Guillermo Ruiz Argüelles y la importancia de su nombramiento como Secretario de Salud en Puebla Destacado

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Mundo Nuestro. El Doctor Guillermo Ruiz Argüelles será el Secretario de Salud en el próximo gobierno del Estado de Puebla. ¿Por qué esta designación por el gobernador electo MIguel Barbosa es importante? Simple y llanamente porque nunca en la historia reciente la política y la administración de la salud pública en Puebla han estado en manos de un científico reconocido en el mundo, de calidad moral probada y con una trayectoria ciudadana que no contempla su participación en la desprestigiada política de los partidos.

Una buena noticia nos dejan al fin tantos meses de ajetreo político y enconos extremos en la realidad política y social de Puebla. Tendrá Miiguel Barbosa aquí una prueba rotunda para su proyecto de gobierno y su pretensión de enfrentar la corrupción en el manejo de los recursos públicos. Y tal será el reto de Guillermo Ruiz Argüelles, quien encontrará una dependencia de gobierno asediada por años de malos manejos y corrupción probada y en una coyuntura nacional crítica por la política presupuestaria del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, particularmente en el área de salud. Ahi intentará llevar a la practica su sueño de una medicina mexicana comprometida con el bien común.

Guillermo Ruiz Argüelles: Por una medicina de excelencia comprometida con el bien común

Presentamos esta conversación de Mundo Nuestro con Guillermo Ruiz Argüelles, el médico poblano que ha encabezado Clínica Ruiz, el centro de trasplantes de médula ósea más importante de México y uno de los más importantes del mundo, con el ánimo de que entendamos el alcance que tiene para la salud pública en Puebla su nombramiento como Secretario de Salud a partir del 1 de agosto del 2019.



Guillermo Ruiz Argüelles y la Clínica Ruiz: investigación y medicina para la realidad mexicana

Ocurre una vez más: el reconocimiento alcanzado por científicos poblanos tiene que llegar de afuera para que miremos lo que está frente a nuestros ojos.

Y a la vista está la fortaleza de una empresa privada poblana dedicada a la investigación científica para la salud. la Clínica Ruiz y su director Guillermo Ruiz Argüelles, reconocidos el 24 de febrero pasado en Estados Unidos por el Centro Internacional de Investigación en Sangre y Trasplante de Médula (CIBMTR) con el Distinguished Service Award, en particular por sus resultados en el desarrollo del HSCT (Hematopoietic Stem Cell Transplantion), como se conoce al trasplante de células madre para el tratamiento, entre otras enfermedades, de la leucemia y la esclerosis múltiple (EM), método alternativo al uso de fármacos, muy costosos y generalmente inútiles en los grados avanzados del padecimiento.

Yo lo descubro por la conmovedora crónica con la que la periodista inglesa Caroline Wyatt --reportera de guerra de la BBC, afectada por la esclerosis múltiple— describe el 25 de febrero en el Times de Londres su viaje a Puebla en enero pasado. Tras diez años de intentar mirar hacia otro lado finalmente a sus 49 años asume que está prácticamente inhabilitada para trabajar; inicia todo un viacrucis hacia el diagnóstico final de la enfermedad (la creciente parálisis, la visión doble, el mareo permanente), y contra la perspectiva de pasar a ser una más de las personas discapacitadas de por vida en las estadísticas del National Health Service, se decide por el trasplante de médula ósea con el procedimiento desarrollado por los científicos poblanos de la Clínica Ruiz. Y por ahí, su renacimiento como persona.



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Caroline Wyatt y el Doctor Guillermo Ruiz Argüelles/CORTESÍA DE CAROLINE WYATT.

Ahí está Caroline y su sonrisa franca con el médico poblano que le ha ayudado a recuperar la esperanza.

Y ahí está el cientifico en esta fotografía a sus seis años, en la figuración del microscopio, la sangre en el portaobjetos, el laboratorio y el ansia por el conocimiento que le acompañará toda su vida.

1956. El niño en el laboratorio. Guillermo Ruiz a los seis años.

Y aquí estoy yo, haciendo memoria: Guillermo Ruiz Argüelles y su hermano Alejandro, conocidos en el aquellos años sesenta del siglo pasado en la preparataria del Instituto Militarizado Oriente como los “Sabios Monsiváis”, en alusión al escritor mexicano Carlos Monsiváis recuperado por el mítico cómic Chanoc como el ejemplo más popular de la sabiduría. Cuidado que cumplieron: Guillermo y Alejandro Ruiz Argüelles son hoy la expresión más avanzada de la inteligencia y la aplicación científica en Puebla. Alentados por su padre, han logrado en Clínica Ruiz (hoy asociada en el área de laboratorios con Médica Sur y Laboratorios Médicos Polanco) lo que debería ser obligado en México: investigación científica desde la iniciativa privada.

Y aquí estoy yo, sorprendido de nuestra capacidad para no valorar el esfuerzo que llevan cabo sin mayor presunción estos científicos poblanos, con sus propios recursos y con una historia de vida ejemplar por su dedicación en el cumplimiento de sus sueños.

Guillermo Ruiz Argüelles, reconocido apenas en enero pasado con el Doctorado Honoris Causa por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, encabeza junto con su hermano Alejandro el centro de investigación científica de la iniciativa privada más importante de México. La Clínica Ruiz ha realizado en los últimos años más de mil trasplantes de médula ósea y es, con los 305 trasplantes en pacientes con esclerosis múltiple, la punta de lanza en el desarrollo del método alternativo a los fármacos para el tratamiento de esta devastadora enfermedad.

Lo que reconoce el “Distinguished Service Award” del CIBMTR:

+ La promoción científica y clínica en países en desarrollo.

+ Los avances en la investigación científica contra los obstáculos más insalvables.

+ La expansión de la viabilidad del trasplante de médula ósea.

+ La capacidad de difusión de los resultados entre clínicas y pacientes de todo el mundo.

+ La colaboración institucional para el intercambio científico.

Muchas preguntas brotan de la crónica de Caroline y del reconocimiento internacional a los dos médicos mexicanos.

¿Cuál es la historia que está detrás? ¿Cuál es el entorno histórico y familiar de la Clínica Ruiz que ha generado este proceso? ¿Qué significa que esta dinámica de investigación científica se produzca desde la iniciativa privada? ¿Qué consecuencias tiene para una sociedad precaria como la nuestra? ¿En qué medida este proyecto puede impulsar la investigación científica en Puebla?

En la conversación que sigue con Guillermo Ruiz Argüelles lograré responderlas.

El hecho: Clínica Ruiz y el trasplante de médula ósea

Empezar por el significado profundo este proceso: la relación salud-enfermedad en la vida humana y la investigación científica como mecanismo para cruzar fronteras mortales.

El trasplante de la médula ósea en CR tiene su historia: cuando terminé mi entrenamiento en hematología en la UNAM en el Hospital de Nutrición en México, me fui a la Clínica Mayo y ahí me expuse al procedimiento de trasplante de médula ósea, que entonces comenzaba. Fue por allá de 1982, 1983. Y volví a Puebla con la idea de hacer aquí esos trasplantes, pero cuando vi la manera en que lo hacían en Estados Unidos me dije ‘esto nunca se va a poder hacer aquí’. Pero le pensamos, y lo hicimos de manera conjunta con un amigo de Monterrey, el doctor David Gómez Almaguer, diseñamos lo que ahora se llama el método mexicano para trasplantar la médula ósea, que empezamos a hacer en 1993, es decir diez años después de que volví de Estados Unidos. La idea era no hacer las cosas como aprendí a hacerlas allá, sino hacerlas de una manera realista para el país, para poder trasplantar a muchos pacientes en México. Así que nos involucramos en el diseño de este programa, y la gente no creía en nosotros. De entrada los mismos mexicanos descalificaron automáticamente nuestra metodología, que estábamos haciendo las cosas mal, y cuando llevamos nuestra experiencia a foros internacionales, la misma cosa: los grandes centros de trasplante veían con escepticismo lo que hacíamos. Tuvieron que pasar veinte años hasta que se dieron cuenta de que lo que empezamos a decir en 1993 era cierto y además muy visionario, hoy en día muchos métodos para trasplantar la médula ósea se apoyan en los métodos que desarrollamos en esos años. Y fueron estos cambios los que permitieron a que nos dieran este reconocimiento internacional, que se da cada año a quienes hacen cambios trascendentes en la manera de trasplantar la médula ósea fuera de Estados Unidos, y la primera vez que se le da a científicos mexicanos, en este caso el doctor Gómez Almaguer y yo. Así que pasaron muchos años para que la gente se diera cuenta de lo que estábamos haciendo, que no eran vacilada, sino algo útil.

El reconocimiento a los científicos David Gómez Almaguer y Guillermo Ruiz Argüelles en febrero pasado/CORTESÍA DE CLÍNICA RUIZ.

¿Pero en qué consiste este método que ustedes desarrollaron? ¿En qué consiste un trasplante de médula ósea? En qué consiste un trasplante de células madre para enfrentar una enfermedad como la esclerosis múltiple?

El trasplante de médula ósea es un procedimiento que consiste en cambiarle la médula ósea a una persona por otra nueva. Técnicamente es muy sencillo, porque se saca de la sangre del donador y se le pone al receptor en las venas y solita va y se mete a donde debe de estar en el interior de los huesos. Así que realmente es una mera trasfusión. La clave ahí está en cómo hacer para que el receptor no rechace la médula trasplantada, y en cómo el donador no lastime al receptor con las células que se le trasplantan.

Los cambios que hicimos son más o menos los siguientes:

Primero, hagamos los trasplantes totalmente fuera del hospital. Es decir, no necesitamos un hospital para trasplantar la médula ósea.

Segundo: utilizamos medicamentos accesibles para la realidad nacional, medicamentos que puedes encontrar en las farmacias.

Tres, usamos únicamente sangre periférica, no utilizamos médula ósea.

Cuarto: casi no utilizamos antibióticos ni transfusiones.

Todo eso hace que los costos de este procedimiento sean muchísimo menores que los que costos habituales en Estados Unidos, por ejemplo.

Esto comenzamos a hacerlo en Puebla y en Monterrey, en el Hospital Universitario de la Universidad de Nuevo León, en 1993. Después se empezaron a hacer en Cancerología, en Nutrición, en Torreón, en Guadalajara. Y no solamente en México, en Brasil, en Egipto, Turquía, en Bangladesh, y ya en el propio Estados Unidos. He dado pláticas en la misma clínica Mayo, y ya han utilizado nuestra metodología y ya hacen trasplantes fuera del hospital, nuestra experiencia se ha reproducido en varios lugares del mundo.

¿Y para quiénes?

Pacientes en su mayoría con enfermedades hematológicas malignas: leucemias, mielomas, linfomas, hipoplasias medulares, etcétera. Con la experiencia de los trasplantes de pacientes con estas enfermedades, alrededor de 400 pacientes con este tipo de enfermedades, decidimos incursionar en otro campo con pacientes con enfermedades autoinmunes, a la cabeza de las cuales está la esclerosis múltiple, y lo empezamos a hacer hace poco más de dos años. Y hemos trasplantado hasta este momento 305 pacientes de todo el mundo, y tan solo cinco pacientes mexicanos. El 50 por ciento viene de Estados Unidos, el 20 por ciento de Inglaterra, el diez por ciento de Suecia y Finlandia. De manera que los pacientes son fundamentalmente extranjeros. Les ofrecemos este método que ha dado muy buenos resultados. Ellos vienen aquí por razones fundamentalmente de cupo. En este momento somos el centro de trasplante de médula ósea para pacientes con esclerosis múltiple más grande del mundo, somos el centro que más trasplantes de médula ósea ha hecho en el mundo.

¿Y los resultados?

Los mejores resultados se observan entre nueve y doce meses. Pero la estadística a los tres meses nos revela que el 40 por ciento de los pacientes mejora, 40 por ciento se estabiliza y 20 por ciento no mejora. Es un resultado entonces de 80 por ciento de respuesta positiva. Esto convierte a este procedimiento en la mejor opción terapéutica hoy en día para los pacientes con esta enfermedad.

Así de simple, pero vale pensar en el sufrimiento de los pacientes con esclerosis múltiples y la dificultad de enfrentar con fármacos esta enfermedad.

Con este procedimiento hemos beneficiado a más de mil pacientes con enfermedades hematológicas malignas en México, y a más de trescientos de fuera del país. Nosotros hemos realizado cuatrocientos trasplantes, en Monterrey más o menos 600. Con nuestro método hemos realizado 305 trasplantes de médula ósea para enfrentar la esclerosis múltiple. En Monterrey llevamos dieciocho. Hemos abierto una sucursal de CR en esa ciudad para darnos abasto frente al número de solicitudes de trasplante para pacientes con esclerosis múltiple. El Doctor Gómez Almaguer encabeza ese proyecto.

¿Por qué es tan alto el número de extranjeros?

La esclerosis múltiple no es frecuente en México. Está demostrado que la sufre más la gente que vive cerca de los polos: Estados Unidos, Canadá, Inglaterra, los países nórdicos, Australia… No se sabe bien a bien porqué, pero es probable que sí tenga que ver con el frío. Es curioso, tenemos el caso de una cubana que se fue a vivir a Canadá, tal l vez si se hubiera quedado en Cuba nunca le hubiera pasado. El hecho es que en México tenemos pocos casos de esclerosis múltiple. Tiene que ver también con los genes, es una enfermedad de caucásicos, de güeros, grandotes, de hombros anchos, ojos azules, canosos, etc. Pero también tiene mucho que ver con el hecho de que, y por eso nos dieron el premio, nadie es profeta en su tierra: si tú dices ‘yo puedo curar esto en Puebla’, el poblano te va a decir que no, los neurólogos de Puebla no creen en esto, tenemos solamente un neurólogo de Puebla que acepta nuestro método como válido, y es de nuestro grupo…

¿Y qué opciones les dan ellos a sus pacientes?

Ahí hay una cosa interesante: hay mucho dinero metido en medicamentos para esclerosis múltiple. Si un médico neurólogo enrola a un paciente en uno de los medicamentos nuevos, le van a sacar muchísimo dinero a ese paciente, y el médico además va a sacar regalías como son invitaciones a congresos, viajes, etcétera. Eso hace más atractivo para el médico meterse en el camino de los nuevos medicamentos y no en el del trasplante de médula ósea. Eso lo hemos demostrado no solo para la esclerosis múltiple sino para otras enfermedades, para leucemia granulocítica crónica, para mieloma múltiple, etcétera. Es decir, la opción del trasplante es más barata que la opción de los nuevos medicamentos, pero menos redituable para el médico que está haciendo el diagnóstico.

La experiencia de Caroline Wyatt: contra esta trama de la industria farmacéutica, ¿cómo da con ustedes esta mujer, periodista del Times en Inglaterra?

Por las redes sociales. Uno de los pacientes que en un inicio trasplante, una muchacha nacida en España pero que vive en Australia, ahí le dio esclerosis múltiple, la trasplanté y le fue muy bien, y ella relató su experiencia en Facebook, y la gente comenzó a interesarse, y ahí comenzó a crecer el volumen de pacientes extranjeros. Ella, por cierto, cuando vino hace tres años, rentó un departamento en el centro, ahí por Profética, y cuando estaba aquí en la clínica para el trasplante, se metieron unos raterillos y se llevaron el pasaporte y su dinero y su visa, así que le fue muy bien médicamente, pero le robaron sus cosas. Así que dijimos, tenemos que diseñar un método para proteger a los extranjeros que vengan con nosotros y no les pase esto a lo que estamos expuestos los que vivimos en esta ciudad. Y nos vinculamos con un grupo que se dedica al transporte y albergue de pacientes, y se han encargado de rentar departamentos y transporte, además del cuidado y alimentación especial, con toda una logística que respalde este procedimiento médico, lo que lo ha hecho también muy exitoso.

La trayectoria de la Clínica Ruiz en la investigación científica

La primera generación: Raymundo Ruiz Rosete, fundador de Laboratorios Ruiz en 1920. Fue alcalde de Puebla y rector de la Universidad Autonoma de Puebla/CORTESÍA DE CLÍNICA RUIZ.

Las siguientes dos generaciones Ruiz/CORTESÍA CLÍNICA RUIZ.

Bien, entonces, la medicina como negocio contra la medicina por la salud de las personas. La ética de la medicina. Y ahí la investigación científica, sus costos, su tiempo. ¿Cómo han logrado orquestar esta dinámica?

En el año de 1956, cuando tenía yo cinco años de edad, mi padre publicó un artículo de investigación. Entonces era el Laboratorio Ruiz. Desde entonces viene el involucramiento con la investigación científica, inició mi padre y con el tiempo le entramos mi hermano y yo, y ahora muchos más científicos, entre ellos mi hijo Guillermo. Ello nos ha permitido ser hoy por hoy la institución privada que más labores de investigación desarrolla en el país. Tenemos más trabajos publicados que PEMEX, y somos una institución privada, lo que nos ha permitido tener un sitio en la ciencia nacional, desde luego una ubicación importante en el CONACYT, tenemos varios miembros que estamos en el Sistema Nacional de Investigadores. Somos entre diez y quince investigadores, algunos están haciendo su servicio social.

Guillermo Ruiz Argüelles y el paper en la revista Blood en el que se da cuenta del método desarrollado en Clínica Ruiz para el trasplante de médula ósea en el tratamiento de la esclerosis múltiple/CORTESÍA DE CLÍNICA RUIZ.

El cientifico tiene que publicar, un ejemplo es el artículo A Feasibility Study of the Full Outpatient Conduction of Hematopoietic Transplants in Persons with Multiple Sclerosis Employing Autologous Non-Cryopreserved Peripheral Blood Stem Cells, en la revista Blood...

Ese artículo resume la experiencia que tenemos trasplantando pacientes con esclerosis múltiple, y se refiere a esos 305 casos. Colaboran como autores mi padre, con 92 años, mi hermano Alejandro y yo, mis hijos Guillermo, Rodrigo y Manuel, quienes son los que hacen la logística para el cuidado de los pacientes extranjeros. Tres generaciones de la CR. Recientemente mi hijo Guillermo fue admitido como miembro de la Academia Nacional de Medicina. Mi padre y mi hermano Alejandro y yo ya lo somos, así que en este momento somos en el país la única familia con tres generaciones en esta academia, lo que nos llena de orgullo. Eso es algo que inició mi padre justo cuando yo tenía cinco años.

El primer científico Ruiz: ¿cómo empezó la investigación en CR?

Mi padre se aficionó a la hematología desde que hizo su entrenamiento en el laboratorio. Entonces no había especialidades. Él hizo cursos como laboratorista en diversas instituciones de la ciudad de México, les llamaban entonces médicos de laboratorio, lo que ahora llaman patólogos clínicos. Él pudo hacer esto. Con el tiempo yo me decidí a estudiar medicina y me especialicé en hematología, y mi hermano en laboratorio, así que no acoplamos muy bien, yo viendo pacientes y él en laboratorio. Mi hijo se especializó en hematología, y como yo también está viendo pacientes. El caso es que hemos ido aprendiendo a hacer esto poquito a poco.

¿Cuáles son actualmente las principales áreas de trabajo de investigación en CR?

Alejandro es inmunólogo, y ha hecho muchas investigaciones en enfermedades autoinmunes, trabajó muchos años en la ciudad de México con el Doctor Donato Alarcón Segovia, quien ya murió, y fue un gran investigador. Con él mi hermano se interesó mucho en ese tipo de enfermedades, como la esclerosis múltiple, con procedimientos como el que yo aprendí a hacer, el del trasplante de médula ósea, y también para enfermedades que le interesan como inmunólogo.

¿Cuál es la perspectiva para la investigación científica en CR?

Estamos en vías de concentrar todas las actividades que involucran los trasplantes en una sola unidad. Vamos a crecer físicamente con la creación de un centro de trasplantes de células hematopoyéticas en esclerosis múltiple en un solo edificio. Ahí vamos a tener el alojamiento de los pacientes, el cuidado alimenticio especial, su trasporte, y el mismo trasplante. Vamos a hacer todo más sencillo para los pacientes. Aquí ya no cabemos. Vamos a irnos a otra parte de la ciudad para lograr tener en un solo sitio todo para la atención de los pacientes.

Células hematopoyéticas Célula inmadura que se puede transformar en todos los tipos de células sanguíneas, como glóbulos blancos, glóbulos rojos y plaquetas. Las células madre hematopoyéticas se encuentran en la sangre periférica y en la médula ósea.

El equipo de especialistas en Clínica Ruiz.

La investigación científica en Puebla

Este es un esfuerzo de particulares. Son científicos desde la iniciativa privada. No es común el éxito de una institución privada en investigación científica. ¿Por qué no ocurre más en otras áreas de la economía. ¿Por qué no tienen éxito procesos como el que se hizo en el 2014 con la llamada Agenda de Innovación Tecnológica? ¿Por qué la investigación en general no prospera en una ciudad como la nuestra?

Es una cosa de idiosincrasia. En cifras, en los países desarrollados se destina el 4 por ciento del PIB se destina a la investigación, y aquí en México esa cifra apenas llega al 0.2 por ciento. Es decir. La cantidad de centavos del PIB que se destina a la investigación es veinte veces menor a la que se destina por ejemplo en Noruega o Finlandia. Es una manera de pensar, los gobernantes piensan que las labores de investigación no tienen importancia, que tenemos la obligación de importar ciencia. Y yo pienso que es justamente al revés. Cuando yo fui a Estados Unidos a estudiar me ofrecieron con el tiempo un trabajo atractivo ligado a una universidad, con sus atractivos: un buen sueldo, una buena casa, etcétera. Sin embargo, mi padre me metió en la cabeza la idea de que si yo había gastado en hacerme profesionista, con la especialidad, 17 pesos, que fue lo que pagué cuando llegué a estudiar medicina a San Luis Potosí. 17 pesos por el primer año. Los siguientes años me becaron, y cuando hice medicina interna me pagaban por estudiar, y luego en hematología igual, es decir, gasté 17 pesos por convertirme en profesionista con dos especialidades. Después me fui a estudiar a Estados Unidos con una beca del gobierno americano, pero mi padre me dijo ‘recuerda que tu país ha invertido en ti mucho dinero para que seas una gente capaz, así que tienes la obligación de volver a tu país a retribuirle lo que tanto te dio’. Y si así pensáramos todos, las cosas serían distintas. Por eso nosotros llevamos muchos años invirtiendo dinero de nuestros ingresos en labores de enseñanza en investigación: publicar, enviar a los muchachos jóvenes a los congresos, presentar trabajos, etcétera. De los centavos que ganamos invertimos para que esto se pueda llevar a cabo. Porque aunque el CONACYT nos reconoce como institución de investigación, no nos da ni un cinco, lo cual en la realidad no necesitamos. Pero si todos los profesionistas y empresarios pensaran de esa forma habría más investigación, habría más ciencia, más generación de conocimiento nuevo y menos dependencia de los Estados Unidos. Yo siempre he dicho que despreciar a la investigación le va a costar al gobierno mexicano muchísimo dinero. Y ahí está la muestra, lo que estamos haciendo nosotros es producto de cómo ha despreciado la investigación el gobierno mexicano, hemos tenido que hacerla nosotros con nuestros propios medios. Se puede hacer, creo que es una obligación hacerlo, y con eso beneficias a muchas más gentes.

CR encontró una vena comercial en el tratamiento de la esclerosis múltiple. ¿Es posible pensar en alternativas así para la investigación científica desde la iniciativa privada desde otras áreas de la economía?

Es cuestión de idiosincrasia. Pienso que la mejor manera de hacer crecer la investigación está en la inversión de centavos en ella. Así nos lo enseñó mi padre, así lo siente mi hermano, así lo siente mi hijo. Buena parte de lo que hacemos durante el día es investigación, y eso yo nunca lo voy a dejar de hacer. Probablemente deje de ver pacientes antes de que deje de hacer labores de investigación.

CR mantiene el bajo perfil. ¿Qué repercusión tiene este para el respaldo de lo que hacen? ¿Cómo darle más fuerza a este propósito de investigación?

Así es, los médicos somos reacios a este tipo de exposiciones masivas. Sin embargo, mis hijos que son empresarios han visto las cosas de un modo diferente, y me han hecho ver que tienen razón. A manera de ejemplo, la semana pasada nos recibió el Secretario de Salud de Puebla, para mostrarle el interés en lo que estamos haciendo, y para que el gobierno del estado manifieste a los pacientes extranjeros un acercamiento, desde una bienvenida, una distinción como visitantes, de manera que se sientan arropados por los gobiernos, de manera que no sea solamente la CR quien los recibe. Lo mismo hemos hecho con el doctor Narro, quien es mi amigo desde hace muchos años y que ha mostrado mucho interés en lo que hacemos, y nos vinculó con un programa que se llama Turismo Médico, para que se les dé a los pacientes extranjeros más facilidades y seguridad.

¿No será mejor seguir así, sin el gobierno? Muchas veces lo que toca el gobierno se paraliza. Ustedes tienen estrategia y visión de largo plazo, justo lo que no se encuentra en las políticas públicas, no hay un proyecto estable, socializado, de nación, con un rumbo, pero qué falta hace la visión sistemática, metodológica de la ciencia en la proyección del desarrollo de una sociedad…

Estoy totalmente de acuerdo. Desde hace mucho tiempo hemos caminado al margen del gobierno, pero ahora que tenemos reconocimiento internacional sobre lo que estamos haciendo, le hemos mostrado al gobierno lo que hemos sido capaces de hacer. Ahora ellos nos apoyan en el esfuerzo de hacer a quienes vienen de afuera su estancia un poco más confortable. Yo pienso que el futuro de la investigación en México está en las instituciones públicas bien ordenadas como la UNAM, el hospital de Nutrición, pero también en las instituciones privadas que cada vez más y con desparpajo están involucrándose en labore de investigación, sin tanto miedo y con mayos seguridad, y además generando conocimientos nuevos, que es uno de los propósitos fundamentales.

Investigación científica y realidad mexicana

En ese sentido, pensando en la realidad poblana, en la situación de la salud de la población, por ejemplo en los niños de la sierra afectados por la leucemia, ¿qué perspectiva tiene la CR para procesos de enfermedades ya no como la esclerosis múltiple, sino más nuestras?

Mira, el costo de un trasplante en Estados Unidos es de alrededor de 600 mil dólares, algo así como 12 millones de pesos mexicanos para una enfermedad como la leucemia. Nosotros, con los cambios que le hemos hecho al método mexicano, hemos logrado abatir en forma importante estos costos, que actualmente son de alrededor de 54 500 dólares incluyendo tratamiento y trasplante, estancia del paciente y de un acompañante durante 28 días y transportación terrestre, diez veces menos. Gracias a esto hemos trasplantado a muchos pacientes que antes ni siquiera hubieran pensado en ello. También tenemos la capacidad de realizar trasplantes sin costo, a niños con leucemia de la sierra, por ejemplo, hemos hecho varios así. Eso es reconfortante. Y es interesante observar que el seguro popular ha autorizado para cada trasplante de médula ósea hecho aquí en el país una cifra de alrededor de un millón y medio de pesos, lo cual es absolutamente descabellado para lo que realmente cuesta un trasplante. Lo comento porque los cobros que se hacen a los pacientes por hacerles procedimientos terapéuticos s on francamente exagerados, así como los costos de los medicamentos. Una de las pocas cosas sensatas que ha dicho Trump es eso, que va a bajar los costos de los medicamentos en Estados Unidos, que son verdaderamente desmedidos. Lo mismo pasa en México con muchos procedimientos terapéuticos. Yo espero que con el paso del tiempo la gente se vaya dando cuenta de que esto no es así, que las cosas van cambiando, que las cosas se pueden hacer de manera diferente, adaptadas a la realidad nacional, vamos a poder beneficiar a muchísimas personas. Puedo asegurar que los 400 pacientes que yo trasplanté por padecimientos hematológicos malignos, con los costos del trasplante en la ciudad de México o en Estados Unidos, no hubieran podido hacerlo.

Pareciera entonces que CR es una especie de oveja negra en la medicina mexicana y frente a las farmacéuticas.

Por supuesto, esa es justamente la manera en la que nos ven. Por eso, cuando una organización internacional como el CIBMTR nos da este reconocimiento, decimos, ya ven, no estábamos tan equivocados. Lo que pasa es que a estos cuates no les gusta lo que yo le cobro a un paciente con nuestro método cuando ellos quieren que lo enroles con tal medicamente para que les saquen toda la lana del mundo. A él o a su aseguradora, aunque el porcentaje de pacientes que en Puebla tienen seguro privado es muy bajo, en Monterrey es más alto porque la cultura allá es más cercana a Estados Unidos. Muchos pacientes no se tratan bien porque no tienen centavos.

¿El seguro médico particular cubre el tratamiento de enfermedades que puedan involucrar el trasplante de médula ósea?

Antes decían que no, ahora ya lo están haciendo. Ya se dieron cuenta de que es mejor apoyar un trasplante que apoyar un nuevo medicamento durante toda la vida de un paciente. Nosotros hemos demostrado que con los tratamientos nuevos para la leucemia granulocítica crónica, que son drogas hechas por un diseñador para una enfermedad en específico, con lo que un paciente en México se trata durante 200 días con el medicamento más adecuado para ella, yo le hago un trasplante. Un medicamento que se tiene que tomar durante toda la vida. Por eso a quienes esto lastima dicen no, lo que está haciendo Ruiz Argüelles son cuentos. Escribí hace poco un editorial que me solicitó una revista británia que se titula “Who wants to kill the bone marrow trasplantation in Chronic myelogenous leukemia?”, ¿quién quiere matar el trasplante de médula ósea en leucemia granulocilítica crónica?, pues los que hacen los medicamentos nuevos. Igual acá: ¿quién quiere matar el trasplante de médula ósea para la esclerosis múltiple, pues los que hacen los medicamentos nuevos para tratar la esclerosis múltiple.

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Sobre el autor

Sergio Mastretta

Periodista con 39 años de experiencia en prensa escrita y radio, director de Mundo Nuestro...