Cómo realicé el documental Atoyac, agua que sueña Destacado

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Mundo Nuestro. @masde131 entrevistó a Mariana Mastretta, documentalista autora reciente del corto Atoyac, agua que sueña. Ella respondió con un breve texto estos interrogantes:

¿Cuál es tu relación con el Río Atoyac? ¿Cuál fue el camino que seguiste para grabar y tu método de trabajo? ¿Cuáles son tus documentales favoritos y por qué?; (aunque sean de este año). Hay una superabundancia de documentales en México, ¿qué crees qué hace falta para el documental hecho aquí? Y, ¿por qué es importante el documental en el México de hoy? ¿Qué es lo más interesante que te ha dicho el público sobre tu documental? ¿De qué manera te dicen las personas que defienden el Río Atoyac que el documental puede ayudar en su defensa? ¿Qué sigue para ti y para el Río Atoyac?



El río Atoyac nunca había sido parte importante de mi vida, aunque siempre he vivido junto a él. Recuerdo mucho que cuando era niña y jugaba con mis vecinos teníamos prohibido acercarnos, podía arrastrarnos con su corriente fuerte o podían salir de él perros callejeros y otras cosas más aterradoras. Nunca fue visto con otros ojos.

En 2010 un grupo de 24 poblanos tuvieron la idea loca de navegar el Atoyac, como alguna vez se hizo en el siglo pasado; cubiertos de trajes impermeables cruzaron la ciudad en el río tóxico, llamando la atención de miles de personas, entre ellas yo. Creo que ese fue el evento que sembró en mí la posibilidad de pensar en un río Atoyac limpio.

Cuando hicieron la segunda navegación en 2014 yo ya estaba en el mundo del video y me invitaron a hacer uno del evento. Fue entonces cuando de verdad me surgió la inquietud de hacer algo más serio sobre el tema.



El río Atoyac, aguas abajo de la ciudad de Puebla, corre recuperado y cristalino.

El río Atoyac es el río que le dio vida a la ciudad de Puebla, edificada entre éste y el San Francisco; hoy el San Francisco está entubado y el Atoyac es el tercer río más contaminado del país. Drenajes, negligencia, ignorancia y muchos más factores lo han llevado a estar así; sin embargo es un tesoro olvidado que debe y puede ser rescatado. De eso se trata el movimiento de Dale la cara (dalelacara.org).



Como parte de la pequeña investigación buscamos fotografías antiguas que muestran una convivencia con el río mucho más cercana el siglo pasado.

atoyac navegable

El balneario Agua Azul a principios de los años veinte del siglo pasado.

Cuando decidí emprender el proyecto no tenía mucha información ni claridad sobre lo que quería, simplemente un día salí a grabar y a descubrir cuáles iban a ser los temas y el hilo conductor. Poco a poco fue saliendo naturalmente, aunque fue un trabajo duro para mí y la editora -acompañadas de nuestra asesora Lupita Miranda-, pero que disfrutamos.

Antes de empezar busqué inspiración en algunos documentales, inspiración que encontré en Metamorphosen de Sebastian Mez, y en La Sal de la Tierra de Wim Wenders y Juliano Ribeiro. Siempre me han gustado los documentales que abordan temáticas socioambientales desde una perspectiva personal, más íntima. De Metamorphosen me encanta su ritmo y su cercanía con los personajes. De La Sal de la Tierra me fascina la reflexión a la que nos llevan los directores. Mi documental favorito mexicano es muy reciente, Tempestad de Tatiana Huezo, y también es definitivamente una inspiración para mí, me gusta mucho el estilo.

Sin embargo son pocos los documentales mexicanos con una calidad cinematográfica rescatable, y creo que ese es el reto más grande al que nos enfrentamos ante tanta producción documental hoy. Tenemos muchas historias que contar y el cine nos está dando la oportunidad de poner en la mesa temas que antes no se habían hablado, nos da también otras perspectivas que nos enriquecen.

Específicamente en este proyecto, el reto creativo más grande para mí fue el decidir incluir mi voz propia. Al principio tenía claro que quería testimonios de personas cercanas al río, pero durante el rodaje el equipo de producción me fue convenciendo de probar el recurso de la -temida para mí- voz en off. Sin duda fue algo que le dio un acercamiento más íntimo, que era lo que buscábamos.

Trailer de Agua que sueña en Vimeo https://vimeo.com/165615431

El cortometraje Atoyac, agua que sueña comenzó como algo pequeño pero ha generado una inercia propia que nos ha llevado a lugares que no imaginábamos, como presentaciones fuera de la Ciudad de Puebla o artículos como éste. Para el equipo de producción esto es una muy buena sorpresa pues entre más gente se conecte con el río será mejor para su recuperación. La crisis del agua la estamos viviendo en todo el país y es importante verlo, al final el objetivo del proyecto es sembrar semillas de conciencia, pues creemos que para salvar el río necesitamos la fuerza y las ganas de todos los poblanos, de todos los ciudadanos en el caso de otros lugares.

Este proyecto inició como un cortometraje pero está pensado a largo plazo como un largometraje, debido al tamaño del tema y su importancia. Sin embargo mientras está listo el largo –que está ya en etapa de preproducción- pueden seguirnos en Facebook y enterarse de futuras proyecciones.

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Sobre el autor

Mariana Mastretta Larracilla

Documentalista, fotógrafa, este año termina su licenciatura en Comunicación en la Ibero Puebla. Su trabajo de titulación, "Atoyac, agua que sueña".