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Tres problemas (transgénicos, minería y Pirámide de Cholula) y tres soluciones: Julio Glockner en Foro Morena

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Con este texto el antropólogo Julio Glockner participó el sábado 12 en el foro “Foro En Morena Nuestra Alianza es con l@s Ciudadan@s”.

Quienes hayan leído las Tesis sobre Feuerbach de Carlos Marx, recordarán que la onceava tesis decía que los filósofos no han hecho sino interpretar el mundo, que la verdadera tarea consiste en transformarlo. Yo creo que si Marx viviera en nuestros días, al ver el abismo al que nos está acercando la idea de progreso, diría que la verdadera tarea consiste en conservarlo.



Entre la infinitud de problemas que podría ir enumerando, producto de la corrupción, el racismo, la incompetencia, el desinterés, el autoritarismo y la estupidez, voy mencionar sólo tres, que afectan de distintas maneras no sólo a los pueblos indígenas sino a todos los mexicanos.

1.- El primero tiene que ver con la amenaza, contenida desde hace 4 años, de producir y comercializar maíz transgénico en México. Amenaza encabezada por la compañía Monsanto y respaldada vergonzosamente por dos secretarías de Estado: SEMARNAT y SAGARPA. Según las investigaciones arqueológicas realizadas en la cueva de Cozcatlán, en lo que hoy es la reserva de la biósfera en el estado de Puebla, el maíz se comenzó a cultivar hace aproximadamente siete mil años. El cultivo y la diversificación de esta planta ha sido quizá la aportación más importante de México a la humanidad. Por esta y muchas otras razones, no debemos permitir, de ninguna manera, que un grupo de piratas ambiciosos patenten el genoma de nuestros maíces para hacer el negocio de su vida, presentándose como filántropos preocupados por el hambre en el mundo.

Propongo que organicemos foros en todos los municipios de estado, para informar de los riesgos que este monstruo vegetal implica tanto al medio ambiente con el uso del glifosato, como a la salud humana, a la gastronomía, a la economía y la cultura campesina y a la cultura mexicana en general. Se debe fortalecer la economía campesina, abandonada a su surte desde hace tres décadas y debemos lograr una declaratoria del estado de Puebla como centro de origen del maíz y organizarnos para garantizar que estará libre de transgénicos.

2.- El otro tema viene de la mano con este. Las compañías mineras habían obtenido, hasta el 2015, más de 400 concesiones territoriales que comprenden casi 300 mil hectáreas del estado. Tan sólo en 10 años, del 2000 al 2010, la explotación de oro en México casi duplicó la cantidad de oro extraída en el país los durante 300 años que duró el periodo colonial. De ese tamaño ha sido la política servil del Estado mexicano, obsequiando a las transnacionales mineras los recursos naturales, agotando los mantos freáticos, dejando a los pueblos sin agua, envenenando el subsuelo, destruyendo bosques y montañas con la tecnología extractiva a tajo abierto. Erosionados y contaminados los territorios ya no favorecen la vida silvestre ni la agricultura, quedando para siempre enormes agujeros con residuos tóxicos, que evidentemente impactan en la salud humana al dispersarse los metales pesados en el aire y el agua. Sólo en Iztacamaxtitlán, la compañía canadiense Almaden Minerals pretende disponer de 57 hectáreas para extraer oro y plata, declarando ante la Secretaría de Economía que otorga los permisos, que se trata de un territorio deshabitado. Esta gente debía darse una vuelta por el museo de sitio del pueblo para enterarse de su pasado mesoamericano, y saber siquiera que hasta Hernán Cortés fue hospedado por el cacique local.

Propongo que respaldemos el amplio movimiento social que se lleva a cabo en la sierra norte promoviendo que los cabildos declaren a sus municipios libres de la explotación minera.



3.- El tercer tema es Cholula, digo simplemente que se trata de la ciudad más antigua de América habitada ininterrumpidamente desde hace unos 3 mil años., que hace falta conocer más a fondo esta milenaria urbe que fue una de las más importantes de Mesoamérica, tan importante como Teotihuacán o Chichen Itzá y hoy ocupada, en su zona perimetral en torno a la Gran pirámide, por estacionamientos, juegos infantiles y canchas deportivas gracias a las inauditas ocurrencias de los municipios y el gobierno del estado con el más inaudito aun aval del INAH.

Propongo que se realice un foro en la zona arqueológica misma, con todos los especialistas que han trabajado ahí, para reiniciar la investigación y difundir adecuadamente sus resultados. No debemos permitir que la estulticia y la irresponsabilidad le gane el juego a la inteligencia y el sentido común.



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Sobre el autor

Julio Glockner