La vida (de un migrante poblano) no vale nada en Nueva York. Donald Trump utilizará esa fotografía para comprobar que los aliens son criminales. Patricia, la madre de este muchacho, dira llorando que no entiende por qué lo mataron así.
La información es precisa en torno a la causa directa de su muerte:
Sergio Reyes, un joven de 18 años de edad y estudiante de preparatoria en Nueva York, presentó 14 heridas de bala en torso, extremidades, corazón, pulmones, aorta, médula espinal, hígado, estómago y huesos. Así dice la nota de Proceso.
"Presuntamente asaltó un comercio de abarrotes en el vecindario de Bushwick, condado de Brooklyn, durante las primeras horas del domingo", dice la nota de dnainfo.com.
Se robó tres cartones de cerveza. Dos de Coronas y uno de Heineken.
Luego, afuera del supermercado, dice el reporte policiaco que amenazó con una pistola de municiones a los agentes que lo encararon.
Lo masacraron con catorce balazos.
"En entrevista con el medio local DNA News, Patricia Reyes, migrante poblana de 48 años de edad, dijo que su hijo ya había muerto cuando ella y su marido llegaron al Centro Médico Woodhull, la madrugada del domingo. La madre del joven limpia viviendas en el vecindario del sur de Williamsburg, y su esposo, Antonio Tlapanco, vende flores. Además de Sergio, la pareja ha procreado seis hijos en Estados Unidos."
Fake gun, la pistola de municiones que utilizó Sergio Reyes para robar los cartones de cerveza.
Ayer lunes, Donald Trump declaro "prioridad nacional" la deportación de los inmigrantes indocumentados. Una gran mayoría de los poblanos en Nueva York lo son.
Ellos viven ya una tragedia y nosotros no acabamos de abrir los ojos ante su sufrimiento. Sólo nos llegan noticias como esta ejecución de un joven de 18 años que se robó doce cervezas.
Leo en el diario digital dnainco.com que Sergio saldría este año de la Leadership and Public Service High School, que le gustaba jugar balón mano y que pensaba estudiar Trabajo Social. Era el cuarto de seis hijos. Patricia, su madre, apenas el sábado le regaló una camisa con la que él saldría por la noche. Ella dice que no tiene idea de dónde salió la pistola de municiones. "Yo misma hago el aseo de su habitación, y a él no le gustaban las armas".
Dos días después de su muerte las fotografías de su funeral están en la prensa de Brooklyn. La pistola, una fake gun le llema la propia policia, el muchacho en el fotograma del video en el que amenaza al dependente, las flores con el six pac de cervezas para recordar la causa inmediata de su muerte. Y la veladora. y su foto de graduación en la Secundaria.
Fake gun, dice la policía. Fake news dice Trump.
Catorce balazos. La muerte absurda de un joven poblano en Nueva York.
