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Con los maestros de Oaxaca: poemas de resistencia y actos de amor Destacado

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Mundo Nuestro. No es fácil hablar de los sucesos de Oaxaca con el conocimiento de primera mano. Dick Keis, profesor norteamericano, escritor y viajero, pasa seis meses todos los años en esa región. La conoce y la fotografía. La vive desde los ojos de sus amigos artesanos y maestros. De él hemos publicado su crónica

Oaxaca: una ráfaga de viento/Dick Keis, febrero 2013

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Los tristes acontecimientos ocurridos en Oaxaca y otras partes del mundo me han llevado a pensar en la resistencia y la voluntad que tiene la gente para enfrentar la cárcel o la muerte en defensa de sus creencias y valores. Vivo seis meses al año en Oaxaca, así que mi experiencia es de primera mano. He trabajado con algunos de estos maestros que recientemente fueron atacados en Oaxaca, y sus historias personales me ayudan a poner la situación en perspectiva para mí.



Centro de capacitación de maestros en Nochixtlán.

En marzo del 2015 fui invitado a impartir un taller de edición de libros a un grupo de profesores en el Centro de Maestros de Nochixtlán, a una hora y media de Oaxaca, el poblado donde se produjo el reciente ataque y la muerte de nueve personas. ¡El grupo de treinta profesores devoró todo lo que yo tenía que ofrecerles y pidió más! Son personas extraordinariamente dedicadas que trabajan muchas más horas de las que se les paga, y muchos de ellos lo hacen en situaciones extremadamente difíciles en comunidades muy aisladas. Pero ellos están decididos a proporcionar a los niños la mejor educación posible. Es más que un trabajo, para ellos es una misión.

El cartel en la pared de la foto se lee: "La educación es un acto de amor, un acto de valor, es una práctica en la libertad dirigida hacia la realidad que no conoce el miedo, sino que busca transformar a través de la solidaridad y espíritu fraterno. (Paulo Freire)

Río de palabras.

Uno de esos días en Nochixtlán, temprano, fui con uno de los maestros a impartir un taller en su pequeña escuela rural en un pueblo cercano. Era una muy cuidada y tranquila escuela con una pequeña biblioteca por la que los profesores estaban muy orgullosos. En la inscripción en la pared exterior se lee: "La educación no cambia el mundo, cambia a las personas, y ellas son las que cambian el mundo". Los niños también devoraron el proyecto de elaboración de libros, tal como lo hicieron sus maestros. Fueron atentos aprendices con maestros muy dedicados. Fue un honor haber sido invitado a trabajar con ellos.

Aprender a hacer un libro.

Unas semanas más tarde fui invitado a Juchitán de Zaragoza por mi amiga Ana Matías, editora de la Revista Sinfin, para participar en la presentación del libro Los 43: Poetas por Ayotzinapa. Juchitán es una ciudad indígena con una larga historia de lucha política. Hay mucha preocupación por la desaparición de los cuarenta y tres estudiantes en el estado de Guerrero. La lectura se llevó a cabo en la Biblioteca Víctor Yodo, una pequeña biblioteca de barrio creada en honor a Víctor Yodo, un activista zapoteca que fue "desaparecido" hace más de treinta y cinco años por su actividad como organizador social.

La lectura de los poemas a los 43.

Irma, la hija de Víctor, una reconocida poeta zapoteca, leyó un poema sobre la fuerza y ​​el valor de su madre desde que su marido fue secuestrado por el ejército. En su poema Cándida, Irma pregunta: "¿Con qué palabras explicamos a un niño lo que es una persona desaparecida? ¿Cómo se mide la ausencia, los días de oscuridad, las cartas sin contestar a los funcionarios del gobierno?" Desafortunadamente, muchas personas en México han planteado esas mismas preguntas sin respuesta. La represión es fuerte, especialmente si eres indígena. Se necesita mucho coraje y convicción para defender lo que se cree que es correcto y justo. La madre de Irma, sentada sola, escuchó reflexivamente las palabras de su hija, recordando muy bien lo que le había sucedido a su marido. Ella es muy activa en el sindicato de maestros y es una firme defensora del rechazo a la reforma educativa que impulsa el gobierno. Ella no tiene miedo. Varios otros poetas también leyeron sus poemas. Fue un momento muy emotivo, un testimonio de la resistencia mostrada por muchos mexicanos contra un gobierno que intenta, sin éxito, reprimirlos. Mil doscientos ejemplares del libro Los 43 han sido impresos y distribuidos gratuitamente en una serie lecturas a lo largo de México para rendir homenaje a los estudiantes desaparecidos.

Un squetch de Marie Le Glatin, la artista plástica francesa compañera de Dick Keiss, fallecida el año 2011.

Me pregunto cómo habría reaccionado mi esposa Marie ante los recientes acontecimientos. Ella era muy sensible y consciente de las injusticias que ocurrían a su alrededor. Varios de sus dibujos en sus cuadernos trataron las injusticias que percibía en su estancia mexicana. Eran sus poemas de resistencia, sus actos de amor.

Creo que la resistencia perdurará y me temo que la represión va a continuar. Rezo para que no haya más violencia y derramamiento de sangre, pero eso no es lo evidente. Mientras escribo este texto, el gobierno está amenazando con atacar a los profesores nuevamente. La crisis en Oaxaca está dividiendo a las comunidades: muchas personas apoyan a los maestros, pero otras se oponen fuertemente a las tácticas que utilizan en su resistencia. Se han perdido vidas, las empresas se ven obligadas a cerrar, y los amigos se enfrentan entre sí sobre cómo resolver la situación.

No pretendo que todos los maestros sean tan dedicados y capaces como aquellos que conocí en Nochixtlán. Hay algunos que no debería estar en las aulas. La corrupción es un fenómeno generalizado en México y el sindicato de maestros no ha escapado de sus garras. Pero sí creo firmemente que la gran mayoría de los maestros son seres humanos que se esfuerzan todo lo posible para ayudar a los niños en su educación. Están mal pagados, carecen de materiales esenciales para cumplir con sus actividades y tienen que superar enormes dificultades para realizar su trabajo. Esta crisis es mucho más que una mera reforma educativa, pero no estoy capacitado para exponer eso. Sólo puedo decir que he conocido y trabajado con maestros de los que yo estaría orgulloso de llamar colegas. Tienen algunas muy legítimas demandas que deben enfrentarse. Espero sinceramente que el diálogo entre los maestros y el gobierno puede resolver los problemas pronto.

Pero estoy seguro de que las balas y el incendio no lo harán.

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Sobre el autor

Dick Keis

Profesor y fotógrafo norteamericano. Desde hace años viajero por América latina, se ha especializado en el testimonio y el retrato.