre la infancia y la adolescencia: La normalización de la violencia en el Siglo XXI en las instalaciones de la Universidad del Valle de México, Campus Puebla.

José Cueli, quien presentará una conferencia magistral en el evento, es uno de los más importantes investigadores sociales en México, con una larga trayectoria académica y profesional en el campo del psicoanálisis y sus aplicaciones para la vida de una comunidad.

El siguiente texto analiza sus teorías en torno a la realidad de la marginación en México y el sufrimiento que genera en la vida cotidiana de las personas, y describe los métodos de trabajo de campo de los psicoterapeutas que se animan a abordar la dramáticas condiciones de violencia que sufren actualmente las familias en nuestro país. Y por esa vía contribuir como profesionales de la psicología a la azarosa tarea de reconstruir el tejido social de las comunidades.



El texto fue tomado del libro Psicoterapia de grupos : teoría y técnica a partir de diferentes escuelas psicológicas, El Manual Moderno, México, 1999, de José de Jesús González Núñez.

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¿Por qué hablar de la violencia?/IV Jornadas sobre la infancia y la adolescencia



¿Por qué hablar de la violencia?/IV Jornadas sobre la infancia y la adolescencia

El doctor José Cueli fue director de la Facultad de Psicología de la UNAM, en el periodo de 1969 a 1973 y en la actualidad es profesor titular C de la misma institución. Ha publicado varios libros, entre los que se encuentran Teorías de la Personalidad, Psicocomunidad y Psicoterapia Social. Es miembro didacta y ex director del Instituto de la Asociación Psicoanalítica Mexicana.

La parte medular de la teoría propuesta por el doctor José Cueli es el método de Psicocomunidad aplicado en comunidades rurales y zonas urbanas marginadas, tema de gran actualidad que él expone con una visión totalizadora y sistemática. Describe las técnicas para trabajar con la clase marginal y propone la formación de equipos de salud integrados por médicos y psicólogos que actúen con el auxilio del método clínico en una comunidad. Dichos equipos tienen por objeto ayudar a la población rural urbana a integrarse a la vida social y productiva de la ciudad, además contribuir, mediante el establecimiento de relaciones interpersonales de cooperación mutua, a la solución de problemas psicológicos, de salud, vivienda y educación que, por lo general, son los que más afectan a ese tipo de comunidades. El método de Psicocomunidad ya ha sido aplicado con éxito en una zona marginada de la ciudad de México.



Psicoterapia de grupos: Teoría y…

Conceptos teóricos.

En el modelo de Cueli, las observaciones acerca de la conducta de un grupo de personas se ajustan a las proposiciones del modelo psicoanalítico (Rapaport, 1949, 1960, 1962), del que se derivarán las aproximaciones hacia una teoría general de los marginados. La comunidad, como sistema con cierta línea de comportamiento, también presenta tensiones frente a estados carenciales, sobre todo en comunidades marginadas que enfrentan importantes carencias, tanto físicas como sociales, entre las cuales es posible mencionar la falta de servicios, habitación inadecuada, inseguridad, altos índices de mortalidad infantil, abortos ilegales, muertes por accidente u homicidio, y prácticamente todo tipo de carencias que depriva y mantiene en estado de frustración, estrés y depresión, e incluso en estados subjetivos de alerta y agresión. Es por esto que tales comunidades son poco saludables en el aspecto físico y mental.

En la persona, la carencia se manifiesta con los intentos para descargar la tensión en forma de ideaciones, fantasías y sueños, gobernados todos por el proceso primario del pensamiento; mientras que en los grupos humanos, en la comunidad, el nivel de carencias en todos los aspectos es tal, que la descarga se manifiesta de manera directa, sin dar cabida a la demora y presentándose en forma de conducta o actuación, por lo general en el nivel motriz, lo cual puede llegar a entorpecer el funcionamiento adecuado de la comunidad marginada dentro de lo que es considerada la realidad (Cueli, 1990). Pero para quienes se dedican a trabajar con estos grupos, el principio de realidad se da por estas actuaciones motoras descargadoras de la tensión, que no tienen posibilidad de demora y menos de funcionar con un pensamiento regido por el proceso secundario; como consecuencia, el contacto que se establece entre los integrantes de este grupo humano es del nivel más primitivo, es decir, cutáneo.

El proceso de los afectos que aparecen en el terapeuta se lleva acabo en una sesión de grupo llamada supervisión. En ésta, el grupo de terapeutas concientiza los afectos despertados en cada uno de ellos y los efectos que éstos pudieran haber tenido sobre su conducta en la comunidad, con lo cual se espera que la modifiquen en la siguiente visita a la localidad estudiada. Tal modificación conductual afectará, a su vez, la conducta de la comunidad, produciendo respuestas que confrontarán a los terapeutas con sus propias carencias y que percibirán entre los miembros de la comunidad. Este circuito se cierra una y otra vez durante el transcurso de la investigación, en forma de realimentación.

En este caso también se establecen controles referentes a la duración de la investigación, el horario de visita a la comunidad y el lugar donde se realiza la exploración. El objetivo es situar a la comunidad y a los terapeutas dentro de un marco de referencia realista que posibilite el manejo adecuado de la revivificación de las situaciones de abandono y de la angustia de separación concomitante.

Los pacientes estudiados no poseen un desarrollo cognoscitivo, ni cuentan con aprendizaje de símbolos, anticipación de conductas, manejo de horarios y del tiempo, de espacios y lugares, ni menos aún de los escenarios; todo lo cual es necesario para que un grupo se integre y pueda manejar tareas organizadas, como aquéllas típicas del individuo urbano. Esta limitación se puede apreciar en la dificultad inicial para establecer un horario y un lugar dónde llevar a cabo las reuniones que son la base de la relación grupal.

Los miembros de la comunidad marginada, en su situación traumática desorganizante, tienden a recurrir una y otra vez a las pautas culturales. Esta vinculación tiene que ser personal; incluye no sólo dar y recibir, sino estar, como parte de un proceso de constancia objetal. Las personas marginadas manifiestan, con respecto al grupo terapéutico, acciones inexplicables debidas a su limitada información. Es necesario destacar de qué manera la escasez de modelos de referencia ocasiona que sus valores sean tergiversados e irreales, con base en el nivel prestigioso que posee el grupo terapéutico para ellas. De acuerdo con lo que se ha encontrado en el estudio, al aceptar las cargas hostiles y depresivas de estos individuos, los miembros del grupo terapéu­tico sufren con rapidez un proceso regresivo. Es ahí donde inicia el tratamiento, por medio de la relación.

Los elementos (procesos primarios) de los miembros de la comunidad marginada que surgen en el grupo y que son excluyentes, son la madre invisible que los separa. El grupo terapéutico frustra los intentos de desintegración de tales miembros (cuando aparece en éstos una fuerte disminución de la autoestima), al permitirles expresar sus carencias, incluida la repetición de la situación traumática en la elaboración de la pérdida y del impedimento para el desarrollo de las funciones intelectuales, así como de las funciones agresivas y de escape.

Cuando la intensidad de una situación traumática es muy penetrante, la persona se fija en esa pérdida y no puede reconocer ni percibir nada del exterior, pues se altera el mecanismo perceptual, el cual se vuelve limitado e impide la integración al trabajo. No puede esperarse que los niños, hijos de los miembros del grupo marginal, puedan tener un desarrollo adecuado, puesto que experimentan las mismas privaciones respecto del trato que reciben de sus padres. Estos, a su vez, los abandonan, generán­dose así la amplia gama de la situación marginal. Es evidente que este grupo no tiene constancia de objetos esenciales para poder captar la realidad, y este es el punto en el que la metodología propuesta por Cueli (1975) asiste a la comunidad, al margen de que las personas se alejen o a la larga se incorporen; el prestarles un yo genera una realimentación que acaba por atraer al grupo, cohesionarlo y, finalmente, por modi­ficar a la comunidad. Al mismo tiempo, el grupo terapéutico es incluido por el marginal y confrontado con sus propias carencias, lográndose que el primero no sea absorbido por la comunidad, ya que si esto ocurre pierde efectividad.

Las manifestaciones patológicas del grupo marginal son alteraciones del pensa­miento y de la percepción pretemporal, así como fuertes tendencias paranoicas, expresadas en la desconfianza. Estas manifestaciones, así como también las actitudes francamente hostiles, aparecen durante el desarrollo y al final del trabajo con el grupo. También se observa la presencia de desconcierto en el tiempo, lo cual crea problemas en el establecimiento del proceso terapéutico. Asimismo, la desorientación en el espacio impide reconocer los lugares de la ciudad, asistir a oficinas burocráticas y reunir todos los elementos necesarios para organizarse.

Por otra parte, la carencia produce incapacidad para el control y para la tolerancia a la demora, además de impedir expresar la depresión, que propicia, por una parte, que la situación traumática se repita y, por otra, que se condicione la escasa capacidad de autocontrol de los impulsos, la actividad reflexiva pobre y el desarrollo de los procesos acumulativos. En la medida en que la atención se concentra en las pérdidas, es difícil que se pueda percibir alguna otra cosa; por este motivo, el grupo no puede aprender a integrar y comunicar su capacidad de estar triste, y esta imposibilidad para la verbalización, a su vez, impide la elaboración de los procesos depresivos.

Los miembros del grupo marginal pasan mucho tiempo esquivando el trato con el equipo terapéutico, siempre creen que hay "gato encerrado", actitud que, además de sustentarse en la desconfianza básica, se refuerza por las experiencias pasadas.

El grupo marginal tiene dificultades para consolidarse, porque el mundo de sus miembros es anárquico, individual y sin ninguna posibilidad de unión; de hecho, cohesionarlos es una función del grupo terapéutico. Una de las características de este grupo, cuando se empieza a formar, es la ausencia de cohesión entre sus miembros.

Es difícil lograr que establezcan relaciones entre ellos porque nunca han aprendido a hacerlo. Lo anterior reproduce lo que han observado en sus familias: no hay comunicación con los vecinos, sólo la realizan de manera ocasional, pero rara vez en forma horizontal. En estas condiciones, los afectos se comunican por canales prever-bales: el timbre, la intensidad y el tiempo de los mensajes verbales y los modificadores cenestésicos, la gesticulación, las risas y otros ruidos vocales. Los miembros de este grupo hablan poco entre sí acerca de sus sentimientos y casi no comentan respecto de los sentimientos de otros; la falta de reactividad selectiva, por parte de unos y otros, sugiere que reaccionan a sus propios impulsos internos más que a la conducta de los demás elementos.

Para el grupo marginal, el grupo terapéutico, al cual siente que nunca podrá pertenecer, posee valores que mantiene o defiende y que destacan su propio estado inferior, al reducir su bajo amor propio. En el transcurso del tiempo se añaden una serie de símbolos verbales, corporales y culturales muy limitados y una actitud social cada vez más desconfiada, con apariencias y modales diferentes. Es comprensible que se puedan esperar decepciones y fracasos en la confianza mutua y en la capacidad para formar conceptos, sobre todo en lo concerniente a las relaciones interpersonales.

Un problema en el establecimiento de la relación entre grupos, es el de la comunicación. El hecho de no compartir los símbolos y las experiencias importantes contribuye a la formación de una relación vertical y al empobrecimiento cultural del grupo marginal. Por eso es importante que el grupo terapéutico sea capaz de desha­cerse de sus modales y de colocarse en el lugar del grupo marginal pues, en la medida en que lo haga, podrá establecerse el proceso de la comunicación; de hecho, no existe otra posibilidad de lograrlo. Es en ese nivel en el que el grupo terapéutico recibe la influencia de lo que es, en realidad, la situación traumática y en el que revive con dolor sus carencias. La diferencia es que un grupo tiene defensas débiles y en el otro éstas son fuertes, además de mantener un yo observacional, el juicio y el criterio alertas.

El grupo marginal, al entrar en contacto con el exterior, tiene que intuir las demandas y exigencias desde el conflicto, o en su lugar, establecer y usar una relación con personas del sistema dominante que le son necesarias para obtener elementos que sepan socializar y realizar la comunicación con el exterior. Esta le resulta muy difícil a este grupo, porque no tiene la capacidad de registrar un diálogo, lo cual tiene que ver con percibir la indicación de que la otra persona ha escuchado y de que está de acuerdo, o no, con lo expresado. Al grupo marginal le es imposible llegar a la conclusión acerca de algún tema; los indicadores de cierre o fin de la conversación nunca son compartidos por los otros y la relación puede hacerse interminable.

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Aspectos técnicos.

Psicocomunidad es un método de investigación, influencia y exploración de la comunidad que toma como marco conceptual los modelos psicoanalíticos de Rapaport (1949, 1960 y 1962). Este método se planteó para ser utilizado dentro de un contexto de comunidades marginadas, utilizando la presencia y el tiempo del investigador como instrumento modificador. Es un modelo psicoanalítico a corto plazo, que ha mostrado ser útil para estudiar y modificar comunidades. Aunque originalmente se aplicó al mejoramiento de las ciudades y más tarde al desarrollo rural, ha sido utilizado también en zonas urbanas marginadas. El enfoque comunitario (Cueli, 1989) posee características especiales (véase cuadro 18-1). Cueli parte de la conceptuación de dos grupos fundamentales:

  1. El grupo de investigadores marginales, integrado por los miembros que forman el grupo con el que se va a trabajar y sobre el cual se trata de influir, y que son parte de la comunidad que se aborda.
  2. El grupo formado principalmente por psicólogos y médicos que se reúnen para influenciar y cambiar, de manera positiva, a una determinada comunidad. Este grupo tiene dos modos paralelos de trabajo: La supervisión, que es la sesión en la cual se reúnen los miembros para manejar los afectos involucrados en el trabajo terapéutico en la comunidad.
  3. La reunión técnica, donde se manejan los aspectos técnicos, tanto del equipo como de la comunidad. La realización de este método implica los siguientes pasos (González Núñez, Monroy y Kupferman, 1978):
  • Se selecciona una comunidad marginada para ser investigada, explorada, estudiada y modificada.
  • Se conjunta un grupo de exploradores e investigadores que acuden a la comunidad a cumplir sus propósitos.
  • Dicho grupo de investigadores revisa con un supervisor, antes de asistir a la comunidad, las fantasías que tiene acerca de ella.

4. La distribución de la comunidad se realiza por calles o manzanas. Cada investigador visita entre 10 y 15 familias en un lapso de 10 a 15 semanas. La visita tiene un tiempo estable y fijo de 15 a 30 minutos. Los investigadores visitan esas casas aunque no sean aceptados por la familia visitada, permaneciendo el tiempo establecido en el lugar o cerca de él, ya que lo que ofrecen es una relación emocional, es decir, su persona, su tiempo y comprensión de sus problemas.

5. Después de visitar la comunidad, los investigadores se reúnen con un tutor quien resuelve los problemas técnicos y prácticos que se presentan durante las visitas hechas a la comunidad.

6. De manera posterior, se reúnen con un supervisor previamente entrenado, quien trabaja sobre todo los problemas emocionales que enfrentan los investigadores como resultado de su visita a la comunidad.

7. La función de los visitantes (investigadores) es dar, y sólo reciben en la tutoría y supervisión.

Características del enfoque comunitario

  • Propone la prevención en tres niveles: primario, secundario y terciario.
  • Es un enfoque comprensivo, holista y sistemático que pretende una redistribución del poder y, en consecuencia, nuevas formas de liderazgo y de transacción entre los grupos humanos; un cambio social que, sin utilizar la violencia, busque el bienestar personal, grupal y comunitario mediante el establecimiento de la justicia y la igualdad; una reorganización y valoración de los propios recursos; una organización basada en la autodirección constructiva por parte de la comunidad, con el propósito de que ésta sea cada vez más capaz de tomar decisiones y de llevarlas a cabo sin depender de la intervención externa.
  • Es desprofesionalizante, es decir, trata de desarrollar las destrezas y habilidades de los miembros de la comunidad para el desempeño de actividades relevantes al sistema.
  • Es interdisciplinario.
  • Es concientizador y politizante, promueve la participación, responsabilidad y toma de conciencia de los individuos acerca de los condicionamientos externos e internos de la comunidad.
  • Utiliza los siguientes modelos de intervención: de salud mental, de ecología, de acción y organizativa.

Por otro lado, el desarrollo de las comunidades urbanas involucra determinadas fases o etapas, mismas que se presentan en el cuadro 18-2.

Fases en el desarrollo de comunidades urbanas

1. Creación de un sentido de cohesión social, con base en el vecindario y el estrechamiento de las relaciones grupales. 2. Aliento y estimulación de autoayuda mediante la iniciativa de los miembros de la comunidad.

3. Motivación por medio de agencias externas, cuando la iniciativa de autoayuda esté ausente.

4. Utilización de métodos persuasivos y no compulsivos para inducir los cambios necesarios en los esfuerzos de la gente.

Identificación y desarrollo del liderazgo local.

6. Desarrollo de la conciencia cívica y del consenso acerca de las responsabilidades ciudadanas.

7. Empleo de asistencia profesional y técnica para apoyar los esfuerzos de los miembros de la comunidad involucrados en el proyecto.

8. Coordinación con los servicios públicos para afrontar las necesidades y problemas del vecindario.

9. Proporcionar entrenamiento en procedimientos democráticos cuyo resultado sea la descentralización de algunas funciones gubernamentales.

OTROS ASPECTOS METODOLÓGICOS

La técnica psicocomunitaria involucra a los siguientes aspectos mecánicos u operativos:

  • Previa al enfrentamiento con la comunidad, se tiene una sesión de grupo con los investigadores, para que cada uno exprese su fantasía de lo que le sucederá a él durante su estancia en la comunidad, y que esté en relación con sus pobladores, por ejemplo, un aborto. • Se establecen ciertos controles, referidos a la no comunicación entre los investigadores, el horario fijo de permanencia en la comunidad, la duración de la exploración, el establecimiento del lugar donde se realizará ésta, el mantenimiento de una regla de abstinencia (no dar información a los observadores con respecto al motivo de su presencia dentro de la comunidad, pero sí establecer comunicación con ellos). • Reunión posterior, donde cada investigador informará acerca de su experiencia dentro de la comunidad.

El método a seguir es el de registrar la frecuencia en la aparición de un contenido, tanto en la fantasía como en el informe de la experiencia en la comunidad, su recurrencia y repetición. Sólo se consideran válidos el o los datos que aparezcan en todos o en la mayoría de los investigadores. La información se interpreta de acuerdo con los siguientes criterios:

  • Cuando la uniformidad en la aparición de un contenido ocurre en una fantasía previa al enfrentamiento con la comunidad, esta percepción fantaseada es un índice de las carencias de los individuos que componen el grupo de investigadores.
  • Esta percepción es también un índice de la distorsión que poseen respecto de la realidad de la comunidad, la cual les producirá una percepción parcial, selectiva o ambas, de donde se infiere que el proceso de la percepción está matizado por elementos subjetivos profundos.
  • Lo que aparece como común a todos los investigadores en el informe de su experiencia con la comunidad, está determinado en parte por la realidad física y social dada, y también por las carencias de los investigadores.

En conclusión, los aspectos teórico-prácticos más importantes de la teoría de Cueli son los siguientes:

  1. Las carencias individuales, que son casi las mismas para todos, pueden diferir en intensidad y tiempo de aparición; en el transcurso de la exploración esas carencias determinarán, o por lo menos matizarán la fantasía previa que se tiene de lo que se va a confrontar y, por tanto, distorsionarán, en mayor o menor cuantía, la percepción de la realidad.
  2. La incomunicación por parte de los investigadores arrojará datos acerca de la generalidad del sufrimiento de estas carencias y marcará los límites de error en la percepción de la realidad.
  3. Los horarios de presentación y el tiempo de estancia en la comunidad dan el marco de referencia realista a la investigación y permiten manejar de antemano la angustia de separación, tanto de la comunidad como de los investigadores, la cual se presentará al término de la misma.
  4. La regla de abstinencia tiene por objeto producir una regresión en la conducta de los investigadores que haga surgir la actuación de sus carencias o, por lo menos, su verbalización; esta regresión será una especie de proyección de sus carencias.
  5. La reunión posterior a la visita a la comunidad tiene como funciones primordial-les la recolección de datos, la posibilidad de permitir que los investigadores elaboren las confrontaciones con sus propias carencias y concienticen los afectos surgidos, señalar las indicaciones de lo que se realizará en la siguiente exploración, y determinar los efectos causados por el grupo de investigadores en los miembros de la comunidad.

Cualquier división de las ciencias resulta artificial; sin embargo, es útil adoptar alguna con propósitos definidos. Cueli acepta que las ciencias sociales tratan del comportamiento humano, a él se aproximan en forma directa la antropología, la sociología y la psicología; por lo regular éstas emplean técnicas afines, tales como cuestionarios, encuestas, entrevistas y otros, pero también cree en la importancia de buscar una delimitación más exacta en los propios puntos de vista de cada una de estas disciplinas.

Vida y milagros

Este adiós no maquilla un hasta luego,



este nunca no esconde un ojalá.

Estas cenizas no juegan con fuego,

este ciego no mira para atrás.

Ahórrate el acuse de recibo,

estas vísperas son las de después…



Joaquín Sabina.

Hoy es el último día de Octubre y comienza el largo festejo y remembranza de los muertos. Hace dos días que corre el aire frío y una luz dorada ilumina el ambiente. El campo sigue inesperadamente verde y cuajado como nunca de flores amarillas. El viento ha dejado a los volcanes envueltos en un aire transparente. Son días propicios para morir. Morir en un día hermoso. Morir en día de muertos. El campo hiere con tanta belleza. Una larga fila de hormigas rojas pasa cargando flores de colores y hojas despedazadas. Se preparan para el invierno. Apenas supe que llevan y guardan todas esas plantas porque en la humedad debajo de la tierra producen hongos, de los cuales se alimentan durante el invierno. ¿Cómo y de qué forma morirán las hormigas? ¿De viejas? ¿Las matarán las jóvenes hormigas cuando se vuelven inútiles? ¿Existirá la eutanasia en los hormigueros? ¿Qué hacen las otras hormigas con las hormigas muertas? Para ellas no hay doctrinas de ninguna iglesia que las haga bolas con respecto a sus restos. Dicen que todas las hormigas del mundo pesan lo mismo que todos los humanos. Yo no lo sé de cierto, me lo han dicho --dice nuestro poeta.



Mientras camino por el campo, una querida amiga combate a la muerte entrando y saliendo de los hospitales, indefensa ante el tratamiento de última generación que le recetan los doctores porque tiene un seguro de vida que lo puede pagar y ella está segura de querer seguir viviendo. Yo nunca he tenido un seguro de vida, no me interesa. Me quiero morir sana. Y si no, en caso de que sea cuestión de morirse para no dar molestias a los demás o sufrir en vano, buscaré la receta de la "Banda de las asesinas de las gotas" ¿Las recuerdan? Esas mujeres que mataron a los luchadores enanitos en un motel poniéndoles gotas oftálmicas en sus cubas libres. No pretendían matarlos, solo robarlos, pero quizás les falló la dosis debido a la corta estatura de sus clientes. En los periódicos se cuidaron de dar la dosis mortal para no dar ideas al respetable y no tan respetable lector que pretenda morirse la víspera.

Pero qué tema éste de la verdadera puerta falsa para un día tan emblemático, bello y respetado. La tradición de muertos es preciosa, y no te impacta realmente hasta que se te ha muerto alguien tan querido que te deja el corazón en los huesos. Las cenizas de mis padres están en el jardín que tan bien cuidó mi mamá, debajo de un árbol y rodeados de helechos y pensamientos. A ese lugar lo llenaron ayer de flores de cempasúchil y nubes las hijas de mi hermano. Son grandes seguidoras de la tradición de muertos. Por chat me llegó la foto de las dos sonriendo junto al rincón del jardín que para mí es sagrado, aunque no cuente con bendiciones oficiales. Hace siete años, mis hermanos y yo tomamos la decisión de que preferíamos tenerlos más cerca, ahí, en ese espacio junto a los columpios, donde hoy juegan los niños. Así lo hicimos porque ya todos éramos agnósticos. Nos pareció más cercano que ir a un panteón o a un nicho de ésos que se han puesto de moda en las iglesias y que son un espléndido negocio para alguien y señales de estatus para otros. ¿Hasta en la muerte tiene que haber clases?

Y ahora desde el Vaticano han salido con nuevas reglas para el destino de los restos o cenizas de los difuntos católicos. No entiendo el porqué de estas últimas disposiciones de la institución que suplió a la Santa Inquisición y que hoy se llama Congregación para la Doctrina de la Fe o Dicasterio Romano, cuyo fin es promover y tutelar la fe y la moral en todo el mundo católico, incluido el mundo de los difuntos. Han de meterse hasta con el polvo de los muertos. No contentos con tutelar en vida a sus feligreses, ahora también han de meterse con el polvo que eres y te has de convertir. Si Dios todo lo puede, qué más les da que unas cenizas estén en un jardín, o en el mar, o colocadas en la mesa de una sala acompañando a alguien cuando esté muy sola su soledad, si al final, dicen los geólogos, en cien millones de años, cuando la tierra ya esté tan fría como todos los muertos que en el mundo han sido, solo quedará de nuestro paso por la tierra, incluidas todas las magnas construcciones y las criptas de todos los tiempos, una capa geológica no mayor a 20 centímetros. No entiendo esa necesidad de controlar todo, si hasta el hijo de un Dios tuvo tumba prestada y la devolvió a los tres días para irse a volar por el universo. Las nuevas reglas para que los cuerpos de los fieles difuntos tengan derecho a ceremonia oficial, que por supuesto incluyen paquete de excepciones para acomodarlas a conveniencia, prohíben cosas que antes permitieron, ordenando que las cenizas o cuerpos de los muertos deben quedar en lugar consagrado, iglesias católicas o panteones, como si no todo el mundo fuera sagrado en su grandiosa belleza. Las nuevas normas también indican que no vale distribuir las cenizas en dos lugares distintos, ni muchos menos dejarlas en lugares como una montaña, un lago, un bosque, un río o el mar. Si soy agnóstica no debieran importarme tales designios, pero como dicen los que encuestan que el 85% de los mexicanos son católicos, me importa que enreden con más cosas a ese enorme y fiel universo de personas entre los cuales hay muchos que quiero. Los que ya dispusieron de cenizas o cuerpos de otra manera distinta a esta última disposición, se llenarán de congoja y crujir de dientes. Querrán ir a tratar de juntar las cenizas que quizás echaron en el mar caribe y que hoy forman parte de la arena de Cancún. Qué pesadez. Qué necedad. Mi abuelo materno perteneció a una gran familia liberal, católica y espiritista, o sea, esquizofrénica. Adelantados a su tiempo, todos fueron incinerados excepto mi abuelo, que se casó con mujer católica conservadora, que lo enterró en panteón consagrado aunque él era agnóstico. El que vive, manda. Una de sus hermanas, en cada velorio se llevaba una cucharadita de cenizas del difunto en turno, que al final fueron revueltas con las suyas. Si viviera ahora, tal dicha le sería negada y tendría que devolver lo que con tanta ilusión se llevó.

Divagar, eso es lo mío. Regreso al tema de que en ciertas circunstancias, a veces morir parece atractivo. Antes de que el deterioro nos alcance, antes de que no deseemos dar los besos que más calan, los que aún no hemos dado; antes de que ya no hablemos de sexo cuando salimos a comer con las amigas, antes de que empecemos a pensar que los jóvenes de hoy andan mal, antes de que se te muera el más querido de tus seres queridos . Antes de que estés, como decía la difunta madre de Gamés, hasta la coronilla.

Quizás a muchos en algún momento se nos ha hecho fácil pensar “sale, nos vamos, se acabó, que ya no le encuentro chiste al mundo”, y sin embargo, escucho a Sabina cantando más de cien palabras más de cien motivos, para no cortarse de un tajo las venas... y pienso en mis motivos: las manos largas de mi hija guisando con una perfección que aprendió de su abuela, mi otra hija saliendo a media noche a ver ofrendas a un panteón de acuerdo a su particular y versátil horario de vivir, los hijos de mi hijo y sus pupilas claras llenas de asombro ante el mundo, la burra que vive en mi casa salvada de la muerte prematura en un rastro , que se cree perro y que te sigue como tal. La perrita que me despierta en las mañanas lamiéndome la mano que sale de la colcha; el último libro que estoy leyendo, el próximo que leeré, todas las sonatas de piano que me faltan por escuchar, una conversación interminable y cómplice con mi hermana, la caja de herramienta de juguete que carga a perpetuidad mi nieto Pedro y el uniforme de fut bol que a sus dos años no se quita ni para dormir Mateo; no darles aún el disgusto de morirme a las personas que me quieren, ni el gusto de hacerlo a quienes les caigo fatal. Vivir para contar que nuestro país mejoró en todos sentidos aunque muchos lo duden. Ver la luna más grande del año hace dos semanas, el contar los huevos que hoy pusieron las gallinas, el éxodo de obscuras golondrinas que llegan a mi ventana puntualmente, cada año. El saber que alguien te prestará cuando menos lo esperas una pluma mágica de tinta invisible con la que escribirás palabras innombrables que nadie verá nunca. La dicha de tener hijos razonablemente felices, el rincón incondicional de una mesa en la que se sientan mis amigas, las inesperadas lluvias de noviembre, la sola idea de que no ganen siempre los mismos, los acuerdos silenciosos a los que de repente llego con quienes vivo. El saber que tenemos la canción de Sabina que nombra motivos raros e inocentes: tenemos zapatos, orgullo, presente, amores que matan, la lengua, los dientes, los pies en el barrio y el grito en el cielo. Y siempre, el recurso de la risa, la risa interminable, el don de la risa que nos hace saber y sentir que aún estamos vivos.

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Hay mentes obtusas… y jueces, y ministerios públicos, y curas, y policías. Y también periodistas.

Y primero que nadie, legisladores. Y tras de todos ellos los moralistas y ese transtorno que provoca el miedo al cambio.

Unos y otros contribuyen al absurdo de una guerra que paraliza que tiene sometido al país por su resistencia obtusa a la legalización de la marihuana.

Voy al diccionario en busca de nuestra perdicion: obtuso igual a tardo, lerdo, corto, torpe, zafio, zote, cerril, necio, rudo, eso y más ante la cotidiana repetición de nuestra caída en el abismo que provoca la prohibición de la marihuana en México.



Y luego regreso a la historia de unos intrépidos cocineros:

Ayer en cualquier esquina del centro histórico, dice el redactor que ha manejado el boletín de la Procuraduría, unos polis interceptan a tres personas. Así lo dirá su parte:

“Al marcarles el alto se realizó una revisión preventiva a sus pertenencias, y se les hallaron 113 pasteles elaborados a base de hierba verde con las características propias de la marihuana. Las personas aseguradas manifestaron que pretendían comercializar todas las piezas.”

113 pastelitos marihuanos. Y a la cárcel por no sé cuántos años.

Cuando en Estados Unidos este próximo diciembre la marihuana estará legalizada en todo el territorio norteamericano. Cuando en Colorado ya han logrado hacer un ahorro de ese comercio por 140 millones de dólares que aplicarán en vivienda para homeless.



Mientras en México sostenemos una guerra irremediablemte perdida y que en las cuentas ya se acerca a la quinta parte de todos los muertos que la historia oficial dice ocurrieron en los diez años de guerras civiles que en esta década nuestra cumplen un centenario.

La nota en e-consulta no dice nada más que lo de siempre y que el mismo redactor tanscribe sin el menor asomo de indignación por el futuro de esos ahora tristes reposteros:

“En razón de lo anterior y ante la comisión de un hecho constitutivo de delito, las tres personas quedaron a disposición de las autoridades correspondientes para determinar su situación jurídica”



Recojo en el archivo de Mundo Nuestro la voz del antropólogo norteamericano Wade Davis, un hombre que ha visto durante décadas la tragedia de la guerra del narco en Colombia:

“La prohibición es el acto de locura humana más grande de la historia. Deberían legalizarlas. Debo decir que comparar coca con cocaína es como comparar la fruta de un durazno con el veneno que se encuentra en su semilla. La cocaína es un anestésico muy útil. Creo que no hay tal cosa como drogas buenas y malas, sino buenas y malas formas de usarlas… Es un acto de lucura y me refiero a los 30.000 millones de dólares que todos los años se gasta Estados Unidos en esta guerra mientras aumenta cada vez más el consumo. Y es que jamás me he encontrado con alguien cuya decisión de consumir o no haya tenido que ver con que se trate de sustancias ilegales. Sospecho que si las drogas fueran legalizadas, el aumento en el consumo sería mínimo. Cualesquiera que sean los riesgos de la legalización, estos terminan siendo triviales si se comparan con las consecuencias de la prohibición. Esta ha creado hábitos de consumo en Europa y Estados Unidos que han destruido la democracia colombiana, una de las más fuertes y admirables de América Latina. Ha llevado a que en California se gaste más plata en cárceles que en universidades.”

Por eso han dado este vuelco los gringos.

En contra de eso en México seguimos siendo estúpida, criminalmente, trágicamente obtusos.