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El virus cambió mi mundo. Habrá que construir uno mejor/Alejando Cañedo Ortega/Historiador del arte y curador Destacado

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Voces del coronavirus

Alejando Cañedo Ortega/Historiador del arte y curador



Al inicio de 2020 me imaginé un año con nuevos comienzos, metas que cumplir y propósitos de mi vida que realizar. Había concluido mis materias de la universidad, estaba preparando mis planes a futuro para titularme e incluso encontré un trabajo en un importante museo. Mis padres, hermanas, familiares, amigos y conocidos me desearon mucho éxito en esta nueva etapa de mi vida, sería gran una experiencia. Después de un mes y medio en la chamba me llevaba bien con mis compañeros de trabajo, y nos volvimos amigos; realicé muchas actividades que valieron el esfuerzo en mi área y aprendí cosas nuevas; pasé buenos momentos con personas con las que me llevo, a las que admiro y quiero. Sentía que todo iba en orden, pero no fue así, las cosas empezaron a cambiar drásticamente.

Empezaron las noticias en las redes sociales sobre una pandemia conocida como “coronavirus”, que se originó en una ciudad china. Una enfermedad que matará a miles de personas y que se esparcirá por todo el mundo. Eso se decía. Al principio pensaba que solo afectaría a países lejanos, pero tras enterarme que se registraron casos en mi estado y por todo el país, vi que esto está llevó a muchos al pánico. La realidad del contagio estaba ya con nosotros.

Mientras seguía laborando en el museo tomé las medidas necesarias y me dije que no habría de qué preocuparse, aunque extrañaría el movimiento en las salas, realizando mis tareas. Después de asistir a una reunión, el museo anunció que cerraría sus puertas hasta nuevo aviso por medidas de salud. Aunque sería nuevo y diferente trabajar desde casa durante la contingencia del coronavirus. Así tendría que trabajar en los siguientes días.



Pero mi mundo ha cambiado. Pienso en todo ello desde el encierro en casa.



Soy una persona que le gusta mucho salir, me siento libre al hacer muchas cosas que me definen como persona: la bicicleta es mi pasión, un deporte que practivo desde hace años, una aventura que me lleva hacia lugares que puedo explorar; además, disfruto ir a los museos y salir con mis amigos a tomar una cerveza o platicar, a aquellas personas que admiro y quiero mucho. Me gusta estar en ambientes naturales, estar en calma y paz en mí mismo. En especial, el lago de Valsequillo, el único lugar donde me siento libre, corriendo en sus verdes colinas en tiempo de aguas, observando los árboles, el movimiento del agua y las aves volando. Además, sentado en la orilla viendo el paisaje hasta el atardecer, esun lugar especial que guardo en mi corazón desde niño. Todo eso compone lo que soy realmente: estar en el exterior y encontrar la paz que deseamos tener en el mundo en el que vivimos.

Así, siento que al terminar esta pandemia podremos seguir hacia un nuevo horizonte, construir un mundo en el que vivir y estar felices día a día con nuestros seres queridos, para que nuestros hijos y las demás generaciones encuentren una forma de crecer como seres humanos. Es lo que espero en esta vida por delante.

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