Poder y Política

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Tony Gali el Predicador de la arena (política) de Puebla



No es cualquier año el que arranca hoy. 1917-2017, el centenario de todas las revoluciones mundiales consumidas, de todas las constituciones mexicanas abolidas. Allá los rusos con su Estado momificado mirándose en el espejo Trump y las resurrecciones ultranacionalistas. Acá nosotros hacia una pantomima más del Estado celebratorio de nuestro desastre armado a fuerza de legisladores sometidos al tlatoani de turno.

Pero hay un 2017 más inmediato: el que se juega con las interrogantes al nuevo iluminado que por dos años gobernará a los poblanos.

No conozco a Tony Gali. De hecho, me negó la entrevista en el proceso electoral del 2016 --que sí nos dieron a Rodolfo Ruiz y a mí los otros cuatro candidatos--, así que ignoro de viva voz si en la cabeza tiene un proyecto racional y democrático para el estado. Por observar el grupo del que viene, me reservo mi derecho ciudadano a la duda. Porque es un hecho que la élite gobernante poblana se renueva consigo misma. Tony Gali ha sido un destacado elemento en el grupo que con Moreno Valle llegó al poder en el 2010. Con su propio tono predicador, sí, muy en su modo del evangelista de los brazos extendidos al cielo azul desde una plataforma azul entre papelitos azul plata expulsados por cañones de viento en el estadio de béisbol pintado de azul. Al gobernante que viene no lo asustan las masas plañideras, y los sudores sociales ajenos intrusos discordantes no lo llevan a implorar el gel antibacterial. Ahí está, a la espera de la estafeta de nuestro más ingrato bien que es la estructura social que llamamos gobierno estatal, la más privada de las casas en Puebla. Ha sido dos años presidente municipal y dos secretario con Moreno Valle. Lo vi asumir como propia la persecución contra la 28 de Octubre impulsada desde la secretaría de Gobernación estatal; no lo escuché defender a los pueblos auxiliares contra la embestida de la ley que las exterminó desde el congreso estatal; tampoco se le vio una postura crítica al mecanismo principal de financiación de las obras morenovallistas (los PPS) endosadas a la nada fantasmal empresa del político financiero Pedro Aspe. Nada de eso hizo. Y en buena medida por ello es el renuevo de Moreno Valle.

Pero todavía soportaremos el enero de despedida del último de nuestros sátrapas. El día 15 de seguro veremos un espectáculo digno de nuestros más exquisitos ejercicios de dispendio y desgracia autocultivada desde la trastornada personalidad en el poder. Ya no serán las reliquias acartonadas en las graderías infantiles del estadio del CENHCH, pero tal vez sí los ensueños brasilianos de un ciudad AUDI que mira como su propio y deslumbrante templo de la luz del mundo que es él. Su legado.



Ya lo veremos. Pero ahora, no más calificativos y sí los interrogantes extremos al iluminado que espera turno, porque no es un año sencillo el que viene para Puebla. Nos enteraremos pronto del derrotero que aguarde a los procesos más críticos de nuestra vida colectiva según las decisiones que tome el nuevo gobernante por el que votó el 18 por ciento de los ciudadanos que en junio del 2016 estaban en capacidad de votar:

Cuál es el verdadero alcance de la deuda pública que hereda Moreno Valle a Tony Gali y en qué medida se ha comprometido el futuro nuestro con proyectos impuestos y sin consenso como el CIS, la Estrella, el MIB, el segundo Piso y la propia plataforma de AUDI que la trasnacional exigió como punto de partida para ubicar su planta en Puebla.

Cuáles serán las repercusiones que el trumpismo traerá sobre las exportaciones de AUDI y la recomposición de las ventas de Volkswagen en el mercado norteamericano con el modelo Tiguan, ambos procesos determinantes del comportamiento de la economía local.



Cuál la resolución de la guerra por los ductos petroleros entre los cárteles huachicoleros y el ejército mexicano en el marco de una realidad explosiva en más treinta localidades rurales a todo lo largo de la autopista que cruza el centro del estado, con un muy importante número de personas que han encontrado en el robo de combustible una salida real a su precariedad económica.

Y cuál será el reacomodo de las fuerzas políticas entre lo que llamaremos prianismo morenovallista y los caciques marines y Melquiades, en dinámicas que simplemente reproducirán las disputas de las camarillas locales por el control de los presupuestos municipales sin el menor atisbo de proyecto regional.

Y cuál será la ruta que siga la renovación de poderes en la universidad pública --si será tersa y pragmática o sobrevendrá un revanchismo tardío--, y si se decidirá la institución por una verdadera regionalización que la convierta en la más importante instrumento de reversión del rezago social del estado.

Y qué esperar del éxito de la movilización civil ambientalista en pro del rescate de la cuenca del Atoyac: ¿se traducirá en decisiones políticas del nuevo gobierno –de hecho, la única y tangible acción estratégica que puede realizar en sus dos años mínimos--?

Y qué de la alianza de instituciones de educación superior –el llamado consorcio universitario, hasta hoy con la lamentable ausencia de la universidad pública— imaginada como instrumento de la sociedad civil para la contención del poder autárquico que gobierna Puebla.

Y si de milagros habláramos –porque esto por si mismo es absurdo--, esperar que se aplique la vieja regla del péndulo y el nuevo gobierno se dedique a cerrar las heridas abiertas por el despotismo morenovallista –con los presos políticos sometidos a procesos judiciales ignominiosos--, y de paso se reconstruya una relación de poderes republicana, como la que nunca hemos tenido en Puebla.

No es un año sencillo. Declaradamente turbio en el ánimo público. Y para Puebla, todavía en manos de iluminados.

En Santa María Suchixtlán en la Mixteca Alta oaxaqueña se trabaja a contracorriente de un liderazgo mexicano global. México ya es el segundo país del mundo donde la población deja su territorio para vivir y trabajar en otra nación, sólo abajo de la India, y ambos países encabezan esa fuga del miedo y la escasez que es la otra cara de la globalización. En el amplio cuerpo geográfico mexicano se multiplicaron las zonas del miedo rurales y urbanas y que contaminan por igual a manos laboriosas que a mentes educadas. Las zonas de miedo: un cáncer que erosiona desde muchos frentes a los hábitats de la gente común. Violencia, vacíos de trabajo y apoyos a los productores, fracturas de la convivencia y los tejidos sociales.

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La huida parecía un destino implacable y erizado de riesgos pero con algún margen de éxito hasta antes que llegara Trump. ¿Que se hará con estas poblaciones que el actual orden expulsa si México se convierte en una gigantesca trampa sin salida? Como ocurre en muchas otras comunidades, pueblos y barrios del país, en Santa María Suchixtlán, comunidad del municipio de San Andrés Xinastla en la Mixteca Alta, se trabaja desde hace años para evadir ese destino. Combinan como en muchos otros casos sus recursos históricos con los nuevos saberes y herramientas. Emplean a fondo sus usos y costumbres y se alían con especialistas en ecodesarrollo, en historia y en restauración. Ya son el primer geoparque que reconoce la Unesco en México, reservorios geológicos, arqueológicos y de paisaje, y se proponen rescatar uno de sus más fuertes símbolos de identidad y pertenencia, una iglesia y una capilla con sus cuatro óleos sobre tela y 22 esculturas datadas del siglo XVII.



A contracorriente del vendaval que obliga a migrar, muchos pelean por arraigarse, y en ello juega un papel importante el rescate de los patrimonios culturales que recuperan los símbolos de identidad con sus territorios. Con ello entre otras cosas se vacunan contra la metástasis que por varios frentes desarma a esos arraigos. Son las múltiples luchas y resistencias que atraviesan pueblos, regiones, organizaciones populares e instituciones. Pequeñas y grandes gestas que restablecen la posibilidad humana de vivir dignamente en común, y que combinan el rescate de lo que hay con rasgos de los mundos que se podrán vivir en el futuro inmediato. En esos esfuerzos pequeños y cotidianos se abren paso sin embargo grandes cosas, por ejemplo, hacer posible y deseable la lucha por restablecer a los territorios como espacios para la vida a lo largo y a lo ancho de esta nación vasta.

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Pero al revés de lo que ocurre en Santa María Suchixtlán, el gobierno federal no supera el pasmo, una atmósfera de incertidumbre y pasividad avanza, cuando debería acompañar los esfuerzos populares y rehacer el tejido social y productivo de la nación en esta situación de grave riesgo. Por ejemplo, a la muy noble institución federal encargada de esos patrimonios culturales la tienen sin cabeza directiva desde el 15 de agosto a la fecha. Ya casi cuatro meses. Y también va para un mes de silencio ante una carta contundente de los 30 investigadores y profesores eméritos del INAH enviada el 15 de noviembre donde señalaban precisamente la urgencia de designar a la brevedad a su Director General con el perfil y la experiencia que lo valide y legitime como defensor del patrimonio de la nación plural y diversa que somos. Es lo mismo que defienden sus sindicatos de trabajadores que integran a las especialidades dedicadas a tan importante labor para preservar identidades y valores de cohesión. Y se tiene ahora una carta fuerte para cubrir ese puesto directivo, la del antropólogo Diego Prieto que se ha distinguido por dar consistencia a la tarea primordial de la institución creada por el Presidente Cárdenas el 31 de diciembre de 1939: su compromiso hacia el cuidado de los patrimonios. El INAH tiene la estructura territorial descentralizada y las atribuciones legales para coadyuvar con las muy diversas poblaciones en ese su esfuerzo por vacunarse contra la incertidumbre, el miedo y la desesperanza y resembrarse para el bienestar de las familias y de la nación misma. ¿Que se espera?

Mundo Nuestro. Los tiempos llaman a tomar decisiones. Lo han hecho los rectores del Consorcio Universitario Puebla (IBERO PUEBLA, UPAEP, UDLA, TEC DE MONTERREY, ANAHUAC, MADERO) y han rechazado la decisión de los diputados del Congreso en Puebla de iniciar un procedimiento administrativo en contra del ex alcalde Eduardo Rivera.

Los tiempos llaman a plantar en las conciencias el rechazo a las posturas dictatoriales que el régimen de Rafael Moreno Valle realiza de manera impune a través de los poderes legislativo y judicial. Lo que le sucede hoy a Eduardo Rivera le ha ocurrido a un gran número de personas que se han plantado contra la arbitrariedad de las decisiones que afectan profundamente a los ciudadanos: pasó en Canoa, la Resurrección y Chalchihuapan con los presidentes auxiliares que se opusieron a la desaparición de la figura de Pueblo en la constitución estatal; la padecieron los Xicale en Cholula; la padece todavía Simitrio en el penal de San Miguel. Apenas hace unas semanas la sufrió el ex secretario marinista Castillo Montemayor con acusaciones que se tardaron seis años en convertirse en orden de aprensión. ¿De qué se trata esto que vivimos en Puebla? ¿Por qué los gobernadores se comportan como sátrapas a la Maximino? ¿Los diputados piensan que los ciudadanos estamos ciegos? ¿Qué democracia de caricatura es esta?

La decisión de los rectores nos fortalece a todos.

Y nos obliga a respaldarlos a ellos.



Reproducimos el desplegado firmado de manera personal por los rectores de las universidades:

Textos de Günter Petrak en Mundo Nuestro:

Historia del virrey trastornado, de cómo se vio envuelto en tenebrosos avatares y cómo se desenvolvió…

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CUERPOS/Eros desarmado

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Del cacique de Loreto, su trenecito y el parque...

Abordo el asunto del tren turístico de Moreno Valle, las obras del parque “de las siete culturas” y ahora el “Parque Soria” en Cholula, pues hay quien aún no entiende lo que está en juego; creen que las obras “se ven bonitas” y se han comprado la idea de que el turismo siempre trae beneficios económicas.



De entrada debemos entender que la “cultura” distingue a las comunidades, les permite “construirse” una vida en común, con sus lazos y sus formas de producción, pero también con sus tradiciones, usos, costumbres y creencias. Eso las dota de identidad y las arraiga en un territorio. Cuando ese espacio que habitan se transforma por la voluntad de un sátrapa como el actual gobernador de Puebla (quien por lo demás sólo busca “lucirse” para cumplir su obsesión de ser presidente y de paso lucrar económicamente con las obras que ordena construir), su identidad se ve amenazada. Y eso es particularmente grave en Cholula, el pueblo habitado más antiguo de toda América, donde los espacios (el territorio) han adquirido un carácter simbólico (sagrado).

Los argumentos (falacias) vertidos por los promotores del modelo son básicamente los siguientes: “la globalización nos obliga a estar al día con el desarrollo del mundo”, “no podemos ir en contra de la modernidad”, “el turismo traerá una derrama económica importante para el municipio”… Sí, pero, ¿quiénes son ellos para decidir qué es “progreso”?, ¿quién garantiza que la derrama económica es para todo el pueblo y no para unos cuántos vivales políticos y capitalistas?; de hecho, en la práctica, al ser más lucrativa la venta de bienes y servicios a los turistas, los comerciantes comienzan a utilizar el dólar como medida de cambio y van excluyendo cada vez más a los locales; a su vez, los productores locales (digamos, los artesanos) comienzan a producir lo que el nuevo mercado demanda (algo así como ha sucedido en Huaquechula con las ofrendas, cada vez más ostentosas y grotescas – una vez vi una con peluches de Disney y botellas de cocacola--), los espacios comerciales se encarecen y gradualmente se apropian de ellos gente que viene de fuera…



El modelo neoliberal de “desarrollo” se caracteriza por colocar el capital por encima de cualquier otro valor humano y lo que está pasando en Cholula es una muestra de ello. El “diseño” del parque “de las siete culturas”, y ahora el Soria; la expropiación de tierras de labor (cultivo de flores) y del hospital psiquiátrico para convertirlo en hotel-museo; la “puntada” de abrir la ruta de un tren turístico desde la ciudad de Puebla (en lugar de una ruta económica de servicio regular), todas esas acciones se han hecho desde un escritorio con fines de lucro, político y económico, y se han impuesto por las malas mediante la amenaza, la represión, el encarcelamiento de activistas y las órdenes de aprehensión a los habitantes que ejercieron su derecho a la protesta pacífica y a la libertad de expresarse, esa que Moreno Valle dice que le están conculcando al impedirle abusar de su puesto para promoverse como candidato a la Presidencia.

Pero lo peor es que al hacerlo así dañan la identidad cultural de un pueblo originario, pues toda intervención en un espacio público lleva implícita la re significación de aquel espacio, como bien lo saben los semiólogos y los antropólogos. No es de extrañar por eso que la gente que tuvo acceso a la presentación pública del proyecto de parque (después de haberlo exigido reiteradamente) en el ayuntamiento de San Andrés Cholula, en 2014, haya respondido con profunda molestia, según podemos constatarlo en el documental “Luz bajo la tierra. La destrucción de Cholula”, de Juan Manuel Ramírez (https://www.youtube.com/watch?v=HpgAXnH7mCY).

Por eso también resulta ridículo el lema del ayuntamiento de San Andrés: “Modernidad con identidad”. ¿Cuál modernidad y cuál identidad?, ¿la impuesta por políticos codiciosos y corruptos? Al ver lo que están haciendo en los terrenos expropiados (“comprados”, dice el arrastrado de Leoncio Paisano, presidente municipal) no puedo menos que sentir indignación: ¿dónde está la "identidad" cholulteca en los miles de metros cuadrados de cemento que han impuesto y en los pocos jardines estandarizados que a poco de terminarlos se llenan de maleza?

La lucha en Cholula, en la que participo desde hace más de dos años, es para preservar valores humanos más importantes que el capital: la identidad cultural, el espíritu de comunidad y el patrimonio tangible (arqueológico) y no tangible (tradiciones, religiosas, usos y costumbres) que no pueden y no deben convertirse en mercancía.

Frente al cerrito de Los remedios y la pirámide “hechiza”, junto a donde pasaba la vía del tren hace algunas décadas, hay una placa de cemento que dice: La remodelación de la Plaza Soria se da en beneficio de los turistas y residentes de San Pedro Cholula. Junio 2010. Seis años después, por capricho del gobernador, el parque Soria está siendo re-remodelado.

Como en todas las obras de Moreno Valle, caracterizadas por un inaudito derroche de dinero y nula transparencia, ni los residentes (ni los turistas) conocen los detalles del proyecto ni los supuestos beneficios que darán tantas toneladas de cemento vertidas sobre patrimonio cultural.

¿Qué vendrá ahora? No soy adivino, pero lo que avizoro quedará escrito para revisarlo en unos meses:

En enero, el Señor de los Cerros, cacique de Loreto y, tal vez, su compadre y socio Peña Nieto vendrán a Cholula en su trenecito de juguete, los acompañará un séquito de lamesuelas, incluidos periodistas vendidos y directivos del INAH cómplices, el servil alcalde de San Andrés, Leoncio Paisano y el oportunista alcalde de San Pedro, José Juan Espinosa.

Con la soberbia que lo caracteriza, RMV se llenará la boca mostrando al mundo cómo él solito transformó a Puebla, quizá hablará de los millones que “se invirtieron” en tan magna obra que quedará para la posteridad. Seguramente omitirá hablar de los perseguidos y encarcelados, de la represión y la violación de los derechos humanos que cometió para lograr (afortunadamente a medias, por la resistencia del pueblo) su visión de Cholula. Si acaso, se atreverá a decir que los que se opusieron fueron unos cuantos y que el tiempo los puso en su lugar. Después partirá, tal vez en su helicóptero Augusta, a planear la transformación de México, desde una nueva oficina en Los Pinos 2018. Mientras tanto, los servicios y bienes en Cholula subirán de precio, pues los comerciantes que enfocarán su atención en los turistas, comenzarán a utilizar el dólar como unidad de medida. Los pequeños comerciantes locales serán desplazados por empresarios con mayor poder económico. Los caciques cholultecas de siempre, con apellidos conocidos, varios de ellos ex funcionarios o políticos de todos los colores verán florecer sus negocios. Tal vez lleguen más franquicias. El alcalde de San Andrés intentará agregar más cemento a los terrenos expropiados, para construir estacionamientos y tal vez hasta ceda a la tentación de seguir colocando casetas para comercios sobre las placas de cemento que ocupan actualmente los terrenos donde hace dos años se cultivaban flores. La mayoría de los cholultecas doblará las manos y se conformará. Yo, y tal vez unos cuantos soñadores más, seguiremos luchando por esta tierra sagrada y en contra de los políticos corruptos y abusivos.

Unas horas después de que se diera a conocer la renuncia de Agustín Carstens al Banco de México, la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (CONASAMI) dio a conocer un incremento del salario mínimo diario (SMD) de 73.04 a 80.04 pesos lo que representa un alza de 9.6%. La relación entre ambos acontecimientos no ha sido comentada pero es muy probable que haya existido. La renuncia se dio el 1º de diciembre, un día muy especial para el Presidente, pues cumplía cuatro años en el poder y la salida del Gobernador iba a estropear, necesariamente, cualquier celebración. Se dice que Carstens había recibido la noticia de su elección a las 7 de la mañana y casi de inmediato habló por teléfono con Peña para comunicarle su decisión de abandonar el Banco, y que él y su Secretario de Hacienda la recibieron con sorpresa. Por su parte, los especuladores reaccionaron pronto: al inicio de la jornada el dólar estaba en 20.59 pesos pero a las 10 y media la cotización había llegado a 20.85, un incremento de 26 centavos en un lapso muy corto.

Mientras tanto, la CONSAMI apenas iba a empezar a sesionar por primera vez en el año para definir el aumento del salario mínimo. Su anunció fue alrededor de las 11 de la mañana. Es probable que Carstens no haya renunciado por el futuro anuncio del alza del salario pero es más probable y creíble que una vez conocido el abandono del gobernador de Banxico, las autoridades del país se hayan sentido menos presionadas para dictar un aumento que rompe con la dinámica de las últimas tres décadas. Tan sólo entre 2009 y 2016 el aumento del SMD había sido de 37.3%, es decir 4.66% anual promedio. Ahora se decidía un aumento del doble. Antes de este anuncio, también un tanto sorpresivo por la rapidez con que se tomó, varios analistas apostaban a que el aumento sería de apenas superior al 3.5%.

La CONSAMI, en efecto, advirtió que el aumento formalmente hablando era de sólo 3.9% pero que además de éste se otorgaría una cantidad adicional llamada “Monto Independiente de Recuperación (MIR), de 4 pesos diarios”. Este artilugio tiene una parte de razón pues si legalmente se hubieras anunciado el 9.6% ello hubiera repercutido en otros indicadores económicos ya que la desindexación del salario mínimo no se ha completado legalmente. Pero también busca evitar que la suma total del aumento se convierta en un referente para los precios generales y sobre todo para un alza generalizada de los salarios en el país.



Sin embargo, los 80.04 pesos diarios (2,401.2 pesos mensuales) quedan todavía por debajo del precio de la canasta básica (alimentaria y no alimentaria) definida por la CONEVAL que en octubre de este año calcularon en $2717.81 para la urbana y 1757.50 para la rural, por persona. Si tomamos en cuenta que la familia del trabajador está compuesta por al menos cuatro miembros, y aun suponiendo que alguien más en la casa aporte ingresos, el SMD debería ser lo doble como lo recomienda la OIT, para ser suficiente para que esa familia no caiga en la pobreza, es decir el salario mínimo diario debería de ser de 181.18 pesos diarios para los trabajadores urbanos y de 117.17 para los trabajadores rurales. Muy lejos estamos de lo que marca la Constitución y los Tratados Internacionales. Todavía el salario decretado por la CONSAMI viola flagrantemente los derechos humanos de los trabajadores tal y como lo señaló la propia CNDH hace unos meses.

Pero desde luego, la decisión de la CONASAMI es correcta en la perspectiva de una recuperación gradual del salario mínimo. Es evidente que se requiere un plan de largo plazo, de varios años, para lograr un salario mínimo digno.

Es posible que el aumento se haya debido, en parte, a que un sector de los empresarios, representado por la COPARMEX, propusiera un alza de 89.40 pesos, pensando quizás en una recuperación del mercado interno. También a la presión de otras voces, sobre todo de un conjunto de académicos y del Jefe de Gobierno dela Ciudad de México, que habían insistido desde hace años un plan de recuperación del SMD.

Pero la verdad, es que hasta ahora no están muy claras las razones por las cuales la CONASAMI decidió romper con sus propios paradigmas. El boletín oficial señala que el aumento del MIR de 4 pesos no se pudo aplicar este año sino que tendrá vigencia a partir del 1º de enero de 2017 debido a “que se presentaron diversos acontecimientos económicos (referéndum en el Reino Unido en el que la mayoría de los británicos voto a favor de abandonar la Unión Europea, expectativas de regularización de la política monetaria en los Estados Unidos de Norteamérica, resultado de las elecciones de presidente en los Estados Unidos de Norteamérica)”. Pero es evidente que estos factores no van a desaparecer en las posadas y que, por el contrario, serán más adversas para el país desde los primeros días de 2017. Tampoco es congruente con los estudios en que ha basado sus decisiones la Comisión. Apenas en junio de este año la CONASAMI había publicado un documento del Banco de México según el cual se demostraba que un incremento del SMD por encima de la inflación tendría “efectos negativos sobre los precios y la economía en general”. Ello, se afirmaba, debido al llamado “efecto faro”, es decir a que el aumento al salario mínimo se utilice como base para elevar los salarios del resto de los trabajadores.

La tesis del Banco de México es cuestionable. Desde nuestro punto de vista y de acuerdo a otros estudios, durante los últimos veinte años del siglo pasado el SMD sirvió como índice para anclar o topar los salarios contractuales. Pero a principios del siglo XXI y hasta 2008, cuando estalló la crisis mundial, los salarios medios aumentaron mientras el mínimo se quedó congelado por razones políticas. Ahora que éste se ha elevado por encima de la inflación, difícilmente impactará a los salarios contractuales debido a la escasa capacidad de negociación de los trabajadores pues estos carecen, en su inmensa mayoría, de sindicatos representativos. También hay que recordar que el salario mínimo lo obtienen principalmente aquellos trabajadores ubicados en los sectores más desprotegidos de la economía: en los micronegocios y en las áreas rurales donde predomina el trabajo informal, ya sea por cuenta propia o al servicio de un patrón, que no cuentan con seguridad social. Se trata de un conjunto que suma 7.8 millones de trabajadores.



En cambio, se ha podido observar que en los últimos años ha aumentado el número de trabajadores que ganan hasta 1 SMD, pues estos representaban en 2013 el 13% y ahora son más del 15%. Además, la estructura salarial se ha seguido comprimiendo hacia abajo, hacia los salarios más bajos: hace tres años el 58.3% del total de las personas ocupadas ganaban hasta 3 SMD, mientras que en el tercer trimestre de 2016 el porcentaje era ya de 62.3%. Ello demuestra que el mercado de trabajo en México está respondiendo sobre todo a un bajo crecimiento y a una destrucción de empleos en los puestos mejor calificados en las ramas económicas más modernas.

De esta manera, además de aumentar gradualmente el SMD, es necesario cambiar la estrategia económica y alentar el mercado interno y la inversión sobre todo en infraestructura para alentar la creación de empleos más productivos y con mejores salarios.

¿Muerto el perro se acabó la rabia? No necesariamente, la salida de Carstens no significa un cambio de política económica, ni siquiera en materia empleo y salarios, pero por lo menos nos libramos de un personaje que en aras de la ortodoxia y la estabilidad se impuso como artículo de fe congelar los salarios mínimos.



Los tiempos que vienen serán sin duda muy turbulentos y difíciles para la economía mexicana. Con un gobierno tan débil y errático, no está aún clara la política que van a seguir para enfrentarla. Pero es muy poco probable que los trabajadores, sobre todo los más pobres, vayan a extrañar a Agustin Carstens.

Twitter: #saulescoba

Vida y milagros

En 2014 se llevó a cabo la última reforma electoral en nuestro país, reforma que dio paso a la creación del INE, que sustituiría con nuevas y más amplias facultades al IFE. Para muchos fue un desatino concentrar y centralizar las atribuciones de la batuta electoral en un solo órgano y un golpe al pacto federal y la autonomía de los estados. Para los que algo o mucho sabían de la forma en que funcionaban los institutos electorales de los estados, era un paso necesario para impedir que los gobernadores en turno controlaran del todo a los órganos locales, a los que suelen tener en un puño con la complicidad de los congresos locales mediante un buen reparto de dinero. Las nuevas modificaciones a las reglas del juego y sus árbitros eran necesarias, pero quizás no fueron las adecuadas ni las mejores, aunque en algunos temas sí se lograron quitar candados absurdos que los partidos habían colocado a su conveniencia, como el de impedir que existieran las candidaturas independientes por fuera de los partidos. Jorge Castañeda fue el gran promotor del combate a este anticonstitucional candado y utilizó, como debe ser, todos los medios legales a su alcance para derogarlo. Lo logró después de 10 años de batallar en tribunales nacionales e internacionales.



Entre algunas de las reformas del 2014 se acotaron los actos anticipados de campaña de manera equívoca y poco clara, pues no tendría nada de malo el que las personas con deseos de buscar un cargo de elección popular se dieran a conocer mediante giras, conferencias o el trabajo bien hecho, pero siempre y cuando el costo de su proyección no recayera sobre el erario o abriera la puerta a la entrada de dinero sucio. Esas reglas de cómo darse a conocer de una manera sana y abierta no quedaron bien establecidas en una ley que ante todo debiera fomentar la equidad en la competencia. Lo que ahora han dado en llamar el piso parejo no existe, ya que muchos se han empeñado en dejarlo abismalmente desigual con diferentes y creativas mañas.

Andrés Manuel encontró una puerta al utilizar los tiempos oficiales regalado a los partidos de una manera discrecional aunque no ilegal, pues ya desde las elecciones del 2015 él apareció en todos los spots correspondientes a MORENA, spots destinados a difundir los postulados de su partido o a quienes estaban compitiendo por un cargo de elección popular, y que él usó sin estar compitiendo y sin tener ningún nombramiento oficial en su partido. Al ser cuestionada la legalidad de sus apariciones como actos anticipados de campaña, tuvo una siguiente idea: volverse presidente de MORENA y desde ahí aparecer en los spots de radio y tele durante todo el año como mensajero de las ideas de su instituto. La verdad es que la ley le dejó el hueco y él supo aprovecharlo. Como el mal ejemplo cunde ahora ya lo siguieron los presidentes del PRI y el PAN, quienes también se anuncian hasta el hartazgo abusando del boquete legal. Hecha la ley, hecha la trampa. Parte de las reglas que se aprobaron es que los medios de comunicación electrónicos deben dar tiempos oficiales gratuitos a los partidos para promover sus agendas políticas. ¿Por qué a los medios electrónicos? Lo ignoro. No se acota a los medios escritos ni a sus portales de internet; tampoco a las revistas del giro que sean. Así que ahí quedó otro hueco, pero ese no es gratuito, cuesta, y mucho, aunque aparentemente los que ahí aparecen salen por sus incontables méritos.



Y hay otro terrible hueco accesible a algunos aspirantes: los tiempos de la "comunicación social”, propaganda disfrazada de tal, con los que cuentan varios de los gobernadores que quieren también ser candidatos a la presidencia de la república. Obviamente esos tiempos cuestan muchísimo dinero y provienen del erario. Un gasto difícil de medir de cientos de millones de pesos. Dos meses antes de que Cesar Duarte, el ex-gobernador de Chihuahua, abandonara el cargo en medio de múltiples acusaciones de desvío de recursos, se dio el lujo de tener una extensa pauta nacional promoviendo sus éxitos. En Puebla estuvimos escuchando anuncios radiofónicos constantes de este próximo pollito en fuga.

Otros aspirantes han ido encontrando su caminito para violar una ley que, si les parece injusta, debieran cambiar utilizando los tribunales o con propuestas de modificación a las leyes secundarias presentándolas ante el congreso. Dar una batalla jurídica tal cual la dio Castañeda por las candidaturas independientes. Pero no, prefieren darle la vuelta a la ley.



Esta semana ha estado ventilándose el caso del gobernador de Puebla, que había encontrado la forma de anunciarse en todo el país mediante espectaculares que promueven las revistas que supuestamente lo entrevistan de manera espontánea y que lo llevan a él en la portada. Tomando en cuenta lo que cuesta una revista versus lo que cuesta un espectacular, es increíble que una revista tenga ese dineral para promocionarse. Como sea, el INE decidió ordenar el retiro de los espectaculares y las entrevistas, incluida la de TV Notas, que promueven la imagen del gobernado por considerarlos actos anticipados de campaña. Y claro que lo son, como lo son los spots oficiales de los otros abusivos. Él ha subido un video en Tweeter en el que acusa al INE de violar su derecho humano a hablar sobre sus cualidades y logros. De verdad que lo que debería estar prohibido, y no en la ley electoral sino en todas las leyes posibles, es que los gobernantes se anuncien a cargo del erario. Todos. Prohibido. Prohibidos sus retratos en las oficinas públicas. Prohibido el culto a la personalidad. La única comunicación social permitida debe ser la que aporte información útil a la ciudadanía, catalogada de manera clara y puntual como tal. ¿Cuánto ha costado la promoción de Moreno Valle, cuánto la de Eruviel, Duarte y muchos senadores y diputados que promueven sus logros pero que claramente están tratando de posicionarse como candidatos a la presidencia ante la embestida legaloide de los miles de anuncios de AMLO, Anaya y Ochoa? Todos los que se sienten con posibilidades y tienen un cargo público inventan informes de actividades y se anuncian en donde pueden para presumir su trabajo, un trabajo que es su obligación y por el que cobran generosamente.

En materia del marco legal de campañas electorales y los difícilmente catalogables actos anticipados de campaña, urge hacer ajustes e insertar claridad donde hay confusión y enormes boquetes para hacer trampas. Dentro del marco actual, al final todos los perdedores se van a llamar a robados y al ganador lo llamarán tramposo. Sería obligación de todos los partidos hacer esas reformas. Aún hay tiempo de un ajuste legal antes de que las luchas de lodo acaben contaminando aún más la poca credibilidad de las contiendas electorales. Pero señoras y señores que tienen poder, acuérdense que el que se lleva se aguanta y que entre todos los aspirantes le están dando, a su manera, la vuelta a la ley. Si tan injustas les parecen las actuales regulaciones, pónganse a trabajar con sus equipos para modificarlas, no para violentarlas. Si algo no existe hoy en México es piso parejo en una contienda electoral, pero no pidan lo que no han estados dispuestos a conceder a sus contrincantes.

Día con día

Los “50 Lineamientos para un Proyecto Alternativo de Nación”, de López Obrador son las primeras propuestas explícitas de un aspirante presidencial con partido para las elecciones de 2018.



Hay también el proyecto de un aspirante independiente, el del libro de Jorge Castañeda: Sólo así.

El resto del camino hacia el 2018 es por lo pronto un forcejeo político donde abundan los golpes y brillan por su ausencia los proyectos.



Hay que celebrar el documento de AMLO porque traza desde ahora lo que sería su gobierno si, como todas las encuestas sugieren que puede suceder, gana en 2018.

He leído con cuidado los “50 lineamientos”. Creo que tienen tres dimensiones: una promesa de futuro, dos prioridades políticas y un menú de políticas públicas.



La eficacia del documento es piramidal: quien crea la promesa de futuro creerá las prioridades políticas y el menú de políticas públicas.

No a la inversa: no es un documento convincente por sus propuestas sino por la promesa de tono profético que las envuelve.

López Obrador propone “construir aquí en la tierra, el reino de la justicia y de la fraternidad”. Es la línea final del documento. No es un adorno retórico, sino el fondo emotivo, la apuesta de verosimilitud central de su proyecto.

En ese proyecto hay una tierra prometida, un hombre capaz de conducir hacia ella y una convocatoria llana a creer en ambas cosas.

Digo esto sin asomo de ironía o intención de caricatura. El llamado a creer puede ser la pieza más potente de la propuesta de López Obrador, porque está leyendo algo sencillo y profundo de las emociones que dominan el desencanto mexicano.

Ese algo podría resumirse de la siguiente manera: ahí donde todos dicen ya no creer en nada, debe haber unas ganas enormes de creer en algo.

Esto puede ser verdad si no para todos, al menos para una franja de ciudadanos urgidos de creer. No hace falta que las ganas de creer ganen las emociones de todos los mexicanos. Basta con que un tercio de los votantes se dispongan a creer que la promesa de Amlo vale como una profecía.

Día con día

México lleva camino de incorporarse a lo que parece ya una oleada de cambio mundial, una nueva era nacionalista, globalifóbica, antisistema, antiliberal.



El cambio mexicano se alimenta de los pobres resultados de su democracia, el pobre desempeño de su economía y de la incandescente irritación pública contra una clase política cuya corrupción corre pareja con su insensibilidad a los agravios que siembra.

La revuelta mexicana no tiene los tintes racistas, antimigratorios, de la oleada mundial. Tampoco está montada en sentimientos xenófobos, el ascenso de una derecha religiosa intolerante y activa, o de una izquierda delirante, digamos castrochavista.



Los revulsivos de la oleada mexicana son la corrupción, la impunidad y el hartazgo antisistema: rechazo a los gobiernos, a los partidos, a las instituciones y sus frutos.

No aparece aún la queja del edén perdido, y la promesa de recuperarlo, como en el discurso del Trump sobre la grandeza de Estados Unidos.



Por lo pronto, la tentación mexicana sólo es dar un salto fuera de las reglas del juego, probar una promesa de cambio antisistema. Hasta hoy, esa promesa se oye nada más en la voz de los candidatos independientes y en el campo de Morena, con López Obrador.

La temperatura mexicana repite en esto la mundial. Los independientes quieren poner fin a la partidocracia y López Obrador quiere acabar con la “mafia en el poder”, igual que Trump quiere “drenar el pantano de Washington”.

Hasta ahí, por lo pronto. El maltrato de Trump, podría añadir a la fórmula una veta potente de nacionalismo en millones de mexicanos afectados acá por la afectación de los millones que viven allá.

La invocación de la grandeza perdida y la promesa de su restauración no es todavía una pieza clara de la revuelta mexicana.

Se perfila con toques religiosos en el discurso de López Obrador, quien dice buscar para los mexicanos el “bienestar del alma”, el “bien de la patria y la felicidad del pueblo”, “construir aquí en la tierra, el reino de la justicia y de la fraternidad”.

Ha dicho esto en

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