Imprimir esta página

Equilibrio/Gerardo Sánchez Yanes El Yuca, comunicador Destacado

Compartir

Voces en los días del coronavirus

Gerardo Sánchez Yanes, comunicador, conductor de noticias en radio



Tiempo extraño, tiempo oscuro con momentos muy luminosos, tiempo de heroísmo y de egoísmo a la par, tiempo de muchos datos y de muy poca información, tiempo de incertidumbre, tiempo inédito.

No estaba preparado para lo que llegó. Se sentía y se veía lejos muy lejos. Aun cuando sabía que era inevitable que llegara, algún tipo de defensa emocional lo hacía sentir lejano, ajeno. Mi parte racional sabía de la inminencia, de lo inexorable.

El miedo es un pésimo consejero y en mi actividad actual, con un micrófono público y la responsabilidad que conlleva, tengo que ser muy sereno, prudente y creativo.

Me doy cuenta de que muchos ya estamos saturados de la información de la pandemia y sus consecuencias económicas y de salud.

¿Cómo lograr darle a la audiencia información práctica, sustentada y de una forma amable?



¿Le sirve de algo a mis escuchas saber cuántos contagios, cuántos muertos o cuántos negocios han cerrado?

¿Cómo hago para poner un granito de arena en medio de esta crisis?

Estoy convencido de que hay mucho más luz que oscuridad en este proceso. ¿Cómo lo trasmito?, ¿cómo lo investigo?, ¿cómo lo cuento?



Tengo claro que esta crisis sólo la podemos afrontar con cierto éxito de manera solidaria, unidos, hombro con hombro, pensando y actuando más allá de nosotros. *Buscando la forma de ayudar al otro, siempre habrá alguien que lo necesite más que tú.

Constantemente me pregunto, ¿qué debemos aprender de este tiempo? Y después de muchas respuestas que aparecen en mi mente me quedo con una palabra: equilibrio.

Equilibrio entre la distribución de la riqueza. Nunca, desde mi punto de vista, ha sido más clara la desigualdad. Hay quienes podemos recluirnos sin mayor daño, hay muchos más para quienes hacerlo es un asunto de vida o muerte.

Equilibrio con la naturaleza, con nuestra madre Tierra. Somos los humanos el peor virus que ha conocido nuestro tiempo.

Equilibrio entre mis intereses personales y saber que vivo en una comunidad, que soy parte de un todo, un engranaje más.

Equilibrio entre ese ser desbocado que trata de vivir la vida a toda velocidad y el regreso a la esencia de lo básico, de los amores profundos, de la convivencia cercana, de lo que nos hace humanos.

Mi gran duda es si como humanidad tenemos la disposición y la capacidad de aprender la lección.

Compartir

Sobre el autor

Mundo Nuestro