Mundo Nuestro. El Instituto de Ciencias y Humanidades de la Buap invita a la culminación del evento "Los Retos de la Educación Pública Superior". Se presentarán conclusiones y síntesis de las aportaciones hechas a lo largo de todas estás semanas. Se le rendirá un homenaje al Dr. Pedro Hernández Ornelas por su larga y fructífera carrera académica.

Revista Sin Permiso. La autora y activista Naomi Klein nos habla de su vida en la izquierda, de la emergencia climática y de cómo la Covid-19 está exponiendo los límites del neoliberalismo –y creando oportunidades para organizarse en su contra–. Esta entrevista tuvo lugar en el podcast de Grace Blakeley A World to Win, es posible suscribirse en iTunes y dar soporte al programa en Patreon. Fue entrevistada por Grace Blakeley.

Naomi Klein es una de las escritoras de izquierdas más prominentes del mundo. Sus libros No logo y La doctrina del shock se convirtieron en críticas definitorias de nuestro sistema social durante los consumistas noventa y de las desastrosas consecuencias del crac económico de 2008.

Durante los últimos años, Klein ha estado más asociada a la lucha contra el cambio climático. Sus libros de 2014 Esto lo cambia todo: el capitalismo contra el clima y de 2019 On fire: The Burning Case for the Green New Deal han buscado llevar a la actualidad la cuestión de la urgencia de la crisis que afronta el planeta y la necesidad de soluciones políticas radicales para hacer frente al desafío.

En esta entrevista habla de ambos temas con Grace Blakeley de Tribune y también deja entrever su camino hacia las políticas de izquierdas, su punto de vista sobre las elecciones presidenciales de Estados Unidos del 2020 y la cuestión de la reconstrucción del movimiento laborista frente a la crisis de la Covid-19.



Clima y elecciones en Estados Unidos

En CNBC News, esta semana había una noticia donde se contaba que el hemisferio norte habrá pasado el verano más cálido registrado. El período de junio a agosto fue 2.11 grados Fahrenheit, más o menos un grado Celsius, más cálido que la media del hemisferio norte, cosa que lo hace el segundo agosto más cálido desde que se empezó a registrar ese dato en 1880. Da bastante miedo la noticia ¿no?

Da mucho miedo porque estamos perdiendo el hielo del Ártico a un ritmo alarmante. Creo que donde es más preocupante, en relación a donde hay más calentamiento, es cuanto más al norte vamos. Solamente vemos temperaturas asombrosamente cálidas en el Ártico. Y obviamente cuando se pierde hielo, el nivel del mar sube y eso tiene un impacto global enorme y no lo recuperamos.

Como dice mi amigo Bill McKibben, hemos roto una de las características más importantes del mundo, el Ártico. O sea que sí, vamos mal. Y obviamente, los incendios forestales son un síntoma de ello. Las tormentas, este puño de huracanes simultáneos que están golpeando la costa sur de Norteamérica son otro signo de ello y el Caribe también. Así que ya estamos en ello. Definitivamente ya estamos en ello.



Había otra parte del artículo, donde se mostraba que la temperatura en Death Valley había alcanzado los 130 grados Fahrenheit [54 ºC], una de las temperaturas más altas jamás registradas en el planeta.

Sí, estuve en esa zona el verano pasado y a 118 grados [48º C] hacía un calor insoportable. Además, estamos perdiendo ecosistemas realmente únicos. Los árboles de Josué, otros paisajes mundiales, están ardiendo en llamas. Esa temperatura récord está en el contexto en que estamos viendo esos incendios descontrolados. Solamente en los últimos días, cinco de los incendios forestales más grandes de la historia de California estaban activos al mismo tiempo. Es decir que el calor tiene mucho que ver. No es el único factor. Hay otros factores implicados en la razón del descontrol que se está dando, incluido cómo se han gestionado los bosques.

Eso es lo raro de Donald Trump, a menudo acierta un poco. Fue a California y dijo que no era por el aumento de las temperaturas. No es por el cambio climático. Es por la gestión de los bosques. Es absolutamente por las temperaturas cálidas y por la falta de humedad, pero parte de lo que lo empeora es que se ha borrado y se ha dejado de contar con el conocimiento indígena en California y en tantas otras partes del mundo.



Los pueblos indígenas solían involucrarse en lo que se llama fuegos culturales o fuegos controlados –es una manera de cuidar el bosque permitiendo que haya algo de fuego que formaría parte de un ecosistema sano–. El ecologismo ha tendido a mirar al bosque como si de un museo se tratara, que no cambie nada de nada. Y ha habido mucho miedo al fuego también, al tiempo que ha habido más desarrollo descontrolado. Así que si asusta perder hogares, que en primer lugar nunca deberían haber sido construidos en zonas de fuego, entonces no se puede tolerar ningún tipo de fuego.

Ha habido un aumento de lo que llamamos combustible. Lo que en realidad es solamente madera muerta, escombros. Según como lo veo, si estás haciendo una hoguera, tienes que tener pequeños pedacitos de leña menuda o astillas, quizás algo de papel, los leños pequeños, y enciendes el fuego con una cerilla. Se enciende y añades los leños más grandes. Así que hay un fallo en dejar que el fuego se lleve los escombros.

Hay insectos vinculados al cambio climático que no mueren de manera cíclica, han estado comiendo madera, han estado comiendo árboles y dejando tras ellos muerte. Ahora hemos tenido una plaga de polillas que hacen eso. Así que hay mucho combustible. Eso es lo equivalente a los pedacitos de leña menuda o astillas si imaginas cómo preparar una hoguera. Y entonces el calentamiento es la cerilla, el calentamiento llega y todo estalla. Y así es como estamos ahora.

¿Cuánto crees que se va a tener en cuenta la cuestión en la campaña electoral presidencial? Crees que la escala de desastres que estamos viendo este año, incluso con Trump descartando la idea de que tenga nada que ver con el colapso del clima, va a afectar básicamente a que la gente empiece a prestar atención y a influenciar su comportamiento de voto.

Creo que si Biden sigue con el mensaje que ha estado transmitiendo solamente estos últimos días podría tener mayor impacto porque las encuestas señalan que los votantes están muy preocupados por el cambio climático.

El mayor cambio de los últimos dos años, pero especialmente del último año y medio, lo vemos al preguntar a los votantes del Partido Demócrata que dijeron que les importaba el cambio climático como para que estuviera en la lista de cuestiones que les preocupan. Es un poco raro hacer encuestas de ese tipo, preguntarle a la gente qué les importa más, la atención sanitaria o el empleo, ¿el empleo o el cambio climático? Así la gente hace esas listas ridículas como si todas esas cuestiones no estuvieran relacionadas entre sí, pero en esa encuesta, cuando se les pidió a los votantes demócratas que dijeron que les importaba el cambio climático que pusieran las cuestiones que les preocupaban en una lista por orden, lo pusieron al final confiadamente, en el puesto 19 o 20. Eso ha sido así desde hace ahora ya una década.

Pero los últimos dos años ha ido subiendo sigilosamente hasta el punto de que al llegar las primarias de los demócratas se disputaba ser el tema de principal preocupación junto con la atención sanitaria. Y también está en una posición muy alta en la lista de los independientes y de muchos republicanos. Así que es un tema importante. Definitivamente hay una sensación de urgencia y especialmente cuando las personas están teniendo que vérselas con algo nunca antes visto. Recuerdo estar en Misisipi, un estado republicano como el que más, después de que el huracán Katrina golpeara la Costa del golfo de Estados Unidos y encontrarme con republicanos que decían “Claro que esto es por el cambio climático. Construimos nuestra casa aquí porque sabemos dónde está la altura máxima de la marca de agua y el agua nunca había llegado a esa altura antes.”

Así que cuando la gente lo vive, cuando saben que nunca ha habido un incendio como ese antes, saben que nunca ha habido una tormenta que haya aumentado de ese modo antes, está causando impacto en sus vidas, entonces evidentemente que tienen una sensación de urgencia respecto al tema. Creo que ha habido un mensaje inteligente por parte de la campaña de Biden en comparación con el mensaje muy enfocado en los suburbios de Trump: Antifa viene a por los suburbios, quieren destruirlos. Y, mientras tanto, lo que realmente está destruyendo los suburbios no es el movimiento Antifa, son los incendios forestales por toda la zona del Noroeste del Pacífico. Son esas marejadas ciclónicas.

Creo que se está mandando un mensaje inteligente. Espero que siga adelante con él. A menudo se ven algunos mensajes buenos de los demócratas centristas y entonces se asustan y lo dejan. Les dicen que están politizando los desastres y entonces pierden el coraje y reculan. Espero de verdad que no lo pierdan nunca porque es un mensaje ganador.

¿Y qué sucede con la política actual? Biden tiene ese plan de 3 millones por el clima que está acaparando los titulares, y he visto alguna referencia en positivo en los medios progresistas e incluso de gente que daba apoyo a Bernie y a otras candidaturas. ¿Crees que va a ser tan transformador como parece?

Creo que la respuesta corta es no, no si se les deja que hagan lo suyo. Y si te soy sincera, no les he prestado muchísima atención tampoco. Obviamente que estoy siguiendo lo que se dice desde la campaña de Biden, pero supongo que llevo suficiente tiempo viendo campañas electorales como para saber que hay una gran diferencia entre lo que un central demócrata va a decir durante la campaña electoral y lo que hará una vez elegido.

Miran las mismas encuestas que yo. Entienden que es un tema ganador que atraviesa las divisiones partidarias, que resuena en los suburbios enriquecidos y al mismo tiempo en las comunidades y ciudades empobrecidas. También entienden que hay un ala joven muy movilizada de su partido representada por el Sunrise Movement, entre otros, que van a hacer de sus vidas un infierno si no dicen algunas de las cosas que tocan.

¿Quiere decir eso que nos traerán el Green New Deal de nuestros sueños? De ninguna manera. No significa eso. Quiere decir que entienden que ese es un mensaje electoral ganador, que es peligroso no ofrecer algo al ala progresista del partido, pero lanzan mensajes contradictorios. Biden también está dando discursos sobre cómo de ninguna manera va a prohibir el fracking porque se han autoconvencido de que es la manera de ganar Pennsylvania.

Y creo que la medida real de lo que podemos esperar se ve en de quién se rodea Biden y a quién acaba nombrando. En mi opinión, un signo de esperanza es que el movimiento de la justicia climática no ha tomado una posición de esperar y ver, cosa que fue uno de los grandes errores que cometimos con Obama.

Con Obama creo que hubo un consenso muy fuerte alrededor de un ala en el Partido Demócrata que apoyaba lo que yo llamo “démosle al tipo una oportunidad”. Por muy escandaloso que fuera lo que hiciese Obama –ya fuere hacer campaña hablando de cómo iba a rescatar Main Street de Wall Street y entonces se ve claro que le está aconsejando Larry Summers– incluso así había esa idea de “Démosle una oportunidad; quizá en ese juego de ajedrez tridimensional que está jugando, está lanzando el mensaje de ‘mantener a Wall Street tranquilo’, pero es que en realidad va a hacer eso”.

Y creo que hemos aprendido la lección a las malas: no se le puede dar ninguna oportunidad. Debemos seguir presionando en todos los sentidos. Se han mandado cartas firmadas por una gran cantidad de líderes medioambientales, avisando a la administración de Biden de que no nombre a gente con lazos con el sector de los combustibles fósiles para cargos clave en la energía, que es lo que hizo Obama.

La gente está intentando adelantarse y dejar claro que no estaremos satisfechas con que simplemente se digan cosas bonitas durante la campaña, que nos importa a quién nombre, de quién se rodee. Sea como sea esa va a ser la presión a la que va a estar sometido. Pero estoy del todo convencida de que es imperativo que nos deshagamos de Trump, de que lleguemos a un terreno en que esos debates importen.

Ni siquiera nos molestamos en presionar a Trump porque sabemos que no es posible presionarlo. Y evidentemente no en relación a un Green New Deal, es un callejón sin salida. Así que necesitamos llegar a un terreno en el que podamos tener algo de poder y necesitamos aprender de los errores de los años de Obama, en que sinceramente, malgastamos la primera parte de la presidencia de Obama dándole una oportunidad a sus varios amigos. No fue hasta la segunda parte que empezamos a ver desobediencia civil masiva, ya fuese en el movimiento contra el cambio climático con la campaña Anti-Keystone XL y la campaña de Dakota Access Pipeline en Standing Rock o el movimiento de Black Lives Matter, el movimiento de los Dreamers y el movimiento de los derechos de los migrantes.

La gente salió a las calles y se manifestó contra la administración de Obama, ejerció la desobediencia civil y mostró alternativas fuertes. Fue cuando empezamos a ver algo de movimiento y a obtener políticas medio decentes. Obviamente ahora ya no tenemos tanto tiempo. Así que lo que obtengamos de Biden va a depender de lo que exijamos en el período de transición y desde el primer día. Eso asumiendo que acabemos en lo que ahora representa la mejor posibilidad que es que Biden gane.

Una vida en la izquierda

Tu libro No Logo fue como un oasis en el desierto neoliberal que había antes de la crisis financiera, durante el movimiento altermundista. En esa época, hiciste un documental, The Take, sobre una fábrica tomada por los trabajadores en Argentina. Luego vino La Doctrina del Shock, que salió en vísperas de la crisis financiera y que probó que su tesis principal era correcta. Desde entonces has publicado varios más, incluidos Esto lo cambia todo y tu libro más reciente: On Fire: The burning case for the Green New Deal.

¿Nos puedes contar un poco sobre cómo te ves implicada en todo eso? ¿De dónde salió tu decisión de querer empezar a escribir, de querer adentrarte en el activismo?

Bueno, yo siempre escribí. Me vi a mí misma como escritora o quise escribir antes de verme como activista. De niña escribía mucho. Escribí mucha poesía mala, llené muchísimas libretas, me encantaba escribir, me encantaba leer y crecí en una familia de activistas. Mi madre se dedica a hacer documentales. Ella formó parte del primer estudio de películas de mujeres, creo que del mundo, llamado “Studio D” en Canadá. Mis padres eran activistas contra la guerra. Vinimos a Canadá porque mi padre no quería ir a Vietnam. Mi abuelo entró en la lista negra por ser sindicalista. Trabajó para Walt Disney como animador, ayudó a organizar la primera huelga de animadores y entonces lo echaron y lo metieron en la lista negra.

Resumidamente así es como crecí. Además, mis abuelos formaron parte del movimiento Back to the Land en New Jersey, donde formaron parte de la creación de ese tipo de comuna llamada Nature Friends, donde Paul Roberson, Pete Seeger y Woody Guthrie actuaron. Nos fue una cultura muy presente mientras crecíamos. Aunque yo personalmente me avergonzaba muchísimo de ello porque crecí en los 80. Pensaba que en general era algo horrible.

Pero de alguna manera me caló, a través de la familia y demás. Luego cuando fui a la universidad, empecé a escribir para el periódico del campus y me impliqué en la política por lo que iba sucediendo. En mi primer año en la universidad hubo una masacre espantosa en una universidad de mi ciudad, Montreal. En ese momento, creo, fue el peor tiroteo masivo de la historia de Canadá, con un tirador que entró en una escuela de ingeniería donde creía que se le había discriminado por ser hombre. Era como un incel antes de tiempo. Eso fue en 1989, separó a los hombres de las mujeres en la escuela de ingeniería, puso a las mujeres en fila frente a una pared y les dijo “sois todas una panda de malditas feministas” y mató 14 mujeres y luego se pegó un tiro.

En ese momento, en estado de shock, encendimos las radios y televisiones y oímos un mar de comentaristas hombres diciendo que no tenía nada que ver con el feminismo ni con las mujeres ni con la misoginia. Fue una locura. ¿Os suena? Ese tipo de acontecimiento te da una patada en el culo, sobre todo a mí, porque crecí en ese contexto y hasta entonces realmente había intentado no participar. Mi hermano era el gran activista. Yo solamente quería ser escritora y no destacar demasiado y de repente me encontré a mí misma moderando reuniones y recurriendo a esas capacidades que no era consciente que poseía, pero que sí que tenía porque crecí en un hogar donde había reuniones políticas en la sala de estar. Así fue como empezó todo para mí.

Tu carrera empezó como crítica de la globalización neoliberal. Nos puedes contar un poco sobre cómo tu crítica sobre lo que los liberales llamarían el orden mundial bajo el mandato de la norma se ha desarrollado desde los años 90 y concretamente, ¿crees que estamos entrando de alguna manera en una fase de des-globalización?

No sé exactamente en qué fase nos encontramos. No creo que nadie lo sepa. Pero estamos en una nueva fase y creo que Trump ha marcado una era diferente en la que ciertamente ha nacido un nuevo tipo de proteccionismo. Pero no creo que esté ni mucho menos en conflicto con el orden de mercado neoliberal como a él le gustaría que creyéramos. Del mismo modo creo que a Johnson le gusta posicionar al Partido Conservador como una incomodidad para los globalizadores y demás.

Creo que han aprendido a beneficiarse de la profunda crítica que el régimen del mercado representa en términos de desindustrialización, el vaciado de economías y la precarización del empleo. Y entienden que su base electoral piensa en eso. Por eso encuentran maneras de, en general, hacer ver, diría yo, que hacen cambios en esa economía de mercado mundial. Dicho eso, creo que están habiendo cambios reales en los conflictos con China. Desconozco si realmente hay una razón detrás más allá de la voluntad de Trump de aferrarse al poder.

Pero para mí, en los 90, llegué a ello porque tenía una columna en un periódico de Canadá, el Toronto Star y edité una revista de izquierdas llamada This Magazine y estábamos haciendo muchos artículos sobre el impacto de ese régimen comercial en el empleo. Escribía tanto sobre los talleres en Indonesia, en las Filipinas, otras partes y eventualmente en China donde se fabricaban nuestros productos, como sobre el aumento de los McEmpleos. Todo eso aparece en No Logo.

Realmente surgió de tratar de entender cómo se fabricaban las cosas ahora, los objetos de nuestra vida y el aumento de lo que yo llamaba marcas vacías, esas marcas que no tienen sus propias fábricas. Entendiendo que no solamente se trataba de productos que estaban siendo fabricados sino que era una manera de concebirse de las corporaciones, principalmente no como productores de cosas sino como productores de ideas, de identidades, de tribus. Ese era el modelo de Nike y fue revolucionario en su momento –tener una empresa que parecía una empresa pero que se dedicaba básicamente a fabricar y vender zapatillas sin una sola fábrica de su propiedad–. Eso fue un nuevo modelo de negocio porque toda su competencia tenía su propia línea de producción y dio tanto beneficio que todo el mundo empezó a imitarlo.

Pero lo que trataba de retratar era cómo ese modelo de negocio cambió ambos el empleo y la cultura. Obviamente cambió el empleo porque lo precarizó y hace que la gente que hace las cosas sea menos importante para los actores poderosos porque se les emplea a través de una red de subcontratas. Si hay un problema en una fábrica, simplemente finalizan el contrato y se lo dan a otra, así los empleados tienen menos poder. Pero también cambia la cultura porque el producto es tu idea, tu identidad, así que se produce a través del marketing. Produces devorando esas manifestaciones y expresiones de esas ideas en el mundo real con patrocinios corporativos y demás.

Era una joven periodista, interesada en cómo la cultura joven estaba siendo devorada en ese período y No Logo fue un libro tanto sobre el empleo como sobre la cultura, un libro sobre cómo nuestra cultura estaba cambiando y Trump es producto de eso. Eso es algo que creo que es importante que entendamos; que Trump es la primera marca vacía jefe de estado.

Se podría argumentar que Berlusconi fue un ejemplo temprano de eso, pero Berlusconi en sí mismo no era la marca ¿no? Él posee una red entera de medios de comunicación y equipos deportivos y otros. Estaba metido en esos negocios pero la marca no era Berlusconi. En el caso de Trump, la marca es Trump y giró en torno a eso. Tradujo eso a su carrera política como presidente. Es bastante extraordinario a decir verdad.

Es increíble que escribieras La doctrina del shock y que se publicara en 2007 y que entonces, un año después, por toda Europa y Reino Unido viéramos como los gobiernos usaban esa crisis para imponer los costes del crac de la crisis financiera a las personas trabajadoras con la austeridad…

El capitalismo es un creador de crisis, como sabes, ¡así que no es tan increíble que hubiese una crisis! En realidad ese método se había ensayado por todo el mundo después de la crisis financiera asiática, después del colapso de la Unión Soviética, de la crisis del peso. De eso escribía en La doctrina del shock. Finalmente llegó a casa, al centro de poder de Wall Street.

Obviamente eso tuvo un gran impacto en los movimientos en los que has participado desde entonces. Mucha de la energía detrás de los momentos de Corbyn y de Sanders se puede, de una manera u otra, trazar hasta el movimiento Occupy Wall Street y las manifestaciones que salieron de la crisis financiera. ¿Qué te parece que son los restos del impacto de esa crisis en la izquierda?

En cierto modo creo que hay una línea continua que se puede seguir en muchos de esos movimientos y cómo son contados y cómo se procesan como si fueran hechos independientes. Como si no hubiera una conexión entre los movimientos altermundistas de principios de los 2000 y finales de los 90 y el movimiento Occupy, pero claro que la hay y que hay conexiones entre el movimiento por la justicia climática y Occupy y Bernie y Corbyn.

Con un poco de suerte aprendemos de nuestros errores y creo que los límites de los movimientos de las plazas, uno de ellos, fue que muchos no propusieron alternativas a este sistema fallido. Había un cierto fetiche por no hacer demandas –era un no pero no había un sí fuerte a lo que queríamos para sustituirlo–.

Hay excepciones a eso, pero creo que entre las personas que estuvieron metidas en la plaza Tahrir o en las protestas masivas en Grecia hay una cierta autocrítica honesta en relación a la incapacidad de hacer más a parte de decir que no. Has mencionado que estuve vinculada a ellos. Lo estuve, les daba mi apoyo y fui a Occupy en varias ocasiones y me encontré con activistas y fui a reuniones pero la verdad es que después de que saliese La doctrina del shock y del hundimiento de la economía mundial tomé la decisión de que no iba a seguir yendo a los sitios a hacer lo que de broma llamábamos con mi compañero Avi, “la ruta de os lo dije”, porque ya me estaban invitando a varios lugares para hacerlo.

Me llegaban invitaciones del tipo “Ven a España. Ven a Grecia. Ven aquí. Ven aquí” y cuéntanos sobre La doctrina del shock. Simplemente me pregunté ¿para qué? Porque la gente claramente ya lo entiende. El grito en las calles era “no vamos a pagar vuestra crisis” y fue esa rebelión increíble de la gente diciendo lo que estaba pasando. Esa fue una crisis creada por las élites. Creada por los bancos. El coste estaba siendo sistemáticamente trasladado a las personas menos responsables y más vulnerables. Estaba pasando en un país tras otro y la gente estaba resistiendo y nombrándolo. Ya estaba claro que solamente decir “no” no los iba a parar.

Estaba pasando de todos modos y entonces fue cuando decidí escribir Esto lo cambia todo: el capitalismo contra el clima, porque tomé la decisión coordinada de mantener un poco la distancia. Sentí con fuerza que necesitábamos un “sí” arrollador, una visión realmente transformadora de qué tipo de mundo queríamos. No quiero usar la palabra “solución” porque no creo que sea así de sencillo. Sería un proceso de reparación de esas grietas interseccionales, las grietas del mundo físico, lo que le hemos hecho al mundo físico con el cambio climático, con tantas otras crisis ecológicas, el legado de 40 años de austeridad y las grietas de nuestras infraestructuras de atenciones y las grietas simultáneas del sistema penitenciario estatal, que está estrechamente atado a toda la falta de inversión en las partes del estado que de hecho ayudan a la gente.

Esa es mi manera de ver el New Green Deal y lo hemos nombrado de muchas maneras. Cuando escribí Esto lo cambia todo cité a la negociadora del cambio climático Angelica Navarro. Ella también era la embajadora de la OMC que pidió un Plan Marshall para el planeta tierra con la misma idea. Creemos empleos y luchemos contra las alteraciones del clima al mismo tiempo. Vamos a pagar de vuelta por el colonialismo y el esclavismo. Esas son las palabras que dan miedo pero eso es lo que tenemos que hacer.

Recuerdo estar en Europa cuando estaba investigando para Esto lo cambia todo y reunirme con Alexis Tsipras y gente de Podemos. Tsipras me dijo literalmente “A nadie le importa ya el medio ambiente. Solamente les importa la economía”, a lo que le respondí que “tu trabajo es hacer que les importe. No les importa porque creen que tienen que elegir y no tienen porqué hacerlo. Es posible. Necesitamos una visión para crear empleo y resolver la crisis del clima al mismo tiempo. Ese es el camino de salida de la crisis”. Lo descartó sin considerarlo.

Oímos un discurso similar en ese momento, recuerdo a Pablo Iglesias diciendo “La gente no se puede preocupar por el cambio climático cuando no tiene comida que llevar a la mesa”, y pensé: no les hagas elegir. Como sabes, Grace, la idea general de un Green New Deal o como lo quieras llamar es que se le diga a la gente “podemos crear trabajo que pueda mantener a las familias que al mismo tiempo cure al planeta y que nos permita dejar a un lado los combustibles fósiles”.

Eso fue una oportunidad perdida y una oportunidad perdida a nivel mundial pero hay que ser autocríticas y por eso creo que ahora hay una generación de organizadoras por la justicia climática y activistas y políticos insurgentes que comprenden la gravedad de ese error y están finalmente haciendo una campaña con esa visión interseccional. Lo que yo estuve haciendo en ese período era figurar lo que finalmente se convirtió en nuestro plan, que lanzamos inicialmente en Canadá, el Leap Manifesto, hace exactamente cinco años.

La crisis de la Covid

Estamos ahora en medio de esta crisis mundial masiva generada por el Covid-19. ¿Crees que estamos a punto de aprender otra lección de las políticas de La doctrina del shock? ¿o eres más optimista y crees que vamos a conseguir aprovechar este momento para propulsar un cambio real basado en el hecho de que tenemos unas políticas formadas más alrededor de la idea de lo que llamas más bien un sí y no tan un no?

¿Podría el Green New Deal ser nuestro “sí” en este momento que podemos luchar y promover en vista de una crisis que causará tanto sufrimiento y que requerirá de una completa resintonización en tantas partes de nuestros sistemas económicos y sociales?

Debería serlo y creo que necesitamos una visión tan expansivo como sea posible, que realmente aúne los movimientos porque también estamos en medio de lo que se está llamando un ajuste de cuentas racial, una revuelta por la justicia racial. Algunas personas empiezan a hablar de Black (negro) y Red (rojo) New Deal y Green New Deal. Me gusta ese marco porque creo que hay mucho trabajo que hacer para tejer redes entre esos movimientos y recoger las peticiones, las peticiones transformadoras de todos los movimientos incluido dejar de financiar la policía y restar del sistema penitenciario estatal e invertir en la infraestructura de las atenciones.

Necesitamos estar informadas por el movimiento feminista en esto para que tengamos un Green New Deal tan expansivo como sea posible, que realmente resuene en tanta gente como sea posible y que luche para que sea posible. No se trata solamente de ser políticamente correctas y de cumplir con todos los requisitos. Se trata de: ¿cómo se construye una coalición ganadora? ¿Cómo alentas a las personas para luchar por algo? Porque como hemos dicho al principio, hemos perdido luchas en que quizás tuvimos una oportunidad para tener gobiernos que lo entendieran. Nuestros mejores escenarios son un Partido Laborista centrista y un Partido Demócrata centrista en los gobiernos.

Necesitamos movimientos sociales unidos bajo ese “sí” y una base realmente alentadora, una población de gente para luchar por ello e implementarlo a nivel local. ¿Necesitamos fijarnos en qué ciudades controla el Partido Laborista? ¿Por qué no se puede hacer mucho más en ese sentido en Londres por ejemplo? ¿O en Manchester? Y lo mismo en Nueva York, San Francisco y Los Ángeles. Esas zonas donde no se puede culpar solamente a Johnson y a Trump.

Supuestamente tenemos algo de poder en esos sitios y no ha sucedido lo suficiente –y eso importa porque la mayoría de gente vive en las ciudades–. Así que si ven que su calidad de vida mejora cuando se aprueban algunas de esas políticas, entonces los argumentos de la derecha que tan poco ayudan al medio ambiente, empiezan a caer por su propio peso porque la gente ve y experimenta otra cosa en su día a día, no deben elegir.

¿Ahora que, como dices, estamos viendo candidaturas centristas recuperar los partidos de EUA y Reino Unido, ves más viable el camino a conseguir realmente un Green New Deal? Hemos hablado un poco sobre la importancia de que los movimientos sean más radicales en esos temas. Al final vamos a necesitar legislar. Eso es un problema de acción colectiva gigante. ¿Ves un camino a ese nivel tanto de cambio legislativo, como también con la habilidad de unir en un objetivo a nivel de recursos colectivos que vamos a tener que abordar el problema ahora que esas insurgencias de izquierdas han sido vencidas?

Bueno, es mucho más difícil. Pero hubiese sido difícil en cualquier caso porque la verdad es que lo que hemos vivido durante las campañas, en términos de las incansables campañas de desprestigio contra Corbyn y contra Sanders y la realidad de que una parte significativa del Partido Laborista claramente preferiría a Johnson antes que a Corbyn y de que una parte de los centristas democráticos prefieren arriesgarse con Trump antes que con un presidente socialdemócrata, significa que lo que obtuvimos fue solamente el más mínimo vislumbro de cuán dura hubiese sido la lucha si hubiesen ganado. No hubiese sido fácil e igual hubiese sido un fracaso.

Esa es otra ruta de la que estamos hablando que requeriría de una gran movilización mundial. Cuando hablamos de presión del movimiento social, si nos fijamos en lo que sucedió durante los años 30 cuando Roosevelt era presidente, lo que pasaba en la izquierda de Estados Unidos fue simplemente extraordinario. Hubo más huelgas año tras año. Una creería que, cuando ganas seguridad social y seguros de paro y rompes con los bancos, la gente no verá necesaria una huelga general, pero fue entonces cuando la hicieron.

Mi amigo Raj Patel montó un gráfico que muestra los paros laborales durante los años 30 y lo que se ve es que a medida que se desarrollaba el New Deal, el número de huelgas aumentó bruscamente. El punto más alto fue 1937, el New Deal empezó el 1933. En ese momento se estaban parando ciudades enteras y puertos y demás. No era una simple manifestación. Eran poblaciones movilizadas y por eso Howard Zinn diría “Sí, preocuparos por a quién votáis cuando estéis en el colegio electoral, el resto del tiempo, construid poder”.

Son legados complicados y tenemos que aprender tanto de los fracasos como de los éxitos. Sí lo veo posible. Es muy difícil y se trata de aprender que tenemos que construir a partir de los escombros del neoliberalismo. En cierta manera, creo que igual hemos sido demasiado ingenuas al pensar que podríamos haber hecho eso de arriba a abajo. Porque Corbyn y Sanders, si hubiesen ganado, no hubiesen tenido poblaciones organizadas como las tuvo Roosevelt porque no podemos reconstruirnos de 50 años de ataques contra los movimientos obreros tan rápidamente. Así que el paisaje es diferente y ese es un trabajo que tenemos que hacer desesperadamente.

Para volver a lo que preguntabas sobre la pandemia y cómo podemos potencialmente ganarla, creo que una de las cosas que la pandemia ha hecho es mostrar a millones de trabajadoras que han sido tratadas como lo más desechable, que ellas y ellos son, de hecho, las trabajadoras más esenciales de nuestra economía. Han sido etiquetadas como trabajadoras y trabajadores esenciales y si te fijas en quienes son, es la clase obrera, son las personas que mantienen las luces encendidas, las que reparten el correo, las que cuidan a las personas mayores. Sabemos de quién estamos hablando. Hablamos de la gente que hace que el mundo funcione.

Quiero ser cautelosa en cómo digo esto porque creo que muchas de esas trabajadoras sabían cuán importante era su trabajo. Pero mira, la ideología neoliberal es una fuerza poderosa. Así que ahora las trabajadoras y trabajadores de Amazon saben cuán importante son para mantener alimentada y vestida a la gente. Creo que ahí es donde no se va a parecer a los años 30, lo que significa el trabajo esencial. Se está organizando online y en persona, pero eso son nuevas herramientas que se están organizando.

Creo que hay distintas palancas en una era de capitalismo distinta, pero esa es nuestra esperanza; yace en las trabajadoras esenciales a las que tan mal se ha tratado. Ya sean enfermeros a quienes se ha mandado trabajar con pacientes con Covid sin lo que necesitaban para mantenerse a salvo a ellas mismas y a sus familias, hay tantas trabajadores encolerizados ahora mismo, con toda la razón y el derecho a estarlo. Y ahí yace poder si lo podemos movilizar.

Fuente:

https://tribunemag.co.uk/2020/09/naomi-klein-we-have-to-rebuild-from-the-wreckage-of-neoliberalism

Traducción:Júlia Sanchón Soler

Mundo Nuestro. Una de cal, decimos cuando un acontecimiento rompe con la inercia negativa de un asunto cualquiera. Aquí lo aplico a la decisión del gobierno del estado de Puebla por la que expropia el antiguo Vivero de Santa Cruz, cuyo propietario, un señor de apellido Maccise, pretendió durante varios años convertirlo en un desarrollo habitacional más en la desarbolada ciudad de Puebla. Un propietario que quiso burlar la ley al registrar la propiedad en tres municipio (Puebla, Cuautlancingo y San Pedro Cholula), y que con sus maniobras logró incluso que en uno de ellos le otorgaran el cambio de uso de suelo. No lo logró por la obstinada defensa que muchísimas personas hicieron para un crimen más en esta historia de la depredación ambiental que caracteriza a nuestra ciudad. Y el hecho concreto hoy es que la expropiación asegura la sobrevivencia del único predio que reúne las características de parque público en cinco kilómetros a la redonda.

Una noticia buena al fin.

La valoro al contemplar la fotografía de mis padres, Carlos Mastretta y María de los Ángeles Guzmán en 1948, a unas semanas de su casamiento y en un día de campo justo en el predio del que se conocería como el Vivero de Santa Cruz Buenavista.



1948: un día de campo en el Vivero de Santa Cruz.

El decreto emitido por el gobierno del estado fue publicado el pasado 6 de octubre en el tomo 546 número cuatro de la Sección Cuarta del Periódico Oficial del Estado de Puebla. 47 mil 514 metros cuadrados y un valor de 41.2 millones de pesos, consigna el decreto. Y funda la expropiación en la causa de utilidad pública para "la preservación del equilibrio ecológico y la protección al ambiente en los centros de población, así como la creación, recuperación, mantenimiento y defensa del espacio público para uso comunitario y la movilidad"-

Pero la decisión del gobierno debemos contemplarla como resultado de la movilización civil que por años defendió el predio contra su exterminación.

Destacamos aquí dos textos publicados en Mundo Nuestro en el año 2018 que permiten comprender una historia larga de atropellos legales y delitos ambientales.



Vivero de Santa Cruz: la expropiación como alternativa

Vivero de Santa Cruz: la expropiación como alternativa



Tres sellos de clausura encontramos el viernes 5 de octubre en la reja que guarda el predio conocido como "Ex-Vivero de Santa Cruz". Lo clausuró primero el gobierno estatal (la SDRSOT, de Rodrigo Riestra), después el Ayuntamiento de Puebla (la Secretaria de Medio Ambiente, del secretario Gabriel Navarro), y remató, obligado por el ridículo, el gobierno municipal de Cuautlancingo. Tres gobieros, tres clausuras. Una imagen certera para entender el litigio tan largo sobre la única área verde que como parque arbolado serio pueda encontrarse en varios kilómetros a la redonda (el más cercano es el Parque del Arte, a casi cuatro kilómetros de distancia).

Vivero de Santa Cruz: para entender la omisión gubernamental y la rapacidad de un empresario

Vivero de Santa Cruz: para entender la omisión gubernamental  y la rapacidad de un empresario

Pedro Maccise, el empresario que intenta estos días, una vez más, talar el predio sobre la avenida Forjadores para plantar ahí algún desarrollo comercial o habitacional, es un viejo conocido de quienes han impedido que se salga con la suya. Esta vez ha llegado demasiado lejos, al obtener unos permisos de derribo -- a todas luces ilegales-- por parte del ayuntamiento de Cuatlancingo. La acción de las motosierras provocó la movilización inmediata del vecindario y de la opinión pública, lo que provocó finalmente la intervención del gobierno estatal, la SDRSOT de Rodrigo Riestra, que clausuró el predio el sábado por la mañana. El conflicto está vivo, pues la clausura por el gobierno estatal reconoce como jurisdicción del predio al municipio de Cuautlancingo. El problema es entonces para el gobierno municipal de la ciudad de Puebla, cuya Carta Urbana 2016 establece claramente como área verde de su territorio al antiguo vivero. Se espera que esta misma semana se produzca una acción radical de parte del gobierno de Luis Bank, que ha visto esta misma semana cómo se agrede su territorio desde instancias externas (ayuntamiento de Cuautlancingo, para el caso del vivero, y gobierno estatal, para el caso de los sellos de clausura violados en el espectacular de Cúmulo de Virgo y 11 Sur), y es señalado por los defensores de los árboles del vivero como omiso en este conflicto.

Ahí quedó la crónica escrita entonces. Dos años después llegó al fin la de cal.

Desde siempre en la Iglesia católica el sacramento del matrimonio se realiza en el momento que la pareja se da el sí y el sacerdote solo participa como testigo.

Con base a este principio, que muy claro, algunos amigos sacerdotes, los cuento con la mano, aceptan ser testigos en el sí que se dan parejas del mismo sexo.

No hay papeles oficiales que registren eso matrimonios, pero en los hechos para ellos el sacramento tiene lugar y así lo asumen quienes se dan el compromiso de ser pareja.

En días pasados el papa Francisco dio un paso adelante en la posición de la iglesia sobre los matrimonios entre personas de un mismo sexo cuando planteó su apoyo a las leyes civiles que amparan esta unión.

La declaración se registra en el documental sobre el papa que ha realizado el cineasta ruso la Evgeny Afineevsky presentado días atrás en Roma.

Éste la toma de una entrevista que en 2019 el papa concedió a Valentina Alazraki de Televisa, que esta cadena nunca trasmitió.

El papa dice: “los homosexuales son hijos de Dios y tienen derecho a una familia. Lo que tenemos que hacer es crear una ley de uniones civiles. Así están cubiertos legalmente”. Y se pronuncia por que en los países donde estas leyes todavía no existen se promulguen.

Ya en 2010, como arzobispo de Buenos Aires, el entonces cardenal Bergoglio, se había pronunciado a favor de esta media en una discusión al seno de la Conferencia Episcopal Argentina. En esa ocasión su posición no prosperó.

En aquella ocasión argumentó que eso debería suceder para proteger los derechos básicos de los contrayentes de un mismo sexo como la posibilidad de heredar y acceder a la seguridad social.

Ya como papa es la primera vez que se pronuncia en estos términos. Implica también reconocer, desde el ámbito del derecho civil, la existencia de diverso tipo de familias.

El papa todavía no plantea el reconocimiento por parte del derecho canónico del matrimonio entre personas de un mismo sexo. La legislación eclesial sigue igual.

Que estas uniones deben de ser reconocidas y protegidas por el derecho civil abre el espacio a la pregunta ¿y por qué no por la Iglesia? El tema está abierto. Espero que un día no lejano asuma una nueva posición.

Desde el inicio de su papado, los sectores más conservadores de la institución eclesial han intentado, por todas las vías a su alcance, frenar los planteamientos progresistas del papa Francisco.

Hasta ahora solo han logrado que vaya con más lentitud y prudencia, pero sigue en el proceso de cambio que se propuso, para que la Iglesia se ponga al día ante una realidad que todos los días la rebasa.

(Imagen de portadilla tomada de Upsocl)

Revista Elementos. Francisco Guerra Martínez es investigador en la Escuela Nacional de Estudios Superiores-Unidad Mérida, de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Cualesquiera que sean las condiciones por las cuales se recuperan los bosques secundarios, la realidad es que su restablecimiento tiene implicaciones positivas en todos los niveles: local, paisajística, regional y mundial. En general, los bosques secundarios alrededor del mundo restauran la captación de agua debido a que tanto las hojas como las raíces retienen el agua de la precipitación y rehabilitan las funciones hidrológicas. La presencia de la vegetación restaura los nutrientes del suelo: los niveles de materia orgánica y las concentraciones de nitrógeno se restablecen; el suelo se vuelve a formar y se estabiliza debido a la vegetación.
Francisco Guerra Martínezguerraf@comunidad.unam.mx

Hoy en día estamos inmersos en una era digital con un sinfín de dispositivos que permiten imaginar un futuro con automóviles autónomos y vehículos voladores, transportes colectivos basados en drones, trenes subterráneos viajando a velocidades supersónicas. Sin embargo, surge una pregunta: ¿qué depara el futuro a los bosques y otros tipos de vegetaciones en el mundo?

Desde que los seres humanos evolucionamos como especie y nos asentamos sobre la superficie del planeta hemos aprovechado los recursos naturales al grado de haber eliminado o deteriorado la mitad de los tipos de vegetación (terrestre y acuática) en el mundo. No obstante, aún existe vegetación casi sin contacto con los seres humanos a nivel mundial.



Todos los tipos de vegetación se consideran ecosistemas. Aquellos ecosistemas que no han tenido una interferencia humana se conocen como primarios, y pueden ser bosques o cualquier otro tipo de vegetación. Para México, los principales tipos de vegetación (ecosistemas) son: pastizales (ubicados principalmente en el norte de México), matorrales (ubicados en zonas desérticas), bosques templados (típicos de zonas montañosas donde se presentan especies de oyamel, pino, encino), bosques mesófilos de montaña (o bosques de niebla, ubicados en áreas montañosas en contacto con vientos cargados de humedad provenientes del mar), manglares (establecidos en zonas costeras), bosques de galería (aquellos que se establecen en la orilla de los ríos) y bosques tropicales húmedos y secos, también conocidos como selvas.

¿QUÉ SON LOS BOSQUES TROPICALES?

Los bosques tropicales se ubican principalmente en la zona intertropical (entre el trópico de Cáncer y el de Capricornio). Los bosques tropicales quizá son mejor conocidos como selvas tropicales. En el mundo, existen dos tipos de bosques tropicales: los húmedos y los secos. Del total de bosques tropicales del planeta, los bosques húmedos ocupan el 60 %, mientras que los bosques secos constituyen el 40 % (Miles y cols., 2006). Esta relación es inversa para México, donde los bosques secos ocupan una mayor extensión (60 %) que los bosques húmedos (40 %) (Figura 1; Miranda y Hernández, 1963). El más conocido de los bosques húmedos en el mundo es la selva tropical húmeda del Amazonas, en América del Sur.



Figura 1. Distribución de los bosques secos y los bosques húmedos en México. Elaboración propia a partir de los datos de INEGI 2016.



En México, la más conocida es la selva Lacandona, ubicada en Chiapas. Con respecto al bosque tropical seco, también llamada selva baja caducifolia, se distribuye en la mayor parte de la costa del Pacífico mexicano y fuera de México, continuando casi ininterrumpidamente por la costa del continente hasta Perú.

Los bosques tropicales húmedos cuentan con una vegetación siempre verde a lo largo del año y se caracterizan por la presencia de árboles con una altura de hasta 40 metros; por su parte, los bosques tropicales secos poseen una limitante en la disponibilidad de agua, lo que se refleja en bosques verdes y frondosos la mitad del año (Figura 2), y bosques con hojas caídas y totalmente secos la otra mitad (Figura 3), con árboles de hasta 15 metros de altura. Los bosques tropicales secos se ubican en áreas que cuentan con una precipitación media anual entre 250 y 2000 mm, una temperatura media anual mínima de 17 °C y entre 3 y 8 meses de sequía (sin lluvias), cuando la mayoría de los árboles pierden sus hojas.

Figura 2. Vista panorámica del bosque tropical seco en época de lluvias en la Reserva de la Biosfera Chamela-Cuixmala. Fotografía de Julio César Gallardo Vásquez.

Figura 3. Vista panorámica del bosque tropical seco en época de secas en la Reserva de la Biosfera Chamela-Cuixmala. Fotografía de Julio César Gallardo Vásquez.

¿DÓNDE SE UBICAN LOS BOSQUES TROPICALES SECOS?

Existen bosques tropicales secos en todos los continentes; no obstante, la mayor proporción (66.7 %) se encuentra en América (Figura 1) (Miles y cols., 2006). En la actualidad, el 97 % de estos bosques se encuentra amenazado y es susceptible a la transformación (Mooney, 2011). La causa principal de la pérdida de estos bosques es la deforestación, que se ejerce para el establecimiento de pastizales para la ganadería y áreas agrícolas, tanto intensivas como de subsistencia (Sánchez-Azofeifa y Portillo-Quintero, 2011), ambas actividades están asociadas al aprovechamiento de los bosques y nos proveen a las poblaciones humanas de alimento, un servicio ecosistémico. En contraste, aunque la provisión de alimentos es elemental para la vida humana, la eliminación de estos bosques repercute en la pérdida de otros servicios ecosistémicos como la provisión, en cantidad y calidad, de agua y oxígeno, la regulación del clima regional y la reducción del riesgo a desastres naturales, principalmente.

Aunque son diversas las consecuencias de la actividad humana en el planeta, la naturaleza y los ecosistemas tienen una capacidad intrínseca de recuperarse, a veces de manera natural (restauración ecológica pasiva) y en ocasiones con ayuda de los seres humanos (restauración ecológica activa). Por ejemplo, con la disminución de las actividades agrícolas en diversas regiones del mundo (causada por la migración, la urbanización y la baja fertilidad de los suelos), las tierras de cultivo han comenzado a abandonarse, situación que ha favorecido a los ecosistemas. En particular, en las áreas de bosques tropicales secos las zonas abandonadas han comenzado a recuperarse y ahora ocupan una extensión considerable de tierras alrededor del mundo.

LA ERA DE LOS BOSQUES SECUNDARIOS

Los bosques que han sido eliminados o transformados y posteriormente comienzan a recuperarse hasta casi alcanzar las condiciones de un bosque primario, se denominan bosques secundarios.

Existen dos tipos de bosques secundarios: 1) aquellos bosques jóvenes que se han recuperado a partir de áreas deforestadas y que con el tiempo adquirirán características similares a las presentes en los bosques primarios (Chazdon, 2014); y 2) los bosques primarios que han sido degradados y que muestran señales visibles de alteración humana, pasada o presente, como la extracción de leña. Los bosques degradados conservan características del bosque primario y también se encuentran en recuperación (Putz y Redford, 2010). Sin embargo, la degradación repercute en la pérdida parcial de la composición de especies, la estructura (organización de los seres vivos en el área: grupos de edad, altura), la función y la productividad del bosque en comparación con un bosque primario sin intervención humana (FAO, 2010).

Hoy en día los bosques primarios han disminuido alrededor del mundo, siendo los bosques secundarios los que han aumentado su extensión en las áreas de bosque tropical seco. De los 106 países con bosques tropicales (húmedos y secos), el 48 % presenta más bosque secundario que bosque primario, el 34 % solo presenta bosques secundarios y tan solo el 18 % posee más áreas de bosque primario que secundario (Chazdon, 2014; FAO, 2010). Esta tendencia se ha venido observando desde la década de 1970, cuando se considera que inició la era de los bosques secundarios (Gómez-Pompa y Vázquez-Yanes, 1974), motivo que nos lleva a pensar que los bosques secundarios de hoy serán los bosques tropicales secos del futuro.

MEDIANTE QUÉ MECANISMO NATURAL SE RECUPERAN LOS BOSQUES

Una vez que van recuperándose, los bosques secundarios tienden a adquirir características presentes en los bosques primarios, esto sucede mediante un proceso conocido como sucesión ecológica (Arroyo-Rodríguez y cols., 2017). El proceso de sucesión ecológica comienza después de una perturbación (por ejemplo, deforestación) y consiste en un conjunto de cambios de especies, principalmente de plantas.

Existen dos formas de expresión de la sucesión ecológica: sucesión primaria y sucesión secundaria. La sucesión primaria ocurre en áreas donde ha habido perturbaciones naturales de intensidad elevada (como erupciones volcánicas), que han eliminado todo antecedente de vegetación. Por su parte, la sucesión secundaria ocurre cuando la perturbación no es de intensidad elevada (como un huracán o una deforestación para agricultura) y quedan antecedentes de la vegetación existente, tales como suelos, raíces y semillas, los cuales permiten el desarrollo inicial de un ecosistema. Los procesos de sucesión ecológica pueden tomar hasta cientos de años para alcanzar las condiciones del ecosistema original.

Para valorar la recuperación de los bosques mediante la sucesión ecológica se usan dos enfoques: uno dinámico, que consiste en seguir el crecimiento de la vegetación desde el momento en el que se abandonan los sitios; con ello se tiene la certeza del tiempo de abandono y la recuperación de los bosques. El segundo enfoque, que se denomina cronosecuencias, consiste en ubicar bosques secundarios que cuenten con diferentes tiempos (años) de abandono de las actividades agrícolas, con este enfoque la edad de los bosques es incierta; sin embargo, la información de los habitantes locales y la dendrocronología (disciplina de la botánica que estima la edad de los árboles mediante sus anillos de crecimiento) permiten dar certidumbre a la edad de los bosques.

¿QUÉ CARACTERÍSTICAS SE RECUPERAN EN UN BOSQUE SECUNDARIO?

Una vez que los bosques perturbados son abandonados y las fuentes de perturbación se erradican, el recrecimiento y el desarrollo de la vegetación transitan de áreas desprovistas de vegetación, pasando por bosques secundarios, hasta llegar, después de pasados al menos 100 años, a condiciones similares a las presentes en bosques primarios. Se ha observado que la recuperación de características de los bosques secundarios en áreas tropicales secas muestra una trayectoria hacia condiciones existentes en los bosques primarios (López-Jiménez y cols., 2019); también se ha observado que aunque el proceso de sucesión es, en términos generales, previsible, las vías de recuperación pueden ser múltiples (Arroyo-Rodríguez y cols., 2017). Para características como la composición de especies, algunos autores consideran que los bosques secundarios nunca adquirirán los rasgos de un bosque primario. Sin embargo, en diversos sitios de áreas tropicales secas, los bosques secundarios adquieren, después de 50 años de abandono, una recuperación de la composición de especies similar a la presente en los bosques primarios. Esto varía entre regiones y depende del tipo y la intensidad de la alteración causada en cada sitio.

La comparación entre las características de un bosque tropical seco primario y las existentes en un bosque secundario, con diversas edades de recuperación, permite evaluar cuál es su grado de recuperación (Figura 4). En general, se ha observado que existen características de los bosques secundarios que indican una recuperación adecuada de los ecosistemas, como son la riqueza de especies y la similitud con otros bosques primarios.

Figura 4. Tiempo en el que se recuperan al 100 % (usando como referencia el bosque primario) las características del bosque secundario en áreas tropicales secas.

ELEMENTOS PARA LA RECUPERACIÓN DE LOS BOSQUES SECUNDARIOS

Cualesquiera que sean las condiciones por las cuales se recuperan los bosques secundarios, la realidad es que su restablecimiento tiene implicaciones positivas en todos los niveles: local, paisajística, regional y mundial. En general, los bosques secundarios alrededor del mundo restauran la captación de agua debido a que tanto las hojas como las raíces retienen el agua de la precipitación y rehabilitan las funciones hidrológicas. La presencia de la vegetación restaura los nutrientes del suelo: los niveles de materia orgánica y las concentraciones de nitrógeno se restablecen; el suelo se vuelve a formar y se estabiliza debido a la vegetación.

La presencia de bosques secundarios regula el clima regional; los suelos desprovistos de vegetación presentan temperaturas más elevadas que las áreas con vegetación secundaria, donde la temperatura es menor. Sin vegetación, la energía lumínica proveniente del Sol regresa a la atmósfera y se retiene producto de los gases de efecto invernadero, ocasionando el calentamiento climático global. Con vegetación, la energía del Sol es absorbida por las plantas y convertida en energía química mediante la fotosíntesis; situación que regula la temperatura y permite aprovechar la energía y transformarla en materia orgánica que se almacena en forma de carbono en las plantas. Esto se denomina captación de carbono y permite el crecimiento de las plantas y su correspondiente aumento de biomasa. En términos ecológicos, los bosques secundarios reducen la pérdida de especies debido a que favorecen el retorno de especies erradicadas del área, tanto de plantas como de animales.

CONCLUSIONES

Los bosques secundarios son consecuencia de las actividades de aprovechamiento de los recursos naturales que los seres humanos hemos realizado sobre el planeta. Actualmente son una realidad y se han vuelto parte de los nuevos paisajes alrededor del mundo. Tenemos el reto de mantenerlos y promover su desarrollo, de ser conscientes de que son el presente y el futuro de la humanidad y el planeta.

REFERENCIAS

Arroyo-Rodríguez V, Melo FPL, Martínez-Ramos M, Bongers F, Chazdon RL, Meave JA and Tabarelli M (2017). Multiple successional pathways in human-modified tropical landscapes: new insights from forest succession, forest fragmentation and landscape ecology research. Biological Reviews 92(1):326-340.

Chazdon RL (2014). Second Growth: The Promise of Tropical Forest Regeneration in an Age of Deforestation. Yokohama, Japan: University of Chicago Press. Retrieved from https://books.google.com.mx/books?id=buJcngEACAAJ.

FAO (Food and Agriculture Organization) (2010a). Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales. Informe nacional. México. FRA2010/132. Roma, Italia.

FAO (Food and Agriculture Organization) (2010b). Global Forest Resources Assessment. FAO Forestry Paper 163.

Gómez-Pompa A and Vázquez-Yanes C (1974). Studies on the secondary succession of tropical lownlands: the life cycle of secondary species. In W. H. van Dobben & R. H. Lowe-McConnell (Eds.), Proceedings on the first international congress of ecology (pp. 336-342). The Hague, The Netherlands.

INEGI (2016). Conjunto de Datos Vectoriales de Uso de Suelo y Vegetación. Escala 1:250 000. Serie VI (Capa Union). Instituto Nacioanl de Geografia y Estadística. Aguascalientes, México.

López-Jiménez LN, Durán-García R and Dupuy-Rada JM (2019). Recuperación de la estructura, diversidad y composición en una selva mediana subperennifolia en Yucatán, México. Madera y Bosques 25(1):1-17.

Miles L, Newton AC, DeFries RS, Ravilious C, May I, Blyth S... and Gordon JE (2006). A global overview of the conservation status of tropical dry forests. Journal of Biogeography, 33(3), 491-505. Miranda F y Hernández XE (1963). Los tipos de vegetación de México y su clasificación. Boletín de La Sociedad Botánica de México 28:29-179.

Mooney HA (2011). Synthesis and Promising Lines of Research on Seasonally Dry Tropical Forests. En En Dirzo R, Young HS, Mooney HA y Ceballos G (Eds.), Seasonally dry tropical forests: ecology and conservation (pp. 301-306). Washington, USA: Island Press/Center for Resource Economics.

Putz FE and Redford KH (2010). The importance of defining “Forest”: Tropical forest degradation, deforestation, long-term phase shifts, and further transitions. Biotropica 42(1):10-20.

Sánchez-Azofeifa GA and Portillo-Quintero C (2011). Extent and Drivers of Change of Neotropical Seasonally Dry Tropical Forests. En Dirzo R, Young HS, Mooney HA y Ceballos G (Eds.), Seasonally dry tropical forests: ecology and conservation (pp. 45-57). Washington, USA: Island Press.

Domingo, 25 Octubre 2020 00:00

Ofrenda encarnada / Teatro BUAP

Teatro CCU-BUAP

Compañía Titular de Teatro CCU-BUAP presenta
Ofrenda Encarnada. Homenaje por lo que ya no está.
1 de Noviembre 2020.


18:00 horas.



http://www.complejocultural.buap.mx


https://www.facebook.com/Coteatro.CCU/

Neotraba. Dulce María Ramón entrevista a Gabriela Rochín Navarro sobre su proyecto titulado "Los zapatos de Catalina".

Gabriela Rochín Navarro



Las que siguen son voces que recoge Gabriela Rochín Navarro, escritora sonorense que deseaba visibilizar la violencia que viven las mujeres. Al principio, de una manera moderada fue obteniendo testimonios de los círculos cercanos a ella. Pero pronto, muchas mujeres encontraron un espacio seguro, donde podían confesar, en ocasiones por primera vez, cómo es que fueron violentadas.

Dulce María Ramón (DulceMRamon)

“Había problemas en casa. Mi papá y yo nos tuvimos que ir a vivir a Estados Unidos con unos amigos de la familia. Jamás desconfié de ese señor —lo conocía desde pequeña— hasta que comencé a notarlo extraño. Yo tenía 19 años. Una vez, se molestó porque un chico me invitó a salir. Otra vez, rozó en mí sus partes íntimas al abrazarme. En otra ocasión, descubrí que en su teléfono tenía fotografías mías duchándome o cambiándome de ropa. Al ver las fotos, sentí asco, confusión, shock; las borré todas…”




Foto cortesía de Gabriela Rochín Navarro a través de Dulce María Ramón

Al lado de la confesión valiente de Marie, aparecen unas zapatillas de ballet, de color rosa pálido, seguramente con un significado especial; posiblemente las ilusiones de una adolescente, como las que tiene tu hija, tu sobrina o cualquier adolescente.



Marie resolvió levantar la voz, gritarle al mundo que está de pie, dejó salir lo que le oprimía desde que vivió este episodio y las consecuencias posteriores en su vida. Posiblemente cada mañana sentía que se ahogaba, porque los momentos que están llenos de inmenso dolor, nos llegan a paralizar y por lo general, tardamos en digerir, porque no podemos creer que nos hayan hecho tanto daño. Al paso del tiempo nos terminan poniendo el alma gris, vamos quedando sin voz… morimos.

Este testimonio es parte del proyecto que lleva el nombre: Los zapatos de Catalina, el cual se encuentra en las redes sociales de Instagram y Facebook.

Nació de la voz de Gabriela Rochín Navarro, escritora sonorense que deseaba visibilizar la violencia que viven las mujeres. Al principio, de una manera moderada fue obteniendo testimonios de los círculos cercanos a ella. Pero pronto, muchas mujeres encontraron un espacio seguro, donde podían confesar, en ocasiones por primera vez, cómo es que fueron violentadas.

Gabriela Rochín Navarro creció en una familia donde la presencia de las mujeres era importante, pero de igual manera, siempre se pensó que el rol del hombre era en el espacio público y el de la mujer en su casa, con los hijos, en la cocina. Sin embargo, sus dos hermanas y ella también, recibieron de manera paralela otro mensaje: váyanse, estudien, ustedes pueden hacer lo que quieran; un discurso completamente contradictorio.

Sus estudios de licenciatura en Marketing los inició en Hermosillo y decidió concluirlos en Guadalajara, donde vivió 7 años, colaborando como redactora en una de las agencias de publicidad más importantes en esta ciudad. En el año de 2011, decidió mudarse a la Ciudad de México, donde obtuvo una beca para la Maestría en Comunicación y Estudios de la Cultura. Su trabajo en medios, ha abarcado la generación de contenidos online y offline, al igual que la dirección de comunicación de distintas organizaciones, así como la impartición de diversos talleres de redacción para la Junta de Asistencia Privada del Gobierno de la CDMX. De igual forma coordinó el departamento editorial de la revista Algarabía. En mayo del 2020, obtuvo un estímulo por el proyecto, Los zapatos de Catalina, del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA), en la disciplina de Letras, bajo la categoría de Crónica.

Cuando ya no pude seguir el camino en el ámbito editorial, dije, voy a ponerme escribir las cosas que me mueven, que, en este caso, es mucho el tema de la violencia, el no poder ser indiferentes ante una realidad, tan cruda, tan cercana y que, además, tenemos tan normalizada"

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Dulce María Ramón. ¿En qué momento o qué te movió para comenzar este proyecto Los zapatos de Catalina?

Gabriela Rochín Navarro. Es un proyecto que fue cocinándose por algún tiempo. Pero específicamente el año pasado, comenzaron a surgir las coincidencias para que todo emergiera. A principios del 2019, me encontraba escribiendo para una revista. Y comenzaba a sentir la necesidad de escribir un proyecto propio e independiente, en el que nada fuera ficción. Estuve buscando mucho el tema. Pero más que buscarlo en la teoría, era encontrarlo en lo que, a mí, me mueve y me conmueve. Durante la segunda mitad de ese año, en el mes de agosto, me encontraba tomando un taller de ensayo autobiográfico con 12 participantes. Ese taller fue para mí un catalizador, en cuanto a validar la propia escritura, porque el solo hecho de tomar la palabra, es un acto de valentía, de resistencia que va contra la educación que hemos recibido la mayoría de nosotras, que principalmente se basa en callar y aceptar. El taller era los sábados por las mañanas y todas teníamos una experiencia que contar sobre violencia de género. Todo esto me conectó con todas las otras mesas en las que he platicado, ya sea con mis hermanas, amigas, compañeras de trabajo. Incluso hasta con mujeres desconocidas de las que me iba enterando que han vivido, o están viviendo una historia de violencia.

DMR. ¿Por qué escogiste a los zapatos como símbolo de este proyecto?

GRN. Para mí, los zapatos me hablan de empatía y de diversidad. Me gusta mucho ver, cómo llegan fotografías de tenis, de botas, de huaraches… incluso hasta uno de zapatos de ballet. También, es un símbolo de estar de pie y de denuncia. Hemos visto que, en México, como en varios países al denunciar la desaparición de mujeres, se exponen los zapatos como la representación de lo que significa su ausencia. Por ejemplo, el último testimonio que recibí junto con la imagen de los zapatos, dice, “yo traía estos zapatos cuando sufrí abuso sexual” y tal declaración, acaba siendo como una reavivación pues, algo se recupera, algo se suelta, se acomoda y sana.

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ADRIANA- México -18 de octubre 2020

“Soy ginecóloga, he visto tantas cosas. Durante mi formación como residente, recuerdo mucho lenguaje violento hacia las pacientes. Mujeres con vida sexual activa, imagínate. Faltas de respeto, comentarios insultantes y fuera de lugar. Pero hay una niña que nunca voy a poder olvidar, de unos 8 o 9 años que pesaba tal vez 80 o 90 kilos. La vi en la consulta de ginecología con un maestro que era un viejito serio, “buena onda” y muy poco valiente. Esa niña se comía su ansiedad. Sí tenía ciertos desajustes hormonales, pero el estudio reflejaba que había tricomonas. La tricomona es un bicho que se transmite exclusivamente por vía sexual. Dicho de otra forma, esa niña estaba siendo abusada. A lo mejor la mamá ni sabía. Vi el examen y le pregunté a mi profesor: “bueno, doctor, ¿cómo le vamos a decir a la mamá? Hay que informar, investigar qué está pasando.” Y él me dijo: “no, ni te metas en eso, ni digas nada; es más, quédate aquí”. Fue con la mamá, nomás le dio el examen y le dijo: “señora, su hija está bien, váyase y que dios la ayude…”

Foto cortesía de Gabriela Rochín Navarro a través de Dulce María Ramón

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DMR. ¿Y el nombre de Catalina?

Catalina era un seudónimo que yo llevaba usando desde hace cinco años, y me hizo mucho sentido hablar desde los zapatos de Catalina. Que da igual si se llama: María, Sofía, Juana, Lucía o el nombre que queramos ponerle. Comencé contando un recuerdo —con la voz de Catalina—, el cual ocurrió en mi familia, en la mesa de mi casa. Lo compartí con algunas mujeres cercanas a mí vida, y muchas de ellas me respondieron contándome sus propias experiencias. Así, que decidí pedirles permiso para transcribir lo que me estaban contando y publicarlo. Prácticamente todas me dijeron que sí.

DMR. ¿Existe un eje para quien decida compartir su testimonio?

GRN. Decidí hacerles dos preguntas, y a partir de ellas, pudieran compartirnos su testimonio, las cuales son: ¿Qué hubieras necesitado? ¿Y qué te agradeces ahora?. Antes de publicar lo que me han compartido, le muestro el texto final a quien me lo mandó, para que me dé su visto bueno. Una vez que están de acuerdo cómo se leerá su historia, les pido elijan un nombre, mandan la foto de los zapatos que ellas desean y se sube de inmediato.

DMR. ¿Desde dónde has recibido testimonios?

GRN. La mayoría son de México, pero también, han llegado de Argentina, Colombia, Ecuador, Estados Unidos. En este momento estoy trabajando en un texto de España.

DMR. Platícanos ¿cómo viviste los primeros días en que fue lanzado el proyecto en Instagram?

GRN. Al principio fue bastante estremecedor, porque el proyecto se publicó el 25 de noviembre (2019) que es el día en que se conmemora el Día Mundial de la Erradicación de la Violencia Contra la Mujer; y existe algo que se llama los 16 días de activismo, terminando el 10 de diciembre. Cada uno de esos días se celebra un derecho humano. Durante ese tiempo, publiqué una historia diaria. El testimonio número 13 fue de una chica que se quiso llamar Valentina, y narra cómo fue víctima de un intento de feminicidio. A partir de ello, comenzaron a llegar historias de mujeres que narraban escenarios similares.

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Clara –Ecuador- 15 de diciembre 2019


“Fue mi novio entre los 18 y 19 años. Comenzó con ofensas verbales, después me echaba del coche en cualquier parte de la ciudad si algo no le parecía. Una vez me dejó en una calle peligrosa donde suelen parar prostitutas y ellas me ayudaron a llamar para pedir ayuda. Tenía vergüenza de hablarlo y si le contaba a alguien no me creían; me decían que yo era demasiado sensible o que estaba exagerando. ¿Por qué se sorprendían? Él me pedía perdón diciendo que estaba estresado. Íbamos de mal en peor así que terminé la relación. Comenzamos en universidades y carreras distintas, pero eso no lo detuvo. Una tarde iba al cine con mis amigos y se apareció ahí gritándome puta, que a dónde iba, que con cuál me acostaba. Me humilló y ridiculizó frente a todos. Me acosaba. Me corté y decoloré el pelo para que no me reconociera y se fuera; quería morirme. A la semana de lo del cine, otra vez me buscó, me pidió perdón y me dijo que quería despedirse porque se iba del país. Era un atleta reconocido. Le creí. Apenas me subí a su coche cuando me golpeó la cabeza y perdí el conocimiento. Cuando desperté, estábamos afuera de una tienda de cervezas, él muy borracho. Corrí para escaparme, pero me alcanzó, me forzó a entrar al coche y me llevó a su casa. Ahí me encerró, me cacheteó, me violentó, me manoseó. Quería abusar de mí. Quería volver conmigo. Yo lo golpeaba, lo mordía; él se reía. Me rompió una botella en la cabeza. Escapé por la ventana, salté la reja y tomé un taxi. Tuve que contarles a mis padres —y no todo— cuando aterrados me vieron llegar así, completamente vacía y rota. Perdí un año de universidad, tuve anorexia, no quería trabajar. Me fui del país, hice mucha terapia, dije nunca más. Aprendí a poner límites, a cuidarme…”

Foto cortesía de Gabriela Rochín Navarro a través de Dulce María Ramón

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DMR. ¿Cuál es el objetivo central del proyecto?

Primero nombrar las violencias que nos atraviesan. De igual manera, escucharnos, creernos, acompañarnos y sobre todo hacer redes que nos fortalezcan. Te sorprendería ver que las historias son contadas por abogadas, terapeutas, médicas, ingenieras, actrices, periodistas.

DMR. ¿Las mujeres que dan su testimonio, piden anonimato?

Casi todas las mujeres elijen su nombre real, pero otras se ponen el nombre que sea. A todas, les pregunto cómo se quieren llamar. Cuando elijen su nombre yo lo tomo como una afirmación de ya no tener miedo. Otras me dicen, yo me quiero llamar de esta manera, porque este nombre tiene otro símbolo. Al final el mensaje es que somos todas las mujeres que levantamos la voz. Te puedo decir, que, en cada testimonio, con algo me identifico, en mayor o menor medida pues conoces esa sensación en el estómago, cruda y triste.

DMR. ¿Hasta dónde quieres que llegue el proyecto, que de pronto se convirtió en un espacio de todas las mujeres?

Ahora le he querido dar prioridad a los textos. La meta que tengo a corto plazo, es ampliar el entorno de las historias que estoy contando. Por ejemplo, sé que la gente que sigue a Los zapatos de Catalina, es más o menos de mi edad, o de la generación anterior, pero hay un montón de señoras, que no tienen Instagram, y sabes, a mí me encantaría contar esas historias. Esto para romper los círculos inmediatos y más cercanos. Y segundo, me imagino, muchos formatos como es la parte sonora o el teatro; para contar las historias de todas las formas posibles. Lo que me interesaría es que pudiera llegar de diferentes formas, ya sea través de los oídos o de los ojos y tocar los corazones de mujeres y hombres. Creativamente da para muchos formatos. Los zapatos de Catalina, es un mosaico de diversas personalidades, pues hay historias de mujeres que tienen 16 años, hasta mujeres por encima de los 60 años.

DMR. Los Zapatos de Catalina les da la voz inmediata a todas las mujeres ¿cierto?

Creo que se trata de revisar lo macro en lo micro.

Es muy fácil decir: cohabitamos en un país en donde son asesinadas 10 mujeres todos los días. Pero estar viendo y visibilizando, el cómo es que vivimos – y sobrevivimos- en medio de esta violencia, cada una de nosotras, bajo que dinámicas y en qué circunstancias. Es el objetivo principal del proyecto. Un poco por ello también, la pregunta ¿qué hubieras necesitado? Me han respondido: hubiera necesitado una puerta que cerrar, hubiera necesitado que me creyeran. La finalidad no es revolver la experiencia dolorosa, sino voltear a verla y re significarla y re aprenderla.

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CATALINA- México- 25 de noviembre 2019


“Nací en el norte de México cuando mi madre tenía 23 años. Para cuando cumplí 17, ella cumplió 40. Recuerdo ese día de su cumpleaños. Mis padres, mis hermanas y yo, en casa, alrededor de un pastel con dos velas encendidas en forma de 4 y 0. Lo recuerdo a él, sentado en la cabecera, felicitándola. Diciéndole en broma que muchas felicidades pero que ahora la iba a tener que cambiar “por 2 de 20”. Y riendo con sus labios de chocolate que lograban frenar una carcajada mayor. La iba a tener que cambiar, como un billete por dos monedas. ¿Por qué? Ella estaba sentada justo frente a mí. No sé qué sintió, pero hizo una mueca: frunció la expresión, apretó la boca. Empequeñeció momentáneamente. La vi. Casi juraría que, por un instante, sonrió. Respiró, comió un poco más del pastel que ella misma había horneado y la vida siguió. Mis hermanas tenían 14 y 11 años. Sé que lo recuerdan porque la broma se repitió —en privado y en público— cada dos años hasta que ella cumplió 50. “Por 2 de 25”. Supongo que así aprendemos los seres humanos: a punta de repetición y silencio vamos absorbiendo las creencias que nos rodean. Así aprendemos las mujeres, por ejemplo, que somos valiosas por nuestra apariencia, que nuestros cuerpos no nos pertenecen, que somos reemplazables y que alcanzar “cierta edad” es perder el deseo, el interés y la validación de los hombres. ¿Quiénes somos sin eso? Aprendemos a aguantar, a complacer, a dejar pasar. A olvidar. A no ser. Ya no culpo a mis padres. Me cansé de esa rabia. Hoy agradezco poder verlo. Entonces no sabíamos que podía ser distinto…”

Foto cortesía de Gabriela Rochín Navarro a través de Dulce María Ramón

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Neotraba. El 10 de octubre celebramos el nacimiento de Giuseppe Verdi, compositor de ópera italiano del período romántico.

Judtih Castaneda Suari

Es la madrugada del 27 de enero de 1901 y Giuseppe Verdi acaba de morir en el Grand Hôtel de la ciudad de Milán. “Murió de forma magnífica, como un luchador formidable y silencioso”, escribiría después Arrigo Boito, libretista de Otello, ópera estrenada en 1887, después de dieciséis años de silencio por parte del compositor. El amor y la admiración del pueblo hacia este colosal artista, casi nonagenario, se hacen patentes en los cuidados que, antes de fallecer, le prodiga la ciudad para suavizar tanto las dolencias propias de su edad como una embolia que sufre el 21 de enero de aquel año.

Nacido el 10 de octubre de 1813 en Busseto, ciudad ubicada en la provincia de Parma, al norte de Italia, Verdi recibe los honores del Estado y del pueblo: el mismo día de su muerte, nos dice Mary Jane Phillips-Matz en su libro Verdi: una biografía (Paidós, Testimonios, 2001), se reúne el Senado italiano y la Cámara de Diputados dedica el día siguiente, lunes, a una conmemoración de su antiguo miembro; un mes más tarde, una multitud de aproximadamente trescientas mil personas, se agolpa en las calles durante el traslado de los restos del compositor y de Giuseppina Strepponi, su segunda esposa, desde el Cementerio Monumental a la Casa de Reposo para Músicos, fundada en Milán por el propio Verdi, ocasión en la que Arturo Toscanini dirige a un coro de ochocientas voces que, apostado frente a la capilla del cementerio, entona el Va, pensiero en cuanto los dos ataúdes parten hacia la Casa de Reposo (George Martin, Verdi. Javier Vergara, 1984).



Giuseppe Verdi funeral. Foto del Archivo Verdi

Más de un título nos entrega a los habitantes del siglo XXI lo grandioso de estos segundos funerales, y es imposible que no madure un nido de emoción contenida en nuestra garganta frente a dicha escena: los balcones cubiertos con crespones negros, una hilera de coches tirados por caballos, llenos de arreglos florales, que sigue a la carroza fúnebre, semejante ésta a una embarcación en el mar de asistentes cuyo oleaje suena al coro del tercer acto de la ópera Nabucco.

Formar parte de aquella multitud sólo habría significado cantar, entre un nudo de lágrimas, ese segundo himno nacional que es para los italianos el lamento de los esclavos hebreos, arrancados de su patria: Va’, pensiero, sull’ale dorate; va’, ti posa sui clivi, sui colli…

Sin embargo, esta no sería la primera muerte del compositor. Muchos años antes, sin haber cumplido siquiera los treinta, Giuseppe Verdi sufre otra, por así calificarla, más íntima, quizá mucho más dolorosa. Sus oficios fúnebres son el juramento de abandonar todo, dejando inconclusa la ópera en la que trabajaba, Un giorno di regno, y vivir el resto de su existencia en algún lugar oscuro –Mary Jane Phillips-Matz aventura que ese lugar oscuro se trata de la “vieja habitación en el patio de la casa de Barezzi, donde bramó contra su destino hasta que los que lo conocían pensaron que había enloquecido”–; sus efectos permean la segunda ópera y la tercera, donde dicha muerte gotea como si se tratara de un veneno gris, aceitoso, que ha de turbar la calma de un lago por donde no atraviesa corriente de aire alguna.



Un giorno di regno fue estrenada el 5 de septiembre de 1840 “y fue un gran fiasco. El público, cuando no mantuvo una actitud hostil y aburrida, silbó y protestó”, nos dice George Martin en su biografía de Verdi. A esto coadyuvó también el desgano de los cantantes: Raineri-Marini, la soprano, se recuperaba de una enfermedad sin determinar, y tanto ella como el tenor Lorenzo Salvi cantaron con desgano, incluso mascullando las palabras mientras la orquesta tocaba (Phillips-Matz, Verdi: una biografía). Esta ópera se representa muy poco, y una de esas ocasiones se dio en el Teatro Regio di Parma, en 2012, puesta que se grabaría para lanzarse el siguiente año, con motivo del bicentenario del natalicio del compositor, para integrar la colección Tutto Verdi, the complete operas.

Cartel promocional de “Un giorno di regno

Esta obra tempranísima posee rasgos característicos de la ópera buffa: el hombre mayor que pretende casarse con una muchacha enamorada de un joven, lo cual también se retrata en El barbero de Sevilla (1816), de Gioachino Rossini, o en Don Pasquale (1843); la astucia usada para oponerse a esas intenciones; el personaje que finge ser alguien más, con el inminente peligro de ser descubierto. En cuanto a lo musical, posee una obertura vivaz, alegre, y el clásico recitativo secco, es decir, el diálogo entre los personajes que se acompaña sólo con el clavicordio, algo que también podemos encontrar en El barbero… o en El elixir de amor, de Gaetano Donizetti (1832).



A la distancia, parece injusto y hasta cruel, que Un giorno di regno fracasara tal como lo describen los biógrafos de Verdi, hasta el punto de cancelarla después de una sola representación. El propio músico escribe sobre ello años más tarde, en 1859, en una carta dirigida a Tito Ricordi: el público “se cebó en la ópera de un pobre joven enfermo, acosado por la presión del programa y transido de dolor y de desgarro por una horrible desgracia”. Habría agradecido el hecho de que los asistentes hubieran no aplaudido, sino soportado la ópera en silencio, confía en la misma carta a su editor en la Casa Ricordi.

Si tenemos en cuenta que en el siglo XIX asistir la ópera se asemejaba a las actuales salidas al cine, presenciar Un giorno… seguro habría sido el equivalente a ver una película “palomera”, algo sin otra pretensión que divertirse, reír un rato con situaciones chuscas.

En Nabucco, por otro lado, tenemos algo completamente distinto. Estrenada el 9 de marzo de 1842, carece del recitativo secco; los parlamentos se acompañan con una orquestación más elaborada o se entonan a capela; abundan las escenas de conjunto. Se trata del primer éxito de Verdi, uno apoteótico, si tomamos en cuenta el himno de libertad que para el público significa el coro Va, pensiero, y el hecho de que a mediados de siglo, el propio nombre del compositor se convirtiera en un acrónimo que gritaba a favor de la unificación y de la independencia de una Italia sometida por los austriacos: ¡Viva V.E.R.D.I.!, ¡Viva Vittorio Emanuelle Re Di Italia!

Viva V.E.R.D.I

Contrario a la hostilidad de quienes llenaron el teatro alla Scala en la única representación de Un giorno di regno, el público de Nabucco se identificó con el pueblo judío, sometido en Babilonia, tendiendo un paralelo entre dicho sometimiento y el que sufría fuera del escenario el pueblo italiano bajo el yugo austriaco. De hecho, los sentimientos del compositor hacia ambas óperas no difieren tanto de los de sus espectadores: mientras deseaba dejar inconclusa la primera, viéndose forzado a terminarla porque ya la había iniciado y porque Bartolomeo Merelli, entonces director de La Scala de Milán, se veía presionado a estrenarla al haberla anunciado ya, Nabucco significó también para Verdi algo más que un libreto que se le ofreció después de que otro compositor lo rechazara.

En cuanto a este hecho hay varias versiones. Entre las que ofrece quien finalmente le pusiera música, se encuentra la de que el propio Merelli, preocupado porque Otto Nicolai se niega a trabajar con Nabucco, casi lo obliga a leer ese estupendo libreto de Temistocle Solera, pues no le hará daño, y a devolvérselo después. Una vez en casa, Verdi lo arroja casi con violencia sobre una mesa, y las páginas se abren justo en el coro que mucho tiempo después, Toscanini dirigiera en el traslado de sus restos y de los de Giuseppina Strepponi a la Casa de Reposo.

Va, pensiero, en el libreto de Solera, es una añoranza por la patria. Los hebreos, bajo el poder del rey Nabucodonosor, piden a su pensamiento volar hacia su tierra natal, “tan bella y abandonada”, y devolverles el tiempo que fue: el tiempo de la libertad. En opinión del divulgador de ópera Gerardo Kleinburg, la lectura que hace Verdi de este pasaje no contiene el patriotismo que el público le ha dado; es algo mucho más personal, es el retorno a un sitio que jamás volverá siquiera a rozar: su vida anterior a la tragedia que permeara estas dos obras tempranas, convirtiéndolas a una en un fracaso y a la otra en un éxito de magnitudes colosales.

Cartel promocional de “Nabucco”

Pero, ¿cuál es esa tragedia, qué le ocurrió a Giuseppe Verdi antes de contar siquiera con treinta años? ¿En qué consiste su primera muerte? El compositor italiano se casó con Margherita Barezzi en 1836, y con ella procreó dos hijos, Virginia e Icilio, nacido en 1838. Poco después, y antes de que la joven familia se mudara a Milán, la pequeña Virginia falleció. Después, con quince meses, su hermano Icilio correría la misma desafortunada suerte y el día de Corpus Christi de 1840, a la edad de veintiséis años, la propia Margherita moriría de una enfermedad que, según los registros civiles, era “fiebre reumática”. “Un tercer ataúd salía de mi casa. ¡Estaba solo! ¡Solo!”, se lamentaría el músico.

Esas palabras son iguales a un martillazo. Así se cerraba su vida, expulsándolo para siempre de ese entorno familiar que prometía ser bueno tras el triunfo de su primera ópera, Oberto, Conte di San Bonifacio, estrenada a finales de 1839. ¿Qué habrá pensado Verdi? Seguro soltó cada frase como si no quisiera liberarla, masticándola cual si fuera un veneno de sabor amarguísimo. ¿Consideraría la muerte por mano propia?

A casi doscientos años de dichos acontecimientos, lo único que queda, además de estas preguntas sin respuesta, es la propia obra de este músico italiano, en la que seguro, con lentitud, fue encontrando consuelo, tal y como él mismo describe la composición de la música para su primer gran triunfo: “¿Qué iba a hacer yo? Volví a mi casa con Nabucco en el bolsillo. Un día, un verso; un día, otro; ahora una nota, luego una frase… poco a poco, la ópera se fue componiendo”.

Sábado, 24 Octubre 2020 00:00

El terremoto Cienfuegos

Día con día

El primer impulso del presidente López Obrador ante la captura en Los Ángeles del ex secretario de la Defensa, Salvador Cienfuegos, fue asumirla como una victoria suya, como un triunfo de su narrativa contra los gobiernos pasados, y como el principio de una nueva época en que el Ejército sería limpiado de cómplices de Cienfuegos.

Dijo en su mañanera del viernes: “Todos los involucrados con Cienfuegos serán suspendidos del Ejército”, dando por buena la culpa del general y olvidando que mandos clave del Ejército actual son cercanos a Cienfuegos, y que es ese Ejército, heredado de Cienfuegos, el que ha convertido en el eje de la militarización de su gobierno, entregándole el sistema de inteligencia, la seguridad pública, emblemáticos contratos de obras públicas y el control de puertos y aduanas.

Para el mediodía, el Presidente lo había pensado mejor y dijo: “No habrá limpieza en el Ejército hasta que se demuestre la culpabilidad de Cienfuegos” (https://bit.ly/3o4e6jZ).



Ni una palabra sobre el elefante en la sala, a saber, que la detención del general la hizo la DEA, luego de una investigación de años de la que el gobierno dice no haber sabido nada sino hasta que la DEA cerró la operación de mayor autonomía que haya hecho a espaldas del gobierno de México.

El Presidente trató de enmendar su omisión en una increíble entrevista de banqueta, o mejor dicho de plaza, pues la dio en la plaza de una comunidad donde le habían colgado un collar de flores.

Dijo ahí que la intromisión de Estados Unidos en México era cosa de gobiernos pasados, porque ahora Trump le llamaba a él para ofrecerle ayuda, sin ánimos de intervenir en México, y él la rechazaba, en ejercicio de la soberanía (https://bit.ly/2T1TPO1).

De modo que la captura de Cienfuegos era como una cosa del pasado, aunque hubiera sucedido ayer.

Hay motivos para la confusión del Presidente porque la captura de Cienfuegos es un terremoto múltiple: en el corazón del Ejército, del gobierno, de la relación de México con Estados Unidos y del Estado mexicano como tal.



Dedicaré la semana al terremoto Cienfuegos, en el entendido de que sus efectos políticos parecen claros, pero los hechos son confusos todavía.

El general Cienfuegos, preso en EU por narco



El terremoto en el Ejército

La captura del general Cienfuegos en Los Ángeles, acusado de narcotráfico, rasga la cortina de incorruptibilidad de las fuerzas armadas de nuestro país.

Es un terremoto en el corazón de su credibilidad, por tanto, de su legitimidad.

La incorruptibilidad del Ejército es uno de los mantras de la vida pública mexicana, uno de los mayores ejemplos de nuestra dualidad analítica e institucional. No hay nadie medianamente informado en México que no sepa de la corrupción, la violencia extrajudicial, la violación de derechos humanos y la colusión con el narcotráfico de parte de las fuerzas armadas.

Pero son pocos los que hablan de eso y menos quienes lo creen, pues las fuerzas armadas gozan de la mayor aceptación entre los mexicanos y no hay región sacudida por la violencia que no pida la presencia del Ejército.

Es una potente herencia del pasado priista: el discurso nacido del pacto de los gobiernos civiles con los militares, a partir de 1946, para garantizar al Ejército reconocimiento público, autonomía corporativa, impunidad judicial y negocios particulares, a cambio de que no hicieran política.

La funcionalidad del pacto ha sido descrita con elocuencia por Jorge G. Castañeda y Jorge Javier Romero*. México fue el único país de América Latina donde no hubo golpes militares. El único también donde el Ejército permaneció intocado como corporación, al margen de la justicia civil y de la inspección pública.

Por presión estadunidense, a partir de 1973, con la Operación Cóndor, México empezó a usar al Ejército contra el narcotráfico, con las funestas consecuencias que conocemos, entre ellas, la contaminación del Ejército.

El mayor caso de contaminación fue el del general Gutiérrez Rebollo, zar de la lucha antidrogas, preso en 1997 por proteger narcotraficantes. Famosos también son los militares de élite que formaron Los Zetas, el cártel más violento de México. Ahora, llega la acusación a Cienfuegos.

El daño a la legitimidad de las fuerzas armadas se antoja muy serio, entre otras cosas porque tiene ya una dimensión internacional. Las fracturas internas de la corporación, y de ésta con el gobierno, son tan inevitables como impredecibles.

Termina una época.

*”Cienfuegos y el sistema político” (htps://bit.ly/35dyPth) ; “El mito del Ejército incorrupto” (https://bit.ly/35cUmlA).

Operación Cóndor en México años 70 - Historia - Historia

La operación Cóndor

El terremoto en el gobierno

La captura del general Cienfuegos, acusado de narcotráfico, destruye la credibilidad del Ejército como corporación incorruptible y, con ella, como ha dicho José Antonio Crespo, la “premisa que justifica la militarización actual”.

Pone en entredicho la alianza política más visible del gobierno: su proyecto de cooptar al Ejército y alinearlo tras su proyecto, como una fuerza disponible para el conflicto.

Las discrepancias del presidente López Obrador con el ex secretario de Defensa preso son conocidas, en particular el hecho de que no escogió a su secretario de Defensa actual, Cresencio Sandoval, entre las opciones que le ofrecía la corporación, lo cual creó dentro de ésta una fisura, que se ha hecho manifiesta en muchos momentos, entre los sectores desplazados y los escogidos por el gobierno.

Se conoce el proceso de desplazamiento de los perdedores en la corporación castrense, mediante retiros convenientes y reparto de posiciones diplomáticas en el exterior. Se sabe también de su malestar por dichos y hasta por discursos de inconformidad filtrados a la prensa.

La captura y acusación de Cienfuegos ha llevado la fisura a un punto de tensión mayor, especialmente cuando la primera reacción del Presidente ante la aprehensión de Cienfuegos fue decir que suspendería a todos los que tuvieran una relación con él.

Corrigió después, y dijo que no habría “limpieza “en el Ejército hasta que no se decretara la culpabilidad de Cienfuegos. Pero la intención de limpiar había quedado clara, y dicha.

Creo que el Presidente acaricia la idea de llevar adelante su alianza con unas fuerzas armadas limpias de corrupción, o no tan limpias, pero leales a él.

Lo que indica la captura de Cienfuegos es que eso no será posible sin una depuración, que los depurados verán como una purga, con riesgo de acusaciones judiciales en Estados Unidos, sin que el gobierno meta las manos, como no las metió por Cienfuegos.

Esto es lo que se trasluce ya en franjas de opinión cercanas al Ejército: la queja de que el gobierno no intercedió por el exsecretario preso, sino que vio con buenos ojos su captura.

La verdad, pensar en un escenario de este nivel de tensión entre el gobierno y una parte sustantiva de las fuerzas armadas, da escalofríos.

Termina una época.

Cienfuegos, México y la DEA

“Lo que no se vale es que no nos informen”, dice, con toda razón, el presidente López Obrador respecto de la captura del general Cienfuegos, en octubre de 2020, con una orden de arresto emitida en agosto de 2019, fundada en una investigación de la DEA.

Tampoco se vale, y esto desde el principio de los tiempos, que las agencias de inteligencia estadunidenses, la DEA en particular, operen clandestinamente en el país sin rendir cuentas más que a ellos mismos.

Nadie sabe cuántos son, qué hacen, a quién vigilan, qué teléfonos intervienen, de cuántos operativos letales son responsables, cuántas violaciones de derechos humanos hay en su haber dentro de suelo mexicano, cuánta complicidad y cuánta responsabilidad tienen en la violencia que asola México.

Dicen tener miles de mensajes y llamadas telefónicas intervenidas de Cienfuegos o sobre Cienfuegos. ¿Obtuvieron alguna autorización judicial para intervenir todas esas llamadas?

Nadie pretende que estas agencias operen en México en casa de cristal. Pero la autonomía con que operan, a espaldas de sus pares mexicanos, es una barbaridad.

El resultado neto de la subordinación mexicana a esas agencias en materia de lucha contra narcotráfico no puede haber sido más funesta. No ha contribuido a arreglar nada. Por el contrario, aquí, como en Colombia, la estrategia punitiva de la DEA, consistente en matar o capturar a los jefes de las bandas criminales, no ha tenido otro resultado visible que convertir a México en un matadero.

Desde 1985, con un par de excepciones, México ha capturado o matado a todos los capos del narco que ha querido la DEA: Miguel Ángel Félix Gallardo, Ernesto Fonseca Carrillo, Rafael Caro Quintero, Amado Carrillo Fuentes, Vicente Carrillo Fuentes, Héctor El Güero Palma, Joaquín El Chapo Guzmán, Juan N. Guerra, Juan García Ábrego, Osiel Cárdenas Guillén, todos los hermanos Arellano Félix, todos los hermanos Beltrán Leyva, los jefes de Los Zetas, de La Familia Michoacana, de Los Caballeros Templarios, el H2, El Mencho...

Nada de eso ha impedido el paso de droga a Estados Unidos, objetivo declarado de la DEA. Nuestro país, en cambio, se ha llenado de sangre y de oprobio.

Más de 300 mil muertos después, esto debe terminar.

Sedena restringe información sobre estrategia antinarco en México |  Aristegui Noticias Foto tomada de Aristegui Noticias.

La última trinchera

Hace 23 años, luego del encarcelamiento por complicidad con el narco del zar antidrogas mexicano, el general Gutiérrez Rebollo, escribí en el diario La Jornada un artículo titulado “La última trinchera” (24/2/1997).

Decía, en síntesis, que meter al Ejército a combatir al narcotráfico era arriesgar su contaminación, como había sucedido con Gutiérrez Rebollo.

Recordaba ahí que en los años ochentas del siglo pasado se había dado una discusión en torno a la conveniencia de que el Ejército combatiera directamente al narcotráfico.

La conclusión entonces fue que no, porque se corría el riesgo de que la corporación se corrompiera, como se había corrompido la policía encargada de la tarea. El caso de Gutiérrez Rebollo probaba que aquel cálculo no era equivocado.

El artículo terminaba así: Quizá no hay alternativa... Quizá ha dejado de ser posible, por la presión externa estadunidense y por la presión interna del crimen, plantearse la separación del Ejército de las tareas policiacas que está asumiendo.

Pero si el narco corrompe al Ejército... si el caso del general Gutiérrez Rebollo no es un punto final sino un punto y seguido en la corrupción militar frente al narco, habremos expuesto a los poderes corruptores del narco nuestra última trinchera. Su pérdida o su debilitamiento no tendrán vuelta atrás. Habremos expuesto a la erosión del narco el corazón mismo del Estado (https://bit.ly/2IYMnkT).

Es lo que hicimos en los siguientes años: seguir metiendo a las fuerzas armadas al combate del narcotráfico. Lejos de reducirse el problema se ha agravado, ensangrentando al país.

La captura del general Cienfuegos sugiere la contaminación ya no del zar antidrogas de los noventas, que estaba fuera del Ejército, sino de la cúpula de éste.

Digo sugiere, porque no está probado.

Esto pasa en el momento en que el gobierno dobla la apuesta sobre el Ejército para que se ocupe de la seguridad en su conjunto: seguridad pública, seguridad nacional, inteligencia, puertos, aduanas. El Ejército como garante de incorruptibilidad

La captura del general Cienfuegos es un terremoto en el corazón de ese proyecto, sugiere que quizá en estos años hemos seguido contaminando la última trinchera del corazón del Estado, que es la seguridad.

Miércoles, 21 Octubre 2020 00:00

El presidente Cárdenas y el movimiento obrero

La expropiación petrolera de 1938

El lunes 19 recordamos al General Lázaro Cárdenas por el cincuentenario de su fallecimiento. Valga la ocasión para ofrecer al lector algunas notas sobre su política laboral, misma que hoy deberíamos volver a analizar con cuidado para reflexionar sobre los problemas actuales.

En cierto sentido, la presidencia de Cárdenas no empezó el 1º de diciembre de 1934 sino el 12 de junio de 1935 cuando el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) invitó a las organizaciones sindicales más importantes a discutir la situación creada por las declaraciones del expresidente Calles, llamando a reprimir las huelgas que habían tenido lugar en los primeros meses del sexenio. A esta convocatoria asistieron la CGOCM (Confederación General de Obreros y Campesinos de México); la CSUM (Confederación Sindical Unitaria de México), y varios otros gremios importantes como el Minero. Poco después, decidieron constituir el Comité Nacional de Defensa Proletaria (CNDP), un frente que tuvo como propósito unificar a los trabajadores, fortalecer sus luchas, apoyar la política laboral del presidente y evitar que prosperara la reacción callista.

Muchos sindicatos que formaron el Comité venían de una ruptura con la CROM (Confederación Regional Obrera Mexicana), la cual se había convertido en un organismo de control antidemocrático y corrupto bajo el liderazgo de Morones y la protección de Calles. También, de una etapa de fuerte represión contra los sindicatos independientes, en particular contra la CSUM, dirigida por militantes del Partido Comunista. De esta manera, en los inicios de los años 30s se desataron varias huelgas y movilizaciones y surgieron nuevos sindicatos como el ferrocarrilero que agrupaba miles de trabajadores. Según algunos historiadores, a fines de 1934, el movimiento obrero se había convertido en la fuerza política y social más importante del país.

La creación del CNDP alentó la movilización obrera y a partir de ese momento estallaron varias huelgas en ramas estratégicas como la petrolera, minera y en la industria del papel, el cemento y el vidrio. Por su parte, el presidente Cárdenas defendió el derecho de huelga incluso ante las protestas patronales, como en el caso de la Vidriera de Monterrey, y manifestó su apoyo a la unificación de los trabajadores y a sus principales demandas.



Las huelgas han sido y son un factor clave de la lucha de clases ‹ .::  SomosMass99 ::.

La existencia del CNDP y después, en febrero de 1936, la fundación de la CTM (Confederación de Trabajadores de México), selló en los hechos una alianza entre el gobierno y el sindicalismo. Este apoyo le permitió al mandatario consolidar su política laboral, fortalecer su gobierno, excluir al callismo, y desatar un programa de reformas de gran alcance que, como sabemos abarcó la reforma agraria, la creación de nuevas instituciones y la expropiación de los ferrocarriles y la industria petrolera.

Para las organizaciones obreras, la alianza abrió el camino para su crecimiento orgánico y, sobre todo, para hacer realidad los derechos que ya estaban plasmados en la Constitución y en la Ley Federal del Trabajo. Durante el cardenismo, se desató lo que algunos estudiosos han llamado la “revolución contractual”: se pactaron contratos colectivos de trabajo en muchas ramas económicas, los cuales habían sido negados por las autoridades y las empresas y habían sido motivo de duras y a veces cruentas luchas desde los años 20s.



El Universal online - Fotogalería

Sin duda, la movilización y la fuerza organizada de los trabajadores fue un factor muy importante, aunque no el único, para que el presidente decidiera decretar la expropiación de los ferrocarriles (en junio de 1937) y el petróleo (en marzo del siguiente año). La historia y el desenlace de estas importantes medidas fue dispareja. La primera llevó, incluso, a que Cárdenas decidiera, en mayo de 1938, la creación de la Administración Obrera de los Ferrocarriles Nacionales de México (AOFM), experiencia que tuvo una corta vida pues en diciembre de 1940 fue echada abajo por el mandatario entrante, Ávila Camacho. La segunda, en cambio, permitió la creación de una industria pública que fue un sostén fundamental del desarrollo económico de México hasta la privatización de ese recurso hace algunos años.

Por otro lado, hay que decir que la independencia y combatividad del movimiento obrero mexicano se fue perdiendo poco a poco durante los últimos años del cardenismo. La adhesión de la CTM al recién creado PRM (Partido de la Revolución Mexicana) poco después de la expropiación petrolera y el poder ascendente de un grupo oportunista dentro de esa organización (representado por Fidel Velázquez) junto con los errores de los principales dirigentes, en particular de Lombardo Toledano y la fracción comunista, permitieron que la confederación abandonara poco a poco sus principios y se plegara cada vez más a la maquinaria estatal. Esta situación no acabó con el sindicalismo independiente que mantuvo una lucha intensa en los siguientes años, pero con una correlación de fuerzas cada vez más desfavorable. Al final, en 1948, el presidente Alemán decidió usar toda la fuerza del estado para aniquilar estas oposiciones.



Cuando el PCM y la CTM subordinaron el movimiento obrero a Cárdenas

En el caso de los ferrocarriles, una historia menos conocida, Cárdenas entregó a los obreros la administración de la empresa a pesar de las dudas de funcionarios de su propio gobierno y de los ferrocarrileros. Fue un experimento arriesgado y radical que mostró, por un lado, la confianza del presidente en el sindicalismo y en los trabajadores, y por otra la inexperiencia de estos últimos. La situación de la empresa ya era muy compleja y difícil desde que, durante el porfiriato, se había creado una empresa con participación accionaria mayoritaria del gobierno (en 1908) que nunca pudo despegar bajo las gerencias posteriores. Sacarla adelante hubiera requerido inversiones masivas, una fuerte reorganización administrativa y una cultura obrera experimentada en la creación de cooperativas y en la participación de los trabajadores en la administración de las empresas. Ninguno de estos elementos se conjugó durante el breve periodo de la AOFM.

La política laboral del cardenismo y sus consecuencias fueron resultado de muchos factores, no sólo la voluntad presidencial. Lo que queda claro, sin embargo, es que el General entendió que la fuerza organizada del movimiento obrero sería vital para emprender un cambio de rumbo del país. Para lograr su apoyo dialogó muchas veces con las organizaciones, alentó reformas legales que los beneficiaban, aceptó y vio con simpatía sus manifestaciones, aunque éstas a veces interrumpieran servicios tan esenciales como el suministro de energía eléctrica. Promovió un aumento de los salarios mínimos reales y alentó los incrementos en los contractuales. Los sindicatos lograron una enorme fuerza de negociación frente a las empresas.

Ese poder se convirtió después en pilar de un estado despótico y corporativo que rigió el país desde los años cincuenta. Cárdenas nunca vio con buenos ojos esas desviaciones y manifestó su oposición, hasta sus últimos días, de distintas maneras, al rumbo que habían tomados los gobiernos posrevolucionarios.

Murió Lázaro Cárdenas

El 20 de noviembre de 1970, Cuauhtémoc Cárdenas dio lectura a un conjunto de reflexiones que había preparado el General poco antes de su fallecimiento. El texto expresa, entre otras cosas, que:

“Se podría argüir que no es responsabilidad del gobierno sino de los trabajadores, conquistar la democracia interna en los sindicatos y, en el caso de los no agrupados, que existen garantías para organizarse de acuerdo con la ley. Esto sería verdad en la medida que las condiciones de abatimiento social de los trabajadores dejaran de responder a indebidos privilegios de que disfrutan sus dirigentes para mantener en la inmovilidad a las masas organizadas y al hecho de haber dejado en el desamparo a las que no están organizadas. Hay que considerar que la explotación patronal se ha recrudecido porque las organizaciones obreras han perdido su independencia…”

saulescobar.blogspot.com

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