Alternativas para prevenir la violencia contra niños, niñas y adolescentes/Conclusiones del Foro en el ICSyH-BUAP Destacado

Mundo Nuestro. Los días 16 y 17 de octubre, en al auditorio de la Aduana Vieja del ICSYH de la BUAP, se llevó a cabo el Foro sobre Prevención de Violencia en Niños, Niñas y Adolescentes/Propuesta para una Cultura de Paz.

El evento fue organizado por el Grupo de Investigación "Prevención de la Violencia: Educando para una Cultura de Paz a través de la Participación Social", el Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades, “Alfonso Vélez Pliego” de la BUAP y la Red Integra: Identidades, Racismo y Xenofobia en América Latina: Grupo Violencia, Derechos Humanos y Cultura de Paz, con la participación de las investigadoras Luz Anyela Morales Quintero, Louise Greathouse Amador, Beatriz Gutiérrez Mueller, Patricia Preciado Lloyd y el investigador José Luis Rojas Solís, y con la colaboración especial de la Psicóloga Alejandra Justin de la Fuente Laudo para la redacción de esta reseña.

Frente a los hechos de violencia que se han vivido en los últimos tiempos en Puebla, en particular contra jóvenes mujeres, el tema no puede ser más pertinente. A la calidad de las participaciones se añaden las reflexiones de este colectivo de investigación social y las conclusiones a las que llegaron.



Reseña

Desde el año 2015, el grupo de Investigación Prevención de la Violencia: Educando para una Cultura de Paz a través de la Participación Social ha realizado tres eventos cuyos objetivos han sido promover el involucramiento de la sociedad en la prevención de la violencia a través del desarrollo de valores, y propiciar la responsabilidad individual y la comunitaria para tener y preservar una cultura de paz. En el primer evento participaron el Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades “AVP” de la BUAP, la Red “Identidades, Racismo y Xenofobia en América Latina”, la fundación “Dejando Huella” y el Consejo Consultivo Ciudadano de Bienestar Animal de Puebla. En ambas se abordó el tema de la violencia contra los animales no humanos, como antesala de la manifestación de conductas violentas entre humanos. Como fundamento de lo anterior se llamó la atención sobre el maltrato animal como elemento común en la historia de diversos homicidas seriales –representantes del extremo de crueldad al que pueden llegar las personas-, con lo cual se planteó la necesidad de prestar mayor atención a este tipo de maltrato para lograr comprender y prevenir tanto la discriminación como la violencia entre humanos. En este contexto se abordaron temas relacionados con la prevención de la violencia, del racismo y de la discriminación, a través del fomento de una cultura de legalidad fundamentada en la ética cívica para propiciar sociedades más justas y pacíficas. Se realizaron mesas de discusión, conferencias y talleres dirigidos a comprender la violencia y sus manifestaciones, con énfasis en la importancia de desarrollar estrategias de prevención que contribuyan desde edades tempranas a aminorar la exposición y la repetición de actitudes y conductas violentas.



En el segundo evento, verificado en 2016, se llevaron a cabo actividades que tenían por objeto promover la convivencia familiar y la creación de vínculos positivos entre el ser humano, el medio ambiente y los animales a través de las artes, el contacto con la naturaleza, el movimiento y la meditación, así como pláticas de expertos acerca de una cultura de paz fundamentada en la inclusión, el no racismo, la no discriminación y el respeto a todos los seres vivos. Estas Jornadas por la Paz abarcaron 14 días, iniciando el 21 de septiembre, Día Internacional de la Paz, con un concierto de marimba interpretado por niños de San Cristóbal de las Casas, Chiapas y por la Orquesta Sinfónica De La Secretaria De Marina. Terminaron el 4 de octubre, Día Internacional de los Animales, con un concierto interpretado por los niños músicos de Puebla. Durante todos estos días, participaron miembros de la academia, el sector empresarial, integrantes de la sociedad civil y órganos de gobierno.

El tercer evento fue llevado a cabo los días 16 y 17 de octubre de 2017, con el mismo objetivo de analizar la situación de niños, niñas y adolescentes como víctimas de la violencia en la sociedad actual. En las conferencias, mesas de diálogo y ponencias de estudiantes que conformaron las jornadas, se plantearon realidades, reflexiones y alternativas en torno a las prácticas de violencia, discriminación, racismo y xenofobia que vulneran los derechos de este sector de la población mexicana. En este sentido, la atención de los menores en el sistema de justicia ocupó un lugar primordial, resaltando la responsabilidad que tiene la intervención interdisciplinaria para atender sus necesidades.



Las ponencias

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En la primera conferencia Edad penal. Una perspectiva desde el Neuroderecho, el Dr. Eric García López, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México, expuso las diferencias y desarrollo aún incompleto del cerebro de los niños, niñas y adolescentes, comparado con el de los adultos. En su intervención abordó la cada vez más importante injerencia de las neurociencias en la explicación del comportamiento humano, y en especial de las conductas antisociales y violentas. En su disertación se analizaron las implicaciones de los hallazgos científicos y su aplicación en el contexto jurídico, a través del Neuroderecho. El conferencista analizó la influencia de este conocimiento en las decisiones jurídicas y detalló su relación con un trato más ajustado a las necesidades y condiciones específicas de los menores. En particular, llamó la atención sobre la influencia de los estilos de crianza en el desarrollo cerebral y la importancia de la educación para modificar su funcionamiento.

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Por su parte, la maestra Verónica Godoy Cervera y el Dr. Paulino Dzib Aguilar, académicos de la Universidad Autónoma de Yucatán, explicaron la situación de los menores cuando se vinculan con el sistema de justicia (como víctimas o como testigos), llamando la atención sobre la necesidad de utilizar metodologías bien fundamentadas para garantizar el respeto a sus derechos. Se expusieron los riesgos de que el sistema, en lugar de ayudar a minimizar los daños causados a los niños y niñas, contribuya a generar en ellos una segunda victimización. En el marco del Sistema Penal Acusatorio se planteó la relevancia del testimonio infantil, así como de los procedimientos idóneos para tomar las declaraciones y valorar tanto su validez como su credibilidad. En estas intervenciones se recalcó la enorme urgencia de que exista en América Latina un proceso serio de certificación y acreditación de calidad en el campo de la psicología jurídica y forense, que garantice el ejercicio profesional y ético a favor de la legalidad y de la protección de los menores.

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A su vez, la Dra. Elsa Herrera, de la Red por la Infancia y la Adolescencia de Puebla (RIA), señaló que dicho organismo, desde hace diez años, agrupa a organizaciones de la sociedad civil con el objeto de coordinar, vincular y profesionalizar acciones a favor de la infancia en situación vulnerable en el estado de Puebla. La RIA quiere lograr que las autoridades gubernamentales, las organizaciones civiles, el sector empresarial y la sociedad en general, hagan del bienestar infantil una prioridad para el desarrollo estatal y municipal a través de la correcta implementación del marco legal vigente. Es así que en 2016 se empezó formalmente la construcción del Observatorio de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes de Puebla, mismo que en 2017 inició sus actividades con un financiamiento del Terre des Hommes (TDH) de Alemania. Este Observatorio se instaló con la visión de que los niños, niñas y adolescentes en el estado de Puebla vivan a plenitud sus derechos y participen activamente en la definición de las políticas públicas, los programas y acciones que moldean sus condiciones de vida.

La Dra. Herrera se refirió también a los diferentes tipos de discriminación que sufren los niños mexicanos y describió que viven en un mundo cargado de “adultocentrismo”, en donde son tomados como propiedad de los adultos (padres/madres/etc.), como seres indómitos, seres en potencia, seres sin derechos sociales o políticos y seres incapaces, entre otras actitudes que experimentan a diario. Ante este panorama, se planteó la necesidad de “transformar: conocer y reconocer” los derechos que tienen los niños, niñas y adolescentes.

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Otra de las participaciones estuvo a cargo de la Dra. Lilia Campos, profesora de la Facultad de Psicología de la BUAP. Ella expuso sobre los estereotipos femeninos y masculinos que han marcado momentos célebres del cine nacional e internacional y la importancia que pueden llegar a tener para las y los adolescentes. Durante esta etapa de su desarrollo, los jóvenes buscan de manera consciente e inconsciente ídolos a los que imitar, modelos y patrones de comportamiento a los que adherirse con la finalidad de ir canalizando todo ese cúmulo de ideas, sensaciones, emociones y para desahogar su actividad por medio de comportamientos a los que les encuentren sentido. La Dra. Campos hizo un llamado a los padres de adolecentes a estar atentos a lo que están viendo sus hijos, de esta manera, podrán entablar conversaciones en las cuales exploren, cuestionen y discutan los temas de las películas, así como el papel de los personajes dentro y fuera de los filmes.

Las mesas de trabajo

Durante el encuentro se organizaron cuatro mesas de ponencias de estudiantes. En dos de ellas se abordó el tema de la violencia de pareja y la violencia social, y las otras dos se dedicaron a la prevención de la violencia y la educación para la paz.

Mesas de La violencia en la pareja y violencia social

Respecto a la violencia de pareja, Gloria Zamora presentó un análisis sobre la prevalencia de violencia cometida y sufrida por adolescentes poblanas. Las participantes de este estudio aceptaron cometer y sufrir conductas de control y aislamiento en sus relaciones de pareja. Si bien la frecuencia de estas conductas ha sido baja, no deja de llamar la atención su posible carácter bidireccional.

Por su parte, Dulce María Mejía expuso sus hallazgos sobre la presencia de ciberbullying, ciberviolencia de pareja y sexting en adolescentes. En los resultados que presentó, las mujeres señalaron sufrir más ciberbullying que los hombres, del mismo modo que los varones aceptaron cometer más ciberbullying que ellas. Asimismo, Adriana Álvarez exploró el uso de tácticas de solución de conflictos y violencia de pareja en jóvenes. Hombres y mujeres declararon que utilizan el diálogo como la mayor táctica de solución. No obstante, los hombres percibieron que sus parejas (mujeres) emplean más la confrontación.

Siguiendo con las aportaciones de los estudiantes, la investigación de Perla Selene Martínez abordó la diferencia por sexo en empatía y violencia “cara a cara” y on-line en universitarios. La mayoría de las personas contestaron que usualmente muestran empatía, mientras que ambos sexos señalaron que nunca o casi nunca ejercían o sufrían violencia real o por medios virtuales. Aunado a ello, Gustavo Inzunza y Dulce María Velasco analizaron la violencia en parejas de universitarios poblanos y veracruzanos. Los hallazgos exploratorios señalan que tanto hombres como mujeres cometen o sufren violencia de distintos tipos con una frecuencia baja. La violencia más frecuente fue la psicológica y la menos frecuente, la física grave. Al cierre de esta mesa, la Mtra. Marievna Donají Vázquez destacó que el hecho violento desarma al individuo de recursos para actuar conscientemente en su entorno, por lo que la verbalización de la experiencia vivida en combinación con la interacción social, ayuda a explicar los hechos violentos y generar alternativas de actuación.

Mesas de Prevención de la violencia y educación para la paz

Por lo que respecta a la primera mesa de prevención de la violencia y educación para la paz, Justin de la Fuente habló acerca de la educación para la paz en adolescentes con discapacidad. A través de la enseñanza de las nuevas tecnologías, sus alumnos profundizaron en tópicos como bienestar integral, multiculturalidad y la relación del ser humano con la naturaleza. En el segundo trabajo, la Mtra. Ana Luisa Jiménez mostró algunas narraciones de jóvenes de secundaria que reflejan sus conceptos de paz y violencia, sistemas de valores y creencias, y estilos de afrontamiento de conflictos. Con base en el análisis de estos datos propuso generar actitudes y conductas empáticas orientadas a la transformación pacífica del conflicto. La tercera intervención, a cargo de la Mtra. Georgina Tochimani, hizo referencia a los pueblos campesinos de San Pedro Cholula. Resaltó el papel que han tenido los usos y costumbres para preservar el orden y la paz a lo largo de su historia, así como los cambios que han sufrido en los últimos años y que han fragmentado su organización social. Lo cual demuestra la importancia de preservar los cargos y esta forma de convivencia ancestral.

En la segunda mesa sobre prevención de la violencia y Educación para la paz, Emmanuel Roldán presentó el programa “Educa en paz”, una iniciativa para la prevención de la violencia y el fomento de cultura de paz en niños de segundo de primaria. Su propuesta tiene como objetivo incidir en el manejo de emociones, resolución de conflictos, tolerancia, cooperación y empatía. Leticia Elena Guido expuso el concepto de “justicia terapéutica” como un modelo en el que se estudian los efectos del entramado jurídico sobre sus usuarios y la inevitable influencia que tiene sobre su bienestar psicológico. Propuso que el trato a los adolescentes vinculados al Sistema Penal para Adolescentes se base en ellos para contribuir al logro de su desarrollo integral y una vida dentro de la legalidad.

Por último, Itzel García presentó una revisión de la literatura científica sobre la relación entre respuestas fisiológicas frente a estímulos asociados con las tareas de crianza y el maltrato infantil. Planteó la necesidad de realizar más estudios experimentales en esta línea y en nuestro contexto, que contribuyan a desarrollar programas que atiendan, en el marco de un modelo de “justicia terapéutica”, las condiciones que llevan a las personas a cometer este tipo de delito.

Conclusiones del Foro

Al finalizar esta última jornada, los integrantes del Grupo de Investigación Prevención de la Violencia: Educando para una Cultura de Paz a través de la Participación Social y los conferencistas invitados concluyeron que:

  • La situación de niños, niñas y adolescentes en México como víctimas de la violencia es crítica y requiere especial atención.
  • Las neurociencias y el neuroderecho pueden hacer importantes contribuciones para que las necesidades de las niñas, los niños y los adolescentes sean atendidas con base en las condiciones propias de su etapa de desarrollo y de su contexto.
  • El adultocentrismo invisibiliza a los menores, es necesario promover sociedades más conscientes de las características y condiciones propias de la infancia y de la adolescencia, promoviendo su atención y su protección, en el marco del respeto a la diferencia y a los Derechos Humanos en general, y de los niños y niñas en particular.
  • Es necesario monitorear e incidir positivamente en la situación que guardan los derechos de niños, niñas y adolescentes en el estado de Puebla, a través de un organismo ciudadano.
  • El Sistema de Justicia juega un papel fundamental en la atención y protección de los derechos de los niños, niñas y adolescentes, por ello deben confluir en él los conocimientos y esfuerzos de diversas ciencias.
  • Es importante fortalecer los vínculos entre entidades gubernamentales, sociedad civil, academia y profesionales para lograr que la atención de los menores de edad sea la más idónea, bien fundamentada y efectiva en las diferencias instancias involucradas en su cuidado.
  • El modelo de “justicia terapéutica” ofrece un contexto de cuidado que podría reducir la segunda victimización causada por el sistema de justicia y aumentar el bienestar psicológico en los usuarios del mismo.
  • Se requiere mayor información, como sociedad civil, sobre qué hacer cuando se conoce de casos de negligencia y maltrato infantil (a qué instancias dirigirse, cómo, con qué tipo de información).
  • La educación y los etilos de crianza positivos son indispensables en la tarea de prevención de la violencia y de la discriminación que vulneran los derechos de los niños, niñas y adolescentes en el país.

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Sobre el autor

 Luz Anyela Morales Quintero, José Luis Rojas Solís,  Louise Greathouse Amador, Beatriz Gutiérrez Mueller, Patricia Preciado Lloyd y Alejandra Justin de la Fuente Laudo

Este grupo de académicos forma parte de los organismos de investigación Grupo de Investigación Prevención de la Violencia: Educando para una Cultura de Paz a través de la Participación Social y la Red Identidades, Racismo y Xenofobia en América Latina: Grupo Violencia, Derechos Humanos y Cultura de Paz.Organizan todos los años el Foro sobre Prevención de Violencia en Niños, Niñas y Adolescentes/Propuesta para una Cultura de Paz  con el respaldo institucional del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades de la BUAP.