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En el centro, sólo el sonido viejo del cilindrero / Mariana Mastretta, videoasta Destacado

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Voces en los días del coronavirus

Mariana Mastretta, videoasta



Hace rato subimos a la azotea y vimos (y oímos) tan callada la ciudad que no nos pudimos resistir a salir a caminar.

Decidimos salir a caminar. Agarramos los cubre bocas y la carriola y caminamos por toda la 7 Poniente.
No haya gente para ser viernes a las 5 de la tarde de Semana Santa. Rumbo al zócalo nos cruzamos con una sola persona en toda la calle. En el zócalo no hay más de cien personas, yresaltan las manchas moradas jacarandosas en el piso que no han barrido las naranjitas, No hay naranjitas.

Pocas personas con cubreboca, muchas parejitas, niños. La catedral cerrada, muchos negocios cerrados --podría decir que entre más fuera de la ley más quitados de la pena, menos temerosa la gente--, y ni un claxonazo. Se notan más los vagabundos, y el campamento afuera del palacio,que sigue en pie.

Siento que es un día domingo a las 7 de la mañana combinado con un 1 de enero en la tarde.

Desde lejos la música del cilindrero. Muchas cuadras escuchamos la máquina de música vieja repetirse y repetirse y repetirse...



No la vimos.

Sólo la escuchamos.



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Sobre el autor

Mariana Mastretta Larracilla

Documentalista, fotógrafa, este año termina su licenciatura en Comunicación en la Ibero Puebla. Su trabajo de titulación, "Atoyac, agua que sueña".