Medio Ambiente

Mundo Nuestro. Una de cal, decimos cuando un acontecimiento rompe con la inercia negativa de un asunto cualquiera. Aquí lo aplico a la decisión del gobierno del estado de Puebla por la que expropia el antiguo Vivero de Santa Cruz, cuyo propietario, un señor de apellido Maccise, pretendió durante varios años convertirlo en un desarrollo habitacional más en la desarbolada ciudad de Puebla. Un propietario que quiso burlar la ley al registrar la propiedad en tres municipio (Puebla, Cuautlancingo y San Pedro Cholula), y que con sus maniobras logró incluso que en uno de ellos le otorgaran el cambio de uso de suelo. No lo logró por la obstinada defensa que muchísimas personas hicieron para un crimen más en esta historia de la depredación ambiental que caracteriza a nuestra ciudad. Y el hecho concreto hoy es que la expropiación asegura la sobrevivencia del único predio que reúne las características de parque público en cinco kilómetros a la redonda.

Una noticia buena al fin.

La valoro al contemplar la fotografía de mis padres, Carlos Mastretta y María de los Ángeles Guzmán en 1948, a unas semanas de su casamiento y en un día de campo justo en el predio del que se conocería como el Vivero de Santa Cruz Buenavista.



1948: un día de campo en el Vivero de Santa Cruz.

El decreto emitido por el gobierno del estado fue publicado el pasado 6 de octubre en el tomo 546 número cuatro de la Sección Cuarta del Periódico Oficial del Estado de Puebla. 47 mil 514 metros cuadrados y un valor de 41.2 millones de pesos, consigna el decreto. Y funda la expropiación en la causa de utilidad pública para "la preservación del equilibrio ecológico y la protección al ambiente en los centros de población, así como la creación, recuperación, mantenimiento y defensa del espacio público para uso comunitario y la movilidad"-

Pero la decisión del gobierno debemos contemplarla como resultado de la movilización civil que por años defendió el predio contra su exterminación.

Destacamos aquí dos textos publicados en Mundo Nuestro en el año 2018 que permiten comprender una historia larga de atropellos legales y delitos ambientales.



Vivero de Santa Cruz: la expropiación como alternativa

Vivero de Santa Cruz: la expropiación como alternativa



Tres sellos de clausura encontramos el viernes 5 de octubre en la reja que guarda el predio conocido como "Ex-Vivero de Santa Cruz". Lo clausuró primero el gobierno estatal (la SDRSOT, de Rodrigo Riestra), después el Ayuntamiento de Puebla (la Secretaria de Medio Ambiente, del secretario Gabriel Navarro), y remató, obligado por el ridículo, el gobierno municipal de Cuautlancingo. Tres gobieros, tres clausuras. Una imagen certera para entender el litigio tan largo sobre la única área verde que como parque arbolado serio pueda encontrarse en varios kilómetros a la redonda (el más cercano es el Parque del Arte, a casi cuatro kilómetros de distancia).

Vivero de Santa Cruz: para entender la omisión gubernamental y la rapacidad de un empresario

Vivero de Santa Cruz: para entender la omisión gubernamental  y la rapacidad de un empresario

Pedro Maccise, el empresario que intenta estos días, una vez más, talar el predio sobre la avenida Forjadores para plantar ahí algún desarrollo comercial o habitacional, es un viejo conocido de quienes han impedido que se salga con la suya. Esta vez ha llegado demasiado lejos, al obtener unos permisos de derribo -- a todas luces ilegales-- por parte del ayuntamiento de Cuatlancingo. La acción de las motosierras provocó la movilización inmediata del vecindario y de la opinión pública, lo que provocó finalmente la intervención del gobierno estatal, la SDRSOT de Rodrigo Riestra, que clausuró el predio el sábado por la mañana. El conflicto está vivo, pues la clausura por el gobierno estatal reconoce como jurisdicción del predio al municipio de Cuautlancingo. El problema es entonces para el gobierno municipal de la ciudad de Puebla, cuya Carta Urbana 2016 establece claramente como área verde de su territorio al antiguo vivero. Se espera que esta misma semana se produzca una acción radical de parte del gobierno de Luis Bank, que ha visto esta misma semana cómo se agrede su territorio desde instancias externas (ayuntamiento de Cuautlancingo, para el caso del vivero, y gobierno estatal, para el caso de los sellos de clausura violados en el espectacular de Cúmulo de Virgo y 11 Sur), y es señalado por los defensores de los árboles del vivero como omiso en este conflicto.

Ahí quedó la crónica escrita entonces. Dos años después llegó al fin la de cal.

Revista Sin Permiso. Mike Davis es profesor del Departamento de Pensamiento Creativo en la Universidad de California, Riverside, es miembro del Consejo Editorial de Sin Permiso. Traducidos recientemente al castellano: su libro sobre la amenaza de la gripe aviar (El monstruo llama a nuestra puerta, trad. María Julia Bertomeu, Ediciones El Viejo Topo, Barcelona, 2006), su libro sobre las Ciudades muertas (trad. Dina Khorasane, Marta Malo de Molina, Tatiana de la O y Mónica Cifuentes Zaro, Editorial Traficantes de sueños, Madrid, 2007) y su libro Los holocaustos de la era victoriana tardía (trad. Aitana Guia i Conca e Ivano Stocco, Ed. Universitat de València, Valencia, 2007). Sus libros más recientes son: In Praise of Barbarians: Essays against Empire (Haymarket Books, 2008), Buda's Wagon: A Brief History of the Car Bomb (Verso, 2007; traducción castellana de Jordi Mundó en la editorial El Viejo Topo, Barcelona, 2009) y junto con Justin Akers Chacón, Nadie Es Ilegal, Combatiendo el Racismo y la Violencia del Estado en la Frontera (Chicago, Illinois. Haymarket Books. 2009).

Mike Davis

En Greener Than You Think [Más verde de lo que crees]— una novela de 1947 de Ward Moore, un escritor de ciencia ficción de izquierdas — una científica enloquecida de Los Ángeles, una tal Josephine Francis, recluta a un vendedor sin oficio ni beneficio llamado Albert Weemer, al que se describe como alguien que posee “todos los instintos de una cucaracha”, para que le ayude a promocionar su hallazgo: un compuesto llamado “Metamorfosizador” [“Metamorphosizer”] que acentúa el crecimiento de las hierbas y les permite crecer en suelos áridos y rocosos. Ella sueña con acabar de modo permanente con el hambre en el mundo por medio de una masiva expansión de las variedades de trigo y otros cereales. Weemer, un ignorante en materia de ciencia, sólo piensa en hacer dinero rápido a base de vender el producto puerta a puerta como tratamiento para el césped. Como necesita desesperadamente dinero para continuar su investigación, Francis se aviene de mala gana y Weener parte hacia los amarillentos jardines de césped de fatigados vecindarios de bungalows.

Para su sorpresa, el tratamiento, que altera los genes de la hierba, funciona, sólo que demasiado bien. En el patio de la familia Dinkman, la digitaria [césped salvaje] se convierte en una “Hierba del Diablo” de pesadilla, resistente a la siega y los herbicidas, que comienza a extenderse por toda la ciudad. “Se retorcía y enredaba en una inquietud de pesadilla….cubriéndolo inexorablemente todo en su camino. Una grieta de la calzada desapareció cubierta por ella, un matorral quedó engullido, un pedazo de muro desapareció”. Persiste en devorar las aceras y las casas y acaba por consumir la ciudad: una monstruosa criatura nueva que se arrastra hacia Belén.

Greener Than You Think resulta a la vez hilarante y ligeramente inquietante. Pero sus absurdas premisas se están convirtiendo en sucesos de actualidad gracias al cambio climático: de hecho, la Hierba del Diablo es en realidad bromo, una tribu de hierbas invasoras y casi imposibles de erradicar que llevan nombres adecuadamente desagradables como bromo “ripgut”, césped engañoso” y falso bromo. Originaria del Mediterráneo y de Oriente Medio, algunas especies llevan en California desde la época de la “fiebre del oro”, cuando el sobrepastoreo permitió que el bromo y el pasto de avena europeos substutuyeran agresivamente a las especies autóctonas. Pero ahora el fuego y el crecimiento incontrolado más allá de los barrios residenciales se han convertido en sus metamorfosizadores, a medida que colonizan y degradan los ecosistemas a lo largo del estado.



El desierto del Mojave Oriental constituye un sombrío ejemplo. En la ruta de Los Ángeles a Las Vegas, a veinte minutos de la línea de demarcación del estado, hay una salida desde la I-15 a una vía asfaltada de dos carriles llamada Carretera de la Cima. Es el modesto portal de entrada a uno de los bosques más mágicos de América del Norte: kilómetros sin fin de antiguo bosque virgen de árboles de Josué [yucca brevifolia] que cubren un campo de pequeños volcanes del Pleistoceno conocido como Cima Dome. Los monarcas de este bosque tienen de 14 metros de alto y cientos de años de edad. Se estima que a mediados de agosto 1,3 millones de estas asombrosas yuccas gigantescas perecieron en el incendio del Dome provocado por un rayo.

No es esta la primera vez que se ha quemado el Mojave Oriental. Un megaincendio de 2005 calcinó un millón de acres [404.685,642 hectáreas] de desierto, pero respetó el Dome, corazón del bosque. A lo largo de la última generación, una invasión de bromo rojo ha creado un sotobosque inflamable entre los árboles de Josué y ha transformado el Mojave en una ecología de incendios (el bromo invasor ha desempeñado este papel en la Gran Cuenca [Nevada, Utah, California, Idaho, Oregón y Wyoming] durante décadas).

Las plantas del desierto, a diferencia de los robles y el chaparral californianos, no están adaptadas al fuego, de modo que puede que su recuperación resulte imposible. Debra Hughson, científica jefe de la Reserva Nacional de Mojave [Mojave National Preserve], describió el fuego como acontecimiento de extinción. “Los árboles de Josué son muy inflamables. Se morirán y no se recobrarán”.

Nuestros desiertos en llamas son expresiones regionales de una tendencia global. La vegetación mediterránea ha evolucionado conjuntamente con el fuego; ciertamente, los robles y la mayoría de las plantas requieren de incendios episódicos para reproducirse. Pero los incendios extremos de forma rutinaria en Grecia, España, Australia y California están hoy anulando las adaptaciones del Holoceno y produciendo cambios irreversibles en la biota.

Si bien Australia es un aspirante que se le acerca, California es quien mejor ilustra el círculo vicioso en el que un calor extremo lleva a incendios extremos frecuentes que impiden la regeneración natural, y con la ayuda de las enfermedades de los árboles acelera la conversión de paisajes icónicos en praderas dispersas y laderas montañosas desprovistas de árboles. Y con las plantas autóctonas, por supuesto, desaparece la fauna autóctona.



A comienzos de este siglo, los planificadores de recursos hídricos y las autoridades en materia de incendios locales se centraban primordialmente en la amenaza de sequías de varios años causadas por episodios agudizados de La Niña y bóvedas de altas presiones tercamente persistentes, las cuales podrían atribuirse ambas al calentamiento antropogénico. Sus peores temores se cumplieron con la gran sequía de la última década, la mayor quizás de los últimos 500 años, que se estima que llevó a la muerte de 150 millones de árboles infestados de barrenillo [escarabajo de la corteza], lo que posteriormente proporcionó una masa de leña para las tormentas de fuego de 2017 y 2018.

La gran mortandad de pinos y coníferas se ha visto acompañado por una pandemia de hongos que se extiende exponencialmente, conocida como “muerte súbita del roble” que ha matado a millones de encinas de California y de tanoaks en las sierras costeras de California y Oregón. Puesto que los tanoaks, sobre todo, crecen en bosques mixtos con abetos de Douglas y pinos ponderosa, sus troncos muertos deberían probablemente contabilizarse como el equivalente de millones de barriles de fuel-oil en las actuales tormentas de fuego que asolan las montañas costeras y las laderas de las sierras.

Por añadidura a la sequía corriente, los científicos hablan hoy de un nuevo fenómeno, la “sequía cálida”. Hasta en años con precipitaciones medias propias del siglo XX, el calor extremo del verano, nuestra nueva normalidad, está produciendo déficits masivos de agua por medio de la evaporación en embalses, corrientes y ríos. En el caso del sustento del sur de California, el río Colorado inferior, se ha predicho un asombroso descenso del 20% de su caudal en el curso de unas cuantas décadas, independientemente de si decaen las precipitaciones.



Pero el impacto más demoledor de temperaturas semejantes a las del Valle de la Muerte (hacía 50 grados en el Valle de San Fernando hace unas pocas semanas) es la pérdida de la humedad de plantas y suelo. Un invierno húmedo y una primavera temprana pueden fascinarnos con extravagantes despliegues de plantas en flor, pero también producen cosechas abundantes de hierbas y plantas herbáceas que se cuecen nuestros veranos de horno para convertirse en iniciadoras del fuego cuando vuelven los vientos del diablo.

Los bromos y otras hierbas exóticas anuales son los principales subproductos y facilitadores de este nuevo régimen de incendios. Años de investigación en parcelas experimentales, en las que los científicos queman distintos tipos de vegetación y estudian su comportamiento frente al fuego, ha confirmado su ventaja darwiniana. Arden a una temperatura que es el doble de la cubierta de suelo herbáceo, vaporizando nutrientes del suelo e inhibiendo el retorno de las plantas autóctonas. Los bromos crecen asimismo muy bien con la polución atmosférica y son más eficientes que la mayoría de las plantas en la utilización de niveles más altos de dióxido de carbono, grandes ventajas evolutivas en la actual lucha entre ecosistemas.

Un grupo de investigación del Colegio Forestal de la Universidad Estatal de Oregón [Oregon State’s College of Forestry] que está estudiando las invasiones de hierba en los bosques de la Costa Oeste, un tema hasta ahora desatendido, avisó anteriormente este mismo año de que una vez se asienta el bucle de retroalimentación con el fuego, se convierte en “tormenta perfecta”. Al igual que la Hierba del Diablo de Weemer, los invasores desafían a la voluntad humana. “Actuaciones de gestión tales como como rebajar la espesura y las quemas controladas, concebidas a menudo para paliar las amenazas de incendios incontrolados, pueden exacerbar también la invasión de hierbas y vegetación forestal, con potenciales consecuencias en la escala del paisaje que en buena medida no se advierten suficientemente”. Sólo un constante esfuerzo sostenido por eliminar la biomasa de la hierba—algo que requeriría un gran ejército de de trabajadores forestales a tiempo completo y la plena cooperación de los propietarios de tierras— podría posponer en teoría el apocalipsis de las malas hierbas.

También precisaría de una moratoria a nuevas construcciones, así como la reconstrucción tras los incendios en bosques en peligro. La mayoría de la vivienda nueva de los últimos veinte años en California se ha levantado, rentable pero insensatamente, en zonas de elevado riesgo de incendios. La “exurbanización” [crecimiento urbano más allá de las zonas residenciales], buena parte de ella consistente en la huida de los blancos de la diversidad humana de California, promueve por doquier la contrarrevolución botánica. Pero a los residentes habitualmente la hierba no les deja ver el bosque.

¿Qué deberíamos pensar de lo que está pasando? A finales de los años 40 las ruinas de Berlín se convirtieron en un laboratorio en el que los científicos naturales estudiaron la sucesión de las plantas después de tres años de bombardeos incendiarios. Su expectativa era que la vegetación original de la región —los bosques de robles y sus matorrales— se restablecerían pronto. Para horror suyo resultó que no fue este el caso. Por el contrario, plantas exóticas escapadas, algunas de ellas plantas raras de jardín, se establecieron como nuevas dominadoras.

Los botánicos continuaron sus estudios hasta que se limpiaron las últimas áreas de explosión en los años 80. La persistencia de esta vegetación de zona muerta y el fracaso de las plantas de los bosques de Pomerania a la hora de reasentarse provocaron un debate sobre la ‘Naturaleza II’. La opinión era que el calor extremo de las bombas incendiarias y de las estructuras de ladrillo había creado un nuevo tipo de suelo que invitaba a la colonización por parte de plantas resistentes como el “árbol del cielo” (ailanto) que había evolucionado en las morrenas de las capas de hielo del Pleistocene. Una guerra nuclear en toda regla, advirtieron, podría reproducir esas condiciones a ingente escala (para saber más sobre esto, véase mi libro Dead Cities).

El fuego en el Antropoceno se ha convertido en equivalente físico de la guerra nuclear. Tras los incendios del Sábado Negro en Victoria [Australia] a principios de 2009, los científicos australianos calcularon que la energía que liberaban era igual a la explosión de 1.500 bombas del tamaño de la de Hiroshima. Mayor energía todavía es la que han producido las columnas de humo de los pirocúmulos que durante semanas se han enseñoreado del norte de California. La niebla naranja tóxica que ha envuelto durante semanas la zona de la Bahía de San Francisco es nuestra versión regional del invierno nuclear.

Está surgiendo una naturaleza nueva, profundamente siniestra, de los escombros de los incendios, a expensas de paisajes que antaño considerábamos sagrados. Nuestra imaginación apenas puede abarcar la velocidad o la magnitud de la catástrofe.

Nota: una versión anterior de este estudio afirmaba que los árboles de Joshua perdidos en el incendio del Dome de California tenían mil años de edad. Puede que sea ese el caso, pero los investigadores afirman que “cientos de años” sería más aproximado.

Vida y milagros

La recomendación No.10/2017 y una agenda posible para el agua

El lunes de la semana pasada las autoridades federales del sector ambiental, SEMARNAT y CONAGUA, y de riesgos sanitarios, COFEPRIS, firmaron finalmente un convenio de coordinación con los gobernadores de Puebla y Tlaxcala con el objetivo de empezar a cumplir con la recomendación que la CNDH emitiera el 22 de marzo de 2017 con respecto a las omisiones en el cumplimiento de la normatividad en materia de agua y salud. Dicha recomendación deriva de la queja interpuesta por el Centro Fray Julián Garcés, Derechos Humanos y Desarrollo Local A.C., aliado con un equipo de científicos de la UNAM, que con una tenacidad y rigor admirables documentaron durante diez años los daños a la salud a muchos de los habitantes que viven cerca de las aguas contaminadas de los ríos Atoyac y Zahuapan. Ese mismo mes, en marzo de 2017, 30 ciudadanos coordinados por la organización civil Dala la Cara al Atoyac interpusimos un amparo indirecto contra la misma omisión de las autoridades en todo lo relacionado a la administración del agua en la cuenca del alto Balsas, Atoyac Xochiac. Tres años después el juicio continúa pues es lento el camino que hay que recorrer en México para obtener justicia. En esos tres años hemos tenido que aportar pruebas, peritajes, información, todo útil para comprender las complejidades del problema.



Antes se han firmado otros convenios entre los actores mencionados, uno durante la administración de Mario Marín y otro en 2011, a principios de la administración de Moreno Valle. No se logró mayor cosa que construir obras que no fueron parte de una planeación estratégica y que en muchos casos resultaron imposibles de mantener. En esos años la contaminación de la cuenca ha seguido creciendo a pasos agigantados y peligrosos.

¿Qué veo distinto en la firma de este nuevo acuerdo? Me parece novedoso que se haya planteado una coordinación desde las oficinas centrales y dos enlaces claros en cada uno de los estados y que se haya señalado como primera prioridad el formular el Programa Hídrico Regional de la región IV del Balsas de manera inmediata; el comité directivo ha decidido contactar a los actores relevantes en el tema, desde los investigadores y especialistas del sector público de los tres niveles de gobierno hasta universidades y colectivos que durante muchos años se han enfocado a entender el rompecabezas de la gestión del agua y el ordenamiento del territorio en un espacio de alta complejidad y presión social.

Hace dos años, como Dale la Cara al Atoyac presentamos una agenda del agua a los candidatos que contendieron para gobernar el estado. Aunque la Ley de Aguas Nacionales no les da mayores atribuciones en inspección y vigilancia a los gobiernos estatales, sí les asigna el rol fundamental de coordinar a la federación con los municipios: les otorga la voluntad política y el liderazgo para que las cosas sucedan. La agenda Integral para la Gestión Hídrica y Ordenamiento Territorial que presentamos entonces priorizaba antes que nada la planeación y el trazo de una estrategia antes de emprender acciones y gastos sin rumbo. Uno de los planteamientos ya se ha logrado en la actual administración, que fue la restitución de la Secretaría de Sustentabilidad y ordenamiento del territorio. Falta fortalecerla con la integración del CEAS y el Instituto Estatal de Planeación alineado a disponibilidad Hídrica. Falta que los gobiernos estatales ayuden a los municipios a fortalecer sus reglamentos y herramientas jurídicas para controlar lo que sucede en sus territorios. Desde los estados se llevará la coordinación de los acuerdos firmados y la construcción de otros acuerdos específicos.

La agenda completa que propusimos a todos los actores en la elección de 2018 aún está por cumplirse en su mayoría. Dicha agenda está disponible en nuestra página de wwe.dalelacara.org

Esperamos que, con la reciente firma de coordinación, la recomendación de la CNDH y la agenda que propusimos en 2018 finalmente avance.



Puebla Contra la Corrupción y la Impunidad

Los contaminadores del río Atoyac

PRESENTACIÓN



El mapa de la contaminación en la Cuenca Alta del Río Atoyac. Elaboración de PCCI en base a información de la CNA con datos del 2018.

Presentación / Una historia sin fin



Es una historia sin fin la de la catástrofe del río Atoyac en su cuenca alta. Sin duda entre los tres ríos más contaminados de México, la suya es una realidad preñada de promesas incumplidas por los sucesivos gobiernos de los últimos treinta años y de impunidad sin freno de los actores principales de su contaminación: las industrias y los municipios cuyos desechos encuentran salida en su atormentado cauce.

Puebla Contra la Corrupción y la Impunidad ha decidido como sociedad civil involucrarse en su esfuerzo por enfrentar la corrupción en la que se funda esta historia larga y sin fin. Y con una pregunta doble pero simple: ¿quiénes son los que contaminan el río y porqué lo hacen con tal impunidad?

Porque los políticos lo han hecho una vez más. Cambian los gobiernos y los nombres de los funcionarios, pero las fórmulas y las fotografías replican lo sucedido desde hace treinta años. Y de nuevo encuentran un nombre rimbombante para cumplir con el propósito. Ahora lo han denominado Convenio Marco para el Saneamiento del Río Atoyac. Antes encontraron nominaciones similares, por ejemplo, en el 2011 le llamaron “Acuerdo de Coordinación para conjuntar acciones y recursos a fin de continuar con el saneamiento de la Cuenca del Alto Atoyac”, y se tomaron la foto los gobernadores de Puebla y Tlaxcala Rafael Moreno Valle y Mariano González. Y prometieron.



Lunes 28 de septiembre en la ciudad de Puebla.

Como el 27 de marzo de 2008 José Luis Luege Tamargo, quien era director general de la Conagua, en representación del presidente Felipe Calderón, al anunciar una inversión de la federación y los gobiernos de Puebla y Tlaxcala por 2 mil 700 millones de pesos para sanear el Atoyac y la presa de Valsequillo. Ahí estuvo para firmar y prometer el gobernador poblano Mario Marín.

O el 25 de abril de 2011, otra vez con José Luis Luege Tamargo para encabezar un nuevo convenio, ahora con los gobernadores de Puebla y Tlaxcala, Rafael Moreno Valle y Mariano González. Reunión en Barranca Honda –justo el sitio de mayor contaminación del río, en los límites entre Puebla y Tlaxcala; el funcionario federal ofreció todo el respaldo económico del gobierno de Felipe Calderón para consolidar los proyectos que emprendan Tlaxcala y Puebla en pro del saneamiento de la cuenca.

Convenios sin fin… 2011, Moreno Valle y Mena.

Así que la historia sin fin.

Esta vez, el lunes 28 de septiembre pasado, han firmado y se han fotografiado los gobernadores de Puebla y Tlaxcala, Miguel Barbosa y Marco Mena, y las funcionarias federales María Luisa Albores (SEMARNAT) y Blanca Jiménes (CONAGUA).Y reprodujeron el boletín de prensa todos los medios: “El convenio sienta las bases para poner fin a un largo proceso de degradación ecológica de la cuenca del río Atoyac…Se construirán diversas obras de drenaje y saneamiento… Y el acuerdo será un modelo de saneamiento que sirva de referencia para el rescate de otros ríos en diversos sitios del país, y para que el marco legal cuide el bienestar de las personas y defienda la vida.”

Y se refieren al hecho de fondo y que obliga a los mandatarios en turno: la recomendación No. 10/2017 de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), por la violación a los derechos humanos a un medio ambiente sano, saneamiento del agua y acceso a la información sobre la contaminación de los ríos Atoyac y Xochiac, debido a las descargas municipales e industriales, la que tres años después siguen sin cumplir todas y cada una de las autoridades que recibieron la recomendación: las dependencias federales Semarnat y Conagua, en la instrumentación de este convenio participan también la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios (Cofepris), los gobiernos de los estados de Puebla y Tlaxcala, así como los municipios colindantes con el río y sus afluentes.

Y no faltan los anuncios: en el municipio de Puebla, la Conagua afirma que ha elaboradp el proyecto ejecutivo para integrar la Manifestación de Impacto Ambiental para 10 kilómetros de colectores y subcolectores; y dice que en Huejotzingo ya construye 60 sistemas de saneamiento no convencionales —con base en biodigestores— y 19 en Tlahuapan.

Sí, es la historia sin fin en la desgracia del río Atoyac.

La investigación a la que se avoca Puebla Contra la Corrupción y la Impunidad quiere responder puntualmente quiénes, dónde y cómo contaminan los ríos en el estado de Puebla, en particular la Cuenca Alta del río Atoyac (ZMT de la Ciudad de Puebla) y las regiones agroindustriales de Tecamachalco y Tehuacán, las leyes que se trasgreden y los grados de afectación al medio ambiente y a la salud humana que su acción provoca.

Y se propone también describir el modus operandi de los hechos de corrupción que permiten la contaminación impune de los ríos de la cuenca del Atoyac. Busca responder quién y cómo cometen tales actos, y hacerlo con la descripción pertinente de los mecanismos de corrupción existente entre funcionarios públicos y particulares, y si este proceso alcanza a configurar redes de acción sistemática. Debe responder cómo opera este proceso y cómo logran estos actores la impunidad.

Con la creación de una base de datos accesible en línea y con la investigación periodística de procesos particulares que permita describir la importancia de la acción civil organizada en el enfrentamiento de esta realidad por la vía legal y por la movilización social, la información precisa deberá conducir a las denuncias civiles y penales por las vías que la ley permite y a través de la propia asociación civil Puebla Contra la Corrupción y la Impunidad y por las acciones que terceros involucrados puedan proponer.

Los matones del río

En la espuma, que inerte lleva el caudaloso río –reza el bolero--, van las huellas de un crimen artero. Disueltas en la bioquímica de nuestra catástrofe ambiental, vaporosas, como el palabrerío que hemos inventado para ocultar la derrota del Atoyac ante la justicia en México.

Los asesinos del río son obstinados, dejan su huella todos los días cuando regresan con sus descargas al lugar del crimen: cianuro, metales pesados, coliformes. Tintes, cromos y mierda. Todo corre revuelto como cuerpo del delito identificado una y otra vez por los forenses. Textileros, metalmecánicos, municipios, ahí corren todos con sus rastros persistentes medidos en demandas químicas y bioquímicas de oxígeno, temperaturas, PH, turbiedades, toxicidades, acidez, alcalinidad, indicadores fecales Cryptosporidium y Giardia, bacterias coliformes totales y Escherichia coli, metales pesados, plomos, mercurios, cobres, cromos, y los químicos bifenilos, policlorados, cianuros, arsénicos, potasios, sodios, fosfatos, bicarbonatos, boros, cloruros, cloritos, nitratos, nitritos, fluores, fósforos, amoniacos, óxidos y lo que quieras más, sólidos o disueltos… La huella de la muerte del río.

Y tras los forenses, los inspectores. A los asesinos del río los contempla la ley desde el monitoreo fisicoquímico y biológico como prueba en las visitas de inspección en cientos de articulados en las que sobresalen las palabras equilibrio ecológico, protección, restauración, conservación de los ecosistemas y recursos naturales, sustentabilidad, bienes y servicios ambientales, aguas nacionales, políticas hídricas, comités, coordinaciones, cuencas, disponibilidad, trámites, permisos, descargas, derechos, regulaciones, quejas, parámetros, mediciones, sanciones y, también, delitos. Todo un remolino verbal como los que se forman en la corriente espumosa del río muerto. A los matones la ley a la mexicana hace como que los persigue, y si por un descuido los detiene infraganti, una multa y un acto de contrición lo resuelve.

Pero los matones saben que el atrofiado brazo de la ley difícilmente los alcanzará. Lo sabe la Auditoría Superior de la Federación en un diagnóstico de 2016 que analiza la capacidad de supervisión de la Comisión Nacional del Agua: de los 531,357 títulos de concesión, asignaciones y permisos registrados en el Registro Público de Derechos del Agua, el REPDA, sólo se efectuaron 2,697 (0.5%) visitas de inspección. (ASF, 2016a).

El gran medidor de la salud mexicana, el INEGI, también perfila la gravedad del estado en que se encuentra el medio ambiente: el costo de daño ambiental por el agotamiento de las aguas subterráneas se estima en 39 mil millones de pesos (INEGI, 2018c); y los costos de la contaminación se valúan en 41.5 mil millones de pesos (INEGI, 2018c). Ambas cifras están citadas en el estudio Corrupción en el sector agua, ¿Quién es el responsable de la crisis? Ethos, Laboratorio de Políticas Públicas, 2020.

Esa publicación, Corrupción en el sector agua, ¿Quién es el responsable de la crisis? publicada en este año, hace un certero diagnóstico de la realidad del agua en México, y es sin duda un punto de partida para quien quiera responder una pregunta simple: ¿por qué se mantienen en total impunidad las empresas y sus propietarios, los gobiernos municipales y sus alcaldes y funcionarios, responsables directos de la muerte del río?

La presencia del soborno, la captura regulatoria por las empresas, el nepotismo, el influyentismo o la mala asignación de recursos públicos en la gestión del agua tiene múltiples causas, afirma la investigación de Ethos. Y más: la falta de transparencia; la ambigüedad, omisiones y laxitud del marco normativo; así como la débil capacidad de supervisión.

Sobre la falta de información nuestra investigación aportará datos significativos: mala calidad de la existente, datos incompletos u omisos. A la fecha, no es posible saber con todo rigor cuál es el estado que guardan procesos legales como los generados por la Recomendación 10/2017 de la Comisión Nacional de Derechos Humanos a las autoridades locales y federales en Puebla y Tlaxcala sobre la omisión en sus responsabilidades para hacer cumplir el artículo cuarto de la constitución mexica a sobre el derecho a un medio ambiente sano.

“No hay certeza de su veracidad, no se supervisa su rigor técnico y no se generan bajo estándares de datos abiertos”, afirma Ethos. Y denuncia la ambigüedad sobre responsabilidades de los actores: los vacíos legales, las omisiones normativas, todo lleva a decisiones subjetivas. La laxitud de las reglas lleva al incumplimiento de las obligaciones.

Y un punto medular: la Inexistencia generalizada de supervisión. No hay consecuencias para el que está fuera de la norma.

Esta investigación sobre los matones del río, entonces, identifica al Estado como un actor principalísimo en la criminal catástrofe del rio Atoyac. Analizar la operación de las instituciones en el largo plazo es una obligación para cualquier propósito que intente responder por qué quienes contaminan lo hacen con total impunidad.

Ayuda de arranque un ejemplo: la carta en la plataforma de transparencia es de mayo de 2006. El presidente de México todavía es Vicente Fox. En Puebla manda Mario Marín, a pesar del escándalo del Gober Precioso. Es el año del Bicentenario del Benemérito de las Américas. “A quien corresponda” identifica a la ingenuidad de quienes reclaman el rescate del río, el registro de las huellas que dejan los matones, las huellas del cianuro, el plomo, el arsénico…

“Los análisis se llevan a cabo en el laboratorio Estatal de Calidad del Agua –dice la voz anónima del Estado desde un escritorio en la ciudad de Puebla--, el cual no cuenta con el equipo necesario para el análisis de metales pesados, solo en programas u operativos de emergencia es como se toman las muestras para el análisis de metales pesados a través de los laboratorios acreditados para ello. Sin embargo, en recientes fechas se realizo (SIC) un muestreo por parte de la Gerencia de Calidad del Agua y se analizaron metales pesados, situándose los que marca la NOM-001-SEMARNAT-1996, por debajo del límite de detección del laboratorio.”

El Estado sin firma. El Estado sin límite. El Estado de la indefensión del río.

Historias desde el biogalón Mis vecinos los tardígrados

He estado ocupada. Muy ocupada. La cuarentena del covid19 llegó cuando la mayoría de mis proyectos de investigación están en la fase bioinformática o de redactar los artículos. El resultado es que todo puede hacerse sin salir de casa.

No había pasado tanto tiempo en una ciudad desde que soy mayor de edad. Sin salir a los volcanes vecinos, a los campos de cultivo ni al Desierto de los Leones. Mi necesidad de naturaleza se manifestó primero con la adquisición de más plantas. El último censo fue de 163 plantas en los 55 m2 del departamento, contando el balcón y los árboles que pusimos en el patio de la vecindad. Después, incrementé mi observación de las arañas y gotitas de plata con las que cohabitamos en la casa, y de los insectos, hongos, pájaros y plantas del vecindario.




Armada con el lente macro de mi cámara, he estado más activa que nunca en Naturalista. Naturalista es una red de ciencia ciudadana donde las personas podemos subir fotografías de los bichos que encontremos en algún lugar del mundo, y la comunidad (y los algoritmos de machine learning) nos ayudan a identificar qué especie es la que vimos. Ayer se llegó a 50 millones de observaciones, de las cuales 2.3 millones se hicieron en México. Segundo lugar mundial, nada más y nada menos.

La red mundial iNaturalist llegó a 50 millones de observaciones en todo el planeta.
En México tenemos 2.3 millones de observaciones de más de 36,000 especies, lo que nos coloca en 2do lugar a nivel mundial.

Qué esperas para registrarte en #NaturaListaMx https://t.co/uVb6y2M7xk pic.twitter.com/Oo1fqSsAxO



— CONABIO (@Conabio) September 20, 2020



La más reciente manifestación de mi necesidad de naturaleza está asociada a las fuertes lluvias que han caído sobre el lago que ahora es ciudad. Con la lluvia continua los árboles se pintan del verde brillante del musgo. Los fresnos tienen incluso líquenes.


Decir musgo es decir musgos. En un sólo trueno en la esquina de mi casa conté 5 especies. Ahí, en este selva microscópica, sé que habitan los tardígrados. Los ositos de agua. Animales microscópicos que surgieron muy temprano en la historia del reino animal. Tienen seis patas (sí, es un dato relevante, y sí a las biólogas nos obsesiona contar patas), comen musgo y son casi indestructibles. Pueden sobrevivir por encima del punto de ebullición del agua (o sea más de 100ºC), pueden congelarse hasta el cero absoluto (-272 ºC), pueden aguantar presiones atmosféricas altísimas y también estar al vacío. Vieron nacer y extinguirse a los dinosaurios y probablemente seguirán aquí después de la especie humana, comiendo musgo.

Me entró una pequeña obsesión por saber si tenía vecinos tardígrados. Si en esos trajes verdes de los árboles urbanos habitaba también una de mis formas de vida favoritas. Y sí. Les dejo este video que tomé hoy:

Para tomar el video realicé lo siguiente:

1. Colectar 1 cm2 de musgo fresco de diferentes árboles. En total unos 5 cm2.

2. Poner el musco en una caja petri (o cualquier frasco) y agregar agua limpia lo suficiente para casi cubrirlo.

3. Dejar remojar toda la noche

4. Tomar una muestra del agua (un par de gotas) y buscar tardígrados bajo un microscopio con aumento de 100x-250x. Yo utilicé este microsopio de bolsillo.

Ahora dejaré el musgo en alguna maceta y saludaré a mis vecinos tardígrados con la confianza de que ahí están aunque no pueda verlos a simple vista.

Ah, y ésta observación de tardígrado ya está Naturalista.

Mundo Nuestro. Se cierran los tiempos para Ixtacamaxtitlán y el proyecto extractivo que la empresa minera canadiense Almaden Minerals intentan plantar en el territorio de Santa María Zotoltepec.

El siguiente es el comunicado que han hecho público las organizaciones civiles Unión de Comunidades y Ejidos en Defensa de la Tierra, del agua y de la Vida, Tiyat Tlali y PODER.

Ixtacamaxtitlán, Puebla. 20 de Septiembre de 2020. Las comunidades de Ixtacamaxtitlán, Puebla - organizadas en la Unión de Ejidos y Comunidades en Defensa de la Tierra, el Agua y la Vida Atcolhua- y comunidades habitantes de la cuenca del rio Apulco, así como organizaciones defensoras, nos pronunciamos una vez más por nuestro derecho a decidir: no consentimos la minería a cielo abierto en Ixtacamaxtitlán.



Como es de conocimiento público, la autoridad ambiental deberá emitir Resolutivo en el Procedimiento de Evaluación de Impacto Ambiental (PEIA) del “Proyecto de Explotación y Beneficio de Minerales Ixtaca” (21PU2019M0014).

Es importante recordar que en la reunión pública de información de este PEIA, realizada el 25 de junio de 2019, comunidades, académicos y defensores de derechos humanos manifestamos en 17 ponencias (https://n9.cl/gojg), en las que sustentamos la inviabilidad del proyecto por las graves e irreversibles consecuencias que tendría:

1. El tipo de minería en este proyecto de tajo a cielo abierto -aproximadamente 1 000 metros de di metro- ocasionar “la total del territorio con irreversibles al medio ambiente, a la vida comunitaria”. La propia minera reconoce que los impactos del proyecto serán irreversibles y que hay riesgo para los factores que componen el ecosistema. por lo que No podemos aceptar medidas de mitigación que comprometen el futuro de nuestros pueblos.

2. No sustenta la viabilidad de la operación con el uso exclusivo de agua pluvial ni expone los impactos que conlleva la intervención en los escurrimientos de agua, pues recolectar el agua proveniente de la parte superior de la cuenca supone que la empresa intervenga en la regulación de los flujos hidrológicos, impactando la cuenca del río Tecolutla y, por lo tanto, la cuenca hidrológica prioritaria Tuxpan-Nautla.

3. Los impactos irreversibles causados en el sistema hidrológico, la biodiversidad y la vocación de uso de suelo agroforestal pueden generar un efecto cascada que afectaría el ecosistema de la región, más allá del municipio de Ixtacamaxtitlán.



4. La Manifestación de Impacto Ambiental de Minera Gorrión no reconoce la incompatibilidad de la minería metálica a cielo abierto con las políticas de restauración, preservación y aprovechamiento sustentable de las Unidades Biofísicas Ambientales del Programa de Ordenamiento Ecológico General del Territorio.

5. Minera Gorrión minusvalora la agrobiodiversidad de la región y niega el papel y el aporte de los pueblos indígenas-campesinos a la alimentación y al cuidado de la madre tierra, invisibilizando así el impacto de la industria extractiva en la vida campesina.

6. La minera ignora la vegetación secundaria y el bosque de táscate en la región, minimizando los servicios ambientales que prestan, sobre todo ante un contexto de cambio climático, y no toma en cuenta los impactos socioeconómicos del cambio de uso de suelo de terrenos agrícolas.



7. Minera Gorrión omite información sobre especies que se verían afectadas dentro de la NOM059 pues afirma que ninguna es endémica de la zona, lo cual es falso.

8. Minera Gorrión afirma que las concesiones mineras sobre las que pretende realizar su proyecto minero son las denominadas Cerro Grande R1 y Cerro Grande 2R3, sin embargo esta afirmación es falsa, pues las concesiones sobre las que pretende realizar la mina son las denominadas Cerro Grande y Cerro Grande 2, sujetas actualmente a un juicio de amparo interpuesto en defensa del derecho a la tierra y al territorio.

Así mismo, en este PEIA, en octubre de 2019, entregamos personalmente a la SEMARNAT alrededor de 3500 firmas contenidas en más de 40 actas de asamblea de comunidades de Ixtacamaxtitlán, así como el acta de la 30a Asamblea de los Pueblos Maseual, Tutunaku y Mestizo por la Defensa del Territorio, firmada por representantes de 27 municipios de la Sierra Norte de Puebla y la cuenca del río Apulco. En todas estas las actas se declara el rechazo de proyecto de minería a cielo abierto de Almaden Minerals.

Exigimos a la Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales que no autorice la Manifestación de Impacto Ambiental para el Proyecto Minero Ixtaca, y garantice nuestro derecho humano a un ambiente sano y nuestro derecho a escoger el futuro que queremos. En sus manos está detener la devastación ambiental en nuestro país. ¡Fuera Almaden de Ixtacamaxtitlán! ¡Cancelación de los proyectos de muerte en el país!

Para más información, favor comunicarse a los celulares 5223 3132 4217 y 5223 3104 5534, o al correo electrónico consejotiyattlali@gmail.com.

El ambiente humano y el ambiente natural se degradan juntos, y no podremos afrontar adecuadamente la degradación ambiental si no prestamos atención a causas que tienen que ver con la degradación humana y social. Encíclica Laudato Sí. Papa Francisco

El capital viene al mundo chorreando sangre y lodo por todos los poros, de la cabeza hasta los pies. K. Marx, El Capital

Mi reconocimiento y agradecimiento a mis amigos y compañeros de Eco Tuzuapan por su tenaz lucha en defensa de su medio ambiente, su agua, sus cerros y montes. En su defensa la vida. Gerardo Pérez Muñoz



San José Tuzuapan, es una pequeña comunidad campesina ubicada prácticamente en el centro del estado y, sobre todo, en el centro del triángulo rojo de la región huachicolera. Es una comunidad de gente trabajadora del campo, sembradores de hortalizas. Gente amable a la que le cayó “la maldición desarrollo” hace años. Vamos por partes.

En marzo de 2003, el Ayuntamiento de Palmar de Bravo, expropió "por causa de utilidad pública" 250 hectáreas para la "creación, fomento y conservación de una empresa en beneficio de la colectividad", pagándole a los campesinos, la mísera cantidad de $ 1.50 por metro cuadrado, con el engaño de crear 300 empleos directos, para, según ellos "incrementar el nivel de vida de los habitantes del Municipio y ser un detonante de progreso municipal". Este despojo fue avalado y legitimado por el Congreso del Estado (Periódico Oficial, del miércoles 14 de mayo de 2003).

La empresa: "Bufete Geológico e Ingeniería Básica, S.A. de C.V." les hizo una oferta de compra al ayuntamiento. Ni tardos y perezosos, los diputados del Congreso del Estado autorizaron al Ayuntamiento de Palmar de Bravo enajenar los catorce predios cerriles a favor de la empresa. Esta empresa fue constituida ante la fe del Notario Público Dos del Estado de México, según escritura 17,799, volumen 269, del 30 de enero de 1987 y cuyo capital le imposibilitaba cumplir los compromisos de tal magnitud. Para cerrar el círculo perverso, esta misma "empresa", vendió inmediatamente los predios a la ahora si solvente e influyente CYCNA DE ORIENTE S.A. DE C.V., con los hermanos Álvarez Cuevas al frente: Guillermo Álvarez como Director General, y Alfredo, como representante del Grupo Cruz Azul. Todos esto se llevó a cabo ante la mirada cómplice y tolerante del Gobernador Melquiades Morales y la actitud servil y sumisa de la Quincuagésima quinta Legislatura local. Una legislatura más de la ignominia. Demostrándose con ello, la sumisión del poder político al poder económico. Actualmente, el señor Guillermo “Billy” Álvarez, es un prófugo más de la justicia.

En 2007 y ante el rechazo a la instalación de la empresa cementera y la preocupación de los habitantes por proteger Ia Reserva de la Biósfera Tehuacán-Cuicatlán, Lorenzo Hernández Becerra negoció la firma de un ACUERDO DE CONCERTACION el día 9 de enero de dicho año. Lo firmó el Gobierno del Estado de Puebla encabezado por el hoy también prófugo, Mario P. Marín Torres; el ex Secretario de Gobernación, Javier López Zavala y varios Secretarios, Subsecretarios y Delegados Federales. Todo ello para dizque "evitar afectaciones al medio ambiente, los mantos freáticos y la producción agropecuaria, en perjuicio de productores y comerciantes de la zona"

Cabe aclara que el acuerdo nunca fue publicado en el Periódico Oficial y menos entregado a los firmantes. Sólo fue posible conocerlo a través de la intervención de Greenpeace que logró conseguir una copia después de una batalla más por la transparencia y la justicia ambiental.



Desde el 2003, varios habitantes de Tuzuapan y Quecholac y la ciudad de Puebla, habían fundado un colectivo llamado Amigos de la Reserva de la Biósfera de Tehuacán y en el 2007, se constituyen formalmente como EcoTuzuapan. A.C. que es la organización que ha venido realmente luchando en contra del ecocidio que se a dado en la región

En 2005 las empresas Cruz Azul y Polysius –filial de la transnacional alemana ThyssenKrupp– comenzó la construcción de una planta productora de cemento en 575 hectáreas de la región de Palmar de Bravo de las cuales poco menos de la mitad se encuentran en la reserva de la biosfera Tehuacán–Cuicatlán.

Fue en marzo del 2007 que la cementera, ubicada en el municipio de Palmar de Bravo comenzó a operar, siendo la cuarta planta más importante del consorcio en el país, según el portal de la Cooperativa Cruz Azul en internet.



El acuerdo de enero de 2007

El 9 de enero de 2007 la empresa CYCNA de Oriente SA de CV y/o Cruz Azul firmó un acuerdo de concertación con el gobierno del estado de Puebla así como con la organización no gubernamental TPQ Pro de la Reserva, Mantos Acuíferos y Calidad Ambiental AC, misma que representaba a las comunidades de Adolfo López Mateos, San José Tuzuapan, Palmarito Tochapan, Froilán C. Manjarrez, San Miguel Xaltepec, Jesús Nazareno, Guadalupe Enríquez y San Simón Yehualtepec; para efecto de promover el funcionamiento sustentable de la planta cementera CYCNA de Oriente SA de CV y/o Cruz Azul y garantizar el cumplimiento de la normatividad aplicable en materia de agua y protección al ambiente.

En dicho acuerdo se estipuló lo siguiente:

  • La empresa CYCNA de Oriente SA de CV y/o Cruz Azul, se comprometió a no usar el agua del pozo instalado en el poblado de Froylán C. Manjarrez, municipio de Quecholac, Puebla, así como a no llevar a cabo perforación del mismo ni ningún otro pozo, no sustraer agua de los mantos freáticos, o del acuífero de la región, concluyendo en utilizar agua de pipas para su actividad industrial.
  • El gobierno del estado de Puebla y CYCNA de Oriente SA de CV y/o Cruz Azul se comprometieron a llevar a cabo la construcción de dos micro plantas de tratamiento de agua en un plazo no mayor a doce meses contados a partir de la firma del mencionado acuerdo, en lugares designados por los agricultores de las comunidades representadas por la TPQ AC. Dichas micro plantas reciclarían el agua de los drenajes residuales, destinándose el beneficio del agua tratada, para los programas de reconversión de agua a favor de las comunidades y en un consumo no mayor a 4 mil 500 metros cúbicos mensuales.
  • El gobierno del estado de Puebla, a través de las Secretarías de Medio Ambiente y Recursos Naturales, de Desarrollo Rural y de Salud, en coordinación con la TPQ AC, asistidos por algún órgano descentralizado como pudiese ser una universidad, instituto académico, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) o la Academia Nacional de Ciencia, ejecutarían acciones permanentes de monitoreo, inspección y vigilancia de la operación de la planta cementera denominada CYCNA de Oriente SA de CV y/o Cruz Azul, acciones que permitirían formular reportes mensuales sobre los niveles de contaminación ambiental; aprovechamiento sustentable de los recursos acuíferos; las vibraciones originadas por la extracción de materia prima, con el fin de evitar brotes de enfermedades; daños a los cultivos; desvío de los mantos acuíferos de la región de Palmar de Bravo, Quecholac, Tecamachalco y Yehualtepec, que sean consecuencia de la contaminación ocasionada por la operación de la planta cementera o de vibraciones por la extracción de materia prima.
  • La empresa CYCNA de Oriente SA de CV y/o Cruz Azul se comprometió a utilizar la más alta tecnología y aplicar todas las medidas de seguridad necesarias durante sus operaciones garantizando con ello la no generación de ningún daño en la zona. Asimismo, la Secretaría de Desarrollo Rural, a través del Consejo Estatal de Desarrollo Rural, se encargaría de evaluar los reportes del monitoreo antes mencionado, en coordinación con la TPQ AC y, en su caso, dictaría las medidas necesarias, para prevenir o evitar la generación de los daños a cultivos.
  • La empresa CYCNA de Oriente SA de CV y/o Cruz Azul llevó a cabo en coordinación con la TPQ AC, un monitoreo de la calidad existente en ese momento del medio ambiente a través de las instituciones convenidas entre las partes consistente en la medición del volumen de agua de los manantiales que proveen de agua a la comunidad de San Simón Yehualtepec y las condiciones generales de salud en la región, para tener un marco de referencia. Se concluyó que la empresa CYCNA de Oriente SA de CV y/o Cruz Azul sería la única responsable de reparar los daños y perjuicios que puedan causarse a los cultivos o productos agrícolas de la región, así como los que se generen a los manantiales que proveen de agua a la comunidad de San Simón Yehualtepec, y que sean atribuibles a su actividad durante la existencia y operación de la planta cementera.
  • El gobierno del estado se comprometió a realizar acciones necesarias para garantizar el desarrollo armónico de las actividades económicas, agrícolas e industriales en la región y exigir la responsabilidad que corresponde a CYCNA de Oriente SA de CV y/o Cruz Azul, en beneficio de los agricultores que resulten afectados.
  • El gobierno del estado procuraría coordinarse con dependencias y organismos federales competentes en materia de agua y medio ambiente con el fin de dar cabal cumplimiento al acuerdo firmado y no afectar la agricultura e incluir el desarrollo sustentable de la región.
  • La empresa CYCNA de Oriente SA de CV y/o Cruz Azul impulsaría el desarrollo de un centro de monitoreo ambiental, una clínica para monitorear y atender las enfermedades de la región, así como un complejo para el aprovechamiento ecoturístico de las hectáreas que legalmente sean parte de la Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán, ubicada en Palmar de Bravo para beneficio de las comunidades y la preservación del medio ambiente.

Desde que comenzó a operar la empresa CYCNA de Oriente SA de CV y/o Cruz Azul, los municipios de Quecholac, Tecamachalco, Palmar de Bravo y Yehualtepec, han resentido los daños causados por la actividad de la empresa cementera CYCNA de Oriente SA de CV/ Cruz Azul.

La relación de daños

Los daños más severos son principalmente la disminución del manto freático del acuífero de Tecamachalco y la falta de compromiso por parte de la empresa para respetar la reserva, así como a los campos de cultivo y a reparar y mitigar los daños causados por la generación de polvos que la planta cementera despide, especialmente por las noches, porque esta región se caracteriza por ser semidesértica y por su escasa precipitación media pluvial.

Otra de las promesas incumplidas, fue la rehabilitación de la clínica de salud, con equipo nuevo e idóneo para atender a quienes padecieran males respiratorios y de piel, relacionados con la explotación de los cerros para la producción de cemento.

La empresa cementera pretendió dar cumplimiento a la cláusula del acuerdo y mandó a ampliar una habitación, baño y cocineta para un médico; un consultorio dental, un área de control y farmacia, la clínica de salud San José Tuzuapan, lo cual dista mucho de lo comprometido por la empresa, máxime cuando se han presentado casos de mujeres con cáncer que no se atienden por falta de equipo. En los últimos tres años, la contaminación generó la muerte de cinco personas por cáncer de enfisema pulmonar, debido la inhalación del polvo por las detonaciones que se hacen diariamente para extraer el material pétreo en la cementera.

Varios pozos de agua que abastecían a la población, se han secado y ahora los habitantes tienen que conseguir el agua mediante pipas que la transportan desde varios kilómetros de distancia.

  • El polvo emanado de la explotación de los materiales pétreos y de las actividades de la planta perjudica los sembradíos.
  • El agua que se utiliza para regar la cosecha proviene de la planta tratadora de la cementera, pero, al no ser el tratamiento adecuado, ésta contamina los cultivos de hortalizas, con las consecuentes pérdidas para los campesinos, en especial, los campesinos hablan de 78 hectáreas de cultivos de lechuga, coles, betabel, cebollín y zanahoria, debido a polvaredas causada por las obras, por lo que le han pedido a la empresa el pago de un millón 500 mil pesos por los daños causados a sus cosechas.

La empresa y el gobierno del estado, no se han dignado sentarse a dialogar y resolver la grave problemática de los habitantes; más aún, la empresa ha llevado a cabo una campaña de difamación y hostigamiento contra el líder y presidente de EcoTuzuapan Cristino Maurilio Rosas Morales, incitando a los "beneficiarios de dichas plantas" a "ponerle una chinga para que se calme".

En los múltiples trámites que han realizado los miembros de la organización, el 19 de abril del 2011, los campesinos presentaron ante la Delegación de la PROFEPA, una DENUNCIA PÚBLICA que quedó registrada en el expediente: PFPA/27.7/2C.28.2/054-11-154, aportando fotos del daño ocasionado por Jesús Leonel Rebollar Mier, a más de cinco mil especias de flora - pretendiendo construir un camino alterno a la planta cementera - del lugar y donde siguen enterradas y sin que hasta el día, mes y año actual, la PROFEPA se haya dignado realizado inspección alguna. El 21 de marzo del 2013, los campesinos le hicieron entrega de un oficio a la exdelegada, Lic. Alba Lucia Arzaluz Alonso, aliada de Moreno Valle, y de no gratos recuerdos en Puebla, quien no se ha dignó a contestarles y menos recibirlos.

Desafortunadamente, la empresa no sólo ha puesto de rodillas al gobierno estatal sino también a nuestra Universidad pública, tal y cómo lo reseña la nota aparecida en el periódico la Jornada de Oriente de septiembre del año pasado. LA BUAP Y EMPRESA CRUZ AZUL SIEMBRAN MÁS DE 14 MIL ESPECIES EN TECAMACHALCO (la Jornada de Oriente, septiembre 2, 2019. Firmada por el reportero Martín Hernández Alcántara)

Los políticos y funcionarios de todos los colores y sabores se solazan declamando a los cuatro vientos su inquebrantable respeto y lealtad al “Estado de Derecho y el respeto a las leyes”, las mismas que cotidianamente lo violan.

¿De qué ha servido invocar los párrafos quintos (derecho a un medio ambiente sano) y sexto (derecho al agua) del artículo cuarto constitucional? ¿Acaso no también se violan los párrafos tercero, cuarto y noveno del mismo artículo? ¿A quién le importa que se viole la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente o la Ley General para la prevención y gestión de los residuos? ¿Realmente se cumple con lo estipulado en el artículo 78 numeral XLV y los incisos B y C de la Ley Orgánica Municipal? ¿O la casi desconocida Ley Para la Protección del Ambiente Natural y el Desarrollo Sustentable del Estado de Puebla?? Entre otras leyes y reglamentos

El problema no es de falta de leyes o reglamentos, sino de voluntad política para resolver de fondo dichas problemáticas.

Estoy convencido que está problemática debe estar ya en el centro de la discusión político-electoral rumbo a las elecciones del 2021

Cuánta razón tuvo el viejo y sabio Marx, al escribir que:

El capital viene al mundo chorreando sangre y lodo por todos los poros, de la cabeza hasta los pies". El Capital, K. Marx

¡JUSTICIA AMBIENTAL y SOCIAL YA!

Vida y milagros

Ayer visité el viejo Paseo Bravo, ubicado en el centro histórico de la ciudad de Puebla. Hace rato que no lo recorría con calma, solo pasaba junto a él sin querer mirarlo demasiado, quizá porque prefería recordar el orden original del parque y el nombre primero de la avenida que conducía hacia él, Avenida de la Paz, hoy Avenida Juárez; me gustaba su arbolado con palmeras al centro y grandes fresnos a los lados. Atesoraba la vista desde las alturas del verdor de los árboles mezclado con el morado de las jacarandas. El parque fue inaugurado en 1840, talado por completo antes de la batalla de Puebla de 1862, y reforestado de nuevo en años sucesivos. Algunos de los árboles del siglo XIX, mayoritariamente fresnos, aún están ahí, cercados por siembras posteriores, inadecuadas y caóticas.

De las antiguas casas que rodeaban al parque, muchas han sido demolidas y en su lugar han ido construyendo modernidades espantosas que no respetaron el carácter ni los supuestos ordenamientos que debían proteger el entorno. La mayoría de las zonas históricas del país han sufrido lo mismo, arrasadas por los intereses inmobiliarios y la falta de atención de los gobiernos, que también han cooperado a deformar esos espacios con muchas intervenciones mal pensadas y peor construidas. Los espacios públicos, en particular los de los lugares catalogados como históricos, son una referencia para los habitantes de una ciudad, son nuestra memoria y debieran serlo para otras generaciones. El Paseo Bravo ha perdido su carácter y lo que sabemos o recordamos de él ha sido borrado por un inquietante presente.



Sobre la avenida, poco antes de llegar al parque, veo los rastros de una antigua construcción recién convertida en un feo estacionamiento con piso de tierra y escombro. Los viejos árboles del frente ya no están. En medio, solitaria y entre ruinas, quedó una enorme chimenea de ladrillo rojo y un letrero del INAH. Una calle lateral del parque ya es peatonal; curiosamente, los árboles que le dan sombra en algunos tramos fueron sembrados en 1905, otros en 1940. Las siembras recientes no han sobrevivido y las intervenciones del siglo XXI no han sido afortunadas para el arbolado; en cuanto a las obras de infraestructura, no respetaron el estilo del espacio y por su mala calidad no han aguantada el mínimo paso del tiempo. En la antigua avenida, muchísimos árboles han desaparecido a lo largo de 20 años para favorecer la vista de comercios y restaurantes o para la colocación de horribles espectaculares y letreros en espacios públicos y peatonales. Entre el espectador y el entorno ha triunfado un enorme ruido visual.

Paseo Bravo, sí, la vida se fue a otro lado

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Las referencias que nos hacen familiar nuestra ciudad van desapareciendo, caen las casas, caen los árboles y desaparece el paisaje. No tenemos un mapa mínimo de lo que debiera preservarse desde el punto de vista visual, arquitectónico y estético, mucho menos un inventario de los árboles.



Kant y Hegel | David López

Immanuel Kant (1724-1804), uno de los grandes filósofos alemanes de todos los tiempos, pasó su vida dentro de los alrededores de su ciudad natal, Königsberg, pensando, escribiendo y dando clases. El gran constructor de la "Crítica de la Razón Pura" era un alma humilde regida por la paciencia, necesitado de la rutina de sus hábitos y aferrado al paisaje. Uno de sus grandes tratados fue el de "Observaciones sobre lo bello y lo sublime". El hombre es un animal de costumbres y Kant era el emblema de ese dicho. Me uno a él de la manera más enfática. ¿Qué somos sin nuestro paisaje, sin raíces, sin sombras y rincones familiares?

Kant era tan metódico que la gente de Königsberg sabía la hora exacta cuando él pasaba de ida o de regreso de la universidad a su casa. Era un reloj ambulante. Un día el filósofo no fue a clases. Se preocuparon todos y pensaron lo peor. Seguro había muerto. Fueron a su casa y el único y discreto empleado de Kant les dijo que estaba incomprensiblemente triste, mirando silencioso por la ventana de su estudio. Pasaron semanas hasta que cayeron en la cuenta de que el vecino de al lado había tirado el árbol que Kant veía todos los días mientras escribía. La intención era buena: que entrara más sol a su jardín. La comunidad se organizó y sembraron un árbol lo más grande posible para suplir al caído y poco a poco Kant recobró la paz del espíritu.

Él mismo explicaría lo sucedido así: "Cualquier cambio me hace aprensivo, aunque ese cambio ofrezca la mejor promesa de mejorar mi estado y estoy convencido por este instinto mío de que estoy en lo cierto. Mi sincero agradecimiento a quienes piensan tan bondadosamente por mí, al grado de comprometerse con mi bienestar, pero al mismo tiempo pido del modo más humilde, protección a mi estado frente a cualquier alteración. "

Cuando Kant salió de ese largo silencio tenía 57 años; el resultado fue su obra de la Crítica de la Razón Pura, piedra angular del pensamiento filosófico contemporáneo, pues en esa obra defiende la autoridad de la razón y la necesidad de sumar la razón a la experiencia. Y esta obra estuvo a punto de no ver la luz porque al filósofo le tiraron su árbol más amado.

¿Qué somos sin nuestra luz primera, qué somos sin esas raíces?