Imprimir esta página

¿Qué viene después? Tal vez buscar una vida más simple/ Martha Ríos Yanes, Maestra en Administración de Empresas Destacado

Compartir

Voces en los días del coronavirus

Martha Ríos Yanes, Maestra en Administración de Empresas



Estamos viviendo algo inédito. No nos había tocado vivir en una situación como en la que nos encontramos ahora. El mundo, en una gran parte, paralizado. Al contrario de lo que ha proclamado algún político, esto no es cosa de ricos o pobres. El coronavirus nos afecta a todos, ricos, pobres, gordos, flacos, guapos, feos, letrados o analfabetas, creyentes o ateos; a países prósperos o a los que se encuentran luchando por salir adelante. Como dijo el Papa Francisco en su reciente homilía, todos estamos en la misma barca.

Atravesamos una situación que compartimos con nuestros hermanos viviendo en otros países del mundo. La tecnología moderna nos permite estar en comunicación cercana con los nuestros que viven en otros lugares. Tengo tres hijos. Mi hija mayor vive y trabaja en un hospital en Seattle, en un piso donde tienen a los enfermos contagiados con este virus. Ahí está en el ojo del huracán. El segundo, vive en Austin y ahora trabaja desde casa en una cuarentena de seis semanas. La menor es profesora en un colegio en Madrid. Lleva semanas sin ver a sus alumnos. Ahí sí la cuarentena es cosa seria. Puedes salir siempre y cuando sea para comprar víveres o ir a la farmacia. No puedes caminar en las calles. De hacerlo te para la policía y te multa.

Estos días que he estado en casa me han servido para reflexionar ampliamente y hacerme tantas preguntas. ¿Qué va a pasar en México cuando los hospitales se encuentren sobrepasados y no haya más lugar para dar cabida a los contagiados que necesitan un respirador? ¿Qué va a pasar con toda la gente que se ve privada de su empleo y por lo tanto no puede llevar el pan diario a casa? ¿Qué va a pasar con todos esos pequeños y medianos negocios? ¿Cómo va a empezar a reactivarse la economía? ¿Cuándo regresaremos a la “normalidad”? ¿Cuánto tiempo más de vivir en esta incertidumbre? ¿Cuándo volveremos a abrazar a nuestros seres queridos? ¿Cuál es la lección que tenemos que aprender de todo esto? ¿Acaso nuestro planeta Tierra quiere decirnos algo?

Muchas incógnitas, y sólo el paso de los días nos irá dando las respuestas. Mientras vivimos en una terrible incertidumbre. Este es un problema de todos y cada uno de nosotros desde nuestra trinchera tenemos que ir dando lo mejor de nosotros mismos para hacer de éste un mundo mejor. Quizás para estos momentos todos nos hemos convencido y sabemos que no somos una isla, que lo que yo que haga o deje de hacer le afecta a mi entorno. Que no podemos seguir viviendo en estas atroces desigualdades económicas. Que no podemos seguir maltratando a nuestro planeta de la forma que lo hemos venido haciendo.

Hace unos días salió una noticia de que se había vuelto a ver un jaguar en la Riviera Maya. De hecho, parece haber entrado en un hotel en Tulúm que se encuentra vacío. También había venido a desovar una tortuga laúd cuyo caparazón mide dos metros y que difícilmente aparece. En Venecia se ha limpiado el agua. Hay mucha menos contaminación. Y me pregunto, ¿estamos oyendo el mensaje que nos está llegando? ¿Nos estamos dando cuenta de que tenemos que encontrar, porque la hay, una forma mucho más amorosa de convivir con la naturaleza?



Así mismo espero estar encontrando más solidaridad entre nosotros. Saber que no hay de otra, que nos tenemos que ayudar y proteger los unos a los otros. Que hay que tender la mano a quien está más necesitado. Que en situaciones tan drásticas como estamos experimentando ahora lo mejor de nosotros puede y debe salir a flote. Estamos aprendiendo a apreciar, aún más de lo que lo hemos hecho hasta hoy, el calor del hogar. Ese abrazo de los nuestros. Apreciar al vecino que también tiene las mismas incógnitas y preocupaciones.

Quisiera tener la respuesta a todo esto que planteo. No la tengo. Lo que espero es que de esto tenemos que salir más humanos, más comprometidos, buscar una vida más simple. Pensar más en nosotros y menos en “yo”.



Compartir

Sobre el autor

Mundo Nuestro