Sociedad y cambio climático: una propuesta desde la Ibero Puebla Destacado

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Mundo Nuestro. La Ibero Puebla abre al público el diplomado Sociedad y Cambio Climático en la modalidad cien por ciento en línea. Este texto del Doctor Benjamin Ortiz Espejel, director del Instituto de Investigaciones Interdisciplinarias en Medio Ambiente “Xavier Gorostiaga”, nos ofrece una perspectiva de los objetivos y contenidos que esta iniciativa académica contempla.

El diplomado está avalado por el Programa Universitario de Cambio Climático de la UNAM y abre sus actividades con una conferencia magistral del Dr. Carlos Gay García. El diplomado se ofrece en 10 semanas continuas y donde los estudiantes cuentan con acompañamiento tutorial de manera personalizada. Este diplomado se imparte desde la Dirección de Educación Continua (educacioncontinua@iberopuebla.mx) y el Instituto de Investigaciones Interdisciplinarias Xabier Gorostiaga S.J. (benjamin.ortiz@iberopuebla.mx) de la Universidad Iberoamericana, Puebla. La recepción de solicitudes está abierta.



Cada vez con más frecuencia, los términos de sustentabilidad, desarrollo sustentable o sociedad sustentable, han sido invocados como fórmulas casi mágicas para superar la situación del planeta. Estos términos se han difundido de una manera explosiva y se han adoptado y reproducido por los más dispares ámbitos del quehacer humano. En efecto, desde su aparición en 1992, la idea de la sustentabilidad se ha examinado, discutido y polemizado, y ha dado lugar a iniciativas, proyectos y propuestas que han ido trazando nuevos y esperanzadores caminos.

No obstante lo anterior, existe aún poca claridad y consenso acerca de los principios, indicadores, reglas y métodos que este concepto implica, única manera de llevar a la práctica su construcción. Por ello, existe una infinidad de interpretaciones y definiciones, muchas de ellas cosméticas, superficiales, incoherentes y hasta perversas sobre la sustentabilidad. Para los efectos del presente curso asumimos una definición de sustentabilidad de carácter procesual, de la construcción del poder social (véanse detalles en Toledo y Ortiz, 2014). El objetivo central de la sustentabilidad, así, está en el control social o ciudadano de los procesos naturales y sociales que les afectan y determinan. Si la crisis del mundo moderno o industrial es resultado de un continuo y creciente deterioro y destrucción y dilapidación de la naturaleza (crisis ecológica) y un desgaste y deterioro de la sociedad civil (crisis social), entonces la sociedad sustentable debe buscar: (i) la restauración ecológica, (ii) la reconstrucción social y (iii) el rescate cultural, en territorios específicos, concretos y particulares. Ello contribuye a incrementar la seguridad y a disminuir el riesgo en el que se encuentran sumergidos los habitantes del mundo de hoy amenazados además por el cambio climático.



La reciente crisis del modelo de desarrollo económico neoliberal ha puesto de relieve el agotamiento de un estilo de convivencia humana y de uso de los ecosistemas a nivel mundial. Desde el famoso trabajo de Svante August Arrhenius elaborado en 1896, se reconoció la posibilidad del calentamiento neto del clima global debido al incremento en la concentración del dióxido de carbono atmosférico que se produce por la quema de combustibles fósiles. Esta circunstancia ha inducido la aparición de un fenómeno inédito en la historia de la humanidad y que se refiere al denominado Cambio Climático de origen antropogénico. Por diversos métodos se ha podido comprobar que a partir de la segunda mitad del siglo XIX se inició un proceso de incremento en las concentraciones de bióxido de carbono en la atmósfera de la tierra. Esta situación ha provocado un aumento promedio significativo en los últimos 100 años de la temperatura promedio global del planeta de 0.75 °C. Se estima que la ola de calor europea de 2003 provocó 35,000 muertes. Las inundaciones de 1998 en China damnificaron a 240 millones de personas. La organización Mundial de la salud estima que ya en el año 2000 las muertes resultantes del cambio climático habían superado la cifra de 150,000.



Actualmente México enfrenta problemas de contaminación hídrica, atmosférica y de suelos en sus principales zonas metropolitanas y rurales, siendo el del valle de México el caso más conocido y documentado. Además, México enfrenta los efectos globales del cambio climático y contribuye con una significativa proporción de la emisión de los llamados gases de efecto invernadero a nivel de América Latina. De esta manera el cambio climático constituye el principal desafío ambiental global del siglo XXI.

Las implicaciones que esto tiene para la sociedad son diversas e inciertas pero para el caso de México, según datos del Instituto Nacional de Ecología, la agricultura de temporal que representa el 80% de la superficie cultivada total nacional, podría sufrir una reducción del 50% de su superficie. Esto significa que millones de campesinos se vean obligados a migrar de sus sitios de residencia actual hacia localidades más seguras. Así mismo en México, cerca de 20 millones de habitantes se encuentran asentados en sitios de alto riesgo de inundación y se estima que más de 15,000 Km2 de costas serán amenazadas por el aumento del nivel del mar y que en algunos puntos la entrada del mar podría alcanzar los 40 Km.

En lo que respecta a la salud pública, enfermedades como la malaria y el cólera que son transmitidas por vectores, incrementarán su incidencia en regiones templadas en las que no se tenían registros. Por su lado, las industrias con alta demanda de agua se verán amenazadas especialmente aquellas asentadas en regiones áridas y semiáridas. Además el 50% de la vegetación de pino y encino será afectada y con ello se pone en riesgo las industrias forestales del país, así como la pérdida de los servicios ambientales que ofrecen estos ecosistemas.

Estos datos son significativos para comprender la importancia de por qué día a día se requiere que quienes actúan y se desempeñan al interior de las organizaciones e instituciones responsables del uso sustentable de los ecosistemas del país, tengan una adecuada formación a fin de enfrentar el reto que representa el cambio climático.

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Sobre el autor

Benjamín Ortiz Espejel

El Doctor Benjamin Ortiz Espejel es director del Instituto de Investigaciones Interdisciplinarias en Medio Ambiente “Xavier Gorostiaga”, en la Ibero Puebla. Es ingeniero agrónomo por la universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco (1978 -1982), maestro en Antropología Social por el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (1988 – 1993) Unidad Golfo con especialidad en relaciones Naturaleza Sociedad y Doctor en Ciencias por el Instituto de Ecología A.C. (1995 – 1999) con especialidad en Manejo de Recursos Naturales.