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Mundo Nuestro. Teresa Lino Bello, Maestra Artesana, Premio Nacional de Textiles-FONART por su trabajo en rebozos, cuenta en este video la historia del Grupo Artesanal Tamachij-Chihuatll de Hueyapan, Puebla, una organización de mujeres artesanas que ha cumplido 40 años de existencia en este mes de octubre.



Mundo Nuestro. El pasado 18 de octubre el Grupo Artesanal Tamachij-Chíhuatl, de Hueyapan, Puebla, celebró 40 años de existencia. Ejemplar por su organización y por el extraordinario trabajo artístico que estas mujeres tejedoras realizan, el grupo es además una manifestación concreta de la transformación de la realidad de las mujeres en un pueblo originario de la Sierra Norte de Puebla. Ellas han escrito esta historia y la cuentan en colectivo.



RESEÑA HISTÓRICA DEL GRUPO ARTESANAL TAMACHIJ-CHIHUATL, DE HUEYAPAN, PUEBLA.

En los primeros meses del año de 1979 se realizan las primeras reuniones en los bajos del palacio municipal de Hueyapan, Puebla, convocadas por el Lic. Salvador Ibarra Vega, director del Centro Coordinador del Instituto Nacional Indigenista (INI), de Teziutlán, Puebla. Después de muchos intentos para conformar el grupo de artesanas, es hasta el 9 de agosto de 1979 que se llega a constituir la organización con mujeres indígenas de las diferentes comunidades del municipio de Hueyapan.

El principal objetivo de la organización fue la comercialización de las prendas artesanales a un precio más justo, así como disminuir a los intermediarios que llegaban al municipio a adquirir las prendas a precios muy bajos, esto se realizó con el apoyo y gestión del economista Lic. Carlos Yumbe Bautista, quien trabajaba en el Centro Coordinador del Instituto Nacional Indigenista (INI.) de Teziutlán, Puebla.



Se visitó el Museo Nacional de Arte Popular del Instituto Nacional Indigenista (INI) de la ciudad de México, estando como directora la Mtra. Teresa Pomar, la cual brindo su apoyo incondicional para el rescate de teñido con tintes naturales, bordados con iconografías en donde representan la cosmovisión propia del pueblo indígena náhuatl, en la elaboración de las prendas artesanales, compartiendo nuestra identidad cultural a las nuevas generaciones y a la sociedad en general.

A pesar de los obstáculos que se presentaron, en la familia, en la comunidad y con las propias mujeres, se continuó avanzando en el aspecto organizativo, es por eso que nos mantenemos unidas hasta la actualidad, algunas salen de la organización y otras se incorporan.



Cabe mencionar que, como mujeres, se tiene miedo para ocupar un cargo, por eso la primera mesa directiva de la organización duró 10 años. Que inició en el año de 1979 y concluyó 1989, siendo Presidenta la C. Manuela Cecilia Lino Bello. Secretaria la C. Victoria Natividad Bernardo. y Tesorera la C. Rosa Guadalupe Rivera.

En 1989 inicia y concluye en el año 2000 la segunda Mesa directiva encabezada por la C. Teresa Lino Bello, como presidenta, C. Victoria Martínez Ramírez como secretaria y C. Francisca del Carmen Martínez como tesorera, dándole seguimiento a la comercialización de nuestros productos artesanales y viendo la problemática que se vivía como mujeres, relacionadas con la sobrecarga de trabajo y no contar con un canal de comercialización directo, se propusieron alternativas como la ejecución de proyectos agropecuarios y de servicios, así como, proyectos para el rescate y conservaciones de nuestra cultura. Hemos participado en capacitación sobre: el enfoque de género, tintes naturales, derechos de la mujer, salud, alfabetización y otras más según el interés de la organización. Cabe señalar que, en los proyectos ejecutados, algunos fueron exitosos y otros no, pese a lo cual continuamos organizadas buscando otras alternativas a nuestra problemática.

En el mes de octubre del 1999 se nombra el tercer Comité, representado por las C. Modesta Basilio Prado, C. Guadalupe Díaz Lozada y C. Dominga Santos Posadas como presidenta, secretaria y Tesorera respectivamente. quienes comienzan a fungir a partir de enero del 2000 y en abril del 2002 entregan la administración

Del 2002 al 2009 funge una nueva mesa directiva integrada por 27 representantes comunitarias y se ratifica que sea encabezada por la C. Teresa Lino Bello, representando a la organización con el apoyo de las 27 representantes, quienes dan seguimiento en las gestiones ante las diferentes instituciones y organizaciones civiles donde se le implementa a la organización una Capacitación continua y se tiene la vinculación con organizaciones de mujeres indígenas de la región

Del 2009 al 2013 se inicia con otra mesa directiva representada por 30 integrantes de diferentes comunidades, encabezada por la C. María Julia Pascuala Lozada y como responsable de comercialización la C. Teresa Lino Bello

Del 2013 al 2019 quienes dirigen la organización son las representantes de los grupos de trabajo que se encuentran integrados en la Organización Tamachij-Chihuatl. Cabe mencionar que la máxima autoridad quienes determinan los acuerdos para la realización de las actividades dentro de la organización es la asamblea general de socias. Estas asambleas se llevan a cabo mensualmente.

ES IMPORTANTE RECONOCER Y AGRADECER LA VINCULACIÓN DE ACTIVIDADES ENTRE AUTORIDADES Y LA ORGANIZACIÓN ARTESANAL TAMACHIJ-CHIHUATL

Nuestro sincero reconocimiento a la maestra Teresa Pomar por ayudarnos a enraizar y rescatar nuestra identidad propia del Pueblo indígena Náhuatl de Hueyapan Puebla.

El Sr Manuel Mariano Martínez, siendo Presidente Municipal dio las facilidades y apoyo para la constitución del grupo artesanal, dando espacio para realizar las reuniones de la organización en la presidencia municipal.

El Profesor Francisco Aurelio Patoni Severiano, siendo Presidente Municipal, apoyo a la gestión de 3 telares de pedal ante el Gobierno del Estado, Posteriormente en el INEA se consiguió otros 2 telares, otorgó apoyo para algunos traslados de Exposiciones y Ventas a Ferias en la ciudad de puebla

El C. Profesor Juan Maximino Martínez Santos, siendo Presidente Municipal, dio amplio reconocimiento al trabajo artesanal nombrando a Hueyapan como Joya de la Sierra y Cuna del Chal Bordado, dio apoyos para promocionar los productos artesanales y traslados a Ferias a la ciudad de Puebla, contribuyó al desarrollo y reconocimiento al trabajo de las mujeres organizadas

El C. Nicasio Trinidad Santos, siendo Presidente Municipal, apoyo incondicionalmente en las reuniones y avalo al cambio de la segunda mesa directiva.

La C Yolanda Cruz Villa, siendo presidenta del DIF municipal donó una estufa y gestionó capacitación en conserva de frutas, teñido con tintes naturales y diferentes técnicas de bordado para las integrantes de la organización artesanal Tamachij-Chihuatl

El C. Profesor Mauro Hernández Luna, siendo Presidente Municipal, el principal logro fue la donación del terreno donde se edificó la casa artesanal, durante este periodo se reconoció y promovió a la organización artesanal Tamachij-Chihuatl, y otorgó un espacio para la participación de una mujer de esta organización y compartir los conocimientos y la importancia del trabajo organizado esto en el DIF municipal.

El C Profesor Antonio Sosa del Carmen, siendo Presidente Municipal y como Gobernador el Lic. Manuel Bartlett Díaz, se logra la construcción de la casa artesanal Tamachij-Chihuatl, a partir de ese año se toma posesión, pero es hasta el 29 de marzo del 2003, cuando se hace la inauguración oficial.

El C. Hipólito Filomeno Martínez Martínez, siendo Presidente Municipal donó la pintura, barandal y puertas exteriores de la casa artesanal, así como diferentes apoyos y la coordinación en la gestión, traslados a diferentes eventos y ferias, más la colaboración en los eventos que se realizaron en el municipio.

El C. Tomas Flores Martínez, siendo Presidente Municipal brindo apoyo para diferentes gestiones y traslados para eventos y ferias fuera del municipio, así como la participación de actividades sociales que realizaba la organización artesanal.

El C Lic. Levi Báez Mendieta, siendo presidente municipal apoyó a la organización artesanal para promoción y difusión de los productos artesanales en diferentes instancias. También retomó el concurso de prendas artesanales en Hueyapan. Así como estableció el corredor artesanal en la Feria Patronal de Santa Filomena

El C. Profesor Mariano Romero Patoni, siendo presidente municipal apoyó a la promoción artesanal y cultural. Realizó algunas gestiones de apoyo así como por parte del DIF municipal donó pintura, y algunos presentes en beneficio de la organización.

El C. Arquitecto Isaac Reyes Toribio, contribuyo para la rehabilitación de la casa artesanal de la organización y siendo presidente municipal promovió y difundió los productos artesanales, proporciono traslados a las ferias a nivel estado.

El C. Ingeniero Alfonso Lino Pozos, apoyo incondicionalmente en la rehabilitación de la casa artesanal y como presidente municipal se realizan actividades coordinadas de promoción, difusión y fundamentación del origen de los productos artesanales; cabe señalar que actualmente se trabaja con el Ayuntamiento Municipal para nuestra identidad cultural.

Es importante reconocer el apoyo de las diferentes instituciones Gubernamentales, Federales, así como las organizaciones no gubernamentales que apoyaron y acompañaron incondicionalmente a la organización Artesanal Tamachij-Chihuatl para fortalecimiento organizativo, desarrollo de capacidades, así como el lugar para exposición y capacitación, promoción y venta de artesanías. Las organizaciones no gubernamentales nos enseñaron que no solamente es la comercialización de los productos artesanales, sino también el desarrollo sobre control de calidad y precio justo, transparencia y democracia, productos originarios, medio ambiente, equidad de género e impacto comunitario, es importante mencionar a las amistades y conocidos que se han involucrado de una manera u otra en el desarrollo y permanencia de nuestra organización.

ACTIVIDADES DE LA ORGANIZACIÓN ARTESANAL TAMACHIJ-CHIHUATL

1.- Producción de artesanías de textiles de lana teñidos con tintes naturales desde las obras de arte, trabajos superfinos y trabajos en estándar, también se producen productos artesanales de lana con estambre y 100% acrílico

2.- Ofertamos para la venta piezas artesanales con control de calidad compartiendo nuestra identidad cultural

3.- Nos capacitamos de manera cotidiana sobre la producción considerando como principios control de calidad y precio justo, rescate de productos originarios y medio ambiente, equidad de género e impacto comunitario, aprendemos a sacar el precio justo de nuestros productos

Artesanales fomentando la democracia y trasparencia en la organización.

4.- Se realizan talleres de capacitación de teñidos y bordados para personas interesadas en conocer nuestras técnicas.

5.- Dentro de la organización artesanal se realizan intercambios de conocimientos sobre teñidos, bordados y control de calidad para mejorar nuestros productos

6.- Con frecuencia nos visitan estudiantes de diferentes universidades para intercambiar aprendizaje, la organización artesanal les enseña la elaboración de artesanías y de ellos aprendemos el desarrollo de sus conocimientos que beneficien a la organización

7.- Como organización hacemos convenios con personas interesadas en la promoción cultural y artesanal tanto nacional e internacional que promueva no solamente a la organización artesanal sino a la población indígena de Hueyapan, Puebla

8.- Se buscan espacios de venta a través de la participación y compartir conocimientos culturales y artesanales.

9.- Participación en ventas de Ferias y eventos en diferentes ámbitos, nacional e internacional y de manera local en la casa artesanal de Hueyapan, puebla para obtener un ingreso económico y para el bienestar de la familia.

PRINCIPALES LOGROS DE LA ORGANIZACION ARTESANAL TAMACHIJ-CHIHUATL

1.- Mantenernos unidas durante 40 años en la organización artesanal Tamachij-Chihuatl.

2.- Se logran obtener telares de pedal por parte del Gobierno del Estado e INEA.

3.- La donación del terreno para la construcción de la casa artesanal.

4.- El grupo artesanal Tamachij-Chihuatl se constituye como Sociedad de Solidaridad Social.

5.- Se logra la construcción de la casa artesanal con aportación del Gobierno del Estado y las socias de la organización.

6.- Tener una casa artesanal dirigida por mujeres indígena.

7.- La casa artesanal Tamachij-Chihuatl es un espacio de promoción, venta y capacitación

8.- Aprender a valorar nuestra identidad cultural.

9.- Capacitación continua en desarrollo personal y en la producción.

10.- Investigación de iconografías, capacitación y rescate de teñido con tintes naturales.

11.- Tener control de calidad en nuestros productos artesanales.

12.- Por el rescate de las técnicas ancestrales algunas socias han obtenido premios en diferentes concursos artesanales, así como las segundas generaciones hijos e hijas.

13.- Promoción de productos artesanales a nivel estatal nacional, e internacional.

14.- Valorarnos como mujeres artesanas y sentirnos orgullosas de ser indígenas.

15.- La participación de la familia en el trabajo artesanal y la coordinación para la participación en la organización como integrantes

16.- Actualmente estamos capacitándonos para utilizar la tecnología y así poder continuar en la promoción de nuestros productos artesanales.

17- Se cuenta con una estructura organizativa, conformada por diferentes grupos de trabajo el cual está encabezada por una representante de grupo, que organiza e informa las actividades a realizar y las representa en las reuniones de la organización con las representantes.

LAS REPRESENTANTES DE LOS GRUPOS DE TRABAJO SON:

Grupo Huitziki Xochitl: Natalia Toribio Santos

Grupo Talchichil: Juana Francisca Villa Toribio

Grupo Textiles de San Andrés: Ma. Manuela Santos Ramos

Grupo Tamachij: Francisca Bello Lozada

Grupo Tanamacoyan: Balbina Martínez Santos

Grupo Tamachij-Chihuatl: María Julia Pascuala Lozada

Grupo Barrio Alto: Julia Monterde Lozada

Grupo Ameltzin: Isela Santos Hernández

Organización Tamachij-chihuatl: Teresa Lino Bello

VISION DE LA ORGANIZACIÓN ARTESANAL TAMACHIJ-CHIHUATL

(NUESTROS SUEÑOS)

Una de las principales metas que tenemos es que la sociedad sepa reconocernos y valorarnos como organización de Mujeres Indígenas, para poder acceder a los espacios de participación ciudadana, en todos los ámbitos.

Así también, es parte de nuestro sueño, convertir esta organización en una empresa que rinda frutos en lo económico, social, cultural y de capacitación continua, que permita nuestro desarrollo integral y permanente como mujeres indígenas con identidad propia de un pueblo indígena náhuatl.

Que nuestra organización se consolide a través de los grupos de trabajo integrados en la tamachij-chihuatl y la creación de redes de distintas organizaciones de mujeres existentes en la región con el propósito de reforzar una sola gran organización a nivel Estado y vincularnos a nivel Nacional e Internacional.

Trascender de ser una organización social a ser una empresa de economía solidaria.

Adquirir conocimientos tecnológicos para un mejor manejo de promoción y venta de productos artesanales.

Promover de manera continua a las nuevas generaciones nuestra identidad cultural en la producción artesanal portando la vestimenta indígena, la comunicación en lengua materna.

DIFICULTADES ENFRENTADOS POR EL GRUPO ARTESANAL TAMACHIJ-CHIHUATL

Una de las principales dificultades enfrentadas fue el hecho de ser mujeres indígenas y querer organizarse en un grupo y trabajar para un bien común, ya que en aquel entonces hace 40 años la mujer indígena no tenía derecho a salir fuera del entorno de la casa, porque el ir a reuniones era parte de una rebeldía y hasta de la indecencia, algunos esposos dieron permiso que se anotaran para participar pensando que les iban a otorgar un ingreso económico por parte de INI a cada participante.

También hubo dificultades al inicio cuando empezaron las reuniones, nos dimos cuenta que no era como producir pan o tortillas y venderlas, ya que para la producción de artesanías la organización y venta era mucho más difícil, en ocasiones las reuniones se prolongaban mucho y no podían ser tan exactas, por lo tanto había maridos que regañaban y golpeaban a sus esposas, siendo primero un problema familiar y luego social, porque si el esposo de buena manera daba permiso, la mamá, el hermano o algún familiar cuestionaba diciendo que eso estaba mal y que no permitiera que su esposa participara.

Otro problema fue la no aceptación social de que un grupo de mujeres indígenas se organizara para producir artesanías y comercializar.

Al inicio nadie quería participar y ser parte de la mesa directiva, tenían miedo de enfrentarse a lo desconocido, ya que ellas nunca habían salido fuera de su comunidad, y dirigir una organización es salir en busca de apoyos para la comercialización de artesanías en beneficio de las compañeras.

Se conforma el primer comité integrada por tres mujeres y para salir se hacían acompañar de sus esposos ya que no podían salir solas, la primera mesa directiva duró diez años.

La segunda mesa directiva duro once años, continuaba el mismo problema de que nadie quería ser parte del comité. Hubo algunos cambios y empezaron a enfrentarse ya solas a salir en busca de comercialización, hubo situaciones en donde hablaban de las mujeres quienes salían a la ciudad, se decía que regresaban ya indecentes y que eso era vergonzoso ante la sociedad y la familia.

Tuvimos dificultades para lograr la construcción de la casa artesanal, debido a que no nos entendían lo que queríamos y nuestra inseguridad al hacer la solicitud y tardamos nueve años de gestión

Una dificulta más fue el temor de que las acciones emprendidas no fueran las correctas y no lograr las metas propuestas.

La vida cotidiana nos lleva a enfrentarnos situaciones difíciles, y el desconocimiento de los valores y derechos de la mujer nos llevó a no tener seguridad y confianza de que como mujeres tenemos capacidades de poder realizar acciones, se muestra dificultad al no querer aceptarnos como somos y que sí podemos lograr nuestras metas.

Hubo dificultades cuando la información no llegaba a todas las integrantes ya que la estructura no nos ayudaba, por lo tanto, se determinó que se dividieran por grupos comunitarios.

También nos enfrentamos a la dificultad de que desconocíamos las técnicas de teñido con tintes naturales y los bordados con iconografías propias del pueblo indígena ya que bordábamos nuestros chales con dibujos de revistas que nada tenían que ver con nuestra identidad cultural.

Nos enfrentamos a la dificultad de que no sabíamos sacar el costeo de piezas artesanales, vendíamos sin considerar el costo de nuestro trabajo y los materiales.

Sin Permiso. Brigitte van Tiggelen es historiadora de la química y directora para Europa del Instituto de Ciencia e Historia de Filadelfia. Annette Lykkness. Es profesora de didáctica de la química e historiadora de la química en la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología, en Trondheim.

Un homenaje a las investigadoras que contribuyeron al descubrimiento de los elementos químicos y sus propiedades.

La historia de la clasificación de docenas de elementos en una tabla periódica no se ciñe a una persona ni a un momento en el tiempo. Los científicos habían clasificado y predicho la existencia de los elementos antes de que Dimitri Mendeléiev propusiera su esquema en 1869, y siguieron haciéndolo después. Fueron muchos los que trabajaron para descubrir y explicar el comportamiento de las nuevas sustancias. Los gases nobles, la radiactividad, los isótopos, las partículas subatómicas y la mecánica cuántica todavía no se habían descubierto a mediados del siglo XIX.



Para celebrar el Año Internacional de la Tabla Periódica, dedicamos este artículo a algunas de las mujeres que revolucionaron nuestra concepción de los elementos. Marie Curie es la más famosa, por sus investigaciones sobre la radiactividad y el descubrimiento del radio y el polonio, que le valieron el Nobel en dos ocasiones. La mayoría, sin embargo, son poco conocidas. Tampoco suele apreciarse la tenacidad y diligencia que requiere el trabajo experimental, la valoración de datos y la reconsideración de las teorías vigentes.

Demostrar la existencia de un nuevo elemento no es tarea fácil. El primer paso consiste en detectar una actividad inusual; un comportamiento químico o una propiedad física (las emisiones radiactivas y las líneas espectrales, por ejemplo), que no se corresponda con la de ningún elemento conocido. Luego hay que aislar el nuevo elemento, o un compuesto de él, en cantidades lo suficientemente grandes como para poder pesarlo y convencer a la comunidad científica.

Descubrir y ordenar

Marie Curie no andaba a la búsqueda de nuevos elementos cuando inició su tesis doctoral sobre los «rayos del uranio», en 1897. Quería explorar la radiactividad, un fenómeno descubierto por Henri Becquerel en 1896. Pero sospechó de la existencia de otros elementos al observar que la radiactividad de la pechblenda, un mineral de uranio, era superior a la que cabía esperar de su contenido en uranio. Su marido Pierre se incorporó entonces a las investigaciones.

En 1898 identificaron las líneas espectrales de dos nuevos elementos: el radio y el polonio. Sin embargo, les llevó más de tres años pulverizar, disolver, hervir, filtrar y cristalizar toneladas de pechblenda para extraer tan solo 0,1 gramos de un compuesto de radio. La extracción del polonio sería aún más difícil, porque su vida media es más breve. En 1903, Pierre y Marie Curie compartieron el premio Nobel de física con Henri Becquerel por el descubrimiento de la radiactividad, y en 1911 Marie recibió un segundo Nobel por el descubrimiento del radio y el polonio y por la concentración y el estudio del radio.



Ubicar un elemento en la tabla periódica requiere establecer su peso atómico y sus propiedades químicas. El radio, por ejemplo, se comporta de modo muy similar al bario, pero su peso atómico es mayor, así que se sitúa justo debajo del bario. Determinar el peso atómico es difícil porque exige disponer de sustancias puras.

Cuesta distinguir elementos de peso y carácter similares. Poco después de elaborar su tabla, Mendeléiev propuso a la química rusa Julia Lermontova refinar los procesos de separación de los metales del grupo del platino (rutenio, rodio, paladio, osmio, iridio y platino), como paso previo a su ordenación. Solo sabemos de su trabajo a través del archivo y la correspondencia de Mendeléiev. Lermontova estudió química en Heidelberg con Robert Bunsen (descubridor del cesio y el rubidio en 1860, junto con Gustav Kirchhoff, con el espectroscopio que acababan de inventar), y fue la primera mujer que obtuvo un doctorado en química en Alemania, en 1874.

Establecer el peso atómico era, asimismo, crucial para identificar las series de desintegración radiactivas y distinguir entre nuevos elementos y las variedades de elementos conocidos. El concepto de isótopo solucionó el problema planteado por el descubrimiento de numerosos elementos para los que en apariencia no había espacio en la tabla periódica. Aunque el químico británico Frederick Soddy introdujo el concepto en 1913, fue la médica Margaret Todd quien propuso el término, que en griego significa «el mismo lugar».



La química polaco-judía Stefanie Horovitz, del Instituto de Radio de Viena, aportó la prueba experimental de la existencia de isótopos. Un elemento tan común como el plomo presentaba distintos pesos atómicos, según si procedía de la desintegración radiactiva del uranio o de la del torio.

También era problemática la naturaleza de una curiosa «emanación» del radio. ¿Era una partícula o un gas? La física canadiense Harriet Brook resolvió el problema junto con su director de tesis, Ernest Rutherford, en la Universidad McGill de Montreal. En 1901, Brooks y Rutherford mostraron que la emanación se difundía como un gas pesado y aportaron la primera prueba de que la desintegración radiactiva producía nuevos elementos. En 1907, William Ramsay sugirió que el gas, al que se denominaría radón, pertenecía al «grupo de los elementos del helio», que hoy conocemos como gases nobles.

En 1902, Rutherford y Soddy anunciaron su teoría de la desintegración radiactiva, según la cual los átomos se transmutan espontáneamente en nuevos átomos con la emisión de radiación. Si bien Rutherford obtuvo el Nobel de química de 1908 por estas investigaciones, la crucial contribución inicial de Brooks apenas ha sido reconocida. Tras publicar conjuntamente un primer artículo, el siguiente, en Nature, lo firmó Rutherford, que se limitó a indicar en los créditos la asistencia de Brooks. Como mujer de ciencia, Brooks tuvo dificultades, especialmente tras casarse, para obtener puestos estables y desarrollar sus investigaciones.

Al fondo de la materia

A todo esto, no dejaban de producirse avances en la comprensión del núcleo atómico. En 1918, la física Lise Meitner y el químico Otto Hahn descubrieron en Berlín el elemento 91, el protactinio. Meitner era austríaca y, tras completar su doctorado, había buscado en Alemania una oportunidad profesional. En 1907 fue admitida como colaboradora no remunerada de Hahn en el departamento de química de la Universidad de Berlín. Tuvo que trabajar en el sótano porque las mujeres no podían acceder al edificio principal. En 1913, cuando Hahn se incorporó al Instituto Emperador Guillermo de Química en Berlín-Dahlem, Meitner fue nombrada «asociada» del instituto.

Hahn y Meitner descubrieron el protactinio en el curso de una investigación sobre la «sustancia madre» de la serie de desintegración del actinio. Otros científicos perseguían el mismo objetivo e, inevitablemente, se produjeron disputas de prioridad. El descubrimiento fue atribuido a Meitner y Hahn porque concentraron el nuevo elemento en mayor cantidad y lo caracterizaron de forma más completa que sus competidores.

También el renio (elemento número 75) fue descubierto conjuntamente en 1925 en Berlín por la química alemana Ida Noddack y su marido, el también químico Walter Noddack, junto con Otto Berg, de la empresa de ingeniería eléctrica Siemens–Halske. Ida Tacke, que adoptaría el apellido de su marido, dejó un puesto en la industria química para ir a la caza de elementos. En 1925 se incorporó en calidad de investigadora no remunerada al Instituto Físico-Técnico Imperial de Berlín, donde Walter Noddack dirigía el departamento de química. Los Noddack tuvieron que emplearse a fondo para producir cantidades ponderables de renio, así denominado por el Rin. Es uno de los elementos más raros de la Tierra y no es radiactivo.

Los Noddack reclamaron asimismo el descubrimiento del elemento 43, al que denominaron masurio por la región de Masuria, en Polonia. Pero no consiguieron replicar las líneas espectrales ni aislar la sustancia. Las técnicas de la «química húmeda» no eran apropiadas para la identificación de este elemento, el primero en ser producido artificialmente, en 1937, y que recibiría el nombre de tecnecio.

A diferencia de Marie Curie, cuyas contribuciones fueron reconocidas y que tras la muerte de Pierre ocupó su cátedra en la Universidad de París, Ida Noddack trabajó como invitada en el laboratorio de su marido durante la mayor parte de su carrera. Esta es una de las razones por las que no se tomó en serio su sugerencia, en 1934, de que el núcleo podía partirse, un proceso que hoy denominamos fisión.

Los descubrimientos del neutrón, en 1932, y de la radiactividad artificial, en 1934, abrieron una nueva línea de investigación: la fabricación de elementos en el laboratorio mediante el bombardeo de átomos con partículas. En 1934, el físico Enrico Fermi y sus colaboradores en la Universidad de Roma anunciaron que habían producido los elementos 93 y 94 tras bombardear uranio con neutrones. Ida Noddack señaló en un artículo en Angewandte Chemie que Fermi no había demostrado que no se hubieran producido elementos más ligeros. «Es concebible», argumentó, «que el núcleo se haya dividido en varios fragmentos grandes». Los físicos la ignoraron.

Sin embargo, en 1938, Meitner y Hahn demostraron que el bario se encontraba entre los productos de las reacciones estudiadas por Fermi y que el núcleo se había partido. Para entonces, a falta de meses para que estallara la Segunda Guerra Mundial, Meitner, de ascendencia judía, había huido a Suecia. Pese a que sus cálculos habían convencido a Hahn de la fisión del núcleo, este no la incluyó como coautora al publicar los resultados en 1939, y en 1945 no aprovechó el discurso de aceptación del Nobel de química de 1944 para reconocer el papel de Meitner.

La mayoría de estas pioneras colaboraron con colegas masculinos, y no es fácil distinguir sus contribuciones. La física francesa Marguerite Perey es una excepción: se la considera la única descubridora del elemento 87, el francio, en 1939. Se incorporó al instituto de Marie Curie en París a los 19 años como técnica de laboratorio, bajo la dirección de Irène Joliot-Curie y André Debierne. Ambos le pidieron, independientemente, que midiera con precisión la vida media del actinio 227. En el curso de este delicado procedimiento técnico, identificó el nuevo elemento. Al no ponerse de acuerdo sobre quién dirigía a Perey, ninguno de ellos pudo reclamar un papel en el hallazgo. Perey acabaría dirigiendo el departamento de química nuclear de la Universidad de Estrasburgo, y en 1962 se convirtió en la primera mujer escogida como miembro correspondiente de la Academia de las Ciencias francesa. Pese a que no había ninguna regla que excluyera la elección de mujeres, la Academia no admitiría una mujer como miembro de pleno derecho hasta 1979.

El francio fue el último elemento natural en ser descubierto. Actualmente, el hallazgo de nuevos elementos requiere grandes equipos, aceleradores de partículas e importantes presupuestos [véase «Disputas en la tabla periódica», por Edwin Cartlidge; Investigación y Ciencia, mayo de 2019]. El significado de elemento químico ha cambiado. Si para Mendeléiev era una sustancia estable incapaz de transmutarse, hoy incluye especies isotópicas que existen apenas unos milisegundos.

Mediante esas técnicas, la química estadounidense Darleane Hoffman llevó a cabo un avance monumental a principios de los años setenta. Demostró que el fermio 257 se fisionaba espontáneamente, no solo al ser bombardeado con neutrones. También descubrió el plutonio 244 natural. Fue la primera mujer que dirigió una división científica en el Laboratorio Nacional de Los Álamos, en Nuevo México, donde se formaron generaciones de científicas. Una de ellas, Dawn Shaughnessy, es la investigadora principal de un proyecto sobre elementos pesados del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore en California, en el marco del cual se han descubierto seis elementos (del número 113 al 118).

Usar los elementos

Muchas otras mujeres han contribuido a ampliar nuestro conocimiento sobre los elementos. Tras el aislamiento del flúor por el químico francés Henri Moissan en 1886, un equipo de mujeres (entre ellas, Carmen Brugger Romaní y Trinidad Salinas Ferrer) trabajó con José Casares Gil en la Universidad de Madrid en los años 1920 y principios de 1930 en el estudio de las propiedades terapéuticas y la presencia en las aguas minerales de este elemento. Cuando tuvieron que dejar las investigaciones como consecuencia de la Guerra Civil (1936-1939), el trabajo de estas mujeres fue incorporado a la bibliografía de Casares.

La química Reatha C. King fue la primera mujer afroamericana que trabajó en la Oficina Nacional de Estándares de los Estados Unidos, en Washington. En los años sesenta estudió la combustión de mezclas gaseosas de flúor, oxígeno e hidrógeno. La alta reactividad del flúor sugería su uso en la propulsión de cohetes. Algunas mezclas eran tan explosivas que requerían técnicas y aparatos especiales, que King diseñó y fueron adoptadas por la NASA.

En la década de 1910, la médica estadounidense Alice Hamilton demostró la toxicidad del plomo y los riesgos que entrañaba para la población y los trabajadores de la industria metalúrgica. Su trabajo obligó a las compañías de seguros y a las empresas a adoptar medidas de protección y compensar a los damnificados. También organizó acciones sociales para que se reconocieran las enfermedades laborales relacionadas con otros metales pesados, como el mercurio. En 1919 se convirtió en la primera profesora nombrada por la Universidad Harvard. Ya en 1925 se pronunció contra la adición de plomo a la gasolina.

La técnica japonesa-estadounidense Toshiko «Tosh» Mayeda era en los años 1950 una experta en la medida de los radioisótopos del oxígeno. Había empezado su carrera limpiando los recipientes de vidrio del laboratorio de Harold C. Urey en la Universidad de Chicago, pero pronto se hizo cargo de los espectrómetros de masa. Contribuyó a la medida de la proporción de isótopos de oxígeno en conchas marinas fosilizadas, a fin de deducir la temperatura de los océanos prehistóricos, y extendió el uso de este método a los meteoritos.

Como estadounidense de ascendencia japonesa, Mayeda fue confinada en un campo de internamiento tras el ataque a Pearl Harbor del 7 de diciembre de 1941, y tuvo que hacer frente a la discriminación. Contando solo con un título de graduada en química, sus contribuciones podían haber sido invisibilizadas, como las de tantas técnicas. Afortunadamente, Mayeda recibió el apoyo de sus superiores y su nombre apareció en las publicaciones junto al de doctores y catedráticos.

Ampliar la perspectiva

Como ocurre con los descubrimientos científicos, la recuperación de la historia de todas estas mujeres de ciencia ha sido un trabajo de equipo en el que han participado Gisela Boeck, John Hudson, Claire Murray, Jessica Wade, Mary Mark Ockerbloom, Marelene Rayner-Canham, Geoffrey Rayner-Canham, Xavier Roqué, Matt Shindell e Ignacio Suay-Matallana.

El estudio de las mujeres que han contribuido al desarrollo de la química ofrece una perspectiva más amplia del descubrimiento científico y de las personas que participan en él, desde ayudantes y técnicos no asalariados a líderes de grandes laboratorios. En este año de celebración de la tabla periódica, es esencial reconocer los esfuerzos individuales y colectivos que nos han permitido construirla y siguen dándole forma.

Brigitte van Tiggelen es historiadora de la química y directora para Europa del Instituto de Ciencia e Historia de Filadelfi
Annette Lykkness. Es profesora de didáctica de la química e hisotriadora de la química en la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología, en Trondheim

Fuente:

https://www.investigacionyciencia.es/revistas/investigacion-y-ciencia/la-gran-explosin-de-la-vida-775/las-mujeres-de-la-tabla-peridica-17735

Mundo Nuestro. Imaginar la conexión total. O la igualdad cultural absoluta. Partir del hecho simple de que todo es posible. Jugar con ello. Por un momento, entre una multitud de imágenes estas posibilidades están a la mano en el espació que estos artistas plásticos han tomado en la Galería de Arte del Complejo Cultural Universitario de la BUAP. Instalación, paisaje sonoro, fotografía, video, bordados, cianotipia decimonónica, collage... Todo entra en un viaje como no lo habíamos visto en mucho tiempo en una exposición de la plástica poblana.

Al final, una reflexión obligada: ¿Queremos saber qué se puede hacer con el Museo Internacional Barroco? La respuesta la encontramos en la expo 4Stagioni: abre el espacio a los artistas plásticos , a los curadores, a los cineastas, a los actores y ofréceles el campo abierto a la creación artística contemporánea.



“Sólo a través de la comprensión de que el Eterno Retorno incluye tanto los fracasos como los éxitos se logra el despertar” F. Nietzsche

En la rapidez de la vida alguna vez has reflexionado en que todo lo que usas y todo lo que haces te conecta de alguna forma a la cotidianidad de los demás. Tu amigo italiano con el cual hablas por Skype al usar su celular no se imagina que sostiene en su mano un pedazo de tierra mexicana rica en cobre que fue procesada en China y ensamblada en la India para después ser enviada a todo el mundo. Mientras hablan tranquilamente, es probable que ninguno de los dos tenga la mínima idea de cómo el territorio mexicano fue afectado debido a esta extracción o de cómo una densa nube tóxica invade permanentemente algunas ciudades en China.

“Esperando el eterno retorno” nace de la inquietud que nos despierta el preguntarnos: ¿Qué pasaría si la globalización a través de actos justos o injustos conectara todo hasta sus últimas consecuencias?, ¿qué sería de la identidad si las culturas fuesen iguales? Nuestros días están llenos de eventos absurdos que promueven el desprecio del presente en la construcción de un futuro delirante, hecho que hoy jugamos a explicar con un poco de cinismo aplicando la “Teoría Cuántica” y la del “Eterno Retorno” según las cuales el tiempo y la evolución no son lineales sino cíclicos. Desde esta perspectiva el muro de Trump, los barcos de migrantes africanos que llegan muertos a Italia y el incendio en la Amazonas serían mecanismos de aprendizaje para trascender a algo mejor.



“Esperando el eterno retorno” no busca dar respuestas a los cuestionamientos aquí planteados; más bien, es una invitación a “navegar”, a conocer y a cuestionar nuestra historia, a reflexionar en nuestra conexión con los demás, a recuperar nuestro poder, a imaginar otras realidades posibles.

Yaizu y Pasquale



Pasquale Calone es cineasta y artista plástico italiano formado en estética y filosofía del arte en Italia y Francia. Posteriormente se forma y se especializa en cinematografía en Brazil. Ha expuesto sus obras en importantes galerías internacionales y forman parte de colecciones públicas y privadas como la del Museo de Arte Contemporáneo de la ciudad de Tesalónica en Grecia y varias instituciones de la ciudad de Paris. Ha trabajado en obras de cine premiadas en Cannes y Venecia. En “4 Stagioni” a través del concepto místico del “Eterno Retorno”, Pasquale quiere proponer una reflexión sobre la identidad como un juego de poder entre sexualidad y geopolítica estableciendo un mapa emocional entre -Dominador y Dominado-. En este juego de roles usa la sátira y la contradicción intentando responderse una pregunta: ¿es posible que la globalización nos esté volviendo a “todos iguales”?

Yaizu Vázquez es cineasta y gestora cultural, realiza su trabajo artístico principalmente como productora y directora audiovisual. Ha sido reconocida con el premio al “Mejor Proyecto Iberoamericano” en Huelva, España; el “Premio del Público” en Madrid, España y el “Premio Cine al Rescate” en Panamá, también fue beneficiada con el Estímulo a la Creación y Desarrollo Artístico de Puebla. A Yaizu le interesa desarrollar ideas que pongan en valor problemáticas sociales y temáticas culturales, así como explorar diversas narrativas a través del arte. En “4 Stagioni” Yaizu explora a través del paisaje sonoro la posibilidad de escribir con sonidos, de evocar la sentimentalidad de otro tiempo y de otros espacios. En esta exposición el sonido es una invitación a reaprender a sentir, en donde el cuerpo y los sentidos son la brújula para evocar una cultura, una historia, un recuerdo.

Gabriela Farías Islas estudió Artes Plásticas en la Universidad de Guanajuato y la Universidad de Montana. Su trabajo se ha expuesto en más de 30 exposiciones colectivas e individuales en México, Estados Unidos y Hungría. Asimismo, ha participado en dos ocasiones dentro del Festival Internacional Cervantino y ha sido seleccionada en la Bienal Puebla de Los ángeles en dos emisiones. Además, ha obtenido varias menciones honoríficas y apoyos a la creación, entre las que destacan: Estímulos a la creación por el Fondo Estatal para la Cultura y las Artes de Guanajuato en 2009 y del Moscow International Foto Awards, MIFA 2014. En “4 Stagioni” a través de diferentes técnicas como el bordado, el collage, la pintura y la fotografía, Gabriela entrelaza un mapa familiar que tiene una fuerte relación con el pasado, con el arraigo y el desarraigo, así como con la construcción de la identidad. Con los lazos que se crean a través del linaje femenino. Gabriela encuentra en el trabajo textil y en el tejer un acto colectivo en el que una generación pasa su conocimiento histórico a otra.

Coralie Maniez Utilizando diferentes técnicas fotográficas del siglo XIX como el cianotipia o la goma bicromática, Coralie traspasa las fronteras que hay entre la foto y la pintura, jugando con la luz, los pigmentos y los negativos ella crea un universo único que se inspira en el surrealismo. En la idea de que el cuerpo vive en un permanente estado de trasformación, las imágenes creadas por Coralie intentan captar este movimiento proponiendo una cartografía intima; la metamorfosis como utopía de un cuerpo que se reinventa a sí mismo constantemente.

Brett Cantú Vale Oscilando entre lo digital y lo plástico, Brett Cantú Vale emplea técnicas como el collage, la pintura, la manipulación digital y la ilustración para construir sus creaciones. Las temáticas que aborda van de lo natural a lo oculto, produciendo imágenes que poseen un toque sensacional y en ocasiones macabro, dando forma y protagonismo a espacios y criaturas tanto grotescas como fantásticas en cada una de ellas. Su intención en “4 Stagioni” es crear metáforas visuales, pequeñas escenas y personajes que hablan del autoconsumo y el paso del tiempo; de cómo se erosionan los más nobles conceptos, de la idea de que en nuestro afán de echar a andar la máquina humana, hemos transformado todo en combustible, incluso a nosotros mismos.

Julio Broca es artista gráfico y sociólogo. Desarrolla investigación sobre fenómenos artísticos y de rebelión; cofundó junto a los más prestigiosos diseñadores latinoamericanos el proyecto Gráfica Latinoamericana Siglos XX y XXI; ha exhibido su obra, colaborado con artistas e impartido clases en escuelas de arte, diseño y ciencias sociales en México, América Latina, Estados Unidos y Europa. Durante diez años ha dirigido el diseño gráfico en el Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Autónoma de Puebla (BUAP). Dirige el despacho de diseño Ojo Crítico y es Profesor en la Escuela de Artes Plásticas y Audiovisuales de la BUAP en el departamento de Arte Digital.

Adrián Francisco García Artista visual y caricaturista en diversos medios impresos, programas de televisión y de radio, así como en redes sociales, Beca Fonca IVEC 1995-1996, ilustrador de cuadernos infantiles para iluminar del IVEC, exposiciones y premios de caricatura de 1984 a la fecha. En “4 Stagioni” Adrián dialoga a través de retratos cotidianos de grotescos personajes, habitantes asiduos de un mundo que se repite a sí mismo pretendiendo ser diferente en sus afanes de la eterna búsqueda de la utopía del poder.

Poliana: La pintura como acto de libertad

Emma Yanes Rizo



Desde hace varios años el pintor José Lazcarro, por iniciativa propia, se acercó a la cárcel de san Miguel con la propuesta de realizar un taller para presos y presas y así ayudarles a salvar su alma. Para sorpresa del propio Pepe a la propuesta respondieron un nutrido grupo de convictos de ambos géneros con el entusiasmo y la curiosidad de acercarse al arte. Así, Lazcarro, sin temor alguno, les mostró durante cuatro años, cada miércoles, cómo hacer los primeros trazos, cómo borrar figuras y empezar de nuevo, el manejo del color, pero sobre todo los animó a alejarse del miedo de expresar sus propios sentimientos en modestas hojas de papel o en el lienzo como un camino para conocerse a sí mismos, encontrar acaso el propio perdón.

Nunca ha preguntado ni sabe José Lazcarro si los hombres y mujeres a los que vistita en la cárcel son culpables o no. Considera simplemente que todo ser humano sin oportunidades o con fragilidad emocional puede, en cualquier momento, dar un paso hacia el horror, quizás en defensa contra sus propios demonios.

Las imágenes, de las que hemos hecho una pequeña selección, hablan por sí mismas: un ciclista que desde su celda imagina un camino al que no puede acceder, a su bicicleta le falta la rueda delantera y pedalea sin sentido; un hombre de mirada triste tras las rejas; una muchacha finamente ataviada con una flor en el cabello y las uñas pintadas lista para la fiesta, pero con las manos esposadas; o un cuadro surrealista de un muchacho que se mira en tres dimensiones, en una de las cuales habla con su propio cerebro.

La exposición Poliana retoma el nombre de un juego de mesa ideado por los presos políticos de 1968 en Lecumberri, con el reto en el tablero de lograr salir del terrorífico Palacio Negro.



La exposición presenta para sus visitantes tres textos que acompañan al trabajo de los artistas adiestrados por el Maestro Pepe Lazcarro, que aquí presentamos. Sus autores, Chen-Li Chilian, Fritz Glockner y Alejandro Eziquio Bernardino, este último, con un poema. Se inauguró en el Museo de Arte Virreinal este 19 de septiembre, para conmemorar simbólicamente el 34 aniversario del terremoto de 1985, cuando los mexicanos mostraron su solidaridad los unos con los otros, sin importar a quién se tendía la mano, y concluirá el 10 de diciembre, fecha de la conmemoración 71 de la aprobación en la ONU de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Imperdible



Poliana, el arte de la fuga

Sheng-li Chilián

Poliana es un recorrido impulsado por el anhelo de libertad, con un poco de estrategia, un toque de suerte y un espíritu lúdico que se mantiene aún en las circunstancias más hostiles.

Bajo la guía del maestro Lazcarro como una suerte de Virgilio, Poliana es el descenso al infierno de uno mismo, ese lugar donde habitan el miedo, la soledad, la incertidumbre, la tristeza, la rabia, la impotencia. Un camino que incluye el trabajo con el cuerpo, los ojos, las manos, acompañado de una nueva conciencia de sí y del otro. Una senda que ha de andarse y desandarse mientras uno se transforma al transformar la materia con que se juega.

En el diálogo con la academia, el trabajo de los internos evidencia un reconocimiento de sí a través de la memoria y el diálogo con el otro; el sueño de la libertad convertido en una cotidianidad imaginada; una renovada conciencia del entorno, sus paisajes y vicisitudes; muchas emociones en tensión, jovialidad y derrota, pero sin resentimiento ni melancolía, que se asoman a través de trazos al mismo tiempo expresionistas y naíf, un uso del color que abreva de la cultura popular y mantiene vínculos profundos con el recuerdo familiar.

¿Qué es lo que aquí entra en juego? El papel del arte en la vida, su efecto en una humanización de las personas, su función social; la visibilización de aquello que sucede allende los muros de la cárcel, ese sitio que marca el límite de la justica en el imaginario colectivo, la vida que ahí persiste; la imperiosa necesidad de mirarnos como individuos y como instituciones, y reconocernos para retejernos, reconectarnos, colaborar y ejercer nuestra libertad con responsabilidad.

Simbólicamente, el inicio de la exposición coincide con el 34 aniversario del terremoto de 1985, evento que cimbró las estructuras y sacó a flote la fraternidad soterrada de los mexicanos. Además, otra fecha significativa, el día 10 de diciembre, coincide con la conmemoración 71 de la aprobación de la ONU de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la cual pone a la dignidad humana como el valor esencial para la construcción de una sociedad justa.

Y en la construcción de esa dignidad, el arte, con su disciplina y algarabía, es el agente transformador.

Aire de libertad

Fritz Glockner

Atraparon su libertad luego de andar persiguiendo sus sueños; fueron varias decenas de jóvenes quienes de pronto se vieron como huéspedes del llamado “Palacio de Lecumberri”. Han transcurrido ya cinco décadas desde que el tedio se apoderó de ellos, quienes exigieron lo imposible; las lecturas y los círculos de estudio proliferaron y consumieron parte de su existencia en cautiverio; las manualidades les ofrecieron algunos billetes para aminorar carencias: pulseras de chaquira, monedas talladas con efigies del Che Guevara, o de flores y figuras atractiva; de pronto, frente al hastío, los juegos de mesa: cartas en todas sus variaciones, dominó, ajedrez, damas chinas e inglesas, hasta que alguno empezó a diseñar la estructura carcelaria, con los pasillos largos de las crujías, la torre panóptica en su centro, los apandos como sitios de castigo. Se habrán preguntado “¿y si jugamos a salir de aquí?”

Actualmente existen diversas versiones sobre el origen del juego. Hay quienes aseguran que fue un norteamericano recluido quien trajo a México la idea, basada en la novela Pollyanna, otros se lo adjudican a narcos colombianos. La propia acta de nacimiento se debate entre Lecumberri o el penal de Santa Martha; para el año 1974, cuando mi padre se encontraba convidado a permanecer dentro de las paredes de ese infierno, la Poliana ya era la novedad para acudir a la distracción.

Más allá de la inexactitud histórica o de las versiones y leyendas, la Poliana es un invento de los presos políticos de México. Popularizado en la crujía “M” de Lecumberri, el diseño del tablero semeja un mapa del “Palacio Negro”: ahí se actualizaron sus reglas, se fabricaron con madera, sirvió como distractor ante la rutina… Más allá del escenario del horror, el juego de mesa les permitió estrellar las costumbres, alcanzar otros alientos, eludir el dolor del castigo, suponer que la libertad quedaba a pocos pasos.

Hoy por hoy la Poliana es un juego para continuar con la imaginación y la protesta detrás de los muros, un medio para dirigir la alegría, una manera de olfatear la libertad.

Poema carcelario

Alejandro Eziquio Bernardino

Se necesita

Cerrar los ojos y viajar

Más allá de las fronteras

Más allá del horizonte

Más allá de estás frías rejas

De estas mudas paredes

De ilusiones, de sueños truncados

De lágrimas agotadas, de voces silenciadas

Por el seguro de la puerta

Más allá de una realidad incierta

Y sólo se necesita cerrar los ojos

Como si en ello se acabara todo

Uno se volviera invisible.

Se necesita cerrar los ojos

Y creer en lo más hondo de tu ser

En lo profundo del alma, creer que

Aún se puede ser, lo que uno siempre

Ha querido y cada día ser mejor en todo

Y el primero en ser

El más humilde.

El museo Bello no solamente se entiende por las colecciones que contiene. Las adaptaciones hechas al inmueble para convertirlo en museo tienen como propósito exhibir de manera adecuada las piezas. Mariano Bello y Acedo concibió y organizó el discurso museográfico a partir de su propia apreciación y formación cultural, y así hizo del edificio una expresión material de su forma de ver y concebir los bienes culturales que reunió.


Atendiendo a ese razonamiento, el gobierno del estado lo declaró monumento histórico, señalándo expresamente en la declaratoria la necesidad de mantener indisolublemente vinculadas las colecciones y el inmueble.


El Bello es por eso también significativo porque nos muestra las formas culturales de una época, es parte de la historia de la ciudad, de los alcances culturales de sus élites, de su identidad.



Guardando las proporciones, podríamos construir una analogía entre estas colecciones y una biblioteca antigua como Lafragua o la Palafoxiana. Esta última declarada Memoria del Mundo precisamente porque, por la riqueza de los materiales que contiene, es una muestra de los saberes, creencias y formas de transmisión de los mismos en una época de la historia de la humanidad; la monumentalidad del recinto es solo un elemento de esta declaratoria y por cierto no el más importante. Nadie en su sano juicio promovería trasladarla a otro recinto a pesar de las dificultades para su mantenimiento.

(Foto de portadilla: Patrocinio de la Virgen sobre las mujeres de la Familia Munuera, Miguel Jerónimo Zendejas. Este cuadro de fines del siglo XVII es una de las piezas que en el año 2015 fueron extraídas del Museo Bello y González en el año 2015, según documenta el portal LadoB el 3 de diciembre de ese año. La foto aparece en la tesis "El Pincel de Elías, José Joaquín Magón y la Orden de Ntra. Sra. del Monte Carmelo", cuyo autor es Alex Andrade Campos.)

Francisco Toledo: la historia del chango onanista, los gatos de piedra para Monsiváis y los calcetines del Maestro

“A ver, ingeniero –me dijo una mañana Francisco Toledo en su oficina en San Agustín Etla--, ¿qué es lo que puede hacer usted con su maquinita?”

“Lo que usted quiera, Maestro…”, le respondí.

Y lo que quería era la producción en ónix y mármol de los setenta gatos para el piso de la Biblioteca Personal Carlos Monsiváis en la Plaza de la Ciudadela, en la Ciudad de México. Esa era la intervención artística solicitada por el Instituto Nacional de Bellas Artes como homenaje al escritor mexicano fallecido en el 2010.



Gatos para Monsiváis era lo que tenía en la cabeza Francisco Toledo.

“¿Lo puedes reproducir?”

El Maestro estiró la mano y arrancó de un móvil que colgaba del techo, a un lado de su escritorio, uno de los cinco changos hechos por él con la mica de unas radiografías que le habían tomado para el tratamiento de una costilla rota. “Los changos se parecen a mí”, me dijo al entregarme uno de ellos para devolvérselo reproducido en piedra.



Un chango en el feliz acto de masturbación colgaba del móvil y el Maestro lo puso en mi mano.

“Quiero ver lo que puede hacer tu maquinita.”



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Regresé a Puebla con el chango onanista recortado por el Maestro Toledo de una radiografía de sus costillas. Yo soy empresario, y formo parte de una familia de industriales marmoleros con más de cincuenta años de experiencia. La tecnología de inyección de chorro de agua de las máquinas water jet te permite cortar metales y piedras con el diseño que quieras, así que desde hace treinta años producimos piezas de arte para la industria de la construcción, igual fachadas de edificios que fondos de alberca o murales en las salas. Por eso llegó el Maestro Toledo con nosotros. Un cliente nuestro contrató al artista plástico Jan Hendrix para la fachada del hotel Dreams en Cancún, una pieza de aluminio de 20 por 25 metros con la forma de un coral. Para que entendamos de quién se trata, este artista holandés es el creador del monumento en memoria de Amparo Espinosa que está plantado en el zócalo de la ciudad de Puebla, pieza que le produjeron en España. El caso es que Hendrix quería hacer la pieza para el hotel en Cancún precisamente en España, pues exigía para su obra una realización con calidad europea. Mi cliente le dijo que no necesitaba ir a España, que conocía alguien con una fábrica en Tlaxcala capaz de producirla y mucho más barata. Pidió una prueba y nosotros le hicimos una flor de loto en ónix blanco y mármol negro de Monterrey, una pieza que hoy luce en el fondo de una alberca.

Hendrix conocía a Toledo. El Maestro sufría con el encargo del INBA para la biblioteca personal de Monsiváis. Primero pensó en una gran alfombra, pero los alfombreros de la ciudad de México le sacaron al parche por lo complicado de la elaboración, y por el tipo de material no resultaba una buena idea para un espacio público. Muy pronto Toledo comprendió que lo que necesitaba era producir sus gatos en piedra. Así que por Hendrix el Maestro dio con nosotros.

Y en mis manos estaba el chango masturbador en mi oficina.

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La técnica que utilizamos para la elaboración de tapetes en piedra es la del corte de chorro de agua. Con ella cortas sin problema un riel de ferrocarril y la piedra que gustes. Con la máquina Water Jet cortas las piezas que, ensambladas, dan forma al diseño que quieras. Los pasos son simples, y para ilustrarlos sirve el chango hecho con las radiografías de las costillas de Toledo: copias el diseño en el autocad; se corta sobre una placa de mármol negro Monterrey, sí, completito el chango jalándosela; luego haces lo mismo con una plancha de ónix blanco, y entonces ya tienes el negativo, como quien dice. Lo que sigue es reproducirlos en el número que necesites y ensamblarlos uno por uno y es lo que teníamos que hacer para el encargo de la biblioteca de Carlos Monsivías.

Bosquejo original de Francisco Toledo para la producción del piso de marmol de la Biblioteca Personal Carlos Monsiváis.

El gato de Toledo tiene cerca de ochenta piezas, y lo hicimos a partir de copiar en el autocad el diseño original del Maestro Toledo, y no hicimos uno, hicimos setenta, y con un montón de materiales: caliza portuguesa para el relleno, y para las incrustaciones pizarra negra brasileña, marrón emperador español, blanco Carrara italiano, dorado Tepexi poblano, Santo Tomás gris poblano y café Tenayo poblano. Todos los colores los escogió el Maestro Toledo, nosotros le llevábamos las muestras a Oaxaca y él decidió lo que quería, que si algo en negro, que si algo en café, pero vino varias veces a supervisar el proceso. Y así nos echamos dos meses, 25 trabajadores de tiempo completo, al principio en una confusión de la chingada, hasta que encontramos un método de ir armando en bloques de diez en diez los gatos, pieza por pieza, como un rompecabezas. Cuando vio el proceso el Maestro me dijo que de haber sabido lo complicado que era el ensamble de cada gato hubiera pensado en un diseño más sencillo.

"Maestro –le dije--, yo estoy para hacer lo que usted me diga.”

El ingeniero Jorge Limón con el Maestro Francisco Toledo y la representante del INBA, en conversación sobre el proyecto de los gatos para la biblioteca de la plaza de la Ciudadela.

Francisco Toledo en el taller marmolero con los gatos a sus pies.

Gato. Ensamble de piezas de mármol para la ornamentación del piso de la Biblioteca Personal de Carlos Monsiváis en la Plaza de la Ciudadela en la Ciudad de México.

Perspectiva de uno de los salones de la Biblioteca Personal Carlos Monsiváis, en la Plaza de la Ciudadela, en la Ciudad de México.

No estuve en la inauguración de la Biblioteca Personal de Carlos Monsiváis. De hecho, nunca vi con el Maestro Toledo el resultado de nuestro trabajo. Sí me invitó algunas veces a Oaxaca. Me pidió que lo ayudara en la adquisición de una máquina water jet. Un día me dijo: “Oiga, ingeniero, usted que se junta con la realeza poblana, ¿no conocerá a alguien que nos quiera ayudar en un proyecto de producción de calcetines con diseños míos para que los puedan producir los presos de la cárcel de Oaxaca?” Efectivamente un industrial poblano, el Doctor José Luis Salomón, donó tres máquinas y la capacitación de los presos en el reclusorio con las que hoy producen estos calcetines que tienes a la vista.

Calcetines con diseños de Francisco Toledo producidos por presos en el reclusorio del estado de Oaxaca.

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Francisco Toledo era un magnífico ser humano. Sólo tuve buenos momentos con él. Yo nunca le pedí ni que me autografiara una servilleta. Le regaló, eso sí, un collar de piel diseñado por él a mi esposa. Lo recuerdo entonces una mañana de principios de 2013 cuando vino a conocer el resultado de la prueba con el chango onanista.

“Se parece a mí”, me dijo cuando tuvo en sus manos al chango.

Para doña Petra Rodríguez Silva, por sus 95 años de fructífera vida

Hueyapan, el lugar del Río Grande (eso significa el nombre náhuatl en español), es también el sitio de las tejedoras, de las bordadoras, de las retratistas de la Naturaleza.



8 de agosto en la Sierra Norte de Puebla. Para celebrar a su santa patrona, Filomena (“la amante del canto” o de la música), en Hueyapan se organizó la feria, planeada para cuatro días de exposición y venta de artesanías, de gastronomía, de música, baile y huapango.

Pero descolló un hecho inédito en este sitio (¿y en cuántos del mundo?): se buscó a la Reina de la Feria entre tres mujeres mayores de sesenta años de edad.



Las candidatas hicieron un recorrido en un carro alegórico por la cabecera municipal para que los jueces las observaran y, después, las escucharan disertar en náhuatl sobre tres temas, ya en el escenario principal de la feria: la cultura tradicional de Hueyapan, su gastronomía y las artesanías que le han dado prestigio en México.

Lejos de las lluvias de este verano, aunque con el bochorno propio de una región donde si hay algo en abundancia es agua, las tres candidatas a reina, vestidas de la forma tradicional que la moda occidental desde hace más de quinientos años no ha podido desterrar, se mostraron al público.



Hueynana, como se dice en náhuatl abuela, es cada una de las mujeres que participaron para ser reina en la feria hueyapanense: doña Rosa Guadalupe Martínez Hernández, de 72 años de edad, artesana independiente, pues no pertenece a organización alguna, lo mismo que María Filomena Lucas, de 78 años de edad; y Florentina Nicolás Lucas, de 64 años de edad, ésta sí de un grupo: tlamachicíhuatl.

Incluso para los habitantes de este municipio, que ahora visten a sus niños con ropas estampadas con figuras de superhéroes gringos (de los de Disney a los de Avengers), la eclosión de colorido de cada carro alegórico no pudo pasar desapercibido: con los colores, las formas, la flora y fauna de la Sierra; con ellos, una forma de contar cómo es el mundo, cómo el universo.

La imagen puede contener: 13 personas, personas sentadas y comida

Foto de Teziutlán en Línea Regional.

María Filomena Lucas, moliendo masa sobre un metate, como lo hicieron su madre y su abuela, y las abuelas de éstas, rodeada de comida (tamales, tortillas, atole) mostró la gastronomía de Hueyapan.

Rosa Guadalupe Hernández, en una especia de “casa rodante”, con dos jóvenes novios que sostenían un “niño” hecho con pan, tuvo como motivo las tradiciones de Hueyapan: todo dentro de su escenario era lo que se ocupa para vivir en este sitio.

Florentina Nicolás, con el motivo de las artesanías hueyapanenses mostró trajes femeninos que, completos pueden costar doce mil pesos o más; textiles con una poquísima o nula influencia occidental, y las plantas de donde obtienen desde hace cientos de años sus tintes.

Los equipos de apoyo a cada una de las candidatas iban y venían: tomaban fotos y hacían videos con sus teléfonos; preguntaba qué faltaba, qué había que mostrar más a los jueces que, ojo avizor, no perdían detalle de lo propuesto.

Niñas (cihuapilmeh) vestidas como sus abuelas (hueynanameh); chamaquitos, escuincles (pillimeh) ataviados como lo hicieron hasta hace poco sus hueytatameh, sus abuelos: con calzón y camisa de manta blanca, huaraches, sombrero y una bolsa de ixtle, cuyo lazo se cruzan al pecho como una canana.

Los hombres (macehual) que veían a las candidatas en sus carros alegóricos, y antes de que ellas pasaran a comer con autoridades e invitados, bailaron la Xochipitzahua, tocada con guitarra, contrabajo y violín, cantada en náhuatl, ataviados con collares de pan engarzados y flores en las manos.

Igualmente ataviadas bailaron posteriormente las mujeres; ambos grupos fueron convidados a tomarse un trago de aguardiente de caña cuyo olor se expandía entre los pasos de baile ceremonial.

Los jueces (dos hombres, dos mujeres, profesores la mayoría), anotaban, escrutaban, atendían cada detalle de los carros alegóricos y de las candidatas, esperando oírlas disertar, en náhuatl sobre cada uno de los temas que sirvieron para adornar sus vehículos.

Candidatas, autoridades e invitados especiales pasaron al salón de Cabildo del Ayuntamiento a comer. Los lugares principales fueron ocupados por las tres ancianas en busca del reinado de un año (hueynanameh; en náhuatl no existe el eufemismo políticamente correcto de “adultas mayores”).

De ahí todos pasaron a la plaza del municipio convertida en “Teatro del pueblo” gracias a un alto, fortificado y amplio enlonado donde lo mismo actuaría el comediante Teo González, que tocaría el grupo elefante, y Cuisillos animaría el gran baile principal.

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Desde el escenario, donde se proyectaron los estudios fotográficos profesionales que se les hicieron a las candidatas, éstas hablaron en su idioma, con algunas, pocas palabras en español, sobre su cultura tradicional, su gastronomía y su artesanía.

Los monolingües, quienes no hablan o entienden el idioma mexicano más hablado en el país, sólo escucharon la musicalidad y suavidad de una lengua florida, que parecía reproducir las flores del propio escenario y del entorno hueyapanense.

Aun cuando en la cultura náhuatl no existen las porras (de origen árabe, así traídas a América: Alá—bio, Alá—bao…), cada candidata llevaba su grupo de apoyo que gritaba sus nombres y aplaudió sus participaciones, portando cartulinas coloridas con los apelativos de cada una de ellas.

Los jueces no se distraían mientras mujeres anfitrionas repartían entre ellos, los invitados especiales y las autoridades pinole y dulce de calabaza y de yuca.

No llovió: la balanza de los jueces se inclinó por doña Florentina Nicolás Lucas, de 64 años de edad, quien resultó la Reina de la Feria.

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Pude parecer increíble, pero no se trató de una competencia. No se trató de humillar a la contrincante ni de demostrar ser más que la otra: era tanta la cordialidad entre las tres candidatas a reina, que quienes no resultaron elegidas no estaban afligidas ni mostraban envidia o frustración.

Tanto la nueva reina, la abuela, hueynana Florentina como sus dos acompañantes en el escenario, lucían floridos y magníficos chales, tal vez bordados por ellas mismas. Tal vez en uno de ellos, tal vez en las tres prensas está el “Árbol de la vida inclinado” del que habla la maestra bordadora Teresa Lino: aquél que indica nuestro nacimiento, nuestro paso por la vida, la muerte y la continuidad de la vida en forma de espíritus.

La feria, el encuentro, a final de cuentas mostró que aquí la vida sí que persiste.