España en la memoria de Elena Garro

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Rubén Aguilar Valenzuela / www.miscuadernos.com.mx


En 1937, Elena Garro (1916-1998), de 20 años, acompaña a Octavio Paz, su esposo de 23 años (1914-1998), al II Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura, que se realiza en España.

Paz era miembro de la delegación oficial mexicana que también estaba compuesta por Carlos Pellicer y José Mancisidor. A ese grupo se añadieron Silvestre Revueltas, Juan de la Cabada, Fernando Gamboa, José Chávez Morado y María Luisa Vera.

Garro en los años ochenta del siglo pasado redacta Memorias de España 1937 (Paralelo 21, 2019), que se publica por primera vez en 1992 (Siglo XXI), 55 años después de que habían pasado los sucesos que se narran.

Se sabe que la escritora tomó muchas notas de lo que vió y vivió en ese viaje a España. A partir de ellas relata sus memorias a las que añade reflexiones hechas desde el presente.

En 1978 y 1979, Garro durante una estancia en España, retoma y trabaja esas notas. En los años siguientes publica varios artículos que son la base de Memorias de España 1937.

Son las vivencias, en la memoria, de una mujer joven e inteligente que recoge todo lo que vive y sucede a su alrededor.

El comité organizador del congreso invitó a Paz por haber escrito el poema ¡No pasarán!. Él decide lo acompañe Garro con la que recién se había casado.

La autora, en el texto, se manifiesta como una mujer libre, que hace lo que piensa debe hacer. No se sujeta u obedece a nadie más que así misma.

En sus días en España, entre Madrid, Valencia, Barcelona y los frentes de guerra, la autora se encuentra con grandes personajes del mundo del arte y la cultura, que asisten al Congreso o participan, de una u otra manera, en la Guerra Civil.

De muchos de ellos Garro no solo los menciona sino que expresa la impresión que le hicieron. Es simple y llanamente lo que a ella le parecieron.

La autora siempre se mueve en el grupo de los mexicanos que participan en el Congreso. Es con ellos con quien más se relaciona y apoya todas sus actividades.

Eso le permite visitar pueblos y entrar en contacto con la gente y también con los combatientes en los frentes de guerra del lado de la República.

Garro, con ironía, se burla de las posturas ideológicas al interior de las fuerzas políticas y militares de la República que se disputan, con métodos violentos, el poder. Advierte su radicalismo.

En su carácter de independiente, que además se define como apolítica, plantea que en ese momento; “Ninguna ideología valía la pena de aquellos sufrimientos”.

Y afirma que nunca entendió las diferencias políticas de quienes se suponía luchaban por lo mismo. Unos y otros se hostigaban y combatían.

Las memorias contemplan también la estancia en París del grupo de los mexicanos ya de regreso a su país. Ahí destaca la descripción que hace de Silvestre Revueltas al que Paz ayuda a que vuelva a México.

Desde las primeras páginas del relato están las tensiones entre Garro y Paz, que sólo tienen algunos meses de casados. Son dos personalidades muy distintas.

El relato lo disfruté y me gustó mucho. Es una manera de adentrarse en lo que sucedía en la España de 1937, pero sobre todo de conocer más a Garro.

Se manifiesta una mujer segura de su belleza, de su inteligencia y de sí misma. Es la mirada de un testigo directo que se deja impresionar por lo que está viviendo.

Es la visión fresca, sin posiciones ideológicas previas, que cuenta lo que le pasa. La narración es espontánea y viva. Su única pretensión es expresar lo que experimentó y cómo entendió eso que vivió.

Memorias de España 1937
Elena Garro
Paralelo 21
México, 2019
pp. 187

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Sobre el autor

Rubén Aguilar Valenzuela

Rubén Aguilar, comunicador y politólogo, un tiempo jesuita, ha sido impulsor de de una veintena de organizaciones de la sociedad civil, entre ellas el Centro Mexicano para la Filantropía (CEMFI), FunSalud y consejero del Instituto Nacional de Nutrición Dr. Salvador Zubirán. Fue consejero de empresas como Grupo Carso, Grupo Alfa y Cinépolis.Licenciado en Filosofía (1969-1972), y un tiempo participó como vocero del gobierno de Vicente Fox. Es Maestro en Sociología (1975-1978), y Doctor en Ciencias Sociales por la Universidad Iberoamericana (1985-1987).