Xmalananín chuchut/ Los dueños del agua/Texto de Manuel Espinosa Sainos

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Nuestros ancestros totonacos dicen que el agua tiene dueños, en nuestra lengua se llaman xmalananín chuchut. Ellos, junto con el viento y los truenos, así como el espíritu de las personas que se asustaron en el agua trabajan para hacer llover a lo largo y ancho de la tierra para que los cultivos puedan crecer de manera abundante.


A medio día, los dueños del agua se reúnen para platicar sobre su trabajo, sobre las actividades que habrán de realizar en los próximos días, por eso no es bueno acercarse a esa hora porque uno puede interrumpirlos y entonces pueden molestarse y capturarnos. Nuestras abuelas nos advierten:


--No vayas al agua a medio día, porque a esa hora están los malananín, los dueños del agua, si quieres ir ve temprano.




La sabiduría totonaca dice que nosotros no tenemos permitido interrumpir su conversación. A esa hora, los dueños del agua planean junto con el viento y los truenos los trabajos que van a realizar, nunca pueden estar quietos.


En la reunión convocada por los dueños del agua están también los que fueron llevados por el agua, es decir, los que no mostraron respeto y su espíritu fue detenido porque se acercaron a medio día. Los dueños también platican con esas personas y les dan a conocer la forma en que serán castigadas por haberles faltado el respeto. Generalmente el castigo consiste en trabajar para ellos.


Cuando los dueños del agua realizan su trabajo los espíritus de esas personas que se asustaron cerca del agua e interrumpieron la conversación, son llevados junto con el viento y con los truenos a diversos rincones del cielo para hacer llover. Pero como ellos no están acostumbrados a volar ni andar dando vueltas en lo alto como si fueran pájaros al poco rato se sienten mal y se marean.


Por eso cuando se nubla esas personas les duele todo el cuerpo, les da sueño y tienen nauseas, pero es porque andan allá en el cielo junto con los dueños del agua y el viento trabajando, por eso sudan, sienten como si no estuvieran en vida y hasta se quedan dormidos.


Pero no tienen permitido quedarse dormidos porque es la hora en que están trabajando junto con los dueños del agua, hasta que ellos se les olvide que alguna vez fueron interrumpidos y de esta manera ocasionado su enojo.



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Sobre el autor

Manuel Espinosa Sainos

Manuel Espinosa  Sainos (Ixtepec, Puebla, 1972).  Es poeta totonaco, traductor, productor y locutor bilingüe. En 1999 publicó su poemario Xtachiwinkan likatutunaku kachikín / Voces del totonacapan en la colección Letras Indígenas Contemporáneas (Conaculta-INI). Luego Tlikgoy Litutunakunín / Cantan los totonacos, en el marco del Año Internacional de las Lenguas (CDI, 2008) y en el 2012 el Centro de las Artes Indígenas del gobierno del estado de Veracruz editó su último libro Kxa kiwi tamputsni / En el árbol de los ombligos. Es coautor del libro El arte de ser totonaca (Gobierno de Ver., 2009). Su obra fué incluida en el disco "Canta poesía" a ritmo de son, del cantautor Alejandro Estrada. Ha publicado en periódicos, revistas y suplementos culturales como El Búho, la Jornada, Boulevard, La Palabra Florida, la Curul y El Colibrí. Una selección de su obra fue traducida al portugués y publicada en Brasil en la revista especializada en Traducción literaria NT, en septiembre del 2012. Sus obras han influido en el ámbito educativo y en el 2014 sus poemas Kiwikgoló / Dios del monte y Litutunaku chan / Hormigas tutunakú, fueron publicados por la SEP en el libro de Lecturas de Español de quinto grado de Primaria, además que en 2008 su poema Kkgalhkgalhima mintaspitat/ Esperando tu llegada, fue publicado en el libro de Literatura 2 para Bachillerato, aunado a que sus textos han sido leídos en múltiples certámenes de poesía de educación indígena.