Lunes, 09 Noviembre 2020 00:00

Trabajadores rigurosamente vigilados

El mundo, no sólo Estados Unidos, están a la expectativa de unos comicios que tendrán un impacto histórico perdurable. Si Trump lograra reelegirse, la incertidumbre, ya de por sí enorme por la pandemia y sus efectos, pondría en peligro la recuperación económica a nivel mundial. Dentro de EU, la inestabilidad social también empeoraría como resultado de enfrentamientos cada vez más violentos entre las comunidades negras y los supremacistas blancos. Los esfuerzos por detener el deterioro ambiental y el cambio climático quedarían estancados, y, en fin, un conjunto de problemas domésticos y planetarios quedarían a merced de un personaje imprevisible, mentiroso e irremediablemente corrupto y corruptor. El triunfo de Biden, el demócrata, no garantiza grandes soluciones, pero al menos un poco más de transparencia, certeza y estabilidad.

Para México, el resultado podría impactar en distintos sentidos: la política hacia América Latina; las presiones por detener la migración indocumentada; y los vínculos económicos y comerciales entre ambas naciones. Hay, sin embargo, un asunto especial que merece mayor atención porque ha sido menos conocido: las relaciones laborales en México.



Para entender el asunto, vale la pena recordar que la renegociación del TLCAN y la firma del T-MEC dieron lugar a un nuevo capítulo laboral. En dicho tratado se incluyó el llamado anexo 23-A que se titula “La representación de los trabajadores en la negociación colectiva en México”. No hay duda de que dicho anexo fue pactado para tratar de impedir que en nuestro país se siguieran aplicando los contratos de protección y el llamado dumping social, es decir, la caída permanente de los salarios y las condiciones de trabajo de los obreros mexicanos con el objeto de atraer inversiones y empresas de allá para acá. En función de esos acuerdos, México se comprometió a reformar su legislación laboral, cosa que sucedió efectivamente en abril de 2019.

Las enmiendas dieron luz, legalmente, a un nuevo modelo. El que estuvo vigente durante más de cien años se basaba en la justicia tripartita (gobierno, empresarios y trabajadores); éste se apoya ahora en tribunales judiciales. El viejo orden daba al gobierno la facultad de reconocimiento y control de los sindicatos; el nuevo se funda en una muy amplia libertad sindical. El esquema anterior construyó un sistema de negociación colectiva manejado por los empleadores y a veces por el gobierno en turno: el que se inaugura deja el poder de decisión a los trabajadores. Por primera vez en mucho tiempo, éstos tendrán la posibilidad de elegir mediante voto secreto, personal y directo a sus dirigentes y representantes; y adherirse a la organización que prefieran.

A pesar de estas reformas, la votación del (nuevo) Tratado en el Congreso de EU fue un asunto complicado que finalmente se resolvió gracias a la Ley 5430 aprobada el 3 de enero de 2020 por los legisladores estadounidenses. Dicho ordenamiento incluyó la creación de una Comisión Interinstitucional de Asuntos Laborales que “evaluará semestralmente en qué medida México cumple sus obligaciones” relativas a las reformas del derecho laboral, y “especialmente, si los recursos asignados por México son consistentes con el compromiso asumido”. La comisión contará con el apoyo de un Comité Independiente de Expertos Laborales, cuyos 12 integrantes serán designados por ambos partidos representados en el Congreso (demócratas y republicanos) y por el gobierno. En el caso de incumplimiento, la comisión podrá recomendar sanciones de carácter comercial. Se establecerá asimismo una línea directa (hot line) para los trabajadores mexicanos, y el gobierno de EU deberá contratar cinco agregados laborales que se instalarán en la embajada de EU en México y que tendrán la tarea de asistir a la comisión para “monitorear y hacer cumplir” las obligaciones contenidas en el T-MEC y la ley mexicana.



En síntesis, el Tratado contempla un pesado aparato burocrático que vigilará las condiciones de los trabajadores mexicanos, especialmente en industrias como: ensamblado de automóviles; autoparte; aeroespacial; electrónica; call centers; minería y acero y aluminio. Esta inspección podrá realizarse in situ, en los centros de trabajo, y los agregados también estarán en condiciones de recibir quejas directas de los trabajadores mexicanos mediante una línea telefónica y un sitio de internet especialmente dispuestos para ello. En caso de encontrar violaciones que no sean subsanadas, las mercancías producidas en estas empresas serían detenidas en la frontera sin poder ingresar a EU y Canadá, o bien recibirían un arancel especial.



Esta maquinaria, legal e institucional, va a quedar en pie no obstante los cambios políticos que se produzcan en Washington por las elecciones del 3 de noviembre.

Mientras, en México las cosas cambiaron en más de un sentido: los efectos de la pandemia y el freno económico tuvieron una respuesta del gobierno que consistió en mantener su programa original, previsto desde el año pasado y, además, llevar a cabo un ajuste al gasto público. Esta política de austeridad se confirmó en el proyecto de presupuesto enviado al Congreso para 2021.

De esta manera, el desplome de la ocupación, formal e informal, y de los ingresos de las familias, no han tenido una compensación, provocando una enorme deuda social que se reflejará en un aumento de los índices de pobreza y pobreza extrema. Asimismo, es previsible que la recuperación económica sea mucho más lenta durante el resto del año y 2021.Esta situación, sin duda, hará más difícil la negociación colectiva pues las empresas buscarán (ya lo están haciendo), recortar personal, otorgar menos prestaciones o congelar los salarios. Además, mientras no se resuelva el problema sanitario, se corre el riesgo de que la reanudación de actividades provoque más contagios y muertes como parece que está sucediendo en la industria maquiladora en la frontera norte del país. Los brotes de inconformidad social dentro y fuera de los centros de trabajo pueden surgir y extenderse a diversas ramas económicas.

En estas condiciones, la implementación de la reforma laboral, con la vigilancia y en algunos casos la inspección directa de personal estadounidense podría ser causa de disputas y controversias. Aunque el tinglado armado por demócratas y republicanos no se va a modificar, gane quien gane la presidencia, probablemente habría una diferencia notable en la manera de aplicarse. Si el triunfador fuera Trump, es probable que la supervisión pudiera ser más tolerante con las empresas o utilizarse como mecanismo de chantaje para obtener otras ventajas. Y si ganan los demócratas, la presión de los sindicatos de ese país podría ser mayor para que el “monitoreo” de nuestro país se cumpla eficaz y puntualmente.

De cualquier manera, es evidente que urge una acción decidida del gobierno de la república y el poder legislativo mexicanos para frenar la pobreza y el desempleo, proteger a los trabajadores y reanimar la economía con los menores peligros sanitarios posibles. Sólo de esta manera se podrá fortalecer la capacidad de negociación de los trabajadores.

El futuro de la reforma laboral no puede depender de la presión de Estados Unidos sobre México. Aún si admitiéramos que las intenciones son loables, los trabajadores mexicanos no pueden convertirse en piezas de un mecanismo al servicio de un país extranjero: nada más y nada menos que la nación más poderosa del mundo.

saulescobar.blogspot.com

Elecciones en Estados Unidos

Naomi Klein es corresponsal principal de Intercept y tiene la cátedra inaugural de medios, cultura y estudios feministas de Gloria Steinem en la Universidad de Rutgers. Es una periodista galardonada y autora de best-sellers, más recientemente de On Fire: The Burning Case for A Green New Deal.

Este texto es la transcripción abreviada de sus comentarios en el evento "¿Adónde vamos desde aquí?" organizado por Haymarket Books el 6 de noviembre de 2020. Tomado de The Guardian. Traducción de Mundo Nuestro.



Naomi Klein

Mucha gente no votó por Joe Biden, votó en contra de Trump. Tenemos que reconocer lo estrecha que fue esta victoria. Han sido unos días angustiosos. Y estos días han sido más desgarradores de lo que deberían haber sido. Como todos sabemos, Joe Biden ganó las primarias demócratas basándose en la afirmación de que era la apuesta más segura para vencer a Donald Trump. Pero incluso si la base del partido demócrata estaba mucho más alineada políticamente con Bernie Sanders, o Elizabeth Warren, en su apoyo a Medicare para todos, un Green New Deal, para la justicia racial, el partido estaba seguro de que Bernie Sanders era demasiado arriesgado. Y así, como todos recordamos, se unieron y nos dieron a Biden. Pero creo que después de días de roernos los dedos hasta la médula, es justo decir que Biden no era la salida en absoluto, como siempre supimos. No para el planeta, no para las personas que se encuentran en la primera línea de la violencia policial, no para los millones y millones de personas que buscan asilo, pero tampoco para él como candidato.

La derrota de Trump es una victoria popular realmente importante. Mucha gente no votó por Joe Biden, votó en contra de Trump, porque reconoce la tremenda amenaza que representa. Y el hecho de que los movimientos que están detrás de gran parte de esa victoria política no pueden ni siquiera tomarse un momento y gozar esa victoria, porque ya están siendo atacados por el establishment demócrata que busca una vez más abdicar de toda responsabilidad para sacarlos del lío en el que estamos, es realmente un crimen. La gente no debería tener que luchar contra estos ataques. Alexandria Ocasio-Cortez no debería tener que estar en Twitter todo el día, para decir que no es culpa de los socialistas democráticos que el Partido Demócrata haya tenido un desempeño inferior al que lo ha hecho.



De hecho, a ella y muchos otros deberían reverenciarlos por la increíble organización y liderazgo que han demostrado en este período.

Biden fue un candidato de riesgo por las mismas razones por las que Hillary Clinton lo fue. Un riesgo por su historial pantanoso porque tenía tan poco que ofrecer a tanta gente en una crisis tan profunda. Parece que ha logrado una victoria electoral peleando con las uñas, pero fue una apuesta de alto riesgo desde el principio. Y no solo la izquierda no tiene la culpa. Somos en gran parte responsables del éxito obtenido, no el Proyecto Lincoln, que, como dijo David Sirota, quemó 67 millones de dólares en esta elección al tratar de llegar a los votantes republicanos suburbanos.



Somos los diques que están frenando el tsunami del fascismo. La ola sigue cobrando fuerza, por eso este es un momento muy difícil de celebrar. Necesitamos apuntalar esos diques, y también necesitamos drenar la energía de su tormenta. ¿Entonces cómo hacemos eso?

Creo que debemos reconocer en primer lugar que, aunque estemos tratando con el mismo tipo de demócratas corporativos que teníamos en 2008, no somos los mismos. Hemos cambiado. Nuestros movimientos han crecido. Crecieron durante los años de Obama, y ​​crecieron durante los años de Trump, han crecido en tamaño, pero también han crecido en proyecto. En el proyecto de desfinanciar a la policía, trasladando los recursos desde la infraestructura de encarcelamiento, criminalización y militarismo a hacia la infraestructura de atención social. Se ha elaborado un proyecto. El trabajo que está detrás del Green New Deal (Nuevo Pacto Verde). Y, por supuesto, el movimiento que apoya Medicare para todos.

Incluso cuando nos acercamos a esta coyuntura con tanta fatiga, tenemos que recordarnos que hemos cambiado. Que la presencia de “The Squad” es una diferencia de los años de Obama y Biden. Obama y Biden no tuvieron que lidiar con Ocasio-Cortez, Ilhan Omar, Rashida Tlaib, Ayanna Pressley y ahora Cori Bush y Jamaal Bowman. Así que creo que para ir hacia donde queremos, necesitamos una mayor coordinación de todo este poder creciente.

Pienso en ese momento del 2018, cuando los demócratas tomaron de nuevo la Cámara de Representantes. Esperaban su desfile de la victoria y, en cambio, sus oficinas estaban ocupadas por el movimiento Sunrise y [Ocasio-Cortez] los saludó y se comprometió a presentar la legislación Green New Deal. Ese tipo de pinza de adentro hacia afuera es lo que necesitamos replicar una y otra y otra vez. Ese es un vistazo del tipo de dinámica que necesitaremos si queremos lograr las políticas capaces de comenzar a mantenernos a salvo.

Lo que hemos visto es el fracaso del Partido Demócrata en hacer lo único que buscamos de un partido político, que es ser bueno para ganar elecciones. No necesito describir todas las cosas que teníamos a nuestro favor, pero esta elección debería haber sido una repetición de la pérdida de Herbert Hoover en 1933. Estamos en las garras de una pandemia, una depresión económica desesperada y Trump lo ha hecho absolutamente todo mal. Esto debería haber sido un barrido. Debería haber sido el barrido que nos prometieron. Y el hecho es que el liderazgo demócrata lo estropeó en todos los frentes. No fue solo un error. No quisieron ofrecer a la gente lo que necesitaban. Están mucho más interesados ​​en apaciguar a sus donantes que en satisfacer las necesidades de sus electores, que los necesitan ahora más que nunca.

Ibero Investigación

Plataformas de streaming vulneran privacidad de usuarios

  • Los datos personales son utilizados para condicionar las producciones de las plataformas.



  • Gracias al “big data”, Netflix conoce las preferencias políticas y sexuales de todos sus usuarios.

Plataformas de streaming vulneran privacidad de usuarios | Ibero

El confinamiento que se ha vivido por la pandemia de la COVID-19 ha transformado drásticamente el consumo mediático de la sociedad. Empresas como Amazon, Netflix y distintas plataformas de streaming se han visto beneficiadas en términos económicos gracias a esto.



En ese sentido, es importante cuestionar de qué manera las compañías trasnacionales, protegen, aglomeran y usan la infinita cantidad de datos que tienen de sus usuarios. Por ende, las Licenciaturas en Comunicación y Comunicación Digital de la IBERO Puebla organizaron la conferencia titulada: Algoritmos, Binge Watching y Series: Netflix y big data en el ecosistema de medios.

La Mtra. Gabriela Pinto Márquez, coordinadora de ambas licenciaturas, expresó al principio de la charla lo importante que es no ignorar a los macrodatos sobre todo por la injerencia que estos tienen en el sistema de medios.



Uno de los mayores problemas que la era digital ha traído es la erosión de la privacidad. Así lo ve Alonso Pérez Fragua, gestor cultural, periodista e investigador. Su ponencia se centró en compartir con el auditorio su investigación sobre la historia y los efectos que Netflix ha tenido en la cultura a una escala global.

Para Pérez Fragua, el peligro comienza cuando se concede a los servicios digitales un acceso ilimitado a la vida de los usuarios sin que ellos revisen sus políticas de privacidad: ver toda la información que Netflix tiene de mí fue un balde de agua fría pensar que una plataforma digital está almacenando toda mi interacción.

Este descubrimiento forma parte de la tesis que Fragua está realizando en estudios culturales en la Universidad Paul Valéry desde el 2019. Al periodista le consterna la precisión con la que el algoritmo de Netflix confecciona las películas y series que recibimos como recomendaciones basándose en el material que ya hemos consumido anteriormente.

Los ojos del Big Brother

El periodista planteó que la privacidad de los usuarios de Netflix ha estado comprometida desde hace mucho tiempo. Fragua compartió con el auditorio que, en el 2008, una mujer bajo el seudónimo de Jane Doe, demandó a Netflix por romper el contrato de privacidad al exponer los datos de todos los usuarios estadounidenses.

La demandante usó el argumento que la compañía de origen californiano no tenía el derecho para liberar esa información. Netflix lo hizo con el propósito de mejorar el algoritmo para la renta de películas en DVD en su página de internet; cuestión que es completamente ilegal según Jane Doe.

En ese sentido, Pérez Fragua arguye en su tesis que, a través de estos mecanismos, hay una violación de los derechos humanos sin que la gente lo sepa. Para él, es menester debatir qué clase de control le damos a corporaciones multimillonarias sobre nuestras vidas.

Según el académico, otro daño colateral de la inteligencia de datos es la coerción de la libertad de expresión de los creativos que trabajan para la plataforma: Ya empiezan a salir opiniones de creadores de películas y series donde explican que Netflix no les permitió hacer tal o cual cosa por la cuestión de los datos.

El maestrante instó en el auditorio que declaraciones de esa índole son focos rojos a los que debemos de prestar atención porque se corre el peligro de que todas las futuras producciones sean propuestas por los algoritmos dejando la creatividad y el amor por historias distintas.

Alfabetización digital

Desde el 2013, año en que Netflix empezó con sus producciones originales, se le ha considerado como un medio disruptivo. Esa es una cuestión que Alonso Pérez Fragua desmonta por completo en su proyecto. Él razona que el binge watching (maratones de series) existía mucho antes que la llegada de los medios digitales.

Bajo este contexto, explicó que el primer paso para solucionar los problemas que la nueva revolución de la web ha suscitado, se requiere que los usuarios cuenten con una mejor alfabetización digital para evitar que sean víctimas de un abuso de poder.

El ponente concluyó diciendo que es nuestro derecho como consumidores exigirle a Netflix el resguardo de nuestra información personal para evitar una situación similar a la de Google o Facebook en la cual los datos de millones de personas fueron vendidos al mejor postor.

Contemplar una boleta electoral del condado de Maricopa, en Arizona, para sentir piedad por los funcionarios electorales que las cuentan. Y comprender el letargo propio de nuestra democracia.

Viernes 5 de noviembre por la nochecita. Parece que acaba el revuelo electoral en cuanto al primer capítulo no resuelto: quién ganó. Biden ya se comporta como presidente y su rival cumple con sus muy ganados bonos de energúmeno. Lo que sigue es el reconocimiento de presidente electo, el pleito legal que ya persiguen los trumpistas y, en enero, la salida por la buena o por la mala --lo puede llegar a echar un piquete de soldados-- de esta pesadilla que ha mandado en Estados Unidos los últimos cuatro años. Una pesadilla que sobrevive en los 70 millones de votos que todavía le dieron vida a Trump. No con sus modos, pero sí con su espiritu.
Qué monserga la lentitud en el cómputo gringo. Pero si va uno al detalle el laberinto de sus boletas electorales, se entiende. Encuentro en El País una crónica de lo que ocurre en el centro electoral del condado de Maricopa, en Arizona. Afuera, los trumpistas despotrican. Adentro, los funcionarios cuentan ayudados por todo un aparato tecnológico y humano que desentraña la firma de los votantes que enviaron por correo su voto y luego --aquí lo increíble-- el enredo de posibilidades que tiene cada elector frente a una boleta que no es tal sino una sábana con todas estas posibilidades: "Las papeletas en Estados Unidos no son de uno y otro partido. Son sábanas muy largas en las que en cada convocatoria se elige de todo. En estas elecciones, la papeleta del condado de Maricopa incluye: el presidente, un senador federal, tres congresistas, un senador estatal, 15 representantes estatales, un comisionado del condado, un supervisor del condado, el registrador de la propiedad del condado, el fiscal, el jefe de los archivos, el superintendente de los colegios, el sheriff, el tesorero del condado, dos miembros de los consejos escolares de dos colegios, el alcalde de Phoenix, el alcalde de Scottsdale, un concejal de Scottsdale, los jueces de la Corte Suprema de Arizona, los de la Corte de Apelaciones y cuatro iniciativas populares que se someten a referéndum."
Vale apiadarse un momento de ese grupo de personas que llevan tres días amurallados tras el cerco de esas laberínticas boletas. Puedo cuestionar mucho del modo de vida gringo. Pero lo que encuentro en esas boletas es la versión de una sociedad mucho más organizada que la nuestra. El año próximo no pasaremos de elegir candidatos sin verdaderos proyectos de nación, de región, de ciudad, de pueblo, de barrio. Bien haríamos en pensar no sólo por quién votamos o no en procesos manipulados por personas y grupos de poder fáctico ocultos en los membretes de partidos políticos que no son más que estructuras de empleo y control del aparato de poder público y los dineros que en él se concentran.
En fin, es viernes, La luna que nos heredó octubre va ya de ánimo menguante, pero todavía alumbrará por un buen rato la soledad de la noche.

Revista Nexos / Puerto LIbre, de Ángeles Mastretta

En medio del horizonte y el silencio, el encierro hace planes con nosotros; rompe la penumbra de a ratos con la promesa de lo inaudito y nos deja imaginando cómo ha de ser.

Ahora que esto pase, decimos en nuestra letanía de todas las mañanas. Y luego cae la cascada de quimeras que no hemos enfrentado porque la pandemia nos dio permiso de postergarlas. Hablo en plural y debería moverme al singular, al yo que es honrado y solitario, al yo que inventa lo que no sabe y se consuela con lo que inventa. Como quien cuida un faro.

Ahora que esto pase me voy hacer una cabaña en el campo, junto a mi hermana, frente a los volcanes. Desde ahí podré mirar los sembradíos, discurrir que me besó entre ellos alguien que no me quiso nunca y al que metí en una novela para que él se metiera conmigo. Es más, cuando esto pase, voy a ir a comer tierra por esos rumbos en donde hay flores naranja de las que se les ponen a los muertos. Al novio que no tuve, en mi novela lo mataron los malos y luego él murió de verdad manejando un avión con tal de seguir dirigiendo algo hasta cuando estaba de vacaciones.



Deliro en desorden porque mientras esto pasa todos los delirios y todo el caos son el amplio mundo por el que ando a cambio de no andar otros.

Cuando esto pase, como ha pasado este año la vida de tantos que no querían morirse, hemos de enterrarlos para que se termine este velorio breve y eterno como las pesadillas.

Cuando esto pase pondremos un altar de muertos con miles de panes para que todos regresen a comer con nosotros. Y hemos de tomar una copa con quienes los han enterrado a solas, sin abrazos.

Como una verdad que quiero irrevocable, cuando esto pase vamos a ir al Caribe nadando por la sierra madre oriental, y vamos a caminar en redondo por la boca de fuego del Popocatépetl y a gritar de gusto montados en los pechos de la Mujer Dormida. Hemos de acudir al gozo de los ratos de ocio y tendremos listas de series y libros que no habrá tiempo de ver. Cuando esto pase.



Ilustración: Gonzalo Tassier

Quizás habría que ir a Roma, pienso, no para quedarse porque esto de conseguir la nacionalidad italiana ya no lo hice a tiempo y aunque ahora sería bueno tener otra patria por si ésta quiere que dejemos de estorbar, ya no será ése mi destino. Como no lo fue nunca. Soy nieta de un migrante privilegiado que pudo pisar esta tierra sin que una guardia militar lo detuviera en la frontera. Hoy ya no es fácil que aquí recibamos a nadie. Más aún si llega pobre y exiliado.

Cuando esto pase voy a dejar de pensar qué nombre le hubiera yo puesto a mi primer hijo; cuál si hubiera sido mujer. ¿Florencia, Clara, Verónica, Cecilia, Inés? El aborto era entonces prohibitivo y secreto, penoso y culpable. Como sigue siendo en casi todo el país, porque este pleito de millones de años todavía no se gana siquiera en la cabeza de quienes legislan. Menos aún de quienes juzgan y gobiernan.



Nada más que esto pase iré a las cascadas de Iguazú, y me quedaré un mes en Cozumel hablando con amigas que cuentan cuentos como quien dice albures.

Voy a comer en el restorán de Arturo y en las chalupas de San Francisco. Voy a cruzar la ciudad en una bicicleta de tres ruedas. Pero, sobre cualquier encanto, volverán a comer en mi casa todos los que hambre tengan el domingo. O cualquier otro día.

Volveré a ir en un barco, a vestirme de noche para ir a una ópera en la que cantará Pavarotti con María Callas.

No. Me equivoco. Eso no será cuando esto pase. Es mientras esto pasa. Es un sueño bizco como tantos de los que he tenido. Como ése en el que me volví jirafa y otro en el que me salvé de morir ahogada en el Titanic. Hubo en octubre una luna que me tuvo aullando toda la noche. Pero cuando esto acabe voy, como el tango, a emborrachar mi corazón. Si algo he extrañado en este tiempo es besar a quienes no viven conmigo. Este gusto desmedido por dar abrazos y palmadas, por tocar a los demás con algo aún más ferviente que las palabras, me lo he perdido tantas veces. Nos hemos dado besos de cristal. Nunca tantos como ahora. Pero no es lo mismo. Al despedirnos por el teléfono juramos que cuando esto se acabe cenaremos a media calle pasta con aceitunas pensando en el hombre incauto y joven que pasó en Italia los más salvajes años de su vida.

Quizás entonces me haga al ánimo de escribir lo que ahí le pasaba. Por lo pronto y por lo que se ofrezca he recuperado sus pasaportes italianos y sí, ya lo pensé mejor, voy a hacer la larga fila de espera en busca de la nacionalidad que heredé de mi abuelo y mi padre, y que podré dejarles a mis nietos.

Pero claro, eso cuando todo esto pase. Tiempo ese que imagino de tal modo radiante que igual y encuentro vivos a mis antepasados y oigo a mi madre llamarme Boruca como cuando entraba yo a su cuarto haciendo ruido para fingir con ella que no habría ninguna pena en el futuro.

Nada más que esto pase, volveremos a Bacalar. Y a morirnos de risa cuando la felicidad nos apriete el cuerpo de tal modo que no haya sino curarse de ese dolor a carcajadas. Entonces voy a dejar que los niños se monten en mi panza tirados en el jardín y me laman la cara, me muerdan y ensaliven las copas de las que beberemos todos el mismo jugo de naranja. Claro, en caso de que ellos quieran comer naranjas. (Ahora no comen fruta, la detestan, igual que a todo lo que se nos ofrece como un deber). Y vamos a rugir siendo leones y ellos volverán a ser coches escupiendo fuego sobre mi cara libre de todo mal.

Temo, digo, que cuando todo esto pase el cielo pierda el azul de tantos mediodías, que el tiempo vuelva a medirse en jornadas que tengan nombre y que esta sensación de eterno fin de semana se termine para siempre. Temo que toda esta rara serenidad con que hemos aprendido a vivir como si afuera no hubiera riesgos, tenga que estrellarse contra lo incierto. No lloverá café ni han de apreciarnos quienes nos desprecian ni las mentiras han de parecer mentiras ni los que matan se habrán muerto de pena. Y si tenemos mucho que opinar y no nos gusta lo que vemos, habrá que decirlo aunque los cuatro vientos se vuelvan mil.

Cuando esto pase habremos aprendido tanto de quien gobierna el país en que vivimos que tal vez quiera yo seguir encerrada. Cuando esto que no pasa, llegue a pasar. Por lo pronto, ayer salí a ver la luna y dejé arriba la cortina. Así que esta mañana encontré a las violetas desmayadas junto a las palabras necias.

Si mi talante quiere fingirse práctico, digo que cuando esto pase he de quitar todas las humedades que le han brotado a la casa. Y he de conseguir un constructor compasivo que se apiade de mí y evite que todos los días de tormenta tengamos que llenar el piso con unas bandejas que el agua colma hasta arrasarlas a ellas y a nosotros.

Ha habido cosas buenas. Confieso que yo me he dado venias impensables. Ya lo digo sin temor a los enojos: hace mucho tiempo que empecé a odiar la calle, así que no mirarla en esta ciudad me lastima muy poco. Y he perdido la obligación de dar conferencias y de viajar a ferias remotas. Sí extraño el Bellas Artes de 1974, el Parque México de 2019, el bosque de Chapultepec y el ejercicio de una libertad idiota que ahora mismo me dejaría visitar todas las casas que están en venta. Como si no tuviera ya una de la que me urgiría deshacerme para tener otra en el polo sur a la que irnos a vivir en el caso de que Paco Taibo consiga hacer realidad su sueño de que los inconformes nos quedemos en un rincón o nos vayamos a vivir a otro país. Como si sobraran países. He pensado en Nueva Zelanda y en Finlandia, pero de ésta última me aterra el frío y de la primera lo lejos que está del suelo donde he nacido y del que no ha de moverse nadie de mis tan queridos.

Sigue aquí la obligación de escribir las divagaciones de cuatro mujeres que he de entregar a la editorial cuando esto acabe. Mientras eso pasa, hago planes. Sueño en ir al mar para que me revuelquen las olas. Y como a cualquier hora. Y duermo hasta cuando ando despierta por el jardín, fingiendo que algo entiendo de todo esto que nos lastima.

Porque yo no he salido, pero aquí sí han entrado el dolor y las dichas que nos provocan unos y otros. Hacemos una revista, en la que yo converso con ustedes pero muchos otros descubren, denuncian, miran lo inaudito y lo nombran sin miedo. Eso no le ha gustado a quien increpa cualquier cosa que lo ayude a olvidar el desconcierto de ser el presidente de la República. Cuando esto pase hemos de encontrar fuera la desolación que ya pronosticaron los científicos y no quedará más remedio que mirarla. Éstos que gobiernan destruyendo lo tendrán a la vista y no habrá modo de escaparse. Encerrados, hemos podido pensar que el mal está en otra parte. Cuando esto pase lo veremos de frente y no sé si habrá cabaña ni sombra de árbol ni agua que nos consuele. Ojalá, y sí. Por eso hay que hacer planes. Imaginar quimeras.

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Psilicybin 3-(2-dimetilaminoetil)-1H-indol-4-il] dihidrógeno fosfato, el compuesto de los hongos de María Sabina



En el estado norteamericano de Oregon en la elección del martes 2 de noviembre ganó la campaña “Yes 110”. Y ahí han dado un paso fundamental contra la guerra de las drogas. “Yes 110” significa que ningún ciudadano podrá ser encarcelado por posesión y consumo de drogas. Y con el 58 por ciento de los votos superó a la guerra de comerciales y su campaña de “Just say NO”.

Sin duda será maravilloso si el voto de los gringos acaba por echar a Trump del poder. Pero el hecho histórico se encuentra en lo sucedido en Oregon: los ciudadanos se decidieron a descriminalizar la posesión personal de drogas duras y aprobaron las terapias con hongos alucinógenos.

Más allá de si la gente votó republicano o demócrata, en Estados Unidos la gente votó por poner fin a la guerra contra las drogas, al menos ahí donde en la boleta electoral se preguntaba al respecto.

Entre el berenjenal en el que se encuentra la elección del martes –con un Trump decidido a dar un golpe de Estado autocrático-- una noticia empieza a abrir su propio campo de juego. En el estado de Oregon, en la costa oeste norteamericana los votantes aprobaron la legalización de las terapias con psilocybin, la Medida 109, y la despenalización de la posesión personal de drogas, incluídas la cocaína, las metanfetaminas y los opiáceos, la Medida 110.



En pocas palabras, los votantes han aprobado un cambio radical para poner fin a la guerra contra las drogas.

Porque la decisión ciudadana de relajar el uso de sustancias psicoactivas en Oregon se produjo en varios puntos del país: Nueva Jersey, Arizona y Montana se aprobó masivamente el uso recreativo de la marihuana; Mississipi votó por legalizar su uso medicinal. En Washington, D.C. se descriminalizó el psilocybin.

Leo en Wikipedia el significado de la palabra psilocybin:



“La psilocibina (también conocida como 4-PO-DMT o 4-fosforiloxi-N,N-dimetiltriptamina) es un alcaloide triptamínico que en el cuerpo se metaboliza en psilocina, un compuesto alucinógeno responsable del efecto psicoactivo de ciertos hongos comestibles. Algunos hongos que poseen psilocibina son usados recreacionalmente y como elemento enteógeno en rituales de la medicina tradicional americana. En un artículo de la revista Life de 1957, el banquero estadounidense R. Gordon Wasson describió sus experiencias por la ingestión de hongos que contenían psilocibina durante una ceremonia tradicional en México, introduciendo la medicina dentro de la cultura popular en los Estados Unidos. Poco tiempo después, el químico suizo Albert Hofmann purificó el principio activo de la psilocibina desde el hongo Psilocybe mexicana y desarrolló un método sintético para producir la droga. La psilocibina es producida naturalmente por alrededor de 200 especies de hongos, incluyendo los del género Psilocybe como P. cubensis, P. semilanceata y P. cyanescens, y además ha sido publicado que se ha logrado aislar desde una docena de géneros. Se los conoce colectivamente como hongos psilocibios.”

Para decirlo en palabras nuestras: los gringos se han decidido a legalizar los viejos hongos de María Sabina.

Psilocybe mexicana

Y para visualizar mejor lo que han decidido los votantes en Oregon: la Medida 110 significa que la política de Estado para las drogas será comprendida no como un tema de justicia criminal y persecución policiaca y sí como un asunto de salud pública.

Y como bien dicen los expertos entrevistados por la revista Wired, de la que retomo esta información, a la despenalización de las drogas le deben seguir un conjunto de políticas coherentes para el tratamiento de las adicciones. Pero es un primer gran paso, y sí es histórico.

Qué lejos estamos en México de asimilar la importancia de plantar estos temas en las boletas electorales para fundar una verdadera política pública que ponga fin a la guerra contra las drogas.

Jueves, 05 Noviembre 2020 00:00

Biden: al final de la ira

Día con día

A la hora de escribir esta columna, el miércoles 3, a las 4 de la tarde, Joseph Biden se encaminaba a una victoria cierta, si no es que holgada, en las elecciones presidenciales estadunidenses.

Cuando ya era claro que su ventaja era definitiva, aunque no oficial, a las 2 de la tarde Biden dio en Wilmington, Delaware, un discurso de notoria pertinencia y profundidad, respecto de una cuestión fundamental: la democracia puede arreglar en una elección lo que desarregla en la previa.



Los votantes pueden equivocarse por mucho o por poco, pero pueden corregir sus equivocaciones escogiendo de nuevo.

Diría que es lo que que ha sucedido con las elecciones presidenciales estadunidenses de anteayer: los votantes despidieron a un presidente anómalo, furibundo, impredecible, misógino, racista, de talante autoritario. Y trajeron a escena a un presidente normal, ecuánime, defensor de la igualdad de derechos de género y raza, de talante democrático.

La sencilla y profunda defensa de la fuerza histórica de la democracia hecha por Biden en su discurso de previctoria de Wilmington fue y será memorable.



Por su fraseo, por su profundidad, por su economía, por la increíble oportunidad de su mesura y de su buena fe democrática, al final de los gritos, en el túnel de salida de un gobierno que fue todo agitación y furia.



La gritería de Trump ha terminado o ha empezado a terminar en la política estadunidense. El saldo histórico de Trump es sin duda el de una sociedad polarizada, profundamente rasgada por diferencias de raza, género, ingreso, economía y valores.

Quizá aciertan quienes dicen que el daño causado a la convivencia de esa sociedad por el viaje de la ira de Trump es irreversible.

Pero creo que no hay mejor instrumento para empezar la cura que el tono refrendado ayer por Biden, el de un presidente que no grita, que no divide, que convoca a la unidad dentro de la diferencia.

El discurso de Biden ayer es el principio de la cura para la herencia de Trump. Un ejemplo vivo del tono indispensable para oírse de nuevo, para dejar de tratar a los oponentes como enemigos y a la democracia como una carta instrumental de legitimación del capricho y del autoritarismo.

Elecciones en Estados Unidos

Este es nuestro momento

Cori Bush



Cori Bush, activista de Black Lives Matter electa al Congreso de Estados Unidos el pasado 3 de noviembre. Es la primera mujer negra en lograrlo en toda la historia de Missouri.

Estaba corriendo ... Yo era esa persona corriendo por mi vida a través de un estacionamiento, huyendo de un abusador. Recuerdo el silbido de las balas pasar por mi cabeza, y en ese momento me pregunté: "¿Cómo me salgo de esta vida?

Yo no estaba asegudada. He sido esa persona sin seguro, esperando que mi proveedor de atención médica no me avergonzara preguntándome si tenía seguro. Me preguntaba: "¿Cómo lo soportaré?"



Yo era una madre soltera. He sido esa madre soltera que lucha de quincena en quincena, sentada fuera de la oficina de préstamos del día de pago, preguntándome "¿cuánto más tendré que sacrificar?"

Yo era ese paciente de Covid. He sido ese paciente de Covid que se queda sin aliento y se pregunta: "¿Cuánto tiempo pasará hasta que pueda volver a respirar libremente?"

Pero soy la misma persona. Me enorgullece estar hoy ante ustedes sabiendo que fue esta persona, con estas experiencias, la que impulsó a los votantes de St. Louis a hacer algo histórico. San Luis: mi ciudad, mi hogar, mi comunidad. Hemos estado sobreviviendo, luchando y sobreviviendo durante tanto tiempo, y ahora este es nuestro momento para finalmente, finalmente comenzar a vivir, crecer y prosperar. Entonces, como la primera mujer negra, enfermera y madre soltera en tener el honor de representar a Missouri en el Congreso de los Estados Unidos, permítanme decir esto. Para las mujeres negras. Las chicas negras. Las enfermeras. Las madres solteras. Los trabajadores esenciales. Este. Es. NUESTRO. Momento.



Hace seis años, San Luis capturó los ojos y los oídos del mundo entero durante el levantamiento de Ferguson. No pudimos soportar más la injusticia, así que, en la tradición de cada uno de nuestros antepasados ​​que lucharon por un mundo mejor, nos organizamos para Michael Brown, Jr. Nos organizamos durante 400 días, uno al lado del otro, del brazo, ¡un San Luis fuerte!

Y ahora, ante una pandemia mundial y ante los ataques implacables contra nuestro derecho al voto, nos organizamos todo derecho hasta las urnas. Enviamos nuestras boletas por correo, votamos en ausencia, y con a nuestras familias, amigos, vecinos y compañeros, nos presentamos… ¡Un San Luis fuerte!

Durante años, hemos vivido bajo un liderazgo que nos excluyó de nuestro propio gobierno. Durante años, nos hemos a la intemperie: protestando en las calles, durmiendo en nuestros autos o carpas, chambeando en tres trabajos de medio tiempo solo para pagar las facturas. Y hoy, hoy, todos nosotros nos dirigimos al Congreso: ¡Un San Luis fuerte!

Mi mensaje de hoy es para todas las personas negras, prietas, inmigrantes, queer y trans, y para todas las personas que no tienen oportunidades de prosperar debido a los sistemas opresivos: estoy aquí para servirte. A toda persona que sepa lo que es decirle a un ser querido "regresa sano a casa”. Los quiero.

A todos los padres que se enfrentan a la elección entre poner comida en la mesa y mantener un techo sobre su cabeza. estoy aquí para servirte. Para cada niño precioso en nuestro fallido sistema de acogida: los amo.

A cada maestro que hace lo imposible por enseñar a través de esta pandemia; Estoy aquí para servirte. A todos los estudiantes que luchan por llegar a la meta, los quiero.

A cada persona con capacidades diferentes a la que se le niega el acceso igualitario, te quiero.

A toda persona que vive sin vivienda en la calle, te quiero.

Por cada familia que ha perdido a alguien por la violencia armada, te quiero.

A toda persona que haya perdido su trabajo, su hogar, su atención médica o su esperanza, te quiero.

Es el mayor honor de mi vida aceptar la responsabilidad de servir a todas y cada una de las personas en el primer distrito congresional de Missouri, como su primera congresista negra electa. Este es nuestro momento.

Esta noche el pueblo triunfó. Nosotros, el pueblo vamos al Congreso. Porque nosotros, el pueblo, nos hemos comprometido con una visión de Estados Unidos que funcione para todos nosotros. Una América que trata a todas las personas con respeto. Que reconoce la salud como un derecho humano. Que cree que cada persona merece comida para comer, un hogar donde vivir y una vida digna. Nuestra América no estará dirigida por la mezquindad de unos pocos poderosos, sino por la imaginación de un movimiento de masas que nos incluye a todos. Esa es la América por la que luchamos.

Todo lo que hago comienza con aquellos que tienen menos, que han sufrido lo peor y que tienen lo mejor para ofrecer. ¿Por qué? Porque yo misma he vivido de sueldo a sueldo. Luché durante años bajo el peso de la deuda estudiantil. Los arrendadores me han desalojado. He sufrido por cómo voy a poner comida en la mesa para mis dos hijos. He tenido seguro insuficiente y sin seguro. Y por cada una de esas historias que puedo contarte sobre mi vida, sé que hay miles más en nuestra comunidad. Y esas son las historias que llevo conmigo y que elevaré en la Cámara de Diputados como su congresista.

Ahora es mi trabajo servirles, no solo liderar, no solo exigir, sino servirles.

Este momento lo hemos hecho nosotros, nuestro movimiento por la justicia social, racial y económica. Ahora, nuestro movimiento va al Congreso. Y afrontaremos los desafíos de este momento como un movimiento: uno al lado del otro, del brazo y con los puños en alto, listos para servirnos unos a otros hasta que todos y cada uno de nosotros seamos libres.

Esta es una versión escrita del discurso de victoria que dio Cori Bush el 3 de noviembre en San Luis Missouri. Tomado de The Guardian. Traducción de Mundo Nuestro.

Mundo Nuestro. El Congreso del Estado de Puebla aprobó este martes 3 de noviembre el matrimonio igualitario. Presentamos el voto razonado de uno de los diputados que lo hizo, Emilio Maures Espinosa.

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Emilio Maurer Espinosa

Estamos a punto de ser partícipes de la construcción de una nueva realidad social para Puebla.

Quienes hemos nacido en Puebla, hemos sido testigos de los cambios y transformaciones que acompañan a una sociedad en constante movimiento y modernidad.

Soy un hombre de la vieja guardia que ha tenido la fortuna de convivir con muchos jóvenes que hoy mueven los motores de esta apertura, inclusión y madurez que tenemos que asumir para ir con los nuevos escenarios de vida.

Hoy voto a favor de la legalización del Matrimonio Igualitario en Puebla porque tenemos que reconocer la deuda histórica que se ha tenido con los grupos que forman parte de la diversidad sexual.



Asimismo, sería inútil ignorar la discriminación que persiste hacia las minorías sexuales en nuestro país y en nuestra entidad.

Legalizar la unión de dos personas del mismo sexo otorgará certeza jurídica a esta figura que desde hace 11 años se aprobó en la Ciudad de México.

A mis años y con toda mi experiencia de vida, les comparto que he aprendido a mirar desde la perspectiva de la inclusión, sin etiquetar a las personas por sus preferencias particulares, sociales y sexuales.



Traer este tema a la agenda legislativa, no responde a caprichos personales o intereses particulares de una bancada.

Estamos acatando la sentencia emitida por el máximo órgano de justicia que es la Suprema Corte.

Que se entienda y quede claro para quienes están buscando polemizar y llamar al desacato, que como diputados estamos cumpliendo con lo instruido por el máximo tribunal de la nación.

Se vale que hoy en Puebla los diputados demos el estirón para estar a la altura y abrir el camino que seguro servirá como el inicio de más conquistas para que a la Comunidad LGBT (Lésbica, Gay, Bisexual y Transgénero) se le reconozca con todos sus derechos como parte de nuestra sociedad.

Los exhorto a evitar politizar un tema donde tenemos que ser muy claros a la hora de argumentar nuestro voto.

En mi caso, mi voto a favor lo otorgo con la conciencia de ayudar a la construcción de una nueva apertura social en Puebla.

Como Congreso tenemos que reconocer que el trabajo apenas empieza.

La discriminación hacia los grupos de diversidad sexual persiste.

Por lo anterior, tenemos que entender que una sociedad se fortalece con la pluralidad que ayude a visibilizar tolerancia hacia quienes piensan y eligen construir uniones basadas en el respeto y los derechos que también deben otorgárseles.

Celebro ser parte de una sociedad que evoluciona y hoy hace realidad un logro colectivo de muchos grupos que durante años, han levantado la voz para exigir respeto y tolerancia.

Fortalezcamos los nuevos tiempos de Puebla que llaman a trabajar en favor de la cohesión social, de la no discriminación, de la erradicación de la violencia y el respeto a los grupos que integran la diversidad sexual.

(Foto de portadilla tomada de Municipios Puebla.)

Revista Nexos

La mañana del martes 3 de noviembre el Tribunal Federal de Justicia Administrativa publicó una notificación, en su portal, declarando que le ha sido otorgada a Nexos, Sociedad Ciencia y Literatura S. A. de C. V., una suspensión provisional de las sanciones impuestas por la Secretaría de la Función Pública en agosto pasado. La razón social Nexos, Sociedad, Ciencia y Literatura, ampara la actividad de la Revista Nexos y de Ediciones Cal y Arena.

La suspensión de las sanciones habilita nuevamente a Nexos, Sociedad, Ciencia y Literatura para celebrar contratos con dependencias que utilizan recursos federales. Se suspende también, provisionalmente, la multa de casi un millón de pesos acordada por la propia SFP a Nexos.

De acuerdo con el otorgamiento de estas medidas cautelares, la Secretaría de la Función Pública debe retirar a Nexos de su portal de proveedores inhabilitados.



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