Enfrentar la violencia desde la voz de las mujeres/Primera parte Destacado

Compartir

Mundo Nuestro . Publicado originalmente en nuestra revista en marzo de 2014, presentamos este conjunto de voces de mujeres de todos los sectores sociales de nuestro país. Dijimos entonceas: Van esta voces frente el hecho rotundo del asesinato de una mujer joven, Karla López Albert, a quien sus asesinos fueron a arrojar a un paraje yermo en el oriente de la ciudad de México. Una más entre miles y miles de muertes violentas de mujeres que, una por una, devastan todo ánimo por construir un mejor país."

Son voces que responden a preguntas directas al corazón de la catástrofe mexicana: ¿Qué violencia es esta? ¿Tú cómo la has sufrido? ¿Por qué se comportan así los hombres? ¿Es posible explicarla? ¿Qué pasa con este sistema judicial que lo permite? ¿Qué se puede hacer desde la acción civil?¿Cuál es la respuesta de las mujeres?

Su lectura impone un subrayado ineludible: la quiebra del sistema judicial mexicano. Su fracaso como mecanismo del Estado para frenar la violencia. La quiebra profunda de la sociedad mexicana.

Pero también ofrece un aliento lúcido: el de que es posible transformar nuestra realidad. Y que la acción inicia con la defensa que las mujeres hacen de sí mismas al decir ya basta, al defender su libertad, al demandar justicia.



(Las entrevistas fueron realizadas por el equipo del Taller de Periodismo Narrativo Mundo Nuestro, todos ellos estudiantes de Literatura en la Facultad de Letras de la BUAP: Alejandro Ramírez Rojo, Andrea Catzalco, Ednilma Durana Filizola, Inés del Río, Margarita de los Santos, Paulina Mastretta Yanes y Victoria Sandoval.)

La ilustración de portadilla es del Colectivo Visual Thinking.



Ilustración de Lety Mundo

“En el pueblo nos enseñan: debes cargar tu cruz”

María, 37 años, ama de casa, casada



Para empezar, considero que hay una gran diferencia entre México y Puebla, o al menos en mi localidad. En la ciudad de Puebla las cosas cambian, ya son más abiertos en cuanto a sus costumbres y creencias, y lo mismo pasa en México, las de ciudad ya no se dejan, es decir, sí hay maltrato, pero no como se ve en los pueblos. Desde pequeñas nos enseñan que debes “cargar la cruz” que te tocó, no puedes cambiar las cosas y si alguna vez tu marido te pega o te insulta, no tienes de otra más que aparentar que no pasó nada. Siempre es así. No cuentas con el apoyo de tu familia… Una vez escuché que le dijeron a una señora “esa es la cruz que escogiste, ahora aguántate.”

Por aquí hay muchos casos de violencia. Un caso fue muy sonado, un señor casi mata a la señora sólo porque no llegó temprano de donde fue. Se supone que la señora fue a dar de alta a sus hijos al “seguro popular”, lo habían anunciado tanto que se animó a ir y le avisó a su esposo, pero su suegra le metió en la cabeza a su hijo que quién sabe a dónde pudo haber ido porque ya se había tardado. Cuando llegó la señora a su casa, su esposo ya la estaba esperando y le pegó. La ambulancia vino por ella y finalmente ella no quiso levantar cargo en su contra y mucho menos se atrevió a dejarlo.



Personalmente, como mujer, pienso que de algún modo siempre lo sufrimos, desde nuestros padres porque cuando nacemos, si somos niñas, hay cierto desprecio por parte de ellos, aunque no siempre es así. En cuanto a mi esposo, como pareja, no siento que sufra maltrato o violencia, pero porque desde que éramos novios hablamos siempre sobre eso, sobre las costumbres y sobre cómo era vivir en el pueblo. Creo que como él vivió un tiempo en el centro, se dio cuenta que el maltrato a las mujeres estaba mal. En su familia tampoco hubo maltrato. Su mamá les inculcó que debían respetarse a las mujeres, y como él fue el único hombre…

Yo no entiendo por qué se están dando casos muy feos últimamente, y mucho menos en las ciudades, donde se supone que ya hay más libertad, más apoyo, más información, no sé. En realidad, puede que venga desde cómo fueron educadas en sus casas, los valores y sobre todo el darse a respetar como mujer y entender que para vivir no se necesita la compañía de un hombre, y menos si te maltrata, incluso si sólo fuesen insultos.

El maltrato a las mujeres siempre ha existido y si queremos responder qué es lo que lo origina, pienso que en parte la sociedad, las costumbres, la religión e incluso nosotras mismas porque no denunciamos, preferimos callarnos, porque nos da pena… No sé, simplemente nos dejamos.

Supongo que si algún día mi esposo me maltratara, para empezar, no lo permitiría, bastante tuve con mi madre. Mi papá insultaba mucho a mi mamá y sólo la veíamos llorar y a mí me daba mucho coraje. Le decíamos que nos saliéramos de la casa pero nunca quiso.

A mis hijas y a mi hijo, les he inculcado el respeto, más a mi hijo porque es hombre, y si algún día me enterara que maltrató a una mujer, me dolería mucho porque es lo que más he tratado de enseñarles, el respeto. Su papá también lo hace, y si no vive maltrato en a casa, no tiene por qué hacerlo con su futura familia y mucho menos con su esposa porque no lo ha vivido en casa.

En cuanto al gobierno y sus leyes para defender los derechos de las mujeres, no sé qué pensar, recientemente vi en las noticias que con el nuevo presiente se cerraron algunas instituciones que apoyaban a las mujeres maltratadas. Creo que hay poca información, ni se diga en los pueblos. Por eso hay que apoyarnos, mucho más entre mujeres para darnos valor de salir adelante. Además de exigir justicia porque cada vez empeoran los casos de violencia.

“Supuestamente ya existen leyes”

Anónima, 29 años, Contador Público, soltera.

Es un problema social que en lugar de ir en disminución, por la educación que tenemos y la información que ya existe, parece que va en aumento. Por otro lado creo que no importa el estado o país en que se vive simplemente, en cierta medida se llega a caer en el machismo sin respetar clases sociales y edades, pues la violencia, incluso se ve desde el noviazgo.

Siempre se ve la violencia entre las mujeres, ya sea en una amiga, prima, compañera de trabajo o incluso en casa. Por ejemplo, conozco a una compañera de trabajo que su mamá los abandonó cuando ella apenas tenía ocho años de edad. Finalmente termina criándolas, a ella y a sus hermanas, una tía que cuando ella tenía veinte años muere de cáncer y, entre la soledad que sentía acepta vivir con su pareja y tienen una hija. Cuando se va a vivir con él, lo conoce en realidad, pues le gustaba tomar y un día llegó tan tomado que la golpeó, sólo porque sí. Tiempo después lo volvió a hacer justificándose por los celos que tenía al ver que en su trabajo trataba con ingenieros y arquitectos. Esta vez llegó al grado de cerrarle un ojo; la golpeó de tal forma que en su trabajo la llevaron a levantar una denuncia y decidió dejarlo por el bien de su hija.

Creo que influye el “machismo” y la sociedad porque si eres criado en un ambiente donde el hombre es el que manda y el que puede hacer lo que quiera con su esposa, madre o incluso hija sólo por ser mujer, seguramente se hará un hombre machista dentro de una sociedad que lo permitió partiendo de su casa y la educación que recibió.

Si yo sufriera maltrato por parte de mi pareja, pensándolo fríamente, diría que lo dejaría, pero la verdad es que en realidad no sabría qué hacer porque la sociedad me ha enseñado que si te casas es para siempre, lo vemos con nuestros padres, que tardan los años casados, pero muchas veces a base de maltratos.

Para empezar a evitar estos tipos de crímenes, lo principal es no formar a hijos machistas ni a hijas que se dejen ser maltratadas, al contrario, enseñarle los valores suficientes para que dejen de ocurrir este tipo de muertes que al parecer cada día son más comunes. Por otro lado están las autoridades que en mi opinión son muy malas, a pesar de que supuestamente ya existen leyes que nos protegen como mujeres pero en realidad o no las conocemos o no son lo suficientemente eficientes para ayudarnos.

Como sociedad, debemos apoyarnos, exigir mejores leyes, mejor educación, y sobre todo, apoyarnos entre mujeres para salir adelante. No permitir que la sociedad nos mal ayude a tomar decisiones incorrectas.

“En fin, ese día llegó tarde mi papá de la cantina…”

Anónimo, 48 años, ama de casa, casada

Desde pequeña he visto y vivido la violencia.

Tenía dos años ocho meses cuando murió mi mamá y fue precisamente por una mala caída provocada por el machismo de mi padre. Había acabado de tener a mi hermano Raúl y no fue nada fácil, la partera le dejó parte de la placenta y desde entonces le quedó un sangrado. Difícilmente podía caminar y como a mi papá le gustaba tomar e irse a la cantina llegaba tarde.

Dicen que ese día estaba lloviendo, fue uno de esos tiempos en que hasta se ve triste el día por la lluvia interminable. En fin, llegó tarde mi papá de la cantina y, tomado e influenciado por la mala experiencia que vivió con su pareja anterior, tocó tantas veces y tan fuerte que a mi mamá le daban ansias, pero como no podía caminar rápido, tardó un poco en abrir. Cuando iba abriendo la puerta mi papá la empujó y se calló de sentón además de gritarle de lo peor y preguntándole que qué estaba haciendo pero nunca le creyó, era muy desconfiado y pensó que estaba con alguien más.

Tiempo después, le dio cáncer y murió. Mi hermano tenía nueve meses de nacido. Fue muy triste porque mi papá, de cierta forma y gracias a sus maltratos, mi mamá murió.

Las costumbres de aquél entonces eran muy cerradas y era mal visto que una mujer dejara a su esposo. La tachaban de loca o de fácil. Pero ahí desde pequeñas era así; vivían la violencia desde que eran niñas, pues veían cómo maltrataban a sus madres y luego ellas lo volvían con sus esposos. Incluso eran diferentes las labores en el hogar de un hijo y una hija. La niña tenía que ayudar en la cocina y hacer el quehacer de toda la casa mientras que los niños no, a ellos casi se les atendían como a los padres.

Tiempo después mi papá se volvió a casar pero los maltratos seguían. Pobre de mi mamá, era muy agresivo, más cuando tomaba, se ponía como loco y nos daba mucho miedo. A ella la maltrató igual o peor que a mi mamá biológica por muchos años más. Mis hermanos y yo la apoyábamos, le decíamos que lo dejara pero nunca quiso, le daba miedo “el qué dirán”. Decía que así la habían educado.

Esa fue la peor manera de conocer el maltrato, en carne propia. Ya cuando decidí tener a mi familia, procuré no enseñarle a mis hijas el maltrato, les enseñé que no se deben dejar y mucho más, a valorarse. Les pongo de ejemplo la experiencia de su abuela para que ellas no lo permitan porque es muy triste ver cómo una mujer es maltratada no sólo a golpes, sino a insultos que además de deprimirlas, las denigran.

Creo que la educación en casa es la base principal para evitar la violencia. Ahí, en la familia, aprendes todo y sobre todo los valores. Hoy en día se siguen viendo casos como estos y pienso que la sociedad juega un papel muy importante.

Si nos esperamos a que el gobierno y su justicia hagan algo al respecto o mejor aún, soluciones el problema, nunca van a cambiar las cosas. No creo en la mitad de la ayuda que ofrecen...

“Una multa al agresor, y luego la represalia contra la esposa”

Lorena, 23 años, ama de casa y secretaria, casada.

Antes se daba más la violencia y con el tiempo pienso ha ido disminuyendo o al menos así debería de ser porque como mujer, hemos adquirido más derechos y más leyes que nos protegen. No creo que exista diferencia entre lugares, en cuanto a la violencia. Sin embargo, depende de la educación recibida en el entorno familiar, es decir la cultura y la sociedad siempre han influido en el crecimiento o disminución de la violencia entre las mujeres.

No me ha tocado vivir un caso cercano, pero si me he enterado de algunos. Por ejemplo me contaron de un señor le pegaba a su esposa, y a pesar de que sus hijos ya eran adolescentes, no le ayudaban, ya lo veían como algo normal y ante todos aparentaban ser una familia unida. Cuando le pegaba a su esposa, ella dejaba de asistir a reuniones por lo mismo que querían guardar las apariencias, porque como sociedad, aún está mal visto en algunas partes.

Si aún se ven casos de violencia es por la educación que han recibido, esa que dice que la mujer debe ser sumisa y los hombres tienen más derechos sólo porque llevan dinero a la casa, el trabajo de la mujer es estar en su casa.

No creo que el maltrato se resuma en la palabra “machismo”, va más allá de eso, tiene que ver mucho el entorno en que fuiste educada, sea hombre o mujer. Es decir, siempre se va a relacionar este problema social con la familia, o incluso en la escuela en donde fuiste educada.

Si a mí me llegara a ocurrir esto, no sabría qué hacer pero seguramente lo dejaría, porque siento que tengo el apoyo de mi familia, además de que es muy importante contar con alguien, porque en otros casos, no tienen de otra más que seguirse aguantando, lo he visto, se sienten solas y piensan que sólo por eso deben aguantar una vida así, de golpes e insultos.

Pienso que para evitar este tipo de violencia debemos poner un alto desde que exista un manazo, un pellizco, un empujón o un insulto porque desde ese momento ya estamos sufriendo violencia por simple que parezca y si nosotras desde ahí lo vemos como algo normal, la violencia aumenta y puede llegar al grado de la muerte.

También depende de las autoridades, porque ellos te exhortan a denunciar pero cuando ya lo detuvieron a la persona que te agredió con una multa puede salir y toma represarías más fuertes y lo que provoca es miedo o temor en las mujeres.

“Fue muy útil contarle a mi familia lo que me estaba pasando”

Anónima, 25 años, estudiante, soltera

La violencia siempre ha existido en la sociedad, antes se pensaba que se daba en localidades de mentalidad cerrado pero lo cierto es que no importa ni el nivel económico, ni la edad, ni el nivel educativo ni el grupo social al que perteneces; la violencia en las mujeres se da y se ve en todas partes de igual manera.

Yo sufrí violencia en un noviazgo. Era adolescente y era mi primer novio. Como toda chava enamorada, le creía todo lo que me decía. No sufrí violencia física, más bien era psicológica. Siempre me hacía sentir mal pero en ese entonces yo no lo creí así, al contrario, pensaba que lo decía porque me quería. Los comentarios que me hacía al principio los veía como broma, pero conforme avanzaba el tiempo fueron más agresivos que llegaron a bajarme un chorro la autoestima. Una vez me quiso dejar y yo lloraba mucho y le rogaba que no, me volví dependiente de él, decía que no podía vivir sin él a pesar de que mis amigas e incluso mi mamá me decía que me estaba haciendo daño. Tenía como una venda en los ojos, no creía los comentarios que me hacían mis amigas de que incluso me engañaba con otras chavas, hasta peleaba con ellas. Fue horrible cuando me empecé a dar cuenta de que me estaba haciendo daño. Me di cuenta un día que fui a comer a su casa, su papá maltrataba a su mamá con los comentarios que hacía, su mamá muy apenada me dijo que no hiciera caso a los comentarios de su esposo. Me enojé y después me di cuenta de que en un futuro podía ser yo una mujer como la mamá de mi novio. Cuando lo traté de dejar, me insultaba peor y me acuerdo que no se cansaba de decirme lo inútil y fea que estaba y que por ende, nunca tendría otra pareja y mucho menos saldría adelante. Ahora lo cuento pero si me costó mucho trabajo superarlo.

En mi casa no viví violencia, sin embargo creo que fue la edad en la que la sufrí lo que influyó para que lo permitiera. Supongo que la sociedad y, en mi caso, la educación que recibió mi pareja de aquél entonces, influyó mucho, porque lo aprendió de su papá. Dicen que los niños aprenden patrones, lo que vivimos en nuestras casas se refleja en nuestra personalidad.

Para evitar este tipo de violencia, en primer lugar creo que debemos querernos; si nos queremos no permitiríamos que nos lastimen. En segundo lugar, en mi caso, fue muy útil contarle a mi familia lo que me estaba pasando. Y para evitarlo en un futuro, educar de la mejor manera a nuestros hijos.

En cuanto al sistema de justicia que existe en nuestro país, pienso que no es el mejor, porque para empezar el servicio que brindan para levantar una denuncia es muy malo. No dan ganas de regresar, son muy prepotentes.

Como sociedad, sólo nos queda apoyarnos y pedir mejores leyes. Por otro lado, se puede evitar de muchas maneras, incluso en la escuela, implementando un tipo de clase que nos informe además de orientarnos.

Composición de Lety Mundo

“Apoyar a las víctimas desde la sociedad civil”

Comerciante, 24 años, vive en unión libre, México, D.F.

Yo creía que la violencia contra las mujeres era algo del pasado, que eso ya no se daba y mucho menos ahora que la mujer tiene más roles activos dentro de la sociedad. Sin embargo, creo que ha mutado y la violencia no ha desaparecido, sino que ha tomado nuevos pretextos para hacerse presente, por ejemplo: que el hombre se sienta intimidado por el éxito de una mujer. Me da mucha tristeza cómo no ha desaparecido.

No conocía el caso de asesinato qué ocurrió en Puebla, pero he escuchado muchos otros, son tantos los casos que quizá es un poco difícil mantenerse al tanto. Este tipo de situaciones me parecen dolorosas, ya que parece que incluso hoy en día sigue pareciendo terrible que una mujer tome sus propias decisiones, decisiones que no deberían de terminar en una tragedia, ya no se diga la muerte, incluso los golpes. Por mi lado, no he conocido un caso cercano de violencia y tampoco la he sufrido.

Evidentemente seguimos siendo un país retrasado en educación y por lo tanto valores, seguimos rodeados de ejemplos a seguir que no son los mejores. Lo que más me preocupa es la falta de autonomía femenina para denunciar este tipo de casos antes de que den pie a una tragedia desde el primer momento.

No hay que culpar a la mujer o al hombre pues creo que ambas partes están casi igual de involucradas, por el lado del hombre, una baja autoestima que "recupera" con la humillación hacia otra persona y por otro lado otra persona con igual una muy baja autoestima que no respeta su persona y no se cree capaz de prohibir esos abusos.

Creo que no solamente es machismo, sino una baja autoestima, no creo que se sienta superior, al contrario, se siente tan inferior o acomplejado que debe recurrir a abusos para sentir poder. No estoy segura si sea el sistema social, ya que se pueden ver este tipo de casos en todas las clases sociales, quizá sea un tema más de educación.

Sonará gracioso pero mi mamá siempre nos enseñó que "a una mujer no se le pega ni con el pétalo de una rosa”. Hay que saber respetarse a uno mismo e identificar el momento de decir "no"... No solo con golpes, sino también con maltrato psicológico y verbal. Yo simplemente me alejaría ante los primeros signos de maltrato.

Primero hay que tener confianza en uno mismo, platicar con las personas más cercanas que tengas, no es algo que se deba ocultar, y sobre todo, acudir a las autoridades. Aunque también hay que inculcar valores a nuestros hijos, sean del sexo que sean.

El sistema judicial es otra cosa que me preocupa, ya que también he encontrado muchos casos en dónde se hacen los reportes y no se le dan seguimiento. Creo que también las autoridades deben de poner cierto tipo de códigos o procedimientos para este tipo de violencia

La sociedad civil debe apoyar a las víctimas de estos abusos, escucharlas y no ser indiferentes, no apoyar la violencia ni justificarla.

Es muy importante hablar sobre la violencia contra las mujeres, muchas veces se mantiene cómo un tabú y por lo mismo las personas afectadas se sienten intimidadas al hablar de esto. Hay que tomar diferentes puntos de vista y sobre todo saber cómo actuar en esos casos, y creo que una buena forma de conseguirlo en hablando sobre el tema

Programadora analista, 50 años, casada, Puebla.

Hay que parar la violencia contra las mujeres en México y en Puebla, y las mujeres deben de denunciar para que todo se lleve a cabo. No he sufrido ningún caso de violencia y no conozco alguno cercano.

Hay que educar a las mujeres para que no se dejen maltratar. La mala educación es lo que provoca la violencia pues los hijos al ver que sus padres golpean a su madre, repiten los mismos patrones.

Para cambiar hay que educar a las mujeres para que denuncien y a los hombres para que respeten a las mujeres como iguales. La educación es la que provoca esta situación hacia las mujeres por parte de los hombres.

Si se diera esta clase de situación de violencia con mi pareja me divorciaría y después lo denunciaría. Las jóvenes que quieren abortar o han sufrido violencia tienen que acercarse a sus familiares y platicarles la situación que está viviendo, no dejar que te obliguen a hacer algo que tú no quieres.

Es una realidad que todo lo referente a justicia no es bueno acá, sólo es buena para quien tiene dinero y poder pero aunque se tarde mucho es importante denunciar estos casos para hacer evidente de que tú estás denunciando y no te están haciendo caso de que estás sufriendo una violencia. Como sociedad lo que tenemos que hacer es unirnos, denunciar la corrupción o porqué están pasando todo ese tipo de situaciones.

“El padre golpea, los hijos golpean”

Profesora de inglés, 26 años, soltera, Puebla.

Es muy común la violencia contra las mujeres en México y en Puebla, se puede encontrar en cualquier lugar inclusive en la escuela, el trabajo, el noviazgo, e incluso también en el matrimonio donde normalmente te dicen: “Es tu responsabilidad, no la mía”.

Yo no estoy a favor del aborto, pues atenta contra la vida pero es decisión de cada quien tiene que asumir su responsabilidad, en el caso de la señora que mataron por el aborto no tenía que haber sido así, igual un castigo sí pero no matarla.

He conocido casos de violencia cercanos pero no la he sufrido. Estos casos están sucediendo porque no se dan los valores necesarios en casa y por eso el machismo todavía existe, además que desde casa todavía se crean situaciones donde la mamá dice “Eso es para tus hermanas, no para ti”.

Si se diera una situación de violencia con mi pareja, hablaría primero con él, y en dado caso ir a hablar con quien sea pertinente como es la autoridad

Para impedir estos crímenes yo promovería los valores y la equidad y mejorar el sistema judicial pues es muy malo, porque ya casi tienes que estar muerta para poder hacer algo y eso no tendría que ser así. sino investigarlo desde antes.

La sociedad civil más que señalar, debe ayudar a las personas que están pasando por estas situaciones y denunciarlas.

“Primero va la violencia verbal y emocional”

Artista plástica, 23 años, soltera, Puebla.


En realidad no sé mucho sobre la violencia de las mujeres en Puebla y México y no tengo una opinión muy clara, pero obviamente no está bien pero en realidad no tengo muchos datos de violencia.

Sé que hay violencia verbal y psicológica, y yo he estado mucho en contacto con el verbal y el psicológico. Y no solo de hombres a mujeres, también de mujeres a hombres. Violencia incluso emocional, y se presenta en chantajes y críticas que podrían parecer muy inofensivas pero que en realidad son muy directas. Hasta el sarcasmo es un tipo de violencia, aunque digan que no lo es, está como escondido pero ahí está.

No podría dar un caso de violencia que no manches esté cabrón pero yo creo que emocional en todos lados, en todas las familias, abuelos, hijos, nietos, primos, tíos, el mundo está lleno de violencia. Tanto que estamos acostumbrados a ella y ya ni siquiera la vemos.

Yo como artista, cuando necesito algún trabajo de carpintería o de herrería, voy al taller y a veces por el hecho de ser mujer como que no te pelan, te dan el avión, te cobran de más, no te explican, te discriminan, como que este trabajo no es para ti, no sé qué haces aquí, fuchi, pero nada muy violento, sólo te hacen menos.

La historia de la violencia contra las mujeres en México es muy larga, pero yo veo que son las mamás las que les enseñan a los niños y a las niñas que somos diferentes, que tenemos capacidades diferentes, que los niños tienen que hacer unas cosas y que las niñas otras, que las niñas no sirven para algunas cosas, que los niños no sirven para otras. Entonces yo creo que viene desde ahí, desde el núcleo familiar donde se hace la diferencia.

El tema del machismo es un tema muy complicado, pues se usa mucho cuando el hombre discrimina a la mujer pero precisamente como inicia desde el núcleo familiar, es cosa también de las mujeres, son las mismas mujeres las que se ponen en un situación diferente o incluso inferior y es ahí donde está el problema, que no son ellos los hombres. Bueno, a lo mejor sí nos han designado a las mujeres como seres inferiores mucho, pero somos también nosotras las que hemos permitido que continúe.

Si yo estuviese en una situación de violencia con mi pareja, lo dejaría y ya después depende de a qué grado haya llegado la situación habría que ver si se le acusa de algo.

Para impedir estos crímenes, es fundamental la educación, la educación en la escuela y en el núcleo familiar.

No estoy muy familiarizada con el sistema judicial en el país pero por lo que sé no funciona muy bien pues cada quién hace lo que quiere. Es más como la ley del a selva, cada quién tiene que hacer lo que tiene que hacer para sobrevivir pues este tema de la violencia contra la mujer es un tema pero no es el único. ¿Cuántos presos inocentes hay y cuantos culpables están en la calle? ¿O qué nivel de justicia se está aplicando a cada quién? Es un tema mucho más grande, que va más allá.

Para cambiar esta situación de violencia se debe empezar a hacer conciencia de lo que pasa con nosotros, con nuestra pareja, con nuestros hijos, con el núcleo familiar. Empezar a hacer conciencia de nosotros en el mundo, en la familia, en la escuela y de ahí para afuera, tiene que empezar el cambio desde dentro.

Están cambiando muchas cosas, cada vez más rápido pero todavía hay una gran discriminación, de hecho es algo que he estado pensando apenas, pues a mí siempre me pareció que los hombres y las mujeres teníamos los mismos derechos, pero con el tiempo he ido leyendo y me he dado cuenta de que realmente esta igualdad relativa se ha logrado en los últimos años y no es una igualdad verdadera pues sigue habiendo muchas distinciones, pero yo creo que poco a poco, trabajando todos se puede lograr una igualdad.

Viene de la familia, nuestros papás les pegaban a nuestras mamás”

Ama de casa, trabajadora doméstica, casada, 35 años.

Es mala la violencia contra las mujeres, no hay que dejarse y hay que denunciar porqué ya tenemos más apoyo para la mujer. Yo no he sufrido casos de violencia pero si me han platicado que les pega su marido, más que nada les pegan y no les dan su gasto.

Esta violencia viene de la familia, pues nuestros papas les pegaban a nuestras mamás y los hijos siguen ese caminito y en realidad así es, los hijos hacen lo que hacen los padres. Además, se dan casos de violencia de mujeres a hombres pues se dice “Si tú me pegas, yo también te puedo pegar.”

También se da por otros factores como la desesperación en el trabajo, o que no hay trabajo, pues una como mujer le pide el gasto al marido y él no tiene trabajo o están pagando muy poco.

El machismo es cuando se quieren creer muy hombres, diciendo que él manda. En caso de que una situación de violencia se diera con mi pareja, yo lo abandonaría y lo denunciaría.

Para evitar que se siga propagando esta violencia, hay que platicarlo, no llegar al grado de que ni él me pegue ni que yo le pegue, y platicar para tenernos confianza y dar un buen ejemplo a nuestros hijos para que ellos no lo puedan repetir.

El sistema judicial en nuestro país están muy mal, pues ni nos hacen caso, les hablas y pues ya pasaron las cosas, y ya hasta se fueron los criminales y el policía apenas llega, que luego no llegan y para evitar la violencia la colonia ya se junta con un silbato, y se hace justicia por la propia mano.


“El problema es por falta de educación”

Nombre María Teresa Méndez Juárez, 45 años, computóloga, casada.

La violencia contra las mujeres en México y en Puebla es un gran problema que lejos de erradicarse, se acentúa cada día más al grado de incrementarse los feminicidios. Desafortunadamente, conozco de estos casos.

Esto está pasando en México por la falta de educación, principalmente, y el origen de estos conflictos son la falta de educación y la pasividad en los medios de comunicación, la falta de oportunidades y que los organismos gubernamentales no hagan su trabajo.

Lo que provoca esta realidad de violencia, a parte del machismo, es la falta de autoestima en las mujeres.

Yo no lo toleraría si se me diera esa situación con mi pareja.

Para impedir estos crímenes se requieren programas educativos y de regularización en los medios para que difundan los derechos en la igualdad de género. Si bien no se puede impedir que vean o dependan tanto de la Tv, en las telenovelas, en los programas de espectáculos, etc., pueden informar y servir como medios para concientizar.

El sistema de justicia en nuestro país es retrograda y la respuesta como sociedad civil es: educación.

“El machismo de los hombres y la pasividad de las mujeres”

Anónima.

La violencia contra las mujeres en México y en Puebla es un gran problema al que nos enfrentamos las mujeres, creo que la liberación femenina desató más fuerte este problema, pues el machismo del mexicano se vio afectado al ver que las mujeres podemos hacer o desempeñar los mismos trabajos

Esto está pasando esto en México por el machismo del mexicano y por la pasividad de las mujeres que lo padecen.

Estos conflictos se originan la igualdad de géneros.

Yo no permitiría, que se diera esa situación con mi pareja, pues a la primera agresión se pone un alto.

Para impedir estos crímenes es necesario concientizar a la sociedad que denuncie el problema. El sistema de justicia en nuestro país es deficiente y la respuesta como sociedad civil debe incluir apoyo sicológico y moral a las víctimas

“El sistema judicial es nefasto”

Elena Catzalco León, 46 años, licenciada en Lenguas Extranjeras, casada.

La violencia contra las mujeres en México y en Puebla debe penalizarse, hace algún tiempo la sufrí. Esto pasa en México por miedos o cobardía y estos conflictos originan inseguridad e impotencia. Los hombres son personas inseguras que quieren sentirse superiores, pero que son finalmente acomplejados. Si se me diera esa situación con mi pareja, lo denunciaría.

Para impedir estos crímenes, es necesario exigir los derechos al respeto y a la seguridad, pero el sistema judicial es nefasto, pues los servidores públicos hacen muy engorrosos los trámites para las denuncias. El sistema de justicia en nuestro país es nefasto, pues no se toman con seriedad su papel y hacen tediosos los trámites.

La respuesta como sociedad civil debe exigir nuestros derechos y presionar a las autoridades.

“El sistema sigue protegiendo a los hombres”

Giselle A. Blanco, 21 años, psicóloga, unión libre.

Creo que como sociedad mexicana hemos hecho progresos en cuanto a los derechos de las mujeres, pero es una lástima que la violencia hacia las mujeres se nos haga de lo más común, ya que como mujeres la mayoría en México somos educadas para buscarla y tolerarla, lo que implica que poco a poco esto en Puebla se ha generalizado tolerando estos feminicidios, por lo que debemos reorganizarnos como sociedad poblana y dejarnos de planteamientos religiosos que resultan hipócritas y que fomentan aquí en puebla aún más violencia.

Conozco de un caso cercano, mi prima hace dos semanas murió asesinada a manos de su ex pareja.

Esto está pasando esto en México porque los hombres están sintiendo que pierden "el poder" puesto que ya existe más información y cambios feministas que los dejan desprotegidos en su ámbito evolutivo del macho dominante.

Creo que todo influye para provocar esta realidad de violencia: la falta de cubrimiento a las necesidades básicas así como la neurosis masiva que vivimos por la razón de "vivir". Como mujer feminista valoro a los hombres por su naturaleza humana y su posibilidad de cambiar de así desearlo, pero de igual forma creo que estos miedos de perder virilidad o poder los convierten en seres impulsivos poco razonables que hasta cierto punto algunas mujeres con su tolerancia hacia esto siguen fomentando la existencia del machismo. Yo creo que es un problema de las dos partes por la falta de información sobre el machismo, feminismo o hembrismo, cosas que se deben explicar a las nuevas generaciones.

Si se diera esa situación con mi pareja, yo valoraría mi ser completo y lo dejaría, si lo puedo ayudar lo ayudaría a reeducarse si él lo permite y desea, si no, me retiraría con la fuerza de mí misma.

Para impedir estos crímenes se necesita reeducar desde la familia y las madres que no sigan creando mujeres tolerantes a esta violencia ni hijos provocadores de la misma.

El sistema de justicia en nuestro país es un sistema que no sirve, que sólo fomenta mayor violencia, que deja al descubierto esta naturaleza evolutiva que en estos días no es funcional. Y nos obliga a defendernos por nuestra propia mano generando así un ciclo social inadecuado o inapropiado que no termina. En resumidas cuentas, es un sistema que sigue protegiendo al hombre y no a todos los seres humanos como tanto lo divulgan.

¿Cuál debe ser la respuesta como sociedad civil? No descuidar nuestro auto descubrimiento ni a nuestras familias, dejar de pensar que el dinero y los bienes nos van a hacer felices. Simplemente yo creo que debemos reeducarnos para hacer nuevas generaciones productivas y felices que convivan dentro del amor y la paz y no dentro de la guerra, y el deseo siempre persistente de no sentir ese gran hueco en nuestro espíritu. Asistir a terapia.

Compartir

Sobre el autor

Sergio Mastretta

Periodista con 39 años de experiencia en prensa escrita y radio, director de Mundo Nuestro...