Un refugio/Ángeles Mastretta escribe sobre la violencia contra las mujeres

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Puerto Libre/Revista Nexos

Mientras voy leyendo las entradas al hashtag #MiPrimerAcoso, oigo el Agnus Dei de Jenkins. Cantar quita el miedo, pero no consigue quitarme la tristeza. Todo esto que leo sigue pasando, como un aire ruin, a nuestro alrededor. Aquí tan cerca, entre mujeres que tienen Twitter y teléfonos inteligentes.



Con frecuencia tendemos a creer que el mal está en otra parte, entonces alguien lo nombra a nuestra vera, tan abrumador como parece transparente.

Hay hombres que están mal hechos por dentro, incluso si salieron de mujeres que también pueden haber sufrido acoso o mucho peor, violación, violencia, maltrato a sus hijos, espanto diario. Pero también cuando al parecer han vivido en familias estables y sin violencia.

Yo había olvidado por completo lo que podría considerar como mi primer acoso, no me marcó como el peor agravio, pero buscándolo recuerdo que cuando Brasil ganó el Mundial en 1970, un periodista entrado en años, si yo tenía diecinueve él pudo tener cincuenta, me pescó a besos en la boca sin que yo quisiera y por sorpresa. A mí, lo digo con cierta ironía, porque ya no era niña, nunca me habían besado en la boca, y jamás, en ninguna parte, con tal fuerza. No pude, ni supe cómo alegar defensa, salí corriendo. Pensé que esos besos no estaban entre mis quimeras, me turbaron. Un disgusto me persiguió esa noche. Recorrí muchas veces los bordes de mis labios, imaginando algo mejor. Con la lengua, con los dedos: algo más benévolo. Todo eso tenía que ser distinto, deseado, casi sobrenatural.



Seguir leyendo el Puerto Libre de Ángeles Mastretta en Revista Nexos:

http://www.nexos.com.mx/?p=28529



Ilustración: Gonzalo Tassier

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Sobre el autor

Ángeles Mastretta

Novelista poblana. Entre sus principales libros están Arráncame la vida, Mal de amores, Mujeres de ojos grandes, y los más recientes La emoción de las cosas y El viento de las horas. Publica todos los meses su Puerto Libre, además del blog Del absurdo cotidiano.