Medio Ambiente

Mundo Nuestro. A la vista la realidad de los desarrollos industriales en la Sierra Norte de Puebla, impuesta por los grupos de poder económico y por la miopía de los gobiernos en todos los órdenes: fracking en la región de Venustiano Carranza y Metlaltoyuca; hidroeléctrica sobre el río Ajajalpan; minera en Ixtacamaxtitlán. Pemex, Wall Mart, Almden Minerals. Gobierno federal y corporaciones trasnacionales. Veinte años se cumplen esta semana en la que cierra septiembre y arranca octubre hacia la memoria de los fatídicos días 4, 5 y 6 de octubre de 1999. El colapso de la montaña fue tan monumental que hicieron falta varias semanas para tomar conciencia de la dimensión de la catástrofe que se llevó la vida de al menos 256 personas, dejó sin casa a varios miles de familias y dejó incomunicada por la destrucción de la infraestructura carretera a una región que alberga la vida de más de un millón de poblanos.

Muros de agua. Tragedia en los ojos.

Las tormentas de octubre sobre la Sierra Norte de Puebla pusieron una terrible paradoja al descubierto, algo que hace aún más difícil reconstruir la infraestructura perdida: la región indígena-mestiza cuenta con altos niveles de producción agrícola e industrial pero se encuentra amarrada de manos por estructuras políticas y económicas extremadamente arcaicas.



Los ríos desbordados, una vez más las preguntas sobre la vocación natural de la Sierra Norte de Puebla

Ironía mexicana: el azote del cielo trae la Sierra Norte de Puebla a la historia moderna del país. Ni las guerras civiles del siglo XIX provocaron una movilización social como la que se vive desde la primera semana de octubre. Más allá de los muertos -tal vez cerca de 500- y la destrucción de la economía y los servicios en un territorio al que el Estado con sus instituciones nunca acabó de llegar, sesenta horas de lluvias activaron el detonador de un cambio estructural en esta densa región de pueblos indios nahuas y totonacos sumidos en la marginación y la pobreza propias de los rasgos más arcaicos de México. Si a la inteligencia se suma una buena política, tal vez de la catástrofe resulte una nueva sierra.



Pocas regiones indígenas y mestizas tan complicadas como la Sierra Norte: por su diversidad ecológica en riesgo -ganado, cafetales y cítricos y agricultura maicera han deforestado serranías que van desde los 400 hasta los 2,500 metros sobre el nivel del mar-; por su densidad y dispersión demográfica -1,000,000 de habitantes en más de 2,000 pueblos y tan sólo 7 ciudades con más de 20,000 habitantes; por su economía de autoconsumo entreverada con nudos de capitalismo salvaje en la tala forestal, la producción intensiva de café para la exportación y la explosión de las maquiladoras para la confección. Todo ha sido puesto en jaque por sesenta horas de diluvio sobre 15,000 kilómetros cuadrados de territorio marginal a dos horas en auto de la ciudad de México.



Algunas imágenes para entender el entorno social de la Sierra Norte.

Los extremos cafetaleros: en la zona de Xicotepec miles de hectáreas de plantíos a sol abierto y con el uso de agroquímicos producen intensivamente para la exportación a Alemania; los empresarios capitalistas recorren en helicóptero las plantaciones que, al cabo de cuatro o cinco años de explotación, venden a pequeños productores sin capital y tecnologías para repetir la experiencia; la productividad baja y con el tiempo las laderas reproducen el ciclo maicero de erosión y pobreza. En Cuetzalan, una región de pequeños productores, un cortador de café recibe 50 centavos por kilo en la cosecha para lograr si tiene suerte alrededor de 25 pesos diarios. En Huehuetla, luego de las lluvias, los acaparadores lo compran a 30 centavos contra el riesgo de que se pudra en el suelo.

  • AI fin en la economía global, el boom de la industria de muebles rústicos para la exportación en la ciudad de Puebla ha multiplicado en los últimos cinco años la tala legal y clandestina con decenas de aserraderos entre Chignahuapan y Huauchinango.

  • Teziutlán, en el otro extremo de la economía, ha desarrollado en cinco años una actividad maquilera con 32,000 empleos directos en la confección textil. La migración genera hacinamiento urbano sin consecuencias para bien de las comunidades que aportan la fuerza de trabajo. La ciudad media reproduce los errores de los centros industriales de Puebla y el Distrito Federal.

  • Un sábado de plaza en Zacapoaxtla arroja la realidad sin cifras del autoconsumo indígena y la relación desigual y expoliadora de las cabeceras comerciales y las comunidades: huacales de frutas son ofrecidos a las nueve de la mañana a quince pesos; son comprados a ocho al final del día.

  • Tepetzintla es un municipio que en 1975 no había visto rodar por sus veredas ni siquiera una carretera. Mulas de carga y hombres caminaban seis horas para llegar a Zacatlán. Ni luz, ni escuela, ni drenajes, sólo chozas alrededor de un quisco-pozo, una presidencia, un templo franciscano y un curato en el que los tatas veían de cuando en cuando un código del siglo XVI. Dos mil comunidades estaban así ese año. El esfuerzo del Estado y los pobladores revirtió esta situación con escuelas, luz eléctrica, terracerías y centros de salud. Sin embargo, para 1995 el 90% de los municipios comprobaba índices de marginación alta o muy alta.

  • A fines de los ochenta los indios de San Juan Tahitic, a tres horas y media de camino a pie de Zacapoaxtla, tomaron de un cacique sus tierras ancestrales. La policía de inmediato reprimió la invasión y recuperó los predios. Siguieron años de plantones y escritorios sin éxito en la ciudad de Puebla. Un día de 1993 el hijo del ranchero fue ejecutado sin más a balazos a las puertas de su casa.

Comunicada por tres rutas -la petrolera de Huauchinango- Poza Rica; la indígena de Zacapoaxtla-Cuetzalan; y la ferrocarrilera de la decimonónica minera y comercial Teziutlán, la Sierra tiene presencia institucional añeja, pero delimitada en puntos estratégicos: la iglesia católica, con sus misioneros desde el siglo XVI y sus templos en cada una de las comunidades; el Estado con sus gobernadores y presidentes, sus jueces de paz y sus cárceles, la economía con sus presas de Necaxa y la Soledad, para energía eléctrica del Distrito Federal. El Estado también de las últimas décadas, con su Interserrana y sus terracerías, con sus escuelas bilingües y sus tecnológicos, pero con la carencia de una estrategia de inversión pública para el desarrollo en el largo plazo de la economía serrana.

Las tormentas de octubre arrojaron con su fuerza hechos que quiebran esta inercia de siempre en la Sierra Norte.

  • Cortes de agua como misiles destrozan en infinidad de puntos los 4,000 kilómetros de carreteras y terracerías y dejan incomunicados por más de dos semanas a centenares de pueblos y ciudades, provocando la mayor emergencia alimenticia en la historia reciente del país. Un sistema de protección civil de caricatura nunca imaginó el escenario de una carretera interserrana quebrada en cincuenta puntos. Se produce una hambruna temporal y la movilización de miles de personas en búsqueda de víveres sin alternativas mayores que las cadenas humanas entre las cabeceras y las comunidades y los vuelos de helicópteros cuando lo permite la niebla.

  • Además de los destrozos carreteros, es incalculable la pérdida de infraestructura, comunidad por comunidad, en la economía de autoconsumo y en los servicios públicos como adoquinados, redes de agua potable y drenaje, escuelas y edificios públicos. Más de 8,000 viviendas y una decena de comunidades arrasadas dan idea de la magnitud de la tragedia.

  • La respuesta del Estado es agresiva y bien intencionada para resolver la hambruna provocada por los cortes de la carretera interserrana entre Chignahuapan-Tetela, Zacatlán-Ahuacatlán, Zacapoaxtla-Cuetzalan y Tlatlauqui y Teziutlán. El gobierno de Melquiades Morales traslada secretarías de Estado a las cabeceras serranas afectadas y organiza de urgencia un abasto de alimentos que por no estar fundado en un plan de emergencia estratégico es lento o sometido muchas veces a la voluntad de presidentes municipales, y a la veracidad de la información otorgada a veces sí y a veces no por sus representantes.

  • La movilización hormiga, organizada desde los pueblos, de miles de hombres y mujeres desde las comunidades en busca de alimentos y en la reapertura urgente de sus brechas, encuentra respaldo en la red espontánea pero orgánica pica de grupos muy diversos de la sociedad civil: iglesias, empresas, escuelas y universidades públicas y privadas, medios de comunicación. Este es el hecho político más importante en la historia reciente de la sociedad poblana y puede generar cambios profundos en la equivocada e injusta relación social que llamamos Sierra Norte.

En conclusión, la tormenta genera la necesidad de replantear la relación de fondo de una región indígena-mestiza de importante producción agrícola e industrial pero sustentada en esquemas económicos y políticos arcaicos incapaces de reconstruir la infraestructura perdida y de proponer nuevas estrategias de desarrollo. Existe un consenso social por la Sierra. Se requiere una acción estratégica de Estado. A la vista está que toda dinámica estratégica que resulte tendrá que reconocer la importancia del campo y el autoconsumo para una solución de largo plazo, así como de su organización por fuera de los esquemas paternalistas, corporativos o de caridad que el Estado y las iglesias reproducen.

Se han iniciado ya los foros convocados por la Cámara de Diputados para que, en un ejercicio de parlamento abierto, se escuchen las voces que pueden enriquecer las modificaciones que la actual Ley General de Aguas Nacionales requiere. En gobiernos anteriores y en el actual gobierno, en los planes de desarrollo sexenales se considera el tema del agua como de seguridad nacional. Sin embargo, en la cruda realidad del presupuesto, vemos como una y otra vez el interés por el agua se queda en los discursos de los gobernantes, pero no se aterriza en los presupuestos ni federales, ni estatales ni municipales. De nada servirá una nueva ley si el estado mexicano en su conjunto no destina a las instituciones encargadas de la gestión del ciclo hidrológico un presupuesto poderoso y audaz.
Como país llevamos años sin priorizar el tema del agua en el presupuesto. El agua no es una mercancía que deba dejarse al garete de las leyes del mercado. Aunque juega un papel en el mercado, su uso debe de estar bajo la rectoría del Estado y no de las fuerzas del dinero. No quiere decir que no se puedan concesionar servicios o aprovechamientos de diferentes maneras. Lo que no puede descuidarse es la fortaleza de las instituciones públicas que garanticen el manejo eficaz del agua, apegado a la ley, ya sea por parte de los gobiernos, los municipios, el sector agrícola o las empresas. En México, aunque la rectoría del estado está plasmada en el papel, no está siendo tutelada en la realidad. Y no lo está porque los presupuestos destinados a este rubro no solo son bajos, sino que cada año lo son más. Cuando las instituciones se minan y debilitan en base al desinterés presupuestal, la ley se vuelve letra muerta. Sin un presupuesto adecuado no habrá ley que valga y el resultado será un territorio nacional cada vez más cercano al colapso de la disponibilidad hídrica, con alta contaminación en los cuerpos de agua y graves afectaciones a la salud por este tema.
Son tres las instituciones del estado mexicano que están involucradas en algún tramo de la gestión del agua: el gobierno federal vía SEMARNAT, CONAGUA, PROFEPA Y CONAFOR. Los gobiernos estatales, cada uno con las instituciones que a los gobernadores se les va ocurriendo fortalecer o disminuir, y por último, los municipios, obligados por el artículo 115 constitucional a dar el servicio de agua potable, alcantarillado y saneamiento, la mayoría en un estado de inanición presupuestal, técnico y normativo que de verdad espanta.
Creo que el papel clave es el que ha sido el más descuidado: el de los gobiernos de los estados, que en la ley actual tienen asignado el rol de ser bisagras y articuladores de la gestión del agua, hacia arriba, con la federación y hacia abajo, con los municipios. En los estados en donde han tenido éxito en el manejo integral del agua, el rol de los gobiernos estatales ha sido jugado bien y a fondo. Un ejemplo es el de Nuevo León, un estado con poca disponibilidad de agua, que sin embargo logró institucionalizar su buen manejo desde hace muchos años.
Cuando un gobierno estatal toma en serio el problema del agua, apuesta por instituciones del agua estatales fuertes y al centro de su gobierno, eficaces para plantear proyectos prioritarios, buenos para cabildear con la federación los recursos para hacerlos, utilizando economías de escala por cuencas, y además trabaja adecuadamente para fortalecer con herramientas jurídicas y técnicas a los municipios rezagados, los problemas del agua y su adecuada gestión se resuelven mucho mejor.
Está bien que se revise la actual Ley de Aguas Nacionales. Las sociedades no son estáticas, las leyes tampoco pueden serlo. Pero insisto en que si en la nueva ley no se apuntala con presupuestos obligatorios a las instituciones del sector ambiental de los tres niveles de gobierno, el resultado será que tendremos leyes novedosas, pero que quizás no se apliquen jamás.

Mundo Nuestro. La revista española Sin Permiso presenta esta entrevista publicada originalmente en The Guardian. Naomi Klein, intelectual y activista canadiense, una de las voces más lucidas en la critica del capitalismolcontemporáneo.

Con motivo de la publicación de su último libro, On Fire: The Burning Case for a Green New Deal, y las movilizaciones contra el cambio climático, Natalie Hanman entrevista a la activista y teórica canadiense.

¿Por qué publica ahora este libro?



Tengo todavía la impresión de que el modo en que hablamos acerca del cambio climático está demasiado compartimentad, demasiado separada de las demás crisis a las que nos enfrentamos. Un tema verdaderamente contundente que discurre a lo largo del libro son los vínculos entre esto y la crisis del ascenso del supremacismo blanco, las diversas formas de nacionalismo y el hecho de que haya tanta gente que se ve obligada a dejar su tierra, y la guerra que se libra contra nuestro umbral de atención. Son estas crisis que se entrecruzan y se interconectan, y las soluciones también han de ser así.

El libro recoge ensayos de la década pasada, ¿ha cambiado de opinión acerca de algo?

Cuando echo la vista atrás, creo que no puse bastante énfasis sobre el reto que el cambio climático plantea a la izquierda. Resulta más evidente la forma en que el cambio climático pone en tela de juicio la visión del mundo dominante de derechas, y el culto de un grave centrismo que nunca quiere hacer nada en grande, que siempre está considerando partir la diferencia. Pero esto supone también un desafío a una visión del mundo de izquierdas que sólo está esencialmente interesada en redistribuir los despojos del extractivismo [el proceso de extraer recursos naturales de la Tierra] y no en calcular los límites de un consumo sin fin.

¿Qué es lo que le impide hacer esto a la izquierda?

En el contexto de América del Norte, el mayor tabú de todos consiste en reconocer que va a haber límites. Lo ves en la deriva que ha sufrido Fox News tras el New Deal verde: ¡vienen a por tus hamburguesas! Llega hasta el corazón del sueño norteamericano: toda generación tiene más que la anterior, siempre hay una nueva frontera que prolongar, toda la idea de países coloniales de pobladores, como los nuestros. Cuando alguien llega y nos dice: en realidad, hay límites, tenemos decisiones duras, nos hace falta imaginar cómo resolver lo que resta, tenemos que compartir de modo equitativo…nos entra un ataque psíquico. Y así la respuesta [de la izquierda] ha consistido en evitarlo y decir no, no, no vamos a quitaros lo que tenéis, vamos a tener toda clase de beneficios. Y va a haber beneficios: tendremos ciudades más vivibles, tendremos un aire menos contaminado, pasaremos menos tiempo atascados en el tráfico, podemos diseñar vidas más felices, más ricas de tantas maneras. Pero vamos a tener que contraer ese lado del consumo infinito, de usar y tirar.



¿Se siente animada por que se hable de un New Deal verde?

Siento una tremenda emoción y una sensación de alivio de que por fin hablemos de soluciones de la escala de la crisis a la que nos afrontamos, de que no estemos hablando de un pequeño impuesto o de un programa de derechos de emisión como si fuera mano de santo. Estamos hablando de transformar nuestra economía. De todos modos, el sistema le está fallando a la mayoría de la gente, razón por la cual nos vemos en este periodo de profunda desestabilización, que nos ofrece Trumps y Brexits, y todos esos líderes fuertes, de modo que ¿por qué no cambiarlo todo de abajo arriba y hacerlo de forma que encare todas estas crisis a la vez? Tenemos todas las posibilidades de errar el tiro, pero cada fracción de un grado en el calentamiento que seamos capaces de evitar constituye una victoria, y cada medida política que seamos capaces de lograr que vuelva más humanas a nuestras sociedades, nos harán capear mejor las inevitables conmociones y tormentas sin deslizarnos hacia la barbarie. Porque lo que verdaderamente me aterra es lo que estamos viendo en nuestras fronteras en Europa y América del Norte y Australia, no creo que sea una coincidencia que los estados de pobladores coloniales y los países que son motores de ese colonialismo estén en primera línea de esto. Estamos asistiendo al inicio de la era de la barbarie climática. Lo vimos en Christchurch, lo vimos en El Paso, donde se ve este matrimonio de la violencia del supremacismo blanco con un despiadado racismo contra los inmigrantes.

Esa es una de las partes más pavorosas de su libro: creo que es una relación que mucha gente no establece.



Este patrón ha quedado claro desde hace un tiempo. La supremacía blanca no surgió sólo porque hubiera gente pensando en ideas que iban a hacer que se matara a mucha gente, sino porque resultaba útil para proteger acciones bárbaras pero enormemente lucrativas. La edad del racismo científico empieza a la vez que el tráfico de esclavos transatlántico, es una racionalización de esa brutalidad. Si vamos a responder al cambio climático fortificando nuestras fronteras, entonces, por supuesto, las teorías que justificarían eso, que crean esas jerarquías en la humanidad, volverán a aparecer. De ello ha habido señales desde hace años, pero se vuelve cada vez más difícil negarlo porque hay asesinos que lo gritan desde los tejados.

Una crítica que se escucha en relación al movimiento ambiental es que hay un predominado de gente blanca. ¿Cómo afronta esto?

Cuando tienes un movimiento que es abrumadoramente representativo del sector más privilegiado de la sociedad, entonces ese enfoque va a tenerle mucho más miedo al cambio, pues la gente que tiene mucho que perder tiende a tenerle más miedo al cambio, mientras que la gente que tiene mucho que ganar tiende a luchar más denodadamente por él. Esa es la gran ventaja de disponer de un enfoque del clima que lo vincule a las llamadas cuestiones de pan y mantequilla: ¿cómo vamos a conseguir empleos mejor pagados, vivienda asequible, medios para que la gente se ocupe de sus familias? He tenido muchas conversaciones con ambientalistas a lo largo de los años en las que parecían creer que ligar la lucha del cambio climático con la lucha contra la pobreza, o la lucha por la justicia racial, va a hacer más difícil la lucha. Tenemos que salir de este “mi crisis es mayor que tu crisis: primero salvamos el planeta y luego luchamos contra la pobreza y el racismo, y contra la violencia contra las mujeres”. Eso no funciona. Eso nos enajena a la gente que lucharía más denodadamente por el cambio. Este debate se ha desplazado enormemente en los EE.UU. debido al liderazgo del movimiento por la justicia climática y a que son congresistas de color las que abanderan el New Deal Verde. Alexandria Ocasio-Cortez, Ilhan Omar, Ayanna Pressley y Rashida Tlaib provienen de comunidades que han recibido un trato injusto en los años del neoliberalismo, y anteriormente, y están decididas a representar, a representar verdaderamente los intereses de esas comunidades. No tienen miedo a un cambio profundo, porque sus comunidades lo necesitan desesperadamente.

Escribe usted en el libro: “La dura verdad es que la respuesta a la pregunta: ‘¿Qué puedo hacer yo, como individuo, para detener el cambio climático?’ es: nada.” ¿Todavía piensa así?

En términos de carbono, las decisiones individuales que tomamos no van a sumarse hasta alcanzar el volumen del cambio que precisamos. Y creo de veras que el hecho de que para mucha gente sea mucho más cómodo hablar de nuestro consumo personal que hablar del cambio sistémico es producto del neoliberalismo, que nos ha formado para que nos veamos primero como consumidores. Esa es para mí la ventaja de sacar a colación esas analogías históricas, como el New Deal o el Plan Marshall, que nos traen de vuelta a una época en la que podíamos pensar en un cambio a esa escala. Porque nos han preparado para pensar en lo muy pequeño. Tiene un significado increíble que Greta Thunberg haya convertido su vida en una emergencia viva.

Sí, zarpó para la cumbre del clima en las Naciones Unidas en Nueva York en un yate de cero emisiones de carbono...

Exacto. Pero no se trata de lo que está haciendo Greta en tanto que individuo. Se trata de aquello que Greta está difundiendo con las opciones que toma como activista, y eso lo respeto de un modo absoluto, creo que es magnífico. Está haciendo uso del poder del que dispone para difundir que se trata de una emergencia y trata de motivar a los políticos para que lo traten como una emergencia. No creo que nadie esté exento de escudriñar sus propias decisiones y comportamientos, pero creo que es posible recalcar en exceso las elecciones individuales. He tomado una opción, y esto viene siendo cierto desde que escribí No Logo, y empezaron a llegarme preguntas del género de “¿qué debería comprar, dónde debería hacer las compras, qué ropa es ética?”. Mi respuesta sigue siendo que no soy una asesora de estilo, no soy la gurú de las compras de nadie, y tomo estas decisiones en mi propia vida, pero sin hacerme ilusiones de que estas decisiones vayan a suponer una diferencia.

Algunas personas eligen ponerse en huelga de vientres. ¿Qué opinión tiene sobre ello?

Me encanta que estos debates estén llegando al dominio público, que es lo contrario de que sean asuntos furtivos de los que tenemos miedo de hablar. Resulta algo que aísla mucho a la gente. Desde luego, así me sucedió a mí. Una de la razones por las que esperé todo lo que esperé para tratar de quedarme embarazada, y esto se lo decía todo el tiempo a mi pareja es, ¿qué, quieres tener a un guerrero acuático a lo Mad Max luchando con sus amigos por la comida y el agua? Hasta que no formé parte del movimiento por la justicia climática y pude ver un camino por delante, no me pude imaginar teniendo un niño. Pero nunca le diría a nadie cómo responder a esta pregunta, la más íntima. Como feminista que conoce la brutal historia de la esterilización forzada y de los modos en que los cuerpos de las mujeres se convierten en zonas de batalla cuando los responsables políticos deciden que van a tratar de controlar la población, creo que la idea de que hay soluciones regulatorias cuando se trata de tener o no tener niños resulta catastróficamente ahistórica. Nos hace falta luchar juntos con nuestra aflicción y nuestros temores por el clima, cualquiera que sea la decisión que tomemos, pero el debate que nos hace falta es: ¿cómo construimos un mundo para que estos niños tengan una vida próspera de carbono cero?

Este verano animaba usted a leer la novela de Richard Powers, The Overstory. ¿Por qué?

Para mí ha tenido una importancia increíble y estoy encantada de que me haya escrito tanta gente desde entonces. Lo que Powers escribe acerca de los árboles: que los árboles viven en comunidades y están en comunicación, y hacen planes y reaccionan juntos, y hemos estado completamente equivocados en la forma de conceptualizarlos. Es el mismo diálogo que tenemos acerca de si vamos a resolver esto como individuos o si vamos a salvar el organismo colectivo. También resulta inusual, en la buena ficción, valorar el activismo, tratarlo con verdadero respeto, con sus fracasos y todo, reconocer el heroísmo de la gente que pone su cuerpo en riesgo. Creo que Powers lo ha hecho de un modo verdaderamente extraordinario.

¿Qué opina de lo que ha conseguido Extinction Rebellion?

Una cosa que han hecho muy bien es sacarnos de este modelo clásico de campaña en el que hemos estado metidos durante mucho tiempo, en que le cuentas a alguien algo que da miedo, le pides que marque tal cosa o que hagan algo, te saltas toda la fase en la que tenemos que afligirnos juntos y sentir juntos y procesar que es lo que acabamos de ver. Porque lo que oigo de mucha gente es que, vale, puede que la gente de los años 30 o 40 se pudiera organizar barrio por barrio o lugar de trabajo por lugar de trabajo, pero nosotros no podemos. Creemos que hemos sido tan degradados como especie que somos incapaces de ello. La única cosa que va a cambiar esa creencia es vernos cara a cara, en comunidad, tener experiencias, fuera de nuestras pantallas, unos con otros, en las calles y en la naturaleza, y triunfar en algunas cosas y sentir ese poder.

Habla usted en su libro de resistencia. ¿Cómo hace para seguir adelante? ¿Se siente esperanzada?

Tengo sentimientos complicados en lo que se refiere a la cuestión de la esperanza. No pasa un día en que no tenga una sensación de puro pánico, de franco terror, de completa convicción de que estamos condenados, y luego me saco a mi misma de ello. Me siento renovada por esta nueva generación tan decidida, tan enérgica. Me siento motivada por la voluntad de comprometerse en la política electoral, porque mi generación, cuando estaba en su veintena y treintena, sospechaba tanto de lo que era ensuciarse las manos con la política electoral que nos perdimos muchas oportunidades. Lo que me da más esperanza hoy es que, en cambio, tenemos por fin una visión de lo que queremos, o por lo menos un primer borrador de ello. Es la primera vez que me ha pasado esto en mi vida. Y además, me decidí a tener niños. Tengo uno de siete años que está completamente obsesionado y enamorado del mundo natural. Cuando pienso en ello, después de haber pasado un verano entero hablando del papel del salmón en la alimentación de los bosques en los que nació en la Columbia Británica, y de qué modo están ligados a la salud de los árboles, y al suelo y a los osos y a las orcas y a este magnífico ecosistema en conjunto, y pienso en lo que sería tener que decirle que ya no hay salmones, me mata. Así que eso me motiva. Y me deja muerta.

Naomi Klein Autora, entre otros libros, de 'La doctrina del shock' y 'No Logo'.

Fuente: The Guardian, 14 de septiembre de 2019

Traducción: Lucas Antón

Temática:

Vida y milagros

La LXIV Legislatura de la Cámara de Diputados ha abierto la convocatoria para los foros en que se discutirá el rumbo y el contenido de una nueva Ley General de Aguas para nuestro país. México aparece en el grupo de naciones con alto estrés hídrico, en el lugar 24 de una lista de 164 naciones estudiadas por el Instituto de Recursos Mundiales. México tiene problemas gravísimos con el agua. Estar en la línea de alto estrés hídrico quiere decir que tomamos cada año más agua de la que la naturaleza puede reponer. Hay estados en absoluta crisis, otros, camino hacia ella. El objetivo de la nueva ley que el país necesita sería garantizar la seguridad hídrica para la especie humana, pero de idéntica manera para la flora y fauna de los ecosistemas de los que dependemos para sobrevivir. Necesitamos la ley no solo para nosotros, sino porque somos una especie sin conciencia que estamos dejando sin agua y sin hábitat a todas las otras especies que tuvieron la mala suerte de que el hombre se volviera sapiens y acabara con todo lo que va encontrando a su paso.



No solo tomamos más agua de la que debiéramos, además no la reciclamos y la contaminamos gravemente. Pasamos de temporadas de grave estiaje, como la de este 2019, a temporadas de inundación en las que el agua nos inunda y ahoga porque hemos trastocado todos sus cauces naturales. Tampoco la retenemos por la falta de árboles y follaje, talados o quemados de manera feroz en bosque y selvas. En cuanto a la contaminación y mal uso del agua, el estado mexicano en sus tres niveles de gobierno ha sido incapaz de crear las herramientas y estructuras necesarias para su buena administración. Para remate, los recortes al sector ambiental en todos los niveles de gobierno han debilitado toda la administración pública del agua.

Lo que se tendrá que analizar en estos foros y deberá de plasmarse en la nueva ley es todo aquello que debe de modificarse para lograr una acertada gestión del agua en el país, además de destinarle los recursos suficientes. La austeridad republicana en este rubro ha sido un desacierto.



Administrar bien el agua es el gran desafío no solo de nuestro país, sino de la humanidad entera. ¿Realmente lo podemos lograr? El derecho humano al agua se enarbola como bandera, pero no se habla de las obligaciones que tenemos hacia ella. La naturaleza tiene agua en abundancia, pero no la entuba, ni la traslada para que salga por la llave de una casa o una industria. El derecho humano es innegable, pero el costo de tenerla y la obligación de limpiarla va encadenada al derecho, nos guste o no. Eso cuesta, y por bajo y justo que sea el precio, existe y debemos pagar por él.

Pensar en el tema del agua, de la maravilla que es tenerla, de su indispensable presencia para que la vida sea posible, nos obliga a preguntarnos porqué somos tan irresponsables los humanos con respecto al agua.



Theilhard de Chardin (1881-1955), religioso jesuita, gran filósofo y paleontólogo, se atrevió a imaginar un universo que no fuera ni estático ni antropocéntrico. Su mente aportó un original punto de vista sobre la evolución y la idea de un inmenso universo en el que, a pesar de su enormidad, era una rareza encontrar puntos en los que fuera posible que surgiera la vida, y una condición para ello es que hubiera agua y atmósfera, coincidencias milagrosas que hacen posible que la vida florezca. Vislumbró y valoró la rareza de esos únicos puntos, como el planeta Tierra, en la enormidad del oscuro universo. Me fascinó conocer su pensamiento cuando lo leí a los 20 años. No era muy querido por la iglesia tradicional que aún creía que el "sapiens", si, usted, yo, somos el centro del universo.

Estudios recientes han confirmado que estos "puntos de vida" en el universo, sí son muy raros y escasos. Y, sin embargo, aquí estamos, la especie humana, dedicados con mucho esmero a darle en la madre a nuestro pequeño planeta. Teilhard no solo creía en la evolución del universo, también creía en la evolución del pensamiento, y en que mediante dicha evolución se podría llegar al punto OMEGA, una colectividad armonizada de conciencia superior. Entendió nuestra capacidad destructiva, pero también imaginó que la destructiva humanidad daba para más, aunque fue claro en que ningún futuro evolutivo aguardaría al sapiens, excepto unidos en una super conciencia. Esa es la opción, la única que tenemos para sobrevivir. La otra es que la fuerza de la vida nos deseche, nos escupa y busque caminos mejores que prescindan de nuestra especie.

Veo la convocatoria a los foros de consulta y un temario interesante. He oído tantos discursos, leído tanta letra muerta, pero, sobre todo, he visto tanto acoso y destrucción violenta sobre los espacios que ocupa el agua, sobre los ríos, mares, playas, lagunas. He visto tantas denuncias de agua contaminada, agredida, maltratada, sofocada, tantas invasiones inmobiliarias sobre lo que debiera ser sagrado, tantos delitos ambientales sin castigar, tanta simulación política hacia el tema del agua cuando en realidad les da una flojera espantosa a la mayoría de los políticos, que me parecería un milagro lograr construir una nueva ley que le de vuelta al estado de cosas en que hoy tenemos a los lagos, mares y ríos de nuestro país. Toda el agua de México está en jaque y nos queda poco tiempo para cambiar de rumbo.

Lo último que se pierde es la esperanza. La esperanza es una virtud teologal, una virtud de dioses. Será que eso es lo único que queda en mí de un toque de divinidad, si es que tal cosa existe. Conservo irremediablemente la esperanza de que las cosas pueden ser distintas. Conservo la esperanza de llegar al punto OMEGA de conciencia global que nos permita aún salvar nuestra especie. El planeta no nos necesita, nosotros a él sí.

Habrá que ir a los foros, habrá que intentar aportar ángulos no vistos, ideas que apuntalen, presencia que anime. Todo sea por volver a tener mares que recuperan la salud, o ver a un río vivo, el río de nuestro valle, corriendo transparente, como lo fue no hace mucho, hace unos pocos decenios, hace solo dos o tres generaciones, menos de un siglo. Un suspiro en la vida del mundo.

Mundo Nuestro

Una raya más al tigre, dice el dicho. Pero esta vez los empresarios textileros involucrados, al violar los sellos de suspensión impuestos por el SOAPAP, sumaron al delito ambiental el delito penal. Con las leyes actuales, difícilmente pisarán la cárcel por contaminar el río, pero por violar los sellos oficiales de clausura...

La escena grabada este 8 de agosto en una de las barrancas que bajan desde la Malinche hacia el Alseseca, y que por su vía llevan sus aguas al río Atoyac, confirma que mientras los gobiernos van y vienen y los tiempos legales de las denuncias y amparos contra las autoridades responsables se alargan en trámites interminables, las empresas que contaminan los ríos en la ciudad de Puebla mantienen sus descargas mortales sin que su vida se transtorne y sus empresarios se despeinen.



Este video fue tomado la mañana de este jueves 8 de agosto.



El video revela que las empresas Teñidos Morlim y El Gallo echaron por el caño la medida de la autoridad, y por ahí fueron a dar también los tintes residuales del acabado de las telas que saldrán a vender sin que les importe lo que suceda afuera de sus talleres. Un delito ambiental por la descarga contaminante a una barranquilla afluente del río Alseseca y un delito penal por la violación de la acción legal de la autoridad. El hecho se produce en un marco de severas diicultades para las autoridades responsables. Los recortes presupuestales y los despidos mantienen en el límite a las dependencias federales Conagua y Profepa; las municipales no salen del aturdimiento en el que se mantiene el ayuntamiento de Claudia Rivera; y el cuerpo intermedio, el gobierno estatal, sufre el desmantelamiento y la vacuidad con el que Morerno Valle y Gali trataron a la oficina de medio ambiente y no se ve que muy pronto vaya a retomar el paso con la creación de una secretaría.

Lo único que está claro que las empresas se “autodesclausuraron”: Teñidos Morlim, con Marcela Morales Lima de representante, y El Gallo, de Jorge Jesús Alam Karam.

Ello a pesar de que, para esta descarga en particular, y tras la denuncia que hizo Dale la Cara al Atoyac hace dos semanas, la respuesta del equipo técnico y legal del SOAPAP fue inmediata y derivó en la clausura de la toma de agua y la descarga. Y estas imágenes lo prueban:



Los empresarios violaron los sellos de suspensión y procedieron a descargar sus residuos químicos a la barranquilla.

Por lo pronto, aquí la razón social, el nombre de los empresarios responsables y la dirección de las empresas.

Teñidos Morlim, S. A. de C. V., Marcela Morales Lira

AVENIDA INDEPENDENCIA Ñ. NÚMERO 321, COLONIA CHAPULTEPEC, PUEBLA, PUE.

Teñidos El Gallo, Jorge Jesus Alam Karam

PROLONGACIÓN DE LA 14 OTE #4423 COL AGRÍCOLA RESURGIMIENTO PUEBLA PUE.

Vida y milagros

La semana pasada en Puebla, un hombre se acercó demasiado a la espesa espuma tóxica que sale de la presa de Valsequillo hacia el canal que alimenta a 22 mil hectáreas del distrito de riego en Tecamachalco. La espuma era tan densa que el hombre no vio que no estaba sobre tierra firme, sino sobre un canal. Tampoco midió la toxicidad y el riesgo de respirarla. La altura de la espuma era tan alta, más de 5 metros, que quiso retratarla. La espuma se mueve lentamente, como merengue, pero debajo , con gran fuerza, viene el agua contaminada de la presa. Fue arrastrado por la espuma junto con su auto. Apareció muerto el viernes en una comunidad lejana al punto en donde cayó. Hace más de cuatro años que en Dale la Cara al Atoyac A.C. documentamos este fenómeno. El agua que forma esa espuma viene del río Atoyac, receptor de gran parte del agua que baja de los volcanes, un río que de acuerdo a los parámetros de mediciones frecuentes y documentadas de manera profesional, está clínicamente muerto.
Para hacer esta explicación más comprensible, puedo decir que si el río que cruza la ciudad de Puebla y los municipios conurbados fuera una persona, estaría al borde de la muerte. Sufriría paros respiratorios constantes, pues los indicadores de oxígeno bajan a cero varias veces al día. Una parte de su cerebro iría muriendo con cada paro y dejaría secuelas irreversibles en su organismo. Sus riñones e hígado estarían al borde del colapso por la cantidad de metales pesados que correrían por sus venas, imposibles de procesar. Tendría un sistema digestivo colapsado por los parásitos, y una enorme colonia de cisticercos en el hígado y el cerebro. Las venas y el corazón estarían tapadas por grasas muy por encima de los niveles de colesterol con los que un ser humano puede vivir, además de haber ingerido grasas derivadas del petroleo que también lo estarían matando. Sufriría los síntomas de una persona envenenada con cianuro y tendrían enfermedades degenerativas y cerebrales producto de la ingesta de plomo y otros metales pesados que producen locura, retraso mental o daños cerebrales irreversibles.
El río permanece con los parámetros obtenidos en los muestreos de hace unas semanas en la que todos los indicadores están fuera de norma. El río está muerto, como lo estaría una persona con todo lo que acabo de describir. La diferencia entre una persona muerta y un río muerto es que los ríos si pueden ser resucitados. Pruebas exitosas de esta afirmación hay muchas en el mundo. Puede ser un proceso de años, pero es perfectamente posible. Sin embargo, nos negamos en México el milagro de revivir a tantos de nuestros ríos, tan dañados como el río Atoyac de Puebla, el segundo más contaminado del país, aunque esté ubicado en una cuenca de 400 mil hectáreas, que aún es majestuosa, espléndida y rica, nutrida por el Ixta, el Popocatepetl y la Malinche.
¿Quién no querría revivir a un ser querido? ¿Porqué no es querida y adorada para la mayoría de los mexicanos el agua que lo es todo para la vida humana? El problema del agua no es solo un problema de debilidad o desinterés gubernamental, sino de una inconsciencia social generalizada. Las descargas que vimos la semana pasada de dos prósperas textileras evidencian ese desprecio. Los detergentes cargados de fosfatos y mil porquerías más que usamos en nuestras casa sin preguntarnos qué contienen, lo evidencian también. La gigantesca espuma tóxica que usted puede observar cada día saliendo de la presa sigue ahí y es provocada por descargas domésticas con detergentes y materia orgánica, rastros, talleres automotrices, industria del petroleo, farmaceútica, metalmecánica, textil, cosmética y muchas más. Así lo indican los componentes de los muestreos sistemáticos que hemos hecho diferentes instituciones. Matamos el agua, y generosamente regresa a nosotros en forma de lluvia, limpia otra vez, para volverla a ensuciar de manera atroz. Pero ese ciclo tiene límites. Y viva usted sin agua un día, verá que es imposible.
El derecho humano al agua no incluye el derecho a que salga por nuestra llave y la ensuciemos a placer, con costo cero. Regular su uso si es obligación de la autoridad, usarla con consciencia es de todos.
Esta semana, después de un agitado año político, entra un nuevo gobierno estatal a Puebla. La debilidad de las instituciones encargadas de regir el uso del agua es preocupante en los tres niveles de gobierno. Los recortes federales en este rubro son realmente peligrosos. El rol de los gobiernos de los estados es estratégico y claro en la Ley General de Aguas Nacionales. Un gobierno estatal decidido a cambiar la terrible realidad del mal uso del agua en nuestro estado podría hacer la diferencia entre una manejo sustentable del agua o su agotamiento generalizado en muy corto plazo.
Vida y milagros
En el mundo hay una resistencia cada vez mayor hacia la instalación de minas de oro, plata y otros metales. ¿Por qué, si son tan necesarias? Porque en repetidas ocasiones el manejo de las minas roza la negligencia criminal. Arrancar los metales de la tierra requiere de procesos químicos que arrojan lixiviados tóxicos y peligrosos para la salud de toda la cadena de la vida. Aunque en México existen normas técnicas y herramientas jurídicas para controlar la explotación minera, las instituciones con que cuenta el estado mexicano para hacerlas cumplir son débiles por falta de presupuesto y de atribuciones que las vuelvan más efectivas. Hoy más que nunca están debilitadas por los recortes. El poder coercitivo del Estado para hacer cumplir la ley está disminuido a niveles preocupantes. Un buen abogado público sin viáticos, sin medios, termina enfrentando a gigantes corporativos que le dan la vuelta a la ley. El sector medio ambiental del país no tiene un presupuesto fuerte que lo respalde, ni en el gobierno federal, ni en los gobiernos estatales y municipales. Hoy, la PROFEPA no tiene delegados en el país, solo encargados de despacho. Los custodios de la gallina de los huevos de oro no tienen ni para ponerle paja.
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El derrame en la planta de Grupo México al Mar de Cortés: "Según Hoja de datos de seguridad de sustancias químicas de la UNAM, los efectos por exposición aguda en humanos son: Irritación de la garganta, nariz y ojos, los labios, uñas y piel se tornan azulados. Puede provocar tos, mareo, fiebre, problemas del habla, vómito, náusea, aumento precipitado o disminución de presión arterial, edema pulmonar, pérdida de la visión, dificultad para respirar, debilidad corporal y dolor en el pecho, riesgo de ceguera, trastornos respiratorios. Requiere la revisión por un médico especialista en toxicología." Citado por Susan Irais en Tangible, Ciencia y Tecnología.
Este 9 de julio, GRUPO MINERO MÉXICO tuvo una falla más, el derrame de tres mil litros de ácido sulfúrico en el Mar de Cortés, que hasta el momento ha sido sancionada con la clausura del tanque del que vino la fuga y la advertencia de que revisarán sus concesiones. Pero ante han sido acusado en numerosas ocasiones por irregularidades de diversa índole. La más recordada es la del 19 de febrero de 2006 cuando murieron 65 trabajadores por falta de medidas de seguridad en una de sus minas, Pasta de Conchos, en donde la acumulación de gas metano hizo explotar el túnel que sepultó a los mineros. Desde el año 2000 la mina tenía reportes de fallas en la seguridad. Muchas de las fallas que ha cometido GRUPO MEXICO se logran ocultar, y las que salen a la luz, o es por su gravedad, o solo por casualidad.
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En el articulo de ayer de Emiliano Monge del periódico El País, él se pregunta cuántos de los ecocidios y daños provocados por Grupo México han quedado ocultos. El derrame de la semana pasada se hizo público porque lo filmó con su celular un trabajador y lo subió a las redes. Cito a Monge:
"Si por ellos fuera, la empresa de Germán Larrea nunca haría públicos sus envenenamientos, aún a pesar de estar obligada por ley, por cuestiones éticas y morales básicas y por elemental humanidad. Su actuar tras el último derrame lo confirma: el trabajador que filmó el desastre fue despedido horas después de publicar el video."
"Ninguna empresa minera, de transportación, o de desarrollo de infraestructura en el planeta tiene una tasa de ecocidios tan alta como la de Larrea, eso sin contar los accidentes silenciados, ya sea a consecuencia de la corrupción , la incapacidad de las autoridades, o de los cientos de miles de kilómetros donde el estado está ausente."
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Crimen ambiental de Grupo México con la mina Buena Vista del Cobre, en Sonora. Collage tomado del blog de Kamel Athie.
En el caso del GRUPO MINERO MÉXICO son muchos los errores por negligencia. El caso más reciente fue el de la brutal contaminación que arrojó la Mina Buena Vista del Cobre sobre dos ríos de Sonora en 2014, 40 mil metros cúbicos, 40 millones de litros, de cobre acidulado se derramaron sobre el arroyo Tinajas al reventar la presa de jale que los contenía, para luego correr sobre los ríos Sonora y Bacanuchi. Es el peor desastre de este tipo en México. Afectó a 22 mil personas, muchos kilómetros de cauces y se tuvieron que clausurar 322 pozos de agua potable en un estado donde el agua no abunda. La empresa no reportó el accidente como lo ordenan los protocolos. Fue hasta seis días después, en que la muerte del ganado y fauna silvestres, y las enfermedades estomacales y de la piel que los médicos de la zona registraron como epídemia, que se destapó lo que había sucedido. De tres lagunas de seguridad para retener lixiviados tóxicos en caso de derrame, solo tenían una. Según la CONAGUA de entonces, en el lecho de los ríos se detectaron substancias tóxicas como cianuro, cadmio, cromo, aluminio y fierro por encima de las normas ecológicas y de salud humana.
Hasta hoy es difícil saber con exactitud si la empresa cumplió con la enorme carga de medidas de remediación que le impuso la PROFEPA , pero sé que el camino para hacerlos cumplir no ha sido ni rápido ni fácil. Hasta 2019 no se han terminado los trabajos comprometidos para descontaminar la zona.
En 1999, GRUPO MEXICO compró la minera de cobre estadounidense ASARCO. De 2000 a 2019 la minera ha tenido más de 120 infracciones en cuestiones de salud, seguridad y descargas contaminantes a cuerpos de agua.
La pregunta obligada siempre será si la empresa de Larrea opera en el límite de la rentabilidad y eficacia, o si su avaricia es tan grande que sacrifican los costos ambientales y de salud y seguridad humana con tal de tener altísimas utilidades.
Encontré los siguientes datos :
¿QUIEN ES GERMÁN LARREA?: Tiene 78 años. Es dueño de Grupo Minero México, la minera más grande de México y la tercera productora de cobre del mundo, con minas en muchos países y con subsidiarias como Ferromex, Ferrosur, Intermodal México, y Texas Pacifico. Es de los hombres más rico de México, con 14,700 millones de dólares. Según Forbes ocupa el lugar 67 en la lista de multimillonarios del mundo y el segundo en México en 2016. Su auge empezó en la época de Salinas de Gortari, cuando compró muchas empresas que entonces eran del estado. No había fotos de él en las redes hasta que la Presidencia de la República publicó una foto después del 9 de septiembre de 2014. Alto, rubicundo, con su buena papada. Le gusta el anonimato extremo, las cenas discretas, los vinos muy caros y pasar largas temporadas en la Toscana. De trato amable pero con personeros férreos en todos los frentes y un equipo jurídico mundial feroz.
¿CUÁNTO GANA ANUALMENTE GRUPO MINERO MÉXICO?: En 2013 reportaron una utilidad de 1,716 millones de dólares.
¿CUÁNTO PRODUCE UNA MINA COMO BUENAVISTA DEL COBRE?: esta mina tiene el 39% de las reservas nacionales de cobre mexicano y produce el 49% del cobre nacional. Según los representantes de Larrea es una mina de "clase mundial".
¿CUÁNTO DEJA ESTA MINA?: Deja 4.5 millones de pesos diarios de utilidad, unos 135 millones de dólares anuales.
¿CUÁLES SON LAS CONSECUENCIAS PARA LARREA Y SU GRUPO CUANDO SUCEDEN ACCIDENTES? Hasta hoy, multas y sanciones mínimas dadas las utilidades que reportan. Grupo México pagó una multa de 1.5 millones de dólares y formó un fideicomiso de 125 millones de dólares para ir remediando el derrame de la zona a largo plazo en el caso de la Minera Buenavista del Cobre. El 0.1% de las utilidades del corporativo.
A nivel mundial se manejan los criterios de que las mineras deben invertir entre el 20 y el 30% de sus utilidades en la preservación y restauración del impacto ambiental que generan.
En el último accidente, el del Mar de Cortés, 5 días después de que la empresa hiciera pública su responsabilidad por el derrame, sus acciones bajaron 4.41%, un equivalente a 16,900 millones de pesos mexicanos. Eso sí que debió doler. Pero los mercados tienen mala memoria y al rato los perdonan.
Creo que este caso ilustra perfectamente porqué en el mundo se rechaza cada vez más a la industria minera, y porqué en particular en México se les teme.
¿Es posible explotar la minería de manera segura y sustentable ? ¿Se puede mitigar su impacto ambiental? Técnicamente sí, pero se requiere de un gran rigor para aplicar la ley y de una capacidad de vigilancia de la que hoy carece el estado mexicano. Con unos criterios de austeridad que conducirán a la parálisis, se sigue debilitando a las ya de por sí minadas instituciones ambientales de los tres niveles de gobierno hasta dejarlas en los huesos. Con esa debilidad y un territorio enorme por vigilar, no sé quién será capaz de meter al orden a estos grandes gigantes corporativos, de enorme poder corruptor y regidos por una avaricia implacable propia de los mercados.


Vida y milagros

El tema de la explotación minera es complicado y álgido en muchos estados del país, como lo es también la forma en que nuestras leyes la regulan. Me ha interesado tratar de entender el marco jurídico porque en el estado de Puebla hay un gran número de concesiones otorgadas a diferentes grupos mineros, sobre todo en la sierra norte, en donde hay una alta complejidad social y ambiental. Los proyectos mineros tienen por un lado una oposición fuerte y bien organizada, y por otro, comunidades que ven en la llegada de una mina la posibilidad de trabajo y movimiento económico.
Por el gran potencial de nuestro país para la minería, el tema merece ser abordado en las agendas locales y nacionales. Para muchos ha sido un enigma y tiene varias lecturas el porqué el presidente López Obrador invitó a su proyecto de nación a Napoleón Gómez Urrutia, incluyéndolo en la lista de plurinominales al senado por Morena. El motivo de esa inclusión no ha quedado suficientemente explicado, pero más pronto que tarde el señor Gómez Urrutia tendrá que enseñar sus cartas en este complejo y tortuoso escenario de la minería. Podría ser por sus fuertes vínculos con los sindicatos mineros canadienses e ingleses, por sus vínculos con las grandes empresas mineras, o por ambas razones. Ignoro si esos vínculos perjudicarán o beneficiarán al país. Pronto lo veremos, cuando el tema minero se aborde abiertamente en la agenda política del país o cuando se otorguen permisos específicos en lugares donde existen comunidades enfrentadas a favor o en contra de una explotación minera. Muchas bases de Morena se han opuesto abiertamente a la minería. Ahora que son gobierno caminarán por una delgada línea política y legal.
Particularmente en Puebla se acaba de llevar a cabo la presentación de observaciones de parte de la comunidad con respecto al proyecto de extracción de oro que se quiere llevar a cabo en Ixtacamaxtitlán, el municipio más grande del estado, ubicado en la entrada a la sierra norte y con uno de los ecosistema boscoso más impactados y deteriorados del país. La mina estaría ubicada en Santa María Sotoltepec, una junta auxiliar cuya comunidad está dividida entre el sí o el no, mientras la minera canadiense empuja su proyecto ante unas debilitadas instituciones gubernamentales y una maraña de leyes que aplicar. Las autoridades locales y federales son responsables de llevar a buen puerto todo el complicado procedimiento jurídico y técnico y las evaluaciones del impacto social y ambiental de la mina en caso de que la autoricen. La minería de tajo a cielo abierto debe tratarse con absoluto rigor porque es una actividad de riesgo.
El oro es el número 79 en la tabla de elementos. Es llamado Au por su raíz latina Aurum, Alba brillante. Y lo es. Es un metal que no se oxida, un buen conductor de electricidad y además resiste poderosamente la corrosión. Todos consumimos de manera directa o indirecta oro, ya sea en equipos de cómputo, en teléfonos celulares, en instrumental médico, en dispositivos y equipos electrónicos, en tecnología espacial y satelital y en muchas otros cosas. Curiosamente, la demanda para estas actividades es solo del 22%. Los países que más oro consumen per cápita son Estados Unidos, China y la India, y un alto porcentaje , el 78%, es para cosas suntuarias como la joyería. El seguir usándolo para respaldar moneda o para joyería a pesar de un alto costo ambiental , es obsoleto e irracional.
La minería se plantea a las comunidades como algo atractivo y bueno y como fuente de creación de empleos en lugares marginados, especialmente en territorios muy deteriorados ambientalmente como Ixtacamaxtitlán. Muchos de sus jóvenes adultos han migrado por falta de oportunidades. Un lugar que tuvo y podría volver a tener un enorme potencial para cultivo de bosques, hoy parece no tener ni el tiempo ni los recursos para retomar un desarrollo sustentable en la forma de bosques que alimentan. Un nicho de veinte años y programas sociales productivos, no solo asistenciales, podrían ser la solución para una comunidad que hoy se encuentra en una encrucijada. Si bien la mina abarcaría quizás cien hectáreas, el impacto ambiental sobre los acuíferos de la cuenca en la que se ubica puede ser de alto riesgo si las autoridades no hacen un trabajo de vigilancia estricta durante todo el tiempo de vida de la mina. No veo cómo podrán supervisar con rigor su actuar con presupuestos gubernamentales tan castigados.
¿Qué regulación y qué acuerdos internacionales tiene México sobre la minería?
El último acuerdo desregulatorio sobre el subsuelo mexicano entró en vigor en 1996 y fue suscrito por la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE)y la Secretaría de Economía, Comercio y Fomento Industrial (SE) . Fue el punto de partida de 13 años de reformas legales que hoy permiten la explotación de la minería no solo a empresas mexicanas sino a empresas extranjeras, (Ley Minera reglamentaria del Artículo 27 Constitucional). El problema no es esa apertura, sino las intrincadas reglas del juego diseñadas para llevar a cabo dicha actividad, en cuyo procedimiento de gestión intervienen hasta nueve dependencias federales, estatales y municipales, pero que dejan en alta vulnerabilidad a las siempre débiles autoridades municipales, sobre las que al final recaen fuertes presiones de los empresarios mineros por un lado, y de las comunidades afectadas o beneficiadas por el otro.
La SRE otorga a los extranjeros los permisos para constituir fideicomisos que les permitirán obtener el dominio y aprovechamientos de bienes inmuebles nacionales (lease, el subsuelo, aunque éste arriba tenga dueños)
En la última Reforma Energética , hoy en proceso de modificación, se acordó que la Secretaría de Energía haría las consultas públicas correspondientes en los proyectos de aprovechamiento del subsuelo en las comunidades indígenas (Convenio 169 de la OIT). Dicha consulta pública y la forma en que deberá llevarse a cabo no cuenta con un marco regulatorio, por lo que los mecanismos para la consulta indígena con valor jurídico y vinculante no existen, aún cuando es obligatoria y en la mayoría de los casos indispensable para evitar conflictos sociales.Este vacío normativo debe llenarse a la brevedad de parte de la cámara de diputados.
Los municipios expedirán los usos de suelo correspondientes dentro del marco jurídico y regulatorio de cada uno. Los ordenamientos ecológicos o los de desarrollo urbano, que pueden ser una poderosa herramienta de ordenamiento cuando está bien hecha, rara vez existen o están actualizados en los municipios. Para hacer eso casi nunca hay ni interés, ni dinero, ni tiempo.
El estado mexicano en su conjunto y los 32 estados del país tienen un enorme rezago en materia de ordenamiento del territorio.Los municipios son responsables de generar sus propios instrumentos regulatorios, y en caso de no poder hacerlo, es la autoridad estatal la que tendrá que coadyuvar en su elaboración.
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Según datos de la página de la ONG internacional PODER, hasta fines de 2016 hay 189 concesiones mineras federales en 30 municipios de la Sierra norte de Puebla dispersos en cerca de 300 mil hectáreas, de las cuales 73.5% son agrícolas, pecuarias o forestales. El 53% de las concesiones son de la minera canadiense Almaden Minerals, y el resto son de mineras chinas o nacionales. Solo el 1% de dicho territorio acabaría teniendo minas, pero el impacto ambiental sobre el agua puede ser de alto riesgo si el proceso no es impecable, pues el oro en la sierra norte está disperso en la tierra y no concentrado en vetas. Se necesita usar cianuro para arrancar el oro de la tierra, por lo que la explotación es de tajo a cielo abierto en una orografía muy complicada. Las cicatrices que dejan en la tierra, en la zona, son como una cicatriz con machete en una cara. Hoy solo Cuetzalan cuenta con un plan de ordenamiento ecológico que data de 2010.
¿Con qué instrumentos y presupuestos cuentan las instituciones públicas después de los radicales recortes que han sufrido, para hacer buenos diagnósticos y dar autorizaciones responsables?
¿ Cuándo sí y cuándo no a un proyecto minero? ¿ Con qué fortaleza y con qué personal técnico se supervisará su actuar?
¿Cuál será el papel que jugará en todo esto Napoleón Gómez Urrutia, senador por Morena? Hoy preside la Comisión de Trabajo y Previsión Social, es Secretario de la Comisión de Economía y es integrante de las comisiones de Energía, Minería y Desarrollo Regional y de Relaciones Exteriores. Todo un enigma.