1 de Julio en Puebla

1 de Julio en Puebla

Mundo Nuestro

Recordatorio de una infamia: la violencia criminal contra la democracia en Puebla. El 1 de julio del 2018 a los poblanos nos regresaron sin pudor alguno a 1940. Y pareciera ser que los ataques a balazos contra las casillas electorales orquestados por un grupo de poder fáctico no son prueba suficiente para declarar ilegal la elección del 1 de julio. El gobierno del estado de Puebla guardó a sus policias y miró para otro lado. Los institutos electorales quedaron totalmente rebasados. Los funcionarios del IEE y los jueces locales avalaron la elección, para ellos no existió la violencia. Es una tragedia y es intolerable.



Vida y milagros

La próxima secretaria de gobernación del gobierno de López Obrador, la ex ministro de la Suprema Corte de Justicia Olga Sánchez Cordero, fijó una postura absolutamente institucional con respecto al conflicto electoral desatado desde el domingo en la tarde de las elecciones en el estado de Puebla.

De los nueve estados del país en los que hubo elecciones para gobernador, el único en el que hay un litigio serio con respecto al proceso y el resultado de quién ganó el cargo de gobernador es el estado de Puebla. El periódico español El País retomó el tema ayer en su plana internacional en un artículo titulado "Balas, mapaches y un supuesto fraude electoral:



LA NUEVA BATALLA POR PUEBLA

https://elpais.com/internacional/2018/07/06/mexico/1530898405_517383.html.

Desgraciadamente para los poblanos, sí hay hechos y elementos para que la elección pueda terminar en los tribunales. La verdad es que la elección local nos ha dejado incertidumbre y dudas sobre lo sucedido el domingo, y por lo tanto, sobre los resultados. Nuestras instituciones electorales locales reflejan un atraso con respecto a las del resto del país. No debiera haber ni sombra de duda en los resultados, pero los hay.



Yo voté en la casilla 1187, en una escuela ubicada en San José Mayorazgo. Había una casilla y dos contiguas en ese espacio. El total de boletas era de 1729. El orden que imperaba cuando llegué a votar, por cierto en hora pico, fue realmente muy sorprendente y bonito. Muchos votantes, las mesas de los funcionarios ciudadanos perfectamente organizadas y el ánimo festivo. En diez minutos había votado por las seis opciones de ese día: presidente, senadores, gobernador, diputados federales, presidente municipal y diputados locales. Me acompañaron mi hija y mi hermano, quien transmitió por Face lo que aquí describo. Divagamos un rato recordando los viejos tiempos del robo de urnas que le tocó vivir a mi mamá en sus épocas de activismo cívico. En 1975 el ejército, y en 1983, tipos empistolados, le quitaron las urnas que cuidaba. ¡Qué tiempos increíbles, dijimos! ¡Qué cambio con lo que ahora vivimos! Al salir, en la puerta de la escuela ya estaba una casa encuestadora levantando su encuesta de salida: Morena 5, Pan 2, Pri 2. Así iba su recién empezada encuesta a las 12.30 del día. Desde 1988 esas casillas solía ganarlas el PAN. Esta vez en las federales arrasó Morena. En las locales nunca lo sabremos. ¿Por qué?



Poco después de comer, una sobrina que forma parte de un chat común y que vota en la misma casilla que nosotros, nos escribió que ella y su hija estaban en medio de una balacera en la escuela donde habíamos votado. Un hombre armado entró echando tiros acompañado de otros tres y sembraron el caos. Ella y su hija se echaron al suelo y se pegaron a una pared. A una joven funcionaria electoral le rozó un brazo una bala. No quiere ser funcionaria de casilla nunca más. Marcaron al 911 pero los policías nunca llegaron. A la vuelta había una patrulla que nunca se movió. Eran las cuatro de la tarde. Mi hermano regresó a la casilla y encontró las urnas tiradas, muchos votos en el suelo y la casilla, los funcionarios ciudadanos y los votantes en total pánico y huida. Ahí terminó la civilidad, la votación y la paz de la casilla 1187. En el PREP del Instituto Estatal Electoral nuestra casilla aparece hasta el día de hoy en ceros. No contaron nuestros votos a gobernador, diputados locales ni presidente municipal. Como si nadie hubiera votado ahí. El viernes, mi hermano Sergio, que es absolutamente curioso y buen investigador, dio con lo que quedó de nuestras urnas y votos "resguardados" en una oficina de la Junta Distrital 12 del INE y así lo reportó en su portal www.mundonuestro.mx, En busca de mi voto ando yo. Intento 3 y fin: Hallado bajo resguardo, anulado, muerto . El problema es que hubo más de 70 casillas en las que sucedió un patrón igual o parecido, el mismo método, los mismos tiros, los mismos robos de urna y suspensión del funcionamiento de las casillas. En una en particular, los delincuentes se voltearon al chocar con otro coche en una esquina. Casi los linchan si un grupo de mujeres civilizadas no lo hubiera impedido. En la camioneta estaban las urnas recién sustraídas de una casilla en Xilotzingo. Habrá que ver en la investigación qué declararon los detenidos, uno de los cuales acabó en un hospital.

En busca de mi voto ando yo. Intento 3 y fin: Hallado bajo resguardo, anulado, muerto

En busca de mi voto ando yo. Intento 3 y fin: Hallado bajo resguardo, anulado, muerto


Ya en la noche, dándole seguimiento a la elección, Televisa anunció los resultados de Consulta Mitofsky que le daban una ventaja de casi 10 puntos al candidato de Morena Luis Miguel Barbosa. El candidato del Frente a presidente municipal por la ciudad de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, reconoció su derrota ese mismo domingo por la noche. Ganó Claudia Rivera, candidata de MORENA por 12 puntos. No nos pareció raro que ganara Barbosa porque ya a esa hora sabíamos que en Puebla Morena había ganado 14 de los 16 distritos federales, había ganado su fórmula al senado y también la ciudad de Puebla, los municipios que rodean Puebla y la ciudad de San Martín. Esa misma noche en Veracruz, el temible Yunez ya había salido a aceptar su derrota ante Morena. Ante el anuncio de Mitovsky la candidata del Frente detuvo su anuncio de triunfo y Puebla entró de lleno en la incertidumbre mientras el resto del país se dormía conociendo los demás resultados.

A las once de la noche empezamos mi hija y yo a buscar en el PREP local los resultados de cada distrito local, en particular nuestro distrito y casilla, y un poco después de las once y media, el PREP se detuvo. A la una de la mañana el avance era casi nulo. Nos fuimos a dormir y en la mañana del lunes Barbosa ya perdía por 4 puntos. El porqué de esos resultados tan anómalos con respecto al resto de los resultados empezó a despertar suspicacias y rechazo no solo en los militantes de Morena sino en muchos ciudadanos que no tienen una particular preferencia partidista, disgustados sobre todo por lo hechos violentos del domingo. El martes, un grupo de militantes de Morena irrumpieron de manera violenta en el Hotel M&M, supuestamente alertados por una aviso anónimo que les habían dicho que ahí se estaba procesando el fraude por parte del equipo de Martha Erika Alonso, esposa de Moreno Valle y candidata del Frente. En lo personal creo que cometieron un error estratégico al entrar así, ya que si tenían esa sospecha debieron asegurarse de entrar acompañados por autoridades electorales, por un notario, o por una autoridad federal, de manera que lo que ahí encontraran estuviera respaldado por alguien con fe pública para que tuviera validez probatoria en caso de un juicio. Ahí están las imágenes y cada quien puede juzgarlas por sí mismo. Mientras tanto, los gravísimos hechos sucedidos el domingo en tantas casillas pasaron a segundo término y la opinión pública se desvió y centró en la agresiva manera en que irrumpieron en el hotel los morenistas. La FEPADE diría tres días después que el material ahí resguardado es el material interno que cada partido tiene derecho a tener. Lo sucedido en el hotel realmente es un enigma, al igual que la llegada de Eukid Castañón en esa tarde y su extraña conducta, en la que acabó voluntariamente rodando por el suelo sucio de la calle. Cómico, trágico y patético. De todos modos nada de lo sucedido ahí modifica lo que pasó el domingo.

Y aquí es donde la voz de Olga Sánchez Cordero se hizo oír, obviamente con la anuencia de López Obrador. Contuvo los ánimos en Morena y fijó la posición de que la lucha por la elección y la defensa del triunfo de Barbosa se llevaría a cabo por medio de las instituciones y los tribunales electorales y no en las calles.

“Morena –dijo-- va a pelear legalmente e impugnará la elección en Puebla cuando sea el momento. Está en su derecho de agotar todas las instancias legales para resolver los agravios de una elección desigual. Morena sí la va a pelear, pero legalmente. Esto llegará al Tribunal Electoral, a la Sala Superior, ahí está la vía legal y hay que agotarla. Vamos a fortalecer a las instituciones, de verdad vamos a respetarlas.”

Fue por medio del diálogo entre Olga Sánchez, Diódoro Carrasco y Antonio Gali que se cerró el conflicto en el hotel, se desalojó a los involucrados y se logró procesarlo aunque de manera tardía.

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Foto de Tribuna Noticias.

El día de ayer se realizó una marcha de protesta convocada por Morena, partido que se desistió de participar en ella a petición de las máximas autoridades de MORENA en México con la intención de evitar confrontaciones, infiltrados, provocadores y todos los ingredientes tóxicos propios de situaciones de muchísima tensión, como es este caso. La militancia de MORENA en Puebla y el mismo candidato Barbosa han aceptado la propuesta de litigar el caso con toda la fuerza de la ley en la mano y con los mejores despachos posibles. El día de ayer el Instituto electoral local declaró vencedora por cuatro puntos a Martha Erika Alonso. Era el paso que estaban esperando en Morena para proceder a la impugnación del proceso local y pasarlo a instancias federales. Saben que ante el Consejo local, elegido por un congreso que se eligió en tiempos del gobernador Moreno Valle, no se les dará la razón jamás. La razón hay que tenerla, saberla pedir y que te la quieran dar.

Ayer domingo, Martha Erika Alonso celebró su triunfo en la Acrópolis, rodeada de festejantes, pero también de panistas que exigen que se investiguen los hechos del domingo. Al mismo tiempo, Horacio Duarte, el experto representante ante el INE de MORENA nacional, ha declarado que el partido impugnará la elección local de Puebla ya que hay elementos suficientes para que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación anule la elección. Es una buena decisión que esto se pueda definir con jueces imparciales y en condiciones de equidad. Desde luego en Puebla las autoridades electorales dudosamente les iban a dar esas garantías. No lo invento. Ahí están a la vista para quien quiera revisar las fallas e inconsistencias del IEE en el conteo y el cómputo. Quizá una autoridad neutral aún pueda decirnos qué pasó y si quien ganó, ganó. Los mal pensados dicen que igual estamos ante la primera concertacesión del sexenio que viene. Yo creo que hay que darle una oportunidad al poder judicial federal. Los funcionarios de casilla y los ciudadanos que acudieron a votar con gusto y civilidad merecen saber quiénes enviaron a los delincuentes armados a reventar casillas. ¿Quién va a querer ser funcionario de casilla en otras elecciones si no hay consecuencias para los autores intelectuales y materiales de lo sucedido el domingo? Ojalá que Olga Sánchez Cordero tenga razón al apostar por las instituciones. Ojalá que hagan un extraordinario trabajo y que a todos nos convenza el fallo de los jueces, gane quien gane.

Mundo Nuestro. Con este relato de lo ocurrido en la Sección 1534 en Xilotzingo, en la que se perdieron más de 4,500 votos por el asalto armado ocurrido en la tarde el 1 de julio, iniciamos esta serie de testimonios de la infamia contra la democracia en Puebla. Algunos, como en este caso, serán anónimos.

Mi casilla fue la 1534, en Xilotzingo. La tarde estaba muy tranquila o al menos eso pensaba antes de lo acontecido. Me encontraba fuera de las casillas electorales, ahí en la Unidad Habitacional Luis N. Morones, donde se llevaba a cabo las votaciones. Sabíamos todos que algo no iba a estar bien cuando nos percatamos que no se prestó la primaria Cadete Juan Escutia, como siempre desde que yo recuerdo siempre las votaciones fueron ahí.

Cuatro sujetos se acercaron a paso lento abriendo camino a tiros, entraron por su propio pie, la hora aproximada las 5:20 pm, todo se paralizó por un momento, solo se escuchaban los balazos, y la gente saltando el barandal del jardín, y la gente corriendo… Yo me paralicé. Y sentí rabia. El desasosiego me invadió, quise llorar por tanta impotencia. Los tipos entraron por el andador de frente al jardín de niños, caminando y echando tiros al aire. Traían con ellos un perro de pelea, no puedo recordar su color. Entraron y sólo se escuchaban gritos. Tres urnas fueron las que sacaron y así como llegaron se fueron, Igualmente por el mismo andador. Pero el perro ya no lo llevaban. Me distraje por una señora que estaba en el suelo, ya que pensábamos que estaba herida. Sufría de asma, y con el pánico imaginen.

Nadie hizo intento por seguirlos, ¿pues quien, verdad? Solo llamamos para que vinieran patrullas pero jamás llegaron.



Un poco después se corrió la voz que había un accidente en 24 sur, frente a casas Geo. Se escuchó un grito estruendoso, me dicen, y afirman que los delincuentes de las urnas se encontraban en el accidente. Vecinos de casas Geo ayudaron a los heridos, y con ellos los delincuentes, hasta que se dan cuenta de las urnas, y nos avisan a todos los que estábamos en el jardín. Corrimos todos rápidamente hacia la avenida. Ya los tenían, y casi los linchan. Les gritaban que devolvieran urnas, todos queríamos hacer válido nuestro voto. Los tenían a los dos tipos un joven de aproximadamente 26, 28 años y un señor ya se nota grande, de 66, 70 años. Los comienzan a interrogar para que digan quién los había mandado y de respuesta dicen que el PRI. Comienzan a golpearlos hasta tirarlos al piso. Patadas en la cara, querían lincharlos o quemarlos vivos. Las mujeres solo decíamos que no, que no se comprometieran, que llegara autoridad. Y con el alboroto se empezó a concentrar gente, ya que los vecinos de Tres Cruces, la colonia al otro lado de la avenida también fueron robados y agredidos por los delincuentes en la casilla 1555. Y así hasta que se empezó a concentrar más gente. Después llegó la autoridad y es cuando los resguardó en una patrulla, la que tuvo la gente rodeada toda la tarde.

En la noche se inició trifulca y la gente tratábamos de negociar por las urnas, lo cual solo fue tiempo perdido, así pasamos mucho rato hasta que se hizo noche. Entonces los granaderos empezaron a marchar hacia nosotros, como si hubieran recibido orden para atacar, y todo fue empujones y gritos. La gente por lógica se defendió. Comenzó la trifulca de granaderos contra vecinos, nos echaron los gases. Cuando los pasaron a los delincuentes la camioneta blanca, cuando casi atropellan a la gente, la policía se los llevó. Supongo que alguien lo grabo todo, porque muchos tenían celulares en mano.

Nosotros sólo estábamos peleando nuestras urnas, simplemente queríamos un cambio. Creo todos conocemos desenlace a estos hechos: tratamos de conocer más o mejor a los autores en sus distintas obras y obtener un mejor acontecimiento, aun sabiendo que todo está perdido, la delincuencia y corrupción siempre gana. Hasta el día de hoy me siento muy triste, con una cruda moral de incertidumbre e impotencia. Mis preguntas son simples: ¿dónde estarán estos delincuentes? ¿Y nuestros votos? ¿Por qué la autoridad no hizo lo que corresponde? Y todo el dinero que se encontraba en la camioneta, era muchísimo, ¿dónde quedó?

Eso es lo que sucedió el 1 de julio en la casilla 1534, en Xilotzingo.



Domingo 8 de julio a las 5.15 de la tarde. Justo una semana después de que a esta hora un comando de hampones asalta a balazos la casilla 1187 en San José Mayorazgo, mi casilla, la que no contará para la votación del día 1 porque ha sido declarada anulada por la autoridad electoral. No pudo ser capturada. No pudo ser contabilizada. Los 18 funcionarios de las tres casillas ahí plantadas sobrevivieron por fortuna la balacera. No sobrevivieron lo votos de los ciudadanos que ahí, como dice la ley, “ejercimos nuestro voto”.

Tampoco serán contadas casillas como la 1534 en Xilotzingo o la 0077 en el distrito 2 de Huauchinango, la 1410 del distrito 6 de la ciudad de Puebla, la 0822 de Huejotzingo, las casillas 1061, 1369, 1035, 1072 y 1078 en el distrito 9, y las casillas 1206, 1187,1197, 1534, 1537 del distrito 12, y las casillas 2175, 2176, 2177, 2179 y 2180 del distrito 13, y la 1887 del distrito 15. Ninguna de ellas. Todas con la reseña de robo de urnas, balaceras y heridos. 70 casillas identificadas por el INE. Ninguna de ellas identificada por el IEE.

De ese domingo 1 de julio estamos hablando. Y ese es el que tengo en mente una semana después. Este domingo 8 de julio dos masas se han movilizado. Una, se llama a sí misma ciudadana y procura deslindarse de Morena, aunque reconozco entre los marchistas a muchos de los militantes que han construido este movimiento en Puebla. La otra, la de un aparato aceitado y con gran fuerza económica para montar un espectáculo para celebrar el triunfo del panismo morenovallista.

Es una jornada de sentimientos encontrados. Una ciudadanía se manifiesta en la calle de Reforma hacia el zócalo de la ciudad de Puebla en una marcha contra el fraude electoral. Morena se ha desistido desde el jueves, a todas luces por consigna que les imponen desde la ciudad de México y que el partido explica por el miedo a ser víctimas de violencia infiltrada. Difícil saberlo. Dicen, sin embargo, que llevarán la elección a los tribunales. Más le vale a ese movimiento cumplirle a su feligresía, me digo, muy dada a identificar arreglos cupulares y muy decidida a pelear por una elección limpia y plantar su raya frente a los advenedizos políticos priistas que se han quedado con varias de las candidaturas en disputa.



Otra masa llena el coliseo que llaman Acrópolis a un lado del estadio Cuauhtemoc, todos posesionados de la playera en que los han enfundado los organizadores par el festejo de Martha Érika Alonso que llega muy airosa con su constancia de mayoría otorgada a mediodía por un Instituto Estatal Electoral al que el gobierno estatal le ha blindado con granaderos el Boulevard Atlixco. Han llenado a reventar la acrópolis, por lo que centenares de personas se quedan en la explanada, a pesar de que lucen en sus muñecas cintillos naranjas que les darían acceso al recinto. La Santanera entretiene a los presentes venidos desde distintos sitios, como San Juan Amecac al sur del volcán Popocatépetl o el muy cercano territorio huachicol de Cuautlanciingo.

He seguido esta jornada dominguera de los sentimientos encontrados en este domingo 8 de julio con un serie de videos registrados en facebooK.

Por la mañana, la marcha contra el fraude, recupero dos. El primero da una idea de los minutos previos y ofrece una conversación con el funcionario del ayuntamiento teniente coronel José Ventura Rodríguez Verdín, un viejo conocido de la seguridad pública en los gobiernos priistas y panistas de los últimos treinta años:



El segundo, da una idea del contingente que logró reunir en la avenida Reforma esta llamada marcha ciudadana contra el fraude:



A medio día el festejo de Martha Érika, también en dos momentos. El primero rescata una conversación con un campesino de San Juan Amecac (a partir del munutoo 7 del video), un pueblo al sur del volcán Popócatépetl, aguerrido y zapatista, que, por lo que escucho, partió su voto entre López Obrador para la presidencia y Martha Érika para la gubernatura.

El segundo presenta una parte sustancial del discurso de Martha Érika Alonzo y el remate de este cronista a su salida del evento:

¿En dónde estamos plantados entonces? Mirar los hechos, señalar los interrogantes será la obligación periodística. Mucho por analizar y contar de estos tiempos igual gratos que amargos de lo que llamamos democracia en Puebla. Adelanto una perspectiva en este video elaborado ya por la tarde del domingo, a la espera de que los procesos legales se cumplan con rigor. Que los jueces federales conozcan en su momento del caso Puebla en la elección nacional del 1 de julio. Y con pruebas en la mano hagan justicia.

Viernes 6 de julio, 4.30 de la tarde

A mi voto lo encuentro entre un conjunto de cajas en una oficina de la Junta Distrital 12 del INE.

Ahí está bajo resguardo del instituto entre lo que quedó de las urnas vandalizadas por los grupos de asalto que en forma coordinada atacaron a balazos, y en en una operación quirúrgica, algunas secciones electorales de ese distrito 12 el pasado 1 de julio. La Sección 1187 en San José Mayorazgo entre ellas.



Ahí está mi voto, lo imagino con su equis con pluma marcada en el casillero de la idea que tengo de futuro para los próximos seis años en la ciudad de Puebla, en la maltratada entidad que lleva ese nombre, en el territorio que llamamos México. Puebla, la tierra en el que las urnas en las que los ciudadanos votamos pueden ser asaltadas a balazos con total impunidad y cuyo Instituto Estatal Electoral sin vergüenza alguna declarará el domingo 8 de julio la constancia de gobernadora electa a Martha Érika Alonso.

Ahí está mi voto anulado.

Vivo en Puebla, la tierra en la que con 70 casillas asaltadas a balazos sus autoridades electorales son capaces de declarar legal la elección que ha marcado la historia moderna del país por su desarrollo democrático.

Hasta aquí llegó mi voto, al resguardo del instituto responsable de las elecciones pero no de la seguridad del millón y medio de funcionarios que participaron en la elección del domingo. La autoridad responsable de las policías estatal y municipal esa media tarde de la jornada electoral estaba mirando hacia otro lado: l gobernador Tony Gali, el alcalde Luis Bank.



"Ya no hay nada que hacer --me dice Dulce María Romero Monroy, la Secretaria Ejecutiva de la junta distrital del INE, una mujer con 27 años de experiencia electoral y fundadora con otras personas de la institución en Puebla--. Todos esos votos quedaron anulados."

Así, llanamente, anulados.



Dulce María me ha permitido tomar imágenes de este improvisado anfiteatro electora.

Viernes 6 de julio, 7.30 de la noche

Anochece en el arranque del fin de semana.El Instituto Estatal Electoral acaba de anunciar que ha terminado el cómputo en los 26 distritos electorales. Martha Érika Alonzo aventaja por 124 mil votos a Luis Miguel Barbosa y que el domingo le entregarán su constancia de gobernadora electa.

Los votos violentados a balazos, el mío entre ellos, nunca serán contados. No se contará el de mi hija Ana ni el de mi sobrina Sofía, votantes por primera vez en sus vidas.

Fin de mi búsqueda.

Inicio de la narración colectiva de esta historia particular de la infamia.

Jueves 5 de julio a mediodía

El ruido que ha generado el proceso electoral poblano alcanza cada vez más la atención nacional. Ha pasado el primer embate del frenesí del resultado del domingo, con los hígados y los corazones atravesados en el espectro ideológico del país. Sí, aquí está Puebla con su propósito de romper el encanto y recordar al mundo que México todavía es lo que siempre ha sido en temas electorales: el poder cuando pierde arrebata.

Decido no perder el foco. En la búsqueda de mi voto perdido por el asalto a mano armada y balacera de por medio de la Sección 1187 en San José Mayorazgo. Inicio la mañana con el análisis de las casillas que el PREP del IEE marca en ceros en los distritos 9, 10, 11, 16, 17, 19 y 20 de la ciudad de Puebla. Son 71 las secciones con ceritos dispuestos en los casilleros que corresponden a cada partido, uno por uno. A medio día del jueves 4 de julio la lista es larga, pero la transcribo aquí:

Distrito 9: 946, 978, 1032, 1052, 1056, 1061, 1069, 1092.



Distrito 10: 1072, 1077, 1078, 1279, 1283, 1298, 1364, 1366.

Distrito 11: 1358, 1410.

Distrito 16: 1302, 1303, 1340, 1341 Contigua, 1455, 1457, 1462, 1464, 1468, 1479, 1489, 1491, 1494, 1497, 1503, 1506, 1508, 1512, 1514, 1515, 1516, 1517, 1529, 1532, 1534, 1537, 1538, 1540, 1548, 1549, 1550, 1568, 1571, 1577, 1582, 1585, 1594.

Distrito 17: 935, 1103, 1113, 1148, 1269, 1273, 1274.

Distrito 19: 1187, 12206, 1216, 2583, 2589, 2607.



Distrito 20: 2580.

Inicio entonces una cuenta simple, desde el distrito 9: cuántos votos de estas secciones son los que no registra el PREP.



DISTRITO 9

Sección 946/735 votos.

Sección 952/1708 votos/BÁSICA Y DOS CONTIGUAS

Sección 978/1244/BÁSICA Y CONTIGUA

Sección 1032/1199/BÁSICA Y CONTIGUA

Sección 1056/1082 votos/BÁSICA Y CONTIGUA/SIN ACTAS

Sección 1061/3,614 votos/BÁSICA Y 4 CONTIGUAS

Hago un alto y cuento. En seis secciones, 9582 votos. Con una reglita de tres, calculo que a ese paso fácilmente superaré los 110 mil votos que no se registraron en el PREP-IEE.

Jueves 4 de julio a las 2 de la tarde

Recibo en mi correo el envío de un amigo. Es el resumen que ha hecho el Consejo Estatal del INE en Puebla sobre las incidencias que encontraron en la elección del 1 de julio en el estado. En siete de 15 distritos federales reportan 70 casillas tronadas por la violencia en la jornada. Robo de urnas, quema de documentación, balaceras y baleados, destrucción de casillas.

Así reportan lo sucedido en la sección 1072: "Balacera en la casilla, llegaron disparando, ingresaron a las instalaciones de la escuela, balearon los salones, bandalizarón en la escuela, afectando las casillas, hubo heridos de bala y evidencia de casquillos, destrucción de documentación electoral misma que quedo dispersa."

Voy a lo que dicen de mi casilla 1187: "Robo de urnas y balacera"

Luego copio para esta crónica tal como recibí este resumen del INE:

Jueves 4 de la tarde

Constato un hecho elemental: yo he contabilizado 70 secciones en los distritos de la ciudad de Puebla que no tienen registro en el PREP-IEE, pero el reporte del INE presentado aquí identifica 70 incidentes en todo el estado.

He hecho un movimiento simple, que no se me había ocurrido sino hasta que recibí el documento del INE. Comparar los datos entre el PREP-INE y el PRP-IEE. Parto del hecho de que el primero es realizado por el propio instituto federal electoral, y que el segundo fue operado por una empresa particular contratada por la autoridad local electoral. El resultado es sorprendente: una buena parte de las secciones que no aparecen contabilizadas por el PREP del IEE sí aparecen en el PREP del INE.

Un ejemplo del comparativo de algunas de las secciones entre los distritos 11 federal y 16 local:

En el comparativo he puesto el resultado del cómputo de la elección presidencial que sí documenta el PREP-INE.

Este es un comparativo entre los distritos 9 federal y local:

Muestro ahora unos ejemplos vivos entre secciones contabilizadas de un lado y en ceros del otro:

SECCIÓN 1585 EN EL PREP DEL INSTITUTO ESTATAL ELECTORAL (IEE)

SECCIÓN 1585 EN EL PREP DEL INSTITUTO NACIONAL ELECTORAL (INE)

La primera explicación que encuentro es esta: los paquetes no llegaron a los distritos locales del IEE. O si llegaron no los han contabilizado por alquna razón que desconocemos. Pero es un hecho que buena parte de las casillas que aparecen en cero en el PREP-IEE si se encuentran vivas y contadas en el PREP-INE. ¿Por qué?

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Hoy es 4 de julio y anochece. No hemos recibido la llamada de la FEPADE para dar continuidad a la denuncia que levantamos el lunes 2 de julio por el robo de nuestro voto en la casilla 1187.

Dejo constancia.

Ahí está, tal vez, mi voto de puño y equis entre esa soledad vespertina del patio escolar.

Dice la canción de Rubén Blades, "buscando guayaba ando yo, que tenga sabor, que tenga mentol". Así ando yo con mi voto, el que quedó regado en el patio de la primaria Benito Juárez, a una cuadra de los arcos en San José Mayorazgo. Ni modo, ni sabor ni gusto cívico.



El 1 de julio la casilla 1187 en la que voto fue atacada por un comando que echo bala al aire de la primaria Benito Juárez, vandalizó las urnas y escapó con la ilusión de 1729 electores apuntados en la lista nominal, muchos de los cuales para esa hora, las 5 de la tarde, ya habíamos votado.

La nuestra fue una de las 71 casillas que no aparecieron en el PREP, ni lo harán nunca.

¿Qué fue de mi voto? Si hubiera contado junto con los miles de votos más que se perdieron por la violencia el domingo, ¿qué consecuencia habría tenido para el resultado final de la elección a gobernador?

¿Le habrían levantado la mano los panistas a Martha Érika? ¿Los morenistas no hubieran tomado el hotel MM a golpes de patadas en las puertas? ¿José Juan Espinosa no hubiera podido cumplir su papel de estoico bastión de la democracia? ¿Eukid Castañón se habría tomado su cafecito mirando las sábanas clonadas inservibles?¿Habríamos salido ayer a marchar desde el Gallito hasta el inescrutable IEE? ¿El gobernador Tony Gali habría podido presumir que no fue el suyo el foco rojo que derrumbó esta ensoñación de país democrático con la que cerró la elección del domingo?

Muchas más preguntas llenan los ceritos de mi voto en la casilla 1187. Aquí la huella de la casilla 1187 en el PREP con sus 1729 votos que unos sicarios arrojaron a la basura:





¿En cuál de las inconsistencias entran los balazos que dispararon en la casilla los sicarios?

Busco después en el listado del distrito 19 la casilla más cercana en número que también aparece con sus ceritos ovaladitos, la 1206:

No pudieron quedar los campos del acta PREP correspondientes al número de votos ilegibles tanto en letra como en número. No hubo acta PREP en la casilla 1206.

Y busco también la 1534, en el distrito 16, la más famosa de todas por el clima cinematográfico de la casilla asaltada a balazos, la escapatoria de los criminales en una unidad con registro de robo --con logos del gobierno de Moreno Valle-- que termina en choque:

Y ya en esas, que me sigo a buscar distrito por distrito las casillas que aparecen en ceros y ceros y más ceros en el PREP. Conté 71. Hay que ir una por una para contar el número de votos que se perdieron. En esas ando. En la 1187, se tronaron a 1729 electores, Vero mi hermana, Ana mi hija y yo entre ellos. En la 1534, la de la camioneta volcada, la muchedumbre gaseada y toleteada, 4,159 electores caídos. En la 1206, también en nuestro distrito, 4,816. A ojo de buen cubero, en esas 71 casillas se deben de haber perdido un mínimo de 150 mil votos. De ese tamaño.

El distrito 19 otorga una distancia de más de 11 mil votos a Morena en la gubernatura:

Para apreciar la dimensión de estos números busco los resultados del PREP del IEE para el distrito 16, aquel de las 37 casillas que nunca llegaron a él.

Amplío la mirada y busco los números globales de AMLO en el estado de Puebla: ganó tres a uno al PAN en Puebla. Y al pri le pegó 4 a 1.

Ayuda también visualizar los números de AMLO en la elección presidencial en esta gráfica del distrito 11 federal. Aquí la paliza fue de 4 a 1 al PAN y casi 6 a 1 al PRI.

¿Qué ocurrió entonces en Puebla? ¿Qué resultados tendríamos si no se hubieran tronado 71 casillas de la ciudad de Puebla?

Mi hija Ana llamó el lunes a la FEPADE. Levantó la denuncia correspondiente. Dijeron muy propios que llamarían para iniciar la averiguación. Ella y yo, y todos los que acudimos a votar a la casilla 1187, y todos los que perdieron su voto en cada una de las 71 casillas que nunca llegaron al PREP, seguimos esperando.

Dos escenas de un mismo acontecimiento. Y la historia en positivo: la nutrida marcha contra el fraude electoral a la que llamaron jóvenes universitarios por las redes sociales.

Intentar comprender al final de una jornada los acontecimientos de un martes postelectoral en Puebla.

Tengo serias dudas respecto de que sea una mapachera lo que los diputados electos Manzanilla y José Juan Espinosa y el senador electo Armenta econtraron en el hotel en Las Ánimas. Igualmente guardo severos interrogantes a lo sucedido, sobre todo a partir de la presencia y el comportamiento de uno de los principales operadores de Moreno Valle, Eukid Castañón.



Escena 1: José Juan Espinosa presenta pruebas de la mapachería tras la toma violenta del centro de operación de los morenovallistas. Ahora su futuro político pende de que la FEPADE pruebe los crímenes de los mapaches.



Eukid Castañón dice que llegó a echarse un cafecito al MM. Su presencia anima a pensar en el centro de operación como una verdadera mapachería.



La historia en positivo: Más allá de la trifulca en el MM, la movilización de ciudadanos contra el fraude electoral en Puebla.

No es sencillo para mí en esta medianoche ofrecer una postura serena y objetiva. Y sí creo que lo que se juega hoy en Puebla tendrá consecuencias severas para todos nosotros.

La violencia de los que llegaron las huestes de los políticos Morenistas es lamentable por donde se le mire. Y si los tres políticos que arribaron por asalto pragmático a Morena se precipitaron y la mapachería no es tal, los costos para ellos serán terribles. Y más para el movimiento social convertido en una votación histórica para Morena.

Las bandas armadas asaltando casillas no sólo es un asunto criminal. Han echado por tierra el esfuerzo democrático más importante en la historia poblana de la democracia en México en la era del derrumbe del partido de Estado autoritario que llamamos PRI.

Boletas en la presa de Necaxa, publicadas por Leticia Animas el lunes 2 de julio. Como parte de nuestra conducta y hábito desordenado y depredador. La sociedad en decadencia. La democracia violentada.

Lo fundamental es que la FEPADE realice una investigación correcta y muy rápidamente deslinde las responsabilidades. Esa es mi primera conclusión.

Yo estoy entre el coraje y la pena por todo esto. No se observa mucha inteligencia y cordura en la clase política. Y en Puebla hay mucha gente armada y ligada a facinerosos, y lo vimos de manera cabal el domingo.

No es un asunto sencillo. Ahora mismo estoy viendo videos con declaraciones de dos mujeres empleadas en ese centro de operación del PAN. Afirman que sólo recibían ahí las copias de las actas de las casillas en todo el estado. El problema es que esa versión enternecedora puede ocultar también una versión perversa. El sitio, y las mismas personas, pueden formar parte de un proceso de maquillaje de actas para hacerlas converger con los resultados que ha mostrado el PREP. Eso ha ocurrido desde hace mucho tiempo. Y las personas que aparecieron hoy en ese sitio, Omar Blancarte Montaño, Israel Mancilla y Eukid Castañon son reconocidos desde hace tiempo como expertos en la materia.

No puede uno leer un acontecimiento aislado del conjunto de eventos que se han sucedido en los últimos días. El interrogante primero es el de los resultados mismos: ¿Morena barre con todo menos la gubernatura? ¿Somos tan sutiles los votantes? El interrogante segundo: ¿quién y con qué fin ordena un orquestado asalto a más de 70 casillas en la ciudad de Puebla? ¿Cuántos votos se perdieron con ellas? ¿En qué medida ese asalto el domingo llegó a alterar la votación? Mi casilla, la 1187, tenía tres en una, la Básica y dos contiguas, es decir, más de 4,500 votos. ¿Cuántos entonces se perdieron el domingo de esta forma en todo el estado?

Por eso creo que la mirada crítica debe ver cada acontecimiento como parte de un mismo proceso. Y la FEPADE está obligada a investigar a fondo y por igual si el hotel MM es un centro de operación criminal de Moreno Valle y si el asalto a las casillas el domingo forma parte de una operación para modificar sustancialmente el resultado de la elección.

Esas preguntas me hago en esta medianoche de una semana que será histórica para la vida nuestra.

No perder la memoria. No al día siguiente. Miles de ciudadanos fuimos violentados en nuestros derechos humanos. Grupos armados atacaron la tarde del domingo decenas de casillas electorales en la ciudad de Puebla. Todas con el mismo modus operandi: pandillas en bateas de pick up respaldadas por jettas o camionetas cerradas tirotean al aire dentro de las casillas y saquean las urnas; se roban algunas y destrozan las que quedan en los recintos escolares. Atacan secciones con casillas básicas y contiguas. Atacaron mi casilla, en la que voto desde 1988.

Hemos interpuesto una denuncia ante la FEPADE. No será responsabilidad nada más de un partido político defender la legalidad de una elección. L

Los ciudadanos debemos ir ante un juez a exigir justicia. A la autoridad judicial le presentaremos memorias como las aquí expuestas.



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#Casilla 1187 Víctima

Para entender el abismo en Puebla este testimonio de una vecina de San José Mayorazgo, testigo del ataque a la casilla 1187 por uno de los piquetes de sicarios que intentaron reventar la elección ayer en la ciudad de Puebla.

“La epilepsia y el miedo no combinan y por eso le escribo hasta ahora. Nunca en mi vida había tenido tanto miedo. Que la pistola haya estado en algún momento apuntando a María (que para el caso no sólo es mi hija, también puede ser su hija o su hermana o su madre) me acerca los hechos en la casilla, obliga a verlos en otro plano. Me hizo sentir vulnerable como nunca. Luego todo fue correr de los balazos y escondernos detrás de una pared. Sentí que mi cuerpo no alcanzaría para proteger a mi hija… Ningún puesto del mundo vale lo que vivimos ayer. Algún día alguien se lo dirá a Martha Erika. ¿Dónde se perdió la niña que ella fue algún día? ¿Cómo puede la necesidad del poder llevarte tan lejos?”



De la angustia ella ha pasado al día siguiente a preguntarse por su voto. Y con ella todos los que el día de ayer alcanzamos a votar en la casilla 1187.



#Casilla 1534 Víctima

Ocurrió poco después de las 8 de la noche en la avenida 24 Sur. La muchedumbre reunida alrededor de la camioneta volcada también se pregunta por su voto al día siguiente. Y recuerda con rabia la represión por la policía estatal y municipal que esperó a la noche para atacar a los vecinos con toletes, escudos y gases lacrimógenos.

“Nos echaron gases lacrimógenos, don. Se llevaron las urnas y se llevaron a los que asaltantes de la casilla que estaban retenidos en la patrulla. Llegó una camioneta blanca y se llevaron a los detenidos, eran policías, pero vestidos diferente, con otros cascos, azul pero más llamativo. La gente se molestó, la gente se acercó con los granaderos, a lo mejor se hicieron de palabras, o vaya usté a saber qué pasó, se puso bien feo, don, de repente fue, cuando se llevaron los detenidos nos hicimos de palabras con los policías, pero no hubo nada, estábamos tranquilos, pero de repente empezaron a caminar y caminar, como marchando, chas, chas, y el camión ese grande, nos lo aventaron, y los gases, y los toletes, y los jalones de pelo. Por lógica, nos defendimos con piedras, mientras ellos agarraban al que fuera. Estuvo muy tremendo, don, muchas patrullas, todo cerrado alrededor. La gente se dispersó, y ellos aprovecharon para llevarse la camioneta y las urnas. Nosotros sólo queríamos que se ahí se contara, pero ellos tenían orden de agarrar y golpear, venían con orden de que nos quitaran de ahí, y fuera como fuera…”

Abismo

Escribe Verónica Mastretta, cuyo voto también se perdió en el ataque a la casilla 1187:

“Y pensar que a Sergio y a mí nos encantó el orden, la disposición y la eficacia que había en nuestra vieja casilla. Todo era armonioso. y luego, todo caos. Qué cambió en un ratito, del orden al caos, del ejemplo cívico de los funcionarios ciudadanos, a una fuerte y negativa experiencia de quienes por primera vez votaron. Nos fuimos para atrás en el tiempo. Mi pregunta es: ¿Qué bien oculto hay detrás de este mal? ¿Lo habrá? ¿Cuál es? ¿ El ejercicio cívico de poner una denuncia? ¿El aprender a usar las instituciones? ¿Aprender a valorar la paz? ¿Cuál?”