Miguel Barbosa, a su manera, el sistema sigue

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El domingo 4 de agosto reconstruyo el recuento a flashazos que hice el jueves vía Facebook desde lo que llaman "auditorio metropolitano". Puedo ir ahora a la memoria fotográfica que encuentro en internet --la foto de arriba la tomo de Reto Diario--, y a las frases más precisas del ungido con las mismas herramientas que todos los gobernadores han utilizado desde que los políticos tienen lana para gastar en la eterna reconstrucción del culto a la personalidad. Pero los vistazos del jueves desde mi celular valen igual para marcar la mojonera con la que arranca un nuevo régimen en Puebla. En este viaje vamos todos. La ciudad, el territorio en el que vivimos, nuestro estado. Aquí vamos siempre a contracorriente, siempre a golpe de piedras estructurales en las que se sostiene una sociedad como la nuestra. Las mojoneras del sistema vienen a ser los eventos en los que los nuevos ungidos toman el mando, y desde que me acuerdo, que ya para mis 64 años es siempre, lo toman para sí. Imponen rumbos y gastos sin más ventura crítica que la que encuentran frente al espejo de sus fotografías en las que aparecen en la prensa. Los gobernadores son el destino, es el resumen de esta imagen de la distorsión política en la que vivimos.

Compleja la historia nuestra, un abismo cuyos extremos se tocan: Moreno Valle, que en el maquillaje exquisito cargó el prototipo del prianismo, es el sistema. Barbosa, menos catrín, más priista que morenista, es el sistema.

Vine a la unción del nuevo elegido de un sistema que una vez más prueba su capacidad de reproducción. Barbosa ahora es la palabra que ensarta una urdimbre que ahora veo desplegada en un auditorio --la colmena negra que remodeló para Moreno Valle el inefable Federico Bautista-- con los modos de siempre: gentío que ya lo revienta, mega pantallas que todo lo alumbran al son de videoastas virtuosos en su capacidad de ensamblar lo que imaginan que quiere ver el nuevo tlatoani, y por supuesto el eslogan que refiere el promisorio futuro.



Y yo, como en cada uno de estos eventos de amasijo de burocracia siempre en ascenso, intento responder la pregunta simple, ¿por qué nos repetimos tanto? Y otra: ¿qué hace tanta gente aquí, en pleno día laboral?

Regreso entonces a la imagen de la masa que se deja absorber por ese hoyo negro del poder que la deslumbra, sin la que no se explica su existencia vacía.



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La imagen puede contener: 2 personas, personas sonriendo, interior

El sistema prueba su capacidad de reproducción. La señora presidenta de Morena y Marcelo García Almaguer,el hacedor de la imagen de Rafael Moreno Valle, reconvertido a sí mismo como "diputado independiente". "El chiste se cuenta sólo .......reitero: Tantita dignidad!!!!", escribe en su Face la analista política Ruby Soriano, en cuyo muro he encontrado esta fotografía. Y ahí mismo la frase demoledora del filósofo Juan Carlos Canales Fernández: "¿ Chiste o tragedia ? Si algo no conoce la clase política es la dignidad, ni el pudor, ni los escrúpulos. Tragan mierda no por necesidad sino por gusto."

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Ya se treparon al estrado los diputados. Atrás de mí grillan tres priistas, con los nombres de Armenta, Garmendia y demás, poco entiendo, pero por ai, disonante, el reclamo por la unidad perdida.

Estoy en gayola, con gafete de invitado que me dio Julio Glockner, ese sí una de las dos disonancias en el gabinete de Barbosa --la otra es la de Abelardo Cuéllar--. En el aire una mujer en el altavoz presume la seguridad de esta colmena, y yo alcanzo a medir el metro y medio de cada una de las cuatro únicas puertas que los millonarios arquitectos le dejaron a la masa para escapar de un desastre. Que verguenza la fama de Ramírez Vázquez, y qué ignominia la de su remodelador Bautista.

Aquí ya no cabe nadie. Tampoco los indígenas que afuera esperan para bendecir al tlatoani desde los cuatro puntos cardinales.

No me extraña que Barbosa empiece tarde. Dijeron a la 1, y ya vamos pa la media.

Aquí en gayola pierden los de traje, y eso que abundan. Las mujeres vienen más de fiesta. Todos, eso sí, lucen su gafete café de invitado que llegó tarde y no alcanzó luneta.

Allá abajo, la luneta transpira más nerviosa. En la minipuerta de la izquierda, al pie del foro, la pelotera no deja pasar ni a una hormiga, y el apretuje se corre por el pasillo lateral. ¿Alguien habrá cerrado la puerta de las oficinas que sus enjundiosos ocupantes dejaron vacías para venir al evento? ¿Qué estará pasando ahorita en las alucinantes oficinas del Registro Público?

Ya se aburre la audiencia y el ungido no aparece. En el estrado, los diputados y los secretarios ponen cara de ni me digan, yo soy disciplinado. Y ya todos se preguntan por lo que puede estar haciendo ahora en algún lado Barbosa.

La masa embutacada se calienta con el reflejo de los celulares. Siempre será un alivio para ella la tecnología.

La voz altisonantes se entusiasma. "¡Tercera llamada, comenzamos!"

La vida tal vez no, pero la política sí que es teatro.

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Pa que no digan... Va el video:

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Ya se fueron los soldados. Avanza Barbosa al atril que le han dispuesto. Paso a paso y del brazo de un hombre-bastón. La voz ajada empieza por agradecer a los de su clase política.
"La novela de la coyuntura política de Puebla ya terminó"
Así ha dicho.

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Barbosa ha optado por no leer, y es buena idea.

Igualdad, felicidad, eso dice que busca. Y que se inspira en un gigante, y pulsa la tecla para la masa, "es un honor estar con Obrador", que la replica.
Van sus frases
Todo nuevo, esa es la teoría. "No vamos a fallar". Eficiencia, no vamos a fallar. Igualdad, pues somos el quinto estado más pobre.

Plan de desarrollo Regional para 22 regiones. Para cada una una propuesta específica. Desarrollo planificado. No desarrollo inérgico --palabrita dominguera--. Planes que se miden. Aliado de la propiedad privada. Y vamos a ir por el mundo, a medio mundo, pero no menciona China. Y por ai se sigue: hacer negocios. Y para los locales empresarios: cero corrupción, cero moches. Gana aplausos.

Sobre el poder: contra la tentación de controlarlo todo. Parar esta deformación del poder. Hay que quitarle la opulencia, el derroche, la fatuidad. Hacerlo humano. Nunca más el poder para la persecución, el espionaje, el negocio.

Así entiendo que se desmarca de los Marines y Melquiades, los Bartlett y los Moreno Valle.

Y por ai se sigue. Afirma que reformará la justicia. Que su vocación es parlamentaria. Que se necesitan poderes autónomos. De otro modo no sirven. Fortalecer las instituciones.

Por allá desde gayola le recuerdan el tema del agua. No se engancha. Está metido en todas las reformas que se vienen. Le devolverá el poco poder que tienen las juntas auxiliares.

"Totimehuacan municipio", alguien grita.

Dice que lo registra. Y por ahí la promesa de que de inmediato le devolverá a los municipios de AUDI sus poderes constitucionales.

Y sobre la violencia, que no le temblará la mano. Armamento, tecnologías, etc. Nos vamos a morir en la raya. Vaya imagen.

Todo nuevo, dice, por la cuarta transformación.

Supongo que allá abajo Fernando Manzanilla sonríe.

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Escribe desde su cel Veronica Mastretta un comentario: "Que bueno que se hable del respeto a los poderes autónomos. Forma es fondo." Esa será sin duda la manera inmediata de medir el agua de los elotes que tiene Miguel Barbosa para los organismos que debieran ser autónomos, además de los poderes. El hecho es absoluto: no ha habido en la historia política de Puebla, por decir, la de los últimos cien años, más poder local que el de los gobernadores, quienes sólo se han acotado --o han sido guillotinados-- por el presidente de la república en turno. Y sólo ha sido contenido y derrocado por rebeliones populares que encontraron eco precisamente en los todopoderosos presidentes. Ocurrió con Nava Castillo, con "el doctor y general" Rafael Moreno Valle y junior Gonzalo Bautista. Autonomía de poderes, ha dicho entonces Barbosa. El pez por su boca muere.

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No falta el nunca más. Nunca más una infamia. No más presos políticos encubiertos. Se gana aplausos.

Sigue con los pueblos originarios. Encuentro de dos mundos, mestizaje. “Me declaro hijo de una India y un indio". Preservar, no integrar, dice. Y luego, "integrarlos al desarrollo". Quién entiende. Por lo pronto los indios se quedaron allá afuera, en la explanada con la carpa y las pantallas que cobijará del sol "la entrega del bastón de mando" al gobernador del nunca más.

Creo que sí está leyendo. El atril debe ser una compu de pantalla grande. Letras grandes. Lo vimos antes pasear por el foro del brazo de un hombre-bastón, ya no su mujer que lo sostuvo en cada uno de los actos a los que asistió en la reciente campaña electoral. El interrogante que queda es tan grande como las letras de los documentos que firmará como gobernador.

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El pez por su boca muere. Pienso en ello cuando encuentro este domingo la nota sobre las finanzas públicas. ¿La reconciliación por la vía de la aplicación de la ley alcanzará para las auditorías de las 26 obras licitadas por el gobierno interino entre febrero y julio?

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Ahora el tema de la deuda. No todo es legal. Finanzas asfixiadas. La deuda es de 44 mil millones de pesos. Silencio en el auditorio. Y la amenaza: auditorías inmediatas a los gobiernos anteriores. Reconciliación por la vía de la aplicación de la ley.

Y para eso, equipos de especialistas, de alto nivel.

"Seré el más equilibrado de los poblanos"
"No soy de élites".
"Martes ciudadanos".

Por ahí se sigue.
Ya se escucha cansado. La audiencia también. Parece ahora un fin de responso.
Por suerte, termina.

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Afuera, el pueblo. La carpa, las pantallas y el show que viene, "la entrega del bastón de mando". No estaré para verlo.

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Sobre el autor

Sergio Mastretta

Periodista con 39 años de experiencia en prensa escrita y radio, director de Mundo Nuestro...