Para entender la tardanza del cómputo en Estados Unidos basta ver una boleta electoral

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Contemplar una boleta electoral del condado de Maricopa, en Arizona, para sentir piedad por los funcionarios electorales que las cuentan. Y comprender el letargo propio de nuestra democracia.

Viernes 5 de noviembre por la nochecita. Parece que acaba el revuelo electoral en cuanto al primer capítulo no resuelto: quién ganó. Biden ya se comporta como presidente y su rival cumple con sus muy ganados bonos de energúmeno. Lo que sigue es el reconocimiento de presidente electo, el pleito legal que ya persiguen los trumpistas y, en enero, la salida por la buena o por la mala --lo puede llegar a echar un piquete de soldados-- de esta pesadilla que ha mandado en Estados Unidos los últimos cuatro años. Una pesadilla que sobrevive en los 70 millones de votos que todavía le dieron vida a Trump. No con sus modos, pero sí con su espiritu.
Qué monserga la lentitud en el cómputo gringo. Pero si va uno al detalle el laberinto de sus boletas electorales, se entiende. Encuentro en El País una crónica de lo que ocurre en el centro electoral del condado de Maricopa, en Arizona. Afuera, los trumpistas despotrican. Adentro, los funcionarios cuentan ayudados por todo un aparato tecnológico y humano que desentraña la firma de los votantes que enviaron por correo su voto y luego --aquí lo increíble-- el enredo de posibilidades que tiene cada elector frente a una boleta que no es tal sino una sábana con todas estas posibilidades: "Las papeletas en Estados Unidos no son de uno y otro partido. Son sábanas muy largas en las que en cada convocatoria se elige de todo. En estas elecciones, la papeleta del condado de Maricopa incluye: el presidente, un senador federal, tres congresistas, un senador estatal, 15 representantes estatales, un comisionado del condado, un supervisor del condado, el registrador de la propiedad del condado, el fiscal, el jefe de los archivos, el superintendente de los colegios, el sheriff, el tesorero del condado, dos miembros de los consejos escolares de dos colegios, el alcalde de Phoenix, el alcalde de Scottsdale, un concejal de Scottsdale, los jueces de la Corte Suprema de Arizona, los de la Corte de Apelaciones y cuatro iniciativas populares que se someten a referéndum."
Vale apiadarse un momento de ese grupo de personas que llevan tres días amurallados tras el cerco de esas laberínticas boletas. Puedo cuestionar mucho del modo de vida gringo. Pero lo que encuentro en esas boletas es la versión de una sociedad mucho más organizada que la nuestra. El año próximo no pasaremos de elegir candidatos sin verdaderos proyectos de nación, de región, de ciudad, de pueblo, de barrio. Bien haríamos en pensar no sólo por quién votamos o no en procesos manipulados por personas y grupos de poder fáctico ocultos en los membretes de partidos políticos que no son más que estructuras de empleo y control del aparato de poder público y los dineros que en él se concentran.
En fin, es viernes, La luna que nos heredó octubre va ya de ánimo menguante, pero todavía alumbrará por un buen rato la soledad de la noche.

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Sobre el autor

Sergio Mastretta

Periodista con 39 años de experiencia en prensa escrita y radio, director de Mundo Nuestro...