Acción civil

Mundo Nuestro. El 27 de enero de 1945 soldados aliados liberaron el campo de Auschwitz. Una escena que hemos visto en muchas películas. Ese extremo del horror no ha sido, sin embargo, la última de la infamias, y desde entonces la humanidad aquí y allá ha dado pruebas claras de que no basta la memoria para impedir que los genocidios se repitan.

No basta, pero ayuda a no perder en la distancia la conciencia de la ignominia. Aquí, dos ejercicios periodísticos que nos permiten recordar de dónde viene el mundo nuestro.



Esta crónica gráfica elaborada por los propios autores del holocausto en la Segunda Guerra Mundial. Las fotos de un día cualquiera en Auschwitz que los oficiales alemanes tomaban como registro de sus actividades, y que este reportaje gráfico en El País recupera el día de hoy:

El País: Las fotos de los SS que reflejan el horror cotidiano de Auschwitz



Y en la revista nexos este párrafo del texto de Tessy Schlosser Presburger, íctimas del holocausto: entre vivos recordar:



"El deseo de compartir con otros también puede cambiar: de querer compartir el dolor con los muertos a solidarizarse con los vivos. Vivimos aquí, con lo que tenemos —con lo que algunos que vivieron, murieron, mataron y fueron asesinados antes de nosotros nos dejaron. Los muertos tienen nuestro dolor, mas la responsabilidad y deuda de los vivos está con el resto de los vivos. Los muertos pueden vivir en nosotros, pero es con los vivos que nos seguimos moviendo. La vida se celebra en vida, con los vivos, viviendo y tal vez, si la inquietud y el dolor nos superan, cuestionando al menos una vez al año: ¿por qué algunos vivos quieren que otros vivos estén muertos? Y jamás pasando por alto la pregunta: ¿por qué algunos vivos quieren que otros vivos estén muertos? Volviendo a pasar por el corazón la duda: ¿por qué algunos vivos quieren que otros vivos estén muertos?"

Revista Nexos: Víctimas del Holocausto: entre vivos recordar

Relacionada

En defensa del territorio histórico de Cholula 2014-2016/El seguimiento periodístico en Mundo Nuestro

Para Roberto Formacio, con mi solidaridad y admiración



RMV nos hereda un polideportivo y zona comercial sobre lo que fue una zona ceremonial y de construcciones religiosas de los pueblos originarios de México.

No me puedo explicar (como lo he documentado en “Las Cholula y su Patrimonio Arqueológico y Cultural amenazado”, Elementos. Num. 102) qué pudo motivar al gobernador Rafael Moreno Valle a invertir millones de dinero público en la destrucción y modificación de la ciudadela arqueológica con la importancia histórica, cultural, arquitectónica y religiosa que tiene la zona circundante a la gran pirámide en las Cholulas.

El gobernador nos hereda así no una zona arqueológica y cultural rescatada y restituida a su milenaria historia y cultura sino un polideportivo, un puente vial que alteró el paisaje --y que estaba prohibido por la ley de 1993--, y la destrucción de acuíferos y subsuelo arqueológico también; y nos entregó además un entorno higienizado de cholultecas y pueblos originarios que tradicionalmente llenaban de vida la zona con la venta de sus productos artesanales y de alimentos. No respetó árboles, áreas verdes, magueyes, ni la obligación de cuidar la permeabilidad de los suelos del edificio piramidal de adobe extendiendo cemento hasta en 60 cms de grosor sobre el basamento mismo del gran edificio para ¡que sigan pasando coches! sobre la pirámide.



Por si eso no fuera suficiente ¿Qué pasó por la cabeza de arqueólogos y directivos del INAH al autorizarle su tren turístico subir sobre el gran edificio? ¿No podían detenerlo dos calles abajo? O ¿Era imperioso darle el negocio turístico de la estación a un dirigente panista de San Pedro Cholula? En su origen la estación ocupaba el espacio de la actual tienda OXO actualmente bajo dominios privados del Lic. Gómez Carranco; pero la vía ferroviaria se extendió hasta ese lugar cuando no se conocían los alcances del edifico piramidal sobre todo en su parte norte. Precisamente en el lugar donde excavaron y construyeron la nueva estación donde los arqueólogos constataron construcciones que datan del clásico mesoamericano ( ver el informe de la arqueóloga Elisa Pérez Alemán dirigido al Arqueólogo Pedro Francisco Sánchez Nava- 27 de Diciembre de 2015). ¿Qué pasa por la cabeza –ya no diré la ética- de un antropólogo como José Francisco Ortiz Pedraza cuando le extiende un permiso a la Secretaría de Infraestructura del Gobierno del Estado en los términos laxos que autorizaban al gobernador y al Presidente Municipal de San Pedro Cholula “dignificar” incluso la ¡vegetación! del Parque Soria? (Centro INAH Puebla. Oficio 401-R(4) 77 2016/4085).



Desde 2014 hemos venido exhibiendo no solo el absurdo de intervenir la zona de esta manera; a los cachirules en el INAH que actuaron de peritos para el puente vial; las violaciones a la ley de 1993 que el INAH permitió; la afectación a mantos acuíferos, el despilfarro de dinero en obras innecesarias y destructivas cuando lo que se necesitaba eran esos recursos públicos para que arqueólogos, antropólogos y restauradores le restituyan- e investiguen- la arquitectura prehispánica y la cultura en la zona. También fuimos documentando las afectaciones irreversibles que estas intervenciones a favor del automóvil y del comercio alentaban mediante una conurbación anárquica que desdibujaba la vida y la cultura que valoramos en las Cholulas; pero siempre ante oídos sordos y creciente represión gubernamental. El gobernador se propuso --es lo único que puedo concluir--, convertir en mercancía de turistas incluso la devoción de los cholultecas a la Virgen de los Remedios. El antropólogo Diego Prieto, actual director del INAH, nos escuchó el 20 de Enero de 2016 cuando le insistimos que si no detenían esta reapropiación comercial de la zona la cultura religiosa milenaria que allí tiene continuidad y vitalidad desde tiempos prehispánicos en poco tiempo desaparecería. Prieto nos contestó verbalmente lo que puso por escrito después: que el INAH “ha trabajado desde 2015….en coordinación con la autoridad estatal para no afectar su carácter, ni amenazar la conservación de los elementos arqueológicos existentes” de la zona. (Carta dirigida a Cholula Viva Y Digna del 30 Noviembre de 2016). Una mentira absurda que ni él se la cree; porque ni el “carácter” ni “la conservación de elementos arqueológicos” sucedió con el “trabajo” que aportó porque nunca fue la prioridad del INAH un rescate cultural de la zona sino solo complacer al gobernador Rafael Moreno Valle y sus faraónicos proyectos urbanísticos.

Cuando se inició la demolición del “carácter” del antiguo Juanino nada quedó de la presencia histórica y arquitectónica entre los cholultecas, de más de cien años, de unos religiosos y su cultura española que crearon allí un refugio para muchos republicanos después de la Guerra Civil en España. El museo de Sitio del INAH tenía allí un recinto histórico al cual acomodarse, no un edificio para modernizar al gusto de la museografía del gobernador que sin “conservación” arqueológica o con simulación de conservación, procedió a re-convertir y re-interpretar el espacio.

Otro gobierno y otro INAH son necesarios para revertir lo que Rafael Moreno Valle ha construido en torno a la gran pirámide con todo y luz y sonido. Y quizás más dinero de lo que podríamos reunir como sociedad para des-hacer el daño causado. Si eso llegara a suceder, sin embargo, ya estaríamos ante unos pobladores que también han re-interpretado el lugar y que ya no recuerdan, ni quieren que se les recuerde, que allí los pueblos originarios de la Gran Cholula no hacían trekking recreativo sino que era un lugar donde tributaban a sus dioses.

Pero de todo lo que el gobernador hizo contra Cholula en la zona arqueológica el encarcelamiento y la persecución de los ciudadanos que salieron a defender el sitio muestra lo más siniestro de su manera de gobernar: el Profesor José Roberto Formacio, que se tuvo que retirar de su cátedra en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y se escondió para poder llevar en libertad su defensa legal, todavía tiene una orden de aprehensión vigente.

Por él, por lo que simboliza la persecución que sufre por defender el patrimonio cultural de su pueblo cholulteca, es que pedimos a este gobernador que desista, que se vaya, y que nos deje a todos en paz.

Mundo Nuestro. En carta abierta al alcalde de San Pedro Cholula, José Juan Espinosa, los integrantes del movimiento ciudadano Cholula Viva y Digna y los miembros del Consejo Académico por la Integridad de Cholula denuncian el incumplimiento de los acuerdos establecidos en el Foro de Participación Ciudadana "En Defensa del Patrimonio de Cholula, realizado los días 3 y 4 de diciembre de 2016 y las mentiras con las que se maneja el presidente cholulteca. En sus conclusiones, además de rechazar las obras que el Ayuntamiento de San Pedro lleva adelante en el Parque Soria, el movimiento ciudadano se deslinda de cualquier vínculo con el alcalde y demandan el apego al derecho constitucional a la consulta pública para la realización de cualquier proyecto de intervención en la zona arqueológica de Cholula.

Aquí el documento entregado el día martes 17 de enero al alcalde José Juan Espinosa.







Mundo Nuestro. Enero del 2017 trae consigo la edición 105 de la revista Elementos de la BUAP. Aquí el índice y sus contenidos:

Sobre el lenguaje
[PDF] Versión en HTML
Raúl Dorra

3
Justicia ambiental, justicia ecológica y diálogo intercultural
[PDF] Versión en HTML
Edwin Cruz Rodríguez

9
Descubriendo las matemáticas
[PDF] Versión en HTML
José Antonio González Oreja

17
La vida en ocho patas ¿quiénes son las arañas?
[PDF] Versión en HTML
Irma Gisela Nieto-Castañeda y Gerardo Trujano-Huerta

23
¿Tiene la testosterona un efecto inmunosupresor?
[PDF] Versión en HTML
J. Jaime Zúñiga-Vega, Víctor Argaez e Israel Solano-Zavaleta

29
Daniel Machado
Obra fotográfica

[PDF] Versión en HTML
35
Las plantas y los endófitos: cómo sobrevivir en las regiones áridas y semiáridas
[PDF] Versión en HTML
Héctor Godínez Álvarez

39
El gran telescopio milimétrico y la última aventura en Épsilon Eridani
[PDF] Versión en HTML
Leopoldo Noyola

45
Detección de fugas de hidrocarburos usando aviones no tripulados
[PDF] Versión en HTML
Ernesto A. Elvira Hernández y Agustín L. Herrera-May

55
Ciencia a tiempo
[PDF] Versión en HTML
59
LIbros
[PDF]
Versión en HTML
61
La sofocación del saber
[PDF] Versión en HTML
Walter F. Otto

Revista Nexos

El sello de la vida cotidiana de México en los últimos diez años ha sido el de la violencia desmedida. El comienzo de esta era de tinieblas puede fecharse: 11 de diciembre de 2006. Aquel día el presidente Felipe Calderón declaró la guerra al narcotráfico. La intención declarada era detener a los delincuentes que actuaban como amos y señores en varios estados. Siete mil efectivos fueron asignados para poner en marcha un operativo conjunto en Michoacán. La fiera de la delincuencia organizada sintió el pinchazo en el lomo y desde entonces no ha dejado de dar coletazos.

Han sido diez años en los que se tuvo que aprender a medir los homicidios vinculados con este tipo de violencia. Han sido diez años en los que la narrativa del narcotráfico en México se tambaleó: surgieron nuevas células, aparecieron nuevos líderes, murieron o fueron detenidos los antiguos. Han sido diez años en los que la estrategia del gobierno federal no ha podido aclarar su rumbo, más allá de la permanencia del ejército en las calles y el empecinamiento de la prohibición de las drogas. Han sido diez años que han dejado miles de desplazados internos. Han sido diez años en los que algunos periodistas y medios han usado la autocensura como su carta de sobrevivencia. Han sido diez años de sangre y plomo.



Desde enero de 2009 en las páginas de nexos se ha hecho el registro sistemático y preciso de esta nueva y amenazante realidad. Hoy volvemos a los autores clave que han analizado y narrado periodísticamente qué ha sucedido durante la guerra contra el narcotráfico. El recuento petrifica. Héctor de Mauleón, Eduardo Guerrero, Guillermo Valdés, Fernando Escalante y Alejandro Hope se ocupan de las abrumadoras cifras y de los episodios macabros reportados por la prensa un día sí y otro también. En la sección “Ciudad de libros”, Roberto Pliego, Esteban Illades y Margarito Cuéllar revisan la narrativa, el periodismo y la poesía que se han escrito bajo esta década que nadie quisiera nombrar.


Esta década de sangre.
Episodios de una tragedia

Héctor de Mauleón


Un decenio de violencia

Eduardo Guerrero


La senda del crimen

Guillermo Valdés


La guerra confusa

Fernando Escalante


En tiempos de Peña Nieto

Alejandro Hope


Las novelas que el narco ha dejado

Roberto Pliego


El periodismo en los tiempos del narco

Esteban Illades


Poesía y balas

Margarito Cuéllar


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