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Dos preguntas acerca del caso Culiacán

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Vida y milagros

De lo mejor que he leído en estos días acerca del controvertido operativo de Culiacán del día 17 de octubre, es la crónica y el recuento de hechos y declaraciones que se documentó en el portal de la revista Nexos, cronología que arranca con la premonición presidencial de que ese día "se trataría de una jornada importante". Sí que lo fue. La crónica es un recuento exacto y por horas de ese día y el día siguiente, 18 de octubre, crónica que no va acompañada de opiniones a favor o en contra de nadie, solo la voz de los principales actores, permitiendo que sea el lector el que haga su propio análisis y llegue a sus muy personales conclusiones. Me gustó porque no viene cargado de ideología, ni de filias o fobias. Simplemente va documentando en orden cronológico los comunicados oficiales, los videos de algunos espectadores civiles de Culiacán, las declaraciones del imprudente y parlanchín abogado de la familia Guzmán, al más le valdría callarse un buen rato, los informes de noticieros con las declaraciones de los funcionarios involucrados, y lo más importante, las declaraciones del presidente López Obrador en entrevista antes de salir rumbo a Oaxaca, cuando ya estaba en curso la operación de detención de Ovidio Guzmán, sus declaraciones al llegar al aeropuerto de Oaxaca, sus declaraciones en la mañanera del día siguiente, los comunicados de la Secretaría de Relaciones exteriores y las declaraciones en dos distintas conferencias de prensa del secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo y el secretario de Defensa Nacional, General Luis Crescencio Sandoval. Se los recomiendo mucho. El enlace es https//www.nexos.com.mx Culiacán: Cronología de la derrota.



Desde el día 17 de octubre he tenido dos preguntas para las que no encuentro respuestas lógicas. La primera es ¿por qué el presidente López Obrador, como Comandante Supremo de las Fuerzas Amadas decidió seguir su viaje a Oaxaca en lugar de regresar a Palacio Nacional a dar seguimiento a hechos en los que estaba altamente comprometida la seguridad, no solo de la ciudadanía, sino de los soldados que él comanda, así como el prestigio de su plan de seguridad? No es su estilo evadir este tipo de conflictos de alto impacto, al revés. ¿No le informaron realmente de la gravedad del asunto? Durazo ha argumentado que, en la reunión del gabinete de seguridad, a las seis de la mañana del día 17, no se le informó al presidente del operativo. Leyendo la crónica de Nexos aparece la confesión de esa supuesta omisión, no sé si real o inventada al calor del desastre. Por otro lado, y más adelante, el presidente diría que sí se contaba con una orden de aprehensión, y Durazo diría después que, desde septiembre, aunque de inicio, en la primera conferencia de prensa, dijo que el encuentro de Ovidio había sido por casualidad, durante un patrullaje. ¿Le querían dar el regalo de la sorpresa de una importante aprehensión solicitada por los gringos? Hay sorpresas que son espantosas. Si no le avisaron de la sorpresa al presidente, al otro día debió sorprender a los responsables con su despido inmediato.

La pregunta que se hacen muchos acerca de la liberación de Ovidio es qué hubiera hecho uno mismo dadas las circunstancias. ¿Retener a Ovidio Guzmán a costa de una matazón de soldados y civiles? La verdad es que en la misma circunstancia casi todos dicen que lo hubieran dejado ir, aunque lo increíble es que estuvieran en esa terrible disyuntiva. ¿Por qué hicieron un operativo que ellos mismos describen como precipitado y falto de inteligencia, logística y prevención de escenarios que los colocó en una posición de perder/perder?

Lo que uno lee en la crónica de Nexos en boca de los actores principales, no de interpretaciones periodísticas, es que realmente no planearon bien el operativo, no se coordinaron las fuerzas de Inteligencia, Marina, Defensa Nacional y el secretario Durazo, jefe del gabinete de seguridad. Lo dijo claramente el general Sandoval el día 18 de octubre en Culiacán, en la conferencia de prensa de las nueve de la mañana, acompañado por Alfonso Durazo, el secretario de Marina, el Comandante de la Guardia Nacional y el director del Centro Nacional de Inteligencia, y lo cito:



"El grupo responsable de esta acción policiaca, en su afán de obtener resultados positivos actuó de manera precipitada, con deficiente planeación, así como falta de previsión sobre las consecuencias de la intervención, OMITIENDO ADEMÁS OBTENER EL CONSENSO DE LOS SUPERIORES, ES DECIR, EL GABINETE DE SEGURIDAD."



La orden de aprehensión si existía, ha dicho el presidente López Obrador en la mañanera del día 18, contradiciendo la versión de Durazo del día 17, en que señaló que el encuentro fue por casualidad. Si existía la orden desde antes, entonces ¿quién tomó la decisión de actuar sin informar al gabinete de seguridad? ¿O el gabinete sabía y no se lo dijeron al presidente?

El que coordina ese gabinete es Alfonso Durazo. El Centro de Inteligencia Nacional ya depende de él. Si no le avisaron de lo que pasa en la cocina en un guiso de ese tamaño, debiera irse. Si le avisaron y no supo ejecutar y coordinar algo de esa importancia, debiera irse.

Mi segunda pregunta es: ¿por qué no se ha ido?

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Sobre el autor

Verónica Mastretta

Verónica Mastretta. Ambientalista, escritora. Encabeza desde 1986 la asociación civil Puebla Verde y promueve con la OSC Dale la Cara al Atoyac la regeneración de la Cuenca Alta del Río Atoyac en Puebla y Tlaxcala.