¿Qué exigir desde el movimiento de mujeres? Destacado

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Vida y milagros

(Ilustración de Estelí Meza, tomada de Revista Nexos)



Cuando se emprende un movimiento es fundamental saber qué se espera lograr de él. En los comunicados que promueven el paro del 9 de marzo se plantea y busca antes que nada dar más visibilidad al problema de violencia creciente hacia las mujeres en México. ¿Qué más esperar y qué debemos exigir? Existen muchas organizaciones nacionales y locales que se han dedicado a trabajar a favor de la erradicación de la violencia y han divulgado buenas agendas derivadas de su trabajo. La ONU ha retomado y sintetizado las experiencias exitosas de muchos países en un apartado especial en el que explican de manera muy puntual cómo construir una agenda nacional para combatir la violencia de género. Michelle Bachelett, Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, ha planteado 16 puntos centrados en tres pilares de actuación. Creo que lo que ahí se plantea es lo mínimo que tendríamos que exigir a las autoridades: prevención, protección y provisión de fondos. A eso debe sumarse el largo aliento que solo puede dar la sociedad a causas que requieren de paciencia.

Es indispensable la agenda. En un año he escrito dos veces sobre niñas que fueron asesinadas por gente cercana a ellas. Un patrón que se repite. Hemos visto en los medios otros casos parecidos. En algún momento, alguno de los servicios de atención del estado mexicano fue alertado acerca de lo que estaba sucediendo. En todos, la gente cercana a las víctimas o a los victimarios también supo del riesgo. En ninguno sonaron las alarmas con suficiente fuerza como para evitar la terrible desgracia de estas niñas. Nadie supo actuar bien. Lo mismo pasó con los casos de mujeres que fueron asesinadas recientemente por sus parejas, como Ingrid o Abril. Ni las personas cercanas a ellas ni las instituciones del estado reaccionaron de manera asertiva, aunque las víctimas o sus familiares habían estado antes en contacto con el DIF o con algún ministerio público. Por eso me parece fundamental que el movimiento del 9 de marzo pueda apoyarse en la agenda de la ONU para exigir acciones muy concretas no solo a las autoridades, sino al movimiento mismo, porque los puntos neurálgicos que han fallado en México necesitan de un esfuerzo a largo plazo.

¿Qué agenda plantea ONU Mujeres?



-Reunir en un plan conjunto de acciones a tres actores: gobierno, organizaciones de la sociedad civil y medios de comunicación.



-Fortalecer el presupuesto destinado a combatir la impunidad de los delitos contra mujeres vía una eficaz impartición de justicia, garantizando su accesibilidad y facilitándola por medio de servicios jurídicos especializados.

-La ONU plantea la importancia de que existan suficientes albergues y refugios para mujeres o familias en situación de violencia. Justamente esta parte se redujo y debilitó en México al retirar del presupuesto federal los apoyos para los refugios que ya existían, frenando también la promoción y la creación de nuevos albergues. La política pública que apoya la ONU es precisamente el apoyo a instituciones que se dediquen a dar este servicio y también otros, como el de las estancias infantiles enfocadas a personas que no tienen red de apoyo familiar. En síntesis, un presupuesto sensible e institucional a los asuntos de género.

-Brindar formación especial en temas de combate a la violencia a todas las personas que trabajan en servicios esenciales tales como policías, abogados, jueces, personal de salud y maestros. Todos tienen que aprender a aplicar y verificar protocolos mínimos de atención a posibles víctimas, poniendo particular énfasis en capacitar a maestros y personal de salud. Habrá víctimas que jamás piensen en ir a un ministerio público, pero casi todas estarán en contacto con una escuela o con un centro de salud.

-Creación de un modelo de comunicación social público, integral y permanente al que se puedan sumar los medios de comunicación. Este plan integral debe servir para proporcionar información útil a la sociedad para poder detectar y denunciar conductas violentas y situaciones de riesgo. Aunado a esto funcionaría una línea de denuncia nacional conectada a centros regionales y locales que pueda prestar servicios de auxilio suficientes y gratuitos a las víctimas de la violencia.

- Las diferentes instancias gubernamentales deben respaldar con presupuesto los tratados internacionales que México tiene signados.

De nada servirá hablar, prometer o tener buenas intenciones si éstas no están plasmadas en una agenda sólida y un presupuesto adecuado para implementarla. Países con economías mucho menores a la nuestra ya han implementado y logrado agendas que cubren los puntos mínimos que plantea ONU Mujeres. No hay justificación para no exigir y trabajar a favor de una agenda con los pilares mínimos que plantea Bachelet.

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Sobre el autor

Verónica Mastretta

Verónica Mastretta. Ambientalista, escritora. Encabeza desde 1986 la asociación civil Puebla Verde y promueve con la OSC Dale la Cara al Atoyac la regeneración de la Cuenca Alta del Río Atoyac en Puebla y Tlaxcala.