Alianza Ibero Puebla-Dale la Cara al Atoyac para el rescate del río Destacado

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La investigación científica y el análisis social aliados a la movilización de la sociedad civil en defensa del río Atoyac. Hoy es la Ibero Puebla. Ya se ha sumado también la BUAP. Pasos cortos, certeros. Y el alcance de la propuesta se puede entender en las voces que participan en esta alianza dada a conocer el martes 23 de mayo.

Dice Fernando Fernández Font, el rector de la universidad jesuita en Puebla: “Esta asociación representa una oportunidad para sanear nuestro mundo herido. El problema es sumamente complejo e implica muchos factores, eso nos invita a buscar respuestas atinadas ante los intereses económicos que existen de por medio”.



Y la identificación que hace de un problema concreto en torno al agua en el valle de Puebla:

“Los pozos de agua que están agotando los mantos freáticos y que se han convertido en negocios de unos cuantos. Es complicado, pero no por eso podemos quedarnos estáticos, hay que enfrentar con estrategias muy claras.”



Y el planteamiento de Dale la Cara al Atoyac: “Con este convenio se pretenden desarrollar estrategias que generen resultados tangibles que formen parte de la agenda del próximo gobierno del estado. “Esta sinergia con la IBERO Puebla busca también el apoyo jurídico que es fundamental para una Asociación como la nuestra. La inteligencia universitaria dispuesta para atender el problema de contaminación del río Atoyac. La Ibero Puebla tiene la sensibilidad correcta para realizar la investigación social necesaria para lograr avances sustanciales.”

Y también la identificación de un problema concreto: “Existen grandes vacíos de información, de ahí la importancia de aprovechar la capacidad de investigación de la Universidad. El Ayuntamiento está trabajando en la minería de datos, pero está recabando lo mismo que ya se ha hecho, lo que necesitamos conocer es la situación de las Juntas Auxiliares, saber cómo funcionan, cuántos pozos hay, cuántos son clandestinos, ese es el reto que los políticos no han querido enfrentar y que nosotros queremos afrontar con mucha sensibilidad”



Y una idea de la perspectiva que tiene la Ibero Puebla del problema lo da la Dra. María Eugenia Ibarrarán Viniegra, directora del Instituto de Investigaciones en Medio Ambiente (IIMA) Xabier Gorostiaga. Primero el dato duro: el 74% de las aguas superficiales del país tienen diferentes grados de contaminación. Luego el análisis: “Este fenómeno se ha expandido gracias a la actividad económica y a la densidad poblacional de México. En Puebla, el número de plantas de tratamiento tiene poco efecto en la calidad del agua, por lo que el aumento en el caudal tratado resulta contraproducente para la salud. Esto representa que las plantas tratadoras cuando se construyen, no operan y cuando lo hacen lo hacen mal. Existen 71 plantas de tratamiento municipales las cuales tendrían que tratar 3500 litros de agua por segundo, pero estas solo potabilizan 500 por segundo y lo hacen mal”.

Y la fundamentación crítica: “El Instituto del Medio Ambiente realizó un estudio econométrico en el cual descubrió que la calidad del agua tratada es de muy mala calidad. Esto significa que no prenden las plantas tratadoras, o no le ponen los químicos necesarios, cual sea el factor resulta grave ya que anuncian que el líquido ya está tratado, cuando en realidad la calidad es pésima”, puntualizó la doctora en Geografía.

De ahí la crítica a la actuación de la administración de Rafael Moreno Valle: “Según la memoria sexenal del gobierno anterior se invirtieron 117 millones de pesos en el saneamiento y no hay avance alguno”.

La Universidad Iberoamericana Puebla y la Asociación Dale la Cara al Atoyac, sellaron así una alianza estratégica con la finalidad de promover actividades de capacitación, asesoría, práctica profesional, servicio social, vinculación, así como para el desarrollo conjunto de proyectos benéficos para la sociedad.

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