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Pulilhuwa, lo que sirve para muchos… El trabajo en la sierra totonaca Destacado

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Mundo Nuestro. Ixtepec es un pueblo totonaca asomado al río Zempoala en el corazón de la Sierra Norte. Esto dicen de sí mismos en su lengua materna:

¿Tíku kin? Kin latamanin xal lakatum kachikin tutunakú, anta niku wilakgolh akchaxan milh aytat natalanin, wa tiku chankgo kuxi’, stapu chu kapen. Kin paskuajkan lakgchan xlikgalhkukitsis agosto; klipaskuanna Kimpaxkatsikan chu xakapulhuti kakgapun.

( “¿Quiénes somos? Somos un pueblo totonaca de 6 500 habitantes, que tiene como actividad primordial la agricultura con la siembra del maíz, frijol y café. Nuestra fiesta patronal es el 15 de agosto, cuando festejamos a la Virgen Santa María de la Asunción.”)



El poeta totonaco Manuel Espinoza Sainos, nacido en este hermoso pueblo serrano, expone en este breve relato una de las tradiciones que mejor explican la manera de ver la vida en los pueblos originarios de México. (Mundo Nuestro)





Una forma de trabajar que “sirve para muchos”.

En nuestra lengua tutunakú la palabra Pulilhuwa significa “que sirve para muchos” o "de a muchos". El pulilhuwa que también se le conoce como lamakgaxokgot o “mano vuelta” es una práctica comunitaria que hasta hace poco se realizaba de manera cotidiana en el municipio de Ixtepec, en la sierra norte de Puebla.

El Pulilhuwa cosiste en formar grupos de 20 y hasta 30 hombres que se apoyan entre todos para sembrar o limpiar la milpa.

Para cada grupo hay un capitán nombrado por todos y es quien se encarga de avisar, ya sea por la mañana o por la tarde, a uno por uno de los miembros del grupo que al día siguiente deberán ir a apoyar a tal persona, según vayan surgiendo las necesidades en el campo.

El Pulilhuwa, es una práctica ancestral que beneficia a la colectividad y no se maneja dinero de por medio, ya que la única manera de pagar la mano de obra de los otros es mediante el trabajo. Aquí tampoco hay patrones que se llevan la mayor parte de las ganancias simple y sencillamente porque todos trabajan y todos ganan de manera equitativa.

De esta manera, hasta las personas de menos recursos pueden sembrar y limpiar su maíz siempre y cuando tengan dónde hacerlo, ya sea que cuenten con un pedazo de tierra o mediante la renta de un terreno.



Ixtepec, 2004. Foto de Sergio Mastretta


Por las mañanas y por las tardes era común mirar a los niños alegres salir de su casa para ver la larga hilera de hombres que iban o venían de trabajar para apoyar a uno que pertenecía al mismo grupo.

De hecho, casi todo el pueblo se enteraba que ya venían en camino los del pulilhuwa porque uno de ellos cargaba consigo y venía sonando siempre un cuerno de toro, mismo que servía también para convocar a los trabajadores y de esta manera salir juntos a trabajar.

Sin embargo, esta práctica está en peligro de desaparecer debido a la división y otros conflictos que provocan los partidos políticos en nuestras comunidades, además de los programas asistencialistas que en nada colaboran para el fortalecimiento de los lazos comunitarios.

El pulilhuwa, una ancestral forma de trabajo “que sirve para muchos”, es una práctica que vale la pena retomar para ir de nuevo poco a poco tejiendo las venas de nuestros pueblos originarios.



La Virgen de la Asunción. Foto de Mundo Nuestro.



Un breve perfil histórico de Ixtepec (Por Mundo Nuestro):

Nilutakatsi akxni kilhtsukulh uyma kachikin, nanitakatsi tuku xlakata liankgolhi kxkgestin Xuxutsipi wa tiku pulana xlamakgolh uynú. Tawan pixalan uyma latamin minkgocha’ Ktajen, nani takatsi tuxlakat. Takatsichuwa piwaxkilhtsukut Ixtepec makgasa lanati, nanixachinkgo luwanan uynu’; akxni titaxtukgolhi luwanan kinkamapekgsikgon, wachichu xlitapekgsiya kzacatlan xlakata sikulan, akglhuwa kata xmunu; xlikgalhtati’ febrero kat 1942 tapitsilh, makgaxtakglhi Kapuskan, akxnichu xakstuta’ tsukulh tapekgsi Ixtepec, akxnichu tsuku xasasti xkilhtsukuti kinkachikinkan.



No existe claramente la fecha de una fundación de Ixtepec, ni las razones que tuvieron sus primeros pobladores totonacas para establecerse en la parte superior del cerro Xuxutzipi. Es muy posible que hayan emigrado de la región totonacapan, pero se desconoce el por qué. Lo cierto es que la fundación de Ixtepec ocurrió mucho tiempo antes de la llegada de los españoles a México, en 1521, y que muy poco tiempo después de eso, escasos meses, Ixtepec fue sometida por los conquistadores, de tal forma que, para 1570, Ixtepec está bajo la jurisdicción eclesiástica de Zacatlán, como permaneció casi cuatro siglos, hasta que fue erigido como municipio libre y autónomo y separado del de Hueytlalpan, por decreto del 4 de febrero de 1942. Ahí nace la historia moderna del municipio.

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Sobre el autor

Manuel Espinosa Sainos

Manuel Espinosa  Sainos (Ixtepec, Puebla, 1972).  Es poeta totonaco, traductor, productor y locutor bilingüe. En 1999 publicó su poemario Xtachiwinkan likatutunaku kachikín / Voces del totonacapan en la colección Letras Indígenas Contemporáneas (Conaculta-INI). Luego Tlikgoy Litutunakunín / Cantan los totonacos, en el marco del Año Internacional de las Lenguas (CDI, 2008) y en el 2012 el Centro de las Artes Indígenas del gobierno del estado de Veracruz editó su último libro Kxa kiwi tamputsni / En el árbol de los ombligos. Es coautor del libro El arte de ser totonaca (Gobierno de Ver., 2009). Su obra fué incluida en el disco "Canta poesía" a ritmo de son, del cantautor Alejandro Estrada. Ha publicado en periódicos, revistas y suplementos culturales como El Búho, la Jornada, Boulevard, La Palabra Florida, la Curul y El Colibrí. Una selección de su obra fue traducida al portugués y publicada en Brasil en la revista especializada en Traducción literaria NT, en septiembre del 2012. Sus obras han influido en el ámbito educativo y en el 2014 sus poemas Kiwikgoló / Dios del monte y Litutunaku chan / Hormigas tutunakú, fueron publicados por la SEP en el libro de Lecturas de Español de quinto grado de Primaria, además que en 2008 su poema Kkgalhkgalhima mintaspitat/ Esperando tu llegada, fue publicado en el libro de Literatura 2 para Bachillerato, aunado a que sus textos han sido leídos en múltiples certámenes de poesía de educación indígena.