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"En dos unidades, entraron dos grupos, uno de ellos armados, y empezaron a balacerar...". Testigo en sección 1078, instalada en la escuela Emiliano Zapata:



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Una cámara furtiva logra captar el momento en el que los asaltantes huyen de las instalaciones de la sección 1035 en el Centro Escolar Morelos. Es el mismo modo que se repíte a lo largo de la tarde en toda la ciudad.



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Momento en el que los atacantes a la sección 1035, instalada en el Centro Escolar Morelos, huyen del sitio:



Registro fotográfico del estado en el que quedaron las instalaciones de la sección 1035 en el Centro Escolar Morelos:



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"La misma gente que estaba afuera, al escuchar los balazos, fue la que alcanzó a cerrar la puerta..."



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Entrevista a la señora Yolanda Sánchez Bolaños.





Jueves, 18 Octubre 2018 00:00

La violencia en la Sección 1061:

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Testimonio de las ciudadanas María del Carmen Valdez, de 63 años de edad, y Felipa Jarrillas Rojas, de 60 años de edad, testigos de la violencia ocurrida en la seccióon 1061, instalada en la escuela Jacinto benavente, en la colonia FOVI La María.



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SECCIÓN 981



"De momento ingresó un joven bajito que iba vestido de pantalón de mezclilla, tenis y una camisa amarilla, perfectamente identificable, me acuerdo de su fisonomía. Veo que entra repentinamente, casi corriendo, empezó a gritar: ¡a la chingada con esto! Entonces, lo que trata de hacer es tomar la primera urna que estaba allí, no recuerdo si era de diputados locales o de ayuntamiento. Al momento de querer tomar se patinó, porque el piso es de cemento liso y él llevaba tenis. Patina y se cae, y al momento que va cayendo, vota la urna, ésta se cae y se abre, y se desparraman todos los votos."



TESTIMONIO DE SERGIO SALDAÑA RAMÍREZ, FUNCIONARIO DE LA CASILLA CONTIGUA 1

VIDEO: POR QUÉ QUIERO DAR MI TESTIMONIO



LA ENTREVISTA:

AUDIO:

Audio Segunda parte, entrevista con Sergio Saldaña Ramírez en común con funcionaria CAE-INE Aurora Álvarez Carreto:

Audio Segunda parte, entrevista con Sergio Saldaña Ramírez en común con funcionaria CAE-INE Aurora Álvarez Carreto:

TEXTO:

SERGIO MASTRETTA: Sergio Saldaña Ramírez abogado, funcionario de casilla por casualidad, llegó a votar el día 1 de julio en la sección 981 para darse cuenta de que faltaban representantes (funcionarios), su esposa, la señora Aurora Álvarez es la CAE de la sección, le pide a solicitud de la presidente si es posible que participe.

Tú pensabas votar y regresar a casa te quedaste todo el día y viviste un hecho de violencia muy serio. Nos puedes contar qué fue lo que ocurrió ese día en el distrito 9, sección 981 en la colonia Aquiles Serdán ubicada en la escuela primaria Carmen Serdán en la casilla contigua a uno, en donde quedaste como escrutador, vocal, primer secretario de la casilla 1.

SERGIO SALDAÑA RAMÍREZ: Siendo aproximadamente 8:00 o 10:00 de la mañana nos constituimos en la escuela Carmen Serdán mis hijas Adriana Verónica y Andrea ambas de apellido Saldaña Álvarez con la finalidad de ir a ejercer el voto, por lo que llegamos a la escuela donde se establecieron las casillas. Cuando llegamos ya había gente esperando ejercer su voto, y resulta que todavía no se constituyeron, 8:10-8:15 y la gente ya empezaba a ejercer presión a los funcionarios, empezaba a gritar porque no abrían las casillas, y fue aproximadamente como 8:30 que salió la CAE, Aurora Álvarez Carreto, junto con las presidentes de la contigua 1 y la contigua 2 a pedirle a la gente que estaba formada que fuera de la sección 981 que quienes apoyaban para fungir como funcionarios, porque no se acompletaban, faltaban funcionarios y por esa razón no se podría abrir la casilla. Les dije a mis hijas ¿quieren apoyar? Entonces a Adriana Verónica y un servidor nos designaron en la casilla 1 como primer secretario y a mi hija Adriana Saldaña segunda secretaria; a mi hija Andrea se le designó en la contigua 2.

Ya una vez en el aula donde estaba instalada la contigua 1 me empezaron a dar el material para empezar a revisarlo, lo que es la función de un secretario, contar las boletas, llenar las actas. En ese tiempo unos minutos antes de las 9:00 de la mañana ingresó una dama que se ostentó como funcionaria del INE y nos empezó a gritar diciéndonos que por qué motivo no se había abierto esa casilla, que eso era motivo de una sanción, que nos iban a multar, así nos dijo. En primera, le dije a la presidente: a ver, presidente, usted es la autoridad máxima, puede responderle a la señora. Pero vi que la presidente no reaccionó en ese momento, y yo fui el que le dije, sabe qué, en primera, estamos sustituyendo a funcionarios que no llegaron, y nos dijo: bueno, entonces apúrense. En ese momento, el representante de MORENA secundaba a la funcionaria del INE, diciendo que ya la gente estaba desesperada porque ya era muy tarde y se tenía que abrir a como diera lugar. Entonces nosotros nos apuramos y levantamos las actas de la iniciación de la casilla, aproximadamente como 8:40 de la mañana fue que la presidenta ya salió a hacer la declaración de que se abría formalmente la casilla Contigua 1.

SERGIO MASTRETTA: Ubícanos por favor ¿eso es en la escuela Carmen Serdán? Son tres casillas que se instalaron en salones de clase en la planta baja.

SERGIO SALDAÑA RAMÍREZ: Exactamente, eran tres aulas. Dentro de la misma se instaló las casillas, lo que era la mampara, las urnas, entonces estaba la básica en la contigua 1 y contigua 2, a nosotros nos correspondió la contigua 1.

SERGIO MASTRETTA: ¿Era una votación normal a lo largo de la mañana?

SERGIO SALDAÑA RAMÍREZ: Sí, estuvo totalmente normal, pacífica, yo vi que había mucha armonía de la ciudadanía, porque había mucha concurrencia, llegó a votar muchísima gente, lo que a mí me sorprendió mucho. Casi no hubo tiempos muertos, siento que dentro de lo que cabe no había espacio para tener un momento libre.

SERGIO MASTRETTA: Así ocurre en las elecciones, de repente media hora no llega nadie, dependiendo de la elección. ¿En este caso todo el día hubo votantes?

SERGIO SALDAÑA RAMÍREZ: Sí, sí. Estuvimos ahí no había ningún tipo de anormalidad todo era pacífico, inclusive tuvimos chance de platicar con las CAES, tanto la espejo que era la del distrito 17 local y la del distrito 9, que era la licenciada Aurora Álvarez Carreto. Llegaban y nos decían ¿les falta algo? ¿cómo van? Todo tranquilo, les decíamos. Todo se estaba ejerciendo normal, estaba la gente, mujeres, hombres, personas grandes, acompañados de niños; inclusive, al momento en el que se conformó la casilla estaban ya presentes dos representantes de MORENA, un varón y una señora, que se sentaron en la entrada, y a un ladito estaban dos representantes del PAN, un joven y una señora con una niña, que era su hija, y del otro lado estaba un representante de Movimiento Ciudadano.

SERGIO MASTRETTA: ¿Del PRI había?

SERGIO SALDAÑA RAMÍREZ: No, no llegó nadie del PRI

SERGIO MASTRETTA: El caso está en que la elección transcurre normalmente hasta que ocurre de repente la intrusión de gandules. ¿Nos puedes contar el momento de la violencia que se suscitó en la casilla Contigua 1?

SERGIO SALDAÑA RAMÍREZ: Siendo aproximadamente 15:30 pm entraron dos personas, un señor en una de las mamparas, y el otro en una del otro lado. De momento ingresó un joven bajito que iba vestido de pantalón de mezclilla, tenis y una camisa amarilla, perfectamente identificable, me acuerdo de su fisonomía. Veo que entra repentinamente, casi corriendo, empezó a gritar: ¡a la chingada con esto! Entonces, lo que trata de hacer es tomar la primera urna que estaba allí, no recuerdo si era de diputados locales o de ayuntamiento. Al momento de querer tomar se patinó, porque el piso es de cemento liso y él llevaba tenis. Patina y se cae, y al momento que va cayendo, vota la urna, ésta se cae y se abre, y se desparraman todos los votos.

SERGIO MASTRETTA: ¿Él entra armado?

SERGIO SALDAÑA RAMÍREZ: No. Inmediatamente después de que él entre y cae empiezan los disparos. Yo no me percaté quien disparó, pero se empiezan a oír detonaciones de armas de fuego, yo calculo como unas cuatro o cinco detonaciones, todas adentro del aula. A mí me robó la atención el que se cayó, incluso me paré y le dije: ¿qué te pasa? Incluso la presidenta y un compañero que era escrutador, un señor Francisco, una persona de edad, como el reaccionó nosotros nos pusimos de pie, viendo lo que había pasado. En cuestión de segundos empiezan los disparos, uno se asusta y trata de protegerse, yo dije: ¡al suelo todos! Y todos nos tiramos al suelo, pero yo no logré observar quien había disparado.

SERGIO MASTRETTA: Hay me imagino un aturdimiento, pierdes un poco el sentido de lo que está pasando.

SERGIO SALDAÑA RAMÍREZ: Sí, empieza a haber confusión, uno trata de proteger su vida. Ya después de que cesaran los disparos volteamos a ver qué es lo que había pasado y todos nos ponemos de pie. Lo primero que veo es tirada a mi hija Adriana Verónica Saldaña Álvarez, la veo sangrando boca abajo, sangrando de la nariz y de la boca. Sangraba exageradamente y yo pensé que ya le habían pegado un balazo, le dije: no te muevas. Le revisé la espalda, el estómago, buscando un impacto de bala, y vi que no; pero, lo que más me sorprendió es que sangraba mucho de la boca y de la nariz, quizás se pudo haber pegado con el suelo, con la mesa o uno mismo le pudo haber pegado, alguno de nosotros de los que estábamos en esa mesa.

SERGIO MASTRETTA: ¿En qué momento te das cuenta de que ella está herida en la mano?

SERGIO SALDAÑA RAMÍREZ: Había mucha confusión en el interior de las personas, en las compañeras, en la mamá y las hijas, la señora Érika y su hija Guetzamaní, estaban gritando muy violentamente, entraron en pánico, empezaron a llorar, y gritaban muy feo. Pregunté ¿están bien todos? Porque lo primero era ver que todos estuviéramos bien, yo revisé a mí hija y vi que estaba lastimada de la boca y la nariz. Todos dijeron que estaban bien, así que paramos a mi hija y la sentamos, en ese momento llegó un compañero de la básica, que dijo que era secretario, y nos dijo que era enfermero. Entonces mi hija nos dice: es que también tengo en el dedo, y nos enseña como estaba escurriendo en sangre su mano, cuando la extiende vimos que en la palma tenía hemorragia, y nos damos cuenta de que tiene un impacto en el dedo pulgar de la mano derecha, y estaba sangrando bastante, porque se veía que ya tenía el dedo hinchado y se le estaba poniendo morado. Entonces, el joven le dijo: sabes que yo soy enfermero, tranquila. La empezó a limpiar con un kleenex, la empezó a calmar porque estaba llorando en shock, muy nerviosa. Todo el mundo estaba en crisis.

SERGIO MASTRETTA: ¿Hasta ese momento no te habías percatado de que también estabas herido?

SERGIO SALDAÑA RAMÍREZ: No, no sé si era la adrenalina o qué me habrá pasado. Entonces vimos cómo todo estaba alrededor, había una urna tirada y los votos se salieron, pero el material se quedó intacto, todas las actas y todo lo que tenemos en la mesa nosotros, nada se tocó de eso. En eso yo recuerdo que tengo una hija en la otra casilla y voy a ver, para eso Aurora ya ingresó, y le dije que tenía que hablarle a la policía, y pues se espanta porque ve a nuestra hija lastimada. Fue hasta ese momento que yo empiezo a sentir calor en mi pecho del lado izquierdo, casi a la altura de la tetilla, y otra herida por mi hombro derecho. Siento una especie de ardor, así que me desabrocho la camisa y veo que efectivamente tengo un impacto. Mi camiseta se ensució de sangre, empezó a escurrir.

SERGIO MASTRETTA: ¿Se rompió?

SERGIO SALDAÑA RAMÍREZ: Ya ni me di cuenta.

SERGIO MASTRETTA: ¿Qué podemos suponer? ¿fue una esquirla de rebote?

SERGIO SALDAÑA RAMÍREZ: Mire, yo no puedo opinar al respecto porque no me consta, pero de lo que sí ya después me doy cuenta de que estoy herido, como de una especie de rascuño profundo de cinco centímetros. Además, también en la pierna a la altura de mi muslo derecho tuve un impacto, y ahí sí tuve que someterme a cirugía, porque tenía yo incrustado un fragmento de metal y me dijeron que era de una bala. Yo me siento, Aurora le habla a la policía, que tardó una media hora, y a la Cruz Roja, que llegó a los cinco minutos. Yo le decía a la policía, que tenían que cerrar la escuela para que ya no ingresara gente, el salón también lo tenían que cerrar, para que iniciaran una cadena de custodia conforme a los protocolos que indica la ley. No me hicieron caso, no cumplieron con su deber. Eran policías de seguridad pública del Estado.

SERGIO MASTRETTA: ¿Qué hace en ese momento la presidente de casilla?

SERGIO SALDAÑA RAMÍREZ: Lo que yo vi, en ese momento también estaba espantada, no sabía que hacer; pero, yo vi que estaba grabando, tomó su celular y comenzó a grabar.

SERGIO MASTRETTA: ¿Tomó en algún momento dado la responsabilidad como el mando?

SERGIO SALDAÑA RAMÍREZ: No sabía qué hacer, y la compañera Aurora le dijo: tienes que suspender esto formalmente, y dijo: sí, hay que pedir instrucciones. Se avisó a Aurora, pidiendo que informara a las autoridades, y ella dijo: sí, ya hablé al distrito, me comunicaron con el presidente consejero, ahorita van a mandar un apoyo. Jamás llegó el apoyo, no me percaté de que haya llegado algún apoyo del Instituto, siempre estuvimos solos, nada más acompañados de las CAES, LASPEJO y Aurora, local y federal. Veo que hay descontrol, grita la gente y queremos poner orden, pero un representante de MORENA veo que en la puerta de acceso al aula le empieza a gritar a Aurora, a la CAE Aurora, exigiéndole que tenía que reanudar la elección.

SERGIO MASTRETTA: ¿Él estuvo ahí adentro del salón?

SERGIO SALDAÑA RAMÍREZ: Sí, él estaba asignado a la casilla

SERGIO MASTRETTA: ¿En algún momento tuvo el ánimo de preguntarte cómo estabas?

S: No, porque en ese momento ya habían llegado los paramédicos y me estaban revisando, y me dijeron que eran lesiones superficiales, que no ameritaban hospitalización. A mí me preocupaba más mi hija, porque sí estaba muy lastimada del dedo, muy lastimada. Me di cuenta de que los paramédicos eran muchachitos inexpertos, nada más llegaron a limpiarnos las heridas, nos pusieron unos parches, unas gazas. Se me empezó a inflamar el muslo y me dijeron que no pasaba nada, e ignoraron que yo sospechaba que tenía algo adentro, no se quisieron hacer cargo. Se retiraron y la policía no hacía caso, la gente seguía ingresando. Empezaron a gritar que querían votar, ahí es cuando el representante de MORENA empieza a agredir verbalmente a Aurora.

SERGIO MASTRETTA: ¿qué decisión tomaste tú?

SERGIO SALDAÑA RAMÍREZ: yo me quería levantar, pero no podía porque me estaban atendiendo y los policías me estaban tomando datos. Había mucha confusión, un verdadero caos. En eso mi hija pedía ver a los familiares de mi esposa, llegaron mi cuñada, mis suegros, mi cuñado, y mis familiares apoyaron en trasladarla a un hospital, para que recibiera atención médica porque estaba lastimada de su pulgar. Yo aún no fui al hospital porque quería esperarme a ver si no llegaba ningún apoyo del INE, el cual jamás llegó. Incluso Aurora me comentó: ya hablé con Daniela, mi supervisora, y me dijo que se tenía que resguardar en las oficinas del distrito 09. Ahí es cuando le dije que nos fuéramos a la PGR, que denunciáramos nosotros, porque la policía no estaba haciendo nada, llevábamos hora y media y ellos tan sólo seguían dejando entrar a la gente. Seguían ingresando, a lo mejor ni sabían qué había pasado, pero la mayoría de los funcionarios ya se habían ido, nomás nos quedamos la presidenta, el representante de MORENA y yo; los demás también se fueron, por el pánico, la del PAN se echó a correr, también la de Movimiento Ciudadano.

SERGIO MASTRETTA: ¿qué pasó en la casilla cuando usted decide irse a la PGR?

SERGIO SALDAÑA RAMÍREZ: la gente estaba muy molesta porque quería votar, aunque no hubiera condiciones. El principal quejoso era el representante de MORENA, así que lo confronté y le dije: ¿cómo te atreves a estar pidiendo cuando tu sabes que hubo un hecho de sangre? Aquí tiene que venir un ministerio público a dar fe de esto, para que empiece una cadena de custodia y tengan datos de prueba de todo lo que pasó. Les enseñé mis heridas y les dije: sufrimos un atentado, ¿cómo te atreves a seguir si no hay funcionarios? Nada más estaba un secretario y la presidenta, quien también estaba en shock.

SERGIO MASTRETTA: ¿Cómo reaccionó él?

SERGIO SALDAÑA RAMÍREZ: se quedó callado, porque sí estaba gritando mucho, se fueron a meter a la básica 1 a gritarse, además de que la gente estaba gritando muchísimo, algunas señoras ya estaban agrediendo a Aurora, porque la vieron con el chaleco de los colores del INE. Nos fuimos con miedo de que pasara otra cosa, porque yo también estaba lastimado, y la policía no hacía nada, permitía que entrara gente y no nos defendían cuando querían golpear a Aurora. Entonces fuimos a denunciar a la PGR, en la delegación que está por Zavaleta y la Reta Cholula. Antes también le hablé a la FEPADE, es muy difícil, porque hay que pasar varios filtros, pero tuve la suerte de que me contestara un abogado y le expliqué lo ocurrido y me dijo que iban a mandar gente especializada. No llegó nadie, lo cual me inclinó a ir a la PGR a denunciar directamente. Levanté una denuncia, incluso alguien en la PGR me comentó: usted fue el que habló a la FEPADE, ya nos también nos dijeron del caso, ya está su denuncia telefónica. Le dije: sí, pero no hicieron nada, hay que llevar a los peritos porque se quedó un charco de sangre, las boletas estaban regadas, necesitamos que den fe de todo eso. Estuvimos hasta aproximadamente las nueve o a las diez en la PGR.

SERGIO MASTRETTA: finalmente la PGR sí se movilizó...

SERGIO SALDAÑA RAMÍREZ: Sí, con la licenciada Aurora se fueron los peritos y el titular, y regresaron a la casilla.

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VIDEO EN REDES SOCIALES: HERIDOS POR CACHAZO E IMPACTO DE BALA:



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CAE-INE EXPLICA A LAS PERSONAS DE LA CASILLA BÁSICA QUE YA NO PODRÁN VOTAR

"Tenemos que apaciguar los ánimos..."



TESTIMONIO GRÁFICO QUE REGISTRA LOS BALAZOS EN PAREDES, TECHOS Y VENTANAS DE LA SECCIÓN 1072

Mundo Nuestro.

"Oímos el griterío de la gente y unas de mi casilla se querían salir y les decían que no, que se quedaran. Y entonces yo me quedo en la puerta. Y balacean la puerta y empiezan a gritar y entonces lo que me dicen es “Tírese hija de no sé qué, vieja de tal cual” y me quedé ahí en la puerta con las manos en la cabeza. La persona que me dijo eso me puso el arma en la cabeza. Y yo recé para que diosito nos ayudara a todos porque se le va el dedo a este infeliz y pues ya. Había niños y adultos, estaban votando. Escuché todo el griterío y lastimaron a alguien, pero no levante mi cabeza porque no pude..."



Señora Socorro Ortíiz Valencia.

SECCIÓN 1072

TESTIMONIO DE LA SEÑORA SOCORRO RUIZ VALENCIA, NOEL GÓMEZ RODRÍGUEZ Y VÍCTOR GARCÍA REYES



“Oímos el griterío de la gente y unas de mi casilla se querían salir y les decían que no, que se quedaran. Y entonces yo me quedo en la puerta. Y balacean la puerta y empiezan a gritar y entonces lo que me dicen es “Tírese hija de no sé qué, vieja de tal cual” y me quedé ahí en la puerta con las manos en la cabeza. La persona que me dijo eso me puso el arma en la cabeza. Y yo recé para que diosito nos ayudara a todos porque se le va el dedo a este infeliz y pues ya. Había niños y adultos, estaban votando. Escuché todo el griterío y lastimaron a alguien, pero no levante mi cabeza porque no pude…”



Entrevistador: Sergio Mastretta Guzmán.

Entrevistados: Socorro Ruiz Valencia, Noel Gómez Rodríguez y Victor García Reyes.

E: Ustedes estuvieron en la sección 1072, en la colonia Mirabal* en la escuela técnica 44. En esta casilla se produjo como en otras más en la zona norte de la ciudad, en el distrito 9, un acto de violencia la casilla fue atacada por un grupo armado, un caos que provocó que se anulara la elección. Vamos a ir poco a poco.

Señora Socorro usted estaba como representante del partido Morena en esta casilla. ¿Qué fue lo que pasó?

Socorro: Desde muy temprano a la abertura de las casillas todo estaba muy normal, la gente estaba participando con mucho entusiasmo como nunca se había visto la participación de las familias. Todo estaba muy bien y en calma, pero para entonces se vivió la hostilidad de los representantes del PAN hacia nuestras personas, en mi caso fueron muy hostiles diciendo que nosotros éramos violentos. Yo le dije al señor Gonzalo que no, que ahí iba a ganar el que la gente decidiera.

E: ¿Fue a lo largo del día esa discusión con ellos?

Socorro: Si, pero de verdad no teníamos que estar discutiendo, nada más era por una cosa que pedíamos que firmáramos las boletas para que fuera algo legal y ellos se oponían. Los que somos representantes de la coalición lo vamos a hacer, la representante de la mesa directiva, los inoculados no quería porque decía que era mucho tiempo. Las representantes del PT me ayudaron a firmar para que los votantes que iban a votar fueran reales. Pues temíamos que nos hicieran un fraude de que no hubiera los votos correctos como siempre han hecho porque hasta los muertos votan. En mi libro del INE que yo tengo, hay dos personas que tiene años que murieron y siguen apareciendo en la lista nominal, por eso entonces nosotros decimos que sean votos reales porque no puede ser que los muertos salgan de sus tumbas y lleguen a votar.

E: Es decir, para ustedes su punto de vista era que podían truncar la elección. ¿Se imaginaban que fuera a darse un acto de violencia como el que se produjo?

Socorro: No, no de esa magnitud, porque siempre nos han hecho trampa en las boletas y los conteos, como se hizo en el 2012 y el 2006, y por eso yo les decía a las chicas jóvenes que se pusieran atentas a que las boletas fueran firmadas por el partido para que cuando se votara y se escuchara que iba a ver duplicado de boletas, presentáramos que eran las verdaderas. Entonces llega una muchacha como a eso de 2:45, que era del PAN y me dice: “Sálganse porque miren lo que paso en Barranca Onda”, me enseño el video y le dije: “Ni te creo” porque ¿Cómo iba a dejar las boletas sabiendo que me iban a hacer trampa? “No, porque a nosotros los del PAN nos dijeron que votáramos por todo Morena menos por gobernador, que afuersa tenía que ser Martha Erika” Y par mi sorpresa que como 5:30 oímos que llegan tirando balazos y gritando de groserías. Y si se veía que los balazos eran de armas de 9 milímetros. Oímos el griterío de la gente y unas de mi casilla se querían salir y les decían que no, que se quedaran. Y entonces yo me quedo en la puerta. Y balacean la puerta y empiezan a gritar y entonces lo que me dicen es “Tírese hija de no sé qué, vieja de tal cual” y me quedé ahí en la puerta con las manos en la cabeza. La persona que me dijo eso me puso el arma en la cabeza. Y yo recé para que diosito nos ayudara a todos porque se le va el dedo a este infeliz y pues ya. Había niños y adultos, estaban votando. Escuché todo el griterío y lastimaron a alguien, pero no levante mi cabeza porque no pude.

E: Usted estaba en la entrada de la sección, en la puerta de la casilla. En esa sección había ocho casillas, es una básica y siete contiguas, y cada casilla estaba en un salón de clases. ¿Cuándo llegan a su salón ya habían pasado por los demás salones o este fue el primer salón?

Socorro: Lo que pasa es que no pudieron entrar a los otros, en los de nosotros balacearon la puerta y a golpes fuertes lograron entrar. Los demás salones estaban cerrados, no entraron a todos.

E: Entonces vamos a ver la película más amplia. Usted esta en su salón ¿Son muchos los que entraron?

Socorro: Eran 6.

E: ¿Y se dividieron?

Socorro: En mi casilla entraron los 6. Se llevaron las urnas, quitaron los celulares de todas las personas y se fueron. Yo ya no supe que les pasó a los demás, salí corriendo porque mi nieto participó ayudando a llevar alimento a los compañeros porque temía que le hubiese pasado algo. Fui a ver los otros salones y las urnas estaban intactas, nada más fue en mi casilla.

E: Las otras casillas estaban intactas, sólo fue una casilla la violentada. En esta sección hubo heridos ¿Qué paso?

Socorro: Yo escuché los disparos, pero como salí corriendo después porque me preocupaban los de afuera ya no supe.

Señor Noel Gómez Rodríguez

E: Entonces vamos a escuchar al señor Noel y al señor Victor que estuvieron al mismo tiempo de lo sucedido. Señor Noel ¿Usted en dónde estaba?

Noel: Acabamos de llevar la comida para los compañeros, y siempre estuve dentro de la escuela vigilando que no les faltaran sus alimentos, el agua. Desde las 8 de la mañana se hizo un reporte de que había un votante que llegó y dijo. “Miren compañeros esta es una boleta que ya esta marcada para Marta Erika para gobernador” Entonces quiere decir que desde entonces ya se fraguo algo. Como representante general yo empecé a cuestionar a los del INE de que estaba pasando. Estaban cargando gente desde la calle hasta los salones. Y yo les dije que eran gente del PAN las que los estaban llevando, hay gente que estaba operando desde ese momento. Ya nos habían avisado en Barranca Onda de lo que había pasado, que habían vuelto otra vez a reiniciar el conteo para seguir votando y yo dije: “Igual no va a pasar nada” Entonces como 5:15 más o menos, cuestioné a los que estaban de encuestadores de salida porque tenían boletas idénticas, a colores y todo a las originales. Los que salían de votar algunos no decían, pero la mayoría señalaba Morena. Y entonces les dije: “No pueden estar ustedes haciendo las encuestas porque ¿Qué nos paso en las elecciones pasadas? Si ustedes dan un veredicto a favor de otro partido y eso nos ha perjudicado. Entonces hagan el favor de retirarse”.

Y después de 5:15 más o menos cuando estábamos afuera de los salones esperando que ya se terminara el conteo, ya las urnas estaban prácticamente hasta el tope muy llenas. Y entonces a mi ya no me dio tiempo de correr o tratar de salirme, ya nada más levanté las manos y alcancé a ver que estaban tirando balazos, eran personas con la cara cubierta, algunos llevaban de pequeña calibre y otros armas largas. Con la culata de la escopeta le empezaron a golpear las puertas, pero en lo que muchos cerraron las puertas y como tenían pasadores por dentro ya no las pudieron abrir. Nada más llegaron a la casilla donde estaba la compañera.

E: ¿Usted estaba en el patio?

Noel: Si, porque quise meterme a un salón, pero ya no me dio tiempo, me quedé con las manos en la cabeza junto con otro compañero.

E: ¿Cómo cuántas personas estaban en el patio?

Noel: De Morena éramos dos, pero en general todavía había mucha gente votando. Y pues comenzó el pánico. La gente corriendo, llorando, gritando. Los del INE fueron los primeros en salir después de que se fueron los atacantes.

E: Ahora vamos a ver el punto de vista del señor Victor. ¿También estaba usted en el patio?

Señor Víctor García Reyes.

Victor: No, yo estoy como coordinador de los representantes generales, desde las seis de la mañana estuvimos moviéndonos de un punto a otro, checando todas las casillas, que se abrieran a tiempo, que llegaran los representantes, y desde la mañana que se empezaron a instalar las casillas empezaron las irregularidades. En la mayoría, la gente que venía del Instituto Estatal Electoral, eran los que estaban dando la indicación de que no se firmaran las boletas y sabemos que por ley se tienen que firmar, por lo menos se tiene que hacer de 20 en 20 para que la votación sea continua. Ellos se opusieron y coludidos con la gente que venía de Acción Nacional sobre todo y ellos afirmaban que si se firmaban se tenían que firmar todas de una sola vez y que eso iba a hacer que se retrasara la votación porque las filas estaban ya desde las ocho de la mañana. Entonces aproximadamente a las 5 de la tarde yo llegué a la sección 1072 que es la que esta ahí en la técnica 44, donde me corresponde votar. Dejo mis cosas y salgo con mi esposa y con mis hijos. Entro a votar, acabo de ejercer mi sufragio, y en la puerta nos encontramos mi esposa, mis hijos y yo saludando a algunos de los vecinos, cruzo la calle y en cuanto acabo de cruzar la calle llegan algunos tipos corriendo, algunos ni siquiera llevaban el paliacate en la cara simplemente se jalaban la playera y se tapaban y desde ahí empezaron los balazos. Contamos alrededor de dieciséis detonaciones desde la puerta. Entraron corriendo un grupo de los jóvenes que llegaron, todos los que estábamos en la puerta saltamos al piso, debajo de los coches tratando de protegerse. Se quedo uno en la puerta. Desde ahí apuntando a todos los que se movían y tirando disparos al aire y salieron corriendo, todo fue una secuencia muy rápida, salieron corriendo con las urnas en las manos y vimos que fueron hacia abajo sobre la calle Francisco y Madero, y una de las cosas que nos intrigan es que a unos ochenta metros esta una de la recién instalada cámara de seguridad que dicen que pueden ejercer hasta 200 metros, y en ese punto donde se encuentran las cámaras de seguridad, según los testimonios de algunos de los vecinos, llegaron y se pararon ahí en esa esquina, donde están las cámaras y resulta que no hay un testimonio de las cámaras de seguridad en el momento en que sucede ese incidente. La gente traumatizada, aterrorizada, las señoras llegaban en cuanto empezaron a salir las noticias, buscando a las personas que estaban votando, para buscar a la gente que estaba como representantes en cada una de las casillas no nada más de Morena sino de todos los partidos. A mi lo que me pareció bastante sospechoso es que el mismo personal del Instituto Estatal Electoral fueron los primeros que agarraron y empezaron a sacar a la gente de los partidos: “Váyanse, agárrense, dejen todo y sálganse”. Yo pude detener a uno de los que estaba prácticamente empujando a la gente hacia afuera. Tenemos la foto de su identificación, le pregunté porque estaba sacando a la gente. Me dijo que era del Instituto Estatal pero no traía su chaleco porque le daba miedo que lo fueran a balacear. Supongo que era un plan ya bien orquestado porque ellos mismos fueron los que operaron porque casualmente casi diez minutos antes los de Acción Nacional empezaron a moverse, a desplazarse. La gente que estuvo operando, como dice el señor Gonzalo, la señora Guadalupe ** que es una vecina que todo mundo conoce y que además por ley no podría estar adentro de las instalaciones y bien hizo el compañero Noel en llamar la atención porque dice: “Cualquier personaje que tenga a gente a su disposición, a su cargo, no puede estar dentro de las instalaciones”, sin embargo, la señora Guadalupe estuvo trabajando para el servicio de limpia, los que trabajan ahora para el ayuntamiento y el señor Gonzalo tiene un cargo en el ayuntamiento de Puebla y ellos estuvieron ahí adentro, y hay muchos compañeros que dan fe y junto con ellos estuvieron operando la compra de votos a unos cincuenta metros de la técnica 44.

E: Regresemos al salón de clases de la señora Socorro porque es ahí donde se da el punto más violento. Ahí dos personas resultan heridas, creo que padre e hijo.

Socorro: Era un joven que estaba depositando su voto en la urna y se dirigió a mi cuando llegaron estas personas, los agarraron desprevenidos, porque los demás compañeros se fueron a tirar debajo de las urnas y de las mesas donde estaban haciendo lo de su voto. Yo me quedo en la entrada porque nunca pensé que llegaran a entrar. Un señor le abrió la puerta a una personas que rogaba que lo dejaran entrar, y entonces en ese momento es cuando balacean la puerta y de eso aquí el maestro tomó algunas evidencias, entraron y el ultimo me dijo que me tirara al suelo con muchas majaderías y me tiré al suelo y recé mil veces que no le pasara nada a nadie. Y ya después cuando regresé más tarde a ver que pasaba pues vi que había sangre y posteriormente donde había una menor igual y la menor tendría como dos años.

E: ¿Qué paso con el herido?

Socorro: Se lo llevaron sus familiares que después regresaron muy muy alterados en contra de los policías, porque para eso, a los policías los mandaron sin armas, y esas dos personas que les menciona el maestro quisieron culparnos a nosotros los de Morena que nosotros teníamos que ver con esa violencia cuando yo le dije que no ¿Por qué íbamos a violentar? A nosotros no nos afectaba en nada. Eran ellos, los del PAN a los que les molestaba que quedara Obrador y todos los demás porque ellos prometieron hacerles escrituras con engaños y todos los apoyos que les iban trayendo.

E: Ese es otro tema que vamos a tratar con calma. Le hemos dado la vuelta a lo que ocurrió en la sección 1072 y vamos a regresar con los sentimientos personales, pero vamos a seguir con la vuelta de las secciones. Muchas gracias señor Noel, señor Victor, señora Socorro.

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ENTREVISTA A DIANA TORRES RAMÍREZ, REPRESENTANTE DE PARTIDO NUEVA ALIANZA.



CRÓNICA



Violencia electoral en Puebla, la imposición de nuevas monarquías

Germán Báez Monterrubio

Domingo 1 de julio del 2018. A las 9 de la mañana salgo de casa, la luz del sol brilla diferente, combina con un aire de cambio que se respira en el ambiente. Circulo por diferentes avenidas de la ciudad y a golpe de vista detecto un movimiento inusual, distinto al resto de elecciones que he vivido en los últimos años.

Largas filas desbordan las calles y las casillas que recorro a mi paso. Llego a mi destino, por azares de la vida una primera parada me obliga a visitar la casilla instalada en el Instituto Oriente. Al llegar, largas filas de adultos mayores, principalmente, se arremolinan para emitir su voto, y la edad no es impedimento para soportar el sol, que para esas horas ya pega a plomo.

Tras una hora en aquel lugar, salgo con un dejo de confianza en que por fin después de mucho tiempo este país puede conseguir una reestructuración de fondo y no solo de forma. De regreso a casa, busco qué comprar para desayunar y lo primero que veo es un triciclo con tamales, me detengo para darme cuenta de que la masa se ha agotado. Sigo mi camino y me topo con dos puestos más y la historia es la misma, no es sino hasta el cuarto ambulante que logro mi cometido de comprar algo que comer. Reflexiono y pienso que esas largas filas hambrientas de cambio, saciaron un poco dicho síntoma con tamales y atole.

Antes de llegar a casa veo mi reloj y pienso, animoso, que es mejor emitir mi voto a buena hora, pues ya son casi las once de la mañana, de lo contrario, más tarde, las colas de votantes serán interminables. Al llegar a la casilla de la sección 1012, ubicada en el distrito 9, específicamente en la Ex hacienda Rancho Colorado, me percato que la fila no es tan larga, pero si fluida.

Mientras espero mi turno para encerrarme conmigo mismo y estudiar cada una de las seis boletas que debo tachar (presidencia, gobernador, presidente municipal, senadores, así como diputados locales y federales), veo a más de una docena de personas con playeras que llevan bordados los logos de los diferentes institutos políticos. Al verlos ahí, mi certidumbre se confirma y avanzó con paso firme rumbo al cambio que quiero para mi país.

Tras retacar las urnas, regreso para recibir el sello dactilar, ese que confirma que una persona ha cumplido con su deber cívico, al tiempo que pienso que me hubiera gustado que Diego (mi hijo de casi cinco años) me acompañara a vivir este momento histórico para un México tan descompuesto, y que sirva de precedente para que el en el futuro, el sufrague por lo que crea y quiera. No pudo ser así, porque este fin de semana lo pasó con su madre, así que ya será para otro momento.

Al salir de mi casilla, el sol azota con mayor fuerza, pero nada ni nadie puede robarme esa sonrisa “transformadora”, esa que te dice que estos ocho años de opulencia, nepotismo, obras faraónicas, de derroche de dinero, de deuda pública (36 mil millones de pesos en PPS), de fideicomisos apócrifos, de huachicoleros, de violencia, de feminicidios –más de 500 mujeres en este tiempo-- se pueden terminar.

Al llegar a casa, me siento a desayunar, y mientras hago un zapping exhaustivo entre un canal y otro, trato de conocer la opinión y tendencia de los “líderes de opinión”; veo en Las Estrellas a López Dóriga, paso a Azteca para conocer la opinión de Alatorre y complemento mi idea con Aristegui y Solórzano. Con sus respectivas fobias y filias el mensaje es el mismo, el ambiente en el país es homogéneo, todos salen buscando nuevos caminos de democracia, curitas para la pobreza, la desigualdad, las desapariciones y el desempleo.

Noticias como estas van disipando la idea de un fraude anunciado y las suposiciones hechas con antelación que presagiaban una presunta estafa del partido en el poder, el PRI, para continuar hundiendo al país, pero sobre todo para tapar el cochinero en que nos ha metido Peña Nieto. O bien de la posible declinación de José Antonio Meade a favor de Ricardo Anaya, con tal de no dejar que Andrés Manuel López Obrador por fin llegue para alcanzar la llamada “cuarta transformación”.

Como siempre ocurre, para esas horas del día (la una de la tarde), los medios editados en el centro del país hacen caso omiso a la realidad de los estados. Ante ello me vuelco a los medios locales y el silencio de Javier López Díaz, Carlos Martín Huerta, Juan Carlos Valerio, Iván Mercado, Enrique Montero Ponce y otros más me hacen pensar que el destino de la familia Moreno Valle-Alonso Hidalgo no parece muy halagador. Cosa contraria a lo que se lee y escucha a través de Alejandro Mondragón, Rodolfo Ruiz, Sergio Mastretta e incluso Fernando Canales, personajes que en sus medios y redes sociales informan que las encuestas de salida estaban cargadas del efecto AMLO, de un voto en cascada que marcaba como favoritos y vencedores a la alianza Juntos Haremos Historia.

Pero ese mismo silencio de los noticieros más mediáticos en el Estado empiezan a enrarecer el ambiente. Son las 3 de la tarde y las redes sociales se comienzan a desbordar con tuits y publicaciones en dos sentidos. El primero de ellos dice que el PAN va abajo y que MORENA está arrasando, que el voto en cascada se está cumpliendo. Por otra parte, las alertas comienzan a encenderse, las redes se llenan con señalamientos de reporteros y ciudadanos que denuncian que ya hay violencia en la capital, que son varias las casillas que a punta de pistola han sido robadas.

En primera instancia suena a rumor, pero las noticias de ciudadanos hartos del morenovallismo alzan la voz y las consignas afloran. Lo primero que cruza por mi cabeza es que los rumores de los cuartos llenos de billetes por parte de operadores del PAN no son tan irreales, que la compra de centrales de taxis para la movilización de mapaches electorales no es tan descabellada, que el pago de cinco mil pesos por taxista no solo era un murmullo. En verdad Martha Erika y el PAN quieren todo y no lo dejarán escapar tan fácilmente.

Para distraer mi mente de tanta información y con la finalidad de no dejar que mi mamá se vaya caminando a sufragar decido que una buena opción para medir el pulso informativo es visitar nuevamente las calles y las casillas, y saber qué tanto las noticias pueden ser veraces y que tanto no. Al llegar a la calle cerrada de terracería en donde se ubica la casilla, veo que hay poca actividad, que los carros no son muchos, pero llama mi atención que, en sentido contrario al mío, un auto versa blanco del año –recién salido de agencia-- sin placas, ni permiso, se acerca sospechosamente; al entrecruzar caminos también intercambiamos miradas, y al hacerlo me percato que dentro del vehículo van cinco sujetos con cara de malandros, y que son ellos los que me miran con cara de pocos amigos.

Al virarme para estacionarme, observo que el vehículo se queda parado en doble fila enfrente del acceso principal del lugar, descienden tres de los cinco sujetos y de reojo veo que uno de ellos, moreno, calvo y obeso, se ajusta el pantalón por la cintura. Nuevamente cambiamos miradas, hago una pausa para decirle a mi mamá que no se baje del coche, que se espere porque algo no me gusta de esas personas, al ver que los observo el carro avanza y ellos detrás de este caminando, como emprendiendo una huida. Al ver su paso, supongo que mi sospecha era infundada, tras esto le digo a mi madre que bajemos. Caminamos unos cuatro metros para llegar a la entrada y cruzamos un pasillo de unos cinco metros más para llegar al salón en donde las mesas, las sillas y las urnas. Dispuestas para esta fiesta democrática. Dejo en la puerta a mi madre y me quedo afuera para esperarla, pues adentro ya no puedo estar. Me quedo en el Lobby, en lo que volteo me doy cuenta de que los tres sujetos están de regreso e ingresan por la puerta principal, ingresan con paso firme en primer lugar el gordo de camisa amarilla, junto con un joven de estatura media y otro más de complexión media y de unos 180 centímetros de altura.

Pese a mis sospechas, me quedo en la puerta y veo como el tipo gordo calvo y el alto con chamarra de piel negra se quedan custodiando la puerta, mientras que el más chaparro y joven, con gorra y gafas se “mete a votar”. En ese momento, me percato que mi celular lo había dejado en el auto, no podía llamar, textear, ni nada. Justo cuando pienso en escabullirme al auto, en ese mismo instante veo como el gordo lleva sus manos debajo de su playera, percudida, y veo que toma un revolver, a decir por mi poco conocimiento en armas, me parece calibre 38 mm.

Todo es cuestión de segundos, milésimas de segundo quizá, pero la película pasa tan rápido que sólo alcanzo a ver cómo, al sacar la pistola, un joven de 27 años, por mucho, delgado y no muy alto, se avienta sin pensar a tratar de detener el ataque y mete su cabeza por debajo del hombro, en la axila para ser exactos, con lo cual consigue que el malandro no tenga control del arma, justo ahí corro por el teléfono y al salir de ahí oigo el primer disparo. En medio de los gritos y con la prisa por tratar de abrir el auto se escucha una segunda detonación. Es ahí cuando los vecinos de un fraccionamiento contiguo a la casilla salen para tratar de hacer algo y lo que hacen es llamar al 911. Justo cuando voy de regreso, veo salir corriendo a los sujetos para subirse al coche que se había echado de reversa para esperarlos y salir huyendo.

Al entrar al lugar, lo primero que veo en el piso es una casilla tirada, una gorra, un pedazo de gafas negras y señoras en crisis por el hecho sucedido. Pero más allá, por sus hijas de seis y ocho años que por acompañarlas vivieron tan traumático momento. Así como a mi madre sentada en una barda pequeña haciendo una llamada y soltar una bocanada de alivio al verme entrar; pregunto cómo está y la noto tranquila. La inmediatez de los dispositivos móviles, hacen que todos comiencen a llamar a familiares, policías y conocidos para pedir ayuda. Por su parte, los representantes de casilla llaman nerviosos al INE en Puebla. Son momentos de incertidumbre, y diría Vicente Fox de “sospechosismo”, ya han pasado más de 20 minutos y no llega un maldito policía. La sospecha crece, no es posible que a escasos 150 metros o menos haya un sector de la policía y la misma Secretaría de Seguridad y Tránsito Municipal y no pueda haber alguien que llegue para saber o perseguir a los delincuentes.

Son minutos de angustia, y lo único que oigo es al representante del INE decir “que se cierren las puertas”, pese a que la gente seguía llegando y tener a 20 ciudadanos esperando afuera, la indicación fue “la casilla será cancelada y cerrada por condiciones de inseguridad”. Me acerco a él y le digo que no puede hacer eso, que hay gente queriendo votar y que la casilla tendría que abrirse en un espacio alterno o ahí mismo, pero que ellos no podían quedarse sin emitir su voto, que la elección no podía pararse por un acto como ese. A esto la respuesta fue nula o imperceptible pues solo sacudió los hombros.

Tras lo sucedido, lo primero que viene a mi cabeza es llamar a amigos de medios de comunicación para denunciar lo sucedido, sin embargo mi queja simplemente se queda en buzones de voz pues ninguno tomo la llamada. Una segunda idea viene a mi cabeza, ésta vez creo tendrá mayor eco, para ello escribo un tuit arrobando a López Díaz, Valerio y Carlos Martín… desgraciadamente la respuesta es la misma “no hay”, ni siquiera un retuit. Todo este accionar me hace pensar mal, es decir, confirmo que cada uno de los actos de violencia y provocación estaba decidido y acordado. Al cabo de los minutos, muchos por cierto, finalmente llega la policía, un par de elementos, que al entrar preguntan sobre la situación y no hacen ni dicen más. Lo único que alcanzan a balbucear es que se quedarán a cuidar la casilla. Como si los maleantes fueran tan torpes para regresar a la escena del crimen después del delito. En fin, tras esos minutos de espera para poder salir, busco más información en redes para conocer más de lo que pasa en la ciudad y en el estado, pero nada… el silencio mediático es sepulcral.

Por fin, después de ser testigos y opinar que la votación debe seguir, las autoridades electorales y representantes de partidos políticos levantan la urna tirada, que los maleantes no alcanzaron a sustraer, y deciden retomar las actividades propias de la jornada.

Sin embargo, con ese precedente el regreso a casa fue extraño, mi mamá y yo llevábamos a cuestas un sentimiento de dolor, coraje, frustración e impotencia, todos revueltos haciendo un coctel con un gran tinte de pesimismo que nos llevó a preguntarnos ¿hace cuánto esto no pasaba en Puebla? Y a confirmar que nuestras sospechas de que Moreno Valle no dejaría tan fácilmente el poder no eran tan erradas, que esto en efecto era la crónica de un fraude anunciado, la escena más burda de una obra que siempre tuvimos delante de nosotros y que no quisimos ver.

Solo como morbo y para no dejar pasar por alto lo sucedido a partir de esa hora me dediqué a estar atento de los radares informativos de cada hora, de los reportes de las estaciones con noticieros locales, los cuales siempre emiten alguna opinión o van dando resultados parciales y me impresionó que ninguno habló de los actos de violencia, del robo de urnas, de la forma tan vil en la que hicieron ver que “no pasaba nada”, es más algunos ni asomaron la cabeza, simplemente continuaron con su barra de música. “Qué difícil es saber lo vulnerables que estamos los ciudadanos ante estos actos, y no solo tiene que ver con la violencia electoral, sino con la impunidad con la que cualquier persona puede lastimar a otra sin que haya consecuencias”.

Finalmente, como cada domingo nos reunimos en familia para comentar las aventuras de la semana, esta vez la charla político-electoral no fue la excepción, contamos lo sucedido horas antes y el sentimiento unánime fue el mismo, “se quieren robar la elección”. No es posible que las muestras sean tan evidentes y no haya nadie capaz de denunciar. Así, reunidos todos nos dieron las 8 de la noche, vimos salir victorioso a López Obrador, unos a favor otros en contra conversamos de lo que venía para el país, pero lo que más nos ansiaba conocer era el resultado de Puebla, nos dieron las 22:00 horas y la incertidumbre era la misma, cada uno partió a sus respectivos hogares con un dejo de desesperanza, en donde vilmente habían mancillado la voluntad de los poblanos.

¿Qué viene ahora, que nos depara el futuro?, no lo sabemos, queda claro que nuestro futuro está en manos de unos cuantos, en la voluntad política de cada uno de los poderes que ha sido subyugado al mandato de una persona, qué esperar cuando el Instituto Electoral está tomado por un grupo que obedece al mismo dueño al que obedece el Congreso del Estado, a un político lleno de soberbia y hambriento de poder que busca perpetuarse. ¿Revelarnos? ¿Someternos?... Esto no se trata de partidos, se trata de ciudadanos que estamos hartos y que queremos que las cosas en el estado y en el país cambien, personas hartas de la normalización de la violencia, la inseguridad y la prepotencia de grupos facticos que nos pisotean por poder.

Mundo Nuestro

"Cuando yo regreso con unas botellas de agua, en la esquina de la escuela que se ubica en la 53 norte 1404 de la colonia Aquiles Serdán, escuché unas detonaciones. Yo ya había visto una camioneta negra que iba y venía, era último modelo con vidrios polarizados, no era una camioneta cualquiera." Aurora Álvarez Carreto.



VIDEO: POR QUÉ DOY MI TESTIMONIO



TESTIMONIO DE AURORA ÁLVAREZ CARRETO, CAE-INE EN SECCIÓN 981



ENTREVISTA:

AUDIO:

Audio de entrevista en común con Aurora Álvarez Carreto y Sergio Saldaña Ramírez:

Audio: conclusión de entrevista en común con Aurora Álvarez Carreto y Sergio Saldaña Ramírez:

TEXTO:

Este es el testimonio de la señora Aurora Álvarez Carreto, abogada de profesión y madre de familia, funcionaria electoral, capacitador electoral en el Instituto Nacional Electoral, el pasado primero de julio en la sección 981, una de las setenta, con un número de casillas que forman parte del conjunto de setenta casillas que fueron asaltadas de forma violenta, a balazos por bandas organizadas.

SERGIO MASTRETTA: Señora Aurora, muchas gracias, ¿nos puede contar lo que sucedió ese día con una cronología de principio a fin?

AURORA ÁLVAREZ CARRETO: Nosotros iniciamos desde las seis de la mañana para ver que se hiciera la apertura de las casillas, llegando ya a las siete de la mañana/siete treinta se inicia con la instalación, y ahí es donde se va conformando en donde los ciudadanos que fueron electos para ser funcionarios de casilla. Ya llegando a un tiempo en donde ya daban las ocho de la mañana no se conformaban, entonces nuestra presidenta da instrucciones para solicitar a los de la fila para que pudieran conformarse las casillas, solicitaron a los funcionarios de casilla que quién quería participar como funcionarios, valga la redundancia.

S: ¿a los que estaban que estaban ya haciendo cola?

AURORA ÁLVAREZ CARRETO: Sí, en las filas.

S: ¿las tres casillas tenían esa circunstancia?

AURORA ÁLVAREZ CARRETO: La contigua 1. La básica ya estaba casi conformada, entonces la presidenta por instrucciones como marca la ley, como ya tiene el conocimiento se solicita a los ciudadanos de la fila para que entraran a fungir como funcionarios.

S: Hay una particularidad en este caso, que dos de sus familiares, Aurora fueron nombrados funcionarios en ese momento, porque estaban haciendo cola.

AURORA ÁLVAREZ CARRETO: tres, fueron tres, mi esposo y mis dos hijas. De hecho, ellos tenían una actividad que hacer y fueron a votar temprano y estaban en la fila.

S: tuvieron que aventarse toda la jornada y ser víctimas en una de las casillas. Fueron su esposo y sus hijas.

AURORA ÁLVAREZ CARRETO: Una de mis hijas, la otra, que es la más pequeña, ya mayor de edad, le tocó la contigua dos.

S: Ahorita nos cuenta lo que ocurrió allí. A lo largo de la jornada usted como funcionara, como CAE ¿qué funciones cumplió?

AURORA ÁLVAREZ CARRETO: Este, bueno, ya yo estuve conformando conjunto con las dos presidentas que estuvieran completas las casillas, bueno, ellas son las que fungen, yo de hecho seguí la instrucción y ellas cumplieron con lo que tenían que hacer. Ya que se conformaron llegó una persona que yo nunca la conocí, bueno, antes no la había visto, que llegó a amenazar a los funcionarios de casilla, que si no iniciaban la votación iban a ser sancionados. Yo en mi tiempo, desde el 2000 he trabajado en el IFE, ahora INE, nunca había escuchado a una persona que llegara a amenazar a los funcionarios de casilla. Se ostentó con una credencial y aparentemente era del INE.

S: ósea, una persona se presenta con una credencial del INE a amenazar a los funcionarios por no abrir a tiempo las casillas.

AURORA ÁLVAREZ CARRETO: Sí. De hecho, nosotros en nuestro tiempo de trabajo que tenemos, casi cinco meses para buscar a los funcionarios que fueron insaculados, se hizo eso, pero así sucede a veces, los ciudadanos no llegan, no cumplen. Por eso es por lo que se conforma con la fila, pues aquí mis familiares.

S: usted fue, digamos un incidente que se produjo ¿hubo algún otro esa mañana?

AURORA ÁLVAREZ CARRETO: no, todo estuvo normal hasta las 15:30 de la tarde, casi 16: 00 de la tarde. Nosotros les damos su desayuno a los funcionarios de casilla, porque les agradecemos porque son de buena fe, y les dan una dieta muy pequeña a ellos para su alimentación. Yo les llevé un desayuno pequeño y luego ya les tocaba la comida.

S: ¿esa es una responsabilidad de ustedes?

AURORA ÁLVAREZ CARRETO: no, no estamos obligados, simplemente como un agradecimiento porque mucho hacen ellos al dejar sus actividades para ser funcionarios de casilla todo el domingo.

S: la ley marca que se les paga al final del día para su alimentación.

AURORA ÁLVAREZ CARRETO: sí, esa vez fueron $450

S: entonces, en agradecimiento usted les lleva de desayunar y después de desayunar ¿de su bolsa?

AURORA ÁLVAREZ CARRETO: sí, de mi bolsa, les agradecemos porque mucho hacen ellos con llegar a ser funcionarios de casilla.

S: ¿usted es consiente del esfuerzo enorme que supone organizar una elección?

AURORA ÁLVAREZ CARRETO: sí, es mucha responsabilidad. Ahora eso es lo que hacemos, hemos sido capacitadores, asistentes electorales tanto locales como federales, y como esta fue una elección, concurrente pues fue más pesada.

S: ¿a tu cargo estuvo los insaculados para esta sección en las tres casillas, los buscaron en sus casas, unos dijeron que sí, otros dijeron que no, finalmente conformar los equipos en cada casilla y proceder la capacitación a lo largo de varias semanas, algo que no lo vemos los ciudadanos.

AURORA ÁLVAREZ CARRETO: Día y noche, a veces hasta a las 12:00 de la noche nos citaban los ciudadanos para poderlos capacitar.

S: es una capacitación personal ¿cuántas personas capacitó usted?

AURORA ÁLVAREZ CARRETO: yo le calculo unas 80 personas, de esas se van depurando hasta que salen los que realmente van a participar.

S: en este caso, para cada casilla son seis.

AURORA ÁLVAREZ CARRETO: Son seis. Son tres casillas y son seis ciudadanos como funcionarios de casilla.

S: finalmente 18 ciudadanos, ¿cuántos no se presentaron? ¿por qué? ¿en otras elecciones te ha pasado?

AURORA ÁLVAREZ CARRETO: sí, esto sucede regularmente. Depende también de la zona, porque a mí me han tocado varias zonas, y en esta zona esto se dio, y es la zona más cercana a donde yo vivo, que es mi colonia.

S: ¿tu sentías también un compromiso personal con el vecindario?

AURORA ÁLVAREZ CARRETO: así es, a mí me gusta esto lo que es la materia electoral. Me ha gustado mucho, siempre he participado desde el 2000, ha sido una satisfacción muy grande para mí.

S: me adelanto un poco ¿volverías a participar?

AURORA ÁLVAREZ CARRETO: ya no, esta es la última elección para mí, yo ya no volveré a participar, y si le tocara a alguien de mi familia les diría que no participaran.

S: Quedaste dolida, enojada ¿qué sentimientos?

AURORA ÁLVAREZ CARRETO: coraje, mucho coraje, impotencia, porque no debió de haber sido esto, nunca había sucedido esto y no debió de haber pasado.

S: ¿qué ocurrió a lo largo de las 15:30 de la tarde? Cuéntame

AURORA ÁLVAREZ CARRETO: yo salí a traer agua para los funcionarios, porque también ya tenían apetito, iba a traerles yo unas cemitas, algo para darles a comer, algo pesado porque sí era largo, muy largo, porque como eran seis urnas, fue una elección concurrente. Cuando yo regreso con unas botellas de agua, en la esquina de la escuela que se ubica en la 53 norte 1404 de la colonia Aquiles Serdán, escuché unas detonaciones. Yo ya había visto una camioneta negra que iba y venía, era último modelo con vidrios polarizados, no era una camioneta cualquiera. Allí en la tienda donde yo compré mis botellas de agua y regreso escuché detonaciones, incluso esa camioneta se estacionó frente a una papelería, pero no alcancé a ver placas porque cuando se escucharon las detonaciones dentro de la escuela se escuchaba que la gente gritaba y salía, cerraban. Yo estaba afuera, no me tocó adentro, si me hubiera tocado quien sabe que hubiera yo hecho.

S: ¿qué hizo entonces?

AURORA ÁLVAREZ CARRETO: Quise entrar, corrí, no me dejaron, pero adentro la gente lloraba, los niños salían corriendo, porque había niños, eso fue lo más terrible porque estos sujetos que llegaron a agredir a las personas que estaban dentro de las casillas no se fijaron que había niños, o no les importó. Cuando yo entré y pude cesar a las casillas pregunté ¿qué pasó? ¿qué había sucedido? Y me señalaron a la casilla contigua a uno, y entonces yo entré inmediatamente.

S: ¿ya no estaban estas personas?

AURORA ÁLVAREZ CARRETO: no, ya habían salido, yo creo que, en el transcurso de las detonaciones, como si tarde minutos, bastantes minutos para poder entrar.

S: Cuando tú llegas ya habían salido, no te tocó ver que se treparan a esa camioneta, era una revoltura. ¿qué podemos decir? ¿Qué había treinta, cuarenta, cincuenta personas ahí corriendo?

AURORA ÁLVAREZ CARRETO: Más, como unos ochenta.

S: Es decir, había muchos votantes.

AURORA ÁLVAREZ CARRETO: muchos votantes, porque la elección fue muy fluida, como nunca yo había visto en el tiempo que trabajaba en esto.

S: Vas a la casilla contigua a uno donde están tu esposo y tu hija.

AURORA ÁLVAREZ CARRETO: Sí, y los veo: mi hija estaba ensangrentada en la cara, mi esposo estaba ensangrentado en una silla. Yo los vi impactados, porque nunca los he visto yo, en el tiempo en el que he sido abogado y he visto muchas cosas, esto sí me impactó realmente, más siendo mi familia, aún si no hubiera sido mi familia yo los invité a que participaran los ciudadanos, hubiera sentido mucho recargo de conciencia, porque esa algo que no debió haber pasado.

S: ósea, resulta que los ciudadanos agredidos resultan que son tus familiares. Pudo haber sido que no fueran familiares tuyos, verdad.

AURORA ÁLVAREZ CARRETO: y eso también hubiera sido muy terrible, porque iba yo a visitarlos, a convencerlos, y ahora que salga esto.

S: en ese momento de la corredera, en esa casilla contigua que se produce este hecho de violencia ¿qué está pasando en ese momento? Tu marido, tu esposo, querido, está sentado en la silla sangrando junto con tu hija y la gente está con ellos ¿qué más te encuentras?

AURORA ÁLVAREZ CARRETO: uno de los funcionarios que yo capacité en la casilla básica ya estaba atendiendo a mi hija, a Adriana, y también un representante de Morena, ya estaban los dos ahí. Varias gentes entraron a apoyar, pero yo vi que la presidenta y los demás funcionarios estaban en psicosis, porque estaban verdes, engarrotados, no sabían qué hacer. En ese momento intenté hablar a la policía, hablé, pero nada; intenté hablar a la FEPADE, intenté hablar a varias personas que nos auxiliaran, pero de momento no hubo respuesta.

S: ¿te comunicaste con el instituto?

AURORA ÁLVAREZ CARRETO: me comuniqué con mi supervisora.

S: ¿quién es tu supervisora?
AURORA ÁLVAREZ CARRETO: se llama Daniela Tlacuilo Murrieta, es funcionaria y supervisora electoral. Cuando me logro comunicar con ella en ese momento le cuento lo que había sucedido, me dice: sí, ya me enteré por la radio. Por que la radio estaba monitoreando, yo no entiendo cómo es que la radio monitoreaba todo esto, pero la policía no llegó a tiempo cuando nosotros lo solicitamos.

S: los medios están atentos a lo que están ocurriendo, tienen un pitazo, es el trabajo de los medios, pero no responde así la policía.

AURORA ÁLVAREZ CARRETO: no, no responde. Tardó, tardó tiempo. También mi esposo estuvo llamando a la policía, nos dieron un teléfono para llamar a la FEPADE

S: ¿la FEPADE contestó en algún momento?


AURORA ÁLVAREZ CARRETO: la PGR, fue quien nos recibió respuesta

S: Pero fueron a la PGR, pero eso ya fue después. En ese momento ¿se pudieron comunicar con alguna autoridad?

AURORA ÁLVAREZ CARRETO: no, solo con mi consejero presidente, me lo pasó mi supervisora y me dijo que iba a hacer todo lo posible para que se pudiera movilizar, y me dijo que iba a hacer todo lo posible para que se pudiera movilizar.

S: el consejero presidente del distrito 9 federal. Bueno, entonces esto está ocurriendo alrededor de las cuatro de la tarde...

AURORA ÁLVAREZ CARRETO: También en ese momento yo quise ir a ver a la otra casilla contigua dos, estaban atrincherados prácticamente, ya cuando llega una licenciada que fungió como secretaria me contó que quisieron entrar ahí, que ellos pusieron sillas, bancas que empujaron estos sujetos y que querían meterse a robar las urnas también.

S: entonces los de la contigua dos se dan cuenta de que algo está pasando y se atrincheran. ¿lo mismo pasó en la contigua tres?

AURORA ÁLVAREZ CARRETO: no, nada más es una básica contigua 1 y contigua 2, en la básica no sucedió nada gracias a dos.

S: pero no logran entrar en la contigua 2.

AURORA ÁLVAREZ CARRETO: no lo logran porque la licenciada puso sillas, aventaban de todo para poder tapar la puerta. Pero tenían fuerza esos hombres para poderse meter.

S: finalmente cuando tu tocas la puerta de la contigua 2, ¿te abren la puerta ellos?

V salieron y estaban que ya se querían ir, y les dije que si gustan irse pueden irse, y se fueron. Se fue casi la mitad del personal de los que fueron funcionarios de casilla.

S: pero ¿qué pasó entonces en los siguientes minutos? Porque hasta donde entiendo, la elección finalmente se reanudó en la sección.

V Esa fue una de las situaciones que no debieron de haber sucedido, porque cuando un hecho es de sangre, fue un atentado, debió de haber una suspensión definitiva, y sin embargo dieron orden del instituto de que continuara.

S: el INE,

V el instituto 09

S: cuando tu entraste y encuentras a tu marido ¿en qué condiciones encuentras las urnas?

V estaba todo desordenado, estaba la urna vacía, los votos por acá por allá, las boletas, era un caos, ya nadie tomó en cuenta la papelería.

S: ¿las mesas estaban patas pa arriba?

V no patas pa arriba, pero había mucho desorden, había mucha gente adentro, mucha gente que quería ver lo que había sucedido. Mucha gente de los votantes que querían auxiliar.

S: entiendo entonces que las urnas estaban rotas, por lo menos algunas de las urnas...

V estaban regadas las boletas, porque se abrió la urna, como ya después lo comentará mi esposo. Porque en el momento de la acción, todo lo que sucedió después, era un desorden.

S: ¿quién tomó el mando de todo esto? ¿tú, la presidenta de la casilla, quién se hizo cargo?

V de momento la presidenta fue la que empezó, yo de dije que debía de haber una suspensión definitiva, pero no, se suspendió de momento. Después llegó mi supervisora y dijo que por órdenes del consejero presidente se volvería a reanudar la elección. La supervisora Daniela se presentó como a la hora, o a lo mejor hasta más tarde, fue el único funcionario público que se presentó. Llegó la policía, llegó primeros auxilios, lo que es la Cruz Roja, para darles atención a los heridos.

S: el equivalente de tu función ahí por parte del Instituto Estatal Electoral ¿quién es en esa sección? ¿no hay una CAE que represente al instituto electoral.

AURORA ÁLVAREZ CARRETO: yo era la que representaba al Instituto en esa casilla, junto con otra compañera que era la CAE ESPEJO en esa casilla, que se llama Giselle, no recuerdo ahorita los apellidos.

S: ¿ella también es de parte del Instituto Nacional Electoral? ¿en ese momento hay representantes del Instituto Estatal Electoral?

AURORA ÁLVAREZ CARRETO: nada más ella, la capacitadora. Como era una elección concurrente, ella es mi espejo, pero del Instituto Estatal Electoral, local.

S: ¿cómo se comportó ella?

AURORA ÁLVAREZ CARRETO: ella me dijo: ¿sabes qué, Aurora? Primero nuestra vida, yo me voy, vámonos, Aurora, ya deja esto, que lo arreglen ellos. Yo le digo: pero es que no podemos dejar, están aquí los heridos ¿qué voy a hacer?

S: ahora ¿finalmente ella se fue?

AURORA ÁLVAREZ CARRETO: ella se fue, llegó su esposo y se la llevó, ya no supe más de ella. Incluso mi supervisora me comentó que cuando le dijo a una compañera que iba a verme porque tenía problemas, ella le dijo: no, vente para acá, resguárdate, que ellos se las arreglen. Eso me comentó mi supervisora que le dijo la consejera Pilar en el Instituto Nacional Electoral.

S: Ahora, de parte de los representantes del partido ¿qué nos puedes decir? ¿qué actitudes encontraste, por ejemplo, en la casilla encontraste por ejemplo en la casilla contigua a uno? ¿había representantes de partido?

AURORA ÁLVAREZ CARRETO: de momento se solidarizaron con los heridos, y vieron que a lo mejor no era nada grave para ellos, y dijeron: queremos que inicie la votación. Yo les dije: no se puede iniciar la votación porque hubo hechos de sangre. Aquí, como lo marca la ley, es un incidente que no va a iniciar la votación, esperemos que venga gente del Instituto, porque tiene que haber una comisión, que nunca se presentaron, hay un secretario, que es el licenciado BRINDIS, que es el consejero secretario que tenía que haber llegado, a presentarse a levantar un acta circunstanciada, para que diera por ser los hechos por parte del Instituto, pero no se presentó.

S: quién apareció es nada más la supervisora Daniela con la instrucción de reanudar la elección...

AURORA ÁLVAREZ CARRETO: Yo le dije no la puedes reanudar hasta que venga yo con la policía federal, porque este es una elección federal y tiene que tomar nota el fiscal federal. De hecho, ella dice: bueno, voy a esperar a ver qué instrucciones. Le digo: espérame tantito por favor, y dice: bueno. Pero de hecho cuando yo ya iba saliendo y ya se fueron mis familiares porque no se fueron con las ambulancias, llegaron a llevárselos al hospital, a mi hija y a mi esposo. Nos fuimos a la PGR y le dije: espérame tantito tengo que regresar con la policía, porque tienen que venir los peritos a hacer una cadena de custodia, como tendría que haberse hecho.

S: entonces, ¿tus familiares heridos fueron auxiliados por tus propios familiares y tú te quedaste en la sección?

AURORA ÁLVAREZ CARRETO: Sí, yo me quedé hasta que llegara mi supervisora a calmar. Pero, a mí ya me querían voltear los del partido de Morena, porque querían que iniciara la votación, aunque yo les decía que no es posible ahorita. Esto ya le corresponde a la ley, tomar cartas en este asunto, porque no puede quedar impune.

S: y el representante de Morena en particular se puso así de agresivo.

AURORA ÁLVAREZ CARRETO: sí, me quería golpear. Y unas señoras también se pusieron necias, terriblemente necios. Yo dije, si quieren golpearme pues bueno, yo con tanta gente no podía defenderme. Yo les dije, soy una autoridad y a mí me tienen que respetar.

S: ¿alguien te defendió?

AURORA ÁLVAREZ CARRETO: Sí, los papás de una de mis presidentes dijeron: cálmese, tiene que respetar a la señora porque ella es la que organiza las elecciones. De no haber sido por ellos yo no sé qué hubiera pasado. Fue terrible.

S: Tú alrededor de las seis de la tarde estás con tus familiares...

AURORA ÁLVAREZ CARRETO: no, fue mucho antes, como a las cinco de la tarde, se me hizo eterno, aunque los tiempos transcurrieron rápido, después cuando llegó mi supervisora ya los calmó, para eso ya se habían ido mis familiares. Daniela los calmó, porque era una autoridad que había llegado del Instituto, dijo: espérense tantito. Yo le dejé cargo de lo que estaba en las casillas y mi esposo y yo nos fuimos a la PGR, mi hija se fue al Hospital Puebla. Después de eso yo me fui a la PGR, estuve en monitoreo con mi supervisora para decirle: me ordenaron abrir la votación, nada más estoy esperando a un notario.

S: ¿y se presentó ese notario?

AURORA ÁLVAREZ CARRETO: se presentó ese notario y dando un testimonio que estaba en condiciones idóneas de iniciar la votación. Pero yo le dije a Daniela: no la inicies. Me respondió: es que ya dieron la orden y el presiente me dijo que la iniciara. Le dije: pero es que eso no puede ser, tienes que dejar tal y como están las cosas porque tiene que llegar los peritos. Yo ya había hablado con el fiscal, en lo que se juntaba en personal para llegar a las casillas, mi esposo se quedó con el médico letrista en lo que tomaba la fe de lesiones para mandar al hospital, cuando yo llegué con los peritos para llegar a las casillas ya había iniciado la votación.

S: tuvieron que haber levantado las papeletas que estaban en el suelo, la urna, recuperaron me imagino la papelería y con la mitad de los funcionarios, porque me dices que muchos de ellos ya se habían ido.

AURORA ÁLVAREZ CARRETO: sí, la votación inició con tres en cada casilla. Tres funcionarios nada más.

S: ¿a las seis de la tarde se cerró?

AURORA ÁLVAREZ CARRETO: sí, fue rapidísimo.

S: ¿tu ya no regresaste a la sección?

AURORA ÁLVAREZ CARRETO: ya no regresé, ósea, eso fue lo que a mí me comentaron. Pero bueno, en el momento en el que yo llegué con los peritos ya había iniciado la votación.

S: Este es el relato de lo ocurrido hasta el final del día en el que en esta sección 981, luego de haber reanudado la votación cierra finalmente el proceso de votación en las tres casillas. En la contigua uno se produjo el hecho de violencia y también se recuperó la votación. Supongo que serán de los votos que ahorita se están recontando en lo que corresponde a elección.

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