Yes 110: en Oregon ganó el voto por la despenalización de las drogas Destacado

Compartir

Psilocybn.svg

Psilocybin-3D-spacefill.png

Psilicybin 3-(2-dimetilaminoetil)-1H-indol-4-il] dihidrógeno fosfato, el compuesto de los hongos de María Sabina



En el estado norteamericano de Oregon en la elección del martes 2 de noviembre ganó la campaña “Yes 110”. Y ahí han dado un paso fundamental contra la guerra de las drogas. “Yes 110” significa que ningún ciudadano podrá ser encarcelado por posesión y consumo de drogas. Y con el 58 por ciento de los votos superó a la guerra de comerciales y su campaña de “Just say NO”.

Sin duda será maravilloso si el voto de los gringos acaba por echar a Trump del poder. Pero el hecho histórico se encuentra en lo sucedido en Oregon: los ciudadanos se decidieron a descriminalizar la posesión personal de drogas duras y aprobaron las terapias con hongos alucinógenos.

Más allá de si la gente votó republicano o demócrata, en Estados Unidos la gente votó por poner fin a la guerra contra las drogas, al menos ahí donde en la boleta electoral se preguntaba al respecto.

Entre el berenjenal en el que se encuentra la elección del martes –con un Trump decidido a dar un golpe de Estado autocrático-- una noticia empieza a abrir su propio campo de juego. En el estado de Oregon, en la costa oeste norteamericana los votantes aprobaron la legalización de las terapias con psilocybin, la Medida 109, y la despenalización de la posesión personal de drogas, incluídas la cocaína, las metanfetaminas y los opiáceos, la Medida 110.



En pocas palabras, los votantes han aprobado un cambio radical para poner fin a la guerra contra las drogas.

Porque la decisión ciudadana de relajar el uso de sustancias psicoactivas en Oregon se produjo en varios puntos del país: Nueva Jersey, Arizona y Montana se aprobó masivamente el uso recreativo de la marihuana; Mississipi votó por legalizar su uso medicinal. En Washington, D.C. se descriminalizó el psilocybin.

Leo en Wikipedia el significado de la palabra psilocybin:



“La psilocibina (también conocida como 4-PO-DMT o 4-fosforiloxi-N,N-dimetiltriptamina) es un alcaloide triptamínico que en el cuerpo se metaboliza en psilocina, un compuesto alucinógeno responsable del efecto psicoactivo de ciertos hongos comestibles. Algunos hongos que poseen psilocibina son usados recreacionalmente y como elemento enteógeno en rituales de la medicina tradicional americana. En un artículo de la revista Life de 1957, el banquero estadounidense R. Gordon Wasson describió sus experiencias por la ingestión de hongos que contenían psilocibina durante una ceremonia tradicional en México, introduciendo la medicina dentro de la cultura popular en los Estados Unidos. Poco tiempo después, el químico suizo Albert Hofmann purificó el principio activo de la psilocibina desde el hongo Psilocybe mexicana y desarrolló un método sintético para producir la droga. La psilocibina es producida naturalmente por alrededor de 200 especies de hongos, incluyendo los del género Psilocybe como P. cubensis, P. semilanceata y P. cyanescens, y además ha sido publicado que se ha logrado aislar desde una docena de géneros. Se los conoce colectivamente como hongos psilocibios.”

Para decirlo en palabras nuestras: los gringos se han decidido a legalizar los viejos hongos de María Sabina.

Psilocybe mexicana

Y para visualizar mejor lo que han decidido los votantes en Oregon: la Medida 110 significa que la política de Estado para las drogas será comprendida no como un tema de justicia criminal y persecución policiaca y sí como un asunto de salud pública.

Y como bien dicen los expertos entrevistados por la revista Wired, de la que retomo esta información, a la despenalización de las drogas le deben seguir un conjunto de políticas coherentes para el tratamiento de las adicciones. Pero es un primer gran paso, y sí es histórico.

Qué lejos estamos en México de asimilar la importancia de plantar estos temas en las boletas electorales para fundar una verdadera política pública que ponga fin a la guerra contra las drogas.

Compartir

Sobre el autor

Sergio Mastretta

Periodista con 39 años de experiencia en prensa escrita y radio, director de Mundo Nuestro...