Reciente

Dos escenas de un mismo acontecimiento. Y la historia en positivo: la nutrida marcha contra el fraude electoral a la que llamaron jóvenes universitarios por las redes sociales.

Intentar comprender al final de una jornada los acontecimientos de un martes postelectoral en Puebla.

Tengo serias dudas respecto de que sea una mapachera lo que los diputados electos Manzanilla y José Juan Espinosa y el senador electo Armenta econtraron en el hotel en Las Ánimas. Igualmente guardo severos interrogantes a lo sucedido, sobre todo a partir de la presencia y el comportamiento de uno de los principales operadores de Moreno Valle, Eukid Castañón.



Escena 1: José Juan Espinosa presenta pruebas de la mapachería tras la toma violenta del centro de operación de los morenovallistas. Ahora su futuro político pende de que la FEPADE pruebe los crímenes de los mapaches.



Eukid Castañón dice que llegó a echarse un cafecito al MM. Su presencia anima a pensar en el centro de operación como una verdadera mapachería.



La historia en positivo: Más allá de la trifulca en el MM, la movilización de ciudadanos contra el fraude electoral en Puebla.

No es sencillo para mí en esta medianoche ofrecer una postura serena y objetiva. Y sí creo que lo que se juega hoy en Puebla tendrá consecuencias severas para todos nosotros.

La violencia de los que llegaron las huestes de los políticos Morenistas es lamentable por donde se le mire. Y si los tres políticos que arribaron por asalto pragmático a Morena se precipitaron y la mapachería no es tal, los costos para ellos serán terribles. Y más para el movimiento social convertido en una votación histórica para Morena.

Las bandas armadas asaltando casillas no sólo es un asunto criminal. Han echado por tierra el esfuerzo democrático más importante en la historia poblana de la democracia en México en la era del derrumbe del partido de Estado autoritario que llamamos PRI.

Boletas en la presa de Necaxa, publicadas por Leticia Animas el lunes 2 de julio. Como parte de nuestra conducta y hábito desordenado y depredador. La sociedad en decadencia. La democracia violentada.

Lo fundamental es que la FEPADE realice una investigación correcta y muy rápidamente deslinde las responsabilidades. Esa es mi primera conclusión.

Yo estoy entre el coraje y la pena por todo esto. No se observa mucha inteligencia y cordura en la clase política. Y en Puebla hay mucha gente armada y ligada a facinerosos, y lo vimos de manera cabal el domingo.

No es un asunto sencillo. Ahora mismo estoy viendo videos con declaraciones de dos mujeres empleadas en ese centro de operación del PAN. Afirman que sólo recibían ahí las copias de las actas de las casillas en todo el estado. El problema es que esa versión enternecedora puede ocultar también una versión perversa. El sitio, y las mismas personas, pueden formar parte de un proceso de maquillaje de actas para hacerlas converger con los resultados que ha mostrado el PREP. Eso ha ocurrido desde hace mucho tiempo. Y las personas que aparecieron hoy en ese sitio, Omar Blancarte Montaño, Israel Mancilla y Eukid Castañon son reconocidos desde hace tiempo como expertos en la materia.

No puede uno leer un acontecimiento aislado del conjunto de eventos que se han sucedido en los últimos días. El interrogante primero es el de los resultados mismos: ¿Morena barre con todo menos la gubernatura? ¿Somos tan sutiles los votantes? El interrogante segundo: ¿quién y con qué fin ordena un orquestado asalto a más de 70 casillas en la ciudad de Puebla? ¿Cuántos votos se perdieron con ellas? ¿En qué medida ese asalto el domingo llegó a alterar la votación? Mi casilla, la 1187, tenía tres en una, la Básica y dos contiguas, es decir, más de 4,500 votos. ¿Cuántos entonces se perdieron el domingo de esta forma en todo el estado?

Por eso creo que la mirada crítica debe ver cada acontecimiento como parte de un mismo proceso. Y la FEPADE está obligada a investigar a fondo y por igual si el hotel MM es un centro de operación criminal de Moreno Valle y si el asalto a las casillas el domingo forma parte de una operación para modificar sustancialmente el resultado de la elección.

Esas preguntas me hago en esta medianoche de una semana que será histórica para la vida nuestra.

No perder la memoria. No al día siguiente. Miles de ciudadanos fuimos violentados en nuestros derechos humanos. Grupos armados atacaron la tarde del domingo decenas de casillas electorales en la ciudad de Puebla. Todas con el mismo modus operandi: pandillas en bateas de pick up respaldadas por jettas o camionetas cerradas tirotean al aire dentro de las casillas y saquean las urnas; se roban algunas y destrozan las que quedan en los recintos escolares. Atacan secciones con casillas básicas y contiguas. Atacaron mi casilla, en la que voto desde 1988.

Hemos interpuesto una denuncia ante la FEPADE. No será responsabilidad nada más de un partido político defender la legalidad de una elección. L

Los ciudadanos debemos ir ante un juez a exigir justicia. A la autoridad judicial le presentaremos memorias como las aquí expuestas.



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#Casilla 1187 Víctima

Para entender el abismo en Puebla este testimonio de una vecina de San José Mayorazgo, testigo del ataque a la casilla 1187 por uno de los piquetes de sicarios que intentaron reventar la elección ayer en la ciudad de Puebla.

“La epilepsia y el miedo no combinan y por eso le escribo hasta ahora. Nunca en mi vida había tenido tanto miedo. Que la pistola haya estado en algún momento apuntando a María (que para el caso no sólo es mi hija, también puede ser su hija o su hermana o su madre) me acerca los hechos en la casilla, obliga a verlos en otro plano. Me hizo sentir vulnerable como nunca. Luego todo fue correr de los balazos y escondernos detrás de una pared. Sentí que mi cuerpo no alcanzaría para proteger a mi hija… Ningún puesto del mundo vale lo que vivimos ayer. Algún día alguien se lo dirá a Martha Erika. ¿Dónde se perdió la niña que ella fue algún día? ¿Cómo puede la necesidad del poder llevarte tan lejos?”



De la angustia ella ha pasado al día siguiente a preguntarse por su voto. Y con ella todos los que el día de ayer alcanzamos a votar en la casilla 1187.



#Casilla 1534 Víctima

Ocurrió poco después de las 8 de la noche en la avenida 24 Sur. La muchedumbre reunida alrededor de la camioneta volcada también se pregunta por su voto al día siguiente. Y recuerda con rabia la represión por la policía estatal y municipal que esperó a la noche para atacar a los vecinos con toletes, escudos y gases lacrimógenos.

“Nos echaron gases lacrimógenos, don. Se llevaron las urnas y se llevaron a los que asaltantes de la casilla que estaban retenidos en la patrulla. Llegó una camioneta blanca y se llevaron a los detenidos, eran policías, pero vestidos diferente, con otros cascos, azul pero más llamativo. La gente se molestó, la gente se acercó con los granaderos, a lo mejor se hicieron de palabras, o vaya usté a saber qué pasó, se puso bien feo, don, de repente fue, cuando se llevaron los detenidos nos hicimos de palabras con los policías, pero no hubo nada, estábamos tranquilos, pero de repente empezaron a caminar y caminar, como marchando, chas, chas, y el camión ese grande, nos lo aventaron, y los gases, y los toletes, y los jalones de pelo. Por lógica, nos defendimos con piedras, mientras ellos agarraban al que fuera. Estuvo muy tremendo, don, muchas patrullas, todo cerrado alrededor. La gente se dispersó, y ellos aprovecharon para llevarse la camioneta y las urnas. Nosotros sólo queríamos que se ahí se contara, pero ellos tenían orden de agarrar y golpear, venían con orden de que nos quitaran de ahí, y fuera como fuera…”

Abismo

Escribe Verónica Mastretta, cuyo voto también se perdió en el ataque a la casilla 1187:

“Y pensar que a Sergio y a mí nos encantó el orden, la disposición y la eficacia que había en nuestra vieja casilla. Todo era armonioso. y luego, todo caos. Qué cambió en un ratito, del orden al caos, del ejemplo cívico de los funcionarios ciudadanos, a una fuerte y negativa experiencia de quienes por primera vez votaron. Nos fuimos para atrás en el tiempo. Mi pregunta es: ¿Qué bien oculto hay detrás de este mal? ¿Lo habrá? ¿Cuál es? ¿ El ejercicio cívico de poner una denuncia? ¿El aprender a usar las instituciones? ¿Aprender a valorar la paz? ¿Cuál?”

Primer gran acontecimiento a las 9.30 de la noche del 1 de juliio:



Ha ganado Andrés Manuel López Obrador. Lo han reconocido de inmediato para los usos mexicanos Meade y Anaya. Acabo de ver en la tele a Anaya dar una buena idea de lo que debe ser un demócrata. Escucho a Aguilar Camín decir que lo que tenemos a la vista es que los votos se cuentan en México.
Bien por todos nosotros, que los votos se cuenten. Bien para un país que se irá a dormir esta noche sin el predicamento de no saber quién ganó la elección. Bien por un proceso democrático que deja el camino abierto para un nuevo gobierno con un respaldo popular como no lo había tenido un presidente en la era moderna de la democracia mexicana.

Segundo gran acontecimiento: poco después de las 9 de la noche la encuestadora Mitosky le da el triunfo por diez puntos a Miguel Barbosa, con lo que el intento de tronar el proceso electoral en Puebla parece que quedará de lado.

Y el tercero: como no se había visto en más de treinta años, a la vista de decenas de votantes frente a las casillas atacadas, grupos de sicarios armados toman, vandalizan y roban urnas en el norte y el sur de la ciudad. ¿Quién es el autor intelectual de este ataque orquestado a la democracia en Puebla?



La encuesta de Mitosky poco después de las 9 de la noche.

Contra estos datos se estrella el intento de romper el proceso electoral en Puebla.



Esto escribí al anochecer de este 1 de julio:

Los ataques a las casillas del norte y el sur de la ciudad me remontan a las elecciones de 1940 o 1952. Y más para acá, las de 1983, cuando eran los militares quienes se robaban las casillas en la ciudad de Puebla, o la de 1998 con Marín, que vimos repetidos los carruseles y las compras de votos.
Pero lo sucedido hoy en la ciudad de Puebla: bandas de sicarios armadas rondando las casillas de norte y sur de la ciudad, balaceras, destrucción de urnas, robos abiertos a plena luz del día. ¿De qué país estamos hablando? Ese país que fuimos, el del robo descarado de urnas en una jornada electoral, está aquí, presente, como la realidad de los sicarios que han dejado encajuelados a cuatro personas afuera del Outlet de la autopista.
Me duele mucho que grupos de sicarios rompan una jornada electoral democrática que tanto necesita México.

Vengo de lo sucedido en la 24 Sur, en la casilla 1134 de la colonia Xilotzingo. Una camioneta huye luego de que sus ocupantes balearan la casilla y se robaran la urna de Presidente, pero choca en la esquina contra una Jeep Liberty y vuelca. La gente que persigue a los hampones logra detenerles. No está claro en las versiones lo que ocurre, pero el hecho es que cuando llego me encuentro un operativo de la policia municipal y estatal y a una muchedumbre mentando madres. Muchos fotógrafos de prensa en el lugar. Tres detenidos dentro de una patrulla que custodia un cinturón de uniformados. La camineta volcada contiene la urna robada y las papeletas con los votos emitidos regados entre los asientos; se ven credenciales de elector y billetes de a 200 pesos por aquí y por allá. Confirmo que la unidad en algún momento sirvió en el MP del gobierno de Moreno Valle, pues todavía alcanzan a identificarse rótulos de esa dependencia. Todo esto ocurrió a las 5 de la tarde, más o menos. Para las 7.30 no ha llegado el ministerio público ni funcionario alguno de la FEPADE.

La imagen puede contener: 2 personas, exterior

No para ahí. La casilla 1187 en la que voté a mediodía en San José Mayorazgo, fue vandalizada por un grupo con el mismo modo de operar que el de Xilotzingo: a las cinco de la tarde cuatro tipos entran a la escuela Benito Juárez, en la que he votado desde 1988; disparan al aire y después destruyen las tres casillas, la básica y las dos contiguas. Una patrulla municipal está a la vuelta del recinto, pero ni interviene.

Pronto entenderé que el ataque a la casilla forma parte de una acción orquestada y que la intención clara es la de tronar un número determinado de casillas.

Es imposible no pensar que el único beneficiado de estos acontecimientos es el grupo de Moreno Valle.

En esta casilla votó mi hija Ana por primera vez en su vida, como muchos más jóvenes que en los últimos tiempos cumplieron sus dieciocho años.

Esta es la imagen que ella tiene hoy de la democracia en Puebla:

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A media mañana tenía otra perspectiva que dejé como memoria en Facbook: la de un país que va a las casillas en paz, que decide voto por voto el rumbo que la nación tomará para los próximos años. Una visión ingenua contra la davastación de las casillas 1187 Básica y Contigua 1 y 2.

Contra la perspectiva optimista de la mañana la agresión de los sicarios a las urnas por la tarde.

Lo sucedido en Puebla es el mayor atentado a las instituciones democráticas de la sociedad poblana. Es obligada una investigación a fondo a cargo de las autoridades federales responsables. No podemos permitir la impunidad.

Mundo Nuestro. Alguien afirma que la jornada del 1 de julio será histórica y todos asentimos. Luego miramos de reojo hacia atrás. Y confirmamos simplemente que nos parecemos tanto a lo que fuimos.

(ilustración tomada de la revista Nexos)

De un pasado que no se ha ido: escenas de ayer y hoy para mirar el 1 de julio



Sábado 30 de junio de 2018

Esta alerta me la da un amigo en la región de Tehuacán. Refiere el fraude que realiza ya el presidente municipal de Santiago Miahuatlán. Mi amigo tuvo oportunidad de ver en una mesa en la casa de campo que tiene el alcalde priista en ese municipio más de 1500 credenciales de elector dispuestas en montoncitos. Es la región de Miguel Barbosa, supongo que los suyos estarán muy al tanto, y que algo harán para impedirlo.

“Mira –me dice en Whats mi amigo--, es el municipio de Miahuatlán, cerca de Tehuacán. Es en una casa que tiene el presidente municipal Luis flores. Esa casa está en el campo, afuera del poblado, es de su propiedad pero no tiene domicilio identificado. La gente del alcalde la conoce como la Casa Amiga. Aquí muchos están con Morena, han visto cómo este alcalde se ha enriquecido, de un día para otro ya es dueño de una gasolinera en el pueblo.”

Correcto, le digo. ¿Es San José Miahuatlán?



“No, Santiago Miahuatlán –sigue--.En la mesa del comedor tenían un buen de credenciales de elector bien acomodadas. Pero fue rápido porque cerraron la puerta.”

Correcto, yo de nuevo. ¿Sabes qué partido gobierna ahí?

“El PRI. La casa en Miahuatlán la conocen como la Divinita… Es la casa de soltero del presidente.”



Bien, ¿y cuántas credenciales serían?

“Le cálculo como 1500, sin ser muy preciso, pues solo fue una pasada. Lo que si es que estaban muy acomodadas, como en fila…”

Pero la historia no termina aquí. Luis Flores sabe lo que es ganar-ganar: tiene como candidato de su partido, el PRI, a un tipo que ha sido su mano derecha, pero por si la suerte le jugara en contra, su esposa es la candidata por el PAN a la alcaldía.

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Dos días antes, el jueves 28, Sergio Rivera Hernández, Hugo Alba Cortes y Evaristo Torres, opositores a la instalación de una represa en Coyolapa, en el municipio de Zoquittlán, en la Sierra Negra, de regreso de su trabajo, son detenidos en un retén sobre la carretera que va a Tepexilotla y Coyolapa, en la zona baja de Zoquitlán. Veinte personas reconocidas como militantes del PRD. El grupo lo encabezan Zaire Montalvo Avendaño, quien está propuesto a regidor dentro de la planilla del candidato por el perredismo-panismo a la alcaldía de Zoquitlan, y Victorino Tellez Carrillo, dirigente de UNORCA en Coyolapa y empleado de la empresa Minera Autlan, del grupo minero decidido a instalar una hidroeléctrica en el río Coyolapa.

Dos empistolados los bajan del auto. Los revisan. Le dan un cachazo en la cabeza a Hugo Alba, con el golpe el arma se dispara. Hugo sangra, pero afortunadamente no por un balazo sino por el cachazo. Siguen las amenazas de muerte de parte de Victorino Tellez y Zaire Montalvo. Los agresores dejan ir a Sergio Rivera y a Evaristo Torres, pero retienen a Hugo, a quien liberarán al día siguiente en la comunidad de Tepexilotla. En ese lugar hace tiempo ya que los sicarios del huachicol tienen su casa.

Miércoles 6 de julio de 1988, día de elección presidencial.

Empezar por el final. El festejo con el mariachi y El Rey a las 8.30 de la noche. En la ciudad de México todavía no se le ha caído el sistema a Manuel Bartlett, el Secretario de Gobernación y responsable de la elección federal. Pero la maquinaria engrasada del PRI a esta hora marca que se tiene que esbozar la sonrisa del triunfo y los rostros no deben verse ser viscosos ni parecer sorprendidos por el confeti y el entusiasmo de los porristas reunidos en el viejo edificio de la 5 Poniente. Ya han salido los líderes del partido a declarar el carro completo en los catorce distritos, por eso los candidatos festejan en el centro del patio. Menuditos, ahí están entre ellos los eternos Blas Chumacero y Alfredo Toxqui, apenas los descubres por sus canas, pero reciben abrazos y cuchicheos en el oído porque serán por enésima vez diputados, y si la porra no los carga es por el temor de que se desvencijen. Mejor les carga en vilo el mariachi al grito de trompeta “sigo siendo el PRI”.

Arriba, en la oficina del delegado nacional del partido, Alejandro Lambretón Narro, los dirigentes no se han montado en el festejo y hacen cuentas a mi pregunta: “No, aún no hay resultados, los estamos esperando.”

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Una conversación a las 11 de la mañana en el Hotel del Alba, sitio en el que el gobierno del estado ha instalado una sala de prensa.

“Oye, ¿está preocupado tu jefe?”, pregunta un reportero.

“Mi hermano, si ya ganamos –contesta un periodista del candidato del PRI al Distrito XI--, nosotros ya votamos hace dos días… Ahora dejamos que voten los panistas.”

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A las 9.30 de la noche Paco Fraile sale a una calle 2 Sur vacía. No hay movimiento de gente en el centro, como si fuera domingo. No tiene apremio en su voz, camina tranquilo el dirigente panista hacia el cuartel del partido en la Hostería del Portal, a un par de cuadras de la celebración priista.

“Vamos ganando, esos son los reportes que nos da nuestra gente, pero ya vez, ellos ya celebran. Es una maquinaria aplastante, tendremos que pensar en otros medios, en la resistencia civil. Aquí todo se ve tranquilo, pero tenemos reportes de Yucatán, de Nuevo León, de Sonora, les están haciendo lo que en 1983 aquí en Puebla, para que sientan la impotencia. Lo que vivimos hoy es una reconstrucción cabal del fraude de 1983.”

Fraile se pierde en la Hostería del Portal. No hay movimiento alguno. A las diez de la noche anunciará un “triunfo arrollador”.

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En la 17 Poniente, a la vuelta del Carmen, encuentro la desazón del Partido Mexicano Socialista, el PMS. Mientras los priistas cantan en el centro, aquí se reciben telefonazos. “No, no tenemos resultados, es imposible –alguien me dice--, si apenas se están contando los votos en las casillas. Tenemos irregularidades, eso sí: en Tepeaca corrieron a nuestros representantes a la hora buena, la del recuento; en Huauchinango, en la casilla 102, a las 3 de la tarde, un grupo en una camioneta a las órdenes de Juan Vilches, funcionario del Banrural, se robó las urnas; y aquí en la ciudad la tendencia es la falta de boletas, como en Amalucan. Pero ya tenemos el resultado en Felipe Ángeles, 403 para el PRI, cero para el PAN, 5 para el PPS, 738 para el PMS y nada para los demás, y qué crees, que no se levantó el acta.

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Descubro una plática entre un representante priista y un cardenista en una casilla. Los dos tienen menos de veinte años.

“¿Por qué te uniste al PRI?, ¿estás a favor del alza de precios? –le dice el muchacho del PMS a su rival.

“Bueno, mano –reflexiona el joven priista--, yo por mi partido pude entrar en la política, aunque estoy en contra de la inflación, creo que el PRI da garantías…”

“Si, pero después te las cobra”, revira el pemesista.

“Ái tienes a Centroamérica –dice el otro--, revoluciones y desastres, ve cómo viven.

“Sí, eso me han contado…”

“Pero tú también tienes razón –reconsidera el priista--. Yo veo en la tele, que coma uno carne, leche, huevos, ¿quién puede hacerlo? Me da risa. Mira, en realidad yo soy cardenista, me gustó lo que hizo, se fijó en las anomalías del partido…”

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La ciudad nocturna. Miro algunos carros en las calles vacías. Al cuartel panista llegan desperdigados los activistas con sus gorras azules. Los del PMS se encierran y repasan su inocencia electoral. Unos y otros hablan de la “sospechosa tranquilidad”. A las doce de la noche corren rumores y resultados. En las redacciones se dice que Cárdenas es la segunda fuerza en el estado. De la ciudad de México llega un run run que saca a todos del letargo: Cuauhtemoc Cárdenas, Manuel Clouthier y Rosario Ibarra se unen contra Bartlett para denunciar el fraude. El poderoso secretario de Gobernación ha dejado correr la frase de que se le cayó el sistema.

En la casona de la 5 Poniente la noche sigue, el mariachi canta. El PRI-gobierno se pavonea por sus elecciones inmaculadas.

30 de junio del 2018

Ruby Soriano, reportera y politóloga, regresa de un recorrido este sábado por Tecamachalco, Palmar de Bravo, Cañada Morelos y, más allá de Tehuacán, Coxcatlán, metido en la Sierra Negra. Su diagnóstico es severo. Me envía lo que ha escrito en su libreta:

Al recorrer algunos municipios ubicados dentro del llamado Triángulo Rojo, sede del poderío huachicol, me invade la impotencia y el enojo. A qué hora permitimos que esta región se convirtiera en una zona de violencia y lucha de poder de grupos criminales. Venimos cuatro personas en una camioneta, dos de nosotros, estamos hundidos en un silencio. Traigo en la mente las miradas de anoche: candidatos que están aguantando como pueden. Amenazas y violencia.

La acción de “aceitar” la operación del día D inicia desde la noche del viernes, donde se empieza a repartir el dinero a cuenta gotas para soltar los verdaderos cañonazos el domingo.

Algunos candidatos de esta zona que compiten por los llamados partidos pequeños que forman parte de la coalición Al Frente por Puebla aseguran que la instrucción de sus dirigencias es clara: conseguir votos a como dé lugar a favor de Martha Érika Alonso, la única meta que importa es la gubernatura.

En algunos otros municipios como en el caso de Coxcatlán, los antorchistas son los que están lazando amenazas y buscando intimidar a la población para que no salgan a votar.

El negocio de la compra de voto está a todo vapor; algunos lo cotizan en 500, 800 y hasta 1200 pesos de acuerdo a la zona y tipo de elector.

Los mismos candidatos dicen que no hay nada seguro; “los operadores” están entregando el recurso pero no hay garantías de que la gente cumpla y vote por el candidato que le dio el dinero. El dinero está llegando, pero es para Martha Érika, a los chiquitos, PRD, MC y CP, los han dejado solos.

Mundo Nuestro. La justicia federal concedió la suspensión del proyecto "Barrio Smart" en Tonanztintla, a demanda del grupo de mujeres que han encabezado el rechazo a una obra impuesta por el gobierno estatal y por el alcalde Leoncio Paisano en San Andrés cholula. Debe seguir en este proceso la restitución del daño generado por los impulsores de Smart City. Y el reconocimiento del derecho del pueblo de Santa María Tonantzintla a decidir sobre el destino, imagen y uso de sus espacios comunicatios.

Presentamos el video de la rueda de prensa dada por la Comisión de Ciudadanos de Santa María Tonantzintla. Además, el texto entregado ese día a los medios de comunicación.



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Campesinos con permisos precarios.

Las dos mujeres se sientan al borde del tajo abierto en lo que fueron campos de labor desde los tiempos zapatistas de sus abuelos. Se las han rentado a la Comisión Nacional del Agua por generaciones para el maíz, las calabazas y los quelites. Ahora escuchan la narración que sus compañeros hacen de la afectación producida por la empresa Proyecta, “la de ese señor que le dicen Posada, al que nunca se le ve por aquí”, me dice una de ellas, que ha construido un colector de 4.2 kilómetros de largo para descargar en él las aguas residuales de su Lomas de Angelópolis.

De fondo, las montoneras de tierra y el barranco que ha dejado la maquinaria. Es el paraje Chichac, justo en el extremo oriente del vallecito de Malacatepec que se cierra sobre el arranque del lago de Valsequillo, cuando el arroyo que baja dando vueltas desde Santa Clara Ocoyucan forma una vega que una veintena de familias campesinas han cultivado desde hace más de cien años.

Las imágenes que contrastan: el ríoal inicio de la intervención de Grupo Proyecta:



Y lo que ahora se encuentra en lo que fuera el arroyo Chichac:



No son propietarios de la tierra. La vega forma parte de los terrenos nacionales cercanos a las riberas de los ríos y arroyos en México. Como en el caso de la vega del Chichac, la Comisión Nacional del Agua dio en tiempos pasados a campesinos que lo solicitaban “permisos precarios de arrendamiento”, una figura legal que se revisaba anualmente. Según los funcionarios de la dependencia federal en Puebla, esas autorizaciones han dejado de darse desde hace varios años.

Ese es un hecho que aceptan los campesinos: los papeles que me muestran tienen fechas que se remontan a 1953, 1961, pero no más allá del 2010.

Son doce hectáreas las que han trabajado en la vega del Chichac. La obra del colector de Grupo Proyecta en el arroyo Chichac ha afectado cinco de ellas en ambos lados de la ribera.



Este grupo de campesinos, sin embargo, no deja de afirmar que las han sembrado desde hace décadas y que tienen derecho a una indemnización. Su número varía en su narración: son 27 las familias que han trabajado esta vega, de los cuales tres han aceptado una indemnización por parte del Grupo Proyecta, y son unos 19 los que buscan ahora el respaldo del gobierno municipal de Santa Clara Ocoyucan.

Ya no sembrarán en esta temporada de lluvias del 2018. Los maizales y alfalfares no encontrarán espacio contra la voracidad del torbellino inmobiliario que ha arrasado los campos cholultecas y de Ocoyucan con avenidas de nombres pomposos que la mercadotecnia ha creado: Boulevard La Reserva, de los Lagos, de los Volcanes. El ejido de Santa Clara ha vendido al menos 300 hectáreas para los clústers de Angelópolis; Santa María Malacatepec ha visto como Proyecta se ha apoderado por la vía de la compra al menos 800 hectáreas.

Lomas de Angelópolis y su desplazamiento hacia Santa Clara Ocoyucan. Sobre el ejido de Santa María Malacatepec, en donde ya ha comprado más de 800 hectáreas, se propone desarrollar Lomas 5, Lomas 6 y Lomas 7. Eso afirman funcionarios del Ayuntamiento de Ocoyucan que les dicen los desarrolladores cuando se sientan a negociar la relación entre el gobierno municipal y la empresa Grupo Proyecta.

“Hasta de nombre le cambiaron al arroyo Chichac –me dice una de ellas--, hora lo mentan los de Proyecta como la barranca de la Mora, ¿desde cuándo?”

Se han reunido esta mañana del 30 de abril para plantar sus reclamos en mi libreta de reportero. Pelean una indemnización decorosa por parte de Proyecta.

“Nos han engañado –afirman--, hicieron todo esto sin permiso de nadie, como si fuera de ellos…”

Manuel Varela, uno de los campesinos cuya familia ha arrendado las tierras a la Comisión Nacional del Agua desde hace décadas, y que reclama una indemnización por la afectación provocada por la construcción del colector en el arroyo Chichac por Proyecta.

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“No es competencia de la Comisión Nacional del Agua –me dice en su oficina el Subdirector Técnico de la dependencia federal Juan Jaime Montemayor Dávila--. Estas personas no tienen derechos sobre estas tierras, así que nosotros no podemos intervenir. Además, esto es como la hidra, primero aparecen tres, y ahora ya son más de veinte, pero no, la Comisión no ha dado permisos, ellos son usuarios de hecho, y eso es algo que se repite en miles de casos de zonas federales invadidas, nada más en Puebla hay más de diez mil invasiones. En el caso de esta vega no hay competencia de la CNA para tratar el tema de estas personas, en todo caso es un asunto entre particulares, por eso se les ha dicho que lleguen a un acuerdo con la empresa, pero no más.”

Los campesinos afirman que un funcionario de la Comisión Nacional del Agua, de apellido Herman, les ha dicho que deben buscar un arreglo con Grupo Proyecta. Ellos lo han intentado, aseguran, pero la postura de la empresa ahora es de una negativa a cualquier negociación económica.

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Florenciano Pantaleón Antillano y la posibilidad de un amparo colectivo.

Me dice Florenciano Pantaleón Antillano, el Secretario General del Ayuntamiento de Santa Clara Ocoyucan sobre el problema de los campesinos:

“Tenían permisos precarios. Ellos dejaron pasar mucho tiempo sin renovar los permisos, que datan de los años setenta. Los que reclaman hoy son hijos y nietos de quienes arrendaron la tierra al gobierno federal. Es casi imposible respaldarlos. Sin embargo, nosotros estamos apoyándolos, y estamos demandando que sea la Comisión Nacional del Agua la que indemnice. ¿Por qué me va a mandar con la empresa? Yo no tengo trato con la empresa, y estas personas no le han rentado a ninguna empresa, se los rentaba la Comisión Nacional del Agua. Si la Comisión hizo acuerdos por debajo del agua con la empresa para que se hiciera esa construcción que afectó a los campesinos es un problema de la Comisión Nacional del Agua y tiene que responder por esa situación.”

“Pero los campesinos no pueden salir volando”, afirma contundente. Para ello se proponen interponer un amparo colectivo con la fundamentación del interés legitimo en el que pueden sostener un juicio.

Y luego hace una denuncia directa contra la CNA: “La Comisión sí otorgó los permisos para la obra, y lo podrán negar, y no tengo un documento que lo pruebe, pero sí lo podemos conseguir. Ellos niegan que haya impacto ambiental. Está cancelada la obra, pero no por la Comisión Nacional del Agua, sino por PROFEFA.”

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La obra de Proyecta en el arroyo Chichac está parada. El grupo de mujeres y hombres enlista sus apellidos para que el reportaje al menos sirva para documentar que van a pelear una indemnización justa a la empresa. Alrededor de cinco hectáreas de la vega que hasta el año pasado han sembrado a lo largo de la ribera han sido totalmente devastadas para el tajo. En un primer momento de la vida del ejido de Santa Clara Ocoyucan la vega formó parte del conjunto de parcelas repartidas a los campesinos; con el tiempo, y con el registro de las inundaciones periódicas, el gobierno resolvió tomarlas como terrenos nacionales pero permitió que se siguieran sembrando en arrendamiento.

Hasta que llegó Proyecta con sus palas mecánicas.

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El grupo de campesinos se asegura de que sus nombres queden perfectamente anotados en mi libreta. Algunos me dicen la extensión de su terreno. Otros no me lo dicen. Me presentan convenios de arrendamiento con las oficinas de terrenos nacionales que datan de los años cincuenta y sesenta, aunque otros son más recientes. Se lee en ellos las palabras “permiso precario”, el arrendamiento con lo que la entonces conocida como Secretaría de Agricultura y Recursos avalaba el uso agrícola de la vega.

Los permisionarios, y sus permisos precarios, como se les reconocía en los convenios con la oficina federal del agua.

Los campesinos elaboran para mí la lista de quienes pelean una indemnización por Grupo Proyecta:

Casimiro Flores Fragoso, media hectárea. Gumaro Morales Romero, media hectárea. Griselda Ocotoxtle Tlácuatl, un tercio de hectárea. Roberto Hernández Morale, una hectárea y media. Isaac Hernández Cuatle, una hectárea y media. Jacinto Mirón Becerril. Lucina chantes, un cuarto de hectárea. Armando Mirón Flores, 750 metros cuadrados. Martín Mirón Jólotl, una hectárea y media. Manuel Varela Gómez, 3,800 metros cuadrados. Imelda Varela Gómez, 3,800 metros cuadrados. Clemente Zacahua Varela. Florinda Zacahua Varela. Edith Zacahua Varela. Amador Marín Ocotoxtle. Ezequiel Mirón Páez, media hectárea. Calixto González Marín, 3,200 metros cuadrados. Josafat Flores Cabrera. Galdina Varela Mirón, un cuarto de hectárea.

Luego me explican lo que ha ocurrido en su trato con Proyecta: la maquinaria entró antes de semana santa, sin aviso y arrancó con la construcción del tajo; pronto aparecieron funcionarios de CONAGUA para servir como intermediarios con la empresa, “arréglense para que les dé una indemnización”, les dijo un hombre de apellido Herman que dos veces ha ido para buscar un arreglo entre ellos y la empresa. Tres personas sí se arreglaron: Evelio Mirón Juárez, Bruno Mirón Morales y Verónica Varela Gómez; que les dieron 40 mil pesos a cada uno, pero no hay forma de probarlo. A los demás les ofrecieron tres mil pesos, que rechazaron; luego llegaron a ofrecerles hasta 20 mil, pero últimamente la empresa les dijo que desde el 6 de abril ya tiene los permisos para seguir con el tajo y que por lo tanto ya no les darán nada.

Permiso, por cierto, inexistente, dado que la SEMARNAT no ha recibido Manifestación de Impacto Ambiental alguna, un hecho que corrobora el propio Germán Castañon, Gerente de Administración y Proyectos del Grupo Proyecta.

Son tres funcionarios de Proyecta los que les han dado la cara: un ingeniero o abogado de apellido Garduño: Germán Castañón, según los campesinos la persona que dio el dinero a las tres afectados que aceptaron el arreglo por 40 mil pesos; y un tal Fidel del que no saben su apellido pero que se presenta como jefe de seguridad en Lomas de Angelópolis y que llevó a la policía cuando los afectados cerraron el paso al terreno aledaño al punto más extremo al que ha llegado el tajo.

“La verdad es que nos han mareado –me dicen--: nos ofrecieron arreglo económico para dejarlos trabajar, pero nada, entonces les paramos las máquinas y nos volvieron a ofrecer dinero y les volvimos a dejar que trabajaran, y nada. Cuando vimos, ya habían arrasado con todo.”

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Tal vez con aquellos viejos permisos --y si les cumple el Ayuntamiento la promesa de respaldarlos en su querella.. los campesinos puedan mostrar ante un juez su interés legítimo.

Mientras, todo indica, Grupo Proyecta mira para otro lado.

Pero la realidad es otra ante el modelo de ciudad global, de la oferta y la demanda, es decir, se conforma la ciudad del “laissez faire”, del “todo se vale” mientras haya un cliente dispuesto a adquirir ese producto. (Noam Chomsky)



Para entender a la ciudad de la exclusión hay que tener la mirada larga.

Y asimilar lo que los cambios a la Constitución de la república y el uso patrimonial de la figura legal del dominio pleno arrastran para el futuro irreversible de una ciudad.

La ciudad de Puebla ha crecido en los últimos treinta años a costa de los ejidos de los pueblos originarios de los municipios de San Pedro Cholula (Momoxpan), San Andrés Cholula (Tonantzintla, Tlaxcalancingo y Cacalotepec) y Santa Clara Ocoyucan (Santa Clara Ocoyucan y Santa María Malacatepec). Igual por la vía de la expropiación directa por causa de utilidad pública --la Vía Atlixcáyotl y el Programa Regional de Ordenamiento Territorial de Angelópolis se llevaron en 1993 de un tajo más de 1,100 hectáreas--, que por la vía de la compra de la propiedad ejidal por las empresas desarrolladoras de La Vista y Lomas de Angelópolis bajo los términos de la reforma del artículo 27 Constitucional que desde 1992 ha permitido la privatización de los ejidos. Para el 2018 los pueblos ya han perdido alrededor 2,000 hectáreas, una gran parte de ellas ya cercadas por las bardas de la exclusión social.

Sumadas, entre compras y expropiaciones, los pueblos campesinos al poniente y sur de la ciudad de Puebla han perdido al menos 3000 hectáreas ejidales. Un número que se dice fácil, pero que corresponde a una enorme porción del centro de la metrópoli poblana.





Ello ha supuesto la pérdida casi total de la reserva agraria al sur-poniente de la ciudad de Puebla, en la ribera cholulteca del río Atoyac. Apenas somos conscientes de las consecuencias ambientales y sociales que acarrea la avanzada irrefrenable del desarrollo inmobiliario impuesto por las empresas que han encabezado este proceso ya irreversible –en La Vista el apellido Peralta y en Lomas de Angelópolis los apellidos Posada-Aspe Armella--, siempre de la mano de un Estado ausente por no decir fallido en su función reguladora del crecimiento de la zona metropolitana de la capital poblana. Los gobiernos estatales de Piña Olaya, Manuel Bartlett, Melquiades Morales, Mario Marín, Rafael Moreno Valle y Antonio Gali han sido autores materiales, y tendré que decir, e intelectuales, de un proceso marcado por el fracaso de los propósitos de planificación contemplados en el Programa Regional de Ordenamiento Territorial de Angelópolis.

Para entender con una mirada larga (1985-2015) este fracaso del Estado en su propósito planificador del espacio público nos ayudamos del análisis del urbanista Víctor Hugo Hofmann Aguirre en su texto Angelópolis, Puebla y Santa Fe, ciudad de México, ¿centralidades detonadoras de desarrollo o de exclusión?

"La planeación urbana y su ejecución en México han tenido numerosas limitaciones por muy diversas razones, entre ellas destacan: la falta de voluntad política por parte de las autoridades responsables; la carencia de instrumentos de gestión en muchos planes y programas de desarrollo urbano que incentiven su ejecución; la falta de promoción y conocimiento sobre los instrumentos de gestión que existen para implementar los planes y programas urbanos; ausencia de un marco jurídico que genere la obligatoriedad por parte de las autoridades, de implementar los planes y programas de desarrollo urbano; y circunstancias de ilegalidad ante algunas autoridades, basadas, por lo general, en la corrupción y generadas por presiones e intereses económicos y políticos."

La Mirada larga

El avance de Lomas de Angelópolis entre el 2003 y el 2018. Del ejido de Santa María Malacatepec, Grupo Proyecta ha comprado al menos 800 hectáreas sobre un total de 2,900 de la dotación original del ejido fundado en 1926, según informa Florenciano Pantalén Antillano, Secretario General del ayuntamiento de Santa Clara Ocoyucan.

La fotografía aérea no miente. Y la secuencia de los últimos treinta y tres años marca la quiebra de la frontera natural que la ciudad de Puebla tuvo en el río Atoyac hasta 1985. Es el asalto a las tierras campesinas y la derrota histórica de los pueblos originarios.

El sur poniente de la ciudad de puebla en 1985

El sur poniente y la línea del río que serpea y todavía contiene a la ciudad en la ribera oriente. Las colonias del sur son apenas un aviso del irracional crecimiento que se le venía al sur. En amarillo las palabras La Vista, Lomas 1, Sonatta, Cascatta, Azul, Gran Reserva, Lomas 3, todavía sobre campos de labor y pastoreo de los pueblos de San Andrés Cholula Tonantzintla, Tlaxcalancingo y Cacalotepec.

El sur poniente de la ciudad de puebla en 1995

La expropiación por el Programa Regional Angelópolis ya ha ocurrido y la explota el gobierno de Manuel Bartlett. Ya se construye el Periférico Ecológico –esa broma de modernidad asfaltada que ese gobernador inaugurara con el grupo Bronco el domingo anterior a la elección municipal que ganaría para el PAN Gabriel Hinojosa. La Vista ya es un proyecto en construcción sobre los terrenos que fueran del ejido de Santa María Tonantzintla.

El sur poniente de la ciudad de Puebla en el 2006

Para el 2006 ya Lomas de Angelópolis va a todo tren en su primera etapa. Cargan sus aguas residuales a la planta de tratamiento Atoyac Sur a través de ductos que cruzan el río y conectan con el colector que el gobierno de Bartlett construyó como parte del Programa Regional de Desarrollo Angelópolis. Las colonias del sur llenan ya el conjunto de llanos y lomeríos en la ribera oriente; el ejido de San Bernabé Temoxtitla sucumbe en los asentamientos irregulares de Castillotla y San Isidro Castillotla entre el río y la 11 Sur.

El sur poniente de la ciudad de Puebla en el 2015

Lomas de Angelópolis ha tomado toda la ribera poniente del río Atoyac desde el Periférico hasta los campos de cultivo de Santa María Malacatepec. El ejido de Santa Clara ha perdido más de 300 de sus hectáreas para la zona de Cascatta y Gran Reserva. Del ejido de Malacatepec tomarán para el 2018 cerca de 1,100 hectáreas de sus 1564 hectáreas incluidas en la dotación original.

La mirada en detalle al territorio ejidal perdido

La Vista/Santa María Tonantzintla

Polígono del ejido

Dominio pleno. El ejido ha sido totalmente privatizado.

Lomas de Angelópolis/San Antonio Cacalotepec

Polígono del ejido

Dominio pleno. El ejido ha sido totalmente privatizado

Lomas de Angelópolis/Santa Clara Ocoyucan

Polígono del ejido

Dominio pleno. La etapa de Lomas que involucra a Cascatta y Gran Reserva prácticamente está privatizada. Todavía algunas parcelas mantienen la figura ejidal sin dominio pleno.

Lomas de Angelópolis/Santa María Malacatepec

Polígono del ejido

Dominio pleno. En este ejido, donde se desarrollo lo que se conoce como Lomas 3, están ya a la venta clústers conocidos como Novara y Natura. Sin embargo, un gran número de hectáreas compradas ya por el Grupo Proyecta, según afirman representantes del Ayuntamiento de Santa clara Ocoyucan, más de 800 hectáreas, permanecen bajo la figura ejidal sin dominio pleno.

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El final de esta historia tiene la marca de la frontera entre los municipios de Santa Clara Ocoyucan y Atlixco. Los desarrolladores, en una especie de fiesta interminable, tal vez imaginen ya Lomas 5, Lomas 6 y Lomas 7, con nombres y latinazgos que rimen con Sonatta y Cascatta. A fin de cuentas, viven ellos en el reino de los desarrolladores inmobiliarios, un gobierno de facto en Puebla.

Isa va a su trabajo en Mayorazgo a las 6.50 de la mañana. Ha tomado el Bicentenario en Ciudad Universitaria luego de dejar a su hija en Psicología. Amanece apenas y todavía se siente el fresco que ha dejado el rocío de la madrugada. El camión tiene que tomar el atajo al que obliga la obra de repavimentación en Margaritas, que ya lleva seis meses insufribles para ese vecindario. El camión se detiene en la esquina de la prolongación de la 5 Sur para que suban cuatro muchachos, ninguno pasa de los 17 años. Los cuatro sacan pistolas, pequeñitas. Isa piensa por un momento que son de juguete. Pero ella es a la primera que le arrebatan la bolsa, ni tiempo tiene de aferrarse a ella. No hay sonidos en un momento así, sólo unas voces frías que dan órdenes que no necesitan escucharse. Los asaltantes van por los celulares, las carteras, los bolsos estudiantiles. La mayor parte del pasaje es de jóvenes rumbo al Complejo Cultural Universitario, van en la prepa Lázaro Cárdenas a la que el terremoto ha desalojado de su vieja casona en la 4 Oriente. “Ya te vi que tiraste el celular”, grita el ratero que limpia de pertenencias a los pasajeros.

Los asaltantes bajan en la esquina siguiente. Tan tranquilos. Tres nuevos pasajeros no se cuestionan porqué los cuatro muchachos pegan la carrera en sentido contrario. Suben y pagan su boleto. Isa alcanza a observar que al único que no le quitaron sus pertenencias ni el dinero del pasaje es al chofer del Bicentenario.

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El 29 de abril en un barrio de Iztapalapa, a las 9 de la noche, un grupo de sicarios acribilla a mansalva a cuatro jóvenes que platican en una esquina. Es un pleito por el control del narco en el sur de la ciudad de México, los del Cártel de Tlahuac y Los Rodolfos, dirá la policía. El video que lo documenta lo dice todo: la vida no vale nada. José Miguel “N”, de 31 años, Hugo Ascencio “N”m de 24, Enrique “N”, de 23 y Gabriel “N”, también de 23. A todos les dan el tiro de gracia. Los matones logran huir.



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Busco en internet la respuesta a la frase “Porcentaje de jóvenes muertos por la violencia en México”. En el 2015 la cifra ya era aterradora:



Con 95.6 muertes por cada 100 mil adolescentes de 15 a 19 años de edad, México se convirtió este año en el país con la tasa más alta de mortalidad infantil y adolescente, de acuerdo con el Mapa da Violencia 2015 que el sociólogo y educador Julio Jacobo Waiselfisz produce desde 1998.Con tasas de 55.8 y de 54.9 muertes por cada 100 adolescentes, El Salvador y Brasil ocuparon, respectivamente, el segundo y tercer casillero de un comparativo de 85 países contenido en este estudio editado por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso). Entre los países industrializados y de mayores ingresos, Austria, Japón, Reino Unido y Bélgica reportaron una tasa de 0.2 muertes por 100 mil adolescentes de 15 a 19 años, dice el estudio http://www.mapadaviolencia.org.br/pdf2015/mapaViolencia2015_adolescentes..

Y luego las estadísticas frías de los asesinatos en el 2017, el año más violento en las últimas décadas de la vida en México. Al cierre del año, México sumó 29.168 homicidios intencionales.

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¿Cómo pudo pasarnos esto? Tarde o temprano los mexicanos acabamos preguntándonoslo. No es fácil encontrar una respuesta.

Me entero en esta mañana de los albañiles mexicanos que la escritora Alma Guillermo Prieto ha recibido en España el premio Princesa de Asturias en Comunicación y Humanidades 2018. La revista Nexos lo celebra con un recuento de crónicas publicadas por ella en la revista en los últimos treinta años. Leo su magnífica crónica Morir en Medellín, escrita en 1991 y que narra la vida cotidiana en la ciudad colombiana que se ganó con rigor el apelativo de la capital mundial de la droga, una ciudad que en 1980 tuvo 730 muertes violentas y en 1990 contó 5,300 asesinatos. “¿Cómo pudo pasarnos esto?”, se preguntaban entonces los antioqueños. Alma fue a los cerros habitados por los paisas, 800 mil personas asomadas a una ciudad moderna que simplemente los ignoraba. Encuentro en el relato de Alma la visión de un muchacho hermano de un sicario muerto por otros muchachos sicarios en las empinadas calles de los barrios pobres del Medellín del capo Pablo Escobar Gaviria, hijo de una mujer llamada Violeta con la que ha recorrido el vecindario.

Platiqué un poco con el hijo que les queda, un jovencito taciturno llamado Jorge Mario, que fuma cantidades de mariguana pero que evita el basuco (*). Era apenas mediodía, pero parecía ya tan drogado como los muchachos que estaban enfrente de la casa del chofer, quienes jugaban con sus carrujos entre los dedos mientras esperaban ver el milagro. Le pregunté a Jorge Mario qué quería hacer con su vida “Yo soy un vago”, contestó. “¿De qué le sirve a uno hacer planes si, igual, nada le resulta? A todos los pelados de por aquí los están matando. Nos vamos a morir todos. No hay caso”. Luego se fue a sentar en una piedra, a contemplar la ciudad a sus pies.

Resultado de imagen para Rodrigo D: No futuro

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Isa baja en la esquina de la 11 Sur y Cúmulo de Virgo. Ha perdido con el bolso robado 40 pesos, medio kilo de carne para unas chalupas que freirá en la mañana y su tarjeta del Metrobús. La vida sigue en la ciudad de Puebla con la parsimonia con la que el camión Bicentenario se aleja del sitio del asalto. La encuentro minutos más tarde. Miro en sus ojos la pregunta: ¿Cómo fue que llegamos a esto?

Mundo Nuestro. Carlos Iñaki Gutiérrez, comunicador y tecnólogo, director del portal TODOPUEBLA.com, cuestiona en este texto lo publicado por Sergio Mastretta en este portal sobre la problemática en el sur de la ciudad por la construcción de un colector en el río Chichac por la empresa Proyecta en la región de Malacatepec en donde se construyen nuevos clústeres de Lomas de Angelópolis.

Mirar las campañas desde un poder fáctico en Puebla: Grupo Proyecta y el reino de los gobernadores inmobiliarios)

Estimado Sergio, leí tu artículo como casi siempre y ahora sí la regaste en varios puntos:

1. me parece que debemos buscar que más zonas de México tengan un ordenamiento como el de Lomas, es casi imposible encontrar en cualquier pueblo de México algo bien hecho, ¿la razón? Las pésimas leyes que hacen imposible por las buenas ordenar el territorio. No dudo que haya abusos pero no hay forma de ordenar el territorio bien en este país.

2. En Lomas hay una planta de tratamiento hecha por Proyecta junto al parque de los deportes y ahora han estado poniendo un canal con piedra y concreto para canalizar únicamente agua de lluvia que antes causó inundaciones (esto es lo que se hace en el primer mundo). Justo al lado del canal van los tubos de unos 50 cm de diámetro que canalizan el drenaje de los clusters. En lugar de criticar algo bien hecho ¿porque no hablas de todos todos todos los alcaldes de Puebla y Tlaxcala que toleran fraccionamientos sin permisos, desordenados, sin plantas de tratamiento, sin canales bien construidos? Me parece que aquí te falta ver como lo veo a diario el trabajo ordenando por separar agua de lluvia VS drenaje, operar una planta de tratamiento, evitar inundaciones, etc.



3. Quisiera que al menos el 1, el 3, el 5% de la superficie de este país tuviera el orden que tiene Lomas, quisiera tener un marco legal que haga de esto la norma en cualquier municipio no los chiqueros de desorden que abundan por doquiera. Por cierto conozco bien Malacatepec y nunca la gente ha vivido mejor que ahora, camino hasta Atlixco varias veces pasando por ahí y como nunca veo que ya es casi imposible ver pobreza extrema, abundan casas nuevas y construcciones de los que ahí viven (desordenadas como es de esperarse, sin permisos y sin ordenamiento pues el gobierno es como todos los de este país), pero hay trabajo y buena parte es gracias a Lomas.

4. Urge denunciar eso sí el agua que nos envenena poco a poco regando todos los cultivos de Atlixco que pasan desde hace décadas desviados del Atoyac por Lomas y canalizados debajo de Malacatepec rumbo a los valles de Atlixco, ¡eso es un crimen del que nadie habla!

Un año más de nuestra vieja ciudad. Me pasé la tarde buscando en el portal de transparencia el permiso de construcción que le dió el Ayuntamiento a la empresa que sobre las piedras de la demolida fábrica de Atoyac en Mayorazgo va construir 804 departamentos. Qué horror. Y le llaman pomposamente "Central Park". Por supuesto que no encontré nada.

Muy pronto 500 años. Tendré entonces, si la vida se presta, 76 años. En estos últimos cuánto desvarío. Y crimen, como el que se llevó la vida hoy en plena mañana en la 12 Poniente a un ajusticiado más de la inenarrable violencia que nos envuelve.

Destrucción absurda de nuestro patrimonio histórico en Mayorazgo por un proyecto más de la especulación inmobiliaria que arrebata todo propósito de crecimiento armónico. Degradación de la vida en los barrios viejos y nuevos en balaceras impunes que ocurren en cualquier instante.

Desvarío.



No, no cierro este aniversario de mi ciudad vieja con una mirada alegre sobre nuestro futuro.

Traté el tema de Atoyac Textil como memoria de tantas cosas perdidas en esta ciudad cercana a sus 500 años. Este texto publicado en 2016 en Mundo Nuestro (http://mundonuestro.mx) forma parte de esta crónica sobre el desgraciado fin de la fábrica de Mayorazgo, fundada en 1839, en cuyos terrenos se asentarán con la venia municipal 804 departamentos.



"Mi abuelo Carlo Manstretta, italiano llegado a México en 1901, encabezó como ingeniero la construcción para El Mayorazgo el sistema hidráulico para la generación de energía eléctrica con las presas La Carmela y la Carmelita, entre 1906 y 1909. Él trabajaría por más de treinta años para la familia Rivero Quijano, propietaria de la fábrica desde los años sesenta del XIX. El terreno en donde vivo lo heredó mi padre del abuelo en el año 1950. Aquí vivimos desde 1980. Hemos sido vecinos de una fábrica ya para entonces muy vieja, y metida en una huelga provocada por los patrones en 1988, y a la que se dejó morir en 1993. Por más de tres años los vecinos de Mayorazgo vimos a los obreros resistir un paro larguísimo con el bote en las manos, solicitando en las esquinas la solidaridad de los automovilistas. Fue una huelga nacional. El propietario de la fábrica de Mayorazgo, Roberto Real de la Mora, era presidente de la Cámara Textil en México. Su planta, como todas en el país, había sufrido la decisión del gobierno de abrir las fronteras a los productos textiles. Las consecuencias para una industria protegida como la textil mexicana fueron brutales: en 1980 había más de 50 mil obreros en la industria textil poblana; para 1993 no quedaban más de 14 mil. Entre ellos se fueron los de El Mayorazgo, del grupo Atoyac Textil. La empresa llevó la huelga hasta el extremo del cierre. En 1995 tronó la economía mexicana, y la suerte de la fábrica quedó echada. Un larguísimo conflicto laboral terminó en el vacío: la fábrica cerrada; el patrón en el paraíso; ; los líderes sindicales vaporizados; la maquinaria rematada al mejor postor; los trabajadores en el olvido.

"Y el casco industrial intacto y con su caldera y su silbato vivos para llamar al día Mayorazgo todos los días a las seis de la mañana."

http://mundonuestro.mx/…/264-atoyac-textil-la-destruccion-i…



Atoyac Textil. La destrucción impune de la historia industrial de Puebla.

Llevo toda la mañana dándole vueltas al tema del llamado "Central Park" y sus 804 departamentos que ofrecerán al mercado residencial en la ciudad de Puebla. La Carta Urbana del 2016 les permite hacerlo pues en ella le dieron uso de suelo de alta densidad de vivienda a la zona de Mayorazgo. No he podido conseguir el permiso de construcción, pero en esas estoy, pues de él deben desprenderse una larga lista de requisitos cumplidos, como por ejemplo la licencia de uso de suelo o los dictámenes de impacto vial e integración vial, y de impacto ambiental y una larga cadena de supuestos que les deben haber permitido la destrucción del antiguo casco fabril y el inicio de operaciones con ese mamotreto metálico que ya puede verse en la esquina de Cúmulo de Virgo. El INAH, alertado una vez más por mí ayer por la tarde, supongo que llegará al predio a recontar las piedras y a empolvar más la memoria estrecha de la burocracia mexicana.
Yo he recurrido a la historia de El Mayorazgo una vez más para recordar lo que hemos dejado perder en esta suma de cinismo e irracionalidad que prevalece en nuestra ciudad:

Para entender lo que Puebla ha perdido con la destrucción de  Atoyac Textil: la historia de la Planta Carmela

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