José Lazcarro: la pasión por el arte y la enseñanza Destacado

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Mundo Nuestro. José Lazcarro es uno de los más importantes artistas plásticos de México. Vive en Puebla desde 1979, y aquí ha dejado una huella vital en las escuelas de arte de la ciudad. En particular las escuelas de la UDLA, Unarte y, más recientemente, la BUAP no pueden entenderse sin su participación en las aulas de clase. En días pasados, Pepe Lazcarro donó a la escuela de artes de la universidad pública su taller de grabado. Y ha escrito para Mundo Nuestro las razones que lo llevaron a esa decisión. Ilustran este texto algunas imágenes del maestro Lazcarro en su taller, y cuatro grabados de la serie "Milán", expuestos hace unos meses en esa ciudad italiana.





Para mí el grabado es el medio más importante para difundir las inquietudes artísticas de un pueblo con gran talento como es el pueblo mexicano. Hablamos de la representación gráfica de las costumbres, de las tradiciones y de las inquietudes políticas y sociales, con la trascendencia artística que en ello implica. El grabado es en sí la forma de viajar que tiene el arte a través de espacios y fronteras muy difíciles, y que no se podría hacer de otra manera si se piensa en que las obras gráficas pueden ser guardadas en conjuntos de 30, 40, o 50 o más en un portafolio, y que con él se lleva su mensaje a países distantes o cercanos, se intercambia con otras culturas y conocemos lo que otros hacen y nos damos a conocer con nuestra identidad, nuestra historia y nuestra cultura.



En un principio vine a Puebla a dar una clase de grabado a la Universidad de las Américas, fui invitado porque en ese tiempo era el director del taller de grabado del Molino de Santo Domingo, en la Ciudad de México, en el año 1979. Les gustó mi portafolio y me invitaron a quedarme de tiempo completo, y a partir de ese momento empecé a impartir las clases de grabado para la carrera de artes gráficas que tiempo después se convirtió en la carrera de artes plásticas de la cual fui fundador.

Ya desde ese entonces soñaba que en algún momento alguna institución como la Benemérita Universidad autónoma de Puebla pudiera cobijar mis inquietudes acerca de la difusión del arte y de la creación de una escuela de grabado que pudiera tener las condiciones ideales para dar identidad a una ciudad como la ciudad de Puebla, y desde luego a todo el estado, pues tenemos grandes artistas. Estoy seguro de que cuando vean el trabajo de los muchachos sentirán el deseo de unirse y trabajar con nosotros. Como antes lo he dicho vine a Puebla a dar clase de grabado desde el año 1979 y no he parado. En este derrotero veo este taller de grabado en la Escuela de Artes Plásticas y Audiovisuales de la BUAP. Y con proyectos nuevos, como el de impulsar el taller de fabricación del papel hecho a mano con la técnica japonesa y con la técnica europea con el que haremos del área de gráfica de la institución una fuente de trabajo importante para la comunidad universitaria ya que podremos reciclar papel y fibras y, en fin, podremos hacer un campo de experimentación con alto beneficio para los estudiantes con la elaboración de su propio papel para dibujar y para imprimir sus trabajos. Creo en esa trascendencia y creo en la importancia de dotar a nuestros estudiantes de las armas que les sirvan para su vida actúa y futuro profesional.

Contar con un taller de grabado en la Escuela de artes Plásticas significa poder llegar al punto, la línea y la forma del dibujo y la pintura expresados a través de la gráfica, requisito indispensable para el desarrollo integral de todo artista plástico. El grabado es factor generador de la creatividad, de la estimulación del espíritu de investigación y búsqueda de nuevas alternativas de expresión artística.

La decisión de dotar a la escuela de un tórculo obedece a ese deseo, mi prensa de ahora en adelante estará a la disposición de mis estudiantes, y se queda en el mejor de los lugares posibles. Mi amada "torculina" ahora tiene nueva casa y muchos dueños, igual mi tina de acidulado y las herramientas de mano que tantos años me acompañaron por esos caminos de aventura y placer que solo proporciona el diario convivir como cómplices de travesuras y logros inauditos. Es el paso de estafeta para que manos nuevas las puedan gozar como yo las he gozado toda mi vida.

Pepe Lazcarro.

Pepe Lazcarro y el Rector Alfonso Esparza Ortiz.

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Sobre el autor

José Lazcarro

José Lazcarro (Ciudad de México, 1941) es uno de los más reconocidos artistas plásticos de México. Nacido en el barrio bravo de la colonia Guerrero llegó a Puebla en 1979, invitado por la Universidad de las Américas. A lo largo de más de 50 años ha desplegado una vasta obra en el el grabado, la pintura, la escultura, el arte-objeto, el ready-made, la arquitectura, el diseño de mobiliario, así como en la construcción y experimentación con materiales diversos. Su carrera artística ha corrido en paralelo a su trabajo como académico en las escuelas de arte de la UDLA, UNARTE y la Escuela de Artes Plásticas de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.