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"No puede ser un crimen más". Un año ya del asesinato de Meztli Sarabia Destacado

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Mundo Nuestro. Un año se ha cumplido del asesinato de Meztli Sarabia. Vale todavía lo que escribimos hace un año.

Qué pena el asesinato de Meztli Sarabia. Y qué coraje.

Me entero de sus muerte por un mensaje de Rubí Soriano que me encuentra en el metro de la ciudad de México. El convoy me deja en el andén y su masa indiferente. Y ahí estoy, incrédulo, sometido por la impotencia que nos deja a todos varados frente a los acontecimientos que nos aturden para disolverse después, como el ruido del tren que se pierde en el tunel. Ya vendrá el siguiente.

Llevo toda la tarde pensando en lo sucedido. Cuatro sicarios arremeten en la oficina del 28, cinco minutos después un video los verá huir por la 64 Poniente hacia el Mercado Unión. Atrás dejan a una muchacha muerta por un disparo en la cabeza. Y la cartulina, y las amenazas contra Simitrio. ¿Por qué esta saña contra esta familia? No bastaron los 12 años de prisión en penales de máxima seguridad para el papá de Meztli. ¿Qué ha motivado todo este odio irrefrenable?



Del fondo del andén llega un nuevo bramido. La vida vuelve indiferente.

Para el recuento diario de la violencia en México la muerte de esta muchacha será simplemente un crimen más. Pero no es así. La organización popular 28 de Octubre está en la historia de la ciudad de Puebla como la única que ha sostenido una postura de independencia frente a los gobiernos y los partidos políticos. Es una historia de 44 años y está metida en el estómago de la ciudad. Una ciudad, y unos gobernantes, que sistemáticamente se ha negado a reconocer el espacio vital de los pobres: la calle, la vecindad, el mercado.

Mucho tendrá que explicar la autoridad estatal y municipal que durante los últimos tres años ha atentado abiertamente contra la familia de Rubén Sarabia. Ahora le han matado a la hija. Cualquiera que haya sido la motivación de los matones, es imposible no mirar atrás para encontrar todos los elementos para pensar en un crímen de Estado.

Aquí quedo yo, periodista, varado en un estación anónima del Metro, viendo la tristeza que consume a mi ciudad al otro lado de los volcanes.

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Sobre el autor

Sergio Mastretta

Periodista con 39 años de experiencia en prensa escrita y radio, director de Mundo Nuestro...