Economía

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Mundo Nuestro tiene un objetivo prioritario: realizar un periodismo de investigación que contribuya en la construcción de una estrategia nacional de conservación, desarrollo y custodia de la biodiversidad y la agrobiodiversidad, lo que se llama el patrimonio biocultural de México.

(Ilustración de Jonathan Rosas, tomada de Revista Nexos)

El debate del pasado domingo 20 no modificará sustancialmente las preferencias electorales, según lo han destacado diversos analistas y medios de comunicación. El candidato que encabeza las encuestas lo seguirá haciendo con variaciones menores. Tanto Anaya como Meade y Rodríguez pensaron que la mejor estrategia sería la descalificación y el insulto. De esta manera, lo que parecía un ejercicio más interesante en su primera parte decayó en la segunda por el intercambio de agresiones sin mayor sentido ni interés para los electores.

Los temas a discusión, particularmente el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), los migrantes y la relación con el presidente de Estados Unidos son cuestiones de urgente y gran trascendencia para el futuro inmediato del país. Después del problema de la violencia probablemente no hay otro de la misma importancia. La relación con nuestro vecino pasa por un momento particularmente crítico en el que predomina una gran incertidumbre. Y ello se debe a la existencia de varios actores y a la división de opiniones e intereses en casi todos los temas involucrados.



Tomemos el caso de la renegociación del Tratado. En estos momentos, las pláticas están suspendidas y nadie sabe si van a continuar y bajo qué condiciones. Después de que el líder del Partido Republicano en la Cámara de Representantes, Paul Ryan, pusiera una fecha fatal para concluir la revisión del acuerdo comercial, misma que no se cumplió, las opciones posible son tres: una, que las conversaciones se reanuden y se llegue a un acuerdo a principios de junio; dos, que reinicien después de julio una vez que se hayan conocido los resultados de las elecciones mexicanas; y tres, que de plano se vayan hasta el próximo año, con posterioridad a los comicios de noviembre en Estados Unidos. El problema es que, en los dos últimos casos, el presidente Trump pudiera decidir súbitamente retirarse unilateralmente del Acuerdo y con ello provocar un shock económico que impactaría sobre todo a nuestro país. Muchos analistas piensan que eso no va a suceder, pero tampoco pueden afirmar cuál escenario es el más viable. Es decir, hay un consenso: lo más seguro es que quién sabe…

Y es que la negociación está atorada no sólo por las próximas elecciones en ambos países sino también por la división dentro del Partido Republicano; entre éste y el Partido Demócrata; entre los sindicatos y el movimiento progresista frente a los republicanos más conservadores; entre las grandes corporaciones exportadoras y Trump; entre la posición de Canadá y la del gobierno de México con la de Trump; y hasta entre el representante del presidente, Lightheizer y su jefe. Cada actor tiene diferentes opiniones sobre temas importantes, lo que ha impedido un acuerdo. Éstos son, según el jefe de la representación de Washington, los siguientes:

Propiedad intelectual –acceso y restricciones al comercio de productos agrícolas-energía-las reglas que tienen que ver con los asuntos laborales y el origen de los insumos sobre todo en la industria automotriz-el ISDS, es decir, el mecanismo de solución de controversias entre los países que forman el TLCAN-la cláusula “sunset” (que lo revisaría cada cinco años). “Y mucho más” (sic).

Mnuchin, el secretario del Tesoro de EU, señaló apenas el domingo que las negociaciones podrían irse hasta el próximo año pero al otro día, para arrojar más dudas sobre el asunto, dijo que podría considerarse también una revisión “flaca” y rápida que no tuviera que pasar por el Congreso. Si Trump confirma el primer escenario todos podremos tomar un respiro por unos meses. Mientras, se verá que ocurre en las elecciones de ambos países y los mercados financieros se tranquilizarán dejando de sacudir el peso, el cual recuperará algunos puntos de su valor frente al dólar. Se verá también que la verdadera causa de la inestabilidad de hace unos días provenía de la mesa del TLCAN y no de la posible elección de López Obrador. El gobierno de Peña Nieto quedaría prácticamente fuera de la negociación y tocará al presidente electo tomar del rumbo de un proceso que se ha vuelto un “scramble” como lo llamó el Financial Times. Más exactamente, un desmadre.

Si en cambio EU se decidiera por una revisión light, y los otros dos países lo aceptaran, el resultado sería probablemente adverso para México, aunque también retornaría la calma en las transacciones financieras.



En el debate del domingo todos los candidatos hablaron de exigir más respeto a Trump, de un pacto comercial que convenga a México, y de defender a los migrantes, pero no abundaron mucho en todo lo que esto significa. Quizás AMLO fue más específico al afirmar tres cuestiones básicas: que está de acuerdo en aumentar los salarios; que pondrá el tema de los migrantes en la discusión del Tratado; y que México tendrá que fortalecer la economía interna para depender menos de Estados Unidos.

En lo que se refiere a los salarios, se ha dicho que la propuesta de Lighthizer consiste en que al menos un 45% del valor de un auto armado en México debe ser producido por trabajadores que ganen 16 dólares por hora, es decir aproximadamente 2 mil 400 pesos diarios, 72 mil pesos al mes. Está muy bien coincidir en un aumento de los salarios, pero esta cantidad parece muy complicada de lograr por lo menos en el corto plazo. ¿Cuál podría o debería ser la posición exacta de los negociadores mexicanos del próximo presidente electo en torno a esta cifra?

Hay que decir que incluso si México aceptara algo parecido, eso no significaría que el asunto está resuelto pues la mayoría de los congresistas republicanos y probablemente otra, quizás minoritaria, de los demócratas, no estarían de acuerdo y votarían en contra. Trump mismo podría cambiar de parecer, pues no sería sorprendente que esté usando el tema salarial como pieza de cambio para obtener otras concesiones.



Por otro lado, meter el asunto de los migrantes centroamericanos y mexicanos en la agenda de un nuevo TLCAN puede sonar interesante, pero Trump mismo lo ha considerado, pensando que puede favorecerlo. Sin duda, haría más compleja una negociación ya muy enredada y podría elevar la presión para que México contenga el tránsito de personas que vienen de Centroamérica y de nuestro propio territorio. Aun así, el futuro gobierno de AMLO no puede descartar esta opción. Discutir el tema de los migrantes fuera de la mesa del Tratado parece también poco recomendable, pues no sería tomada en serio. Dejar las cosas como están no arreglaría nada y empeoraría la situación. ¿Qué hacer entonces, además de convertir los consulados en “algo así como” (¿?) procuradurías de defensa de los migrantes? Hasta donde se puede ver, el posible cambio en la correlación de fuerzas en el Congreso estadunidense después de noviembre podría ayudar a encontrar una salida. Pero si los candidatos del Partido Republicano vuelven a ganar, el próximo gobierno mexicano tendrá que hacer uso de una gran imaginación para administrar un conflicto muy grave y sin márgenes de solución a la mano.

Sobre el cambio de rumbo económico y fortalecer la producción y el mercado interno, debe subrayarse que se trata de una transformación que sólo puede lograrse en el mediano-largo plazo. Y que requeriría de medidas profundas como el aumento sustancial de la inversión pública, planes regionales, mejoras salariales y laborales generalizadas y creo que, necesariamente, una reforma fiscal, cosa que AMLO y su equipo han rechazado.

En este mar de confusión, no se puede descartar que el próximo presidente de México encuentre un asunto irresuelto, el TLCAN, tan grande como un elefante, sentado en su despacho. Por lo pronto, los candidatos le han dado la vuelta, viéndolo de lejos y tratando de no tropezarse con él discursivamente. Después del 1º de julio, al presidente electo le quedará claro que un animal de esa talla no puede ignorarse ni echarse por la ventana. Tendrá que encontrar una solución para sacarlo de ahí, y dedicarse, con menos presiones, a otros asuntos tan graves como parar la violencia que nos horroriza todos los días.

Los trabajadores mexicanos viven una situación particularmente difícil: desde hace varias décadas, debido al avance de las políticas neoliberales, se ha impuesto la llamada flexibilización del trabajo. Ello ha provocado una mayor inseguridad laboral; diversas formas de contratación que permiten evadir los derechos laborales como la seguridad social y la contratación colectiva; y una política salarial que ha devaluado los ingresos de los trabajadores.

Esta situación se ha generalizado en diversas partes del mundo, tanto en los países desarrollados como en aquellos que lo están en menor grado. En México, sin embargo, los trabajadores sufren dificultades adicionales. Fundamentalmente: un sistema de justicia laboral que dista mucho de ser imparcial, transparente y expedito; la casi inexistencia de sindicatos democráticos y representativos; y, derivado de lo anterior, la proliferación de contratos de protección patronal[1].

En estas condiciones, la inmensa mayoría de los trabajadores mexicanos se encuentra inerme y desamparado en sus relaciones laborales: no tiene una organización que lo defienda frente al patrón; el acceso a la justicia es deficiente y corrompido; y las autoridades laborales protegen un sistema ficticio de bilateralidad contractual.



Además, los programas de fomento y protección al empleo son escasos y con un financiamiento casi nulo, de tal manera que los mercados laborales han generalizado el trabajo precario, la informalidad, y con ello, las desigualdades y la pobreza.

A todo ello, habría que agregar otra triste realidad: los partidos políticos, incluyendo aquellos que se dicen de izquierda, hablan y comprenden poco los problemas de los trabajadores como lo demuestra la actual campaña electoral.

Ni en los discursos ni en los debates se han tratado temas directamente relacionados con la condición de trabajador o trabajadora, como el salario, el empleo, las condiciones laborales, la seguridad social o las pensiones. O el trabajo informal y la precarización del trabajo. El interés parece haberse desplazado hacia otros asuntos, sobre todo, la corrupción y la inseguridad. Lo anterior refleja el deterioro que ha sufrido el país y sus instituciones. Es entendible el cambio de énfasis, pero también lo es que, como señala la OIT, la Organización Internacional del Trabajo, “el trabajo decente (o digno)” es una “condición previa necesaria” para poner fin a la pobreza y para aspirar a una mayor igualdad social. Y que sin buenos empleos, no puede haber prosperidad ni, por lo tanto, posibilidades de construir una democracia sólida y una paz social perdurable.

Quizás los temas laborales surjan posteriormente en las campañas. Mientras tanto, revisamos las plataformas electorales de las coaliciones y los partidos entregadas al INE[2], en lo que se refiere a algunos temas relacionados con el mundo del trabajo. Algunas conclusiones son las siguientes:



En las plataformas electorales no encontramos el término “trabajo digno o decente”[3]. Algunos partidos (aunque no sus coaliciones), el PT, el PRD y en menor medida MC, mencionan algunas de sus características pero no lo retoman de manera completa y sistemática, tal y como lo definen la OIT y la Ley Federal del Trabajo (LFT). Lo anterior pude reflejar desconocimiento o discrepancia. En cualquier caso, revelaría que no pretenden emprender acciones para que se cumpla la ley o no consideran relevante un conjunto de políticas de fomento al empleo que permitirían abatir eficazmente la desigualdad y la pobreza.

Repasemos otros temas:

Marco institucional: ningún partido o coalición hace referencia a la reforma constitucional de 2017 ni a la necesidad de adaptar la LFT[4] en congruencia con esas modificaciones. De nuevo encontramos aquí, o bien un preocupante desconocimiento del estado actual de la legislación laboral, o una falta de compromiso para responder a los retos y problemas más urgentes e ineludibles.



Seguro de Desempleo: Únicamente el PRD propone “instaurar” el seguro del desempleo. Los demás ignoraron esta propuesta que se debatió en el Congreso de la Unión hace algunos años y que sigue siendo altamente recomendada por la OIT. No contamos con el espacio suficiente para explicar la importancia de este tema, pero valga señalar que, como ha demostrado la experiencia, particularmente en la Ciudad de México, se trata de un instrumento indispensable de la política laboral para mitigar los efectos del desempleo, alentar la reincorporación al mercado de trabajo, y facilitar la capacitación.

Pensiones y jubilaciones: se trata también de un asunto de gran importancia sobre todo cuando expertos de todos los ámbitos han advertido que México enfrentará en unos años una grave crisis debido al pobre desempeño del modelo contributivo que se impuso en 1995 (bajo administración privada, con aportaciones individuales y rendimientos inciertos). Hay dos enfoques. Las coaliciones “Juntos” y “Todos” coinciden en la universalización de las pensiones, bajo una modalidad no contributiva para los adultos mayores (de 65 años). En cambio, la coalición “Al Frente” parece inclinarse por revisar y reparar el sistema contributivo vigente, mediante diversas medidas[5]. Debe reiterarse, sin embargo, que con o sin pensión universal, resultará ineludible encontrar soluciones al sistema de jubilaciones imperante, debido al riesgo que correrán millones de trabajadores, que aportaron por más de veinte años parte de su salario, de obtener, al final de sus vida laboral, una ingreso insuficiente o nulo.

Renta básica universal: Esta propuesta sólo la sostiene la Coalición “Al Frente”. Su redacción es lacónica: proponemos una renta básica universal que atienda las necesidades de las personas y garantice su libertad”. La plataforma no abunda en las fuentes de financiamiento ni en sus modalidades ni plazos. Ello hace suponer que no está debidamente sustentada ni se ha estudiado a fondo. Por su lado, el PVEM propone una modalidad: renta mínima básica[6]. Ésta, sin embargo, no fue retomada por la coalición que pactó este partido con sus otros dos aliados.

La plataforma del PRI está basada en la necesidad de mantener el modelo económico y social vigente bajo el supuesto de que dará resultados en un futuro indeterminado. Sus ideas son, por lo tanto, escasas y muy limitadas. Frente a este proyecto continuista, las coaliciones y partidos opositores se han pronunciado en favor de un conjunto de cambios. Sin embargo, sus propuestas para fomentar y proteger empleos dignos, mejorar los ingresos de los trabajadores y sus condiciones laborales, tal y como están contenidas en las plataformas entregadas al INE, son, en general, insuficientes, dispersas, vagas y omisas.

Este ejercicio pretende subrayar que los partidos políticos le han dado poca importancia a los problemas laborales. Es un reflejo del bajo nivel de organización sindical que existe en México y de un perfil ideológico y programático de las izquierdas que se ha venido diluyendo cada vez más.

De ahí la necesidad de plantear, gane quien gane las próximas elecciones, el impulso a las organizaciones sociales independientes, particularmente las relacionados con el mundo del trabajo, y la reorganización de las izquierdas. De otro modo, los trabajadores mexicanos seguirán padeciendo pobreza, inseguridad y desamparo. Y nadie se preocupará por estos asuntos.

Ciudad de México, 26 de abril de 2018

[1] Los contratos colectivos de protección patronal son instrumentos jurídicos que se pactan sin el conocimiento de los trabajadores entre un sindicato legalmente registrado y el patrón o representante de la empresa. Contienen las prestaciones y derechos mínimos que marca la ley y nunca son negociados con los representantes legítimos de los trabajadores. Estos contratos simulan cumplir los ordenamientos vigentes bajo la apariencia de que existe una organización representativa de los trabajadores. Según algunos investigadores, 90 por ciento de los trabajadores asalariados están contratados bajo este esquema ficticio

2Revisamos las correspondientes a las coaliciones “Juntos haremos historia” (Morena, PT, PES, en adelante “Juntos”); “Por México al Frente” (PAN, PRD, MC, en adelante “Al Frente”); y la que encabeza el PRI, “Todos por México” (de la que también forman parte el PVEM y Nueva Alianza, en adelante “Todos”). Asimismo, las entregadas por los partidos Morena (Movimiento de Regeneración Nacional), PT (Partido del Trabajo), PES (Partido Encuentro Social), PAN (Partido Acción Nacional), PRD (Partido de la Revolución Democrática), MC (Movimiento Ciudadano), PRI (Partido Revolucionario Institucional), PVEM (Partido Verde Ecologista de México) y NA (Nueva Alianza). Nos limitamos a consultar estos documentos porque consideramos que son los compromisos públicos que asumen legalmente los partidos ante la sociedad. Existen, desde luego, otros estudios y pronunciamientos elaborados por los actores políticos. López Obrador, por ejemplo, dio a conocer en noviembre del año pasado un documento muy amplio llamado Proyecto 18. Algunas observaciones expresadas en este trabajo podrían considerarse subsanadas o definidas de manera más amplia en estos documentos. Sin embargo, consideramos que las plataformas registradas ante la autoridad competente resumen (o deberían hacerlo) las prioridades y la orientación fundamental de sus objetivos en el gobierno y en el Congreso.

3 El término aludido, definido por la OIT, es parte no sólo de los convenios que ha firmado México con esa organización: también aparece en la Ley Federal del Trabajo desde 2012. Expresamente el artículo segundo de este ordenamiento dice:

“Las normas de trabajo tienden a conseguir el equilibrio entre los factores de la producción y la justicia social, así como propiciar el trabajo digno o decente en todas las relaciones laborales” Asimismo expresa que: “Se entiende por trabajo digno o decente aquel en el que se respeta la dignidad del trabajador, no existe discriminación por origen étnico o nacional, edad, discapacidad, condición social, condiciones de salud, religión, condición migratoria, preferencias sexuales o estado civil; se tiene acceso a la seguridad social y se percibe un salario remunerador; se recibe capacitación continua para el incremento de la productividad con beneficios compartidos, y se cuenta con condiciones óptimas de seguridad e higiene para prevenir riesgos de trabajo”. Y agrega que: “El trabajo digno o decente también incluye el respeto irrestricto a los derechos colectivos de los trabajadores, tales como la libertad de asociación, autonomía, el derecho de huelga y de contratación colectiva”. En razón de lo anterior, se podría suponer que el término señalado debería ser asumido por los partidos y candidatos como punto de partida para delinear sus propuestas en materia laboral.

4 Las reformas al artículo 123 (febrero de 2017) han sido consideradas como las más importantes desde 1917 pues se decretó una nueva justicia laboral mediante la creación de juzgados laborales adscritos al poder judicial, terminando así con las Juntas (locales y federales) de Conciliación y Arbitraje. Asimismo, la instalación de un órgano independiente encargado de la conciliación entre empleados y empleadores y del registro de contratos colectivos y sindicatos, responsabilidades que recaen hasta ahora en las Juntas o en la Secretaria del Trabajo. Y, finalmente, el voto secreto para elegir a sus dirigentes sindicales y los términos de la contratación colectiva. Sin embargo, la reforma constitucional ha quedado inconclusa pues no se ha reformado consecuentemente la LFT, provocando incluso una “vacatio legis” pues los plazos para esta adecuación están vencidos. De ahí la importancia de que las coaliciones y partidos se pronunciaran sobre este asunto pues de ello depende la posibilidad de acceder a una mejor justicia laboral y de construir un nuevo sindicalismo basado en la democracia y la libertad de asociación. Algunos partidos (PT, PRD, MC y NA), aunque no las coaliciones en las que participan, se refieren a la necesidad de nuevas reformas laborales, pero no discuten la que se hizo en 2017 ni sobre los cambios que ella supone en la LFT.

5 El PAN específicamente propone: incrementar las aportaciones para el fondo de retiro; reducir las comisiones de las Afores; y fusionar o hacer intercambiables para el derechohabiente los fondos de vivienda y pensiones. MC se pronuncia por mejorar la supervisión y control de los sistemas de pensiones de reparto de los estados y municipios.

6 Según este partido la diferencia entre una renta universal básica y una renta mínima básica se refiere a los beneficiarios. La primera abarcaría a todas las personas; la segunda sólo aquéllas que no cuenten al menos con un ingreso mínimo básico, es decir, sería un programa focalizado. El partido se inclina por segunda modalidad y sostiene que existen recursos suficientes, bajo las condiciones actuales, para financiar este programa.

De acuerdo con el nuevo informe de Oxfam publicado hoy, el 82% de la riqueza mundial generada durante el pasado año fue a parar a manos del 1% más rico de la población mundial, mientras el 50% más pobre –3 700 millones de personas– no se benefició lo más mínimo de dicho crecimiento. La publicación del informe coincide con el Foro Económico Mundial en Davos (Suiza) que reúne a las élites políticas y empresariales.

Premiar el trabajo, no la riqueza muestra cómo la economía mundial posibilita que los más ricos sigan acumulando vastas fortunas, mientras que cientos de millones de personas luchan cada día para sobrevivir con salarios de pobreza.

  • Desde el año 2010, la riqueza de esta élite económica ha crecido en un promedio del 13% al año; seis veces más rápido que los salarios de las personas trabajadoras que apenas han aumentado un promedio anual del 2%. Entre marzo de 2016 y marzo de 2017 se produjo el mayor aumento de la historia en el número de personas cuyas fortunas superan los mil millones de dólares, con un nuevo milmillonario cada dos días.

El equipo investigador del informe también realizó algunos cálculos para América Latina y el Caribe:

  • En esta región el 10% más rico de la población concentra el 68% de la riqueza total, mientras el 50% más pobre solo accede al 3.5% de la riqueza total.
  • La riqueza de los milmillonarios latinoamericanos creció en 155 mil millones de dólares el último año, dicha cantidad de riqueza sería suficiente para acabar casi 2 veces con toda la pobreza monetaria por un año en la región.
  • En América Latina y el Caribe, el 16% de los trabajadores asalariados y el 28% de los trabajadores por cuenta propia se encuentran en situación de pobreza.

El informe de Oxfam señala los principales motivos por los que las ganancias de accionistas y altos directivos se incrementan, a expensas de las condiciones laborales y salarios de los trabajadores y trabajadoras. Entre ellos cabe destacar la erosión de los derechos de las personas trabajadoras, la excesiva influencia de las grandes empresas en la formulación de políticas públicas y el apremio constante de las empresas por minimizar los costes para, así, maximizar los beneficios de los accionistas.



Winnie Byanyima, directora ejecutiva de Oxfam Internacional, ha señalado: "El boom de los milmillonarios no es signo de una economía próspera, sino un síntoma del fracaso del sistema económico. Se explota a las personas que fabrican nuestras ropas, ensamblan nuestros teléfonos y cultivan los alimentos que consumimos para garantizar un suministro constante de productos baratos, así como engrosar los beneficios de las empresas y sus adinerados inversionistas".

Normalmente, son las mujeres trabajadoras quienes se encuentran en la base de esta pirámide económica. En todo el mundo, las mujeres ganan menos que los hombres y están sobrerrepresentadas en los empleos peor remunerados y más precarios. De igual forma, nueve de cada 10 milmillonarios son hombres.

"Oxfam ha hablado con mujeres de todo el mundo cuyas vidas están marcadas por la desigualdad. Como, por ejemplo, las mujeres que trabajan en fábricas textiles vietnamitas, lejos de sus hogares y sin ver a sus hijos durante meses, a cambio de salarios de pobreza. O como las mujeres que trabajan en la industria avícola de los Estados Unidos, obligadas a llevar pañales porque no tienen descansos para ir al servicio. O las mujeres que trabajan en hoteles de Canadá, víctimas de acoso sexual y obligadas a mantenerlo en secreto por miedo a perder su empleo", señala Byanyima.

Oxfam hace un llamamiento a los Gobiernos para que garanticen que nuestras economías funcionen para todas las personas y no solo para una afortunada minoría:

  • Limitando los dividendos de los accionistas y altos directivos, y garantizando que todos los trabajadores y trabajadoras reciben un salario digno que les permita disfrutar de una calidad de vida digna.
  • Acabando con la brecha salarial entre hombres y mujeres, y protegiendo los derechos de las mujeres trabajadoras. Al actual ritmo de cambio, llevará 217 años cerrar la brecha salarial y de oportunidades laborales entre hombres y mujeres a nivel mundial. En América Latina las mujeres trabajan casi el doble de horas que los hombres en trabajos no remunerados.
  • Garantizando que los más ricos pagan los impuestos que les corresponden aplicando impuestos más elevados y combatiendo la evasión y elusión fiscal, así como incrementando el gasto en servicios públicos como la salud y la educación. Oxfam estima que un impuesto global del 1,5% a las fortunas de los milmillonarios permitiría escolarizar a todos los niños y niñas.

Los resultados de una nueva encuesta encargada por Oxfam demuestran el apoyo cada vez mayor a la lucha contra la desigualdad. De las 70.000 personas encuestadas en 10 países, casi dos tercios piensan que se debe abordar urgentemente la brecha entre ricos y pobres.



"Es difícil encontrar un líder político o un líder empresarial que no exprese públicamente su preocupación por la desigualdad. Resulta aún más difícil encontrar alguno que haga algo al respecto. Es más, muchos están tomando de forma activa medidas que empeoran la situación, reduciendo los impuestos y socavando los derechos laborales", subraya Byanyima.

"Las personas están listas para un cambio. Quieren que los trabajadores y trabajadoras reciban un salario digno, que las grandes empresas y los más ricos paguen más impuestos, que las mujeres trabajadoras disfruten de los mismos derechos que los hombres trabajadores, y que se impongan límites al poder y la riqueza en manos de unos pocos. Quieren ver acciones".

Notas a los editores

Vida y milagros

Leí en un editorial de El Universal del 30 de diciembre de 2017 que la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) informó el 20 de Diciembre de 2017 los siguiente: " que para los bancos, a diferencia de otros sectores económicos de la economía mexicana, 2017 volvería a ser un año de utilidades enormes." ¿Qué raro no? Estas utilidades son desproporcionadas con respecto a los pocos rendimientos de otras empresas, que aun siendo eficientes, jamás soñarán con tener los rendimientos leoninos que las leyes mexicanas que regulan las actividades de los bancos permiten. Según informó la CNBV las instituciones bancarias tendrán un rendimiento del 27.8% respecto al año anterior. Descontando la inflación, las ganancias de los bancos en términos reales, crecieron un 20.6% con respecto a 2016. ¡Su mejor resultado desde 2009! Cafres. De enero a noviembre, dice la nota basada en el informe de la CNBV, los bancos que operan en México acumularon un rendimiento de 124 mil 713 millones de pesos.



Esta declaración y esta nota no le sorprenderán a nadie que tenga que tratar de manera obligada con los bancos. Los intereses que pagará en nuestro país cualquier ciudadano que tenga un pequeño negocio con necesidades de un crédito serán de los más altos del mundo. Cualquiera que logre un pequeño historial crediticio sólido, se espantará si pretende pedir un financiamiento para arreglar su casa, financiar su negocio, o lo imposible, dinero para empezar un negocio nuevo. Nadie, ningún banco le prestará a alguien que empieza un negocio. A todos les exigen mínimo 3 años de operación y números con rendimientos probados para prestarle una mínima cantidad. Muchos pequeños y medianos empresarios se ven obligados a recurrir a créditos personales en los que dejan en garantía tres veces lo que se les presta, o al financiamiento vía las tarjetas de crédito. Las tarjetas de crédito en México también cobran los intereses más caros del mundo. Una tarjeta de crédito normal de HSBC, BANAMEX o BANCOMER, cobran hasta el 60% anual. No me crea a mí, cheque en cualquiera de estos bancos cuánto cobran de intereses anuales en una tarjeta de crédito. Más multas, recargos y actualizaciones más IVA en cualquier atraso. Y aun así, muchos pequeños y medianos empresarios se ven obligados a financiarse así, porque los créditos para cualquier actividad de las que mencioné no solo son absolutamente leoninos, sino inalcanzables. Además, en cualquier crédito que usted solicite, si es que lo logra, los primeros 5 años de pagos se abonan a intereses, así que a los 5 años, usted no habrá pagado NADA, ABSOLUTAMENTE NADA DEL CAPITAL.

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Me falta mencionar a empresas como Elektra, que venden motos, coches, televisiones, refrigeradores y otras muchas cosas pagadas en mensualidades "chiquitas" que acaban cobrando lo vendido en el doble o más de su precio. Años atados a los pagos "chiquitos", tantos años, que cuando el pobre usuario acaba de pagar el bien ya no existe o ya es inservible. Las tiendas de raya en todo su esplendor.

Además la Ley de Títulos y Operaciones de Crédito se viola cada día por disposiciones hacendarias o de los mismos bancos sin que nadie pueda hacer nada. Los cheques al portador han sido limitados a seis mil o siete mil pesos, ¿Por qué? porque se les pega la gana. La ley no dice eso. Y si a usted le pagan un cheque de cien mil pesos y llega al banco a cobrarlo, le piden su identificación y le piden que por el "monto", pase con el gerente. Ahí el gerente, que normalmente tiene menos facultades que un despachador de tendejón mixto, marcará al teléfono del que le expidió el cheque para ver si autoriza que se lo paguen. Si quien le emitió el cheque no le quiere pagar, simplemente no tomará la llamada. Si sí le quiere pagar y el banco no lo localiza, tampoco le pagarán el documento que usted tiene derecho a cobrar. Tampoco lo marca así la ley. Por retirar dinero de un cajero en un banco que no es el suyo, le cobrarán $33 pesos. Abuso tras abuso, palo tras palo, porque los que utilizan estos bancos de manera cotidiano no tienen los tratos cómodos de intereses preferenciales que tienen las grandes empresas o los gobiernos federales y estatales, que se chupan gran parte de los recursos de los bancos. Para el dinero que les sobra, les dejan al ciudadano medio para exprimirlos a su antojo. Por eso la economía informal no disminuye.



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Todos los "pre-candidatos", que ya sabemos que son candidatos, pero les encanta jugarnos el dedo en la boca como si fuéramos tarados, hablan de hacer crecer la economía y de generar millones de empleos. Todos lo prometen en sus discursos como parte clave para disminuir la violencia y generar equidad y crecimiento. Es imposible que lo logren, sea el que sea el que gane, si antes no hacen un planteamiento serio de cómo van a acotar a los bancos. Claro que ahorita ningún candidato querrá meterse con ese tema. López Obrador tendrá sobrados motivos para pensar que si hace un planteamiento agresivo hacia las bárbaras regulaciones mexicanas que permiten una banca de usura, lo utilizarán para espantar a los grandes empresarios y a parte del electorado. Los otros candidatos vienen de partidos que han tenido una amable convivencia con el sector bancario y no los veo dispuestos a abrir ese frente.

México no crecerá ni fortalecerá a las micro y medianas empresas que son las que verdaderamente sostienen un país si no se revisan a fondo las condiciones en las que funcionan los bancos. La banca oficial de fomento tampoco es eficiente ni profesional. Así ha sido por años. O dejan perder el dinero o hunden a sus usuarios con sus burocracias.

Cada vez el dinero se concentra más en menos manos, y una parte fundamental del embudo que propicia esas desigualdades es nuestro sistema bancario. Los países del mundo que han salido adelante han logrado tener una banca social realmente eficaz y accesible para los micro, pequeños y medianos empresarios.

El informe del 29 de Diciembre es claro: es más caro hoy que el año pasado hacer uso de tarjetas de crédito, créditos para negocios, préstamos personales y cualquier otro servicio bancario. Nuestra banca es de usura.

A ver cuál de todos los candidatos decide mirar el tema, y sobre todo, entrarle de manera seria, realista y sencilla, para que el electorado lo entienda. A ver quién le puede poner el cascabel a esos obesos gatotes, la mayoría de ellos, extranjeros.

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Día con día

Dice bien el presidente Peña Nieto que en la renegociación del Nafta lo que hay que mirar es lo que se pone en la mesa y no, añado yo, lo que tuitea o declara el presidente Trump.



La semana pasada, durante la cuarta ronda de conversaciones, los negociadores mexicanos tuvieron en la mesa suficientes propuestas inaceptables como para levantarse de ella.

La más general es una cláusula de extinción del tratado para que sea renovado cada cinco años por los tres países.



Para un tratado comercial cuya virtud mayor es dar certidumbre de largo plazo a los inversionistas, la idea de una revisión quinquenal equivale a un aviso de fin de fiesta, una propuesta de extinción.

Es la llamada sunset clause, que puede traducirse también como cláusula crepúsculo y que en efecto es crepuscular: luego de años de magníficos rendimientos, el largo día del Nafta estaría echando su último resplandor antes de perderse en la noche.



En la mesa quedaron también, después de esta cuarta ronda, al menos otras cinco propuestas crepusculares:

La exportación solo estacional de productos agrícolas mexicanos, cuando hagan falta, bajo regulación sanitaria estadunidense.

Un cambio en las reglas de origen de la industria automotriz para que al menos 50 por ciento de las partes de cada coche sea estadunidense y hasta 85 por ciento norteamericanos. Hoy deben ser 62.5 por ciento norteamericanas.

Terminar el capítulo 19 que arbitra las diferencias Nafta en un panel de controversias trinacional, y remitir las querellas a los tribunales de cada país.

Que empresas estadunidenses puedan demandar a empresas Nafta por lo que juzguen prácticas inequitativas al amparo de las reglas Nafta.

Que el acceso de las empresas de los tres países a las compras y contratos gubernamentales se fije en cuotas y no en porcentajes, porque el presupuesto estadunidense es mucho mayor que el canadiense o el mexicano. Si esto se fijara sobre la base de dólar por dólar, dice el WSJ, México y Canadá tendrían una baja en el acceso a esos recursos de 90 por ciento.

Las propuestas que llevan los negociadores estadunidenses a la mesa son tan radicales en su estilo y sus consecuencias como los desahogos y las amenazas del presidente Trump en el suyo.

Pueden ser todas

artimañas para negociar duro, pero parecen más bien artimañas para no negociar nada.

(Foto de portadilla toma de Independent.co.uk)

Sentir el miedo...

Hoy fuimos a Tochimilco y la junta auxiliar Santa Cruz, una de las comunidades más afectadas por el temblor. El paisaje es imponente, y entre cerros y precipicios nos desplazamos de una comunidad a otra. En el fondo, la sombra del volcán lo domina todo.



Vivir en zona de riesgo de erupción del volcán es algo a lo que ya la comunidad se había acostumbrado. El Volcán y sus sainetes ya les hacían los mandados, ya lo tenían muy visto. Hasta que el temblor les partió las calles y las casas en dos y medio pueblo quedó prendido con alfileres. No hubo difuntos pero sí muchos perjudicados. Para empezar los manantiales quedaron segados por el alud de piedras y lodo que desprendió la furia de la tierra, manantiales de los que el pueblo baja el agua con mangueras en un original sistema de agua potable que vuela por el aire y no por el piso, como si fueran cables de luz. Las mangueras están secas desde el día del temblor. Y a los manantiales se les debe tratar con respeto y comedimiento porque son sagrados. Todo lo que tenga que ver con ellos debe de ser acordado por el pueblo. Así que perjudicados por la falta de agua estarán todavía por un rato mientras se alcanzan acuerdos para su intervención.

Luego quedaron, además del susto horrible de ver subir y bajar la tierra como si fuera el fin del mundo, los daños a las casas de piedra y adobe construidas al borde de los desfiladeros. Ni lo principal se salvó: la iglesia, la casa del señor cura, el templo protestante, las casas recién hechas, las vetustas, la presidencia auxiliar y la escuela completita con sus siete módulos. Todo está en veremos ocho días después, excepto la feria del donativo y el regalo que se ha instalado en puntos estratégicos, alrededor de los cuales hay mitote de hormiguero.





En honor a la verdad no hay un solo logotipo de ningún partido. Ni uno, ni quien se atreva. Lo que sí abunda son centros de acopio llenos hasta el tope de comida, despensas, ropa, y muchas ociosidades que llegaron de la ciudad. Al aguerrido y generoso grupo de rescatistas y voluntarios, que han venido a tratar de poner cierto orden en semejante caos, se le ofrece cafecito con gran variedad de galletas: de abanico, de chocolate, de MacMa, de Costco, cafecito con azúcar o con esplenda, café variado que sale de maquinitas de nexpreso.

Dos vidas cruzan el pueblo hoy: el de la rutina del cultivo del campo y su ir y venir de caballos que jalan un arado en medio de los hermosos sembradíos de amaranto, los burros cargados de cañuela para ganado o leña para guisar, las mujeres cargando algún mandado y los niños sin clases jugueteando en grupos, y el trajín del pueblo dedicado a guisar en la placita central del poco terreno que hay en plano, donde bajo una carpa de dos colores hay enormes cacerolas con frijoles, arroz, chile con huevo, nopalitos, muchos guisos surtidos del enorme bodegón del curato lleno hasta reventar de todo lo que llegó de los donativos de las cuatro esquinas del país. Como quitarle un pelo a un gato. La bodega se ve llena como la panza de la cueva de Alí Babá.

Así las cosas, el miedo nos permea a propios y extraños porque el volcán hoy decidió entrar en un tremor constante, que asusta como antes, porque nadie sabe con certeza si es él y sus conocidos caprichos, o si va a volver el temblor para sepultarnos a todos con piedras, lodo, agua y cenizas. Miedo... Nos permea el miedo mientras regresamos bajando los caminos entre los altísimos cerros que se inclinan sobre nosotros.

En 2015, las ventas del sector aeroespacial en México alcanzaron los 6,886 millones de dólares, según la Federación Mexicana de la Industria de la Aviación (FEMIA).

En los últimos doce años el crecimiento anual promedio de esta industria ha sido del 16.1% y es una de las que más se desarrollan en el país.

Se espera que al cierre de 2016 las ventas lleguen a los 7,500 millones de dólares. El dato todavía no se ha dado a conocer. La expectativa es que para el 2020 México se ubique como el décimo país exportador de componentes aeropespaciales a nivel mundial.

Y que, para ese año, faltan tres, las ventas estén entre los 11,000 y los 12,000 millones de dólares y los empleos formales alcancen los 110,000.

Para darse una idea del crecimiento exponencial de este sector hay que tener en cuenta que en 2003 se exportaron productos por 1,200 millones de dólares.

En ese mismo año se generaron 12,000 empleos formales y para 2016 eran ya 46,000. A estos hay que añadir los informales que se crearán por esta actividad.

Las empresas del sector que había en 2016 eran 320 y para 2020 se espera existan entre 450 y 500. En 2006, hace 12 años, había 109.

Cerca del 80.0% de las empresas aeroespaciales instaladas en México se encuentran en cinco estados: Baja California, Sonora, Querétaro, Chihuahua y Nuevo León.

Los otros 13 estados donde hay empresas del sector son: Ciudad de México, Jalisco, Tamaulipas, Estado de México, Coahuila, San Luis Potosí, Guanajuato, Yucatán, Puebla, Aguascalientes, Hidalgo, Durango y Zacatecas.

En Estados Unidos se coloca el 80.0% de las exportaciones mexicanas. México es ya el quinto proveedor de la Unión Europea (UE) y el décimo de Estados Unidos.

El 80.0% de las empresas aeronáuticas instaladas en México se dedican a la manufactura. Los mayores productos son: hélices, rotores, trenes de aterrizaje, aspas giratorias, partes para aviones y helicópteros y refacciones para ambos tipos de aeronaves.

Para 2020, la lista de los diez mayores productores de la industria aeroespacial van a ser: Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Alemania, Canadá, Japón, China, Rusia, Italia y México.

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Días atrás la Asociación de Internet dio a conocer el XIII Estudio sobre los Hábitos de los Internautas en México, que corresponde al 2017. Del mismo se obtiene la siguiente información.

  1. Son 70 millones los internautas. Abarca al 63% de la población de seis años en adelante. En 2015 eran 65.8 millones y el porcentaje de 57%.
  2. Tiempo de navegación. Los internautas llevan en promedio 7.6 años navegando.
  3. Tiempo de conexión. El tiempo promedio de conexión es de ocho horas que son 47 minutos más que el año anterior. El 50% está conectado las 24 horas del día.
  4. La mayor hora de conexión. Las horas de mayor tráfico son de 9 a 12 pm. La conexión de Internet supera a la televisión (tres horas) y la radio (dos horas cincuenta minutos).
  5. Problemas de acceso. En la población de mayor edad la dificultad más sentida viene de no saber cómo utilizar la herramienta y en los más jóvenes es la carencia de dinero.
  6. Dispositivos de conexión. El 90% lo hace a través del teléfono móvil, el 73% por la computadora portátil, el 52% por las tabletas.
  7. Medio de conexión. El 90% de los internautas tiene una laptop y un smartphone. Disminuye de manera notable el uso de las PC.
  8. Sitio de conexión. Desde casa el 82%, por red WiFi 82% y por los planes de datos 62%.
  9. Redes sociales. La principal es Facebook con 95%, le sigue WhatsApp con 93%, YouTube con 72%, Twitter con 66% e Instagram con 59%.
  10. Usos del Internet. Acceso a redes sociales el 83%, enviar y recibir correos el 78%, enviar y recibir mensajes instantáneos 77% y buscar información el 74%.
  11. Cambio de hábitos. El 70% dice que el Internet le ha cambiado en algo su vida. Ya el 50% de los internautas realizan compras por este medio.
  12. El 60% de los internautas consideran que el Internet los acerca a los procesos democráticos.


Es seguro que en los próximos años estos indicadores van a subir sus porcentajes. Son expresión del nuevo mundo en el que vivimos producto de la Revolución Digital. No hay regreso. La tecnología hay que aprovecharla cada vez más y darle mejor uso.