“Que todos los virus sean virus de boda, que todas las bodas sean virus de miel”/Humberto Moreno Narváez, actor Destacado

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Voces en los días del coronavirus

Humberto Jorge Moreno Narváez, actor



Salimos de la ducha, de nuevo me enamoro de tu reflejo en el espejo mirándome, sonriendo. Suenan las noticias que escuchamos con morbo y risas. Queremos andar por las calles de nuestra ciudad, pero dicen que “por nuestro bien”, está prohibido. Escucho mi voz coquetearte, con ese sonido que sale de la garganta del hombre cuando le habla a su mujer estando ambos así, en pura piel, a menos que sean de aquellos sitios donde uno se moja vestido de etiqueta. Dice el conductor, con una voz que suena a vendetta, a treinta monedas: Que no podemos caminar por la calle codo a codo, que sólo los muertos talentosos como los “Benedittinos” pueden hacerlo. Que podemos contagiarnos de algo, ha de ser de humanidad. Que estamos en peligro grita, creyendo ser la voz de todos. Que podemos extinguirnos, morirnos, dice, como si nunca fuera a suceder. Que no debemos abrazarnos ni acercarnos, vaya, casi que ni mirarnos. La cara del conductor al hablar de esto se asemeja a una piñata a punto de arrojar sus caramelos de forma involuntaria, aguantando contento los palos que le dan los niños en la cara. No tiene colación, ya venía llena desde antes de las posadas. ¿Será que le pagan por decir mentiras?, ¿será que le pegan por no decir la verdad? Tú y yo mientras, ya no alcanzamos la calle, nos quedamos golpeando la puerta de nuestra casa desde dentro, golpe a golpe, beso a beso. No es que no podamos salir, no es que no queramos, es que ya otra vez nos desnudamos…

Gracias a los poetas hoy mis “musas” por la inspiración: Antonio Machado, Mario Benedetti y Joaquín Sabina

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