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Lo urgente: invertir en rectoría y gobernanza del agua Destacado

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Vida y milagros

El Estado de Puebla y la Federación han anunciado una inversión conjuntan de 300 millones de pesos para mitigar la grave contaminación de la cuenca Atoyac Xochiac, pero pensamos que estos no resolverán el problema de la contaminación del agua de fondo si no van ligados a un proyecto sostenido y estrategias a largo plazo. No hay soluciones mágicas, pero sí pasos correctos para resolver un problema que se ha gestado durante muchos años y que por lo mismo requerirá de largo aliento, perseverancia, buena ingeniería financiera y una estrategia constante para ser resuelta.

300 millones bien invertidos en la rectoría de la gestión del agua pueden ser la base para construir un fideicomiso fuerte y funcional que abarque toda la cuenca Atoyac Xochiac y los emisores de fuertes contaminantes tanto industriales como provenientes de municipios que solo transportan en tubos sus descargas negras y fosfatadas por detergentes a los ríos más cercanos o cuerpos de agua más cercanos. Por eso, 300 mdp mal etiquetado o utilizados en infraestructura mal planeada se irán al drenaje y a los ríos y no resolverán el problema, solo lo moverán de lugar dejando sin agua limpia a quienes dependen de ella, no solo los humanos, sino la flora y la fauna silvestre.



El pasado 27 de noviembre en conjunto con el gobierno de Puebla, CONAGUA anunció la inversión de 300 mdp para el saneamiento del río Atoyac, sin embargo los recursos no están claramente etiquetados, y dadas experiencias anteriores creemos que el monto a invertir no solucionarán el problema de fondo. Reconocemos que 300 mdp bien invertidos y dirigidos adecuadamente pueden funcionar para solucionar parte de la problemática de inspección y vigilancia en toda la cuenca, así como para fortalecer, la organización administrativa de cada ayuntamiento, ya que la mayoría no cuentan con organismos del agua fuertes tal cual se los mandata el artículo 115 constitucional. Invertir en drenajes y colectores que van a dar a los ríos o en infraestructura mal diseñada para la cual no se etiquetan recursos para su operación y mantenimiento han probado ser un fracaso a lo largo de los años.

Las verdaderas propuestas de solución están orientadas a inversiones canalizadas a la rectoría y gobernanza del agua; a las penalizaciones efectivas, a la capacitación, inspección y control de descargas, así como a la definición de normativas efectivas y la creación de un organismo operador de cuenca que resuelva el problema de manera integral. Aunado a eso, la CNDH en sus recomendaciones de marzo de 2017, propuso la realización de un plan estratégico de regeneración que abarque a los casi 70 ayuntamientos de Puebla y Tlaxcala que forman parte de la cuenca, y que contribuyen enormemente a la contaminación del río Atoyac y sus ríos tributarios. Hasta donde sabemos no se ha construido ni acordado dicho plan de acción coordinado entre ambos estados, un plan que articule de manera conjunta el trabajo de todo los actores involucrados.

Otro problema observado y documentado por expertos es el de la salud pública. Este grave problema no será resuelto mientras el saneamiento no se aborde de manera integral, pues su solución requiere de una gobernabilidad hoy ausente en el tema de la gestión y el saneamiento. Los tóxicos derramados en los ríos de la cuenca provenientes de industrias, sembradíos con uso intensivo de agroquímicos y desechos domiciliarios con altos contenidos en fosfatos, generan alianzas perversas que afectan directamente a la salud de las poblaciones a través del contacto, de la inhalación de partículas y por medio del consumo de cultivos regados con aguas contaminadas. La semana pasada la organización Dale la Cara y el hospital Ángeles logramos conjuntar en un foro a seis de los mejores expertos del país en el tema de la contaminación del Agua y sus efectos en la salud humana. Finalmente la frase que nos queda en la cabeza después de escucharlos es que hay ríos que enferman, pozos y norias que enferman, verduras que enferman, tierras de cultivo.

Dale la Cara al Atoyac es una asociación que busca articular acciones y construir soluciones para la regeneración de la cuenca del alto Atoyac de manera corresponsable con gobierno, sociedad civil y sector privado. Sabemos que una inversión bien direccionada y planeada de manera estratégica puede ser un paso adelante para la solución de un problema que requiere la concurrencia y la voluntad de los actores a lo largo de muchos años. Creemos que todavía faltan acciones conjuntas y articuladas entre todos para lograr una cuenca libre de contaminación y con espacio para la vida.

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Sobre el autor

Verónica Mastretta

Verónica Mastretta. Ambientalista, escritora. Encabeza desde 1986 la asociación civil Puebla Verde y promueve con la OSC Dale la Cara al Atoyac la regeneración de la Cuenca Alta del Río Atoyac en Puebla y Tlaxcala.