Límites: pensarlos desde el funeral de Apolonio Casimiro Abundio/Editorial de Mundo Nuestro

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Límites. Una palabra prendida en la libreta del reportero y que encuentro perdida. ¿En cuántas aristas de nuestra construcción social se han perdido los límites?



El respeto por la vida. La acumulación de dinero. La concentración de poder. Asesinatos, dinero, poder. Sicarios, potentados, autócratas.

Pensar en ello desde el funeral de Apolonio Casimiro Abundio, un agricultor asesinado a balazos en la región de Acatzingo. Pensar desde su muerte en la compasión, la ética, la justicia.



Ya no caben los muertos en el panteón de San Miguel Xaltepec.

Un asesinato más en en ese territorio al que se le vino como un rayo la violencia de la mano de las bandas huachicoleras, un rayo en el arranque de esta tormenta que se lleva día a día la vida en México.



Apolonio Casimiro Abundio, un hombre de campo, reconocido en su comunidad, es asaltado y asesinado a balazos. Su cuerpo lo encontraron en el camino que va de Acatzingo a Nopalucan, justo el territorio en el que una banda de secuestradores y asaltantes tiene como cabecilla al comandante de la policía municipal. Justo el territorio donde el viernes asesinan de veinte balazos al alcalde electo de Nopalucan.

Apolonio había salido de alguna sucursal bancaria. Difícil no pensar en la cadena de colusiones que terminan en la muerte de un hombre de campo.

Mirar a la muerte fuera de la nota policiaca que cierra con "el cadáver ingresó a la morgue de Tepeaca para su necropsia de rigor." El cadáver de Apolonio revela los miles y miles de funerales que como el suyo se han sucedido y aprietan de féretros los panteones.

Mariachi y sinsentido, coraje inabarcable, dolor sin freno La pena de una familia del campo en Puebla.

Eso es México esta tarde de cielo gris y tormenta a punto que se abate sobre mi pensamiento.

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Sobre el autor

Sergio Mastretta

Periodista con 39 años de experiencia en prensa escrita y radio, director de Mundo Nuestro...