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¡Larga vida al cacomixtle, ese gran dispersor de las semillas en el Tentzo! Destacado

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Mundo Nuestro. Los encontramos sobrevivientes en algunos puntos de rivera virgen en el río Atoyac, como en el Club Campestre, en la ciudad misma. No se dejan ver, pero sabemos de ellos por los perros y sus ladridos nerviosos. Están ahí. Y luego confirmas su presencia al admirar prendidas de la nada en en la punta de un tejado, las alegres pencas de un nopal.



Son los cacomixtles.

Observo al biólogo Jesús Martínez de la BUAP revisar las muestras obtenidas en su investigación sobre los hábitos alimenticios de un mamífero al que conozco desde hace años, tantos como tengo de vivir junto a un río , nuestro Atoyac, clínicamente muerto a su paso por la ciudad de Puebla. Imagino al mismo tiempo las cañadas que desde las lomas altas del Tentzo por el rumbo de Huehuetlán El Grande bajan hacia el Atoyac, el río poblano renacido después de su desgraciado paso por la ciudad de Puebla. Y por los ojos de este científico puedo ver en un vistazo de la luz de la luna los ojos escurridizos del cacomixtle. Han estado en estas tierras mucho antes que nosotros los humanos. Ahora sobreviven a la caza despiadada y al riesgo de su desaparición. Por ello la importancia del trabajo de un científico como Jesús Martínez.



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El cacomixtle (Bassariscus astutus), Foto tomada de la revista Campiña.

Y para un animalito inteligente y sagaz existe un científico decidido a entenderlo y a luchar por su sobrevivencia. Es Jesús Martínez Vázquez, académico de la Facultad de Ciencias Biológicas de la BUAP, quien estudia desde hace tiempo las costumbres de este hermoso mamífero de cola rauda y ojos alumbrados para encontrar lo que el mundo tenga para él para comer.



El doctor en Ciencias Biológicas por la UNAM estudia la dieta del cacomixtle (Bassariscus astutus) en la región de Huehuetlán El Grande, en la extendida serranía del Tentzo, y ha identificado su gran capacidad para la necesaria dispersión de las semillas para el ciclo reproductor de muchas especies de la flora en la región.

El Doctor Martínez encontró que este mamífero de la familia Procyonidae, a la que también pertenece el mapache, tiene una dieta compuesta principalmente de frutas, las tunas, por ejemplo; en su digestión, el cacomixtle propicia la germinación de semillas. Para comprobarlo, realizó un ensayo con granos de diversas plantas. En algunas ocasiones el paso de la semilla por el tracto digestivo del animal contribuye a disminuir el tiempo de germinación, ya que los jugos gástricos desgastan la testa (cubierta del grano). Sin embargo, en otros casos, la escarificación afecta negativamente al embrión. En este experimento, Jesús Martínez observó que la germinación fue mayor en las semillas separadas de heces de cacomixtle, más del 65 por ciento, en comparación con un 8.3 por ciento del grupo testigo. Por lo tanto, comprobó que este mamífero es un importante dispersor de las semillas. Y con ellas la alimentación de pájaros y mamíferos. Y con ellas las flores y las abejas. Y con ellas el ciclo de una vida que se renueva y que puedes encontrar muy florida en el nopal que crece en el techo de tu casa.

El Doctor Martínez en su laboratorio, con sus muestras.

La foto que hemos presentado en la portadilla de esta reseña la tomé con mi celular en el tejado que existe en casa. Ahí viene, muy horondo, el nopal. No cuesta trabajo adivinar cómo es que han llegado hasta ahí las semillas de la tuna.

No queda más que decir, ¡larga vida a los cacomixtles!

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