Poder y Política

Mundo Nuestro

PEN Internacional llama al gobierno de México a detener la constante estigmatización y sanciones desproporcionadas a medios de comunicación, acciones que promueven el silencio, la parcialidad y limitan el libre ejercicio de la libre expresión y el derecho a la información, y expresa su preocupación por la resolución de la Secretaría de la Función Pública en contra de la Revista Nexos y de su editorial de libros Cal y arena.

El 20 de agosto de 2020, el Diario Oficial de la Federación, publicó la resolución de la Secretaría de la Función Pública (SFP). Dicha resolución inhabilita a la revista para celebrar contrato alguno en materia de publicidad oficial y aplicó una multa de $999,440 pesos mexicanos. PEN Internacional se suma a la postura de organizaciones como ARTICLE 19 que llaman al gobierno a aclarar dicha sanción.



De acuerdo con un comunicado publicado por el Gobierno de México, la revista violó la ley al presentar información falsa para lograr un contrato por adjudicación directa en una campaña institucional del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en 2018. El contrato celebrado entre el gobierno y la revista fue por una suma de 66 mil pesos en concepto de publicidad, sin embargo, la multa impuesta asciende a más de 1350%, supuestamente porque dicha sanción están ligadas a todas las adjudicaciones directas que ha tenido la revista con la administración pasada.

Según un comunicado publicado por la redacción de Nexos, “la revista presentó los comprobantes de todos los pagos y demostró que nunca existió un adeudo. Antes se nos pidió aclarar y se aclaró, pero ahora se acusó abiertamente de actuar con dolo e intención de defraudar, cosa que es absolutamente falsa”.

Estas sanciones se dan en un contexto hostil para el periodismo en México, después de una serie de confrontaciones y descalificaciones del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y altos funcionarios públicos hacia periodistas y medios de comunicación. En varias ocasiones, PEN ha señalado que tanto los funcionarios como el mandatario mexicano deben respetar el libre ejercicio del periodismo y el pleno ejercicio de todo ciudadano de tener acceso a información, más aún en uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo. De igual manera, deben respetar las posturas editoriales, las investigaciones, así como la crítica a su administración.

El 20 de agosto de 2020, la revista publicó un comunicado como respuesta la sanción, en el que se comenta que “Nexos ha sido durante cuarenta y dos años una revista independiente y crítica. Su trabajo es reconocido dentro y fuera del país, y por los millones de lectores que acuden a su edición impresa y a su sitio electrónico todos los días. Es la revista decana de la crítica social y cultural de México. La sanción que Nexos recibe ahora es sintomática de la atmósfera de hostilidad contra los medios críticos que impera en el gobierno. No es un hecho aislado, es una señal más de la intolerancia oficial a la crítica, al pensamiento distinto, a la diversidad de opiniones, en última instancia, a la libertad de expresión”.

A lo largo de esas décadas, Nexos ha representado una tribuna para los diálogos y las diatribas, para fortalecer una democracia desde el pensamiento, la literatura, la crítica y el periodismo de fondo, que pocas veces encuentra un lugar sin otro interés más que el de sumar a la discusión de un país en constante cambio social y político. Sus páginas han estado abiertas a las plumas más diversas; ha dado cabida de igual manera a los pensamientos más diversos y contrarios. Nexos forma parte medular de la vida intelectual, política y cultural del México actual, cuartar su libertad significa cuartar el derecho de miles de mexicanos para acceder a la cultura, a la crítica y al pensamiento.



Recordamos al Estado Mexicano que más del 90% de los asesinatos a periodistas están impunes. La primera prioridad de las instituciones federales no debe ser otra que la búsqueda de los asesinos de más de cien periodistas asesinados por su labor informativa, y defender la libertad de expresión.

PEN Internacional hace un urgente llamado al Gobierno de México a:

• Detener el hostigamiento, la estigmatización y las descalificaciones de todo tipo a periodistas y medios críticos con el gobierno actual.



• Evitar todos aquellos procedimientos que condicionen la libertad de expresión o la difusión de información.

• Evitar los procesos que deriven en una censura indirecta a medios de comunicación.

• Respetar los acuerdos internacionales, ratificados por el Estado Mexicano, como lo son la Declaración Universal de Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, en los que se incluye el respeto al derecho de la libertad de expresión.

Día con día

El país en que estamos



Corre el tiempo, vuela y va ligero, y no volverá. Esto dice Cervantes en algún pasaje de El Quijote. Recuerdo esas palabras porque las puso José Emilio Pacheco como epígrafe en uno de sus felices libros de poesía, Irás y no volverás, aunque le hubieran venido muy bien también al otro, No me preguntes cómo pasa el tiempo, más misterioso y quizá más a tono con la perplejidad que rige nuestros días, desde el inicio de la pandemia.

Por mi parte, he caído en la cuenta de lo rápido, y lo decisivamente, que corren nuestros días, mientras preparaba una charla para unos amigos, que ofreceré mañana en una red de Zoom privada con el título de esta columna: El país en que estamos.

Llevo muchos años dando una conferencia llamada “El momento de México”, un esquema analítico que lleno cada vez con los hechos y los datos frescos de la coyuntura en la que estoy hablando, de modo que cada “momento de México” va siendo siempre parecido y distinto al anterior.



No esta vez. La actualización de cifras y hechos para la mencionada charla de mañana ha sido como un shock.



La última actualización completa del momento mexicano que había hecho para una conferencia era del 11 de marzo de 2020; ahora tengo una de principios de septiembre, ambas con la minería de datos invaluable de Juan Pablo García Moreno.

La primera impresión que ofrece la comparación entre ambos momentos es que el país de septiembre es muy distinto del de marzo.

El cambio sufrido por el país en estos meses, en todos los órdenes, apenas puede exagerarse. No se exagera mucho, en realidad, si se dice que, respecto del país que éramos en marzo de este año, somos otro país.

El tamaño del cambio es enorme, pero no en el sentido de la transformación prometida por el gobierno, sino en el sentido de que perdimos el país en tantos sentidos impresentables que teníamos y tenemos ahora un país peor, más pobre, más mal gobernado, con menos respuestas a sus problemas que el país que teníamos al comenzar el año.

Economía y sociedad

El año 2020 empezó mal para México. Las expectativas económicas eran bajas. El Banco de México anticipaba un crecimiento de 0.5 a 1.0 por ciento. El Banco Mundial, de 2.0 por ciento. El Fondo Monetario Internacional, de 1. 3 por ciento. La OCDE, de 1.2 por ciento. Y la secretaría de Hacienda, de 2 por ciento.

A mediados del año, la economía de cifras bajas esperada había dejado su lugar al cuadro de una economía rota, de un país distinto.

Para ese momento, el decrecimiento esperado de la economía era, según el Banco de México, de entre -8.8 y -12.8 por ciento. Según el Banco Mundial, de -7.5. Según el Fondo Monetario Internacional, de -10.5. Según la OCDE, de entre -7.4 y -8.6 por ciento. Y según Hacienda, de -7.4 por ciento.

Al fin del primer semestre de 2020, el valor del producto interno bruto de México había retrocedido 10 años. Era igual al de finales de 2010.

Las expectativas de recuperación mexicana estaban entre las peores del mundo. A mediados de agosto, la revista The Economist hizo un cálculo comparativo de cuánto tardarían los países en volver a su nivel económico de 2019.

México ocupaba uno de los últimos lugares. Nuestra economía volverá a 2019 hasta mediados de 2025. Pemex, la empresa que el gobierno quiere devolver a su condición de gran productora de petróleo, perdió en los primeros seis meses del año 607 mil millones de pesos, equivalentes al 3.3 por ciento del producto interno bruto.

Las consecuencias sociales de la contracción económica descrita dibujan un país radicalmente distinto al de principios de año.

Para agosto, se habían perdido 945 mil empleos formales, pero el impacto sobre el conjunto de la sociedad era mucho más profundo.

La población en pobreza extrema podría aumentar en lo que resta del año en 10 millones 700 mil personas. Y 2020 podría hundir en la pobreza a 9 millones 800 personas que no tenían esa condición

El país de principios de año solo se mantenía estable en su promedio de homicidios: 27.8 por 100 mil habitantes, 56 mil 682 acumulados en año y medio de gobierno.

El país maltrecho de principios de 2020 había dejado su lugar al país catastrófico en que estamos.

La pandemia

El 23 de abril de 2020, el subsecretario de Salud López-Gatell, vocero oficial de la pandemia en México, dijo que esta le costaría a México entre 6 y 8 mil muertos.

El 4 de junio siguiente, cambió sus cifras. Dijo que un número “plausible” de muertes sería de entre 30 y 35 mil. Ese mismo día añadió que un escenario “catastrófico” sería llegar a 60 mil muertes.

El número de muertos acumulados anteayer, lunes, era de 67 mil 781. No uso estas cifras para exhibir los fallos numéricos del subsecretario, sino para mostrar hasta qué punto el gobierno mexicano ha desconocido, desde sus fases iniciales, el tamaño del problema nacional al que se enfrenta.

La realidad ha corregido dramáticamente los pronósticos oficiales porque los pronósticos estaban lejos de la realidad. Ahora, la autoridad ha dejado de hacer pronósticos numéricos pero la realidad sigue corrigiéndola dramáticamente.

Cuando hace unas semanas la Secretaría de Salud empezó a dar información sobre los muertos excedentes del año, es decir, las muertes que rebasan los números registrados del año anterior, apareció en toda su crudeza la posibilidad de que la cuenta oficial de muertos por covid-19 sea mucho menor que la real.

Porque la cuenta de muertes excedentes de 2020 ha resultado muy alta y solo puede explicarse por un acontecimiento catastrófico inesperado, como el covid-19.

A partir de los muertos excedentes reportados por la propia Secretaría de Salud, se ha generalizado entre epidemiólogos y estadísticos la certeza de un enorme subregistro de defunciones.

Con los datos de muertes excedentes de Ciudad de México se llega a una cifra 3.8 veces mayor de la oficial: más de 31 mil muertos. Con los datos de muertes excedentes reportadas por 20 estados de la república, se llega a un número de muertos 2.7 veces mayor al reconocido oficialmente: cerca de 183 mil.

La mala política seguida ante la pandemia ha alargado la crisis económica. En lugar de los tres o cuatro meses que tomó en otros países contener la enfermedad y abrir la economía, en México tomará nueve o 10, lo cual agravará la crisis económica y social que ha cambiado para mal, por muchos años, el país en que estamos.

El ‘shock’

Creo que el país está en shock, aturdido por la rapidez de su doble crisis sanitaria y económica.

El actor que debió responder a tiempo a ambas, el Estado, respondió mal a las dos.

No imitó los buenos ejemplos internacionales que había para contener la pandemia. Tomó su propio camino de no hacer nada, sino esperar el contagio masivo que conduciría a la “inmunidad del rebaño”.

No hubo aquí ni pruebas masivas de infectados, ni su aislamiento radical, ni el seguimiento de sus posibles contactos infecciosos, ni políticas obligatorias de distancia social.

Hubo desdén por los riesgos del fenómeno, trivialidad en el discurso público, negación de la gravedad de lo que se venía. Hasta la fecha, el Presidente no usa cubrebocas.

La inacción frente a la crisis económica, siamesa de la pandemia, fue igualmente desencaminada. Tampoco en esto México tomó ejemplo de países que atacaron el problema inyectando grandes cantidades de dinero público para preservar empleos, empresas, y capacidad de consumo mientras la pandemia pasaba.

Según el Inegi, de todas las empresas registradas en México, solo 7.8 por ciento recibieron algún apoyo en la emergencia, fuesen créditos a la palabra que repartió el gobierno, aplazamiento de pagos en créditos o apoyos fiscales.

La mortandad de empleos y empresas ha sido enorme. La población en pobreza extrema podría pasar de 21 millones de personas en 2018 a 31 millones al terminar 2020.

Según cifras de la Secretaría de Hacienda, los nuevos programas sociales del gobierno, destinados a atender primero a los pobres, tienen solo 16 millones de beneficiarios. Les faltaría otro tanto para cubrir solo a los pobres extremos.

Lo mismo que el país, el gobierno entró en shock. Actuó frente a la emergencia como si esta no existiera o como si fuera a resolverse sola.

El presupuesto enviado ayer al Congreso es un perfecto reflejo del shock de inacción del gobierno. Se trata de un presupuesto básicamente igual al de este año, como si nada hubiera que enfrentar o corregir en el daño nacional que deje la tragedia de 2020.

Un presupuesto normal para un país que es casi pura anomalía.

El gobierno

A estas alturas está claro que el gobierno no ha dado una respuesta satisfactoria ni a la crisis de salud ni a la crisis económica. El gobierno federal ha jugado en ambas a la no intervención del Estado, en la lógica del Estado mínimo.

Pero el proyecto del actual gobierno es el de un Estado máximo, el de un gobierno capaz de cambiarlo todo, reiniciar y transformar la historia.

La suya es una utopía regresiva, como he dicho muchas veces utilizando una expresión de Fernando Henrique Cardoso y como ha dicho 100 veces el presidente López Obrador cuando habla de echar abajo 35 años de historia neoliberal y empezar de nuevo.

Lo que vemos a dos años de ejercicio del poder es que el gobierno sigue empeñado en esa utopía, pero sus resultados concretos en ese rumbo han sido pobres, por decir lo menos.

El azar de la historia lo ha puesto frente a retos que no esperaba y que no ha podido manejar. El resultado neto es un gobierno que no tiene respuestas fundamentales para los problemas fundamentales que aquejan al país: la crisis económica, la crisis sanitaria, la crisis de inseguridad y la crisis de finanzas públicas que anticipa el presupuesto presentado anteayer.

El presupuesto habla de un gobierno que atiende a su proyecto antes que atender a su país. No responde a los problemas que la realidad le plantea, sino a las prioridades del cambio con que sueña; no a lo que piden los hechos, sino a lo que le mandan sus ilusiones de cambio, las prioridades de la transformación histórica en que está empeñado.

Tenemos un gobierno empeñado en destruir lo que recibió sin haber construido nada a cambio. Un gobierno que sueña con hacer historia al que la historia del momento se le escapa de las manos, que predica un cambio deseable muy distinto del terrible cambio que el país vive bajo su mando.

Tenemos un gobierno que habla mucho y hace poco, zarandeado además por las adversidades inesperadas de la historia. Un gobierno se podría decir con mala suerte, dicho esto en el mismo sentido que se dice en el futbol: portero sin suerte no es portero.

Testimonios de mujeres indígenas defensoras de su territorio y la vida

“Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo”. Eduardo Galeano

¡Basta ya de mendigar justicia! Sra. Yesenia Martínez. madre de joven víctima de feminicidio

Gerardo Pérez Muñoz.



El pasado 5 de Septiembre se conmemoró el Día de las Mujeres Indígenas. A través del presente artículo, queremos hacerles un pequeño reconocimiento a mujeres poblanas en su mayoría indígenas, que han dedicado sus días, noches, desvelos y esfuerzos y su vida a la defensa de su cultura, de su territorio; a la defensa de los derechos humanos de las y los más pobres de este estado y país.

A todas ellas, mi reconocimiento y agradecimiento por su apoyo.



Griselda Tirado Evangelio, dirigente totonaca

Griselda Tirado Evangelio era una mujer espigada que a lo lejos se distinguía. Gricelda nació en 1967 en Huahuetla, Pue. Fue cobardemente asesinada a las puertas de su domicilio una madrugada del 6 de agosto de 2003, hace 17 años. Crimen que nunca ha sido clara y debidamente aclarado yque a deja más dudas que certezas.

El gobierno de Melquiades Morales llegó a mencionar que el crimen de Griselda fue un crimen "pasional", e incluso detuvieron y presentaron a un hombre y una mujer como autores material e intelectuales del mismo.



Griselda fue defensora de los derechos de los pueblos indígenas, en particular, del pueblo totonaco. Participó en la organización y conformación de la Organización Independiente Totonaca, organización de la que fue asesora hasta su muerte y al momento de su asesinato, era una fuerte carta para ocupar la presidencia municipal de su natal Huehuetla, Pue.

Fue fundadora y asesora del Centro de Estudios Superiores Indígenas "Kgoyom". Centro que, hasta la fecha, continúa.

En junio de 2003, participó, junto con otros compañeros, en la realización del Primer Foro Estatal de Derechos Humanos que se llevó a cabo en Xicotepec de Juárez, Pue. En el cuál, reivindicó el derecho de los pueblos originarios a la autodeterminación.

El 25 de octubre de 1996, se publicó en el Periódico Oficial del Estado y estando al frente de la presidencia municipal de Huehuetla el compañero Pedro Rodríguez Vega, el “Bando de policía y buen gobierno del municipio de Huehuetla”. En dicho bando, se reconocía al municipio de Huehuetla como un municipio pluriétnico y pluricultural, pero también y quizá lo más importante, se reconocían a las lenguas Totonacas y castellana, con el mismo estatus jurídico, es decir, eran lenguas oficiales en el territorio de Huehuetla. El bando se publicó prácticamente diez años antes de que se emitiera la Ley de Derechos Lingüísticos con su cauda de burocracia en el INALI.

Ha sido y es hasta ahora, si no me equivoco, el único municipio con dicho bando a pesar de que actualmente el gobierno del Estado y múltiples municipios con población indígena, son gobernados por las fuerzas de la “izquierda y progresistas”.

En la elaboración y redacción del bando por supuesto que Griselda estuvo involucrada. Siempre se le veía con disposición de colaborar y trabajar y algo que me llamó la atención de ella, a pesar de estos logros, jamás la vi hacer aspaviento alguno de sus conocimientos o triunfos.

Participó como consejera electoral en dónde dio una gran batalla por hacer efectivo el derecho al voto de las comunidades indígenas y campesinas. 2002, fue presienta de la Comisión Distrital II del IFE con cabecera en Zacatlán. Como consejera electoral, luchó y pugnó por la plena ciudadanización de los procesos electorales y documentar y denunciar los fraudes electorales y el uso inhumano e inescrupuloso de los programas sociales

A diferencia de lo que regularmente se piensa, las defensoras de los derechos humanos, de los derechos de los pueblos originarios o el territorio, son personas preparadas académicamente, o bien, se preparan fuera de las aulas. En el caso de Griselda, ella estudió Derecho y su maestría en Ciencias políticas en la BUAP.

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Concepción Hernández Méndez, la abogada del pueblo

Conchita, como coloquial y cariñosamente la conocemos, actualmente vive en Tehuacán. Lleva a cuestas con mucha dignidad y orgullo sus 72 años y su gran experiencia de la vida. Conchita procreó a dos hijos, una hija y un hijo que, dice "son mi orgullo, aunque también a veces mi dolor de cabeza." Inti y Martín, ambos también, comprometidos con la defensa del territorio, los derechos laborales y humanos y de la cultura. Inti es autora de la puesta en escena de la obra, “Los monólogos de la maquila" y Martín cuando no está metido de defensor, es escritor y buen escritor.

Conchita nació en Tehuacán y dice muy orgullosamente ser hija de migrantes oaxaqueños de la Mixteca.

En sus años mozos recorrió varias escuelas de la Universidad Autónoma de Puebla, entre otras, Derecho y Filosofía, sin, dice, buen rendimiento en ellas, por estar embarazada y su cabeza no le daba para entender a Hegel, ni a Spinoza. Terminó derecho sin pena ni gloria y decidió olvidar esos "aburridos estudios." Los pocos casos en los que intervino con tal de aprender le dejaron muy mal sabor de boca, como el hecho de embargar a algún deudor o echar de su vivienda a una familia cuyo jefe no podía pagar la renta o ayudar a liberar a gente de toda laya, como uno de sus paisanos que había quemado a su esposa. Al no tener satisfacción alguna, se dedicó a la docencia un tiempo, desanimada al final de que a sus alumnos la lógica y la ética no les interesaban para nada. En aquella época, Conchita vivía en Puebla y trabajaba en Tlaxcala, se inscribió como alumna de antropología en la ENAH, yendo a clases a México todas las tardes. Al terminar este viacrucis y sacrificio, solicitó trabajo y terminó yéndose a trabajar a Las Margaritas Chiapas, al Centro Coordinador Indigenista. Menciona que lo rico de ese tiempo fue que conoció la vida real de las comunidades, el sufrimiento de los refugiados guatemaltecos y, sobre todo, las injusticias de que eran víctima los tojolabales, así que ahí se "reconcilio" con el derecho y pensó que podía dar a conocer a la gente sus derechos y defenderla.

De las Margaritas fue a dar a Huayacocotla, Veracruz, donde la condujo un compañero del Centro Coordinador Indigenista.

Huaya fue para ella, otra realidad; una sierra húmeda, lluviosa todo el tiempo, fría, inhóspita, pero ahí había que estar puea había una banda de ladrones de ganado que también asesinaba a muchas de sus víctimas. En Huaya estaban también dos amigos que habían estado en Chiapas y ellos, más el sacerdote de esta parroquia y los jesuitas que tenían a su cargo la radiodifusora, decidieron que documentar todos los casos de violencia delincuencial que habían hecho que se desplazaran de sus comunidades unas docenas de personas, otomíes la mayoría. Así que ahí emprendió un caminar por infinitos y enormes cerros lluviosos para ir al encuentro de los otomíes y también mestizos campesinos que tantas desgracias sufrían, como un señor, relata Conchita, de apellido Guzmán, al que una noche le robaron todas sus cabezas de ganado: 24. Las comunidades de este sur de la huasteca de Veracruz tenían pocos habitantes, no tenían más caminos que las brechas que recorrían a pie o a caballo, para ir a Huaya que es la cabecera distrital, debían caminar unas 12 horas, así que muchas personas se aguantaban los atropellos. Con todas las dificultades y el apoyo del director de Centro Coordinador que fue uno de sus compañeros que estuvo antes en Chiapas de nombre Francisco Pancardo Escudero, pudieron contar con un camión de redilas para viajar a la capital del estado: Xalapa, para ir a denunciar a los maleantes que a veces en un día mataban a dos personas o más. Luego de tres años, ya convencido el gobierno de estado de la necesidad de actuar, fue capturado y sometido a proceso el jefe de la banda, condenado a no tantos años de prisión, pero él, sus familiares y sus cómplices, tuvieron que dejar en paz a las comunidades. Las tierras de estas personas, que eran ejidales, estaban acaparadas por unos cuantos que habían convertido a los otomíes en simples peones de ellos. Ahí empezamos otra lucha por la recuperación de tierras en un país cuya burocracia agraria había dejó sin ejecutar cientos de mandamientos gubernamentales de dotación o restitución, mismos que no habían llegado a materializarse en la entrega de las tierras. Se dedicó con su equipo y una amiga de Xalapa, la Lic. Rosario Huerta Lara, a gestionar el cumplimiento de la Resolución Presidencial del ejido Amaxac. Resolución dictada en 1934, pendiente de cumplirse a fines de los años 80. Logró no sola desde luego, que se hiciera esa entrega de tierras en el año 1991. El gobierno del Estado de Veracruz participó en pagarle a los acaparadores los terrenos usurpados para restituírselos a los otomíes. “Para mí, esto fue un gran logro de mi vida”, dice Conchita. Un testimonio quedó en el documental La Abogada del Pueblo. En sus largo y ancho caminar por veredas, cerros y arroyos, Conchita se dio tiempo para aprender las lenguas nahua y ñhañhu.

En 2016, el cineasta Alan Villarreal, estrena el video, la Abogada del Pueblo, como un justo reconocimiento a la gran labor de Conchita y su trabajo, y en especial a su lucha en la defensa de indígena Zózimo Hernández Ramírez.

Doña Enedina Rosas Vélez, presa política de Moreno Valle

“Ellos, los licenciados, no piensan en la gente. No les interesan los niños. No comprenden a la gente mexicana. Sólo ven por sus negociazos y creen que con dinero todo lo pueden conseguir.”

““Si voy a salir de aquí será con la frente en alto”. Doña Enedina Rosas Vélez.

Doña Enedina, a sus casi 64 años, parece un roble. Es una mujer muy bien plantada en la tierra. Mujer de pocas y directas palabras. Pocas veces se da la licencia de reír, sin embargo, tiene un rostro dulce y transmite paz y firmeza.

Doña Enedina nació en la comunidad nahua-campesina de San Felipe Xonaxayucan, municipio de Atlixco, Pue.

Estudio hasta el tercer año de primaria y desde que tiene uso de razón se ha dedicado a las labores del campo, sembrando y cosechando maíz, chile, frijol y alfalfa. Enedina Rosas es viuda desde los 40 años. Sola sacó adelante a su familia,

Durante el gobierno del déspota Rafael Moreno Valle, Doña Enedina le tocó la suerte-quizá, muy mala suerte-de ser la presidenta del comisariado ejidal de Xonaxayucan. Cuenta que desde el año 2012, se escuchaban rumores de que por sus comunidades iba a pasar algo, sin saber a ciencia que era ese algo.

El acoso. Cuenta que primeramente los licenciados de la CFE fueron a su casa y querían que les firmara unos papeles, autorizando que hicieran sus obras en el ejido. A lo que ella les contestó que “no tenía facultad para autorizar nada, pues por ley la asamblea ejidal tiene que aprobarlo.”

Cuenta, con una voz pausada pero firme, que una vez la llevaron a Casa Aguayo y en otras ocasiones, a las oficinas de la Procuraduría Agraria para presionarla a firmar. “Y dale y dale con que firme el permiso.”

El domingo seis de abril del 2014, y después de salir de una asamblea de Comisariados Ejidales que se llevó a cabo en San José Teruel, en medio del campo, Doña Enedina se vio rodeada por policías fuertemente armados como si fuera una persona peligrosa, fue detenida. Iniciaba el viacrucis de las y los defensores de la tierra y el territorio a manos del Judas que gobernaba Puebla. Dice Doña Enedina que la aprehendieron “peor que a un delincuente”.

Los delitos que le imputaron a Doña Enedina, gracias a la orden girada por el juez de Atlixco Elmo Mayoral, fueron: obstrucción a la construcción de obra pública y el presunto robo de dos celulares, denunciado por uno de los empleados de la compañía constructora Bonatti. Éste último cargo, un verdadero absurdo y un atentado a la inteligencia.

Es importante mencionar que el ejido de Xonaxayucan está ubicado dentro del perímetro de la zona de riesgo volcán, y está en las faldas del Popocatépetl. Eran los tiempos de la borrachera neoliberal, de vino y rosas y el derroche de la corrupción del gobierno de Peña Nieto y su Pacto por México y sus reformas estructurales. Felices, los gobernadores de Puebla y Morelos: Rafael Moreno Valle y Graco Ramírez y por supuesto, el ex director de la CFE, Enrique Ochoa Reza.

En su estancia en la cárcel siempre se mantuvo de pie y firme, pensando que “si voy a salir de aquí será con la frente en alto” y también pensando que “mientras no me maten, yo estaré bien”.

Cuenta su hija Lucina y la propia Doña Enedina, que en la cárcel empezó a tener una grave y profunda depresión, misma que no fue atendida y que duró un poco más de un año para desvanecerse.

Actualmente, Doña Enedina ha vuelto a sus quehaceres de siempre, a sus labores del campo, pero con la firmeza de que volvería a defender su territorio, su comunidad.

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Doña Claudia Rojas Hernández, la mujer que venció al gober precioso y a OHL

Doña Claudia nació y creció en la comunidad nahua del vecino estado de Tlaxcala, es específico, en la comunidad d Tlaltepango, Tlax. Y es hablante del nahua.

Estudió en la Facultad de Ciencias Químicas en la Universidad Autónoma de Puebla y por diversos motivos no pudo terminar su carrera. Su vida estaba en otra parte.

Doña Claudia menciona que el lugar geográfico y social en que nació le dio la oportunidad de mirar los problemas sociales desde abajo, pues desde sus años de juventud, su posición siempre fue de lucha por los derechos de la “clase baja.” Su mayor participación social se dio por un periodo de 6 a 7 años, iniciando en el 2008 y duro hasta el 2015 aproximadamente. Lo anterior fue a consecuencia de cuando la empresa constructora española OHL pretendió la construcción de un magno proyecto, que incluía autopista y centros comerciales. Proyecto que fue aprobado por el entonces gobernador de puebla y hoy prófugo de la justicia, Mario Marín Torres, el cual le dio a la empresa OHL la concesión de los derechos exclusivos de construcción y operación por un periodo de 30 años

Dicha autopista consistía, entre otras cosas, pasar por más de 30 comunidades rural de alta y muy alta marginación de la zona norte de Puebla y la zona sur de Tlaxcala, afectando terrenos de cultivo, zonas verdes y mantos acuíferos de la zona.

Dicho proyecto obligó a los vecinos y ciudadanos a crear una organización denominada Frente de pueblos en defensa de la tierra y agua región Malinche, conformado por un buen número de hombres y mujeres dueños de las tierras presuntamente afectadas, destacando la participación de las mujeres mayormente Indígenas, campesinas, amas de casa, con un nivel educativo bajo pero con la sabiduría de siglos transmitida de generación en generación y sabedoras de la importancia de defender la tierra y el agua.

Durante los años de lucha que fueron constantes y agotadores, buscaron siempre y recibieron la ayuda de diferentes organizaciones sociales, universitarias, así como personas con experiencia en la defensa del territorio.

En la lucha se enfrentaron a diversos obstáculos físicos y morales de parte del gobierno y la empresa española interesa en realizar dicho proyecto.

Sufrieron acoso, mentiras, persecución, amenazas de muerte, extorción de los líderes del movimiento, así como de familias afectadas con la promesa de un pago mayor al originalmente presentado (cuyo pago era de 3 pesos por metro cuadrado de tierra). Doña Claudia destaca un evento en particular que se suscitó mientras se encontraba al frente de las decisiones del movimiento. La detonación de un artefacto explosivo al frente de su domicilio. Artefacto que atento contra la integridad física de varias personas, debido a que se trata de una tienda de abarrotes comunitaria.

Actualmente Doña Claudia se encuentra trabajando de la mano de diversas mujeres campesinas, y con el apoyo de la Facultad de Economía de la BUAP y del IPN, en un proyecto agroecológico en terrenos que ocuparía dicha autopista, con la finalidad de seguir defendiendo y cuidando la tierra buscando la soberanía alimentaria, para tratar de salir del sistema dominante del depredador consumo capitalista.

Doña Claudia y su compañero David, han sido y son miembros de la Asamblea Nacional de Afectados Ambientales y participaron en algunas audiencias durante el Tribunal Permanente de los Pueblos-capítulo México.

Menciona que tiene la mejor disposición de transmitir los conocimientos adquiridos, a comunidades, mujeres, hombres y todo aquel interesado en cuidar y defender la tierra y el agua, con el fin de buscar una vida digna para todos.

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Doña Elia Tamayo, el rostro de coraje y la dignidad

Doña Elia Tamayo es una mujer menuda, de ocupación campesina, oriunda de una comunidad de origen nahua, San Bernardino Chalchihuapan. Casi siempre se le ve con una expresión y rostro adusto, duro; pocas veces se da el lujo de sonreír. No es para menos pues como se recordará, hace seis años su hijo de trece años de nombre José Luis Alberto Tehuatlie fue asesinado por una bala de goma durante la represión del gobierno del estado contra los habitantes de San Bernardino Chalchihuapan. Fue el tiempo del represor y megalómano Moreno Valle y la aplicación de la Ley Bala. Desde entonces, la vida de Doña Elia ha cambiado y se ha convertido, sin saberlo o decirlo, en una defensora de derechos humanos, en especial, de los derechos de los niños.

Actualmente Doña Elia espera que se reabra el caso y se castigue a los culpables de la muerte de José Luis: Víctor Carrancá B., ex Fiscal del Estado, y Facundo Rosas, ex Secretario de Seguridad Pública. Pero Doña Elia también está esperando que se disculpen con ella aquellos periodistas que la ofendieron y se prestaron a difundir la versión ridícula de que al niño lo había matado un cohetón. ¿Cuándo le pedirán perdón a Doña Elia?

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Las mujeres de Cuaxicala, y su lucha contra el gasoducto

El 11 de noviembre de 2012, un grupo de mujeres de la comunidad nahua de Cuaxicala, Huauchinango, Pue. estaban en sus quehaceres dominicales, cuando escucharon y se dieron cuenta que trabajadores de la empresa Gasomex Warner Field Servicies le estaban dando continuidad a los trabajos sobre el trazo que cruzaría la tubería del gasoducto Tuxpan-Atotonilco. Los trabajadores hicieron una zanja en el lugar menos indicado y en un lugar sagrado y ceremonial en el cual se llevaba a cabo el “sempantli”, la ofrenda a la madre tierra.

Un grupo de mujeres de la comunidad, encabezadas por Irene Marcial García y María Eugenia Hernández, con machete en mano, defendieron su centro ceremonial hasta hacer retroceder a los trabajadores y sus agresivas retroexcavadoras.

En voz de ellas, mencionaron que “la empresa no nos respeta, ellos están violando la ley. Antes éramos unos mudos, teníamos miedo de hablar con los que tienen dinero o que están en las oficinas y usan corbatas, pero ahora les pedimos respeto para nuestro cerro, que no nos perjudiquen”.

Contraste

El pasado el 5 de septiembre, Día de las Mujeres Indígenas, la directora del Instituto Municipal de la Mujer de Huauchinango, Puebla, María Eugenia Espinoza Téllez, en un acto conmemorativo llevado a cabo en la Casa de la Cultura del municipio, mencionó lo siguiente: “Qué bueno que llegaron los españoles (…) porque nos permitieron el mestizaje”.

https://www.elsoldepuebla.com.mx/local/estado/video-que-bueno-que-llegaron-los-espanoles-exclaman-en-evento-de-la-mujer-indigena-5738828.html

Lo anterior nos habla de la prevalencia en amplios sectores sociales tanto a nivel local, regional, estatal y nacional de la mentalidad colonizadora que tenemos, en especial, del llamado colonialismo interno. Pero también nos alerta sobre el fracaso de la política indigenista integracionista, de la educación indígena y la política cultural dirigida a las comunidades indígenas y a los sectores populares, pero también del fracaso de los sectores académicos universitarios y el innegable triunfo de los modelos estéticos y sociales promovidos por los medios de comunicación, en particular, de la televisión y la radio. Es el reconocimiento de la pigmentocracia que han dominado las élites políticas, económicas, sociales, académicas y culturales.

¿Ante hechos así, cabe preguntarse, ¿para qué sirven encuestas como la ENADIS 2018 en la cual se señala que Puebla ocupa el primer lugar en términos de discriminación si no se van a tomar en cuenta los resultados y mucho menos se van a elaborar y llevar a cabo políticas públicas que contrarresten este flagelo y problema social?

Testimonios de mujeres indígenas defensoras de de territorio y la vida

Publicada en Mundo Nuestro el 14 de diciembre de 2012, la crónica

“ES UN POBRE MI HERMANO RICO QUE SE QUIERE ADUEÑAR DE NUESTRA TIERRA…”

contiene en su primera parte la voz de una mujer totonaca que se plantó junto con los suyos una mañana frente a las máquinas de la empresa minera Grupo México con el propósito de abrir camino al rio Ajajalpan, como paso primero para la construccion de una presa hidroeléctrica.



Cuando un pueblo totonaco salta la muralla del idioma


Ignacio Zaragoza, Olintla, Pue. Con una muralla y una profecía le cierran el paso al buldózer de Grupo México. No te damos permiso, le dicen. Y se plantan el miércoles 5 de diciembre a la entrada del caserío colgado del barranco cafetalero, en el borde oriental del río Ajajalpan al que las corporaciones privadas metidas en el negocio de la generación de electricidad quieren cortar tres veces en un trecho de cuarenta kilómetros. Tres presas, con sus túneles de conducción, sus casas de máquinas y sus subestaciones de electricidad. La última en este municipio de Olintla. Tres presas en uno de los últimos reductos del bosque mesófilo de México.


Así, esta comunidad totonaca de no más de quinientos habitantes, se planta contra Grupo México, la poderosa corporación minera, ferrocarrilera y de la construcción que encabeza el empresario Germán Larrea. Sin más, la tercera entre las más importantes compañías productoras de cobre del mundo.


Pero los campesinos cafetaleros le han dicho no. No quieren la hidroeléctrica sobre su río Ajajalpan.


“Ya nos habían dicho los tatarabuelos que iban a venir los extranjeros --me cuentan apenas el domingo que llego a su pueblo--, y ya llegaron, pero no les damos permiso”



1.- Saltar la muralla



Es un discurso elaborado, que casi se entiende por la voz de sus manos, por los interrogantes de sus inflexiones, por el énfasis de la palabra repetida, por sus silencios. La he escuchado en medio del plantón contra el paso de la máquina. Habla para todos en totonaco. Y si la muralla del idioma es inexpugnable, entiendo en los rostros de su gente que todos asumen que yo comprendo por lo menos que ella es la primera que tiene que hablar. No la distingue nada de las otras mujeres: la blusa bordada, los aretes, los collares vistosos, el cabello cano, la dentadura perdida en el tiempo y la desnutrición; sus manos en el comal echando tortillas, es una más de las que atienden el plantón del pueblo contra el paso de la máquina.


Pero toma la palabra, y no la deja en totonaco por más de diez minutos. No la interrumpe nadie, sólo ella misma, cuando decide pasar al español. Entonces se me viene encima la fortaleza que tendrá que saltar la corporación minera más grande de México en su propósito por cerrar el paso del agua en el río que no vemos ahora, que no escuchamos ahora, que está resguardado cuatrocientos metros más abajo por la selva, los maizales secos de verano y los cafetales que vinculan a este pueblo con la producción capitalista internacional. Ella tiene que hablar, y conoce muy bien los recovecos armoniosos para saltar la muralla. En un momento, la palabra empresa salta, como un pez castellano en la gravedad de la corriente de agua cristalina de la lengua indígena. Y luego el salto, como quien brinca en el río de la piedra a la orilla:


“Ni beneficio para nosotros no es…”


Y no ha saltado a la orilla, simplemente, ha cambiado de corriente, ha saltado la muralla.


“Todas no queremos esta obra que desconocemos… Habíamos desconocido, pero ahorita ya nos enteramos que nos hace daño, que hace daño para todos, no nada más para este, esta comunidad, no, se va ir cabando acabando, ¿y qué les dejamos nuestros nietos, nuestros bisnietos? Aunque sea un terrenito chiquito, aunque sea mamás un sitio para vivir… Si la persona no tienen nada de terrón, ni media hectárea, ni un cuarto de hectárea, pero se prestan o lo compró un sitio a dónde hizo su casa, va a ir a buscar, va a venir a buscar dónde le van a dar, que va a rentar para sembrar. Eso es lo que nosotros estamos pidiendo acá…”


Y luego la confirmación contundente:

“Yo no doy permiso, yo no quiero, no nada más yo, a todos esta comunidad no queremos, no queremos porque se van a acabar las plantas, se van a acabar los árboles, lo tumban, todo lo van a tumbar, y no nada más… el agua, todo todo, mira, se me van a decir, mira te voy a dar pa que siembres esto, sembrar, ¿a poco va a permanecer ahí? No permanece, se seca, por eso no queremos, contamina todo, contamina y nosotros vamos a llegar a enfermar… Es el motivo que nosotros no queremos, no sabíamos, declaro que no sabíamos, pero donde ya se han puesto, donde ya se han dejado las gentes, nos han informado, ya lo estamos viendo que no sirve, que no sirve ese trabajo… Es más ese trabajo es un pobre mi hermano rico que tiene mucho dinero, por eso quiere entrar, por eso quiere violarnos, quiere adueñar nuestra tierra, porque tenemos los cerros, porque tenemos el agua, ora nos dicen, nos dijo el ingeniero, cosa que a mí me dijo cuando le pregunté, no queremos, no vamos a tocar lo que están tomando los manantiales, no, vamos a tocar nada más el río, pero a poco estamos yendo a tomar los manantiales desde allá lejos, no, acá están, están acá mismo… Es lo que yo veo, se va a secar todo, se va a secar todo… todo, todos somos de acá… Sí, a lo mejor no horita, aquí un año, a dos años, yo creo, o vienen los años, no le va a pasar nada, yo creo que sí vamos a ver así verde, ¿pero después?, ¿pero después?. Ora sí ya van a venir su maquinaria, ¿o creen ustedes que mi comunidad se va a servir? Van a ir a trabajar…”

2.- No te damos permiso

Así le pusieron el alto al bulldoser:

Fue el miércoles, como a las tres y media cuando llegó la máquina. Primero llegó la patrulla. Le tomamos foto a la máquina, así vino, sobre las llantas, le fueron volteando las llantas. Estaban los trabajadores, y los policías, y llegó el síndico, que es de aquí, se llama Domingo. Sabes qué, le digo, qué es lo que estás haciendo. A mí no me molestes, me dice. ¿Y por qué no?, lo que tú estás haciendo le digo está muy mal, porque nosotras no votamos para que tú nos trates de esta manera, le digo, gracias a nuestra mano ya estás comiendo, ya estás en la presidencia, y qué estás haciendo, ya nos estás pisando, en vez de que nos apoyes, ya nos vendiste, y por eso hora se queda la máquina donde quedó. No, me dice, va a pasar la máquina porque va a pasar. Ah, sí, con qué derecho, muéstreme el permiso, y voy a ver con permiso de quién, la máquina se detiene, hasta ahí nomás. Y ya toda la gente le empezó a decir y ya hasta por fin lo mandé traer uno de los policías, dicen, ya quítate, ya que hablen todos aquí, y lo fue a traer y lo trajo, y yo voy tras él, ora sí le digo, no tengas miedo, te aguantas y ponte bien tus pantalones, ora sí enfréntanos, le digo, nos ves cara de tontos, pero no tanto, y ahí voy tras dél, y ya no sabía ni qué decir.


Regresó al día siguiente el ingeniero. Nos dice, ora por qué se oponen, que son tontos, como quiera, y no hay permiso. Tan siquiera hubiera venido el presidente a pedir permiso. Dice, el camino real no necesita permiso, es camino libre, y le decimos camino libre para la gente, para los caballos, pero menos para la máquina.

Testimonios de mujeres indígenas defensoras del territorio y la vida

“Si nada tenemos que dejarle a nuestros hijos, dejémosles el bosque, el agua, la tranquilidad…”

Profesora Ortencia Reyes Valdivia. Mixteca, participa en el Consejo Regional de Pueblos Originarios en Defensa del Territorio Puebla e Hidalgo.



Pájaro de cuatrocientas voces alegra el corazón del pueblo mixteco al sur del estado poblano, territorio oaxaqueño, pero reconocido oficialmente al estado de Puebla, San Miguel Ixitlán, es el municipio natal donde aprendí con mis padres y hermanos a tejer sombreros de palma, en los veranos a sembrar la tierra para asegurar el maíz, frijol y calabaza para asegurar la comida de todo el año; cactus y agaves, vegetación que hace única a la región mixteca, donde en época de calor hasta la sombra de un matorral es buena para cubrirse del intenso calor.

Mis bisabuelos hablantes del mixteco, mis abuelos también, sólo que aquí ellos le arrancaron la lengua a sus hijos para poder ingresar a la escuela particular donde aprendieron a leer y escribir. Cuentan mis padres que ellos se quedaban fuera de la conversación de sus padres y abuelos, porque era la condición para que los recibieran en la escuela, así desde hace veinte años en mi pueblo quedó sepultada la lengua mixteca; solo queda en las manos de los más viejos, la artesanía, ya que para la juventud actualmente es una ofensa tejer un sombrero.

A consecuencia de la falta de apoyo al campesinado y al clima desfavorable para la siembra de temporal, ha habido una fuerte migración, quedando menos de trecientos habitantes a vivir en este territorio desértico y pedregoso, con riesgo de perder la categoría de Municipio.

Emigré de la tierra que me vio crecer desde hace poco más de treinta años para estudiar la carrera de Profesora de Educación Primaria, cuando obtuve mi plaza, llegué a esta sierra norte poblana. límites con la sierra Otomí-Tepehua del estado de Hidalgo, para ser exacta, al municipio del bello Pahuatlán. Bello no solamente por su bosque mesófilo de montaña, sino por sus pueblos originarios otomíes y nahuas. Desde que llegas puedes apreciar muy pronto su vestimenta con hermosos diseños y coloridos, si te vas acercando más te quedas inmune ante su red de dialogo, no entiendes lo que platican, te quedas como un extraño, esto me ocurrió en mis primeros años de servicio con mi grupo de estudiantes náhuatl. Nunca dialogué con ellos, solo hice comunicados, nunca me adentré a su mundo, a su cultura, enseñaba cinco horas y me retiraba de su pueblo; me dediqué a castellanizar como una docente mediocre, torpe o inconscientemente estaba repitiendo la historia de mis padres, les intenté arrancar su lengua.

En aquel entonces no comprendía la responsabilidad que tenemos todos los docentes para mantener el statu quo de la élite en el poder, era indiferente ante lo que pasaba en la vida social y política del municipio, estado y país, pero afortunadamente ingresé a un grupo de formación por el Centro Interdisciplinario de Actualización Docente(CINAD), donde hemos tomado varios diplomados, confrontando la teoría con la realidad, que nos ayudaron a tener claridad de los diferentes enfoques filosóficos, psicopedagógicos. Este espacio de formación nos permitió ser seres humanos críticos-reflexivos, conscientes de lo que ocurre en nuestra realidad; dejamos la mediocridad docente para propiciar con nuestros estudiantes una praxis freiriana buscando la transformación de sí mismos y de nuestro entorno; nos encaminamos en la vida social- política de nuestros pueblos, la vida partidista es una herramienta para desenmascarar a aquellos que cínicamente dan regalías en tiempos electoreros para después enriquecerse a costa del pueblo.



En la historia pahuateca, antes del 2002, nunca había gobernado otra sigla que no fuera la tricolor, organizadas las comunidades nahuas, otomíes y castellanas, rompimos un peldaño del caciquismo, marchamos y gritamos por las calles de la CDMX al concretarse los fraudes electorales del 2006 y 2012; con ese sueño utópico de hombres y mujeres indígenas iniciamos la organización del movimiento regeneración nacional en el municipio, padecimos la discriminación por quienes se sentían amenazados de perder el control político, pero no dimos marcha atrás, estamos y estaremos firmes en todos los flancos.

Sabíamos que con la reforma energética del 2013 se concretaría la red de gasoductos en todo el país violentando el Convenio Núm. 169 de la OIT sobre los Pueblos Indígenas y Tribales, sobre el Derecho a ser consultados y a la Libre Autodeterminación de nuestros territorios. En el 2015 la empresa Transportadora de Gas Natural de la Huasteca (TGNH), filial de Trans Canadá, ganó la licitación para la construcción y operación del gasoducto Tuxpan-Tula, con una longitud de 363 km y un diámetro de 36 pulgadas, para transportar 886 millones de pies cúbicos de gas natural diariamente proveniente de los Estados Unidos. Ésta, a su vez, subcontrató a la empresa Bonatti, de origen italiana, para llevar a cabo la obra, intentando cruzar territorios indígenas en los estados de Veracruz, Puebla, Hidalgo y Estado de México. Ante esta amenaza y pisoteo a nuestros derechos como pueblos originarios, decidimos caminar de pueblo en pueblo de la región, para informar sobre las consecuencias socio-ambientales que dejaría el paso de este mega-proyecto en caso de ser ejecutado, afectaciones irremediables para nuestro bosque de niebla con la tala de miles de árboles, extinción de muchas especies endémicas, contaminación y afectación a nuestros cultivos y plantas curativas ancestrales, destrucción de manantiales, arroyos y ríos que a su paso serian colapsados, derrumbe de cerros sagrados por el cruce de ruta, población que se encuentran en la zona núcleo del trazo serian desplazados de acuerdo a la Evaluación de Impacto Social, así recorrimos caminos y veredas para llegar al corazón de pueblos totonacos, nahuas, otomíes para la defensa de nuestro territorio que han querido arrebatárnosla desde 1521. La defendimos y la defenderemos hoy y siempre con la razón, la organización, la información ante cualquier grupo, autoridad, gobierno y empresa que busque acabar con nuestro oro verde; levantaremos la voz ante los mercenarios del neoliberalismo que todo lo conciben con signo de pesos, no nos paralizan las amenazas que hemos recibido de autoridades locales, municipales, estatales y federales, mandando mensajes de levantarnos y desaparecernos, ordenando a la policía municipal, estatal y ministerial para resguardar al personal de la empresa que quisieron entran a nuestros pueblos sin ningún permiso y dando información falsa para intimidar a nuestros pueblos y aceptáramos este tipo de desarrollo económico disfrazado de mentiras, explotación y miseria que por cientos de años hemos padecido los indígenas de este país y del mundo entero.

La rabia, el corazón, la mente y las manos de hombres y mujeres las unimos en un Consejo Regional de Pueblos Originarios en Defensa del Territorio Puebla e Hidalgo, promoviendo cinco amparos en los Juzgados federales de Pachuca y Puebla, como instrumento de este proceso de defensa. Aves de cuatrocientas voces de los pueblos Totonacos, otomíes y nahuas de los municipios de Tlacuilotepec, Pahuatlán, Honey, Tenango de Doria y Huehuetla se unen para defender el agua, el territorio, la vida, en una palabra; a nuestra Madre Tierra, o como dijo nuestro compañero Profesor Miguel López, de San Nicolás, pueblo otomí, “hagamos algo por nuestros hijos, nietos, por las generaciones que vienen atrás de nosotros, no tenemos que dejarles, dejémosles el bosque, el agua y la tranquilidad de este lugar”.



(Foto de portadilla: Dinorath Mota, El Universal)

Vida y mikagros

Si en 2018 tú votaste por Morena, por el PRI, por el PAN o por cualquiera de las alianzas que aparecieron en la boletas de 2018, es probable que hayas elegido el conjunto de propuestas que te parecieron mejores en ese momento, aunque en particular las figuras de los candidatos presidenciales tuvieron un gran peso en la decisión para ese específico cargo, en el que López Obrador ganó con una gran ventaja. Para los otros cargos de diputados y senadores pesaron también los colores y las propuestas partidistas. De acuerdo al recuento que hizo Francisco Garfias la semana pasada en su columna de Excelsior, la actual legislatura se conformó primero de acuerdo a los votos obtenidos, pero debido a los cambios de partido y de bancada de muchos diputados, y ahora verá usted cuántos, los equilibrios en la cámara se han modificado de la siguiente manera: Morena ganó 247 diputados, pero hoy tiene 251; el PAN tuvo 80, hoy tiene 78; el PRI obtuvo 47, hoy tiene 46; El PT obtuvo 29 y hasta este momento ya iba en 43 y buscando robarse los que pueda para volverse la tercera fuerza en el congreso y presidir la Mesa Directiva de la cámara. El PES, cuyo registro ya hasta desapareció, tenía 31 curules y hoy tiene 25; El PVEM obtuvo 16 y hoy tiene 13. Cinco diputados hoy no tienen partido, pero fueron electos por alguno.

Este cabo suelto de los diputados y senadores que migran de un partido a otro por cambios de criterio, conveniencia o dinero son un fraude al elector. No hay ninguna ley o reglamento que lo impida, pero finalmente sí es un juego de espejos, un engaño. Llegan a las cámaras cobijados por un movimiento y una plataforma y acaban pasándose a otra bancada que quizás defiende posturas opuestas o proyectos distintos de nación. Particularmente emblemático es el caso de los 11 legisladores que han abandonado el Partido Encuentro Social para ayudar a construir una bancada superior a la que el PRI ganó en 2018. Eso les daría un derecho que no ganaron en las urnas para ocupar la presidencia de la Mesa Directiva de la actual legislatura. El diputado Gerardo Fernández Noroña llegó a la cámara bajo las siglas del PES, con quien ahora está enfrentado, no solo porque se fue al PT, sino porque desde ahí está construyendo una bancada que está a punto de superar al PRI en número y dispuesto a ser él quien presida la Mesa Directiva. En el camino se ha llevado hasta a diputados del PRD francamente enfrentados con Morena ¿Qué contará para tomar una decisión? ¿Será la votación real obtenida por un partido en 2018, o la construcción artificial de mayoría que no obtuvieron con el voto?



Dulce María Sauri Riancho, la legisladora priista elegida por su bancada para presidir la Mesa Directiva en septiembre confía en que se respetará la Ley Orgánica y que como tercera fuerza elegida no perderán ese derecho. El PRI ha sido la tercera fuerza por derecho y a lo largo de dos años y está a punto de perder esa mayoría de manera, por decir lo menos, tramposa. Ya lo veremos en unos días, pero existe un enorme hueco en la ley que permite cambiar por completo el sentido del voto que emitieron los ciudadanos. Cambiar de partido a medio camino no debiera permitirse. Si un diputado ya no tiene ninguna coincidencia con su bancada, debiera tomar su lugar un suplente. Si el suplente tampoco quiere o puede suplirlo, a su sustituto debiera nombrarlo el partido por el que fue electo el que se va. Sería la única manera de que no se cambiara la conformación de las cámaras por la que votó la ciudadanía.

A LA OPINIÓN PÚBLICA

A los medios de comunicación

A la opinión pública nacional e internacional

A las organizaciones sociales, de derechos humanos y solidarias



A los pueblos indígenas de México y el mundo

A los familiares de las víctimas del Covid 19 que viven la tragedia Nacional que no cesa y los que viven la guerra contra los territorios indígenas y movimientos sociales.

Hoy se cumplen dos años de la desaparición forzada de Sergio Rivera Hernández, defensor nahua de la Madre Tierra, originario de la Sierra Negra de Puebla, del municipio de San Pablo Zoquitlán.
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Denuncian posible secuestro de Sergio Rivera, activista contra hidroeléctrica en la Sierra Negra

Sergio fue desaparecido por defender el territorio ante la intención de construir una represa hidroeléctrica denominada Coyolapa -Altzalan, que desplazaría a comunidades Indígenas, destruyendo su sistema agroalimentario del cual viven estos pueblos, impactando en los afluentes del río y matando la vida que éste genera. Esta represa sólo es para el beneficio del magnate minero José Antonio Rivero Larrea, dueño de Minera Autlán y uno de los empresarios consentidos de la actual administración federal.
Han transcurrido dos años desde que Sergio Rivera fuera desaparecido por sicarios del ex presidente municipal de Zoquitlan, Fermín González León, por órdenes de José Antonio Rivero Larrea, propietario de Minera Autlán.
Durante estos dos años las comunidades en resistencia contra el proyecto han vivido un sin fin de agresiones: golpes, amenazas de muerte, invasiones de sus tierras de cultivo, hostigamiento por la actual administración municipal y actos discriminatorios.
En algunos casos el gobierno estatal compró la voluntad de algunos representantes que negociaron la resistencia sin tener representación alguna sobre el movimiento, buscando el debilitamiento o la desmovilización ante la inconformidad de los pueblos.
En dos años no ha existido autoridad alguna que tenga interés por la ubicación, localización y presentación con vida de Sergio Rivera Hernández.
Su esposa y sus 5 hijos viven desplazados desde entonces, en espera de que este juicio concluya el día 3 de septiembre sentenciándose a Victorino Tellez Antonio Sandoval, y Rogelio Martínez.
La actuación parcial, racista y discriminatoria del juez Mario Cortez Aldama nos indigna y preocupa porque ha adelantado que va a dar sentencia absolutoria, sin duda el poder económico de Minera Autlan es evidente.
Por lo que las organizaciones abajo firmantes hacemos un llamado al gobernador del estado Lic. Miguel Barbosa Huerta, para que genere las condiciones para la ubicación, localización y presentación con vida de Sergio Rivera Hernández defensor del territorio.
Exigimos se brinde todas las medidas necesarias para dar garantías a los testigos del caso de Sergio, ya que en fechas pasadas fueron levantadas las medidas cautelares sin ninguna notificación o aviso previo, por lo que sus vidas se encuentran en riesgo.
Exigimos se garantice a la esposa de Sergio Rivera así como a los diferentes miembros de la resistencia contra el proyecto, en especial a los defensores y defensoras del territorio su integridad física.
Demandamos la cancelación inédita de la concesión otorgada a Minera Autlán y la cancelación del proyecto hidroeléctrico Coyolapa -Altzalan el cual a tenido impactos sociales negativos confrontados a la población.
¡Por la presentación con vida de Sergio Rivera Hernández, justicia!
Movimiento Agrario Indígena Zapatista (MAIZ) - Puebla Radio Comunitaria Tlacuache (Zoquitan) Radio Tleyolli, las Voces del Maíz (Tlacotepec de Diaz) Radio Coatl (Coapan- Tehuacán) Comisión de Derechos Humanos y Laborales del Valle de Tehuacán

Vida y milagros

Lo voy a contar de nuevo porque viene al caso recordarlo. Es la historia de un momento clave en la historia del siglo XX. Una historia que de tanto repetirse aquí y allá se vuelve invisible. El gran capital -dicen los que saben- tiene intereses, no convicciones y principios. Su prioridad es trabajar a favor de ellos y tratarán con quien sea para tratar de conservarlos. Por eso colocarán apuestas en varios espacios y de manera simultánea sin ningún dolor de conciencia.



El 20 de febrero de 1933, los 24 industriales y empresarios más poderosos de Alemania llegaron al Reichstag, la sede política de Berlín. El motivo de la visita era entrevistarse con el recién nombrado canciller, Hitler, respondiendo a una invitación de Göring, presidente del parlamento alemán en ese momento. Detrás de esos hombres hoy olvidados, aún perduran muchos de los intereses, las empresas y los bancos que ellos heredaron e hicieron poderosas: BASF, BAYER, SIEMENS, Telefuken, por solo nombrar algunas. Esos 24 señores presentes en el palacio del parlamento eran los poderes fácticos del momento, el clero de la gran industria, sus sacerdotes. Cruzan por los elegantes pasillos del palacio y suben por sus magníficas escalinatas sin sorprenderse, ellos tienen sus propios palacios. Esperan en la sala privada impasibles, como 24 calculadoras a las puertas del infierno. Llegaron ahí con cierta reticencia hacia Hitler, un advenedizo, el nuevo poder emergente. La entrevista servirá para que todos los participantes hagan sus cálculos. Los 24 líderes han ido a eso, a pactar con el poder para prevalecer y ser eternos. La invitación no los tomó por sorpresa. La mayoría ya son mayores y aprendieron de sus padres a codearse con la clase política, a dar comisiones y pagos por debajo del agua. La corrupción era para ellos una carga inevitable en el presupuesto de las grandes empresas. Por supuesto se le llamaba de diferente manera: gratificaciones, financiamiento de partidos, apoyo de causas nobles, comisiones, contratos ventajosos. A eso han ido, a que les pidieran un dinero que estaban perfectamente acostumbrados a dar, aunque siempre fijándose en que la inversión valiera la pena y tuviera futuro. Se abrió la puerta y entró Hitler. Quienes no lo conocían tenían curiosidad de verlo. Se dicen tantas cosas de los poderosos. Se les puede pintar como encantadores o como sátrapas y ellos se encargan de alimentar una u otra faceta. Ese día Hitler estuvo encantador. Nada mejora más a un político que el periodo de la conquista. Repartió apretones de manos y fue cálido y amable con todos. Su propuesta fue muy concreta: necesitaba de su apoyo para ganar las siguientes elecciones y garantizar que, por el bien del país, después de esas elecciones no hubiera otras por un buen rato, digamos diez años, o de ser posible, en cien. De preferencia, en mil. Todos abrieron sus carteras con generosidad: la estabilidad es fundamental para los negocios y la prosperidad. Tan solo Gustav Krupp, el magnate del acero alemán, donó un millón de marcos.

Los 24 hombres que formaron parte del arreglo con Hitler y que le dieron su complicidad, silencio y el poder total en 1933, siete días después de ese encuentro, propiciaron que el imponente edificio del parlamento alemán volara por los aires junto con Alemania entera al final de la segunda guerra Mundial. Ellos y sus empresas sobrevivieron al régimen y financiaron después de la caída del Tercer Reich a numerosos partidos, siempre de acuerdo con los beneficios esperados.

¿Por qué nos sorprendemos todavía con los videos, grabaciones, pactos, cambios de bando, delaciones, consejos asesores y andanzas palaciegas con los que se nos entretiene en estos días? Es la vieja historia de siempre y ya nos sabemos el final.



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