La forma del agua: la diferencia, la contención, el límite, la libertad Destacado

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La forma del agua
Título original: The Shape of Water
Producción: Estados Unidos, 2017
Dirección: Guillermo del Toro
Guión: Guillermo del Toro y Vanessa Taylor
Fotografía: Dan Laustsen
Música: Alexandre Desplat
Con: Sally Hawkins, Octavia Spencer, Richard Jenkins, Michael Shannon, Doug Jones, Michael Sruhlbarg, Lauren Lee Smith, David Hewlett, Nick Searcy y Morgan Kelly.



Sinopsis: Un monstruo del agua (Doug Jones) es capturado en el Amazonas, donde se le venera como a un dios, y llevado a un laboratorio secreto del gobierno en Estados Unidos. Estamos a principios de los años sesenta en plena guerra fría. En ese lugar trabaja como afanadora Eliza (Sally Hawkins) y su amiga Zelda (Octavia Spencer) que es afroamericana.

A cargo del monstruo está Strickland (Michael Shannon) y la investigación del espécimen es responsabilidad del doctor Hoffsteiter (Michael Sruhlbarg) que es un espía soviético encubierto. El policía, un sádico, se ensaña contra el monstruo mientras que Eliza lo trata bien. Ella le lleva huevos cocidos y le pone música. En esas visitas siempre a escondidas, después de realizar su trabajo, se enamora de él.

Eliza se entera de que ha llegado la orden de matar al monstruo. En complicidad con su vecino Giles (Richard Jenkins), con el que comparte departamento en lo altos del Cine Orpheus, y también con Zelda y el científico espía organiza el rescate del monstruo y se lo lleva a vivir a su casa. Inunda el baño y le construye una pecera. Ahí, flotando en el agua, tiene relaciones con él.

Ella espera que crezca la marea, para llevarlo a un canal cerca del muelle y desde ahí pueda regresar al lugar donde antes vivía. Strickland tiene órdenes de sus superiores de encontrar al monstruo. El espía ruso, que ha sido herido de muerte por los suyos, da al policía la pista de que el monstruo está con Eliza. Cuando llega a su departamento ya no hay nadie. Los alcanza en el muelle. Hay disparos y ella cae muerta y el monstruo herido. Él se cura con el pase de su mano sobre la herida y luego mata al policía. Levanta con sus brazos a Eliza y se introduce con ella al mar.

Comentario: El director en la construcción de la película conjuga varios géneros fílmicos que en otra época tuvieron mejores momentos, como el cine de espías en la guerra fría donde aparecen los malvados soviéticos, el cine de ciencia-ficción con los laboratorios de investigación, el cine de los derechos de las minorías, el cine de hadas, el cine de detectives y ladrones, el cine de comedia musical, pero sobre todo el cine de monstruos a la muy particular manera que lo sabe hacer del Toro.

La película la entendí como un homenaje a todos estos géneros que el director articula de manera notable, en un discurso visual muy bello, en un continuo permanente y circular que va de uno a otro sin que ninguno parezca forzado. Del Toro elabora, no importa el género, escenas muy bien cuidadas. Las imágenes y los ambientes, construidos al detalle, hablan y dicen por sí mismos. Se requieren pocas palabras.

Las personas marginales son el centro en esta película. Eliza es una mujer muda que permanece en el silencio y solo tiene como amigos a Giles y Zelda. Es tímida e introvertida. Todos los días su vida es la misma. De la casa a limpiar los pisos del laboratorio. En el trabajo sólo se relaciona con Zelda, que la defiende de cualquier conflicto. Ese ser marginal surge en otra personalidad al encuentro con el otro que ella asume como semejante; el monstruo.

El monstruo marino, que es un personaje potente y bello, es también un ser marginal. Está preso y encadenado. En su entorno natural es tratado como un dios, pero aquí no es nadie. Está contenido en una pequeña pileta y de vez en vez recibe cargas eléctricas del policía sádico que se siente fuerte ante el esclavizado y goza mostrándole su poder. El monstruo pronto se identifica con Eliza. Los dos, de diferente manera, son seres marginales.

En este cuento de hadas la bella, que no es tal, y la bestia, que no es tal, se enamoran. Ella es una mujer sin ningún atractivo y él es un monstruo hermoso. Los papeles se invierten. Eliza es transformada por el amor. Se convierte en una mujer con iniciativa y capacidad de decisión. Es quien planea y organiza el escape de su amado. Él se deja proteger por ella y es consciente de que sin su apoyo nunca saldría de ahí.

Sin el agua no hay vida. El agua es el hábitat en el tiempo de la gestación. El agua envuelve el cuerpo de los amantes que fluyen con absoluta libertad. El agua es también contención y límite. El agua es el vehículo que posibilita la huida y luego la libertad. El agua es, de nuevo, el espacio de la vida. El agua es la misma, pero la forma en que se contiene y donde se aloja hace siempre la diferencia.

Premios: Hasta el momento ha ganado: Bienal de Venecia, León de Oro, mejor película; Globos de Oro, mejor director y guión original; Critics´Choice Movie Award, mejor director, mejor película y mejor música; Directors Guild of American Awards, mejor director; The National Society of Filma Critics Award, mejor actriz. El domingo 4 de marzo por la noche gano como mejor película y mejor director en los Óscares.

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Sobre el autor

Rubén Aguilar Valenzuela

Rubén Aguilar, comunicador y politólogo, un tiempo jesuita, ha sido impulsor de de una veintena de organizaciones de la sociedad civil, entre ellas el Centro Mexicano para la Filantropía (CEMFI), FunSalud y consejero del Instituto Nacional de Nutrición Dr. Salvador Zubirán. Fue consejero de empresas como Grupo Carso, Grupo Alfa y Cinépolis.Licenciado en Filosofía (1969-1972), y un tiempo participó como vocero del gobierno de Vicente Fox. Es Maestro en Sociología (1975-1978), y Doctor en Ciencias Sociales por la Universidad Iberoamericana (1985-1987).