Ranyan: sobrevivir a la penuria de la vida/Revista Elementos Destacado

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Mundo Nuestro. La revista Elementos presenta en su edicicón 11 una semblanza del pintos poblano Ranyan, escrita por Arturo Jorte Sánchez Daza, que aquí reproducimos en una parte en ocasión de la salida al público de laa edición 111 de la espléndida publicación científica de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.

La obra que ilustra esta portadilla es de © Ranyán. Carnaval II, óleo/lienzo, 120 x 160 cm., 2004

Raymundo Rodríguez Ramírez, “Ranyán” (Puebla, 1961) Estudió artes plásticas en el Instituto de Artes Plásticas del Estado de Puebla, en la Universidad Veracruzana y en el Taller de Diseño Gráfico de la BUAP, posteriormente hizo estancias de trabajo en ciudades de los Estados Unidos como Nueva York, Los Ángeles, Pensilvania, Houston y Hawai, en donde expone su obra. En 1990 Raymundo vive varios meses en Tilyala, Calcuta, hogar del anciano sabio Srii Srii Anandarnurti. Su actividad artística se inicia cuando se presenta en una exposición colectiva de estudiantes de arte en 1977 y ya para 1979 participa con un lote de grabados para integrar el Museo de la Gráfica Mexicana en Plovdiv, Bulgaria y en 1981 expone en la V Bienal de la Gráfica en San Juan de Puerto Rico. Siguen varias exposiciones individuales en la ciudad de Puebla, Monterrey, Guadalajara y Zacatecas.



La pintura a manera de tributo a ese mundo de expresión densa, torturada, resquebrajada, en la que el factor figurativo aparece siempre sacudido por las deformaciones de una intensión agresiva y sarcástica. Estas pinturas ofrecen a la percepción visual un amplio campo de elementos que rememoran experiencias plásticas de la modernidad occidental y nacional, pero también nos instruyen sobre los senderos por lo que ha transitado el artista, en busca de la construcción de su identidad plástica. El conjunto de su obra esclarece el ir y venir de un mundo expresivo a otro para estudiarlos y experimentarlos, con la clara convicción de que el acto de pintar es un proceso infinito de búsqueda, investigación, exploración, experimentación y síntesis, en la intención de alcanzar una postura propia, una identidad artística congruente a su cultura y tiempo. Pero todas estas incursiones en los movimientos vanguardistas, percibidas a través de sus obras, solo nos refieren a la parte formativa del artista y a la parte formal de la obra. En las pinturas también se puede percibir, aunque con mayor agudeza visual, lo que preocupa, problematiza y busca expresar el artista, lo que, en un sentido exclusivamente analítico, podemos denominar “contenido”:

Ranyán parte de la concepción que percibe al mundo como un caos, al cual habría que darle un orden, asignándole al arte el papel de reflejador de ese caos que constituye lo social-humano, para que este tome conciencia de ello. Por lo tanto, la función social del arte, para Ranyán, es la “expresión sublime de la libertad” que comunica y concientiza una función realista tolstoiana. Lo importante no es la norma del naturalismo, la exactitud externa, sino la norma del realismo, la verdad interior. El realismo como método crítico y no como un concepto de puro contenido y sentido formal. Esa concepción del mundo caótico es un tanto similar a la del surrealista Max Ernst (1891-1976), quien opinaba que el arte debía ser irracional, reflejo del caos que constituye el ser humano.



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© Ranyán. Mujer torbellino, óleo/lienzo, 120 x 85 cm., 2012

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Sobre el autor

Sergio Mastretta

Periodista con 39 años de experiencia en prensa escrita y radio, director de Mundo Nuestro...