Escribir la propia historia, ¿para qué?
Para repasar las obras y los dichos, los espacios en el Tiempo, los sueños evocados.
Para recordar los imperecederos momentos, los inolvidables rostros, la compañía de los nuestros, los entrañables…
Pero también para cavilar sobre aquello que dejaremos como memoria, para amueblar los espacios de nuestro futuro.
Escribir una autobiografía es también una terapia, una forma de encontrarnos con nosotros mismos, de conjurar nuestros fantasmas, de atraer al niño o la niña que fuimos y a quien podemos hablarle desde nuestro territorio presente.
Este taller de Memoria y Autobiografía está dirigido a aquellas personas sensibles que quieren dejar un legado, literario o testimonial, y que en el proceso deseen encontrarse a si mismos, en su grandeza y en su sublime condición humana.